- Text Size +

Íbamos rumbo al Amazonas en un avión y en clase turista, como creíamos con Rachel la sociedad no había sido tan alterada por el yugo implacable de la Diosa Rebecca, pero una vez en el aire notamos durante buena parte del viaje como varias ciudades habían sido completamente modificadas, con monumentos de Rebecca desnuda de tamaños de rascacielos en el centro de las ciudades, y algunas de ellas simplemente destruidas, con huellas de pies gigantes sobresaliendo de la tierra y los escombros. Por lo mismo Rachel decidió concentrarse en hablar con Vicky para evitar ver en que se había convertido nuestro mundo, y yo atentamente escuchaba echado en el piso, sobre una almohada gigante de esas que dan en los aviones, viendo con una perspectiva fenomenal y algo nostálgica la charla de las que en su momento fueron 2 de las mujeres de mi vida.

 

- Entonces ¿Qué es lo que necesitas que haga exactamente?

- Logramos superar todas las pruebas de la Diosa Antigua del templo, lo último que debíamos hacer era cruzar el umbral y llegar a una habitación con 3 paneles que debíamos pisar, lo que revelaría El Catalizador. Te necesitamos para que con tu magia combinada con la de Alexis puedan desactivar el escudo trampa que la tiene atrapada, para que así las 3 podamos ir y pisar los 3 paneles.

- ¿Y luego qué?

- No estamos tan seguras, pero por lo que pudimos traducir El Catalizador es un brazalete que sólo pueden usar las personas mágicas, y que para poder ser usado en su totalidad debe absorber la magia a su alrededor para dotar a su portadora de una magia aún mayor. Nuestro plan era que Alexis luchara mano a mano contra Rebecca, manteniendo la pelea lo suficiente como para debilitarla y absorber toda su magia, así podríamos alterar la realidad y volverlo todo como era antes.

 

Así siguieron todo el rato, aunque también Vicky nos contó algo de su vida con Alexis. Ambas trataban de demorarse mucho en sus misiones, así tenían más tiempo en pareja para ellas solas, y sin lugar a dudas sus palabras denotaban verdadero amor por ella.

 

Una vez que llegamos a nuestro destino no tardamos en adentrarnos en la selva, no fue un viaje tan largo como esperábamos ya que fuimos en una camioneta robada por Vicky, y al cabo de un par de horas de viaje por la jungla llegamos a la entrada del templo. Era una construcción precolombina, aunque no se parecía a la arquitectura Inca o anterior a ella, ni siquiera a la Maya o la Azteca, cuesta describirlo pero era como una cúpula hecha completamente de pilares en forma de persona, más precisamente esa Vieja Diosa de la que hablaba Vicky, estaba completamente desnuda aunque su cuerpo no parecía tener una contextura normal, sino que estaba tallada como si imitara la forma del universo, con varios planetas y estrellas en su interior, y otras con galaxias enteras. Las estatuas formaban un círculo y en la cima estaba la cúpula, formada por el bello rostro de la figura de dichas esculturas. Al entrar vimos varias trampas activadas y un montón de esqueletos regados por todo el camino, al parecer no éramos los primeros en tratar de obtener El Catalizador, pero si los primeros en llegar tan lejos con vida.

 

Al principio pensé que sería complicado el camino, algo así como en la saga de Indiana Jones, pero caí en cuenta de que Alexis y Vicky ya habían superado la mayor parte del sendero de pruebas, y los cadáveres antes que ellas seguro habían allanado camino. Luego de unos minutos caminando alcancé a ver un muro color lila formado por energía pura, y del otro lado sentada en el suelo estaba Alexis, quien a diferencia de Vicky no había cambiado casi nada desde la última vez que la vi, pero ahora tenía puesto un atuendo que me recordaba a la heroína de algún videojuego, pero no recuerdo cual.

 

- ¡Alex, ya volví!

- ¡Amor!

 

Ambas se acercaron al muro de energía y se besaron, aunque desde luego aquella barrera las separaba,  algo extraño pero que no dejaba de enternecerme.

 

- ¡Hola Rachel, me alegra verte aquí!

- Si... Igualmente Alexis. – Dijo mi Diosa algo tímida al principio, pero no tardó el hablar con la soltura que la caracterizaba.- Vicky ya me contó todo.

- Espero que no todo, je. – Dijo Alexis guiñándole un ojo a su pareja.

- Bueno… ¿Ahora qué? ¿Colapsamos el muro?

- Leíste mi mente, ahora concéntrate.

 

Acto seguido las 2 extendieron los brazos en dirección al muro, sus manos empezaron a generar un resplandor arcoíris, aunque Rachel demoró un poco más en alcanzar su máximo nivel. Una vez así fue cambiando de color hasta llegar al lila de la muralla, el cual se intensificó junto con el brillo de sus palmas. Al parecer el hechizo era más difícil de lo que Rachel pensó, ya que es la primera vez que la veía sudar al conjurar cualquier tipo de magia, pero ella no dejó de hacerlo ni un segundo, sólo fruncía el ceño cada vez más y se veía más concentrada en el muro, que finalmente y luego de un gran destello se desvaneció.

 

- ¡Wow! Ahora sí que sí. – Dijo Alexis justo antes de abrazar a Vicky y besarla como es debido, sin dudas el beso más apasionado que haya presenciado nunca. – ¿En qué estábamos?... A sí, Hola Rachel, y hola Gera, tan tierno como siempre, je.

 

Alexis me miraba en el escote de Rachel con una sonrisa como la que tuvo cuando la conocí, genuina pero intrigante, por lo que pensé que algo no nos había dicho.

 

- ¿Y por qué sigue de ese tamaño? Vamos, agrándalo, tal vez lo necesitemos más adelante.

- Es que…

- No puedo usar mis poderes como antes, -me interrumpió Rachel- no luego del encuentro con tu hermana hace años.

- Por desgracia ella ya no es mi hermana, a veces me pregunto si alguna vez lo fue… Pero bueno, ¿quieres que lo agrande por ti?

 

Rachel y yo quedamos con la boca abierta cuando oímos eso, volver a mi tamaño normal nunca me pasó por la mente, cuando me encogía medía 1 metro 75, al igual que Rachel, y aunque ahora ella seguía igual yo, bueno… Ya entienden. Alcé la mirada al cielo para ver el rostro de mi Diosa, quien me miró sonriendo.

 

- Claro, puedes agrandarlo.

- ¡Genial! Ahora espera un segundo…

- Aguarda… ¿Podrías hacerme de 1 metro 50?

 

Esa petición les pareció rara a todas a juzgar por sus rostros, pero yo sabía por qué quería esa estatura. Cuando conocí a Rachel así es como ella medía, y yo quería ver el mundo desde esa perspectiva, aunque sea a estas alturas del partido.

 

- Está bien. – Entonces Alexis realizó el hechizo de alteración de tamaño, y yo poco a poco fui creciendo, salté hacia adelante para no hacer caer a Rachel, aunque yo mismo me desplomé hacia el suelo, cosa que me dolió más de la cuenta porque seguía desnudo.

 

Levanté la mirada y vi que Rachel me extendía la mano, yo la agarré y pude levantare, y la vi a los ojos. Medía una cabeza más que yo, más o menos lo mismo que cuando nos conocimos, y de alguna forma el verla desde abajo siempre me pareció reconfortante, otra razón por la que quise este tamaño.

 

- Ahora es mi turno chicas, ven aquí Gera. –justo luego de esa frase Rachel me rodeó con sus hermosos brazos y me dio un beso en los labios, el que sin contar las veces que lo hicimos con la diferencia de tamaño era nuestro primer beso normal, el cual fue tan hermoso que quería que durara toda la vida, pero había que seguir.

 

Caminamos por un corredor oscuro apenas iluminado por las linternas que traían Vicky y Alexis, y al final abrimos una puerta que llevaba a una habitación circular con 3 placas circulares de color ocre puestas en un círculo alrededor de una cuarta placa cuadrada del tono grisáceo del resto del templo, donde supuse que debajo se encontraba El Catalizador.

 

- Aquí estamos chicas, a las placas.

 

Las 3 se pararon sobre cada placa circular, y a los pocos segundos empezó a sonar una especia de mecanismo bajo el suelo, que luego de un poco de movimiento del mismo hizo que la cuarta placa se levantara unos 2 metros, para luego partirse en la punta revelando una pulsera dorada brillante, sin dudas era El Catalizador. Rachel y yo nos sorprendimos hasta más que Alexis y Vicky, sobre todo luego de que aquel objeto empezara a levitar y dar vueltas alrededor de la habitación, y que finalmente atravesó la muñeca de Rachel como si fuera agua, encajando a la perfección.

 

- Ya es hora. –Dijo Alexis antes de que El Catalizador la hiciera sentirse débil y colocar una rodilla en el piso, ya casi no podía estar en pie, pero esta vez el aparato no emanaba ningún resplandor como el de los tanques en el laboratorio de Rebecca, tal vez esta cosa esté hecha con una magia aún mayor.

- ¿¡Qué acaba de pasar!?

- Le cedí mi magia al Catalizador, con Rebecca durará algo más ya que va a resistirse.

- ¡No, hablo de por qué vino hacia mí!

- Bueno, no te dijimos eso. Según los textos antiguos, El Catalizador elige quien lo va a portar, y aunque tenía mis dudas, terminó escogiéndote a ti, es lo mejor.

- ¿¡LO MEJOR!?

- Si me escogía a mí no tendría la fuerza suficiente que absorber para recargarlo ahora, aparte en el fondo sabía que no podría vencer a mi hermana, pero parece que tu si podrás.

- ¡ESTO ES UNA LOCURA, YO NO QUERÍA ESTO, NO QUIERO PELEAR CON REBECCA!

- ¡TIENES QUE HACERLO! –Dijo Vicky- Nadia más puede, ya no hay más hechiceros… Aparte, ya no hay nadie que pueda vengar a Stacy. –Rachel parecía estar al borde de las lágrimas con eso último. –Mira… Si derrotas a Rebecca, tendrás toda la magia que hay en el mundo, podrías hacer lo que sea, incluso traerla de vuelta.

- Entonces si hago eso… ¿Puedo volver todo a la normalidad?

- Así es.

 

Entonces… ¡Le partiré a Rebecca su puta cara!

 

Las 3 sonrieron decididas a seguir adelante con esto, pero yo no podía evitar preguntarme ¿Y si algo sale horriblemente mal?...

You must login (register) to review.