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Author's Chapter Notes:

Escrita por GeaGts

Quien diría que llegaría a terminar de esta manera, en aquel gélido y excitante momento mi vida entera pasó frente a mis ojos, tan clara como en cielo a las alturas en las que me encontraba.

Me llamo Jack Hammer y soy un explorador, me dedico a recorrer los lugares del mundo que nadie más se atreve a visitar para documentarlos y encontrar alguna rareza que la humanidad no haya visto. Todo partió cuando de niño descubrí que Pie Grande no existía, que resultó ser una broma hecha en los 60’s cuyos artífices revelaron en el año 2000, yo tenía 9 años en aquel entonces y parte de mi inocencia se fue en aquel momento. Con el tiempo descubrí que otros mitos como el monstruo del Lago Ness o el experimento Filadelfia también fueron mitos falsos, pero algo no me cuadraba, y es que la magia y lo sobrenatural es algo que, si bien es raro, es más que seguro que existe en este mundo.

Nuestra Diosa Rachel lo ha evidenciado a lo largo de la historia de la humanidad, y yo creía en eso, si bien muchos mitos son falsos, tiene que haber brujas y seres mágicos que si sean reales. En la antigüedad se hablaba de hadas, sirenas y demás criaturas mitológicas, que si bien actualmente no tenemos pruebas, estoy seguro de que existieron. Yo mismo he encontrado huesos de dichas criaturas antes, unos me llamaban loco o mentiroso, otros dejaban la puerta abierta a que fuera cierto, pero yo estaba seguro, uno de estos días encontraría a una criatura mágica, una con vida, esa era mi misión en la vida.

Ahora con 28 años viajo por el mundo buscando a dicha criatura, mi punto de partida suelen ser leyendas folclóricas de algunos pueblos, y aunque siempre pase semanas o meses en un caso, rara vez encuentro alguna prueba contundente fuera de restos de escritos y huesos antiguos, los cuales no suelen sorprender a la comunidad científica. Aun así no pensé en rendirme ni por un segundo, y fui a mi siguiente destino, un pequeño pueblito chino cerca del monte Everest.

A sí, yo hablo varias lenguas, pero el chino no es una de ellas, por lo que llamé a mi amigo Den para que me ayudara como intérprete, y sobre todo a explorar la montaña, cosa que me di cuenta que teníamos que hacer luego de que en una pequeña farmacia, el dueño nos hablara de la leyenda del “Ama del Invierno”.

Desde luego investigué más al respecto en la biblioteca del pueblo, y gracias a Den pude tener lo que en un principio creí que era el panorama completo:

“Hace cientos de años, se cree que a mediados del siglo XVIII, una criatura gigante con la forma de una joven chica y piel completamente blanca se asentó dentro del monte Everest, al interior de una muy profunda cueva. Varias personas presenciaron un temblor peculiar, algunos de ellos decidieron formar una expedición para investigar el fenómeno, y de esas 50 personas sólo 2 regresaron, los más jóvenes que describieron a dicha criatura. Luego durante 9 meses no hubo incidentes, pero al iniciar el invierno estos 2 hombres desaparecieron, y no solo eso, según sus esposas ellos querían ir desesperadamente a la cueva de la que habían escapado hace casi 1 año. No se supo más de ellos, pero eso no fue lo más raro, ya que durante esos 3 meses de invierno las desapariciones en el monte se incrementaron muchísimo con respecto al resto del año, se cree que al menos unas 10 veces más. Dicha ola de desapariciones se le atribuyó a la criatura, pero nadie estaba seguro porque los que iban a investigar nunca regresaban. Pasó otro año y llegó otro invierno, y nuevamente se incrementaron los incidentes, por lo que ya no había duda por parte de los pobladores, durante la estación dicha criatura despertaba y era responsable de todas las desapariciones, criatura bautizada como El Ama del Invierno. Esto continuó durante varias décadas, hasta que un día el gobernante Jo Shao Wan decidió prohibir las expediciones al monte Everest durante ese invierno, con el fin de frenar las muertes. Todo iba según su plan, pero luego de una semana empezaron las catástrofes, un terremoto azotó la zona, generando una avalancha que destruyó una buena parte de los pueblos cercanos, matando a más personas de las que morían cada año por culpa del ama del invierno, pero lo peor de todo fue que luego de recoger la nieve para encontrar los cuerpos, nadie fue encontrado nunca, dando a entender que El Ama del Invierno los reclamó por su cuenta. La culpa fue dirigida a Jo Shao Wan y su ley, tuvo que retirarla a la fuerza, dejar el poder, y al invierno siguiente desapareció, presuntamente también dentro de la montaña. Que este escrito sirva de advertencia para todos aquellos incautos que quieran adentrarse al monte Everest durante esas fechas, porque seguramente no regresen por culpa del Ama del Invierno.”

Aquel viejo escrito asustó mucho a Den, tanto que no quería acompañarme al monte, pero logré calmarlo prometiéndole que sólo iríamos por fotos y nada más, tan pronto las tengamos no iríamos. Lo que no le dije fue que un día me reuní con el alcalde, y mediante uno de sus ayudantes pudimos entablar la conversación. Le pregunté por la leyenda de El Ama del Invierno, y él me dijo que de leyenda no tenía nada, era algo real. Quise saber cómo estaba seguro, y él me mostró los datos de las muertes de los últimos años, que confirmaba que cada año mueren 10 veces más personas durante el invierno en el monte con respecto al resto del año. Me sorprendió su transparencia al respecto, pero él me dijo que le daría esa información a cualquiera con el fin de salvar su vida si es que querían ir de expedición. A pesar de esto me confié, me dije a mi mismo que he pasado por decenas de situaciones más peligrosas que esta, y que esta sería una más, con el añadido de que era casi seguro de que encontrara pruebas reales al fin de criaturas místicas, por lo que para asegurarme de que Den me acompañara, no le dije nada de mi reunión con el alcalde.

No tardamos en alistar nuestras mochilas y emprender la subida, se supone que El Ama del Invierno se encontraba dentro de una enorme cueva oculta en el centro de la montaña, pero debido a la extensión del Everest seguro nos tomaría unos días dar con la cueva correcta, días que procuré tener, ya que el invierno inicia en 5 días y mi intención era encontrar a la criatura dormida, para evitar correr peligro. La primera noche fue dura, nos costó encontrar una cueva para dormir, pero un par de horas luego del anochecer pudimos hallar una, que por desgracia no era más grande que una habitación regular, por lo que no había nada que explorar. Todos los días fueron iguales, buscábamos cuevas pero habían pocas, y la mayoría poco profundas, no hubo suerte. Las noches 2, 3 y 4 fueron las más frustrantes, ya que en las 3 encontramos cuevas profundas para dormir, y mientras Den dormía yo las investigaba por mi cuenta sólo con mi cámara y linterna a la mano, pero nuevamente  estaba en un callejón sin salida. El día 5 llegó, y con él el invierno empezaba oficialmente. Den estaba algo cansado por estos últimos días aquí arriba y los tanques de oxígeno nos durarían máximo 2 días más, y si bien tenía razón para querer desistir, yo no podía, le rogué que continuáramos, al menos 1 día más, y si no había suerte pues nos regresábamos, y el aceptó sólo después de que redoblara su paga.

Por desgracia no encontramos ninguna cueva en todo el día, ya se estaba oscureciendo por lo que Den dijo que volviéramos a la cueva de anoche para dormir, y a regañadientes acepté. Bajamos por un descenso algo más pronunciado para poder llegar antes y fue ahí donde al fin sucedió. No lo creía, pero vi como una enorme masa de nieve se derretía frente a mis ojos, revelando la entrada a una cueva, Era el destino, y tenía que seguirlo.

- Estás loco Jack.

- Vamos Den, te lo juro, sólo exploremos esta última cueva y ya está, nos regresamos y listo.

- ¡Ya nos estábamos regresando! Aparte no es una entrada, es un hoyo, si hay una avalancha estamos muertos.

- No pasará nada, sólo es entrar y salir, 5 minutos.

- Jack…

- Te pago el triple.

Den se quedó pensando, aunque no por mucho tiempo.

- ¿Tenemos un trato?

- 4 minutos, y nos salimos.

- Trato hecho.

Puede que algunos me llamen loco por eso, pero tenía una corazonada, una que no había tenido durante todo este viaje, sabía que en esta cueva al fin hallaríamos algo, y así fue. A los 3 minutos de reloj noté una parte de la cueva con menos nieve, mucha menos nieve, por lo que corrí hasta el borde. Al llegar noté que esta parte de la cueva era inmensa y circular, debía medir al menos unos 200 metros de radio, las paredes de roca oscura estaban repletas de diamantes enormes y brillantes a lo largo de toda su extensión que iluminaban la cueva, y justo en el centro la vi, una chica gigante de unos 50 metros, con el cabello liso corto hasta la nuca completamente platinado y con un mechón que cubría su ojo izquierdo, y con una piel de color blanco con un toque celeste. La mitad inferior de su cuerpo estaba enterrada en la nieve del fondo de la cueva, y al estar de espaldas no podía ver muy bien lo que estaba haciendo, pero sin dudas acababa de encontrar al Ama del Invierno.

- ¡Oye Den, mira, aquí está!

- No me vengas con eso Jack, ya tenemos que… ¡AHHH!

- Shhh, no hables tan fuerte.

- No p-p-puede ser… ¿En serio es…?

- Obviamente, ahora silencio, le tomo la foto y nos largamos de aquí.

Saqué mi cámara y la enfoqué, pero al tomar la foto olvidé apagar el flash, y su luz rebotó en los diamantes de la cueva, llamando la atención de la giganta, quien se volteó y vio justo donde estábamos.

- Mira, presas el primer día, ¡Que suerte!

Luego de eso se levantó y extendió su mano hacia nosotros, luego del susto inicial ambos empezamos a correr, pero no fuimos más rápidos que su mano, la cual en un puño nos presionó y regresó otra vez a la enorme cueva, sosteniéndonos a la altura de sus pechos, los cuales no eran muy grandes para alguien como ella (para mí sí). Ella nos veía con una mirada alegre pero serena, tenía los ojos rasgados y de color rojo intenso, obviamente estaba completamente desnuda, y lo único que cubría su gélido cuerpo eran una serie de cristales de hielo en los codos y rodillas, pero nada más.

- Oh qué modales los míos, bienvenidos a mi hogar ustedes… Perdón ¿Cómo se llaman?

Den y yo nos quedamos de piedra unos segundos, hasta que su puño empezó a presionarnos cada vez más.

- Les hice una pregunta y es de mala educación no responder.

- ¡Me llamo Jack, Jack Hammer…!

- ¡Y y-yo D-D-D-Den…!

Den se notaba mucho más asustado que yo, y la verdad no puedo culparlo, una gigante gélida nos sostenía a cientos de metros del suelo, y considerando que él era quien no quería explorar la cueva, no lo culparé por temer tanto, sobre todo porque también estoy aterrado.

- Ok Jack y Den, yo soy Naoko Kurotsuki, pero todos en las cercanías me llaman El Ama del Invierno, aunque siempre me ruborizo al oírlo la verdad… ¿Y qué hacen aquí? Digan la verdad.

- Bueno… –Empecé a hablar– Somos exploradores y quisimos investigar sobre ti.

- ¿Exploradores? Ya no hay muchos de esos por aquí, la mayoría de mis presas son alpinistas despistados y desinformados, jijiji.

- ¿P-Presas? –Preguntó Den.

- Pues claro, es decir, están en mi puño, a mi completa merced, ¿se imaginaban otra cosa?

En ese momento ambos temblábamos mucho, pero ya no era por el frio necesariamente. Necesitaba saber que nos haría, si es que eso aliviaba un poco mi incertidumbre.

- ¿Q-Qué vas a hacernos?

- Bueno, eso depende de lo que quiera, la verdad recién desperté hoy y energía es lo que más me sobra.

- ¿Y qué quieres?

- Aun no me decido ¿hacen muchas preguntas no? Bueno, eso es parte de su trabajo después de todo. Haber pregúntenme lo que quieran mientras pienso que hacer con ustedes.

No vacilé y me dispuse a preguntarle sus orígenes a lo que empezó otro relato que cambió mi panorama por completo con respecto al anterior:

“Nací en el año 1705 bajo el nombre de Naoko Kurotsuki en Osaka, Japón.  Mi familia era de pocos recursos y un día con lo poco que teníamos nos mudamos a una pequeña comunidad China, a los pies de esta montaña. Yo tenía 11 años cuando el hijo de una importante familia de la zona, Jo Shao Wan, quiso desposarme por mi abundante belleza. En esa época ese tipo de cosas horribles eran la norma, y mi familia aceptó de inmediato con tal de volverse asquerosamente ricos gracias a su unión con la familia de Jo. Al principio él era amable, no me forzó al acto sexual hasta que tenía 13 ya podía decirse que empezaba a ser una mujer, pero luego de eso algo cambió dentro de él, el haber reprimido sus deseos 2 años y liberarlos de repente lo hizo adicto a todo esto, empezó a tratarme más bruscamente, tanto en la cama como fuera de ella, hasta que un día yo no podía más con el dolor y huí hacia las montañas con la intención de perderme y no volver a sufrir. Luego de varias horas y estando a punto de morir, pude ver a la Diosa Rachel quien estaba por mandarme a la otra vida, pero Jo y un grupo de hombres más duros que él me encontraron y llevaron de regreso al pueblo. Me convertí en una paria para todos, no había nadie en ese pueblo que me tratara bien, ni mis padres, Jo se casó varias veces más con muchas mujeres, y ellas también me menospreciaban. Quise escapar o incluso suicidarme por años, pero ese bastardo me tenía bien vigilada. Mi vida siguió así hasta que cumplí 16 años, entonces ocurrió un milagro. Jo Shao Wan se enfermó, no supe muy bien por qué pero al parecer era algo grave, de esas cosas de las que no te sueles salvar. Murió una mañana y lo enterraron, y en medio del velorio aproveché el dolor de todos esos bastardos que lo querían tanto para volver a escapar. Esta vez nadie me siguió, caminé hasta el centro del Everest con la intención de morir ahí congelada por fin, pero de repente el suelo se derrumbó y caí dentro de esta cueva. Me alimenté de unas crías de lobos durante días, no sabía muy bien por qué, pero no quería morir. Ahora que estaba sola pensé mejor y estaba tranquila, sin nadie atormentándome no tenía razones para querer dejar de vivir, pero ya era muy tarde y no tenía ningún lugar al cual regresar… Entonces la Diosa Rachel regresó. Esta vez pude verla reflejada en los diamantes de la cueva, y ella me dijo que sabía quién era, que me recordaba de la última ves y que aborrecía completamente lo que me habían hecho. A pesar de ser una Diosa, ella no puede intervenir en el destino de este mundo, si lo hiciera no dejaría que la humanidad avance o algo así, pero en su infinita misericordia me dio algo invaluable, una carga de poder mágico especial. Ahora podía vivir por siempre y mantenerme joven, siempre cuando me alimentara de la gente de las cercanías y de su calor. Pero todo tenía un precio. Para mantener el balance mágico me dijo que no podía usar mis nuevos poderes fuera de las inmediaciones de la montaña, y que para consumir gente debían estar vivos y yo tenía que ser gigante para hacerlo, y el único lugar tan grande para ello dentro de los límites era esta cueva. También dijo que yo sólo despertaría durante el invierno, y que en los 9 meses restantes dormiría, dejando que el destino decidiera a quien llevarse en el Everest.”

- Ya veo… Pero el escrito que leí de ti dice que Jo Shao Wan murió de viejo luego de décadas de desapariciones en la montaña.

- Así es, resulta que Jo no murió, tenía un trastorno del sueño, por lo que cuando despertó sonó la campana de su tumba y lo sacaron. Esto lo convirtió en leyenda y con el tiempo se volvió el líder político de la zona. Unos 50 años después quiso restringirme presas, por lo que yo misma me llevé a cientos de sus habitantes en represalia, mi banquete más delicioso debo admitir, y un año después el mismo Jo no se pudo resistir y caminó directamente a mí, hasta su final.

- Comprendo, entonces los que regresaron a la montaña en el texto luego de haber ido lo hicieron atraídos mágicamente por ti.

- Pues sí, es una forma linda de decirlo.

- Espera un poco, ¿¡de qué texto hablas, Jack!?

- Bueno Den… Creo que ya no vale la pena que te lo diga, este será nuestro fin, ¿verdad Naoko?

- Pues sí, pero si algo odio tonto como a los abusivos es a los mentirosos, dile la verdad y morirás sin dolor.

- Bueno… Fui con el alcalde yo solo y leí la historia de El Ama del Invierno en los datos del pueblo, datos concretos a diferencia de la otra historia, con ese texto supe que ella existía y sabía que si te lo decía no aceptarías por el miedo.

- ¡¡¡Y TENÍAS RAZÓN, ME ENGAÑASTE, MALDITO HIJO DE PERRA!!!

- ¡OYE! Sé que te engañó pero no digas malas palabras en mi presencia.

La cara apacible de Naoko cambió drásticamente luego de eso, los 2 nos aterramos aún más que antes, y si bien sabíamos que íbamos a morir, aun no lo aceptábamos del todo, pensábamos que algo pasaría que nos ayudaría a escapar, un Deus Ex Machina que nos ayude a nosotros, los héroes de esta historia, a salir adelante… Pero esta no es una historia cliché.

- Pensaba presionarlos en mis senos hasta que fueran consumidos por completo, pero visto que uno es un traidor y el otro un mal hablado, no pienso darles piedad… Aunque no soy un monstruo, así que acabaré antes y rápido con el más miedoso.

 Dicho eso la pálida giganta me dejó en la entrada de la cueva, yo no dudé en tratar de correr, pero ella selló con nieve la salida, dejándome atrapado muy alto y viéndome con mucha más decepción y rencor que antes. Con respecto a Den, ella aun lo tenía en su puño, se sentó en la nieve con las piernas cruzadas y lo puso frente a su cara.

- Bueno pequeñín, quiero que sepas que esto no es personal, yo simplemente me alimento de la gente que se acerca aquí, sobre todo de los que no son tan buenos.

- Pero… ¡Yo no quería molestarte, sólo me asusté y grité!

- Puede que mi definición de bondad sea más elevada que la tuya… Pero en fin, sobre todo hago esto para vengarme eternamente de ese pueblo maldito, y porque la verdad lo disfruto mucho, jejeje. Bueno, ¿tienes algo que decir antes de que te consuma?

- ¡¡¡POR FAVOR NO ME COMAS, NO QUIERO MORIR Y MENOS ASÍ, EN SERIO LO SIENTO!!!

- ¿Comerte? Por Rachel, claro que no te comeré.

- ¿A no?

- Por supuesto que no, ser digerido es el peor dolor posible, y sólo se lo doy a quienes fueron malos de verdad. Pero descuida, aunque no te coma, con mi magia puedo consumirte con cualquier parte de mi cuerpo. ¿Recuerdas lo que dije sobre mis tetas? Bueno, a ti te tocó un lugar algo más abajo, jijiji.

Luego de eso presencié algo que nunca en mi vida imaginé que vería, Naoko soltó a Den decenas de metros, hasta que aterrizó en la planta de uno de sus pies. Parecía como pegado a ella, y unos segundos después un líquido cristalino cubrió la gigantesca suela pálida del Ama del Invierno alrededor de Den. Era difícil de explicar, parecía como si el pie de la giganta estuviera absorbiendo a Den, literalmente, pero lo que ella dijo dejo todo mucho más claro, y muchísimo más aterrador.

- Ahora mismo mi planta del pie te está degustando, y pronto te succionará entero, primero serás parte de mi sudor de pies mientras absorbo tu calor, para finalmente terminar siendo uno conmigo por el resto de la eternidad, jijiji.

Naoko se reía sin malicia, más parecía que todo esto le daba mucha gracia, pero Den nunca paró de gritar, efectivamente se estaba derritiendo, y pronto no sería más que el sudor en la enorme y cada vez más cálida suela del pie del Ama del Invierno. Cuando ya casi había desaparecido, Den volteó su cabeza para ver con pavor la otra suela de Naoko acercarse a él, y la giganta no lo dudó, y apretó a Den entre sus pies, succionando lo poco que quedaba de mi ahora muerto amigo. Un par de minutos después terminó de frotar sus plantas entre ellas y dejó ver sus suelas, estaban muy sudadas, y el sólo pensar que ese sudor en sus pies fue alguna vez mi amigo Den me hizo gritar de terror, sobre todo cuando ella pasó suavemente sus delicadas manos sobre sus suelas para sentir al tacto lo que había hecho.

No tardó en voltearme a ver, sabía que era inútil pero por desesperación empecé a rasguñar la nieve que bloqueaba la salida, obviamente sin lograr nada. Cuando menos lo esperé la enorme mano del Ama del Invierno me agarró y me puso sobre su palma frente a su rosto, y ella no dejaba de verme con una mirada satisfecha, ya que sabía que ahora yo seguía.

- Bueno Jack, tu amigo ya es parte de mí y ahora es tu turno, pero a dónde vas no necesitarás nada de esto.

Acto seguido movió sus dedos y mi ropa se desintegró, dejándome completamente desnudo sobre su mano. Con el frío que había no soportaría mucho en ese estado, pero para mi desgracia mi agonía no sería perpetuada dentro de esa cueva, lo sería en una muy diferente.

- Te seré honesta, para mí los peores seres humanos son los violadores, mentirosos y traidores, en especial los que traicionan a su familia y amigos. Mi única amiga en el pueblo me dio la espalda luego de que escapé de Jo por primera vez, al igual que los desgraciados de mis padres, y tú al traicionar a Den así no eres diferente a ellos a mis ojos. Todos ellos al final terminaron su vida conmigo, en el mismo lugar a donde irás.

Naoko no me dejó respirar, con 2 dedos me levantó sobre su cara volteada hacia arriba y me sostuvo sobre su enorme boca, lo peor que me pudo haber sucedido estaba por pasar, el Ama del Invierno me iba a comer.

- Gente como tú no merece mi consideración, que tus gritos sean tus últimas palabras, ¡hasta nunca Jack Hammer!

Luego de decir eso soltó sus dedos y caí vertiginosamente a su boca, ella no me masticó, simplemente me tragó de golpe, no quería que muriera rápidamente entre sus dientes, lo iba a hacer en su estómago, derritiéndome en sus jugos gástricos, y no tardé en aterrizar en ellos. Si yo hubiera sido su primera comida habría sido digerido con relativa rapidez, pero luego de consumir a Den ella ya tenía de cierta manera algo en el estómago, por lo que tardé casi 1 hora en disolverme por completo. En mis últimos momentos pensé que me merecía esto, era cierto que traicioné a mi amigo, si le hubiera dicho la verdad desde el principio el seguiría con vida, pero fui un egoísta y lo arrastré hasta su tumba, una que yo compartiría, ya que no tardé en ser digerido por la más hermosa de las bestias míticas que alguna vez traté de develar al mundo, el Ama del Invierno.

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