La Brillante y Gentil Madre de Todos by biba950705
Summary:

Introducción al mundo de Gulliverse.

El mundo al que sus habitantes llaman "Gulliverse", es un mundo parcialmente explorado en el que conviven diferentes razas de humanos con diferencias drásticas de tamaño.

Prodigadianos - Brobdingnagianos - Gulliverianos - Liliputienses - Microputienses - (y otras más por descubrir aun).

Cada raza en promedio es 70 veces más grande que la otra. Siendo los prodigadianos la raza más grande de todo “Gulliverse” y los microputienses (“los micros”) los más pequeños hasta hoy.

Esto hace que desde la perspectiva de un Microputiense:

- Un Liliputiense mida entre 105 y 135 metros de altura. (La altura de un edificio de cientos de pisos)

- Un Gulliveriano alcance entre 7300 y 9400 metros de alto. (Una altura que rivaliza con la de las montañas más altas).

- Un Brobdingnagiano este por encima de los 500 km y llegando casi a los 670 km de altura. (No existe ninguna estructura microputiense ni liliputiense capaz de asemejarse a esa altura, pero si el brobby se acostara podría fácilmente abarcar una nación de micros).

- Un Prodigadiano sea algo increíblemente colosal, con distancias de entre 35,000 a 46,000 kilómetros, que fácilmente rivalizan con el tamaño de los planetas en el cosmos.

Sencillamente para un micro, el cuerpo de un prodigadiano es otro mundo enorme y misterioso que puede explorar y colonizar. 

Para un prodigadiano:

- Un Brobdingnagiano mide en promedio una pulgada de alto (2.54 cm).

- Un Gulliveriano parece tener un tamaño aproximado de 0.35 milímetros de alto (lo que mide un acaro de polvo)

- Un Liliputiense con un tamaño insignificante de 4.9 micrómetros (del tamaño de bacterias) es invisible a simple vista para él.

- Un Microputiense esta en lo más bajo de la existencia con 68 nanómetros de altura (del tamaño de un virus, pudiendo albergar a miles de millones en su cuerpo sin que el note alguna diferencia de que están ahí).

La razón de esta diferencia de tamaño entre las distintas razas, es algo en lo que los científicos e investigadores de todas las razas han tratado de descifrar por mucho tiempo. Quizás, la respuesta se encuentre del otro lado desconocido del mundo, en el que ni los prodigadianos se han atrevido a explorar...Esta es la historia de una gentil y hermosa prodigadiana y la relación simbiótica que tiene con millones y millones de diminutos...

Nota reciente:

Se han hecho algunas mejoras en el resumen y se ha vuelto una capitulo de introducción con mas historia acerca de los prodigadianos... pronto terminare otro capitulo mas de la magnifica giganta Sonia, agradezco el apoyo que le han dado a esta historia.


Categories: Teenager (13-19), Young Adult 20-29, Breasts, Adult 30-39, Body Exploration, Gentle, Insertion, Maternal, Mouth Play, New World Order, Nose, Vore Characters: None
Growth: Tera (101 mi and up)
Shrink: Nano (1/2 in. to 2.5 nanometers)
Size Roles: FF/f
Warnings: Following story may contain inappropriate material for certain audiences
Challenges: None
Series: None
Chapters: 13 Completed: No Word count: 18389 Read: 22379 Published: May 13 2023 Updated: August 24 2024
Story Notes:


1. Gigantas Prodigadianas by biba950705

2. El deseo anheloso de Sonia. by biba950705

3. La vida dentro del cuerpo de Sonia by biba950705

4. La Vida de Sonia desde su perspectiva by biba950705

5. Rutina nocturna. by biba950705

6. Mensajes Telepaticos by biba950705

7. La meditación profunda de Sonia by biba950705

8. La vida dentro de un acuario... donde todo comenzo. by biba950705

9. Rumbo al "seno de la diosa" by biba950705

10. En las entrañas de la Diosa by biba950705

11. El viaje de Ben hacia Su Madre by biba950705

12. El protocolo "DOMO" by biba950705

13. Un baño refrescante. by biba950705

Gigantas Prodigadianas by biba950705
Author's Notes:

Nueva introducción

No se sabe cuánto tiempo tiene de existencia el mundo “Gulliverse”, ni desde hace cuánto tiempo surgieron las distintas civilizaciones de humanos en él.

Pero desde muchos siglos atrás, los prodigadianos han intentado vivir en armonía y cohesión con las demás razas que habitan sus dominios, llegando a promulgar leyes que reconocen a todas las razas de humanos como iguales, y mandando a todas las demás razas a hacer lo mismo con los demás. Incluyendo también a los microputienses en esta ley, quienes, hasta hace unas décadas, habían pasado desapercibidos por los prodigadianos debido a su microscópico tamaño.

Sin embargo, en la realidad es más fácil promulgar que cumplir, y especialmente en los brobdingnagianos estas leyes no se cumplen en su totalidad, ya que durante siglos han existido grupos que se enorgullecen de ser de las razas más grandes y han subyugado y dominado a las razas más pequeñas que viven dentro de sus territorios a través de medios destructivos, y cuidando siempre de no ser descubiertos por las autoridades prodigadianas, ya que ameritarían un severo castigo.

Esto es algo por lo que las autoridades prodigadianas luchan por erradicar de su sociedad. Y aunque constantemente se han encontrado y capturado a muchos agresores de esta ley, en la práctica, resulta difícil vigilar y proteger a todas las naciones de microputienses y liliputienses que viven dentro de los territorios controlados por los brobbys o gullies.

Por ello, actualmente existen grupos de prodigadianos, la gran mayoría mujeres, que se han encargado de velar y salvaguardar a las razas más indefensas brindándoles un lugar más seguro para vivir, a través de acuarios de vidrio que simulan con mucha precisión los ecosistemas ideales para la vida, y que fácilmente pueden resguardar dentro de las paredes seguras de su propio hogar donde estarán fuera del alcance de cualquier brobby, gullie o incluso prodigan que quiera dañarlos.

E incluso, algunas de estas gentiles mujeres han brindado un nivel más elevado de seguridad a estos diminutos seres de una manera única y fantástica… convirtiendo sus hermosos cuerpos, de tamaños planetarios para ellos, en prósperos y cómodos mundos vivientes donde los diminutos pueden crecer y desarrollarse, como si de una relación simbiótica se tratase...............

.......

Los Prodigadianos estando en la cúspide de lo más grande del mundo gulliverse, habían tratado por siglos de llevarse bien con las demás razas inferiores. A diferencia de sus compañeros brobdingnagianos, ellos, tienden a ser más amables y compasivos con la gente más pequeña a su alrededor y están en contra de las atrocidades que los brobdingnagianos a lo largo de la historia han hecho con las razas más diminutas de Gulliverse.

 

A pesar de ser una población muy escasa de casi cien mil habitantes en comparación con sus contrapartes brobdingnagianos de más de un millón de habitantes, han logrado gobernar y colonizar el mundo conocido de "gulliverse" gracias a su grande y colosal tamaño, resistencia y a su increíble capacidad y paciencia para presidir sobre las demás razas inferiores en las que su población aumenta de manera exponencial conforme más pequeñas sean.

 

Hasta hace unas décadas, los liliputienses eran la raza "pensante" más pequeña que los prodigadianos conocían y muchos de los mejores científicos se habían esmerado por estudiarlos y conocerlos, llegando incluso a poder lograr comunicarse con ellos a través de la tecnología.

 

Sin embargo, el mayor hito del siglo fue cuando se descubrió por parte de los prodigadianos a los microputienses, la raza "pensante" más numerosa y microscópicamente más pequeña hasta ahora de "gulliverse"... y que por generaciones habían estado viviendo bajo la sombra de las razas gigantes y siendo prácticamente invisibles para los prodigadianos.

 

Y más glorioso se volvió ese descubrimiento, cuando se logró inventar hace solo un par de años, la tecnología necesaria para poder comunicarse con ellos, llegando incluso a volverse popular el criar civilizaciones de estos diminutos seres, en acuarios de vidrio muy bien adaptados y diseñados para la vida de estas pequeñas y microscópicas razas.

 

Desde entonces, diversas organizaciones y grupos prodigadianos, cargados de científicos e intelectuales (en su mayoría bellas y gentiles mujeres) se han esforzado por tratar de integrarlos a su civilización, y juntos puedan lograr la cohesión y armonía necesarios para vivir en paz y alegría en este mundo conocido.


Esta es la historia de una de esas gentiles gigantas prodigadianas...


Su nombre es...


Sonia Softmore... 

 

El deseo anheloso de Sonia. by biba950705
Author's Notes:

Opte por modificar la edad de Sonia, para darle una mejor adaptación a la historia. Se han hecho algunas mejoras al capitulo.

Para muchos, los hijos no son una prioridad en su vida; otros ni siquiera consideran la posibilidad de tenerlos. Sin embargo, para algunos, son el centro de su existencia, su "todo".

Sonia, una joven mujer amable, bella, de una tez muy blanca y una larga cabellera rubia, está a punto de cumplir los 30 años. Desde hace varios años ha tenido un único objetivo y propósito en su vida, convertirse en madre. 

Esté es un deseo muy poco usual en estos tiempos modernos, ya que muchas mujeres prodigadianas aspiran al éxito académico y profesional antes que a la maternidad.

Los líderes de la raza prodigan han influenciado a muchas mujeres a pensar que el estudio y trabajo arduo son la base esencial para la estabilidad y el progreso económico de la sociedad; dejando de lado inconscientemente la preservación de la raza prodigan, y haciendo que la crianza en el hogar sea vista como algo muy degradante entre las mujeres de la sociedad.

Sin embargo, para Sonia estas percepciones parecen no haber tenido efecto en ella, ya que en estos últimos años ha logrado encontrar su verdadera vocación en criar y proteger a los más pequeños e indefensos de su mundo. 

Para Sonia, su propósito y vocación ha sido la protección y crianza de sus millares de “hijos”, como ella los llama que conserva con mucha dedicación en un pequeño recipiente de vidrio. 

Estos no son sus hijos biológicos como era de esperarse, sino que son microputienses y liliputienses que fueron marginados y abandonados por sus propios padres biológicos y que en Sonia han logrado tener una segunda oportunidad para crecer y lograr hacer algo en su vida. 

Esto es un hecho que ha marcado la vida de Sonia a sus 30 años de edad, la ha hecho sentir importante, poderosa y de mucho valor como mujer aun a pesar, de contar con grandes logros académicos y profesionales como una destacada bióloga y brillante científica a una muy temprana edad… 

.....


Para los microputienses, el tener hijos es algo ya muy cotidiano e incluso exagerado. Las mujeres pueden tener de tres a ocho hijos cada mes, lo que resulta en familias numerosas y difíciles de mantener para los padres. Muchos optan por abandonar a sus hijos en centros de adopción especializados para familias liliputienses, gulliverianas e incluso brobdingnagianos, para que tengan una oportunidad de crecer y vivir felices.

En cambio, para una mujer prodigan, reproducirse no es algo sencillo. La proporción desigual de género, con 35 mujeres por cada varón prodigan, junto con la reducción del cromosoma "y" y el rápido aumento de la infertilidad en la población varonil, ha llevado a preocupaciones mundiales sobre la posible extinción de la especie prodigan en unos cuantos siglos. Aunque se han hecho campañas de concientización y se han aprobado leyes que benefician económicamente a las mujeres que tienen hijos, la tasa de natalidad no ha aumentado y por el contrario, continúa bajando drásticamente cada año, ya que muchas jóvenes prodigan menosprecian y ven con malos ojos la maternidad, y la mayoría de los jóvenes varones huyen de esa gran responsabilidad; dejando un grave problema para las generaciones futuras. 

....


Por tanto, era justificable el hecho de que Sonia, siendo una hermosa y blanca mujer de 1.70 metros de altura y a quien ningún hombre la había mirado con malos ojos, aún no hubiera podido concebir un bebé completamente suyo, de alguno de aquellos hombres. 


A lo largo de los años, a pesar de las múltiples parejas que han pasado por su vida, concebir un bebé prodigan es algo que aún no ha podido llegar a su vida. Sin embargo, ha logrado compensar ese fracaso al asumir el rol de ser “la gentil madre de todos” los huérfanos y desamparados niños que, desde hace casi 10 años, Sonia ha logrado rescatar de los centros de adopción microputienses y liliputienses. Brindándoles una nueva oportunidad para crecer, progresar y ser felices.    

En todo ese tiempo, Sonia ha mantenido a esos micros y lillis en un acuario gigante de un metro por 50 cm, y les ha proporcionado comida, agua y todos los nutrientes necesarios para subsistir. Incluso ha llegado a rescatar a jóvenes gullis marginados y hasta hace unos pocos años había dado asilo a unos pequeños niños brobdingnagianos. Todos han coexistido en armonía bajo las reglas de su madre, y han tenido sus propios maestros gullis y brobbys que les han enseñado sus diversos oficios y carreras. 

Siendo Sonia una prodigan, era inmensamente superior a todos sus miles de hijos diminutos que resguardaba con mucho anhelo dentro de las paredes de su acuario. Para sus niños brobbys, Sonia media casi 120 metros de altura, una altura abismal para ellos, sin embargo, para ella contaba con tan solo 2 centímetros de altura. La comunicación con ellos era difícil debido a la diferencia de tamaño, pero no era nada si lo comparábamos con sus cientos de hijos gullis, quienes eran casi imperceptibles al ojo humano, ya que alcanzaban apenas la minúscula cantidad de medio milímetro de altura, por lo que a menudo Sonia usaba una lupa para distinguirlos mejor.

La comunicación con ellos resultaba imposible sin la ayuda de la tecnología apropiada, unos sofisticados audífonos pequeños que se colocaban dentro del oído, proporcionaban diferentes señales de audio para escuchar a sus miles de diminutos gullis, lillis y micros, siempre y cuando se sintonizara en la frecuencia correcta.

Para sus demás hijos diminutos, Sonia estaba fuera de toda comprensión, con un cuerpo que superaba los 550 kilómetros de altura para los lillis y más de 40,000 kilómetros para los micros, la convertían en todo un mundo al que podrían explorar y colonizar, de la misma forma en que los prodigans han colonizado una parte del vasto planeta “gulliverse”.        

Y bajo esa premisa, una idea fascinante y alocada comenzó a desarrollarse dentro de la mente de Sonia… una idea que elevaría su papel de madre protectora… a madre que da vida.  

El Gran Éxodo daría comienzo, y una nueva era iniciaría para los habitantes del acuario, una que daría comienzo en un hermoso y confortable lugar… el cuerpo gigantesco y divino de Sonia.       

End Notes:

Esta
historia sigue la vida de Sonia, una gentil y hermosa mujer prodigadiana de
1.70 m de estatura, y su fantástica relación con los millones de ciudadanos de
todas las razas que viven dentro y sobre la superficie de su divino y
planetario cuerpo. Al conocer el mundo de Sonia descubrirás los secretos que se
guardan dentro de los confines de su hermoso cuerpo… e
sta historia se desarrollara en diferentes épocas de tiempo de la vida de Sonia, y se abordara desde diferentes puntos de vista, ya sea de la misma Sonia o de algunos de los innumerables hijos de todos los tamaños que coexisten con ella.

La vida dentro del cuerpo de Sonia by biba950705
Author's Notes:

Aqui hay un salto de tiempo con respecto al anterior...

--------------------------------- 5 años D.E. (Despues del éxodo) ------------------------------------

La vida en el cuerpo de Sonia, tanto dentro de sus entrañas como en la superficie, es una rara utopía y al mismo tiempo un paraíso. Los recursos naturales son ilimitados, la comida es abundante, y los ciudadanos microputienses y liliputienses han logrado desarrollarse y florecer como una civilización en los últimos cinco años. En poco tiempo, han logrado colonizar el 75% del cuerpo de Sonia y han establecido una relación simbiótica con ella, convirtiéndose en parte integral de su ser en lugar de simples parásitos.

Cuando emigraron del acuario al cuerpo de Sonia hace cinco años, lo hicieron organizándose en grandes grupos que se establecieron en diferentes partes de su cuerpo. A ese gran evento se le conoce como "El Gran Éxodo" y los años comenzaron a contarse a partir de ese suceso. Era el inicio de una nueva civilización, como se los recalco Sonia, por lo que merecía darle el reconocimiento como tal.

Miles aterrizaron primeramente sobre su inmenso seno izquierdo, y se establecieron sobre la superficie de su pezón llegando a colonizarlo casi en su totalidad y rápidamente se mandaron grupos pequeños para establecerse en el interior de sus conductos de leche y sobre la superficie del seno de a lado. Actualmente han establecido una nación, con su propia historia y cultura, y un gobierno fuerte y honesto que rige todas las ciudades y pueblos establecidas en sus senos, denominándose a si mismos como el Pueblo lactante, porque viven de la leche que produce Sonia diariamente.

Otro grupo considerable aterrizo sobre su vientre y se estableció en su monte de Venus, aprovechando los recursos naturales proporcionados por el exuberante follaje de su vello púbico que les ayudaría a construir sus casas y edificaciones y les brindaría calor y comodidad. Y aunque en el momento del éxodo parecía una gran planicie rosada y solitaria debido a que Sonia se había depilado con anterioridad, tras cinco años después un inmenso y espeso bosque oscuro y cálido de millones de kilómetros cuadrados se alzaba sobre el numeroso y próspero Pueblo pubiano conformado por ciudadanos de todos los tamaños, microputienses y liliputienses en su mayoría, y una parte importante de todo el conjunto de gulliverianos que residían en el cuerpo de Sonia, quienes a solicitud de Sonia había pedido que se establecieran por toda esa región de su entrepierna.

Se llevaron a cabo exploraciones en su ombligo, muslos, pies y sobre la superficie de su exfoliante, suave y brillante cabellera rubia, resultando en la creación de grandes ciudades y pueblos prósperos que vivían cómodamente bajo el cobijo y resguardo de una madre generosa.

Pero la exploración más grande fue la que tuvo lugar dentro los grandes confines de su hermoso cuerpo, específicamente en su vasto estómago y sus largos intestinos de miles de kilómetros de longitud. Estos lugares se convirtieron en el área más activa y productiva de su cuerpo, pues se encargaban de una función vital para el bienestar de la Gran Madre; siendo los principales responsables de supervisar y evaluar la absorción de nutrientes y agua de los alimentos que su cuerpo necesita, y de asegurar el correcto manejo de los recursos nutritivos hacia toda una población que superaba con creces los mil millones de habitantes.

De esta manera, las entrañas de Sonia se convirtieron en el hogar de cientos de ciudades y grandes metrópolis, con la Ciudad Capital, una mega urbe de más de 30 millones de habitantes localizada en el duodeno, como la principal de todas y la sede del Gobierno Central que regía todo el aparato digestivo de la Gran Diosa; siendo conocidos como el Pueblo Capitalino.

Hubo un grupo especial a solicitud de Sonia, que se aventuró en el centro de su feminidad, su útero. Voluntarios residentes del Pueblo Pubiano se embarcaron en una misión para descubrir una posible solución al problema de la infertilidad en los prodigadianos, la cual Sonia creía que podría encontrarse en las profundidades del vientre materno. Poniendo las bases para en un futuro cercano, lograr el más grande anhelo de la Gran Diosa, llevar en su vientre a un hermoso y saludable bebe prodigadiano.


Sin embargo, lo que encontraron en esa labor no fue lo que buscaban. Grandes misterios y fuertes verdades por fin se descubrieron, lo que daría pie a una relación más trascendental y unida entre la Gran Madre y sus millones de hijos.

Al último, quedo el grupo que se asentó y exploró las colosales montañas traseras y el enorme agujero en el medio de estas. Este era por mucho el lugar mas peligroso y extremoso para vivir en el cuerpo de Sonia.

Las violentas erupciones que diariamente provenían de lo profundo de la diosa, impedían que pueblos y ciudades pudieran asentarse y crecer. Por lo que este, fue el único lugar que no llego a ser colonizado. Y en su lugar se convirtió en el sitio de disposición final de los desechos provenientes de todas las ciudades del cuerpo de la diosa, quien personalmente se encargaría de expulsar diariamente de su divino cuerpo. 

En palabras más simple, los múltiples hijos de Sonia, hacían de su cuerpo un mundo ideal y fantástico para vivir.

Microputienses, liliputienses, gulliverianos e incluso brobdingnagianos, se movían de un lado a otro todos los días por el gigantesco cuerpo de Sonia, esforzándose por interactuar, dialogar y convivir en unión por el establecimiento de un mundo mejor.

Para la Gran Madre, todo huérfano de cualquier raza era bienvenido a ocupar un lugar debajo de su seno, y es por esa razón que once niños brobdingnagianos huérfanos habían hecho del cuerpo de Sonia su hogar temporal.

La interacción que Sonia tenia con estos niños era muy significativa y profunda, aun a pesar de que median la minúscula cantidad de 1.5 cm, eran los seres más grandes que habitaban el cuerpo de Sonia y de los que podía percibir y escuchar de manera natural.

Por lo cual eran los únicos que podían interactuar y explorar mas allá del cuerpo de su madre, jugando y divirtiéndose por todo el departamento de Sonia... empero había reglas que cumplir con rigurosidad, reglas que su madre les había puesto para su seguridad, como el no caminar por el piso de la habitación sin que ella los viera o supiera que estaban ahi, no sea que, de alguna manera inadvertidamente los fuera a pisar.

Por lo que pasaban gran cantidad de tiempo saliendo y viniendo del cuerpo de Sonia. Ella les permitía moverse y jugar a través de su cuerpo, dándoles pequeñas asignaciones a cada uno de supervisar y ayudar a sus demás diminutos hermanos, sintiéndolos moverse desde adentro día con día. Para ella era mejor así, le brindaba una sensación de seguridad. Y como toda madre responsable se aseguraba que se alimentaran bien y aprendieran lo necesario para su formación profesional...

End Notes:

Se volvio a reescribir este capitulo para llevar una mejor estructura de la historia....¡Disfrutalo!

La Vida de Sonia desde su perspectiva by biba950705
Author's Notes:

Salto de tiempo...

Del diario de Sonia:
Viernes 3 del mes segundo del año 10 D.E. (Después del exodo).

Hoy fue un día muy ajetreado en el laboratorio, por poco estropeamos nuestro proyecto "Colonize" debido a que Kelly hizo un mal cálculo en la composición de ácido clorhídrico que puede soportar un microputiense en condiciones normales, por suerte pude darme cuenta a tiempo, antes de que Jennifer llevara a cabo el experimento en el que lo rociaría sobre todo el acuario para estudiar la fortaleza de sus construcciones y ver si pueden soportar el ácido gástrico de un brobdingnagiano.


Por supuesto la regañe por su error, bueno si a eso se le llama regañar, porque en realidad siempre estamos riéndonos y hasta parece que el tiempo se va muy rápido, y como no estar contentas, si las tres compartimos un secreto en común: tenemos toda una civilización dentro de nosotras y están prosperando muy bien.


Como olvidar cuando estudiábamos las tres en la universidad, nunca se me ocurrió pensar en el deseo intenso que íbamos a desarrollar por las pequeñas personitas de nuestro mundo, y menos aún que estaríamos trabajando mano a mano por hacer de sus vidas algo mucho mejor.


Me impresiona cada vez más la dedicación y esfuerzo que pone Jenifer a su trabajo cada día, con su extensa investigación que lleva ya desde hace muchos años, fue la primera en demostrar que los microputienses y liliputienses podían vivir dentro del cuerpo de un prodigan, haciendo que sus microputienses se establecieran en su cuerpo y lograran sobrevivir al acido estomacal, desarrollando toda una civilización pacífica y próspera.


Si mal no recuerdo lo hizo cuando estábamos todavía en la universidad, que gran esfuerzo y dedicación por parte de ella, más de 20 años en que generaciones y generaciones de personas han crecido y vivido dentro de su escultural cuerpo.


Yo acabo de cumplir diez años con ellos.


"Como están tus hijos — me preguntó Jenny.


"De maravilla, crecen, se reproducen y continúan progresando"  — le dije, —"hoy en la noche toca hacer tour, tú ya sabes a que me refiero; recibiré un pequeño contingente de cincuenta mil" . — 


"Fascinante"  dijo Kelly incorporándose a la plática,dijo Kelly incorporándose a la plática. 


"Yo no he podido hacer que se puedan llevar bien entre ellos" — menciono Kelly frotándose el vientre con disgusto, refiriéndose a su civilización que vivía allí y que les había dado la libertad para gobernarse a sí mismos, pero se habían dividido en tribus y pueblos y constantemente había guerras entre ellos.

 

"Mala suerte querida, pero creo que es porque te apresuraste en darles el control sin haberlos civilizado antes" — le dije, — "a mí me costó diez años de preparación y educación, y entonces les di la opción de hospedarse en mí y darles la libertad de gobernarse a sí mismo, y hasta ahorita ha funcionado bien" — le dije con sinceridad mientras me frotaba el vientre en el proceso.


Y era verdad, mi civilización va en aumento, mis hijos son felices y cada noche me comunico con ellos cuando se apelmazan dentro de mi oído, escuchando sus ruegos y sus deseos sinceros para conmigo.

 

Por supuesto, no había estado exento de problemas y habían ocurrido muchas rebeliones, ataques e intentos de dominio sobre otros pueblos que pudieron ser sofocados, actualmente estoy enfrentando un problema de sedición en varias ciudades ubicadas dentro de mi intestino delgado. Espero y mi hija Lucy pueda solucionarlo.

 

Me he llegado a infestar de microorganismos y parásitos por no alimentarme bien, que se convierte en un problema que afecta a millones de mis huéspedes, ya que tienen que luchar fuertemente para eliminarlos y expulsarlos de mi cuerpo.

 

Recuerdo la masiva infestación de ascariasis que tuve hace tres años por haber comido "sushi", tuve que pasar varios días en cama y ayudar a mis habitantes con medicamentos ya que ellos tuvieron que enfrentarse a ellos y por poco no la cuentan. Y de lo cual requirió casi un año para recuperar las perdidas.

 

Por eso ahora llevo una estricta alimentación saludable y equilibrada, cuidándome siempre para no causar la muerte de miles y ha resultado beneficioso para todos.

 

Es por eso que mi civilización prospero enormemente a diferencia de la de Kelly, no solo en lo económico sino también en lo cultural.

 

Mi cuerpo es el lugar de tradiciones y costumbres culturales que han brindado un sentido de pertenencia a los habitantes de mi cuerpo a tal grado de que están empezando a adoptar un nombre más que evidente sin importar su raza o pueblo al que pertenezcan... "Los soniaversianos".

 

Una de esas grandes tradiciones es de que una vez cada dos años, ellos deben realizar un peregrinaje a uno de mis oídos para poder comunicarse conmigo. Han sido tan dedicados que incluso ya tienen agendadas las ciudades y pueblos que les toca subir por día y mes, son tan tiernos y dulces cuando los escucho agradecer infinitamente por haberles dado un lugar para vivir y criar a sus hijos en paz, yo soy su mundo para ellos y también son mi mundo para mí.

 

Como lo he escrito anteriormente aquí, desde hace unos años que descubrí que podría soñar con algunos de mis hijos varones a tal grado de lograr apreciar sus rostros y a interactuar con ellos de una manera más íntima llegando incluso a lo sexual, en donde me uno con ellos y compartimos amor hasta que el sonido del reloj me despierta extasiada y mojada en la cama.

 

Por supuesto conozco el secreto de porque sucede esto, mis hijos me lo compartieron cuando lo descubrieron y yo estuve de acuerdo con ellos, al parecer hay un lugar muy dentro de mí, en lo profundo de mi útero, en donde mis hijos se pueden conectar conmigo a través de mi subconsciente y podemos los dos soñar a la vez en el mismo sueño.

 

Fue un hallazgo increíble de un grupo especial que se aventuró en lo profundo de mí y lograron encontrar el nexo que me unía a ellos.

 

Recuerdo muy bien al primero de mis hijos que tuvo el honor de ser el primero en unirse sexualmente a mí, la experiencia fue de lo más intensa y real, jamás había experimentado mayor euforia y placer como la que en esa ocasión tuve con él, fue sumamente increíble que me hizo una adicta, a tal grado de que lo deseaba hacer cada noche.

 

Pero tuve que dimitir cuando me entere del costo que implica la experiencia para ellos. Es sumamente fatal, la euforia y excitación es demasiado poderosa para el corazón de un microputiense, a tal grado que muchos de mis hijos murieron después de esa experiencia, incluido para mi pesar y tristeza al primero de todos que descubrió esta gran conexión.

 

Él fue el primero en sucumbir al inmenso y divino poder de mi feminidad, su nombre se haya escrito en las páginas de los libros de historia de mi pequeña civilización y también se halla inmerso en los profundos recovecos de mi mente y corazón, y aunque la experiencia fue maravillosa y grandiosa para él, la mejor que pudo tener en su vida, me pesó demasiado, cuando me entere de su partida, a tal grado que llore amargamente durante muchos días y noches, hasta que el tiempo logro sanar la herida, y en ocasiones, lo he visto reflejarse por mis sueños en las noches, como si no se hubiera ido después de todo y de alguna manera siguiera unido eternamente a mí, su espíritu viviendo dentro de mí.

 

Pero lejos de disminuir, ha aumentado cada vez más, el furor y el deseo de mis hijos varones por unirse a mí, aunque ello implique el perder su vida, es un inmenso costo que están dispuesto a pagar, por supuesto no es una exigencia mía y desde el momento en que me entere de lo que les sucedía les pedí que no lo intentaran más, pero me ha sido imposible controlar su firme decisión de ir y hacer el peregrinaje hasta allí. Poco a poco se está volviendo una tradición arriesgada.

 

Me he enterado que cientos y cientos de varones están esperando la oportunidad de entrar y embarcarse hasta llegar allá, me esperan al menos cientos de sueños húmedos más, que no podre evitar, quizás hoy me toque uno especial.

 

FIRMA: Sonia Élise Softmore.


...


Con un notable cansancio en sus ojos, Sonia dejo de escribir en su diario personal, un bostezo vino a ella abriendo y estirando sus brazos hacia arriba, había sido un día largo y fatigado en el trabajo, pero se había puesto como meta escribir cada noche en su diario sin faltar, por lo que esta no debía ser la excepción.

 

Se quitó la ropa del trabajo y una ducha se dio.

 

Mientras lo hacía se emocionó por lo que sucedería a continuación, no solo era el hecho de recibir un pequeño contingente de micros y lillis que haría el éxodo hacia su divino cuerpo, sino más bien el placer y excitación sexual que vendría acompañado de eso; aunque no quisiera admitirlo, Sonia se había vuelto adicta al placer que les proporcionaban sus "diminutos", era lo que le brindaba felicidad.

 

Cuando termino de asearse, no se preocupó por volverse a vestir, por lo que al desprenderse de su toalla procedió a acostarse completamente desnuda sobre su cama lista para comenzar el "descenso" de sus nuevos soniaversianos... pensó rápidamente en sus "gullis" que vivían en el medio de su entrepierna a los que les había encargado guiar a los nuevos ciudadanos, una vez que aterrizaran, y escoltarlos a salvo a sus nuevos hogares... pensó en sus gemelos gullis favoritos Fred y George quienes participarían también de ese recorrido... y mientras tanto, en muchos lugares recónditos del cuerpo de Sonia, miles y miles de micros y lillis se preparaban para el mayor evento físico y mental que tenía lugar todas los días en que la diosa se retiraba a descansar...

 



 

End Notes:

Continuará...

Rutina nocturna. by biba950705
Author's Notes:

Capitulo reescrito.

Tomado del diario personal de Sonia.

Todos tenemos rutinas que nos ayudan a empezar el día... ¿Pero habrá alguna que nos ayude a terminarlo bien? Por supuesto que sí...para mí lo es la meditación, y cada día antes de acostarme una rutina de pensamientos y preguntas realizo dentro a mi mente para así poder prepararme:

 

----- La meditación es un estado de concentración sobre la realidad del momento presente... "¿Quién soy yo?"... (Soy una diosa madre de billones y billones de hijos e hijas que reciben vida y sustento a través de mí).

 

-----La meditación es un estado experimentado, cuando la mente se disuelve y es libre de sus propios pensamientos... "¿Que voy a hacer hoy?"... (Hoy me relajare y me enfocare en escuchar mis ideas y suplicas, mías, y las de mis hijos que vendrán a mi).

 

-----La meditación es una concentración en la cual la atención es liberada de su actividad común y se focaliza en el interior... "¿En quién pondré mi atención?"... (En mis innumerables "hijos e hijas" que viven y se mueven dentro de mi).

 

-----La meditación es una focalización de la mente en un único objeto de percepción... "¿En qué me enfocare?"... (En escuchar los suaves susurros que llegaran a mí, fruto de mis muchos hijos que, con firmeza y devoción, frente a mi tímpano suplicaran a mí).


Todos estos buenos hábitos a la hora de dormir, me han tranquilizado y han hecho que mi estrés se libere y ha sido de sumo beneficio para mis pequeños, ya que ha logrado relajar todo mi sistema, un ejemplo es mi corazón, que cuando se calma lo vuelve menos ruidoso para los habitantes que viven dentro de mi seno izquierdo y mi flujo sanguíneo disminuye reduciendo los choques y accidentes de las naves submarinas que circulan por todas mis arterias y venas.

 

Otro, es que mis músculos se han relajado al mínimo lo que disminuye las tensiones y facilita la tarea a los diferentes trabajadores que se encargan de recolectar y extraer la grasa corporal en mis muslos y caderas, lo cual me mantiene en forma y con una cintura y cadera envidiable sin necesidad de ir al gym.

 

En otras palabras, la meditación ha sido el preámbulo para tener un sueño dulce y suave durante toda la noche, y sirve como señal para mis hijos que viven sobre la superficie de mi cuerpo que el día ha comenzado y pueden salir a trabajar, relajarse y divertirse por todo mi planetario cuerpo.

 

Para ellos los días son al revés, mientras duermo ellos salen y desempeñan sus diversas actividades y tareas, y al amanecer cuando me despierto, ellos se retiran a descansar a sus hogares, solo mis habitantes de adentro pueden continuar su rutina en el día.


Todo está muy bien organizado, años me ha tomado llegar a este nivel; mientras yo duermo y sueño con ellos, mis pequeños habitantes se mueven en autos, trenes y aviones sobre mi piel, hasta que las manecillas del reloj marquen las 7:00 AM... la hora en que me despierto y comienzo mi día.


¿Qué sería de mi cuerpo y de mis hijos, sino hubiera desarrollado estos buenos hábitos? Probablemente no tendría un esbelto y tonificado cuerpo y mis ciudadanos no serían tan pacíficos ni tan fieles.


Afortunadamente mi cuerpo se ha convertido en todo un paraíso divino para ellos... miles de microputienses y liliputienses llegan cada noche y se establecen de acuerdo a su gusto y tamaño en alguna parte recóndita de mi colosal cuerpo, han llegado también unos cuantos miles de gulliverianos, los cuales se han establecido por recomendación mía, por toda mi entrepierna como guardianes de mis partes sagradas y como guías de turistas de mi región pubiana y genital.

 

Debo admitir, que mis "hijos" gulliverianos me han traído mucha satisfacción y deseo sexual, ya que debido a su tamaño increíblemente colosal (4900 veces más grande que un microputiense), alcanzan a ser percibidos por mí cuando llegan a estimular y "frotar" las partes mas erógenas de mi cuerpo... una experiencia de placer de lo más agradable y excitante que ellos están felizmente ansiosos por realizar... Fred y George, mis gemelos favoritos están dentro de esa categoría.

 

Hoy será una noche de placer para mí, pues les he pedido a algunos de mis "gullis" que guíen a los pequeños contingentes que aterrizarán sobre diferentes partes de mi cuerpo y los lleven a salvo a los lugares en donde se establecerán. Muy probablemente podre sentirlos moverse sobre mis partes mas sensibles...




Cuando Sonia terminó de ducharse y salió envuelta solo en una toalla, decidió que no tenía caso en ponerse sus bragas, ni el brazier para dormir, pues serian un impedimento para los tours que sucederían. Así que una vez que se sintió seca, se descubrió la toalla y procedió a acostarse completamente desnuda sobre su cama, apoyando su espalda sobre su suave y esponjosa almohada.


A sus casi 40 años Sonia poseía un cuerpo espectacular y hermoso, una piel blanca suave y tersa, unos grandes y firmes senos de copa D, y una escultural y tonificada cadera que daba juego con una brillante y sedosa cabellera dorada. 


Por lo que verla recostada desde arriba, sería una experiencia única para los cientos de micros y lillis que desde lo alto de la habitación descenderían hasta Sonia y aterrizarían sobre su vasta piel, pues difícilmente volverían a verla desde tan increíble altura.


Para Sonia, era una manera de hacer que sus habitantes fueran conscientes del fantástico e increíble mundo en el que vivirían a partir de ahora, y las reglas y normas por los cuales debían regirse una vez que se instalaran en alguno de los pueblos dentro del cuerpo de su Diosa.


Con una sonrisa en sus labios, Sonia exclamó:


-"¡Estoy lista!"-


Y al enfocar sus ojos en una pequeña canica azul que colgaba bajo el techo de la habitación vio que comenzó a brillar, era la señal de que habían escuchado su mensaje y procederían a iniciar el lanzamiento.


Inmediatamente Sonia tomó su celular, y procedió a enviar un mensaje. 


Después, con increíble esfuerzo logró visualizar a las decenas de naves espaciales, no más grandes que una mosca de fruta, descender todas juntas y en fila como si de una bandada de aves se tratase, lentamente comenzaron a descender sobre su cuerpo mientras permanecía quieto y relajado... y antes de que pudieran tocar tierra, se separaron y se dirigieron a distintos destinos, su ombligo, sus pezones, su entrepierna, y algunos otros lugares de su cabeza.


Y entonces no quedando más por hacer, Sonia comenzó a relajarse para poder entrar en profunda meditación, mientras dejaba que sus guías que había designado esta noche, se hicieran cargo de la rutina nocturna habitual...


End Notes:


Mensajes Telepaticos by biba950705

Mientras dejaba que mi cuerpo se relajara y comenzara a sentir los pequeños cosquilleos y movimientos que se estaban desarrollando dentro de mí, una voz suave y apacible penetró dentro de mi mente… la voz de mi hijo Andrew, desde una de las naves principales que descendían en mí, percibí con mucha claridad:


"Mi maravillosa madre, Andrew Softmore, almirante en jefe de la expedición Apolo 20 me permito comunicarme contigo a través de este medio para informarte que las naves estamos por aterrizar en el aeropuerto Christina junto a las faldas del ‘Mons pubis’ con 15 mil pasajeros debidamente registrados y capacitados para trabajar y vivir en armonía en tu acogedor y cálido bosque pubiano”.

 

"Maravilloso Andrew" le respondí desde dentro de mi mente, "hazles saber que son recibidos con mucho amor, y que ahora son parte de una gran civilización… que mientras obedezcan mis leyes y mandatos serán bendecidos y sus familias prosperaran aquí por siempre”.


 "Sera todo un honor, madre" recibí la respuesta de Andrew desde adentro de mi mente.

 

La telepatía es el gran invento de mi maravillosa civilización. Un recurso muy valioso y demasiado eficiente para lograr una mejor comunicación e interacción con los millones de habitantes que viven en lo más profundo de mi interior.

 

Fue un gran avance tecnológico realizado por mis micros y ha sido de gran ayuda para mí, y para ellos, desde que se pudo realizar hace casi tres años, ha facilitado la comunicación a la hora de realizar todos estas expediciones a mi cuerpo ya que las naves se comunican conmigo mediante una señal nerviosa que llega directamente hacia mi cerebro el único capaz de recibirla y transmitirla, haciendo que de esta manera no les afecte la fuerza de mi voz cuando estén muy cerca de mí, ya que para mis micros mi voz es sumamente fuerte para ellos, como si de un huracán se tratara.

 

Empero, esta tecnología no ha estado disponible para todos, únicamente los líderes, vigilantes y almirantes de mi cuerpo pueden comunicarse de esta manera conmigo, así quedó establecido para que mi mente no se viera saturada de millones de voces o señales provenientes de todos los habitantes de mi civilización.           

 

“Mi extraordinaria diosa, almirante en jefe Thomas Softmore de la expedición Artemis 28, solicito permiso para ingresar a espacio aéreo interno a través de la ruta habitual”.

 

De nuevo otra señal de voz llego a mi mente esta vez por parte de otro de mis “micros” que dirigían la expedición.

 

“Permiso concedido Tom, sean todos bienvenidos a mi paraíso” le respondí desde mi mente a mi extraordinario micro piloto, todo esto mientras mantenía mis ojos cerrados para mantenerme concentrada en mi mente.

  

El grupo de naves que comandaba se establecerían en lo profundo de mis entrañas y estaban pidiendo mi ayuda para entrar por la vía más habitual y rápida… mis conductos nasales, por lo que sin más preámbulos inhale profundamente, haciendo que las naves entraran con una velocidad descomunal por alguno de mis espaciosos orificios e ingresaran rápidamente por mi garganta hasta llegar a mi estómago. Era un viaje y una experiencia muy increíble y extrema según me he enterado por mis hijos.

 

A menudo me veo haciendo ese sorprendente viaje e imaginándome lo que se sentiría ser un pasajero de esa increíble nave…

 

Fue un alivio saber que mis todos mis diminutos aterrizaron con éxito... la voz telepática de Alex y Emily, almirantes liliputienses de las expediciones Géminis 25 y Celestis 13 llegaron a mi mente después de la de Tom, informándome que las naves que comandaban habían aterrizado con éxito sobre mis voluptuosos senos y en el medio de mi bajo vientre… sería una pena muy grande para mí si se presentara un error en ellas durante ese forzoso descenso y mis pequeños micros perecieran.

 

Afortunadamente no ha habido un accidente hasta ahora, y espero que continúe así siempre... las naves espaciales, que día con día bajan hacia mi cuerpo han resultado ser muy eficaces y funcionales, gracias al esfuerzo constante de mis pequeños mecánicos ‘lilis’, que se aseguran por su mantenimiento constante día con día, ellos son los indicados para el trabajo pues fueron ingenieros liliputienses quienes se encargaron de construir esas grandes e increíbles naves espaciales con el fin de transportar a salvo a miles de liliputienses y microputienses que día con día deciden emigrar del acuario hacia el paraíso divino y sensual que ofrece la vastedad de mi grandioso y tonificado cuerpo.

 

Ahora, me enfocaría en ver como mis hijos gulliverianos, se comisionaban de encontrarles un buen lugar para instalarse dentro de uno de mis muchas ciudades y pueblos establecidos por toda la superficie de mi cuerpo...

           

Lentamente procedí a levantar mi cabeza de la cama como parte del protocolo, o más bien tradición, que yo misma he establecido, para poder visualizar mejor a mis pequeños contingentes siendo llevados por mis gullis a través de mi cuerpo.

 

Con la ayuda de un lente avanzado en mi mano pude ver con claridad al guía “gulli” Olivia de una tez un poco oscura, parada sobre la superficie de mi vientre a un costado de la nave espacial que era casi de su tamaño saludándome con aprehensión hacia mí, alcance a distinguir unos pequeños puntos oscuros que se movían por debajo de sus pies, eran los miles de pasajeros micros que se acomodaban bajo a ella aguardando el momento en que ella les extendiera su mano y trepasen hacia ella, aguardándolos en su cuerpo de manera segura durante el trayecto hacia su hogar destinado… este era el procedimiento establecido por mí para los cientos de tours que diariamente acontecían bajo mi habitación.

 

Favorablemente mi piel blanca ofrecía la oportunidad de alcanzar a verlos con la ayuda de mi lente monofocal exclusivo que aumentaba la imagen hasta casi doscientas veces.  Fue una adquisición que compre hace más de un año con el fin de tener una mejor interacción con mis ‘pequeños’ cuando aterrizaban sobre mí, y aunque conseguía vislumbrar con mucha precisión el rostro de mis hijos gulliverianos y con más dificultad a mis pequeños ‘lilis’, mis ‘micros’ solo podían ser apreciados si estaban aglomerados en grandes grupos de miles, y solo llegaba a apreciar un pequeño punto oscuro y casi imperceptible sobre la superficie de mi piel.            

 

Al mover más hacia abajo la lente, en las faldas de mi ‘mons pubis’, pude visualizar la pequeña pista del aeropuerto “Christina”, una instalación aérea rodeada de gigantescos árboles que fue construida principalmente para recibir a todos los habitantes que se establecerían por toda mi entrepierna.   

 

La nave que comandaba Andrew se encontraba descansando en el medio de la pista y en los alrededores de la nave volví a distinguir los pequeños puntos casi imperceptibles que representaban a mis miles de pasajeros microputienses aglomerados entre sí, esperando pacientemente la llegada de sus guías gullis asignados.  

 

Imagine sus rostros mirando hacia arriba contemplando con regocijo a su diosa y madre que los observaba a través de la colosal lente, yo no los podía apreciar, pero sabía que ellos si podían contemplar mi rostro en todo su esplendor, por lo que les dedique la mejor sonrisa que podía ofrecer como una muestra de mi infinita bondad hacia ellos.

 

Finalmente alcance a visualizar bajo el fino lente a Fred y George que se acercaban con premura desde la cima del monte para reunirse con Andrew y mis demás exploradores.

 

Mis gemelos gullis serían los guías de la expedición "Apolo 20" y se encargarían de asignarles un lugar donde pudieran vivir entre los inmensos y frondosos ‘arboles’ de mi gran bosque púbico, hogar del pacifico y próspero Pueblo pubiano en el que miles de gulliverianos y liliputienses se esfuerzan por ser cordiales y amables con sus hermanos más pequeños que cada día se integran a formar parte de su civilización.      

 

Por lo que no tuve dudas de que Fred y George les consiguieran un buen lugar para instalarse dentro de uno mis muchos vellos que abundan por toda mi entrepierna y que además se ha convertido en toda una reserva natural con una flora y fauna extensa que mis hijos hasta aun ahora no han terminado de explorar.

 

De hecho, pronto terminaré el primer tomo de un libro que a lo largo de los años he logrado hacer con las investigaciones que mis hijos me proporcionan sobre la biología de mi cuerpo y las diversas especies que se han logrado encontrar en él.

 

Me he convertido en todo un sistema biológico... un maravilloso ecosistema cuya causa aun no conozco con exactitud y en la que mis hijos se han encargado de descubrir a través de los años, y que al parecer por fin se hayan cerca de encontrar la verdad de su origen… un origen que creo se halla hace muchos años cuando tomé diversos tratamientos costosos de fertilidad con la esperanza de resultar embarazada de un hermoso y saludable bebe prodigadiano que nunca llego a realizarse.

 

Sin embargo, hoy puedo decir que mis esfuerzos no fueron del todo en vano, ya que al final si lograron que mi cuerpo creara vida, quizá no en la forma de un pequeño bebe, pero si en la de infinitas formas de vida que ahora cohabitan en mi cuerpo junto con mis innumerables conjuntos de hijos microscópicos que se esfuerzan día con día por hacerme sentir como una verdadera diosa… la madre naturaleza en todo su esplendor...

  

 

End Notes:

capitulo reeditado

La meditación profunda de Sonia by biba950705
Author's Notes:

Contado desde su punto de vista...

Alcance a ver como Fred y George habían llegado con mi pequeña expedición y se dividieron llevando cada quien a una parte del grupo en su propio cuerpo para que el viaje sea más seguro para ellos, vi como empezaron a moverse entre mis vellos púbicos, si para mis gemelos eran realmente enormes no imagino lo que han de ser para mis micros, por esa razón es que se pueden hospedar dentro de ellos.

 

Los observe con calma mientras se perdían entre los inmensos arboles de mi denso bosque... observe también a Olivia como entraba a mi espacioso ombligo y se ocultaba entre sus innumerables pliegues llevando a mis diminutos con ella; confiando en que les mostrarían los lugares recónditos de mi cuerpo, y les enseñarían las reglas y los protocolos que debían obedecer todos los que deseaban ser parte de mí.


Y entonces con toda seguridad me volví a recostar con delicadeza sobre la almohada, y dejé que ellos se encargaran de la dirección, de esa manera pude prepararme para entrar en meditación como usualmente lo hago cada noche sin excepción.


Cuando entró en meditación por las noches lo hago por lo general de espaldas sobre la cama, por lo que mis grupos de exploración que llegan en ese momento, aterrizan por lo general sobre mi panza, mi entrepierna o mis pechos, salvo en muy raras ocasiones cuando decido cambiar de posición y me recuesto sobre mi vientre, ellos aterrizan sobre mi voluminoso trasero...

 

Como ya lo he mencionado, esto lo hago debido a las ciudades que se encuentran en la superficie de mi cuerpo y que resultan ser de las de mayor población. Por supuesto, las ciudades dentro de mi sistema digestivo son la excepción a ello… de acuerdo al último censo que realizaron mis hijos hace un año, mis habitantes internos superaban ya por casi el triple de los habitantes sobre mi piel, esto sucedía por el inmenso espacio que hay en mis intestinos para extenderse y vivir; y por la enorme cantidad de comida que diariamente les proporciono… literalmente como el doble de lo usual y aun así puedo seguir manteniendo mi esbelta figura.

 

A menudo pienso en los diversos sacrificios y métodos que hacen mis compañeras prodigadianas para estar mantenerse delgadas, sus rigurosas dietas y sus pesadas rutinas de ejercicio, si ellas supieran mi secreto para mantener mi tonificada y esbelta figura sin tanto esfuerzo y sacrificio, seguramente, la gran mayoría optaría por tener todo un acuario dentro de su cuerpo… pero por ahora no lo daré a conocer… no todas se esforzarían porque sus huéspedes pudieran llevarse bien y estar en paz… el cuerpo de Kelly es la prueba de ello, sus habitantes están en guerras constantes por todo su cuerpo, conflictos que ella difícilmente puede evitar.


En mi caso, sin embargo, no sucede así, mis "pequeños" microputienses y liliputienses se han mantenido a salvo en mi cuerpo hasta ahora a pesar de todo lo que hemos vivido estos diez años. Ellos han logrado adaptarse a mi cuerpo tan bien que incluso no sienten mis pequeños movimientos corporales que realizo día con día debido a la fuerte gravedad que mi planetario cuerpo ejerce sobre ellos de la misma forma en que nuestro mundo ejerce sobre nosotros.

 

Por lo que procedí a relajar mi cuerpo y concentrarme por entrar en meditación en esta posición, en ese momento pensé en las diminutas caravanas que de seguro ya estaban concentradas dentro de mis conductos auditivos esperando su turno para hablar conmigo... sí me relajaba y concentraba lo suficiente podría escucharlos y sentirlos a todos.

 

Para ayudarme con eso, rápidamente agarre el control y encendí el estéreo, un soundtrack armonioso y estimulante comenzó a sonar en mi habitación, cerré mis ojos y poco a poco comencé a relajar mis músculos… respiraba y exhalaba y mi ritmo cardiaco comenzaba a aligerarse, al parecer la música lograba surtir efecto... y de pronto cosquilleos suaves y constantes comencé a sentir por todo mi cuerpo… sobre el área de mis pezones y areolas, en lo profundo de mi ombligo, sobre el glande de mi clítoris y sobre la entrada a mi vagina… por sobre todo mi bajo vientre y detrás de mi cuello y orejas… en la superficie de mis labios y en lo profundo de mis axilas… eran mis fieles gullis que con mucha eficacia se esforzaban por estimularme… se habían hecho expertos en eso… el gozo y la excitación que sentí fue superior a todo que desee seguir así todo la noche.

 

Y entonces comencé a escuchar las diversas plegarias de mis bellos hijos reunidos dentro de mi oído: 


- “querida madre, gracias por ayudarnos a vivir de ti…”

 

- “eres tan increíble y maravillosa ¡oh, poderosa diosa!”

 

- “que tu infinita bondad y misericordia nos siga bendiciendo en este trayecto mortal…”

 

- “mis hermanos y yo te agradecemos infinitamente, por la divina leche que nos brindas día a día, gracias a ella podemos convertirnos en adultos fuertes y capaces…”

 

- “querida madre necesitamos tu ayuda, ¿podrías mandarnos a uno de tus guardianes al arco de tu pie derecho?, necesitamos que…”

 

- “querida madre, mi nombre es Alvin y esta es la primera vez que vengo a ti, te agradezco infinitamente por permitirme vivir en ti y poder…”

 

- "querida mama soy Kate, hoy me dieron la gran noticia, estoy embarazada yo también seré mama como tú y no solo de uno sino de diez bebes…”


Las oraciones continuaron sin cesar, esperando que algunas fueran contestadas por mí… es difícil describir la satisfacción que sentí en ese momento por ser como un dios… o mejor aún, por ser una madre diosa… amada, venerada y adorada por todos.

 

De pronto empecé a llegar al punto máximo de la meditación… empecé ahora a sentir los masajes profundos de mis once hijos brobdingnagianos que realizaban ciertas tareas en lo profundo de mi gigantesco cuerpo… sus pensamientos de amor y agradecimiento llegaron a mi mente a través de la telepatía.

 

Finalmente, mi cuerpo alcanzo el “punto máximo” y entonces pude percibir los minúsculos cosquilleos internos de mis innumerables lilis y micros que en lo profundo de los pliegues de mi cuerpo se esforzaron por estimularme también.

 

Un pequeño movimiento repentino empecé a sentir de pronto, en la parte final de mi recto… era mi pequeña hija Lucy, una hermosa joven brobby quien cumplía eficazmente una difícil asignación en una parte recóndita de mi cuerpo, "hola madre" su dulce voz escuche dentro de mi mente, “pude terminar la gran asignación que pediste, la rebelión en tu interior se terminó y ahora todos obedecen tu voz, deseo ahora salir afuera para ir a explorar y descansar junto a mis hermanos de su labor”.

 

“Si, por supuesto hija mía, tendrás un merecido descanso" le contesto usando mi mente, “sal y explora con tus hermanos con total disposición mientras duermo tranquilamente sin ninguna preocupación…”

 

Posteriormente sentí que un pequeño bulto se impulsaba por mi orificio... mi pequeña hija Lucy se abría paso por mis colosales 'mejillas traseras' y quizás se encontraría con Fred y George y la pequeña expedición y entonces puedan conocer desde esta primera vez, el cariñoso y cuidadoso trato que ella tiene por sus hermanos más pequeños... y con esta última premisa, el sueño poco a poco me invadió… y prontamente comencé a soñar de nuevo…


End Notes:

Volvi a reescribir el capitulo para hacerlo mas acorde a la continuidad de la historia

La vida dentro de un acuario... donde todo comenzo. by biba950705
Author's Notes:

Retroceso en el tiempo...

La vida de Andrew había sido extremadamente traumática desde su infancia. Nacido dentro de una familia microputiense numerosa que no podía mantenerlo, fue abandonado por sus padres a la edad de 6 años en un centro de adopción para personas microputienses. Este centro se encontraba dentro de un enorme complejo de adopción para padres y madres prodigans que deseaban adoptar niños de razas consideradas inferiores.

La vida en este centro no era fácil. Con miles de niños microputienses llegando cada semana y pocos padres liliputienses y gulliverianos interesados en adoptarlos, los recursos eran cada vez más limitados. Vestirlos y alimentarlos se volvía cada vez más difícil, y la educación era limitada solo para los niños liliputienses y gulliverianos, quienes realmente tenían más posibilidades de ser adoptados por padres más grandes, debido a lo difícil que era para los padres interactuar, hablar y cuidar de ellos debido a su microscópico tamaño.

 

Sin embargo, la vida de Andrew cambiaría para siempre, y la de todos sus compañeros, en una tarde mientras jugaba en el inmenso campo detrás del centro. Un gigantesco iris azul inesperadamente había aparecido en el cielo bloqueando la luz del momento, dejando a Andrew y a sus miles de compañeros huérfanos anonadados por este inusual fenómeno que no ocurría regularmente.

 

Sabían muy bien que representaba ese ojo gigantesco, algún gigantesco padre o madre de los muchos que visitaban el centro los observaba a través de la lente de un microscopio avanzado.

 

El centro de adopción prodigadiano poseía cientos de esos microscopios, que permitía a los padres visualizar a los millones de niños microputienses que aguardaban una oportunidad de ser adoptados, con la esperanza de que lograran conmover a alguno y deseara adoptar al menos, a unos cientos de ellos.

 

Sin embargo, la estrategia no siempre tenía éxito, no era común que un prodigan o un brobdingnagiano que visitaba el centro estuviera interesado en adoptar a niños microputienses y optaban rápidamente por observar a otras razas, por lo que Andrew solo presencio esos momentos unas cuantas veces durante los muchos años que paso en el centro de adopción.

 

Nunca pudo saber quién era la persona que se encontraba observándolos, si era hombre o mujer, ya que nunca lo mencionaban sus cuidadores y maestros que dirigían el centro.


¡Miren, chicos! ¿arriba? — exclamó Andrew señalando el cielo.


¡Es realmente gigantesco! — reafirmo Sam, su mejor amigo del centro.


¿Creen que nos adopte? — preguntó Thomas, otro niño del centro.


¡No te hagas ilusiones Tom! Parece que solamente nos está observando por curiosidad, como es de rutina allá arriba — difirió tristemente Nicky, una niña rubia que se hallaba en el grupo.

 

¿Qué creen que sea? — preguntó otro niño del grupo llamado Henry.


¡Es un brobby! — expreso Jessica, otra niña castaña que se unía al grupo con ellos.


No, no creo — señalo Sam — es mucho más grande


¡Es un prodigan! —  aseguro Andrew, algo en el fondo le hizo pensar así y nadie lo contrario, todos quedaron pasmados ante esa belleza en el cielo.   

 

¡Una bella mujer prodigan! — concluyo Tom. 


Y no se equivocaron, ese iris gigantesco pertenecía al de una hermosa joven prodigadiana que los observaba a cada uno de ellos a través de un microscopio super potente del centro, pudo distinguir a los miles de niños que vivían ahí y logró poder ver sus rostros como si los estuviera mirando desde apenas unos cuantos metros, se imaginó platicando, hablando y jugando junto a ellos, una hazaña imposible claro, debido a la diferencia de tamaño abismal entre ellos. De alguna forma, hizo salir ese instinto maternal que tenía almacenado por muchos años dentro de ella.


¡Que tiernos y diminutos se ven desde aquí! — menciono ella. 


Son los niños residentes del centro de adopción microputiense no. 506 — menciono la Dra. Alice O’Hara, una mujer adulta, muy alta y delgada, directora del centro de adopción prodigan que acompañaba a esta joven y observaba a través de una pantalla todo lo que la joven veía con la lente del microscopio.

 

Se encontraban en un pequeño cuarto repleto de varios tanques de vidrio que descansaban sobre unos estantes de metal. Esta era la sala de adopción microputiense, la más pequeña del centro y a su vez la más grande en población de todas. Era una de las menos frecuentadas por los padres prodigan que deseaban adoptar, usualmente llegaban preguntando por las salas gulliverianas o los pasillos de adopción brobdingnagiano.

 

Sin embargo, en esta ocasión la Dra. O’Hara se asombró cuando vio llegar a esta joven preguntando primeramente por las salas de adopción microputienses, algo no tan común de ver en realidad, por lo que de inmediato se ofreció voluntariamente para acompañarla y asesorarla personalmente por todo el lugar.


¿En qué edad se encuentran estos niños? — pregunto la joven prodigadiana, que seguía observando desde el microscopio a los huérfanos del lugar.

 

Estos están por cumplir los doce años de edad, la población de ese centro es de aproximadamente 30,000 niños, y hay dos mil más como estos dentro de este tanque — contesto la Dra O’Hara.

 

Todos ellos son sanos y fuertes, y están listos para aceptar un nuevo hogar — le concluyó, esperando con esto lograr convencer a esta joven de adoptar al menos unos cientos de ellos.

 

¡Oh, ya veo! — expreso la joven, quien se apartó de los binoculares y dirigió su atención a la doctora.


E imagino que llevan muchos años encerrados aquí — le vuelve a expresar.


En efecto, algunos llegan al centro, según nuestros registros, desde que tienen cuatro años, no han visto nada fuera de ese lugar y de las paredes del cristal, que como te habrás dado cuenta, tienen un blindaje que no permite que ellos vean al exterior. le afirmo la doctora con interés.

 

Pero nosotros si podemos ver lo que hay dentro del cristal — le responde la joven, volviendo a centrar su atención al reluciente tanque de vidrio repleto de tierra y césped muy finamente cortado y con unas pocas manchas de urbanización. Se parecía mucho a un terrario muy bien elaborado.  

 

Naturalmente y si deseas ver con precisión los diversos centros de adopción que hay adentro y a sus miles de niños, el microscopio de barrido puede ayudarnos en eso — reafirmo la doctora, señalando al pequeño microscopio en el borde del tanque que dirigía su objetivo hacia el centro del terrario.

 

Es fascinante — dijo la joven, que volvió a observar detenidamente por encima de los binoculares por un rato más.


Cuando termino, volvió a centrar su atención hacia la doctora y con mucha perspicaz, le declaro sonrientemente su decisión, sorprendiendo en gran manera a la Dra. O’hara.

 

He decidido adoptar a todos los niños de este tanque — le dijo, — ¡son realmente increíbles y perfectos para mí! ­— 


¡¿De verdad?! ­— exclamo la doctora con absoluta sorpresa.


¡Si, en verdad! — le reafirmo la joven con emoción — y quisiera también agregar a todos los niños liliputienses que me enseñaste en la sala anterior, ¿habrá algún impedimento? — le preguntó al ver el rostro inexpresivo de la doctora.

 

¡No, para nada querida! — se apresuró rápidamente a contestar la doctora Alice — es que estoy asombrada por tu afectividad con ellos” le dijo, nunca había visto en todos sus años de dirigir este lugar a alguien tan emocionada en adoptar a estos, los más pequeños del lugar.

 

—"Pocos como tú se ven por este lugar” — le elogio Alice, — “tu actitud me brinda gran confianza y felicidad, sé que los cuidaras con gran cariño y amor” — le expreso con sinceridad.

"¿Cuál es tu nombre completo querida?"


"Sonia Élise Softmore, doctora"— le respondió la bella joven.


—"Muchas gracias por brindarme esta oportunidad, es un gran deseo que he estado guardando por mucho tiempo, y ahora por fin podré cumplirlo, ¿cuándo me los podría llevar?" — preguntó. 


—"De inmediato, solo firma los formularios de adopción necesarios y podrás salir con ellos"— le aseguro Alice.


—"Estupendo"—
contesto Sonia Softmore, una alegre y sociable científica bióloga que estaba en la cúspide de su carrera, a punto de cumplir los 30 años y que por mucho tiempo había postergado el casamiento y tener hijos para lograr sus éxitos académicos y profesionales en aras de la ciencia y la sabiduría.


Pero ahora, se encontraba lista para emprender este nuevo proyecto y cambiar para siempre la vida de innumerables niños que no tuvieron la oportunidad como ella de ser criados y educados con amor y bondad.


Ahora ella seria su madre, su gigantesca madre que se preocuparía y velaría por cada uno de los miles y miles que vivirían en ese pequeño tanque de vidrio.                   

 

Empero, a pesar de estar emocionada por este nuevo capítulo, el miedo y la duda comenzaron a invadirla por un momento, ¿cómo le haría para poder comunicarse con todos ellos?, ¿cómo le haría para conocerlos a todos ellos?, ¿se llevarían bien con ella y la aceptarían como su madre?, las preguntas en su mente comenzaron a agolparse, pero rápidamente se esfumaron cuando le fue entregado el pequeño tanque en el que vivía Andrew y miles de compañeros.


Que glorioso recuerdo quedó registrado en la vida de Andrew y en la de miles que lo acompañaban, cuando escucharon por el inmenso altavoz del centro que todas y todos habían sido adoptados por el inmenso ser que habían visto recientemente en el cielo.

Ahora se mudarían a un nuevo hogar y vivirían con felicidad bajo el cuidado y protección de una benevolente y gigante madre prodigadiana que les daría el amor y el cariño que desafortunadamente sus padres biológicos no pudieron hacer.




Hoy, después de diez años, un apuesto y brillante Andrew de 22 años, le gustan las aventuras y los desafíos difíciles y esta punto de embarcarse en una magnifica y fascinante aventura.

Esta a punto de realizar un éxodo maravilloso y único hacia un mundo especial...

Hacia el cuerpo de su “madre”…

La gentil madre que todo huérfano desea…

 

 

 

 

End Notes:

Capitulo reescrito

Rumbo al "seno de la diosa" by biba950705
Author's Notes:

Desde la perspectiva de Andrew... 

La vida para Andrew no podría ser más gustosa y placentera, que la que tenía él y sus otros millones de hermanos que vivían en un inmenso acuario de vidrio bajo el cuidado irremplazable de su gigante y majestuosa MADRE que les brindaba día con día lo necesario y más, para poder vivir cómodamente por el resto de su vida.

Inmensas hogazas de pan, que alimentaban a miles, caían del cielo cada mañana y se distribuían rápidamente entre la inmensa población del acuario... le decían “el pan sagrado” y era proporcionado por la madre diosa para que recordaran Su nombre día con día y mantuvieran siempre en su mente su inferioridad y absoluta dependencia de ella... que si no fuera por su bondad y longanimidad para con ellos no tendrían estas grandes dadivas y bendiciones, las cuales les habían permitido crecer y hacerse más fuertes e inteligentes por todo el inmenso acuario. Ella quería enseñarles cada día a ser más agradecidos.


La diosa también les brindaba con regularidad leche extraída directamente de sus senos que había demostrado que sanaba y curaba heridas e incluso enfermedades cuando se sumergían profundamente en ella, por lo cual era sagrada para ellos... un recurso sumamente abundante e inagotable pues prácticamente existía un inmenso océano de ello en el centro del acuario... el “MAR DE LA DIOSA”.

Presenciar a la madre diosa en el cielo descubrirse uno de sus grandiosos senos en el que fácilmente podía albergar a millones de ellos, y ver como dejaba caer millones de litros de leche fresca y sabrosa en el centro de ese inmenso mar blanco que se extendía por millones de kilómetros cuadrados y que alimentaban a millones de ciudadanos día con día, era un acontecimiento por el que cientos de miles de micros y lillis, se alistaban para presenciar con regularidad... era una experiencia sorprendente y única que podían ver cada cierto tiempo en una fecha que Ella les revelaba.

Por lo que para Andrew y sus hermanos, la madre diosa era alguien sumamente majestuosa y benevolente, y a menudo Andrew se preguntaba si sería posible ser uno con ella... es decir, que pudieran ser parte de su esencia divina... poder hacer de su inmenso y divino cuerpo un lugar confortable y seguro para vivir... un mundo fantástico y utópico en el que pudieran coexistir y crecer simbióticamente con ella.

Pronto descubriría que sí, cuando en una mañana, Andrew se preparó para estar en las costas del mar blanco a tiempo para presenciar el descenso de la leche divina junto a millones de sus hermanos.


Ese día sería el comienzo de una gran historia para él, y un recuerdo que quedaría plasmado en la memoria de millones de ciudadanos hijos de la diosa... el día en que se enteraron que vivirían en el cuerpo de su madre, la diosa Sonia les extendía el mandato de mudarse y comenzar una civilización en un mundo nuevo y diferente al que ellos vivían, su hermoso y glorioso cuerpo.


Andrew al despertarse muy temprano ese día, se vistió con un pantalón y una camisa blanca, especial para la ocasión y con gran entusiasmo salió de su pequeña casa y se encamino rumbo a la parada del autobús a unas cuantas cuadras de su casa. Afuera el cielo aún se encontraba oscuro, significaba que la diosa aun dormía, por lo que aún estaban a tiempo para llegar al mar.

Al llegar a la parada Andrew se encontró con Sam, su amigo de la infancia, que al igual que él también estudiaba en “La Society” la universidad más grande y prestigiosa de todo el acuario.


“¡Hey Andrew!, por poco no llegas, hermano, el bus llegara en dos minutos”. —

 

“Perdón, se me ‘pegaron’ las sabanas” — contesto Andrew, — “me desvele anoche terminado el reporte que nos pidió el señor Langdon, hay que entregarlo ya”. —

 

“¡No, no inventes!, se supone que ese reporte es para la semana que viene, yo no lo he hecho” — respondió asustado Sam.

 

“No, no es cierto Sam, el señor Langdon dijo claramente, que era para hoy, sin eso no podrás presentar el examen final” — respondió Andrew con preocupación.

 

"Pues ni modo, tocara pedirle que me lo pase quien ya lo acabo" — contesto Sam mirando fijamente a Andrew para que entendiera su indirecta.

 

"Ok va" — le respondió Andrew rápidamente captando la indirecta, — "pero solo si me pasas lo de la señorita Belo"— terminó por pronunciar.

 

"Hecho" — dijo Sam. Era bueno para negociar.

Mientras tanto el autobús llegó a la estación, Andrew y Sam abordaron junto con otros más que también realizarían el viaje hacia el mar, un viaje de unos 30 kilómetros hacia el borde de un acantilado.

 

Mientras el autobús subía sobre una colina muy pronunciada, Andrew se asomó a la ventana y observo el vasto horizonte que yacía a lo lejos... pudo visualizar el vasto mar oscuro al cual se estaban dirigiendo, en unos momentos más empezaría a blanquearse en cuanto saliera la luz del “sol”.

 

A lo lejos vio como cientos de autobuses descendían por una carretera que conducía hacia la “Bahía de los Ángeles”, una playa destinada para los miles de ciudadanos liliputienses, que al igual que Andrew y Sam, se dirigían para observar la “Gran Lluvia Blanca” de la Diosa Madre sobre el mar... era un espectáculo que nadie se quería perder, sin embargo para los microputienses no era seguro presenciar este evento a la orilla del mar debido a la rápida crecida del nivel que ocurría en el momento en que la leche divina caía hacia el profundo mar. Por lo que los micros observaban el evento desde la cima de un enorme acantilado ubicado a un costado de la bahía de los ángeles.

 

Por tal motivo, el autobús en donde iban Andrew y Sam tomo un camino diferente al del resto subiendo cada vez más en dirección hacia el borde del cerro, solo entonces Andrew logro observar a lo lejos más allá del cristal la silueta oscura de una mujer que yacía acostada plácidamente sobre una cama... por supuesto no hacía falta preguntar ¿quién era? pues todos en ese autobús lo sabían, era Sonia...  


La Diosa Madre de Todos...

“¡Mira Sam!, que increíble se ve nuestra madre desde aquí” — dijo Andrew, haciendo que Sam se pusiera a observar el horizonte también.

Sonia, o mejor dicho la Diosa Madre, se encontraba a miles y miles de kilómetros de ellos, y aun así era fácilmente visible desde esa distancia debido a su exorbitante tamaño.


“Si que sí Andrew, es realmente hermosa, y más increíble debe ser para nuestros cientos de hermanos más grandes que están ahora allá con ella” — respondió Sam, refiriéndose a la pequeña expedición de gulliverianos que habían partido del acuario tres años atrás, con la ayuda de Sonia, para establecerse temporalmente en una parte de su inmenso cuerpo con el propósito de estudiar las condiciones del lugar, por motivos que hasta ahorita desconocían.


“¿Cuál crees que haya sido el propósito por el que esos gullis se fueron con nuestra Madre? — pregunto Andrew, — “nunca nos dijeron oficialmente el propósito de la misión y hasta ahorita los ‘vigilantes’ no han actualizado nada al respecto a nosotros los micros” — complementó mientras observaba por la ventana que el cielo comenzaba a aclararse. 

“Yo creo que no han tenido éxito aún en lo que hicieron y por eso los vigilantes no han dicho nada todavía,” — le respondió Sam, — “ya sabes cómo se la dan ellos de perfeccionistas, nunca aceptaran errores de su parte... política tú sabes”.

 

“O tal vez sea por instrucciones de nuestra madre” — consideró Andrew también, — “no sé, quizás algún proyecto a futuro, no crees”.


“Quizás” — contestó Sam no muy interesado. En realidad, no se había puesto a pensar en ello en mucho tiempo hasta hoy, que Andrew se lo recordó.


Parecía que nadie se acordaba ya de ello, cuando en su momento ocupo la mayor parte de las conversaciones cotidianas por varias semanas. Quizás solo Andrew lo recordaba constantemente.


“No sería increíble algún día poder ir a visitar el maravilloso cuerpo de la diosa” volvió a proferir Andrew con cierta emoción, — “imagínate nada más, ir al mero lugar de donde nacen las aguas del inmenso mar blanco a nuestro alrededor”. —

 

Sam se quedó callado pensando en esa posibilidad, contemplando el horizonte hacia donde se encontraba dormida la diosa.

 

“Si tuviera la oportunidad de al menos estar un día ahí créeme, que lo dejaría todo por tal de verla y conocerla más de cerca”, — terminó por afirmar Andrew ante el misterioso silencio de su amigo.


“No creo que sea tan simple” finalmente hablo de nuevo Sam, — “si bien, no dudo de la infinita bondad de la diosa madre para con nosotros, con su cuerpo es otro cantar” — le recordó.


“El cuerpo de la diosa es un lugar muy inestable y peligroso para nosotros los micros, lo dijo la señorita Lucy la semana pasada, su cuerpo es casi igual al nuestro, con fluidos y ácidos que pueden deshacernos y consumirnos al momento, y eso sin contar a los terribles ácaros que deben de vivir en su cuerpo, no me quiero imaginar lo grandes que pueden ser para nosotros”.


“Vaya, que curioso, pusiste atención a todo lo que dijo Lucy, pero no pusiste atención al Sr. Langdon cuando dio la fecha del reporte”, — le responde inmediatamente Andrew con cierto reclamo.

 

“Bueno es muy sencillo, el Sr. Langdon no tiene una linda tez a la que pueda estar poniendo atención todo el tiempo, je je” — le refuto Sam con picardía.

 

“¡Que enfermo estas!... aunque te entiendo, quien no puede mirar a esa belleza je je” le subrayo Andrew alegremente.


“Lo mismo me pasa con la diosa, no me preocupo tanto por los peligros que pueda haber sino por estar mirándola constantemente y preguntarme si existe la posibilidad de estar muy cerca de ella” le confió Andrew, — “ojalá algún día se pueda hacer realidad mi sueño sin problema”. —

 

— “Amen a eso” — respondió Sam, aceptando con sinceridad los deseos de su amigo.


Finalmente, después de casi dos horas de viaje, el autobús llego al “SENO DE LA DIOSA”, un pequeño mirador, ubicado en la cima del enorme acantilado a una altura de casi 100 metros liliputienses, llamado así en honor a la inmensa mama de la diosa que se podía vislumbrar con gran claridad desde esta distancia y de donde también podrían presenciar la grandiosa “lluvia” de la diosa sin verse afectados por la rápida crecida del mar.

Al bajar Andrew y Sam del autobús notaron que no se encontraban solos en el lugar, cientos más ya se habían apostado en el borde del mirador esperando con inquietud el arribamiento de la madre diosa.


De pronto la luz se alzó sobre el horizonte manchando el inmenso mar y dándole por fin su increíble color blanco y entonces se oyó a lo lejos un sonido fuerte y estruendoso proveniente de afuera del acuario, era el reloj despertador de Sonia que sin fallar marcaba el momento de levantarse de la cama... para Andrew y los millones dentro del acuario fue la señal de que la diosa se acercaba y con emoción esperaron el arribo del inmenso pezón que les daría la bienvenida con un rico y jugoso “aguacero”...

End Notes:

Volvi a reescribir el capitulo y a ponerle mas dialogo, disfrutalo

En las entrañas de la Diosa by biba950705
Author's Notes:

La introduccion de un nuevo personaje a la historia...

El aparato digestivo de Sonia Softmore resulto ser el sector más poblado de su cuerpo. Tras haber pasado cinco años del increíble acontecimiento conocido como “el gran éxodo”.  La gran cantidad de espacio disponible en sus intestinos represento una gran oportunidad para sus habitantes de seguir expandiéndose rápidamente.

 

La arquitectura de la Ciudad Capital se construyó pensando en las familias numerosas que tendrían los millones de microputienses que se establecerían allí, con casas grandes y muchas habitaciones y pisos construidos para garantizar que cada miembro de una familia tenga un lugar donde dormir.

 

Parques infantiles, bibliotecas, restaurantes, talleres y muchas otras instalaciones familiares han sido hechos para que la población pueda pasar su tiempo libre en ellas, con una vista fabulosa de un cielo rosado intenso que les recuerda siempre el lugar íntimo y recóndito del benévolo ser en donde viven.


De entre los muchos puestos y lugares del trabajo que se realizan en el Pueblo Capitalino, el más destacable y difícil es el de recolector

Esta exigente labor ocurre en el estómago de la Diosa y consiste en extraer de la comida que ingiere diariamente, los recursos materiales y materias primas necesarios para las diversas actividades económicas que se desarrollan dentro de su cuerpo. Es un trabajo cansado y riesgoso que requiere mucha atención y cuidado puesto que los trabajadores están expuestos de caer en las peligrosas aguas acidas del inmenso océano naranjado y corrosivo que cubre toda la superficie del estómago.      

 

Los microputienses que realizan este trabajo utilizan vehículos voladores amarillos para acercarse a la comida. Estos vehículos son pequeños de tal modo que solo pueden caber dos trabajadores en él, los cuales se encargaran de controlar cada una de las garras a cada lado del vehículo, las cuales romperán los trozos de la enorme montaña de comida a la cual se acerquen y los dejaran caer en una escotilla situada en la parte superior del vehículo. 


Los vehículos se construyeron para ser muy resistentes a los ácidos estomacales y para mayor seguridad los recolectores llevan también trajes especiales que los protegen en caso de que fallen y caigan a las corrosivas aguas. Cuando eso ha ocurrido, los protocolos de emergencia han permitido salvaguardar rápidamente a los pilotos del vehículo afectado antes de que sea consumido por el ácido y en muy pocas ocasiones ha resultado en una perdida mortal.

 

Todas las mañanas cuando la comida de la diosa desciende por el gigantesco túnel superior y cae hacia la superficie en grandes trozos, miles y miles de estos vehículos sobrevuelan a la vez por toda el área como si de una inmensa colmena de abejas se tratara.

 

Una vez que el depósito de los vehículos este lleno, volarán hasta un enorme tractocamión y verterán los alimentos en él. Este tractocamión es sumamente gigantesco para los micros puesto que esta echo para que lo vuelen los lillis y llevara el alimento recolectado hacia su destino en el sector que se le haya encomendado ir del cuerpo de la diosa.  


Estos camiones son los que se encargan de volar diariamente a las distintas partes del cuerpo de Sonia llevando los materiales y alimentos que se requieren a los diversos pueblos y ciudades establecidas dentro de ella. El número de estos vehículos asciende a los miles y a los liliputienses encargados de pilotarlos se les conoce como “los benefactores” por el beneficio sumamente grande que ofrecen a los millones de habitantes que residen dentro del cuerpo de la “Gentil Madre de Todos” …

..........

A lo largo de los años, miles de recolectores y benefactores han cumplido fielmente con esa gran labor que se les encomendó realizar y aunque infinidad de historias y relatos han surgido de todos ellos, quizás solo uno merece la pena destacar… la historia de Ben, un joven recolector microputiense que vivió en el cuerpo de Sonia y se convirtió en un individuo importante para su civilización y de sumo valor para ella.

 

Habiendo pasado desapercibido entre los muchos miles de micros del mundo acuario donde vivía antes, su vida cambió gradualmente cuando se mudó al cuerpo de la Diosa. A pesar de su naturaleza amable y tranquila, no había tenido suerte de intimar con las chicas de su raza y su grupo de amigos personales era muy reducido mientras vivió en el acuario de Sonia durante toda su adolescencia y parte de su juventud.

 

Proveniente de un centro de adopción prodigadiano, su vida tomo un giro radical, junto con miles más, cuando fue testigo del suceso conocido como “El Alumbramiento” en el que por primera vez pudieron ver el divino ojo azul de la Diosa en el cielo y se enteraron de que habían sido adoptados por ella y se habían convertido en sus pequeños hijos e hijas… fue como si volvieran a nacer, una nueva vida llena de amor y cariño brindados por una benevolente y hermosa madre de miles y miles de kilómetros de altura.

 

Mientras estuvo al cuidado de la Diosa en el acuario su vida era tranquila, aunque no significativa, se sentía indiferente ante los demás, sentía que algo más le faltaba por realizar, por tener. Quizá era placer, reconocimiento, o tal vez abundancia y riquezas. 


Sin embargo, todo eso cambio cuando decidió salir del acuario junto con miles más, y trasladarse hacia su divino y hermoso cuerpo llegando a ser parte de los millones de hijos huéspedes que comparten un mismo “ser” no solo en lo físico, como inicialmente empezó, sino también en lo mental. 


Ben fue el descubridor de esa unión mental con Sonia, y gracias al él, miles más han podido unirse a Ella en lo más profundo de su intimidad, llegando a ser parte de sus sueños, pensamientos y deseos... una unión más allá de lo común.  

 

Cuando llego al cuerpo de la diosa, como todo explorador, se sometió a un rápido sorteo que le ubicaría en un lugar en donde vivir y trabajar… de entre los muchos paradisiacos lugares e increíbles empleos en donde podría haber salido elegido, resulto ser uno de los más difíciles y riesgosos, el de ser recolector.


El viaje de Ben hacia Su Madre by biba950705
Author's Notes:

Volvi a reescribir el capitulo para hacerlo darle una mejor continuacion a la historia. 

El despertador de Ben marco las 6:00 AM, y con fuerza empezó a sonar…Ben lo apago con ánimo y después de unos minutos de vacilación se levantó de una de las camas de la litera en la que se hallaba, su compañero de cuarto ni se había inmutado en escuchar la alarma y seguía dormido.

Ben procedió a tomarse un baño en la tina y a prepararse para su jornada laboral de hoy…la habitación donde estaba era pequeña parecía un pequeño pasillo en donde solo estaba distribuida la litera con un pequeño guardarropa a los costados, el cuarto de baño era lo único que lo separaba del resto de la habitación ya que se encontraba hasta el final del pasillo en el que tampoco contaba con ventanas que mostraran el exterior.

La habitación era una de las más de cinco mil habitaciones que formaban el enorme complejo habitacional “Fundus” localizado en la parte superior del estómago de la diosa y en donde vivían los casi 50,000 trabajadores microputienses que diariamente apoyaban en las labores de digestión del cuerpo de Sonia.    

Ben había sido seleccionado a este gran equipo de trabajo poco tiempo después de haber arribado al cuerpo de la diosa y desde entonces él, junto con miles más, habían trabajado en el difícil proceso de extraer los recursos naturales esenciales, de las toneladas y toneladas de comida que la diosa madre les proporcionaba diariamente, cuidando siempre el no tener una exposición al jugo gástrico, que al igual que el ácido gástrico de sus cuerpos, era muy corrosivo para un microputiense a tal punto de desintegrar la piel al tener un contacto directo con él.  

La jornada laboral comenzaba hasta las 8 de la mañana, aún faltaba mucho tiempo por lo que era de esperar que Stan, su compañero, aun durmiera tranquilamente sin preocupación; sin embargo, para Ben ya se había hecho una costumbre el levantarse mucho más temprano para tener un poco de tiempo de meditación y relajación en la pequeña pero confortable tina que su departamento tenia. Este era un habito que aprendió e imito de la amorosa y grandiosa Sonia, quien también tomaba baños en la tina con regularidad cuando se levantaba por las mañanas a trabajar.

Mientras Ben descansaba en la tina vinieron a su mente los recuerdos de cuando inicio su extraordinario viaje hacia el centro de la Gran Madre, recordó como había sido su éxodo junto a miles más, en la gran expedición “Lazarus”, que en su momento había sido una de las más grandes, llegando casi a las cien mil personas.

 

Conformada por decenas de naves grandes y pequeñas, aterrizaron todas sobre el vasto vientre de la diosa, y de allí se esparcieron a diferentes lugares de su cuerpo.

Ese día en que inicio la expedición fue una mañana de domingo… un día en el que Sonia descansaba de su labor en el laboratorio y lo dedicaba para descansar en su cama, mientras observaba con detenimiento las grandes naves espaciales que zarpaban desde el acuario y volaban lentamente hacia ella… o al menos así las veía desde su perspectiva.

 

Para Ben y los miles de microputienses fue una experiencia única e impresionante viajar dentro de las veloces naves y observar desde la ventanilla el glorioso y magnifico cuerpo de la diosa, siendo cada vez más y más grande conforme se iban acercándose más, a una velocidad impresionante.

 

Ben recordó cuando se encontraban volando por encima del muslo izquierdo de la diosa a poco más de 1000 km, una altura estratosférica para los microputienses, pero de apenas unos cuantos centímetros para la gentil prodigadiana.


Fue una vista espectacular y asombrosa para Ben; observar el increíble paisaje rosado anaranjado desde su perspectiva por la ventanilla, que representaba en realidad el colosal muslo de la diosa que fácilmente podría dar albergue a países enteros de micros y lilis.

 

Pronto la tonalidad del suelo comenzó a oscurecerse y un inmenso follaje empezó a aparecer sobre la superficie… Ben reconoció en ese momento hacia donde se estaban acercando ahora, el monte pubiano, y casi al instante cuando la nave realizo un viraje, Ben pudo observar la grandísima montaña repleta de un extenso follaje hacia donde se aproximaban… una vista sumamente espectacular, difícil de olvidar.


“Atención queridos pasajeros, nos encontramos volando en este momento sobre el monte pubiano de nuestra madre Sonia, hogar de millones de personas que se alojan en lo profundo de sus innumerables vellos”, la voz de uno de los pilotos se escuchó por los altavoces de la nave.

 

“Como dato interesante el monte tiene una elevación de más de 100 km y una extensión de más de 1000 km de diámetro, que es suficiente para albergar a la población de todo un país”.

 

Ben se quedó impresionado con esta información, las dimensiones eran realmente gigantescas (aunque no eran nada desde la perspectiva de ella) pensó, (apenas unos cuantos centímetros serian). Fue el momento en que se dio cuenta de la increíble insignificancia que era él para Ella… pertenecería a la Diosa y literalmente todo su mundo giraría en torno a ella a partir de ahora. Fue un momento de reflexión e introspección muy profundo y claro para él.   


Al querer contemplar Su rostro en el horizonte se dio cuenta que desde este punto era imposible debido a las gigantescas montañas mamarias que ocultaban su divino rostro a lo lejos.

 

Los monumentales pechos de la giganta resultaban inmensos, aun para las mujeres prodigans, por lo que era de esperar que para los insignificantes micros fueran casi como planetas que adornaban el vasto paisaje de su cuerpo y ocultaban su magnífica faz a lo lejos.


Si querían ver su rostro se iba a necesitar estar a mucha más altura de donde estaban.     

 

De pronto el monte quedo atrás y la nave comenzó a descender, la tonalidad del paisaje volvió a cambiar a rosado, y a lo lejos se pudo visualizar el gran agujero de la diosa, su ombligo, lugar en donde se disponían aterrizar. 


“Atención pasajeros” — la voz del capitán de la nave de nuevo se oyó por el altavoz, — “nos encontramos a 5 minutos del centro umbilical de la diosa donde aterrizaremos, por lo que solicitaremos en breve que abrochen sus cinturones hasta que estemos en tierra firme”.

 

La emoción de Ben comenzó a crecer en él conforme la nave empezó a descender y el paisaje rosáceo comenzó a acercarse más. Estaban aterrizando y desde la ventanilla podía observarse el inconmensurable cráter que era el ombligo de la diosa, el cual se extendía por cientos de kilómetros en el horizonte y del que no se podía apreciar su fondo desde la superficie, sino más bien una vasta oscuridad que le daba un ambiente desolador.

 

Por supuesto Ben, como todos los demás, conocían el porqué de esta situación. El ombligo de Sonia desde la perspectiva de un microputiense era algo sumamente enorme, su diámetro oscilaba los 300 kilómetros y su profundidad llegaba incluso hasta casi los 200 kilómetros, suficiente para que diversas ciudades y pueblos se establecieran sobre los pliegues y las paredes, hasta llegar incluso a su fondo en donde no llegaba la luz natural y tuvieron que alumbrar con luz artificial. 


Se decía que las ciudades establecidas en el fondo disfrutaban mucho de los sonidos gorgoteantes que salían desde abajo, desde las entrañas de la diosa a cientos de kilómetros de profundidad y aunado a todo ello, estaba además el increíble vaivén del suelo que experimentaban a cada momento todos los habitantes de la región abdominal debido a la inhalación y exhalación de la respiración que la diosa realizaba a cada momento. 


Esto, hacía sentir a cada uno de ellos que este mundo estaba completamente vivo, que eran parte de un “ser” hecho a la misma imagen y semejanza que ellos, un “ser” que sentía, que hablaba y se movía como todos ellos, y que además podría acabar en un santiamén con todos ellos si ella lo quisiera, sin siquiera tener alguna oportunidad de detenerlo.

 

Mas no obstante con todas estas características, ese gigantesco “ser” estaba dispuesto a dar todo por esas insignificantes criaturas que ni siquiera eran visibles a su vista, la respuesta es muy sencilla: eran sus hijos y ella su madre.


Durante estos años la prodigan Sonia había dado a sus millones de hijos su más grande anhelo, que viviera para siempre dentro del seno de una diosa benevolente, que llegaran a ser “uno” con ella, que sintieran su gentileza y amor, y pudieran vivir en un mundo de paz y tranquilidad acorde con los lineamientos y reglas que ella decretó.                              

 

Ese momento por fin llegó para Ben cuando descendió de la nave y toco por primera vez la superficie de su gentil madre, la cual se convirtió en tierra santa para él... y a pesar de que había decidido con anterioridad hacia donde quería ir, la selección de ser recolector y tener uno de los trabajos más complicados de ese mundo, no provoco que su ánimo decayera, pues de cierta manera estaría en el centro de su madre y cumpliría en alguna forma su deseo de sentir y experimentar el estar muy dentro de ella… 

El protocolo "DOMO" by biba950705
Author's Notes:

En primera persona. 

Del diario de Sonia:

Domingo 10 del mes cuarto del año 3 D.E. (Después del Éxodo) 


Cuando desperté esta mañana muy temprano, no fue con la mayor satisfacción. Los mareos y el dolor de cabeza producto de la resaca que estaba sintiendo, me hizo olvidar por un momento de los eventos importantes que sucederían durante el transcurso de este día, que, a diferencia de la fiesta improvisada e inusitada de anoche, venia planeando con mucha anticipación.

 

Por un lado, estaba de antemano la enorme expedición que estaba preparada para zarpar hacia mi cuerpo en cuanto diera la orden; y por otro, estaba la esperada cita que, por insistencia de Kelly y Jenny, había aceptado tener en la tarde con Alex, quien como ya he escrito antes, es un exitoso corredor de bolsa 7 años menor que yo, quien no tiene inconveniente por salir con alguien mayor que él.

 

Esto, por supuesto es fácil de comprender, ya que a mis 42 años de edad poseo todo lo que un hombre puede desear en una mujer: un cuerpo hermoso y escultural, una tez muy bien definida para mi edad y un trabajo estable y bien remunerado.

 

Todo ello es gracias al cuidado exhaustivo que mis millones de huéspedes realizan en mi cuerpo día con día. 

 

Por lo cual, es de esperarse que un hombre exitoso como Alex, haya estado tan insistente desde hacía unas semanas para poder tener una cita conmigo. Estaba realmente deseoso por salir con alguien como yo, y estuvo mandándome flores y regalos con regularidad como forma de invitación, por lo que finalmente le acepte una cita con él.

 

Pero siendo sincera, la cita no fue lo que más me emocionaba cuando me levante de mi cama esta mañana.

 

Mi vida y mi propósito, como ya he referido, ha sido velar por los millones de “hijos” que resguardo con mucho ahincó, tanto dentro de mi lindo acuario, como los que guardo desde hace unos pocos años dentro de mi bello cuerpo.


Exitosa me he sentido, por todo lo que he logrado con ellos, han crecido y prosperado como una civilización pacifica en el que todos trabajan en armonía, para hacer que su mundo (mi cuerpo) sea un lugar mejor, más saludable, más tranquilo y más próspero… un logro difícil de alcanzar hasta ahora por los gobiernos prodigadianos en donde vivo. 


Por tal motivo, mi emoción principal de esta mañana fue la gran expedición que se iba a realizar en esta modesta habitación. Un evento sumamente grande e importante para mí civilización, decenas de miles de mis lindos micros y lilis del acuario, se establecerían por primera vez en alguna de las distintas ciudades establecidas por mi cuerpo. Mi cita de la tarde paso a segundo término.

 

Ya hasta le había otorgado un nombre a esa expedición, “Lazarus 1”, la primera gran expedición desde “el gran éxodo” que ocurrió hace tres años.

 

La cantidad de pasajeros que esperaba recibir en mí, rondaba cerca de los cien mil, un número muy elevado a los diez mil o quince mil que estaba acostumbrada a recibir con regularidad.  

  

Sabiendo esto, me apresuré rápidamente a dejar mi cuerpo en buenas condiciones, ya que se encontraba sucio y desaliñado por el baile y el consumo sobrepasado de alcohol que había sobrellevado en casa de Jenifer la noche anterior, en la que aproveché para desestresarme y relajarme del trabajo teniendo un poco de diversión y placer como en mucho tiempo no había tenido.

   

Al incorporarme lentamente del colchón, sin desplegar las sabanas de mí, tomé el celular de la mesita de al lado y mandé un mensaje a mis “vigilantes” gullis y lilis:


“Buenos días vigías, su diosa madre amaneció con una fuerte resaca, ustedes ya saben la razón, por lo que necesita relajarse dándose un baño en la tina en vez de la ducha normal de hoy”.

 

“De tal forma que daré por iniciado rápidamente el protocolo ‘DOMO’, y de esta forma todo quede en buenas condiciones para la expedición de hoy”.

 

“Cumplan con su deber, con esa devoción que me han manifestado hasta hoy… mis vigías más grandes se unirán rápidamente a ustedes”.

 

Espere unos minutos a que el mensaje fuera respondido, y entonces las notificaciones de mis líderes comenzaron a llegar a mi celular con un mismo mensaje:

 

“Como desees, ‘Amorosa Madre’.”


Una sonrisa de satisfacción ilumino mi rostro, sabía que mis fieles hijos se encargarían de cumplir mi palabra con exactitud.

 

Procedí entonces a descubrirme suavemente las sabanas que cubrían mi cuerpo casi desnudo y con tierna voz desperté a mis once brobbys que dormían cómodamente sobre mí abdomen, arrullados por el suave vaivén que mi vientre realizaba cada vez que respiro.     

 

“Hora de levantarse niños” les hablé susurrante mientras acariciaba sus pequeños cuerpos con mis enormes dedos. 


Prontamente fueron despertando cada uno de ellos, dirigiendo un cariñoso “buenos días” hacia su gigantesca y amorosa madre que los miraba con ternura, esperando pacientemente que estuvieran listos para cumplir con su llamado.

 

Mis pequeños once apenas están entrando en la pubertad y desde hace poco se han estado acostumbrando a dormir conmigo; y muy poco dentro de la casa de muñecas que adquirí para ellos desde el día que los adopté. Al parecer, mi cuerpo les resulta más agradable y seguro.             

 

“Hoy es el día de la gran expedición niños, y no amanecí con bien hoy… anoche me excedí un poco en casa de sus “tías”, así que, necesito relajarme un poco esta mañana” les comencé a hablar tranquilamente, haciendo un esfuerzo grande por ocultar el dolor de cabeza que en ese momento decidió atacarme.

 

“Necesito que apoyen a sus hermanos a resguardarlos a salvo mientras me tomo un baño en la tina… ya saben muy bien que hacer… el protocolo ‘Domo’, ¿está bien?”

 

“Si, madre” respondió Lucy quien era la mayor de todos.

 

Entonces extendí mi brazo hacia la mesita de al lado y tome el pequeño cofrecito de apenas 2 centímetros y lo coloque tranquilamente sobre mi ombligo.

 

De inmediato, cada uno comenzó a sacar los diminutos cristales imperceptibles a mi vista, pero que sé que tienen forma de domo. 

 

Ya he comentado anteriormente para que sirven esos cristales… para proteger mis ciudades, las que están apostadas sobre mi cuerpo, de la masiva inundación que irremediablemente viene sobre ellas cada vez que procedo a bañarme en mi tina. 

 

El protocolo “Domo” consiste en que todas las ciudades micros y lilis de la superficie se protejan bajo un gigantesco domo durante el tiempo en que su diosa proceda a asearse y limpiarse de las impurezas que diariamente acumula en su cuerpo.

 

Es una tarea nada sencilla que debe hacerse rápidamente, y de lo cual me siento honrada por el gran esfuerzo que miles de mis gullis y lilis realizan cada vez que se activa. Ellos se aseguran de que todos los habitantes estén dentro de las ciudades-domo, y que nadie quede fuera a merced de las grandes corrientes de agua que recorren mi cuerpo.

  

Observé como cada uno de mis once niños se esparcían por mi cuerpo, llevando en sus manos los enormes domos hacia las distintas ciudades apostadas en mí. Unos hacia el norte, hacia mis enormes senos descubiertos para cubrir las ciudades apostadas en mi aréola y mi pezón; otros en el medio, protegiendo el ombligo y las áreas circundantes de mi abdomen; y también vi a los que fueron al sur, a mi zona inguinal que se encontraba cubierta por mis candentes bragas azules, para los que tuve que hacerles una abertura en el medio con mi mano para que pudieran pasar y proteger las ciudades apostadas allí dentro.


Posterior a esto escuche un ruido característico de mi celular, lo desbloque y leí la notificación:

 

“Muy buenos días Sonia, acabo de confirmar la reservación en el Shangri-La para hoy a las siete, si me lo permites pasare por ti a eso de las 6 en la tarde”.

 

El mensaje de Alex me hizo olvidarme por un momento del movimiento que se realizaba en todo mi cuerpo.

 

“OK, estaré lista” le conteste

 

Me quede esperando un tiempo en la cama navegando en el celular y dándoles el tiempo necesario para que cumplieran su cometido.

 

De pronto, otra notificación me llego, pero esta vez, era de mis traviesos hijos Fred y George:

 

“Todo está listo madre, el protocolo Domo se ha realizado como pediste”, decía el mensaje, y casi inmediatamente sentí un cosquilleo intenso en la profundo de mi clítoris cortesía de ellos; por lo que tuve que contener las ganas de rascarme y dañarlos a todos ellos.                

 

Sin más preámbulos, me levante de la cama y me dirigí al tocador para un refrescante y confortable baño, sabiendo que todos mis hijos estaban resguardados dentro de mi cuerpo y estarían protegidos de las inmensas aguas que golpearían con estruendo sus maravillosas y pacificas ciudades cuando estuviera dentro de la tina…


(Continuara)

 

 

 

 

End Notes:

Capitulo reescrito.

Un baño refrescante. by biba950705
Author's Notes:

Continua desde la perspectiva de Sonia...

Mientras la tina de baño se llenaba, Sonia se encontraba sentada sobre el inodoro vaciando su abultada vejiga…cuando termino observo con curiosidad por encima de sus muslos las pequeñas ondas que se movían en el agua amarillenta de la taza, sabía muy bien quienes eran los que hacían ese movimiento, unos cientos de sus hijos gulliverianos nadaban con entusiasmo sobre las aguas termales que ella había expulsado junto con ellos, los cuales venían acompañados de pequeños barcos repletos de liliputienses y microputienses que con antelación habían realizado el viaje desde los riñones de la diosa hasta ese inmenso saco hueco y musculoso que era la vejiga… una enorme cueva repleta de aguas termales, en donde podían relajarse, bañarse y convivir con cordialidad.

Era uno de los paraderos turísticos más encantadores para visitar dentro de su cuerpo, que finalizaba con un espectacular descenso por la uretra que tenía lugar cada mañana en la que Sonia se levantaba, y que era similar a viajar por un extenso tobogán, como si de un parque acuático se tratase.

“Lily, cariño, encárgate de ellos y asegúrate por favor, de que todos estén a salvo en las capsulas cuando salga de la tina” le dijo Sonia a Lily, su pequeña hija brobdingnagian de 8 años quien se encontraba en ese momento agarrada de sus cabellos púbicos en donde jugaba con los pequeños habitantes que vivían allí. 

“Pero mamá, yo me quiero bañar contigo” le respondió Lily con desanimo, “quiero jugar con mis hermanos también en la tina, porque no le dices a Lucy mejor”

“Cariño, esta vez te toca a ti… tus hermanos se encargarán de la expedición de hoy” le contesto Sonia con una dulce voz propia de una madre.

“Está bien” respondió Lily con resignación, y procedió a saltar desde su posición para zambullirse en el agua junto con sus demás diminutos hermanos.

“Gracias linda, confió mucho en ti; te dejare descansar todo el día en el lugar que tú quieras” afirmo Sonia, dándole una sonrisa a la más chica de susonce hijos brobdingnagianos y procediendo a sacar de un pequeño cajón del tocador tres pequeñas capsulas azules, a quienes deposito con mucho cuidado sobre el agua amarilla donde se encontraba nadando Lily con sus miles de hermanos.   

Tan solo unos momentos después, la tina de baño estaba casi al borde repleta de una abundante espuma con un aroma muy encantador, Sonia se levantó de su asiento y rápidamente cerro la llave.

Sus demás hijos se encontraban esperándola en el borde de la bañera listos para bañarse junto a ella, habían cumplido con eficacia el protocolo y ahora disfrutarían de un maravilloso baño en el agua dulce y refrescante junto a su diosa madre como acostumbraban hacer cada vez que ella se disponía a usar la bañera.

Para Sonia era algo completamente normal y placentero el que sus pequeños hijos de tan solo una pulgada de estatura la acompañaran en su vigoroso baño, a tal grado que disfrutaba los pequeños masajes que le brindaban en sus zonas más sensibles.  

Les había enseñado que el cuerpo humano era algo fascinante y maravilloso del que no tenían por qué avergonzarse, por lo que no era una perversidad el que ellos la vieran completamente desnuda… literalmente tenia a millones de ellos viviendo en sus partes más íntimas y privadas porque increíblemente eran los lugares más confortables y cálidos para vivir.

“Muy bien mis niños, ya saben que primero entro yo y después ustedes, no vaya a ser que aplaste a algunos de ustedes” les dijo poniéndose encuclillas junto a ellos ya sin ropa lista para la bañera.

“Thomas, Nicky les voy a pedir que se pongan sus trajes de buceo… necesito que hagan una inspección ahí “abajo” y saquen todo lo malo… solo tengan cuidado con sus hermanos de allí” les susurro Sonia a dos de sus hijos más aventureros.

“Los demás, les tendré algunas tareas cuando comencemos la expedición, pero por lo pronto ya saben lo que a mamá le gusta que le hagan cuando se baña con ustedes”.        

Si, mamá”respondió John el hijo mayor después de Lucy en representación de los once.

Y con esta premisa Sonia se metió en la bañera y cerro sus ojos como modo de relajación mientras escuchaba el pequeño chapoteo que sus hijos hacían cuando se zambullían en la tina de 35 metros de profundidad, les dejaría que se divirtieran explorando y jugando con su enorme cuerpo de más de 100 metros de longitud mientras descansaba de los dolores que la aquejaban debido a la resaca con la que había despertado.        

….

Una hora después se encontraba saliendo del baño limpia, refrescada y preparada para dar comienzo a la gran expedición microputiense hacia su glorioso cuerpo, que estaba planeada para esa tranquila mañana de domingo.

Cumpliendo la promesa a su hija Lily, Sonia se dispuso rápidamente a sacarla del fondo de la taza y colocarla sobre el tocador de su baño; había logrado que todos sus hermanos más pequeños estuvieran dentro de las capsulas submarinas para cuando ella saliera del baño y ahora se disponía a descansar todo el día tal como Sonia se lo había prometido. 

“Donde te gustaría descansar cielo” le susurro Sonia.

“En el acuario mamá, quiero nadar en la piscina blanca y descansar toda la tarde allá y jugar con mis amigos gullis de allí” respondió Lily con avidez.

“De acuerdo” le respondió Sonia, quien se propuso a sacar con sus dedos las tres pequeñas capsulas azules cargadas de miles de diminutos. 

“Los submarinos están listos para iniciar el viaje otra vez mamá” le reafirmo Lily al ver como Sonia colocaba con mucha parsimonia las pequeñascapsulas sobre un pequeño vaso de vidrio casi lleno de agua, que se encontraba sobre el tocador.

“Gracias cielo, hiciste un buen trabajo…estoy segura que tus hermanos te lo agradecerán” le contesto Sonia con gran gentileza.             

Y entonces sin más preámbulos tomo el vaso y se engulló toda el agua con las capsulas, enviando a miles de sus hijos a las profundidades de su estómago, desde donde partirían a sus respectivos hogares dentro de los confines de su planetario cuerpo...

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