Tomado del diario personal de Sonia.
Todos tenemos rutinas que nos ayudan a empezar el día... ¿Pero habrá alguna que nos ayude a terminarlo bien? Por supuesto que sí...para mí lo es la meditación, y cada día antes de acostarme una rutina de pensamientos y preguntas realizo dentro a mi mente para así poder prepararme:
----- La meditación es un estado de concentración sobre la realidad del momento presente... "¿Quién soy yo?"... (Soy una diosa madre de billones y billones de hijos e hijas que reciben vida y sustento a través de mí).
-----La meditación es un estado experimentado, cuando la mente se disuelve y es libre de sus propios pensamientos... "¿Que voy a hacer hoy?"... (Hoy me relajare y me enfocare en escuchar mis ideas y suplicas, mías, y las de mis hijos que vendrán a mi).
-----La meditación es una concentración en la cual la atención es liberada de su actividad común y se focaliza en el interior... "¿En quién pondré mi atención?"... (En mis innumerables "hijos e hijas" que viven y se mueven dentro de mi).
-----La meditación es una focalización de la mente en un único objeto de percepción... "¿En qué me enfocare?"... (En escuchar los suaves susurros que llegaran a mí, fruto de mis muchos hijos que, con firmeza y devoción, frente a mi tímpano suplicaran a mí).
Todos estos buenos hábitos a la hora de dormir, me han tranquilizado y han hecho que mi estrés se libere y ha sido de sumo beneficio para mis pequeños, ya que ha logrado relajar todo mi sistema, un ejemplo es mi corazón, que cuando se calma lo vuelve menos ruidoso para los habitantes que viven dentro de mi seno izquierdo y mi flujo sanguíneo disminuye reduciendo los choques y accidentes de las naves submarinas que circulan por todas mis arterias y venas.
Otro, es que mis músculos se han relajado al mínimo lo que disminuye las tensiones y facilita la tarea a los diferentes trabajadores que se encargan de recolectar y extraer la grasa corporal en mis muslos y caderas, lo cual me mantiene en forma y con una cintura y cadera envidiable sin necesidad de ir al gym.
En otras palabras, la meditación ha sido el preámbulo para tener un sueño dulce y suave durante toda la noche, y sirve como señal para mis hijos que viven sobre la superficie de mi cuerpo que el día ha comenzado y pueden salir a trabajar, relajarse y divertirse por todo mi planetario cuerpo.
Para ellos los días son al revés, mientras duermo ellos salen y desempeñan sus diversas actividades y tareas, y al amanecer cuando me despierto, ellos se retiran a descansar a sus hogares, solo mis habitantes de adentro pueden continuar su rutina en el día.
Todo está muy bien organizado, años me ha tomado llegar a este nivel; mientras yo duermo y sueño con ellos, mis pequeños habitantes se mueven en autos, trenes y aviones sobre mi piel, hasta que las manecillas del reloj marquen las 7:00 AM... la hora en que me despierto y comienzo mi día.
¿Qué sería de mi cuerpo y de mis hijos, sino hubiera desarrollado estos buenos hábitos? Probablemente no tendría un esbelto y tonificado cuerpo y mis ciudadanos no serían tan pacíficos ni tan fieles.
Afortunadamente mi cuerpo se ha convertido en todo un paraíso divino para ellos... miles de microputienses y liliputienses llegan cada noche y se establecen de acuerdo a su gusto y tamaño en alguna parte recóndita de mi colosal cuerpo, han llegado también unos cuantos miles de gulliverianos, los cuales se han establecido por recomendación mía, por toda mi entrepierna como guardianes de mis partes sagradas y como guías de turistas de mi región pubiana y genital.
Debo admitir, que mis "hijos" gulliverianos me han traído mucha satisfacción y deseo sexual, ya que debido a su tamaño increíblemente colosal (4900 veces más grande que un microputiense), alcanzan a ser percibidos por mí cuando llegan a estimular y "frotar" las partes mas erógenas de mi cuerpo... una experiencia de placer de lo más agradable y excitante que ellos están felizmente ansiosos por realizar... Fred y George, mis gemelos favoritos están dentro de esa categoría.
Hoy será una noche de placer para mí, pues les he pedido a algunos de mis "gullis" que guíen a los pequeños contingentes que aterrizarán sobre diferentes partes de mi cuerpo y los lleven a salvo a los lugares en donde se establecerán. Muy probablemente podre sentirlos moverse sobre mis partes mas sensibles...
Cuando Sonia terminó de ducharse y salió envuelta solo en una toalla, decidió que no tenía caso en ponerse sus bragas, ni el brazier para dormir, pues serian un impedimento para los tours que sucederían. Así que una vez que se sintió seca, se descubrió la toalla y procedió a acostarse completamente desnuda sobre su cama, apoyando su espalda sobre su suave y esponjosa almohada.
A sus casi 40 años Sonia poseía un
cuerpo espectacular y hermoso, una piel blanca suave y tersa, unos grandes y
firmes senos de copa D, y una escultural y tonificada cadera que daba juego con
una brillante y sedosa cabellera dorada.
Por lo que verla recostada desde arriba,
sería una experiencia única para los cientos de micros y lillis que desde lo
alto de la habitación descenderían hasta Sonia y aterrizarían sobre su vasta
piel, pues difícilmente volverían a verla desde tan increíble altura.
Para Sonia, era una manera de hacer que
sus habitantes fueran conscientes del fantástico e increíble mundo en el que
vivirían a partir de ahora, y las reglas y normas por los cuales debían regirse
una vez que se instalaran en alguno de los pueblos dentro del cuerpo de su
Diosa.
Con una sonrisa en sus labios, Sonia
exclamó:
-"¡Estoy lista!"-
Y al enfocar sus ojos en una pequeña
canica azul que colgaba bajo el techo de la habitación vio que comenzó a
brillar, era la señal de que habían escuchado su mensaje y procederían a
iniciar el lanzamiento.
Inmediatamente Sonia tomó su celular, y
procedió a enviar un mensaje.
Después, con increíble esfuerzo logró
visualizar a las decenas de naves espaciales, no más grandes que una mosca de
fruta, descender todas juntas y en fila como si de una bandada de aves se
tratase, lentamente comenzaron a descender sobre su cuerpo mientras permanecía
quieto y relajado... y antes de que pudieran tocar tierra, se separaron y se
dirigieron a distintos destinos, su ombligo, sus pezones, su entrepierna, y
algunos otros lugares de su cabeza.
Y
entonces no quedando más por hacer, Sonia comenzó a relajarse para poder entrar
en profunda meditación, mientras dejaba que sus guías que había designado esta
noche, se hicieran cargo de la rutina nocturna habitual...