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…Hasta que oímos una explosión.

 

Alexis y Vicky usaron el poco poder de las varitas para salvarnos de esa, Rebecca gritó y casi se atraganta, por lo que nos escupió y caímos hasta el suelo, presenciando el acto.

 

- Mierda…

 

Rebecca miró hacia sus 2 atacantes, y a pesar de que creí que sentiría decepción por lo que dijo al principio, sus ojos estallaron en furia.

 

- ¡Malditas perras!

 

Se acercó poco a poco hacia ellas, cada vez más rápido, hasta que estaba frente a ellas al acabarse la magia de las varitas, nuestras amigas estaban en lo alto de un enorme edifico, pero aun así tenían el frente la titánica vagina de la Diosa, quien las miraba con una ira asesina.

 

- ¡PARECE QUE NUNCA TRABAJARON PARA MÍ! ¡PARECE QUE PARA USTEDES NUNCA FUI SU DIOSA! ¡PUES BIEN, LES DARÉ EL DESTINO QUE MIERDA COMO USTEDES MERECEN!

- ¡Noooooooooooo! –Gritamos Rachel y yo, sin poder movernos aun por el dolor.

 

Rebecca agarró en sus pulgares a Alexis y Vicky, las llevó a su culo y las soltó en caída libre en medio de sus nalgas, las cuales cerró para un segundo después abrir, revelando 2 manchas rojas frescas en su piel.

 

Habían muerto.

 

- Vicky… -Dijo Rachel con pena, y aunque me sentía igual de devastado, no podía olvidar nuestro objetivo.

- ¡Rachel! Calma… Ellas sabían que esto podía pasar ¿recuerdas? Ahora levántate, por favor.

- Pero…

- ¡QUE TE LEVANTES, TU ERES MI DIOSA, EL AMOR DE MI VIDA, Y SE QUE PUEDES GANAR HOY!

- Pero Alexis… Ella tenía que guiarnos en el conjuro final.

 

Pues tendremos que hacerlo nosotros solos, te lo suplico mi amor, levántate, has que sus muertes no hayan sido en vano.

 

Las lágrimas corrían por nuestras mejillas con la intensidad de una catarata, pero al menos mi discurso funcionó, y mi Rachel se puso de pie y empezó a crecer… Y crecer…

 

- Ahora, en que estaba…

 

Rebecca quedó sin palabras, ya que con la magia que absorbimos, Rachel había crecido más allá del kilómetro de altura, y la antes Diosa solo le llegaba al tobillo. Mi querida entonces agarró a la puta y la llevó a su cara, ella trató de liberarse pero de la mano de Rachel salía un brillo oscuro, todos esos intentos de escapar con magia sólo la alimentaban.

 

- Ya no volverás a usar tu poder, perra.

 

Rachel presionó a Rebecca con tal fuerza que le rompió varias costillas, ella seguía defendiéndose y tratando de escapar… Hasta que dejó de brillar, no le quedaba magia.

 

- ¡Es más, ya no volverás a hacer nada, adiós pelirroja de mierda!

 

Entonces Rachel la soltó y la dejó caer a sus pies, algo irónico y brutal a partes iguales, y con una malherida Rebecca tendida en el suelo y llorando por su vida a la vista de todos quienes antes la llamaban Diosa, sucumbió finalmente a la pisada de mi Diosa Rachel., ahora la única Diosa que había en el mundo.

 

- Lo… Lo logramos…

- Así es Gera, se acabó, al fin… ¡AAAAAAAAHH!

 

Sabía lo que ese grito significaba, el poder no tardaría mucho más en estallar.

 

- ¡Rachel, escúchame! No queda mucho tiempo, ya antes leíste el hechizo, no importa nada más, sólo hazlo y arregla todo este desastre.

- ¡LO HARÉ!

 

Rachel empezó a conjurar, no solo salió brillo de sus manos, sino que se formaron pentagramas de luz y formas extrañas por todos lados, aunque cada vez menos ya que en si la luz que Rachel desprendía era cada vez más y más segadora.

 

Rachel gritó.

 

Yo grité.

 

Pero el hechizo no funcionó a tiempo, el poder se liberó y estallamos junto con todo el planeta…

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