Megumi se sentó sola en el baño y se deslizó por la galería de su teléfono recordando todos los recuerdos que hizo durante el último año y medio.

    "Soy tan idiota ..." Dejó su teléfono, respiró hondo y se abofeteó a sí misma en la cara tan fuerte como pudo finalmente decidiendo abrazar este nuevo capítulo de su vida.

     Ahora optimista sobre el futuro, Megumi regresó a clase con confianza. En su camino hacia allí, pensó en todos los aspectos positivos de mudarse a una nueva escuela. Tal vez ... podría hacer nuevos amigos o incluso comenzar un club. Seguía llenando su mente con todos los aspectos positivos imaginables, pero una cosa le impedía ser verdaderamente optimista sobre su situación, Shuichi.

    "¿Por qué sigo pensando en él? ..." Ella lo contempló por un segundo hasta que la razón de por qué no podía sacarlo de su cabeza finalmente la golpeó.

    "¡Ajá! ¡Por supuesto! Shuichi es mi mejor amigo, ¿cómo podría ser optimista acerca de mudarme a una nueva escuela si no puedo hablar con mi mejor amigo todos los días? Tal vez debería pedirle su número para poder hablar con él mientras estoy ahí ... "

Mientras tanto, en clase, mientras Shuichi se preocupaba por cómo se sentía Megumi, sintió un dolor repentino en el pecho que era comparable a cómo se sentiría alguien que acabara de ser friendzoneado por la persona que le gusta.

    "¿Estas bien?" Preguntó un estudiante en respuesta a la repentina reacción de dolor de Shuichi.

    "Estoy bien." Dijo confundido sobre por qué el dolor solo duró un par de segundos, pero eso dejo de ser importante ya que Megumi finalmente regresó a clase.

"¡Lo siento mucho por salir de la clase Tachibana-Sensei!" Se quedó junto a la puerta esperando ser reprendida. Pero en lugar de ser sermoneada, la maestra simplemente le dio un golpecito en la cabeza con su portapapeles.

    "No reprenderé a nadie por reaccionar irracionalmente, cuando tenga una razón válida. Simplemente siéntese y use el resto del período de clase para pasar tanto tiempo con sus amigos antes de la transferencia". Dijo la maestra antes de poner su mano en el hombro de Megumi y escribir 'sala de estudio' en la pizarra. Cuando Tachibana-Sensei dejó la clase, Megumi decidió que era un momento apropiado para dar un temprano discurso de despedida.

     "A todas las personas en esta clase que me han apoyado y aceptado, ¡gracias! Realmente aprecio a todos por darme recuerdos que apreciaré por siempre. Siempre los recordaré a todos ustedes y todo lo que han hecho. Como su amigo, representante de la clase y vicepresidente del consejo estudiantil, por la presente me despido ". Ella hizo una reverencia, lo que provocó una ronda de aplausos del resto de los estudiantes.

    "Oye Shuichi, sé que Megumi puede ser un poco despistada, pero quizás quieras confesarle tus sentimientos mientras puedas." Uno de los amigos de Shuichi le susurró mientras miraba a Megumi.

    "¡¿C-Confesar mis sentimientos?! ¡¿De qué diablos estás hablando ?!" Shuichi, gritó cubriendo la boca de su amigo. La idea de invitar a salir a Megumi ha estado en la mente de Shuichi desde la primera vez que se conocieron, sin embargo, después de ver tanto a estudiantes micro y normales chocar y arder en su intento de invitarla a salir, pensó que era una causa perdida, pero si no confiesa ahora podría arrepentirse por el resto de su vida.

    Entonces, para evitar esa situación, Shuichi reunió todo el coraje que tenía dentro y se convenció a sí mismo de que tan pronto como Megumi regresara a su escritorio, confesaría sus sentimientos sin importar qué. Al menos ese era el plan porque tan pronto como Megumi regresó, hizo una pregunta interesante.

    "Ya que me iré ... ¿quieres intercambiar números?" Preguntó con tanta confianza que uno se preguntaría si realmente entendía las implicaciones de la pregunta planteaba, sin embargo, Shuichi estaba tan feliz después de escuchar esas palabras que ni siquiera se le ocurrió. En cambio, la mente de Shuichi estaba llena de muchos pensamientos pervertidos extremadamente leves que incluían, pero no se limitaban a, llamarse en el baño, intercambiar lindas fotos de ellos mismos e incluso ... tener conversaciones románticas nocturnas entre ellos. Estaba tan distraído y nervioso en ese momento que no se dio cuenta de que Megumi lo llamaba. Hasta que ella lo colocó suavemente sobre su escritorio.

    "¡Hey Shuichi! ¿Sigues ahí?" Preguntó lentamente sacándolo de su fantasía.

     "¡Sí! Yo-yo estaba pensando en que ... ¡también quería tu número!" Dejó escapar una risa nerviosa y con torpeza sacó su teléfono. Después de que los dos intercambiaron números, Megumi, que quería ver si funcionaba, intentó enviarle a Shuichi una linda foto de su gato y accidentalmente envió una foto de ella en un bikini blanco con volantes. Shuichi estaba tan asombrado por lo que había visto que dejó caer su teléfono. No podía entender cómo Megumi inherentemente tenía el poder de ser extremadamente seductora e inocente al mismo tiempo.

    "Perdón por eso, mi error, imagen equivocada". Ella se rio y se disculpó cortésmente, de alguna manera no le importaba el hecho de que Shuichi ahora tenía una foto de ella en un bikini provocativo. Megumi creía que ser vista en traje de baño no era exactamente un gran problema, incluso lo hacía un chico.

    "Bueno, al menos sé que funciona."

    Pasó el tiempo y las despedidas se hicieron hasta que finalmente llegó el día del traslado de Megumi. Antes de salir oficialmente de Okisana, Megumi visitó la escuela por última vez para despedirse de sus amigos más queridos y de cada miembro del consejo estudiantil que la apoyó durante todo el año. Y cuando estaba a punto de dejar las puertas principales por última vez, Shuichi finalmente se armó de valor y se lo confesó.

    "¡Megumi, antes de que te vayas quiero decir una última cosa!" Le gritó, su rostro estaba brillando de rojo por lo nervioso que estaba.

    "¿Qué pasa, Shuichi?" Preguntó arrodillándose frente a él.

    "¡TE AMO!" Exclamó apasionadamente extendiendo su brazo hacia ella.

    "¡También he amado tenerte como amigo, Shuichi! Por favor, no estés tan triste porque me voy ok". Dijo ella sonriéndole dulcemente. Por mucho que quisiera estar internamente deprimido por lo que ella acababa de decir, Shuichi, en el fondo estaba realmente aliviado de poder finalmente quitarse ese peso de encima. '¿Qué esperaba?' Pensó para sí mismo y se rió. Hasta que Megumi decidió levantar a Shuichi y susurrarle algo.

    "Es broma, no soy tan despistada." Ella se rió y lo besó en la 'mejilla'. Después de colocarlo de nuevo en el suelo, Megumi salió corriendo y le devolvió el saludo a Shuichi cuando se fue. Completamente sin palabras, se quedó allí con una mirada en blanco en su rostro.

    Con su último adiós dicho, Megumi finalmente pudo dejar atrás a Okisana con una sonrisa. Sabía que ninguna escuela podía compararse, pero eso no la detuvo. Para bien o para mal, iba a continuar su vida escolar sin importar qué y planeaba disfrutarla también. Pero las cosas no siempre salen según lo planeado ...