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Author's Chapter Notes:

Contado desde su punto de vista...

Alcance a ver como Fred y George habían llegado con mi pequeña expedición y se dividieron llevando cada quien a una parte del grupo en su propio cuerpo para que el viaje sea más seguro para ellos, vi como empezaron a moverse entre mis vellos púbicos, si para mis gemelos eran realmente enormes no imagino lo que han de ser para mis micros, por esa razón es que se pueden hospedar dentro de ellos.

 

Los observe con calma mientras se perdían entre los inmensos arboles de mi denso bosque... observe también a Olivia como entraba a mi espacioso ombligo y se ocultaba entre sus innumerables pliegues llevando a mis diminutos con ella; confiando en que les mostrarían los lugares recónditos de mi cuerpo, y les enseñarían las reglas y los protocolos que debían obedecer todos los que deseaban ser parte de mí.


Y entonces con toda seguridad me volví a recostar con delicadeza sobre la almohada, y dejé que ellos se encargaran de la dirección, de esa manera pude prepararme para entrar en meditación como usualmente lo hago cada noche sin excepción.


Cuando entró en meditación por las noches lo hago por lo general de espaldas sobre la cama, por lo que mis grupos de exploración que llegan en ese momento, aterrizan por lo general sobre mi panza, mi entrepierna o mis pechos, salvo en muy raras ocasiones cuando decido cambiar de posición y me recuesto sobre mi vientre, ellos aterrizan sobre mi voluminoso trasero...

 

Como ya lo he mencionado, esto lo hago debido a las ciudades que se encuentran en la superficie de mi cuerpo y que resultan ser de las de mayor población. Por supuesto, las ciudades dentro de mi sistema digestivo son la excepción a ello… de acuerdo al último censo que realizaron mis hijos hace un año, mis habitantes internos superaban ya por casi el triple de los habitantes sobre mi piel, esto sucedía por el inmenso espacio que hay en mis intestinos para extenderse y vivir; y por la enorme cantidad de comida que diariamente les proporciono… literalmente como el doble de lo usual y aun así puedo seguir manteniendo mi esbelta figura.

 

A menudo pienso en los diversos sacrificios y métodos que hacen mis compañeras prodigadianas para estar mantenerse delgadas, sus rigurosas dietas y sus pesadas rutinas de ejercicio, si ellas supieran mi secreto para mantener mi tonificada y esbelta figura sin tanto esfuerzo y sacrificio, seguramente, la gran mayoría optaría por tener todo un acuario dentro de su cuerpo… pero por ahora no lo daré a conocer… no todas se esforzarían porque sus huéspedes pudieran llevarse bien y estar en paz… el cuerpo de Kelly es la prueba de ello, sus habitantes están en guerras constantes por todo su cuerpo, conflictos que ella difícilmente puede evitar.


En mi caso, sin embargo, no sucede así, mis "pequeños" microputienses y liliputienses se han mantenido a salvo en mi cuerpo hasta ahora a pesar de todo lo que hemos vivido estos diez años. Ellos han logrado adaptarse a mi cuerpo tan bien que incluso no sienten mis pequeños movimientos corporales que realizo día con día debido a la fuerte gravedad que mi planetario cuerpo ejerce sobre ellos de la misma forma en que nuestro mundo ejerce sobre nosotros.

 

Por lo que procedí a relajar mi cuerpo y concentrarme por entrar en meditación en esta posición, en ese momento pensé en las diminutas caravanas que de seguro ya estaban concentradas dentro de mis conductos auditivos esperando su turno para hablar conmigo... sí me relajaba y concentraba lo suficiente podría escucharlos y sentirlos a todos.

 

Para ayudarme con eso, rápidamente agarre el control y encendí el estéreo, un soundtrack armonioso y estimulante comenzó a sonar en mi habitación, cerré mis ojos y poco a poco comencé a relajar mis músculos… respiraba y exhalaba y mi ritmo cardiaco comenzaba a aligerarse, al parecer la música lograba surtir efecto... y de pronto cosquilleos suaves y constantes comencé a sentir por todo mi cuerpo… sobre el área de mis pezones y areolas, en lo profundo de mi ombligo, sobre el glande de mi clítoris y sobre la entrada a mi vagina… por sobre todo mi bajo vientre y detrás de mi cuello y orejas… en la superficie de mis labios y en lo profundo de mis axilas… eran mis fieles gullis que con mucha eficacia se esforzaban por estimularme… se habían hecho expertos en eso… el gozo y la excitación que sentí fue superior a todo que desee seguir así todo la noche.

 

Y entonces comencé a escuchar las diversas plegarias de mis bellos hijos reunidos dentro de mi oído: 


- “querida madre, gracias por ayudarnos a vivir de ti…”

 

- “eres tan increíble y maravillosa ¡oh, poderosa diosa!”

 

- “que tu infinita bondad y misericordia nos siga bendiciendo en este trayecto mortal…”

 

- “mis hermanos y yo te agradecemos infinitamente, por la divina leche que nos brindas día a día, gracias a ella podemos convertirnos en adultos fuertes y capaces…”

 

- “querida madre necesitamos tu ayuda, ¿podrías mandarnos a uno de tus guardianes al arco de tu pie derecho?, necesitamos que…”

 

- “querida madre, mi nombre es Alvin y esta es la primera vez que vengo a ti, te agradezco infinitamente por permitirme vivir en ti y poder…”

 

- "querida mama soy Kate, hoy me dieron la gran noticia, estoy embarazada yo también seré mama como tú y no solo de uno sino de diez bebes…”


Las oraciones continuaron sin cesar, esperando que algunas fueran contestadas por mí… es difícil describir la satisfacción que sentí en ese momento por ser como un dios… o mejor aún, por ser una madre diosa… amada, venerada y adorada por todos.

 

De pronto empecé a llegar al punto máximo de la meditación… empecé ahora a sentir los masajes profundos de mis once hijos brobdingnagianos que realizaban ciertas tareas en lo profundo de mi gigantesco cuerpo… sus pensamientos de amor y agradecimiento llegaron a mi mente a través de la telepatía.

 

Finalmente, mi cuerpo alcanzo el “punto máximo” y entonces pude percibir los minúsculos cosquilleos internos de mis innumerables lilis y micros que en lo profundo de los pliegues de mi cuerpo se esforzaron por estimularme también.

 

Un pequeño movimiento repentino empecé a sentir de pronto, en la parte final de mi recto… era mi pequeña hija Lucy, una hermosa joven brobby quien cumplía eficazmente una difícil asignación en una parte recóndita de mi cuerpo, "hola madre" su dulce voz escuche dentro de mi mente, “pude terminar la gran asignación que pediste, la rebelión en tu interior se terminó y ahora todos obedecen tu voz, deseo ahora salir afuera para ir a explorar y descansar junto a mis hermanos de su labor”.

 

“Si, por supuesto hija mía, tendrás un merecido descanso" le contesto usando mi mente, “sal y explora con tus hermanos con total disposición mientras duermo tranquilamente sin ninguna preocupación…”

 

Posteriormente sentí que un pequeño bulto se impulsaba por mi orificio... mi pequeña hija Lucy se abría paso por mis colosales 'mejillas traseras' y quizás se encontraría con Fred y George y la pequeña expedición y entonces puedan conocer desde esta primera vez, el cariñoso y cuidadoso trato que ella tiene por sus hermanos más pequeños... y con esta última premisa, el sueño poco a poco me invadió… y prontamente comencé a soñar de nuevo…


Chapter End Notes:

Volvi a reescribir el capitulo para hacerlo mas acorde a la continuidad de la historia

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