El proyecto escolar de ciencias by DDX
Summary:

Marcos estuvo todo el curso escolar sin dar palo al agua, sacando las notas justas para no suspender. Pero un día, la profesora de ciencias anunció un proyecto grupal con el que se jugarían la nota de toda la asignatura, y además, él terminó en el mismo grupo que la chica más hermosa de su clase, y con la chica más lista de esta ¿Qué pasará luego de que Marcos no aporte nada al proyecto? ¿Ayudará por lo menos con el último paso?


Categories: Young Adult 20-29, Breasts, Body Exploration, Feet, Humiliation, Insertion, Instant Size Change, Lesbians, Mouth Play, Nose, Unaware, Vore, Watersports, Teenager (13-19) Characters: None
Growth: None
Shrink: Doll (12 in. to 6 in.), Lilliputian (6 in. to 3 in.), Micro (1 in. to 1/2 in.), Minikin (3 in. to 1 in.), Nano (1/2 in. to 2.5 nanometers)
Size Roles: F/m
Warnings: Following story may contain inappropriate material for certain audiences
Challenges: None
Series: None
Chapters: 5 Completed: Yes Word count: 8915 Read: 3808 Published: August 10 2020 Updated: January 28 2024
Story Notes:

Historia basada en el cómic de "The School Project" de "Mshrinker" 

1. El proyecto misterioso by DDX

2. El comienzo de la pesadilla. by DDX

3. La carrera contra la desaparición. by DDX

4. Viaje al interior de Sofía by DDX

5. Arrivederci pequeño piojo by DDX

El proyecto misterioso by DDX
Author's Notes:

Esta es la introducción. Esta historia la empecé hace varios años y nunca la continué. Entonces, he decidido rescribirla y seguirla. 

Marcos era un completo desastre. Siempre que le tocaba ir a clase se quedaba dormido a última fila, y siempre que le tocaba estudiar en casa, acababa estando toda la tarde mirando el teléfono, viendo YouTube y mucha pornografía. Para ser sinceros, Marcos era un pajero de tres al cuarto, tanto que los días antes de cada examen, tenía que esconder todos los pañuelos de casa para conseguir estudiar un mínimo para conseguir aprobar.

Como he dicho, Marcos siempre iba justo con los exámenes, dejándolo todo para el último día. Esto no le dio problemas muy grandes hasta que llegó al último mes del primer año de universidad, en el que un trabajo de ciencias de última hora le devolvió el karma que necesitaba.

Marcos era algo gordo, pero también era muy alto, midiendo 1,9 metros. Su pelo era corto de color castaño, al igual que sus pequeños ojos.

La clase de ciencias comenzó, y como siempre que esto ocurría, él se sentaba en última silla, en donde podría dormir tras un libro colocado de forma estratégica. La profesora entró en clase llevando consigo un archivador lleno de papeles, el cual colocó con fuerza sobre su escritorio, haciendo que todos los alumnos de la clase dirigieran la mirada hacia ella.

-Buenos días, cómo os comenté a principio de curso, para terminar la asignatura haríamos un proyecto final que, en el caso de no aprobar, podrá costaros un suspenso global en la asignatura. Este proyecto es de idea libre, y se realizará en tríos, los cuales he decidido yo, obviamente. Además, como forma de incentivaros un poco, os voy diciendo ya que el trabajo con mejor nota, será enviado a la feria científica de nuestra ciudad, y por lo tanto, entraríais en la posibilidad de ganar un premio monetario gracias a este - explicó la profesora para toda la clase.

Marcos para ese momento ya estaba totalmente dormido, por lo que no escuchó nada de lo que la profesora les explicó sobre el trabajo. 

-¡Marcos! - gritó la profesora frente al pupitre del dormilón, despertándolo de repente.

- Sí...sí ¡Presente! - gritó Marcos como reflejo.

- Tu presencia en esta clase ya la sabe todo el mundo, llevo cinco minutos llamándote. En fin, para hacerlo corto, tú estarás en el mismo grupo de proyecto que Sofía y Esmeralda. A ver si estando en un grupo con chicas tan aplicadas se te pega algo - le informó al medio adormilado alumno.

-¿Proyecto de qué? - preguntó Marcos exaltado.

 

Antes de continuar voy a aclarar quién es cada una.

SOFÍA: Es la chica más inteligente del curso, ella es una chica de 18 años, pelirroja, la cual tiene el pelo recogido en dos trenzas. También tiene una tez pecosa sobre unas gafas cuadradas, mide 1,65 metros de altura y, aunque sea algo plana, tiene un culo que cualquier hombre lucharía por abrazar.

Sus padres son científicos y ella parece haber heredado lo mejor de los dos.

ESMERALDA: Es la chica más hermosa de clase, seguida de cerca por Sofía. Tiene un pelo rubio brillante el cual tiene suelto hasta mitad de la espalda. Sus ojos son del color verde esmeralda, como dice su nombre, y tiene unos pechos enormes que atraen la atención de chicos como chicas. Además, la rubia mide 1,75 metros de altura, siendo una de las chicas más altas de la clase.

Ella no es tan lista como Sofía, pero consigue sacar notas notables en la mayoría de las asignaturas.

 

Proseguimos con la historia.


Para realizar el proyecto tenían exactamente un mes, y durante todo este tiempo, Marcos ni siquiera entró en contacto con ninguna de sus compañeras, llegando al punto que no tenía ni idea de que tipo de proyecto estaban construyendo ellas. Pero una tarde, poco tiempo antes de la fecha de entrega, todo eso cambió.

Marcos estaba en su casa tirado en la cama, mientras veía videos en YouTube en su teléfono móvil, hasta que una llamada le interrumpió el video de mujeres semidesnudas saltando a piscinas. La llamada era de un número que no tenía agregado al teléfono por lo que no lo descolgó, pero después de que este le interrumpiera el video 3 veces, acabó cediendo.

-¿Quién es? - preguntó Marcos medio bostezando.

-¿Te acabas de despertar? Mira, te lo voy a dejar muy claro, como no te presentes en mi casa esta tarde para terminar el proyecto de ciencias, borraremos por completo tu nombre de este y ya te apañarás tú con la profesora - le gritó Esmeralda desde el teléfono.

-Vale…. Vale ahora voy - respondió algo desganado.

Marcos salió de su casa con el primer chándal que encontró por su habitación y se dirigió a paso tranquilo hasta la casa cuya dirección le habían mandado por teléfono. Cuando llegó al edificio de viviendas, subió en el ascensor, y una vez arriba, se acercó a la puerta que le habían indicado. Luego de varios timbrazos, Sofía le abrió la puerta muy enfadada. La pelirroja llevaba un pantalón vaquero corto y un top rojo a juego con su cabello. Además, parecía que lleva ya un rato allí, ya que incluso se había descalzado.

-Te has tomado tu tiempo en venir ¿Eh? - le increpó Sofía antes de comenzar a caminar por el pasillo de la casa.

-Lo siento, es que como no me dijisteis nada, pues pensaba que ya lo habríais acabado - se intentó escusar Marcos.

-Tanto yo como Esmeralda te llamamos en numerosas ocasiones, por no decir que podrías haber sido tú quien nos llamara para asegurarte del estado del trabajo. En fin, a ver si nos eres útil por lo menos al final - respondió Sofía.

Marcos le siguió por el pasillo principal de la casa hasta llegar a una habitación cuya puerta estaba entreabierta. Sofía acabó de abrir la puerta, y frente a Marcos, apareció Esmeralda, sentada en su silla de escritorio con la cara seria y con los brazos cruzados. La rubia llevaba un bikini de color verde, el cual dejaba a relucir sus grandes pechos, en los que la mirada de Marcos se quedó perdida.

-Mi cara está arriba Marcos, ya dejaré que veas mis hermosas cualidades más tarde - le increpó arrogantemente.

-Sí, sí, lo siento - se disculpó el chaval mirando rápidamente hacia arriba - ¿De qué trata el proyecto? - preguntó intentando hacer ver que tenía algo de interés.

- Preguntar eso a este punto... - susurró Sofía enfadada.

- ¿Por fin sientes interés en el proyecto en el que llevas casi un mes sin participar? - preguntó Esmeralda sarcásticamente

- Es un dispositivo de compresión molecular portátil de uso unilateral - explicó Sofía, sin que Marcos se enterara de nada.

- En resumen, un rayo retráctil. Y nos falta solo un paso importante, probarlo - concluyó Esmeralda.

End Notes:

Este capítulo es únicamente introductorio, a partir de este comienza lo bueno. Tengo muchas ganas de empezar.

El comienzo de la pesadilla. by DDX
Author's Notes:

Por fin comienza la cosa.

-¿Un rayo retráctil? - preguntó sorprendido Marcos - ¡Pero eso es imposible! - exclamó con una risa nerviosa.

- ¡¿Quieres que lo probemos imbécil?! - preguntó enfadada Sofía, sintiendo que su inteligencia estaba siendo atacada.

- Venga, comencemos la diversión - comentó con una sonrisa Esmeralda mientras apuntaba con el rayo a Marcos - El tamaño de una Barbie estará perfecto para empezar.

- Espera un momento... - intentó decir Marcos antes de ser disparado de lleno con el rayo.

A una velocidad alarmante, la vista de Marcos cambió por completo. La vista del chico, la cual había comenzado estando sobre la cabeza de las dos mujeres, fue disminuyendo de altura, pasando velozmente de estar mirando directamente a las chicas a los ojos, a estar mirando sus rodillas, terminando mirando de frente sus tobillos.

Frente a los pies de las dos mujeres, Marcos quedó horrorizado por su altura ahora reducida. Al mirar hacia arriba, solo pudo ver dos pares de pechos que no le dejaban ver la mirada de las dos mujeres, las cuales eran de completa euforia.

-¡Ha funcionado! - exclamó Esmeralda pegando un salto que casi aplasta a Marcos.

- Obvio, lo he creado yo - afirmó Sofia.

- ¡¿Ahora podéis devolverme a mi tamaño?! - preguntó Marcos esperanzado.

- ¡Calla rata! - exclamó Esmeralda pegándole una patada a Marcos.

- Recuerda que su resistencia ha mejorado un poco, pero tampoco es indestructible - le avisó Sofía.

- ¡Venga! No cortes la diversión - le contestó Esmeralda antes de agacharse frente a Marcos - ¿Cómo se siente el ya no ser el más alto de clase? - preguntó la rubia.

- ¡Devolvedme a mi tamaño por favor! - pidió Marcos rogando.

- Vale, a ver como funcionaba esto ¡Pum! - Esmeralda disparó de nuevo a Marcos, pero en vez de crecer, este se redujo aun más, al tamaño de un muñeco de lego.

- ¡Esmeralda! - gritó la voz cada vez más aguda de Marcos.

- Uy, me he debido equivocar - se disculpó falsamente con una sonrisa.

Los pies de Sofía se clavaron en los dos lados del pequeño hombre. Este medía poco más que su dedo gordo, y cuando miró hacia arriba, consiguió ver a lo lejos la cara de la pelirroja con una orgullosa sonrisa.

- ¿Qué decías que era imposible? - le preguntó la pelirroja antes de colocarle el pie encima.

Marcos fue derribado contra el suelo bajo el sucio pie de la empollona. Este no olía terriblemente mal, pero era completamente sofocante para él.

- Haré que te comas todas tus palabras por completo, no lo dudes ni un pelo - le amenazó Sofía mientras hacía más fuerza, aumentando la presión que Marcos tenía que soportar.

- Te ha afectado lo que te ha dicho ¿Eh? - preguntó entre risitas Esmeralda - pero no lo mates, tengo aún cosas que quiero probar con él.

Sofía levantó el pie y Marcos comenzó a transpirar aire una y otra vez. Si le mantenían más tiempo ahí, él habría acabado ahogado seguro.

- ¡Lo hiciste aposta puta! ¡No querías devolverme a la normalidad! ¡Devuélveme a mi tamaño de una vez! - gritó Marcos mientras recuperaba el aliento.

- ¿Puta? ¡En poco tiempo seré tu diosa maldita cucaracha! - exclamó Esmeralda mientras lo agarraba con su mano.

El cuerpo de Marcos fue presionado por completo por la mano de Esmeralda, la cual lo despegó del suelo y lo alzó frente a su cara, para que ella le pudiera ver bien, y él pudiera entender perfectamente lo que le iba a decir.

- Vamos a jugar a un juego - indicó con una sonrisa la rubia.

End Notes:

Aunque el capítulo se me ha quedado algo corto, veía necesidad de cortar ahí. Todo lo mejor está por llegar.

La carrera contra la desaparición. by DDX
Author's Notes:

Espero que disfrutéis :)

-¿Un juego? - se preguntó Marcos.

-Sí, mira - comenzó a explicar mientras le daba al pequeño a Sonia - yo me tumbaré en esta cama - dijo sentándose en la cama - y tú vas a recorrer mi cuerpo desde mis hermosos pies hasta mi deslumbrante cara. Y para hacerlo más desafiante - Esmeralda agarró el dispositivo reductor - serás encogido cada veinte, no, diez segundos por Sonia ¿Qué te parece bombón? - le preguntó a Sonia mientras le daba también el rayo reductor.

-Me parece perfecto, tengo ganas de ver como recorre tu hermoso cuerpo - aceptó Sonia mientras que colocaba al Marcos del tamaño de un lego frente a los pies de la rubia.

-No tengo más opción que hacerles caso si quiero vivir - pensó Marcos frente a las enormes plantas de los pies de Esmeralda.

-¡Preparado! ¡Listo! ¡Ya! - Sonia dio la orden de salida dando el primer disparo a Marcos, el cual lo redujo a la mitad.

Las plantas de los pies de Esmeralda, ahora doblemente grandes, estaban llenas de arrugas por las que podía escalar. Él no estaba en un estado saludable de forma física, pero se las arregló para comenzar a escalar los pies. Cuando estuvo a mitad camino, le golpeó otro disparo, el cual lo encogió algo menos que la otra vez, pero la escalada se complicó aún más. Esos pies sí que olían algo más, además que el sudor era más notable, complicando también la subida. Luego de varios segundos, logró llegar arriba, colándose entre los dedos de sus pies, los cuales se cerraron de repente, atrapándolo.

-Venga Esmeralda, eso es hacer trampa - le criticó Sonia.

-Si lo encoges logrará escapar del agarre - le indicó Esmeralda.

- Bueno, vale, después de todo ya han pasado veinte segundos más - cedió encogiéndolo otra vez por la mitad.

La distancia hasta la cabeza se volvió a alejar frente a los ojos de Marcos, y eso que no era capaz de verla por colpa de sus dos grandes montañas. El hombre comenzó a correr, cansándose de enseguida, pero intentando proseguir corriendo, al final llegó a la altura de la rodilla.

-¿Qué te pasa Marcos? ¿También te quedabas durmiendo en el vestuario antes de la clase de gimnasia? - le preguntó Sonia riendo mientras le volvía a disparar, reduciéndolo bastante poco.

- ¿Por qué los has reducido tan poco? - se quejó Esmeralda.

- Quisiera que llegara hasta tu cara antes de que deje de verlo jajaja - se rio Sonia.

Luego de un largo trayecto por la pantorrilla, llegó al camal de la parte inferior del bañador.

-Ni se te ocurra ir por abajo pajero - le amenazó Sonia.

-Tampoco me importaría, esta situación me está poniendo algo cachonda jejeje - se rio Esmeralda.

Marcos, decepcionado de no haber podido por lo menos ver un coño, subió sobre la tela del bañador y comenzó a correr sobre la entrepierna. En un momento, notó como el suelo estaba algo empapado, por lo que supuso que lo que había dicho Esmeralda no estaba muy alejado de la verdad.

Al pasar la banda del bañador, Marcos volvió a reducirse por la mitad, midiendo ya veinte milímetros. El cráter del ombligo se ensanchó frente a su cara, obligándole a tener que recorrer un tramo mayor para rodearlo, y por lo tanto, perder más tiempo. Poco a poco, se fue acercando al que sería el verdadero problema, el que llevaba viendo desde lo lejos, el par de pechos. Marcos vio las dos gigantescas montañas desde abajo, decidiendo de inmediato que pasaría por en medio y no se le ocurriría ni de coña escalarlas.

-¿Cómo le va? Ya casi no puedo sentir nada, y mis dos enormes peras no me dejan verlo - preguntó Esmeralda mientras se agarraba los pechos.

-Ha decidido la ruta fácil y ha entrado en el valle. Era obvio que no escalaría ninguna de las dos montañas - le respondió Sonia antes de dispararle de nuevo, reduciéndolo a diez milímetros.

-¿Ruta fácil? No creo - comentó Esmeralda mientras se agarraba con fuerza sus dos enormes tetas.

Marcos corría a toda velocidad por el espacio entre las dos tetas de la rubia, el camino parecía sencillo, pero en un momento, las dos paredes del valle comenzaron a acercarse a él. Esmeralda juntó los pechos con fuerza, haciendo que el camino de Marcos se redujera muchísimo, aún así, era lo suficientemente pequeño como para conseguir seguir corriendo por aquella zona cada vez más estrecha.

Antes de que los pechos lo comprimieran por completo, el hombre consiguió salir por el otro lado de las montañas.

-¡Logró salir! - se sorprendió Esmeralda al ver al pequeño llegar a su clavícula.

- Venga, otra vez por la mitad. Te queda poco pequeño - le alentó Sonia mientras lo reducía hasta los cinco milímetros.

Marcos comprobó que la barbilla era imposible de escalar, por lo que decidió cambiar de objetivo y correr hacia los mechones rubios que se esparcían por el cuello. Agarrándose de ellos, comenzó a escalar como pudo, imitando lo que había hecho en las clases de gimnasia que le habían obligado a participar.

-Escalando por el pelo de una rubia como con Rapunzel - comentó Sonia.

-Entonces llega a mi boca y bésame mono diminuto - le dijo Esmeralda a Marcos.

-¡Oye! - se quejó Sonia.

-Tranquila bombón, los únicos besos de amor los tengo contigo - se justificó la rubia.

Mientras hablaban, Zack consiguió llegar a la mejilla, y tras esto, llegó a los labios de la rubia, dándoles un beso. Esmeralda se levantó de repente y dejó caer a Marcos sobre su palma.

-¡Que lo del beso era coña pajero! - le criticó Esmeralda mientras se reía a carcajadas. 

Esmeralda acercó la cara para ver de cerca al pequeño. Marcos se había encogido con ropa, pero en su pantalón, podía verse claramente que su polla estaba totalmente empalmada.

-Parece que pajero se queda pajero en cualquier tamaño - comenzó a reírse de nuevo - Un momento... ¿Dónde se ha ido? - se preguntó al ver como Marcos había desaparecido de la nada - sniff - respiró la rubia.


End Notes:

¿Dónde se encuentra Marcos? En el siguiente capítulo se viene algo que a muchos de esta plataforma les gusta :P

Viaje al interior de Sofía by DDX
Author's Notes:

Penúltimo capítulo de mi obra ¡Disfrutadlo!

-¡Joder ha desaparecido! - exclamó Esmeralda perpleja al no ver a Marcos en su mano.

El hombre se encontraba en un lugar pegajoso y con muchos pelos. Una brisa fría le empujaba de repente hacia un lado, y al instante después, otra caliente le empujaba hacia el lado contrario.

-No me digas que estoy en...su nariz - se preguntó Marcos sin casi poder moverse.

-Tal vez se te ha caído - propuso Sofía.

-¿Caído? Pero si he mantenido la mano estable en todo momento - se escusó Esmeralda.

-Tengo que llamar su atención como sea, si no, podría acabar en sus pulmones y...no sé, no tengo idea de biología - se desesperó Marcos antes de comenzar a golpear la pared y a estirar de los pelos.

-¡Ahh! ¡Ahhhh! aaah - Esmeralda se detuvo antes de estornudar.

- Creo que no es muy bueno aguantarse los estornudos - le comentó Sofia mientras buscaba por el suelo a Marcos.

- Es que no sé, de repente siento picores en la nariz, pero no son suficientemente fuertes como para hacerme estornudar ¡Es una gran molestia! - se quejó mientras se metía el dedo entero en la nariz.

- Puagh, nadie de la escuela se imaginaría que hicieras algo tan repugnante como eso - se quejó Sofia.

- Frente a mi novia me da igual hacerlo - alardeó enseñándole enseñándole el dedo.

-¡Espera! ¡En el dedo! - avisó la pelirroja.

- No me jodas ¡Qué me lo había esnifado! - exclamó comenzando a reírse.

- Será mejor que te laves ese dedo - le recomendó Sofía.

- ¡A la orden! - afirmó mientras se lo metía entero en la boca.

Esmeralda sacó el dedo sin mocos y sin Marcos, el cual se encontraba aún en sobre su lengua. El hombre se consiguió quitar el pringue de encima, pero ahora se encontraba en una situación peor. Sobre la lengua de la rubia, podía observar perfectamente su campanilla al fondo. Además, para su perspectiva, se encontraba sobre una alfombra enorme que en vez de estar formada por pelos, estaba formada por bastones carnosos, sus papilas gustativas.

- Sabe bastante bien para seguramente no haberse duchado en días - comentó Esmeralda mientras saboreaba al hombrecillo, el cual comenzó a ser agitado por todos lados dentro de la boca de la bella.

- Cuando lo limpies lo haremos crecer de nuevo. Ya tenemos todas las pruebas que necesitamos y mejor que nos ahorremos problemas innecesarios - comentó la pelirroja.

- ¡Venga, juguemos con él un poco más! ¡Aún hay muchas cosas que quiero probar! - replicó Esmeralda.

- Me gustaría tanto como a ti, pero no creo que sea lo mejor. Si quieres, cuando lo hagamos crecer, lo dejaremos con veinte centímetros menos. Así seguirás siendo más alta que él - le propuso Sofia.

- No es lo que esperaba ¡Pero me parece bien! ¡Te has ganado un beso, guapa! - exclamó la rubia mientras le clavaba un beso a la pelirroja.

Esmeralda y Sofía pronto se olvidaron de Marcos y comenzaron a besarse apasionadamente. Marcos se percató con sorpresa de como la lengua de Sofia entraba dentro de la boca de Esmeralda. Esta lengua le barrió por completo y se lo llevó con él a su boca. El hombre fue intercambiándose de bocas una y otra vez, mareándose por completo y quedándose sin saber ya en donde narices estaba. Las dos mujeres se separaron lentamente, teniendo las dos los mofletes rojizos y una sonrisa de oreja a oreja.

- Me has dejado seca guarra - comentó entre risas Sofia mientras agarraba la botella de agua que se había traído de su casa.

- Venga, no seas así, tú también me has metido la lengua hasta la campanilla - se rio Esmeralda.

- Glug, glug, glug - bebió Sofía de su botella - Aah, que sed me has dado. En fin, pásame ya a Marcos, es hora de agrandarlo - le pidió.

- Em...bueno...ya no está en mi boca - reveló Esmeralda.

- No me digas que... - Sofía miró la botella - No me jodas que no lo has sacado antes de besáramos.

- Se me olvido - se disculpó Esmeralda.

Segundos antes

-Esta voz...¡Estoy en la boca de Sofia! - se sorprendió Marcos antes de que la boca volviera a abrirse, apareciendo el pitorro de la botella delante de él - ¡No joder! ¡Sofía! ¡Sofía! ¡Sigo aquí! ¡Por favor!

Los gritos de Marcos no fueron escuchados, y el diminuto de dos milímetros fue arrastrado por la corriente. Mientras gritaba hasta quedarse afónico por ayuda, el hombre cruzó la campanilla y se precipitó hacia el músculo de la garganta. Este músculo lo dejó entrar rápidamente y el siguiente punto de partida fue el esófago, el cual atravesó siendo aplastado poco a poco, hasta que finalmente llegó al estómago.

Cayó, como si de un grano de arroz se tratase, sobre un enorme charco de bilis, el cual no le derritió, pero sí comenzó a hacerle escocer. Rápidamente observó a todos lados y encontró un trozo de zanahoria que se encontraba a medio digerir, por lo que nadó hacia allí para resguardarse del ácido.

-¡Me lo he tragado vivo! - comenzó a traspirar Sofia.

- No te preocupes mujer, cuanto más pequeño, más resistente es, no le pasará nada - le intentó calmar Esmeralda mientras se acercaba a su estómago - ¿Cómo está la piscina privada trozo de carne? ¿La temperatura es ideal? - le preguntó la rubia sarcásticamente.

- ¡Ayuda, sácame de aquí! - comenzó a gritar mientras golpeaba las paredes.

- Me resigno a que ese hombre salga por mi ano, digerido o no. Voy a vomitarlo - declaró Sofia.

- Que aguafiestas eres chiquilla - se quejó Esmeralda antes de golpear la barriga de su novia, haciendo que todo el mundo de Marcos temblara, y él cayera al lago de bilis otra vez - Tienes suerte de que no sea mi estómago, de allí te aseguro que no sale ningún alimento si no es convertida en mierda - le amenazó.

Sofia salió de la habitación en dirección al baño. Cada paso que daba le provocaba un terrible terremoto a Marcos que hacía que toda la piscina de ácidos saltara, provocando olas enormes que golpeaban de frente con él.

-Tú te has merecido esto, no lo olvides ¡Así que a callar! - le exclamó enfadada Sofia a su estómago, golpeándolo con la palma - Si hubieras venido desde el primer día, no estarías a punto de ser digerido. Seguro que habríamos encogido una silla o una mesa. Te mereces convertirte en mierda, pero no quiero problemas, y con esos problemas me refiero a estreñimiento - aseguró la mujer mientras entraba al baño.

- A ver...cómo vomitar - comentó mientras buscaba en internet.

-¡Está buscando en Google como vomitar! ¡Por favor, date prisa! - gritó Marcos mientras le pegaba una patada en la pared, recibiendo una respuesta de esta, seguida de un fuerte rugido.

-¡Qué te he dicho que te calles! - se quejó Sofia mientras veía un video en YouTube de como hacerlo - Vale, ya lo tengo - afirmó mientras se acercaba al lavabo - no, si lo hago aquí puede que se vaya por el desagüe - entonces miró al retrete - al final no te libras de acabar en el retrete - comentó mientras se acercaba a este, abría la tapa, se agachaba y colocaba uno de sus manos sobre el borde de este, y la otra frente su cara - espero que funcione - pensó.

Sofía se introdujo la mano hasta el paladar, y cuando comenzó a darle arcadas, quitó la mano enseguida. El estómago comenzó a agitarse y a hacer movimientos bruscos, hasta que todo comenzó a subir. De inmediato, Sofía vomitó todo lo que tenía dentro en el lavabo, junto al pequeño que allí se encontraba, cayendo este en aquella agua sucia, en ese momento, el teléfono de Sofía comenzó a sonar.

-¿Mi móvil? Mierda, justo ahora - se preguntó la pelirroja mientras se sacaba el teléfono del bolsillo - ¡Mamá! - exclamó alejándose rápidamente del retrete y saliendo de la habitación.

- ¡No me dejes aquí! - gritó Marcos mientras nadaba en el agua congelado y en los restos de la bilis.

- ¡Mierda! ¡No debería haberme acabado la botella de agua de Sofía! - se exaltó Esmeralda entrando al baño y sentándose en el retrete sin mirar nada.

Marcos vio como su cielo se nublaba de repente, apreciando como el hermoso culo de Esmeralda aparecía frente a él, como si de una nave espacial se tratara. El pajero vio una visión que jamás se habría imaginado ver, la vulva de la chica más bella de la carrera estaba sobre él, y este no dudó en quedar boquiabierto sin poder despegar su vista de allí.

Una lluvia dorada comenzó a descender del cielo, empapando y calentando toda aquella agua helada. Cómo el imbécil de Marcos se encontraba con la boca abierta observando aquel fenómeno, una enorme gota de orina le entró en la boca, haciendo que este comenzara a toser y a ahogarse, por culpa de la acidez de esta.

-Joder, que a gusto me he quedado. Cómo se nota que llevaba desde esta mañana sin mear - comentó para sí misma una relajada Esmeralda mientras se limpiaba el coño con un papel.

Esmeralda fue a tirar de la cadena, pero el repentino ruido de la apertura de la puerta del baño la detuvo al instante.

-¡No tires de la cadena! - gritó Sofía.

-¿Por? - preguntó Esmeralda.

-¡Marcos se encuentra ahí! - le respondió Sofia exaltada mientras se acercaba al retrete.

-¿Le he meado en la cara? Jajaja. Buen precio a pagar por ver mi hermoso coño - se rio Esmeralda mientras que Sofia sacaba a Marcos del retrete.

- Vale, te limpio y volverás a tu tamaño - le dijo Sofía a Marcos, el cual seguía un poco fuera de sí, mientras se acercaba al lavabo - En mi vida voy a volver a meter las manos en un retrete lleno de bilis y orina - se asqueó mientras colocaba un tapón en el lavamanos y encendía el agua.

Cuando vio que la altura era suficiente, lanzó a Marcos a la piscina artificial de agua fría y luego colocó sus manos también, lavándose los dos a la vez. Esto hizo que Marcos volviera totalmente en sí, recordando de golpe todo lo que había vivido. Luego de un rato de nadar en agua helada, el chico fue sacado del lavabo y colocado sobre una toalla, dónde fue secado lo mejor que puso Sofia, y una vez terminado de secar, las dos chicas se dirigieron de nuevo a la habitación en la que habían empezado.

-Bien, devolvámoslo a su altura - comentó Sofía mientras dejaba a Marcos en el suelo.

Marcos se encontraba frente a cuatro pies completamente inmensos a sus cinco milímetros de altura. La escena le dio un deja vu de cómo todo había comenzado, aunque en ese momento era mucho más pequeño que entonces.

-Volverás a subir en tres, dos, uno ¡Disparo! - Sofía exclamó el último grito y disparó le rayo, el cual impactó de lleno contra Marcos, haciéndolo desaparecer - ¡Cómo! - se preocupó la científico.

-¿¡Se ha encogido más!? - se preguntó Esmeralda emocionada.

End Notes:

¡El dispositivo ha tenido un error! ¿Cómo acabará esta historia? Véanlo en el último capítulo. 

Arrivederci pequeño piojo by DDX
Author's Notes:

El gran final de esta obra que tanto tiempo me costó acabar (y eso que los cuatro últimos capítulos los he escrito el mismo día) ¿Qué pasará con Marcos? ¿Volverá a su tamaño normal? ¿Cómo actuarán de ahora en adelante Sofía y Esmeralda? Todas estas preguntas y más serán contestadas en este capítulo. Qué lo disfruten.

-¿Qué ha pasado? - se preguntó Marcos mientras ojeaba hacia todos los lados.

Inmensos montículos de carne, tan altos como una catedral, se encontraban frente a él en es momento. Él sabía lo que era, pero no era capaz de llamarlo por su nombre, no podía creer que aquello fueran los dedos de los pies de sus compañeras de clase.

-¡¿Por qué no ha funcionado el dispositivo?! - se exaltó muy preocupada Sofía, traspirando una y otra vez mientras movía el pie preocupadamente.

-Tranquila mujer - le dijo Esmeralda colocándose frente a ella - Todos cometemos errores, y esto era algo muy complicado, nadie sería capaz de crear algo como eso.

-¿Nadie? ¡No! ¡Hay unas personas que sí podrían! ¡Puedo pedirles ayuda a mis padres! - cayó en razón Sofía - ¡Ayúdame a encontrarlo! - le pidió a su novia.

Marcos se alejó lo más que pudo de los pies de Sofía al ver que estos no paraban de levantarse y caer contra el suelo, pero en ese momento, Esmeralda se movió de dónde estaba para colocarse frente a la pelirroja. El pie inmenso de esta casi se estampó encima del hombre, pero él lo esquivó en el último momento.

-¿¡Qué pasa!? ¿No se supone que me iban a volver a mi tamaño? - se preguntó exaltado Marcos.

El dúo de mujeres se arrodilló contra en el suelo para conseguir buscar de mejor manera al hombre encogido. Buscaron principalmente por el lugar en el que estaba antes, procurando ver bien antes de apoyar las manos en el suelo y aplastarlo sin querer.

-Ahora seremos totalmente como diosas para él, eso me pone muchísimo - comentó Esmeralda.

-Luego, si quieres, en mi casa nos echamos un polvo, pero ahora centrémonos en buscarlo - le indicó Sofia.

Marcos observó como las manos comenzaban a caer del cielo, y para él, más que algo malo, lo vio como una forma de salvación. Corriendo como si hubiera sido un atleta, este se acercó a la mano de Sofia, la cual no tenía las uñas pintadas, a diferencia de las de Esmeralda, que estaban pintadas de color verde. Una vez llegó, se agarró rápidamente a esta, antes de que comenzara a levantarse a gran altura sobre el suelo.

-No sé, tal vez es tan pequeño que no es visible para la vista humana - le comentó Esmeralda.

-Podría ser - respondió rascándose la cabeza - pero puede que solo sea que aún no me he fijado bien - concluyó antes de volver a bajar la mano.

Marcos, fue llevado hasta la cabeza de Sofía, impactando contra la cima de esta. Aquello era una completa jungla sin descubrir, llena de piel muerta y caspa, entre los altos troncos de los árboles que surgían del suelo.

-No es la mejor situación, pero es una de las mejores - pensó Marcos mientras caminaba por aquel bosque - si llego a una de sus orejas, podré comunicarme con ella.

Sofía se levantó de repente, haciendo que el suelo de Marcos se agitara. Ella miró todo el suelo de la habitación desde arriba, como si fuera un águila en busca de su presa, pero no encontró nada.

-Tal vez tengas razón, y haya desaparecido sobre el suelo de tu cuarto - comentó Sofía.

-No te preocupes, ese pajero agradecerá vivir bajo los pies de una diosa como yo - le comentó Esmeralda.

-Pero no sé ¿Y si lo encuentra otra persona que no seamos nosotros?

-Nadie entra en esta habitación si no estoy presente, te lo aseguro - le aseguró Esmeralda.

-Vale, volvamos a mi casa. Allí podremos beber un poco para olvidarnos de esta situación - le indicó la pelirroja.

-¡Y luego sexo! - exclamó emocionada la rubia.

-¡Eso mismo! ¿A quién debería preocuparle ese pajero insignificante? 

Las dos mujeres comenzaron a caminar fuera de la habitación de camino a la casa de Sofía. Por otro lado, Marcos seguía caminando terremoto tras terremoto, intentando llegar a una de las orejas de la pelirroja. La pareja salió de la casa y comenzó a caminar por la calle, luego de varias charlas sobre chicos y estudios, se olvidaron completamente de Marcos y fin...nah es mentira.

La mano de Sofía se estrelló reiteradamente cerca de donde se encontraba Marcos, y este conseguía esquivar los dedos por pura suerte. Luego de caminar durante cerca de veinte minutos, las chicas llegaron a la casa la pelirroja. Entraron, se quitaron los zapatos, y fueron directas a la cocina.

-¿Qué tienes para beber? - le preguntó Esmeralda mientras sacaba dos vasos de cristal.

-Vino - le respondió la cerebrito sacando una botella de vino tinto.

-Olalá, la señorita tiene vino en casa - se rio la rubia mientras colocaba los vasos en la mesa.

Marcos llegó por fin al extremo de la cabeza, observando como la oreja se encontraba justo debajo de él. De la misma forma que había antes escalado a Esmeralda, comenzó a bajar por el cabello hasta llegar a la oreja, la cual media tanto como edificio de seis plantas. Cómo pudo, entró dentro del agujero del oído, y entonces, comenzó a gritar.

-¡Sofía! ¡Estoy aquí Sofía! ¡En tu oreja! - gritó a pleno pulmón.

La pelirroja no le escuchó, pero como autoreflejo, introdujo el dedo meñique dentro de su oreja, empujando a Marcos mucho más adentro. Mientras más entraba, más ceroso estaba todo, y más fuerte olía. El dedo se alejó, y Marcos quedó enterrado dentro.

-¡Por la finalización del proyecto! - exclamó Esmeralda levantando la copa.

-¡Eso mismo! - respondió Sofía.

Las dos se bebieron todo el vino del vaso de un sorbo largo, dejándolo de golpe contra la mesa.

-Esto casi no emborracha, pero por lo menos te deja algo contento - comentó la rubia.

Marcos se adentró aún más dentro del oído de Sofía, hasta que llegó a un lugar en el que, de hecho, ya no podía entrar más, el tímpano. Tocando este con sus propias manos, Marcos volvió a pegar un grito con todas sus fuerzas.

-¡Sofía! ¡Sofía estoy aquí! - gritó Marcos.

-¡Esmeralda! Me ha parecido oír a Marcos - le comentó Sofía.

-¿A Marcos? Joder, no sé si estás tan paranoica que necesitas beber más, o te ha afectado tanto el alcohol que alucinas las cosas - respondió la rubia.

-No creo que haya bebido mucho, ha sido solo un trago. En fin ¿Vamos ya a mi habitación? - le preguntó cambiando de tono.

-Esperaba con ansias que dijeras eso - respondió Esmeralda con una sonrisa pícara.

La pareja entró en la habitación, y solo entrar, Esmeralda ya comenzó a quitarse prendas de ropa. En poco menos de un minuto, la rubia cachonda ya se encontraba totalmente desnuda.

-Qué rápido - se rio Sofía.

-Llevo esperando todo el día para esto bombón - contestó.

-Pues no seré menos.

Al ver que Sofía no podía escucharle, Marcos decidió de cambiar de estrategia e ir a por los ojos, pero cuando salió de la oreja, observó de frente todo el cuerpo desnudo de Esmeralda, haciendo que su polla se volviera a empalmar en menos de un segundo. El pajero no pudo aguantar las ganas y procedió a hacerse una paja ahí mismo, en la oreja de Sofía. Entonces, esta se sacó la camiseta por la cabeza, golpeando con su antebrazo la oreja y lanzando disparado a Marcos hacia arriba, cayendo este de golpe contra una extensa zona de tela, la cama de Sofía.

La pelirroja se encontraba frente su amante en completa ropa interior de color negro, observando la bella y esbelta figura de la rubia.

-Venga, tus tetas tampoco están nada mal. No sabes los dolores de espalda que provocan estos dos melones - le dijo Esmeralda mientras se volvía a estrujar las tetas.

-Sí, le doy más vueltas a las cosas de lo que toca - respondió Sofía mientras se quitaba el sujetador, mostrando sus pequeños pero redondos pechos.

Sofía se acabó de desnudar por completo, mostrando su prácticamente inexistente vello púbico pelirrojo, y su regordete coño con ansias de jugar. Sofía se comenzó a sentar sobre su cama, y al mismo tiempo, a acercar su culo hacia el pequeño Marcos que se encontraba sobre su sábana. Marcos estaba tan abobado, que cuando entró en sí fue demasiado tarde, siendo aplastado por le coño de Sofía.

-¿A qué esperas rubia? - preguntó Sofía dando golpes a la manta con su mano.

-A que me invitaras pelirroja - contestó Esmeralda antes de lanzarse sobre su novia.

La popular se tiró encima de la lista, golpeando pecho contra pecho y coño contra coño. Este empuje provocó que Sofía se tumbará de espaldas, teniendo a su novia sobre ella. Marcos fue impactado por el coño de Esmeralda, estrujándolo contra el de Sofía. Este se encontró en un mar de jugos mientras estas entrelazaban las piernas y se besaban apasionadamente con las dos bocas.

-¡Cómeme el coño! - gritó Esmeralda.

-¡Será un honor! ¡Pero tú haz lo mismo! - gritó de vuelta Sofía.

La pelirroja se dio la vuelta y apoyó su boca sobre los labios inferiores de la rubia, a su vez, Esmeralda hizo lo mismo con su coño. Mientras hacían el 69, Marcos se encontraba sobre el coño de Esmeralda, y fue recibido de nuevo por la boca de Sofía. Las dos gimieron, chorrearon y gritaron tanto como pudieron.

-Tomemos un descanso - pidió transpirando Sofía, la cual seguía teniendo a Marcos en la boca.

-¡Cómeme una teta mejor! ¡A ver si encuentras leche! - exclamó Esmeralda colocándole el pecho en la boca.

Sin pensarlo, Sofía comenzó a chupar el pezón de la más hermosa de la clase, arrastrando a Marcos con su lengua. Luego de un rato, las dos se separaron, quedándose las dos tumbadas boca arriba sobre la cama de matrimonio. El chico se encontraba sobre el inmenso pezón de la rubia, sobre el que podía entrar incluso en los poros por los que salía la leche.

-Ahora sí que necesito un descanso - comentó Esmeralda.

-¿Ahora eres tú la que se raja? - le preguntó colocándose sobre ella, fijándose en sus enormes pechos, y en algo que vio moverse sobre su pezón - Esmeralda, mira tu pezón.

-¡Sí está erecto! ¡Has hecho un buen trabajo! 

-No, no, que mires detalladamente - le insistió Sofía.

-¿Qué le pasa a mi pezón? - se preguntó ojeándolo, dándose cuenta de a lo que se refería Sofía - No me jodas, pero si es él - dijo antes de comenzar a reírse - Parece que hay una hormiga muy sediente de la leche de mi pezón.

Sofía agarró a Marcos apretando el pezón de Esmeralda, haciendo que este se pusiese duro de nuevo, y lo colocó sobre la mesa del escritorio.

-Entonces...estuvo aquí todo el momento - tartamudeó una Sofía con el cojín entre las piernas para taparse un poco.

-¿Por qué te tapas? Jajaja. Ese pajero ya nos ha visto totalmente desnudas de primera mano 

-Pero aún así,  no sé - comentó Sofía.

-Es tan pequeño como una diminuta hormiga, debe de medir un solo milímetro - comentó Esmeralda mientras se acercaba a la cómoda para verlo mejor - Piensa en él como un insecto inofensivo que te ha visto follar. Tú eres una diosa y él una hormiga, no sois de la misma especie. Aunque estoy segura que esta hormiga se ha pajeado viendo a dos diosas inmensamente más grandes que él follar - comentó mientras lo agarraba con la mano - vamos a jugar a un último juego - anunció mientras abría le cajón de la cómoda y sacaba un consolador.

-La cara que pone no me gusta nada - pensó Marcos mientras veía la cara inmensa de total lujuria de Esmeralda.

-Ponte esto en el coño superficialmente - le ordenó Esmeralda a Sofía lanzándole el consolador.

-Es muy pequeño, no sé que puedes tener en mente - comentó Sofía mientras le hacía caso a su novia con algo de vergüenza..

-Tú confía en mí - dijo Esmeralda mientras se volvía a acostar en la cama.

Esmeralda cerró la mano para que Marcos no se le cayera o escapara, y se acercó a Sofía, introduciéndose el el consolador por el otro extremo, dejando un trozo en el exterior entre los dos. Seguidamente, la rubia abrió la mano, y colocó al diminuto humano en el medio del consolador, entre las dos mujeres.

-No te preocupes, este insecto seguro que ya ha tocado con todo su cuerpo tu coño a la mínima que ha podido - comentó Esmeralda ante la duda de su novia.

-No era eso lo que me preocupa. Me preocupa más el que haremos cuando lo hagamos crecer. Este pajero ya nos ha visto desnudas a las dos

-Ya nos preocuparemos luego, venga, aquí vienen las reglas - anunció la rubia,

Marcos se encontraba en una situación irreal, entre dos coños que sujetaban el consolador sobre el que él estaba. A su izquierda estaba el enorme y hambriento coño de la rubia, el cual se encontraba bajo una buena mata de pelo púbico rubio. A su derecha estaba el más pequeño y regordete coño de la pelirroja, bajo un bello púbico más recortado y arreglado.

-Bien, las reglas son fáciles. Quien antes se coma con su coño al pajero gana. Y el premio es...¡El consolador entero! - anunció Esmeralda.

-Un momento, pero si el consolador ya es mío - se quejó Sofía.

-¿Quieres jugar o no? - preguntó Esmeralda algo disgustada.

-Bien, bien, quien gane se lo lleva - afirmó la pelirroja.

-¡Que comience el juego! - anunció con un grito Esmeralda.

Las dos mujeres, a base de culadas, se movieron hacia delante con el fin de meterse más cantidad de consolador por el coño. Esmeralda estaba tomando la delantera, gracias a que su vulva era más grande, pero la técnica y persistencia de culadas de Sofía era mucho mejor. Cada culada que daba alguna de las dos, hacía saltar a Marcos por el cielo, aterrizando en diferentes partes del consolador, más cerca de una o de otra. Cuando la rubia estaba a punto de pillar a Marcos, la pelirroja pegó una enorme culada que movió el consolador bruscamente. Los coños de las mujeres se juntaron, y el hombre volvió a desaparecer.

-¿Ya no está? ¿Te lo has comido tú? - preguntó Sofía.

-Yo no he notado nada - respondió Esmeralda comenzando a rascarse el vello púbico - pero es tan pequeño que a saber.

Marcos había parado en otro bosque de grandes árboles, aunque esta vez eran rubios, y el suelo, en vez de ser tan seco como antes, estaba muy húmedo, lleno prácticamente en su totalidad de charcos gelatinosos. El chico comenzó a caminar, evitando los numerosos charcos.

-¿Vuelvo a estar en el cabello de alguien? Aunque este parece algo diferente al otro - pensó Marcos.

Una inmensa mano con uñas verdes bajó del cielo sobre él, clavándose esta sobre la piel húmeda. Marcos quedó de frente ante las uñas verdes, y estas comenzaron a moverse sin pausa hacia bajo, arrastrando a Marcos por todo el vello púbico de Esmeralda. Cuando salió, se dio cuenta de donde había caído, al ver montículo al que se estaba acercando, al clítoris de la rubia cachonda.

-¡Mierda, era el vello púbico! - gritó Marcos mientras era arrastrado hacia el montículo.

Marcos fue presionado contra el botón que era prácticamente cinco veces más de grande que él, acariciando aquella parte de la virilidad de la mujer por todos lados. Esta comenzó a morderse el labio inferior mientras rozaba una y otra vez aquel órgano.

-¡Joder! ¡Mierda! ¡Necesito el consolador entero ya! - gritó Esmeralda.

-Pero aún no sabes si has ganado, amor - le replicó Sofía.

-Nah, parece que una pequeña hormiguita se había perdido en el bosque inferior de una inmensa diosa - comentó enseñándole el dedo en el que tenía a su presa.

- ¿Eso cuenta como que has ganado tú? - preguntó Sofía.

- Eso parece, jejeje ¡El consolador es todo mío! - exclamó mientras le sacaba el consolador del coño a su novia - No puedo aguantarme más ¿Cómo podría aprovechar mi premio? ¡Ah! ¡Ya sé! - exclamó Esmeralda mientras colocaba a Marcos sobre la punta del consolador.

- ¿No será algo peligroso esto? - preguntó Sofía.

- ¿Sigues preocupada por esta insignificante hormiga? No pasará nada - entonces se mordió el labio - pero quiero que entre perfectamente en la ranura del consolador... - tartamudeó mientras se aguantaba las ganas y agarraba el rayo reductor.

-¡No por dios! - gritó Marcos mientras veía como era apuntado por el rayo.

Sofía no comentó nada, y Esmeralda no dudó dos veces, con el canuto del arma sobre la punta de la polla de plástico, disparó. El objetivo de Esmeralda era reducirlo para que pudiera entrar dentro del agujero, pero sin darse cuenta, se pasó de la ralla.

-¡Mierda! me he pasado. Casi no puedo verlo ni acercándomelo a la cara - comentó Esmeralda mientras acercaba su ojos a la punta de la polla.

Marcos quedó totalmente atónito. En ese mismo momento, medía menos que una pulga, y el ojo esmeralda de Esmeralda era tan grande como la luna.

- ¡Esmeralda, no puedo hacerlo más grande! - se quejó Sofía.

- Sí...puede que me haya pasado....no debe de medir ni un décimo de milímetro ¿Tienes algún otro invento que podamos exponer en la feria de ciencias? - preguntó Esmeralda sin dejar de morderse el labio.

- Tengo una tostadora que se recarga con el sol, pero no entiendo tu punto - le contestó Sofía.

- Marcos nunca se presentó a ayudarnos, y como no nos ayudó, tuvimos que crear algo menos increíble, una tostadora - comenzó a relatar Esmeralda.

-No dirás que...

- Y por casualidad, un diminuto piojo que vivía en mis bellos púbicos se coló en mi consolador - prosiguió relatando.

- ¿Qué vas a hacer? - preguntó algo preocupada, pero interesada, Sofia.

- No voy a desperdiciar el regalo que me has hecho, totalmente lubricado, aún cuando un insignificante piojo se ha caído sobre él. Obviamente - contestó con una sonrisa temblorosa mientras se mordía el labio con más fuerza y se sentaba medio tumbada contra el cabezal de la cama - Bon voyage.

- ¡Qué dice esa loca! ¡Tengo que huir de aquí! - gritó Marcos mientras se dirigía al borde del consolador, preparado para saltar fuera.

Marcos saltó sin mirar abajo, al completo vacío, cualquier cosa sería mejor que estar ahí encima, o eso creía.

-¡Ha saltado! - le indicó Sofía.

-¡Ha querido adelantarse! - exclamó totalmente excitada Esmeralda mientras abría los labios de su coño de par en par.

Marcos decidió mirar abajo, y se asustó por completo al ver lo que vio. El coño hambriento del tamaño de un rascacielos estaba esperándole debajo de él. Aquella inmensa y húmeda cueva estaba salivando por él.

-¡No! - gritó Marcos con todas sus fuerzas mientras caía de lleno contra el túnel.

Marcos golpeó la uretra de Esmeralda, rebotando y cayendo contra el túnel más grande.

-¡Arrivederci pequeño piojo! - gritó Esmeralda mientras se introducía de golpe el consolador en el coño, golpeando al chico y hundiéndolo profundamente.

Marcos atravesó a gran velocidad una gran cantidad de distancia empujado por el consolador inmensamente más grande que él. El pene de plástico paró de golpe, y comenzó a salir hacia atrás, pero Marcos se quedó allí, en aquella cavidad que, aún siendo mucho más grande que él, le sofocaba. 

-¿¡Cuánto me ha metido de profundo!? - se preguntó Marcos mientras caminaba por el suelo húmedo y palpitante.

- ¡Aquí llega el espectáculo final! - gritó Esmeralda mientras levantaba el consolador.

Esmeralda se metió el consolador de nuevo en el coño, golpeando de nuevo de frente a Marcos. Esta lo volvió a sacar y lo volvió a meter, cada vez más y más rápido, golpeando más y más a Marcos, y cuando estaba a  punto de tener un orgasmo, con todas sus fuerzas clavó el consolador lo más profundo que pudo. Marcos impactó directamente con el cuello uterino de Esmeralda y esta obtuvo un orgasmo colosal. Aún con lo diminuto que era Marcos, las contracciones las notó por completo, sintiendo que el suelo se volvió totalmente duro de repente y que era lanzado hacia arriba. Este movimiento se juntó con un último empujón del consolador, que le impactó de nuevo contra el cuello uterino, haciéndole atravesar el agujero de entrada.

Esmeralda se corrió sobre la cama de Sofía, y con esta corrida también expulsó disparado el consolador fuera de ella. 

-En el semen, no hay rastro de Marcos - le informó Sofía.

-Ni en el consolador tampoco cariño - le contestó toda desahogada y tranquila la rubia.

-Entonces, él...

-La pulga pajera ahora vive en el lugar más deseado por él...en el fondo del coño...tal vez incluso en el útero...de la mujer más cachonda de su clase, o mejor dicho ¡De su diosa! - afirmó Esmeralda.

Marcos intentó salir por donde entró, pero la puerta se había sellado por completo. En una inmensa penumbra, y con un calor erótico en todos lados, el hombre comenzó a caminar sin rumbo por aquel lugar. 

-No me digas que esto es... - pensó Marcos - su útero - concluyó tragando con fuerza.

-Entonces, ya no tendré que decirle nada a mis padres - comentó aliviada Sofía.

-Si en mi habitación no lo encontraría nadie, ya te aseguro que de ahí no podrá salir ni él - afirmó entre risas Esmeralda mientras Sofía acercaba su oído a su útero.

-Hasta la vista diminuta pulga, espero que disfrutes los temblores cuando me folle a lo que ahora es todo tu mundo - le intentó decir Sofía al hombre atrapado allí.

-En fin, cuando acabemos de limpiar todo esto, me explicas en que consiste lo del microondas - comentó Esmeralda olvidándose del hombre que había atrapado dentro de ella.

-Perfecto - aceptó Sofía.


Sofía y Esmeralda consiguieron la mejor nota con el microondas solar, y el día de la feria de ciencias, también ganaron el mayor premio monetario. El mismo día de la feria, se celebró el entierro de Marcos, dado por desaparecido sin dejar absolutamente ningún rastro, aunque a este entierro no acudieron más de cinco personas. Por último, aún con los intentos sucesivos de Marcos de salir de allí aprovechando cada vez que Esmeralda y Sofía tenían sexo, que era cuando el cuello uterino estaba abierto, no consiguió absolutamente nada. Un día, a punto de morir de hambre, decidió encaminarse por un viaje a través de uno de los otros agujeros que había en aquel lugar, y nunca volvió a salir. Se dice que intentó matar a un óvulo para comérselo, pero no se sabe con exactitud en que parte del aparato reproductor de Esmeralda reside su cuerpo fallecido.



End Notes:

Y aquí concluye esta historia. Ser bienvenidos a crear nuevos relatos basados en este, ya sean What Ifs, o historias totalmente nuevas inspiradas en esta. Eso sí, agradecería una mención.

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