Bajo la Diosa by GeaGts
Summary:

En esta historia un chico se verá encogido por la chica a la cual atormentaba en secundaria, descubriendo no solo un rico mundo de venganza, sino que también el dolor, la magia, y el amor de verdad a una escala... Monumental.


Categories: Giantess, Teenager (13-19), Adult 30-39, Couples, Entrapment, Feet, Growing/Shrinking Out of Clothes, Humiliation, Mouth Play, New World Order, Slave, Vore Characters: None
Growth: Giga (1 mi. to 100 mi.)
Shrink: Minikin (3 in. to 1 in.)
Size Roles: F/m
Warnings: This story is for entertainment purposes only.
Challenges: None
Series: Giantessverso
Chapters: 32 Completed: Yes Word count: 45565 Read: 46754 Published: January 21 2021 Updated: January 21 2021

1. Capítulo 1, la Captora. by GeaGts

2. Capítulo 2, Mi nefasto nuevo rol. by GeaGts

3. Capítulo 3, Preparando mi Primer día como Esclavo. by GeaGts

4. Capítulo 4, ¿Stacy? by GeaGts

5. Capítulo 5, Las Reglas de la Gran Pijamada. by GeaGts

6. Capítulo 6, El Primer Juego: La Ruleta del Placer. by GeaGts

7. Capítulo 7, El Segundo Juego: Triple Masaje. by GeaGts

8. Capítulo 8, El Juego Final: Carrera Corporal. by GeaGts

9. Capítulo 9, Soy la comida de Vicky. by GeaGts

10. Capítulo 10, La primera vez de Rachel y mi último momento de placer ¿o no? by GeaGts

11. Capítulo 11, 1 año después. by GeaGts

12. Capítulo 12, Y llegamos a Londres. by GeaGts

13. Capítulo 13, Empieza la Fiesta. by GeaGts

14. Capítulo 14, Travesía Acuática. by GeaGts

15. Capítulo 15, La Nueva Dueña. by GeaGts

16. Capítulo 16, Rebecca. by GeaGts

17. Capítulo 17, Mi gran escape. by GeaGts

18. Capítulo 18, La Muerte llama. by GeaGts

19. Capítulo 19, Huida de la Mansión Watson. by GeaGts

20. Capítulo 20, El inicio del Fin. by GeaGts

21. Capítulo 21, Nuevo Orden Mundial. by GeaGts

22. Capítulo 22, El Último Plan. by GeaGts

23. Capítulo 23, A Salvar a Alexis. by GeaGts

24. Capítulo 24, El Mundo de Rebecca, Parte 1. by GeaGts

25. Capítulo 25, El Mundo de Rebecca, Parte 2. by GeaGts

26. Capítulo 26, La Última Batalla, Parte 1. by GeaGts

27. Capítulo 27, La Última Batalla, Parte 2. by GeaGts

28. Capítulo 28, La Última Batalla, Parte 3. by GeaGts

29. Capítulo 29, Los Secretos del Viejo Universo. by GeaGts

30. Capítulo 30, El Final de mi Historia, el Inicio de la Suya. by GeaGts

30. Capítulo 30, El Final de mi Historia, el Inicio de la Suya. by GeaGts

30. Capítulo 30, El Final de mi Historia, el Inicio de la Suya. by GeaGts

Capítulo 1, la Captora. by GeaGts

 

Me gustaría decir que esta es solo una historia que inventé pero por desgracia soy víctima de ella. Mi nombre es Gerald y tengo 20 años, se supone que este sería mi último año en la preparatoria, y por fin podría abandonar este reclusorio donde nos metieron hace tanto. Verán, Yo junto con mis amigos somos huérfanos, nos conocimos de niños y hemos estado juntos siempre, cuidándonos la espalda entre nosotros, Dave, Mark, Cody y mi novia desde hace años Victoria, una chica castaña de buen cuerpo, piernas torneadas y con senos dignos de una supermodelo, o al menos eso pensaba.

Al crecer en una población marginal de la ciudad uno pensaría que las oportunidades escasean, y aunque así es casi siempre, a nosotros se nos presentó una de esas. Una escuela privada al norte de la ciudad buscaba transferir a 5 alumnos de nuestra escuela para integrarse con los ricachones y hacer un estudio social o algo así, la verdad no me importaba, solo sabía que las cosas mejorarían cuando nos eligieron a nosotros.

Eso fue hace 5 años, llegamos y al principio no causamos muchas buenas impresiones, pero Dave y Yo somos bastante listos, por lo que ascender en la jerarquía social, sobre todo con varios de los trucos que se aprenden solo tras pasar años en las calles, fue muy fácil. Al poco tiempo ya éramos los reyes de la clase, esos estirados nos temían y nos respetaban, estábamos en el centro de atención, y fue así hasta que ella apareció.

Rachel tenía solo 13 años en aquel entonces, su familia era la más rica de la escuela por lo que adelantarla de año no fue un obstáculo para ellos, más aun cuando era una niña muy inteligente, demasiado, por lo que nuevamente volvíamos a quedar tras la sombra de alguien. Esto no se quedaría así, mientras ella alardeaba todos sus conocimientos a los profesores cada día, nosotros ideábamos una forma de ridiculizarla, tratando de sacar algo viéndola de arriba a abajo. Era una chica delgada, de cabello negro largo, muy bonita, nariz perfecta, labios sensuales y un muy buen culo incluso para su edad, era la señorita perfección, por lo que la única idea que se me ocurrió a mí al verla fue resaltar su baja estatura, medía alrededor de un metro 50, casi todos la rebasaban por una cabeza y un poco más, por lo que ya teníamos nuestra arma.

Así comenzó todo, le dábamos sobrenombres como la pitufa o regresa a la comarca Hobbit, y aunque Cody, mi amigo rubio, no estaba tan de acuerdo, al final Dave, y yo le hicimos recordar que esto era necesario para sobrevivir, después de todo fue nuestra idea. Así pasaron las semanas, meses, años, y ya con 18 seguíamos atormentando a esa sabelotodo de Rachel, quien por suerte nunca opuso mucha resistencia a todos nuestros improperios.

Era el último día de clases, por fin seríamos libres de este letargo llamado escuela, estábamos mis amigos y yo en el aula hablando de cosas importantes que extrañaríamos, a Dave le encantaba la comida de este sitio, y la verdad es que los ricos sí que saben cocinar. Mi Victoria echaría de menos las clases de educación física, ya que eran el pretexto perfecto para no hacer nada de clases y, según ella, ver a los cuerpos varoniles del equipo de Futbol “patear el Balón” aunque todos sabemos que eso era lo último que ella tenía en mente. Cody y Mark extrañarían las salas de computación, cientos de equipos sin restricciones donde jugar todo tipo de juegos era algo maravilloso, y a pesar de que yo dije lo mismo, en verdad lo que más extrañaría, o bueno a quien más extrañaría, era a Stacy. Ella era una chica rubia de pelo algo corto, con los labios rojos como cerezas y unos ojos seductores, acompañados siempre de una sombra de ojos que no hacían más que enaltecer su belleza, no hablaba mucho pero eso era justo lo que me atraía de ella, bueno, eso y sus hermosos glúteos y sexys piernas, sin mencionar esas tetas que por fin me presentaron la perfección. La hubiera elegido en lugar de a Vicky desde hace mucho, pero por desgracia era muy amiga de Rachel, por lo que seguro yo no debía caerle nada bien. En ese momento entró la susodicha al salón, sola, sin la bella Stacy acompañándola, cosa rara ya que ambas eran como uña y mugre, siendo desde luego Rachel la mugre.

- Miren, ya llegó la Liliput, o eso creo, es que ya casi ni la veo – dije con un tono burlesco, ya típico de mí, pero extrañamente ella ni se dignó en mirarme, tenía la mirada baja y una sonrisa siniestra en sus labios, cosa que me causó cierta inconformidad.

Poco a poco empezaron a llegar el resto de nuestros compañeros, seguidos del maestro, y justo antes de empezar la última lección no pude evitar percatarme de algo, Rachel me estaba mirando desde los pupitres delanteros, sin desdibujar esa sonrisa inicial la cual seguía desconcertándome.

- Ok muchachos -dijo el viejo profesor- , antes de pasar lista me pidieron que le dijera a Victoria, Mark, Cody y Dave que se presentaran en la oficina del director de inmediato.

- ¿Pero qué pasó ahora, que hicimos, Dave tu sabes algo? Preguntó Vicky

- Ni idea – respondió este con un seño aún más extrañado.

- Yo solo soy el mensajero, mejor vallan antes de que el director se enoje.

Acto seguido mis 4 amigos salieron del salón, y ninguno de nosotros sabía lo que estaba sucediendo, pero a mi menos me tranquilizó el oír una risita desde el frente del salón, a Rachel algo le causaba gracia de todo esto. Ella tramará algo pensé, pero luego pude recordar que ella nunca opuso resistencia a nuestro Bullyng, por lo que la idea desapareció de mi mente, o por lo menos a medias hasta el último minuto de la clase.

Luego de escuchar un letárgico discurso de nuestro futuro y no sé qué porquerías más, todo el mundo dejó el salón al sonar el timbre de salida, y desde luego yo fui el primero. Me dirigí a la oficina del director a buscar a los muchachos, pero la secretaria me dijo que se habían ido hace rato ya, por lo que pensé que estarían en los baños, lugar donde siempre pasábamos el rato perdiendo el tiempo. Ya en el baño de hombres encontré lo mismo, ni un alma. Esto se estaba poniendo raro, mis amigos no desaparecerías así como si nada, estaba genuinamente preocupado por lo que abrí el lavabo y me puse mucha agua fría en el rostro, tratando de calmarme, pero no ayudó mucho ya que al secarme la cara vi en el espejo que Rachel estaba detrás de mí.

- ¡AAAAAHHH! –Grité sobresaltado, volteándome a verla- Enana ¿Qué haces en mi baño?

- ¿Tu baño? ¡JA! No me hagas reír Gerald ¿Alguna vez algo fue tuyo en este lugar? – me dijo mirándome directamente a los ojos, al pasar los años ella ya había crecido hasta mi tamaño, pero yo no dejaría de llamarla enana.

- ¿Qué mierda te pasa? ¿Qué quieres? –dije sin moverme, en serio me daba miedo esta chica, nunca había actuado así desde que la conozco.

- ¿Qué que quiero? Solo simple justicia, durante años tú y tu banda de inadaptados han estado fastidiándome, molestándome, haciéndome sentir pequeña e inferior. – En ese momento colocó su mano sobre mi mejilla- Quiero justicia, quiero que pagues por todo lo que me has hecho, y ya sé cómo podré hacerlo, si tú me hiciste sentir pequeña, yo te haré pequeño a ti.

Terminada su oración, su mano empezó a desprender un brillo cegador, que inevitablemente terminó por desmayarme, o bueno, eso pensé, ya que en realidad ese mareo fue obra de algo más. Cuando abrí los ojos estaba en un gran cuarto blanco y azul, completamente desnudo, y aunque todo esto era nuevo para mí, todo resultaba extrañamente familiar. No entendía lo que pasaba, hasta que una voz ensordecedora cruzó por mis oídos.

- Detrás de ti.

No reconocí aquella voz al principio, pero de todas formas me di la vuelta, solo para ver una gran mancha negra en medio de la habitación. Mi vista estaba aclarándose, y cuando por fin pude ver con claridad mi cerebro no podía creer lo que había frente a mí, era un Zapato gigante, de unos 13 o 14 metros, era más grande que nuestra sala de clases. Lo peor no se queda ahí, arriba del zapato había una pierna enorme cubierta en parte por un gran calcetín blanco, seguido por el resto del cuerpo de la monumental Rachel, que ahora medía tanto como un edificio de 60 pisos, en medio del baño de hombres de la escuela.

- ¿Ya despertaste? Espero que esa pequeña siesta te haya servido para relajarte, porque nunca lo estarás de nuevo. – Acto seguido me levantó sobre su puño, apretando mi cuerpo completo dejando solo mi cabeza entre sus enormes dedos.

- ¡¿Qué carajos me hiciste Rachel?!

- Pero que bruto eres, es obvio que te encogí con mis poderes, sé que no debo decírselo a nadie pero soy una bruja, aunque como tú ya no eres una persona no importa lo que sepas, jajaja.

- ¡No lo entiendo! ¿Esta es tu venganza? ¿Encogerme?

- ¡ES JUSTICIA! Y ya quisieras que solo fuera eso, a partir de ahora serás mi esclavo, mi sirviente, mi mascota, mi masajista, mi adorador y todo lo que yo quiera que seas, así que mejor prepárate, porque el viaje a casa no es corto.

Aun gritando, ella me metió dentro de su bolso, era muy oscuro y olía a cuero y perfume, apenas podía ver dentro debido a una pequeña luz que entraba desde arriba del cierre, pero solo eso me bastó para descubrir que no estaba solo ahí dentro, mis 3 amigos y mi novia se encontraban ahí también, dormidos y todos desprovistos de ropa. No lo podía creer, ¿tanto tiempo pensó Rachel en esto? Las cosas se volvían más claras pero no por eso menos terribles, solo me quedaba esperar hasta llegar a su casa, para ver qué sucedería a continuación...

 

Capítulo 2, Mi nefasto nuevo rol. by GeaGts

Había pasado como una hora desde que esa maldita de Rachel me encogió y me puso en su bolso junto con mis inconscientes amigos, por lo que estaba solo con mis pensamientos, creo que por primera vez. Y es cierto, me puse a pensar en lo que había hecho en mi vida hasta ahora, y la verdad es que no era mucho, no tenía dinero, casa, planes o nada netamente mío, todo lo que había logrado fue gracias a mis amigos, nos ayudábamos mutuamente, por lo que nuestros logros nunca serían solo de alguien.

Me era inevitable pensar en eso, sobre todo porque Rachel ya me lo había hecho saber justo antes de reducirme al tamaño de un pulgar, y no solo eso pasaba por mi mente, ya que lo que más me perturbaba estaba en sus últimas palabras. ¿En serio ahora sería su esclavo? ¿Sería de su propiedad? ¿Cuánto duraríamos mis amigos y yo en esta situación? Todo este lío solo me generaba más preguntas que respuestas, y seguí así de pensativo hasta que no pude más y caí dormido.

Cuando abrí mis ojos me percaté que me encontraba solo en aquel bolso, mis 4 amigos ya no estaban conmigo, también había más luz debido a que el cierre del bolso estaba abierto, por lo que no pude pensar en otra cosa que en tratar de escapar de ahí. Vi a mi alrededor en busca de algo que pudiera facilitar mi huida, y por suerte no tardé en encontrar un cepillo bastante grande inclinado a un costado del bolso, por lo que no dudé y subí sobre el hasta llegar a la cima. Al salir quedé estupefacto por varios segundos al ver donde me encontraba, era una habitación enorme, había una cama inmensa, un escritorio, un pc, lo usual en cualquier cuarto, pero en una esquina había algo que me hizo click, un pentagrama rojo en medio del piso alfombrado de aquella recámara, junto a un par de velas apagadas y varias anotaciones en las paredes en un idioma a simple vista incomprensible. Debido a lo que me dijo supuse de inmediato que era el cuarto de esa bruja de Rachel, y yo no era más que un patético reducido sobre su bolso en su mesa de noche.

Poco después de eso entré en mis 5 sentidos otra vez, pensando que ella tal vez se había llevado a Vicky y compañía a algún lugar, ya que no creía que hubieran escapado porque de ser así me habrían despertado. De todas formas tenía que salir de ese lugar cuanto antes, llegar con la persona más confiable y más cercana para que me ayudara a recuperar mi tamaño y luego volver a buscar a los chicos. Raudo y veloz me deslicé por la negra superficie de cuero del exterior del bolso de Rachel, no sin antes quemar un poco de mi piel debido al rose. Ya al borde de la mesa de noche pensé en saltar a la cama y bajar por las sabanas al piso, y al ver que mi otra opción era saltar directamente, lo primero fue lo que hice.

Corrí alrededor de 5 minutos en dirección a la puerta principal, pero cuando estaba a escasos segundos de atravesar el umbral del pasillo escuché como truenos desde fuera de mi ubicación, seguidos de algunos temblores constantes que me indicaban lo que eran, pasos gigantes. Fue cuestión de segundos para que la monumental figura de Rachel se asomara por la puerta, vestida con un piyama de manga corta color rosa que dejaba poco o nada a la imaginación debido a lo apretado que se veía, pero lo que más me asustó fueron sus gigantescos pies descalzos, que se acercaban hacia mi peligrosamente rápido. Sabía lo que podía pasar, por lo que rápidamente corrí hacia un lado lo más veloz que me era posible, pero estaba exhausto por lo que lo inevitable sucedió, veía la planta de su enorme pie derecho posarse sobre mí, cada vez más cerca, hasta que finalmente terminó aplastándome.

Para mi sorpresa seguía con vida, pegado bajo la suela de aquella chica que alguna vez llamé enana, y eso que ahora yo mismo era más pequeño que su pulgar. Con cada paso que daba sentía como mi espalda soportaba toda esa presión, pero sin quebrarse, lo que me indicaba que o el piso era muy suave o yo me había vuelto más resistente con forme me encogí, algo así como en esa película de Superhéroes cuyo nombre ahora se me escapa. No tuve que esperar tanto para que el dolor cesara, Rachel estaba echada sobre su cama con los pies extendidos, yo trataba se zafarme todo lo que podía, pero el sudor en su planta me dificultaba mucho la tarea.

Para bien o para mal, la giganta se paralizó por un minuto, se sentó sobre su cama y levantó su pie derecho a la altura de su estómago, solo para reír unos segundos y tomarme con sus dedos de mi sudorosa prisión. Me sostuvo a la altura de su cara, y no podía disimular la gracia que le resultaba tenerme en esa situación. Luego rompió el hielo y habló.

- Valla valla, parece que mi esclavito estaba tratando de escapar de su Diosa ¿Tienes algo que decir en tu defensa?

No pude materializar palabra, solo alcancé a hacer un gesto de negación sobre mi huida.

- ¡Mientes! ¿Primero tratas de escapar y ahora me mientes a mí, a tu nueva y hermosa Diosa? Creo que es hora de que te muestre de primera mano lo que pasa si me fallas, o mejor dicho de primer pie ¡Jajajaja!

Justo después de eso me soltó de entre sus dedos y me dejó suspendido en el aire, cayendo hacia el suelo, pensé por unos segundos que moriría ahí, pero por suerte el piso alfombrado no pensaba igual, por lo que mi caída fue relativamente suave. Me giré para ver a esa puta de Rachel, pero lo único que pude vislumbrar fue a su titánico pie acercándose a gran velocidad hacia mí, golpeándome fuertemente contra él y contra el suelo, solo para subir y hacerlo una y otra vez. No podía creerlo, estaba siendo pisoteado por Rachel, aquella chica a la cual tanto habíamos fastidiado mis amigos y yo, y aún vivía para contarlo, porque a pesar del inmenso dolor y mis intentos por gritar ahogados por las gotas de sudor de su pie que inevitablemente entraban por mi garganta, no parecía estar recibiendo ningún daño serio en mi cuerpo.

Cuando se detuvo yo estaba echado en el suelo, cansado y adolorido.

- Espero que eso te sirva de lección gusano ¡Jajajaja!

- ¿Q...Que vas a hacer conmigo? – alcancé a decir.

- Valla que tu si eres idiota, te dije que serías mi esclavo y así lo serás, tú y el resto de tus amigos. Verás, esto lo he planeado desde hace ya casi 2 años, cuando recibí mi primer libro de hechizos busqué la forma de regresarte todos los tormentos por lo que me hiciste pasar, y luego de mucho tiempo perfeccionando mis poderes este es el resultado, logré reducir a 5 personas a una pulgada de tamaño, y para garantizar que me durarán mucho como juguetes conjuré un hechizo de refuerzo en sus pequeños cuerpos, ahora son más resistentes, pero aún se pueden quebrar cual taza de cristal si así lo deseo.

- Te tomaste tantas molestias… ¿solo por esto? –dije atónito a mi interlocutora.

- Para mí fue un placer, esperar solo hizo más gratificante este momento, me percaté de todos los detalles y por suerte ustedes 5 eran los objetivos perfectos. Ninguno tiene padres o familia a la cual acudir, por lo que nadie los extrañará o buscará debido a su desaparición.

- ¿Y… donde están mis amigos?

- Cada uno está muy cerca de mí ahora, hay  2 en mi sostén, uno en mis bragas y otro en mi calcetín, por lo que aún queda espacio para ti en el otro.

Acto seguido volvió a levantarme y me arrojó dentro de su blanco calcetín, olía como el peor azufre del infierno, y viendo hacia arriba solo escuché esto.

- Esta será tu cama esta noche, iremos variando con forme pasen los días, será mejor que duermas porque mañana será un día agitado, sobre todo por ser tu primer día como mi esclavo a partir de ahora, y seguro que mi olor hará que caigas dormido en el acto, buenas noches ¡Jajajajajaja!

Luego de eso la luz se desvaneció y solo vi la punta de sus dedos acercándose lentamente a mí, hasta cubrirme por completo entre ellos. Eran como troncos cortados de un árbol inmenso, pero lo que los cubría no era precisamente rica miel de maple. Esto era insólito, estaba dentro del calcetín de Rachel, una chica a la que había intimidado por años, y ahora yo y mis amigos estábamos a sus órdenes como simples sirvientes. Muy en el fondo de mi ser pensé ¿Me merezco esto? No creía en el Karma pero si existía esta era una prueba fidedigna de ello. No pude más por el agotamiento y caí dormido al poco rato...

Capítulo 3, Preparando mi Primer día como Esclavo. by GeaGts

Cuando desperté ya era de mañana, al abrir mis ojos por suerte no vi los enormes dedos de Rachel sobre mi cara, ya que me hallaba en una jaula sobre el escritorio de esa monumental habitación, y sin rastros de mi giganta captora. Comencé a ver a mi alrededor, había un recipiente con lo que parecía ser comida para hámster, al lado de una rueda metálica y una gran fuente con agua, que me descorazonaba saber que no debía medir más de 10 centímetros. Viendo un poco más pude divisar a mis 4 amigos durmiendo al otro lado de la jaula, por lo que al pensarlo un poco decidí que mejor los despertaba para preguntarles que había pasado desde su perspectiva, por lo que me les acerqué y empecé a moverlos.

- ¡¿Chicos?! Despierten, vamos, los necesito ahora por favor

- ¿Qué pasa? Que está… ¡ERES TÚ GERA! – Dijo Dave sobresaltado, al parecer mi mejor amigo estaba más contento de verme que nunca.

- Así es viejo, sabes que sucede ¿verdad?

- ¿Hablas de esa bruja de Rachel que nos encogió como venganza o de cómo me mentiste sobre quién de nosotros la tenía más grande? Jajajaja.

Dave y yo comenzamos a reírnos, pero ambos sabíamos que era solo para tratar de olvidar el mal rato de anoche. Mi amigo me contó que, luego de salir de su junta con el director que no era más que otra charla motivacional y cosas sobre el intercambio que la verdad importan un carajo, fueron interceptados por Rachel quien los encogió lo más rápido que pudo para no llamar la atención, y que les platicó más sobre sus motivos de lo que me dijo a mí en un principio. Les dijo esas cosas de que era justicia lo que nos hizo y que ahora seríamos sus esclavos por el resto de nuestras vidas, también incluyéndola en esto último ya que al ser millonaria no tendría que preocuparse nunca por trabajar y esas cosas, de hecho tenía su propia casa en la montaña, donde supongo que estamos ahora.

- ¿Qué vamos a hacer Gera? Esto no era lo que yo quería para mi futuro, ser el esclavo de esta chica ¡ES UNA PUTA LOCURA!

- Lo es viejo, pero creo que mejor despertamos a los demás para…

- ¡NO! – Esa negación rotunda sí que me llamó la atención, pero entendí inmediatamente el porqué de ella – En el bolso de la loca tuvimos una gran discusión, los 3 me culparon y a ti de todo esto, ya que fue nuestra idea empezar a fastidiar a Rachel en primer lugar, y luego de los horrores de ayer no quiero ponerme más de los nervios con ellos.

- ¿Y acaso prefieres esperar a los horrores de hoy? Porque si vamos a hacerlo es mejor que lo hagamos los 5, juntos, como siempre lo hemos hecho ¡Pelotudo!

Creo que con lo último, sumado a un par de cachetadas bien dadas hice entrar en razón a Dave, por lo que despertamos a los 3 con algo del agua del tanque.

- ¡Gera! Estás bien… un momento… ¡DONDE ESTABAS CUANDO ESA PENDEJA NOS ENCOGIÓ! – Dijo Vicky gritando.

- Pues en clase, esperando a que me encogieran a mí también.

- Ya lo puse al día chicos – Dijo Dave a nuestros consternados amigos.

- Yo sabía que molestarla era una mala idea desde el principio – Dijo Cody, a la par que Mark lo secundaba en su opinión.

- ¡YA BASTA! No ganamos nada echándonos la culpa entre nosotros, creo que mejor pensamos en cómo vamos a salir de esta, yo creo…

Antes de terminar lo que pretendía que fuera un gran monólogo motivacional, se abrió de golpe la puerta de la habitación, y no tardamos en ver la figura de Rachel entrando por el umbral, completamente desnuda a excepción de la toalla de baño sobre su cabeza. Odio admitirlo pero Rachel es muy hermosa, esas tetas tan grandes como su cabeza sí que sabían moverse al son de sus caderas sexys, sin mencionar que de culo tampoco estaba nada mal, creo que me la tiraría si no fuera una puta loca. No tardó en acercarse a la jaula notando que ya habíamos despertado.

- ¡Pero qué bien! Al parecer ya todos están despiertos, ¿Les gusta su salita de estar esclavos míos? ¡JA!

- Vete a la mierda Rachel, no vamos a…

- ¡TU VETE A LA MIERDA DAVE! – Gritó con un tono autoritario digno del mismísimo Hitler - ¡AHORA YO MANDO AQUÍ ASÍ QUE MEJOR SE CALLAN YA QUE TENGO VARIAS COSAS QUE DECIRLES! Bien, hoy es su primer día como mis esclavos, y les tengo que confesar que no sé muy bien lo que haremos el día de hoy, creo que pasé mucho tiempo estudiando hechizos para este momento y pensé poco en lo que haría después, así que empecemos por algo sencillo, ¡Esta mañana serán mis masajistas!

Acto seguido nos sacó de aquella jaula para llevarnos a su cama, donde se recostó boca abajo dejándonos a un lado.

- Muy bien, necesito a 2 en mis pies, 2 en mi culo y 1 en mi espalda, hagan su trabajo mientras descanso si no quieres sufrir un castigo.

Luego de unos breves segundos mirándonos a los ojos sabíamos que mejor le hacíamos caso a la Giganta, por lo que cada uno corrió hasta donde pensaba cumplir su labor masajeando. Los chicos subieron muy rápido por sus nalgas, y al no verlo supuse que Mark se fue a la espalda, ya que Cody y Dave estabas frotando sus manos en cada nalga de nuestra captora, lo que por desgracia me dejaba a mí y a Victoria con un pie para cada uno.

Pasaron los minutos y Rachel no dijo ni una palabra, al parecer estábamos haciendo bien nuestro trabajo masajeando sus pies, y debo admitir que la labor se hizo fácil ya que estaban recién lavados y no apestaban a azufre como ayer. Aun así ya estaba harto de los pies, desde ayer que no dejaba de verme impotente frente a los pies de Rachel, por lo que trataba de desviar mi mirada a otros lugares de la habitación, tratando de evitar contacto visual con Vicky, ya que al empezar el masaje noté que me miraba con una furia asesina que me helaba la sangre, ¿En serio estaba tan enojada? Parece que Dave no exageraba con su advertencia de que los 3 se habían enfadado mucho con nosotros por ser los responsables de esto, y en cierta medida me sentía culpable, es decir era cierto que todo era nuestra culpa, pero aun así sentía que en la mirada de Vicky había algo más, ¿Acaso era que no quería verme tan cerca de otra mujer, o se enteró que en realidad me había gustado Stacy, la amiga de Rachel, todo este tiempo? Algunas posibilidades pasaron por mi cabeza antes de dejar de sobre analizarlo, porque la verdad es que en estos momento no es que me importara mucho lo que pensara Vicky, o al menos eso pensaba.

- ¡AAAAAWWWWMM! Ese masaje estuvo bien, tengo que admitirlo, bien hecho esclavos – luego de esas inesperadas palabras, Rachel nos metió otra vez en la jaula, y siguió hablando mientras se ponía una blusa – Los dejaré aquí un rato largo, créanlo o no ya son casi las 3 de la tarde, coman y beban como buenas mascotas hasta que regrese, y será mejor que hablen mucho entre ustedes, ya que les aseguro que ya nunca más tendrán otra oportunidad de hacerlo, sabrán más luego cuando regrese con una sorpresa para ustedes, sobre todo para ti pequeño Gerald!

Luego de esa última frase me guiño un ojo y salió del cuarto, y como era de esperarse Vicky no tardó en reclamarme algo que yo ni sabía, me empezó a gritar increpándome que había sido eso creyendo que yo lo sabía, aunque ciertamente estaba igual de confundido que el resto. Fue un momento incómodo, pero más que por todo el monólogo rabioso que me lanzaba Victoria a cada segundo, la cerecita sobre el pastel fue cuando dijo “Te lo juro Gerald, dame otra razón para enojarme todavía más y te juro que te mato”.

Luego de eso se fue a un rincón, ninguno de nosotros sabía que había sido eso o cómo reaccionar, por lo que los 4 también nos sentamos a descansar, esperando a que la giganta volviera, ya que cualquier rastro de iniciativa colectiva entre los 5 había sido asesinada con esa última frase de Vicky…

Capítulo 4, ¿Stacy? by GeaGts

Durante esas horas en las que estuvimos en silencio ya no estaba seguro de nada, yo creí durante años que éramos el grupo más inquebrantable de todos, pero en menos de 24 horas era como ver a 5 personas al azar en la calle, sin nada que las una.

Daba por muerta mi relación con Vicky, y aunque quiera negarlo si tiene algo de razón por enojarse, después de todo de no ser por mi estaríamos jugando al Mario Kart u otra estupidez en lugar de ser unos reducidos enjaulados en la habitación de una lunática con sed de venganza. Sobre ella no dejaba de pasar por mi cabeza su última frase: “Sabrán más luego cuando regrese con una sorpresa para ustedes, sobre todo para ti pequeño Gerald”, no tenía idea sobre a qué se refería, traté de repasar todo lo ocurrido hasta ahora, los datos que había obtenido de ella y de Dave en las últimas horas, hasta de cómo me tuvo literalmente a merced de sus pies en más de una ocasión, pero nada arrojaba ni un indicio de lo que sería esa dichosa sorpresa.

Seguí pensando en aquello sin éxito por un par de horas, ya eran como las 6 de la tarde y estaba atardeciendo, todo estaba en calma hasta que de nuevo un estruendo hizo eco fuera de la habitación, donde vi junto con mis compañeros la gran figura de Rachen acercarse frente a nosotros. Todavía no era capaz de aceptar el hecho de que se veía imponente, era aterrador pensar en cómo ella era capaz de aplastarnos a todos sin hacer ningún esfuerzo, pero de repente mi temor se vio interrumpido por sus palabras.

- ¡Buenas noches esclavos! ¿Cómo están? Bueno la verdad es que ni me importa jeje, pero veo que se sorprenden de verme o algo así, la verdad sus patéticos y diminutos rostros no dejan que los vea bien jejeje. En fin les dije que tenía una sorpresa para ustedes cuando regresara, sobre todo para Gera, y no mentí. Verán, como no tenía muchas ideas en un principio sobre como torturarlos, pedí ayuda a una amiga, la cual a partir de hoy se quedará a vivir con nosotros y tendrán que tratarla con la misma devoción que usan conmigo, así que es presento a su nueva Diosa.

Esa frase me hizo entenderlo todo más claramente, y aunque incrédulo, mis repentinas sospechas se hicieron hechos cuando vi aquella figura entrar por la puerta de la habitación, era una chica rubia de pelo algo corto, con los labios rojos como cerezas y unos ojos seductores, acompañados siempre de una sombra de ojos que no hacían más que enaltecer su belleza, con unos hermosos glúteos y sexys piernas, y con tetas que me habían presentado la perfección, era ni más ni menos que Stacy, la chica de mis sueños.

- ¡Hola miserables insectos! Ya me conocen, o más bien conocían como Stacy, pero a partir de ahora todos me llamarán Diosa Stacy ¡ENTIENDEN!

Esa autoritaria figura hizo que mi pene quedara erecto de inmediato, cosa que la giganta no pasó por alto.

- Tomaré eso como un si – Dijo Stacy entre risas, y la verdad no me molestaba en lo más mínimo pertenecerle a ella, aunque Vicky no opinaba igual que yo, lo que desencadenó otra ola de insultos y ataques físicos, haciendo que Stacy me sacara de la jaula, no sin antes reír un rato mientras veía lo ocurrido. Ya frente a su rostro me dijo – Parece que has causado unos problemas con tus pequeños compañeros insecto. En fin, oye Rachel me iré a bañar antes de la gran pijamada, ¿puedo llevármelo un rato?

- Claro Amiga, por mi lado iré a la cocina a “conversar” con esa revoltosa de ahí.

- ¡GENIAL!

Acto seguido Rachel sacó a Vicky de la jaula, y alcancé a ver nuevamente su mirada endemoniada apuntando hacia mí, lo que no duró mucho ya que Stacy se volteó hacia el armario para sacar algo de ropa interior y un Pijama, abajo había una maleta abierta por lo que asumí que ella ya se había mudado aquí antes de todo esto, por lo que me confundí más sobre lo que dijo Rachel, aunque desde luego era de esperarse que ya tenía todo controlado.

Una vez dentro del baño, Stacy cerró con llave la puerta e inmediatamente me puso sobre la tapa del inodoro, se veía imponente, a ella si la podría llamar Diosa, sobre todo porque cuando empezó a hablar podía escuchar cantos angelicales saliendo de sus hermosos labios.

- Valla valla Gera, pequeñito hasta te ves bonito jiji.

- G… Gracias Di… Diosa Stacy, usted luce hermosa – Dije yo, ya ni me importaba disimular mi erección.

- Yo siempre soy hermosa tontito, - Dijo Stacy mientras empezaba a desnudarse – Sabes algo, yo siempre supe que tú te sentías atraído hacia mí, de hecho todos los sabían, y la verdad no me sorprende ya que para ti y para muchos debo ser la perfección hecha mujer, es que solo mírame, estos pechos son los más grandes de la casa, quizá hasta de toda la ciudad, y este hermoso culo tampoco se queda atrás, ¿verdad Esclavo?

- ¡CLARO QUE SI DIOSA STACY! El suyo es el culo más hermoso que he visto en mi vida, me siento genial de poder verlo de esta manera – Me dejé llevar por el momento, la verdad su cuerpo hacía palidecer a todas las pinturas renacentistas puestas juntas.

- ¡Gracias! ¡Lástima que no puedas disfrutarlo como quieres, perdiste ese privilegio al molestar por años a Rachel, así que toma esto basura!

En ese momento Stacy empezó a bajar violentamente su culo contra mi cuerpo, y se sentó tan fuerte hasta el punto de que quedé atrapado bajo su nalga derecha. Para mí todo esto era insólito, no pensé que Stacy tendría una actitud así, pero más me dolía el hecho de estar siendo aplastado, se notaba que trataba de lastimarme, sentía como mi cuerpo se expandía aunque no fuera así; maldito hechizo, solo conseguía dolerme más y más al no dejarme colapsar.

Luego de unos momentos que me parecían eternos Stacy se levantó de su asiento y me levantó a la altura de su rostro.

- ¡ERES BASURA! Un asco de hombre, ahora irás donde perteneces - Dijo mientras levantaba la tapa del inodoro y me dejaba caer dentro.

El golpe con el agua fue intenso, hizo arder toda mi piel, y cuando pude subir a la superficie pude ver en el cielo el rostro sonriente de quien alguna vez amé, riéndose maniáticamente de mí y dándose la vuelta para sentarse. Todo se puso oscuro en mi prisión de porcelana ya que el cielo se veía obstruido por los glúteos y la vagina de Stacy, de la cual no tardó en salir una cascada de orines que fueron a parar en gran medida directo a mí. Cuando imaginé una cascada dorada no pensé que sería a escala 1:1, aunque con mi tamaño quizá sea más grande que una real. Todo mi cuerpo ardía como el demonio debido a su orina, era un calvario hasta que finalmente la lluvia cesó y el cielo se despejó otra vez.

- Valla, como quería hacer eso, me vengo aguantando desde ayer solo para ti pequeño bastardo, y si no fuera por Rachel ahora mismo tiraría la cadena. – Stacy volvió a levantarme y me arrojó al lavabo, donde a fuerzas me quitó sus orines de encima – Necesitas estar limpio para ayudar a bañarme gusano – Luego de sacarme fue a la ducha y la prendió, seguido de sacar un jabón y un poco de hilo dental de un cajón, el cual usó para amarrarme completamente a dicho jabón.

-¿Po… Por qué Stacy? Tú no eras así, porqué me tratas tan mal…

- Valla que eres lento bastardo. A decir verdad 50% es porque trataste mal a mi mejor amiga y debes pagarlo, y el otro 50% es porque la verdad me gusta mucho hacer esto, soy una sádica de tomo y lomo, de hecho algunos de los tormentos que sufriste y vas a sufrir el resto de tu vida vienen de mí. Pero no me sorprende que no lo hayas notado ya que nunca te diste el trabajo de conocerme, parece que solo conocías de lejos mis tetas.

- ¡En serio quería! Pero creí que me odiarías al haber tratado mal a Rachel.

- ¡Entonces porque lo hiciste pendejo! Valla paradoja, en fin, ahora me ayudarás a bañarme, así que mejor guarda silencio hasta que acabemos ¡ENTIENDES!

Asentí con mi cabeza, por lo que rápidamente Stacy tomó el jabón y se metió bajo la regadera de la ducha, yo veía desde su mano como el agua recorría su hermoso cuerpo desde su cabeza hasta sus pies, y a pesar de todo lo que me había hecho, entendí que tenía buenas razones para ello, si me comporté como un verdadero hijo de puta con Rachel, así que con esa mentalidad me mantuve, no quería que mi imagen de Stacy se arruinara, después de todo era la chica más sexy de la ciudad, y ahora estábamos juntos y desnudos en el baño… Por dios, mi pene volvió a ponerse erecto. Al parecer ella lo notó de inmediato ya que segundos después empezó a frotarme contra sus pechos, mi pene estaba que estallaba por la presión y la excitación, pero me contuve, no sabía lo que Stacy me haría si me corría en ese momento. Luego descendí con el jabón por su cuerpo, baje por su vientre y empecé a ser frotado contra su vagina, de arriba abajo y cada vez más fuerte, pronto llegué a su culo, por dios estaba que me aguantaba lo más que podía, aunque solo fueran unos segundos más debía intentarlo. Entonces Stacy me levantó hacia su enorme rostro mojado.

- Parece que el pequeñín no quería correrse sin mi permiso, haces bien esclavo, creo que mejor te ayudo con eso. –Acto seguido puso su pulgar y su índice sobre mi pequeña pero erecta polla, frotando bastante despacio, y es que no necesitaba más porque salió un enorme chorro blanco  que fue a parar dentro de su boca, el cual tragó como si no fuera nada – MMMMM… Que rico, lástima que seas tan pequeño o lo hubiera disfrutado tanto como tú, pequeña alimaña, ahora acabemos el baño de una vez.

Estaba atontado, ni en mis sueños más locos pensé que algo así ocurriría, yo encogido corriéndome dentro de la boca de Stacy mientras se duchaba, ya ni quería pensar más, era la primera vez desde que me encogí que sentí placer, pasé por su espalda, sus piernas y sus pies, pero el placer seguía atontándome.

Una vez terminado el baño Stacy volvió a dejarme sobre el lavabo mientras se secaba y ponía el pijama que había traído, un hermoso conjunto Negro y Azul de manga cero mucho más revelador que el que tenía Rachel anoche.

- Ojala hayas disfrutado del baño esclavo, porque este tal vez sea el último momento de placer que tengas en tu vida, ya que podría acabar más pronto de lo que crees, así que mejor vallamos a la gran pijamada para otra sorpresa más…

Capítulo 5, Las Reglas de la Gran Pijamada. by GeaGts

Ya saliendo del baño, y con algo más de lucidez, noté por el reloj de la habitación que ya eran casi las 8 de la noche, y tomando en cuenta que hace rato Stacy llamó a esto la “Gran Pijamada”, caí en cuenta que esta noche prometía ser bastante larga.


Stacy me dejó en la jaula nuevamente, donde pude ver a mis 3 amigos hablando entre sí, pero no había ni rastro de Vicky, al parecer Rachel no había regresado, y conociéndola sabía que ocultaba algo, así que pedí respuestas por parte de mis compañeros.


- No ha vuelto todavía, -dijo Cody, bastante más calmado que antes- estábamos hablando sobre la situación, y creemos que a estas alturas no vale la pena culparnos entre nosotros.


- Dave nos contó lo que le dijiste, y es cierto, -interpeló Mark- siempre hemos sido amigos y esto no lo impedirá, seremos amigos hasta la muerte.


- Y creen que… si vallan a matarnos…


- Considerando lo que nos pasó ahora puedo creer en todo Gera –me respondió Dave-, así que mejor permanezcamos unidos mientras podamos.


A mí me parecía raro que pudiéramos entablar una charla tan amena considerando la pelea de antes, ¿será porque no está Vicky? Esa duda seguía carcomiéndome por dentro, y por desgracia no se respondió cuando vi a Rachel entrar por la puerta de la habitación, sin mi Ex novia acompañándola. Se acercaba a nosotros con una sonrisa pícara en el rostro, y uno por uno nos metió en un frasco de vidrio que por suerte tenía orificios en la tapa para respirar. Acto seguido lo puso suavemente sobre la estrella que tenía dibujada en el rincón de su habitación y empezó a mover las manos. Las cuales se iluminaron esta vez de un color verde, el cual envolvió el frasco junto con nosotros. Luego de esa demostración digna del Escuadrón Suicida nos llevó a la mesita de noche y se sentó junto a Stacy frente a nosotros.


- Bueno insectos, ya es hora de que les hable con franqueza, he planeado esta noche por mucho tiempo, tengo todo bajo control y mi discurso preparado, así que escuchen porque no me pienso repetir. El hechizo que les puse es bien difícil de conjurar, por algo la parafernalia que vieron, y aunque ahora no sientan gran cosa lo que yo hice  fue unir sus auras, sus sentimientos, en una sola fuerza, así que durante el resto de la noche todos ustedes compartirán todas las sensaciones y emociones que experimenten durante la “Gran Pijamada”. Hice esto por 2 motivos, 1 porque así es más divertido torturarlos, y 2 porque al final de la primera mitad de esta noche solo uno de ustedes quedará vivo.


A pesar de nuestra charla yo seguía sin aceptar que, en efecto, iban a matarnos, y al parecer Rachel notó mi expresión a través del vidrio del frasco.


- Así es Gera, hazte a la idea desde ahora que tu vida y la de tus compañeros corre peligro, inicialmente no iba a matarlos, pero con el tiempo aprendí a crear homúnculos, por lo que si uno de ustedes muere simplemente me haré otro en su lugar para jugar, ergo sus vidas no significan nada para mí, y mucho menos para Stacy. ¿Verdad?


- ¿Ay como supiste?... Nah, es broma. Verán pequeños bastardos, no todo aquí va a ser magia ni mucho menos, yo también quise ayudar y me di el trabajo de buscar en Internet cosas relacionadas con gigantas y lo relacionado a ese fetiche, y fuera de que hay miles que estarían dispuestos a tomar sus lugares como nuestros esclavitos encontré muchas pero muchas ideas, así que creé un juego donde Rachel y yo seremos jueces, jurados, y desde luego verdugos. Serán 3 grandes juegos y al final de cada uno de ellos, uno de ustedes dejará este mundo, y los que sobrevivan lo van a sentir como si les pasara en primera persona.


- Puede sonar muy monstruoso lo que les acabamos de decir, pero es la verdad. Yo no creo que unas chicas tan hermosas como nosotras podamos ser monstruos, así que les daré a los 4 ahora mismo la oportunidad de que nos pregunten lo que quieran, para que al menos se vallan cerrando un ciclo o algo así.


Con mis compañeros nos miramos entre nosotros, vi en sus rostros que también estaban altamente impactados por la noticia, y todos sabíamos que había que preguntar sabiamente.


- ¿Em… Diosas? - Dijo Cody con un tono tímido.


- Habla pequeño gusano.


- Bueno…. ¡LO SIENTO! –Gritó Cody entre llantos, los cuales todos sentimos- Yo no quería molestarlas, nadie en el fondo quería, solo pensábamos que necesitábamos defendernos cuando nos transferimos a la escuela, se los ruego, ¿nos darían otra oportunidad de vivir?


- Awww ternurita… No puedo evitar creerte… Pero lo hecho hecho está, todos son culpables y tendrán que pagar igual, ¿Quién sigue? – Dijo Rachel como si no fuera la gran cosa, podíamos notar su satisfacción al estar en tan enorme situación de poder sobre nosotros.


- Diosas, -Dijo Mark- ya no creo que haya vuelta atrás para nosotros, así que preguntaré algo que yo quiero saber. Diosa Rachel ¿Cuál es el alcance de sus poderes y que puede hacernos con ellos?


Ciertamente la pregunta de Mark dio en el clavo, sabiendo eso por lo menos no nos enfrentábamos a ciegas con tanta incertidumbre a la hora de jugar sus juegos o cuando nos llegue la hora.


- Pues mi pequeño Mark, nosotras las brujas tenemos una muy amplia gama de habilidades, que solo podemos liberar si las aprendemos, por algo he estudiado tanto. Fuera de lo que ya han visto, en lo personal yo puedo crecer yo misma hasta el tamaño de una giganta real, transportarme rápidamente, transformar cual alquimista cualquier objeto y casi todos los seres vivientes, incluyendo personas, y regresarlas a su estado original, y otras cosas sin importancia que son más como LifeHacks para hacerme más fácil la existencia.


Fue entonces que me descorazoné, ella era jodidamente poderosa, y pensar que su motivación para lograrlo vino desde nosotros no hace más que aumentar enormemente mi frustración, y por ende la de los demás.


- ¿Cuánto tiempo nos queda? –Pregunto Dave de forma cortante.


- Valla que grosero ¿qué te dijimos, basura?


- Diosas… ¿Cuánto tiempo nos queda?


- Depende, pero en general esta primera parte de la pijamada durará unas 4 o 5 horas cuando mucho.


Era mi turno de preguntar, ya nada importaba, por lo que tiré la duda que más tenía en aquel momento dando vueltas en mi cerebro.


- ¿Dónde está Vicky? ¿Qué le pasó?...


- ¡ALTO! Era sólo una pregunta, pero en fin. Ahora, Vicky no está en la casa, y si quieres saber que le pasó será mejor que sobrevivas este primer juego, pequeño Gera. Dicho eso último, vamos, empecemos de una vez con el primer juego.


Ya no tenía caso preocuparme, Vicky debe ya estar muerta o algo así, y nosotros pronto les seguiremos. Ahora solo puedo pensar en la charla que tuvimos hace rato los 4, y sinceramente ya no puedo estar tan seguro en esto de apoyarnos mutuamente, ahora todos compartimos nuestras sensaciones, y todos queríamos ganar, aunque significara que el resto no lo hiciera…

Capítulo 6, El Primer Juego: La Ruleta del Placer. by GeaGts

Rachel tomó el frasco y lo llevó fuera de su habitación, yo estaba profundo en mis pensamientos, ya no tenía caso preguntarse por Vicky, y si estuviera aquí tampoco creo que le gustaría verme. Estar conectado con los chicos se sentía raro, era como un batido de emociones saliendo desde el estómago, incluso podría identificar las emociones de cada uno, Cody estaba aterrado por lo que iba a pasar, Mark se sentía vacío por dentro, creo que trataba de hallar una salida o algo, pero solo puedo suponer ya que no podíamos leernos la mente, y en cuanto a Dave se sentía sumamente triste, creo que ya aceptó su destino, cosa que yo no podía ni quería hacer. Era muy extraño estar unidos así con los chicos, y si eso es ahora no me quiero imaginar cómo será en un rato con todo eso de los juegos.

De fuera solo veía el recorrido de Rachel, bajaba escaleras y atravesaba pasillos llenos de puertas, al parecer eso de ser rica era más de lo que esperaba, hasta que finalmente llegamos a nuestro destino, una enorme sala de estar, habían varios sillones alrededor de una mesa, un enorme televisor que para mí sería como de 90.000 pulgadas o algo así, esta vez el piso al igual que las paredes eran de madera, aunque alfombrado en algunas partes, y atrás de nosotros había una especie de barra con cocina, refrigerador y despensa, sin mencionar que a su derecha había un ventanal que dejaba ver un gran patio y una gigantesca piscina, en serio que esta chica sí que vivía la buena vida.

- ¿Lindo lugar, no? – Dijo de repente Rachel rompiendo el silencio – Es la casa de verano de mis padres, pero como están en un largo viaje de negocios por Asia es todita para mí…

- No te olvides de mi, chica. – Interrumpió Stacy a la giganta, a la par que sacaba una especie de ruleta de una mochila que había en el sofá junto con una libreta, cosas que seguro son del primer juego.

 - Bueno esclavos, en este primer juego haremos algo que Stacy llamó la “Ruleta del Placer”, la sacó de un juego de mesa y la adaptó a la Macrofilia con todo eso que investigó, cada número en la ruleta equivale a un castigo del cual ustedes serán víctimas, hay tiempo suficiente de que los 4 pasen una vez antes de que llegue la comida, y el que peor resista será el que tendrá que despedirse primero de su vida. Como son más resistentes ahora pueden soportar más castigo, lo que hará más placentera la experiencia… Al menos para nosotras.

En ese momento los 4 compartíamos un enorme sentimiento de frustración, ella no nos había vuelto más resistentes para que duremos más, solo lo hizo para hacer de sus juegos demenciales aún más brutales de lo que ya eran.

- Entonces Stacy, ¿Con quién quieres empezar?

- Veamos, de tin marín de do pin… Dave.

Acto seguido la bella mano de Stacy sacó a Dave del frasco y lo puso sobre la aguja de la ruleta con una par de ligas, y acto seguido empezó a girar. Ni siquiera pudimos ver como giraba Dave en esa cosa, dentro del frasco nosotros 3 sentíamos un mareo tremendo, ni quiero pensar como lo debe estar llevando Dave. Luego de los 7 segundos más interminables de mi vida, pude vislumbrar que la aguja que sobresalía con la cabeza de Dave apuntaba al número 23, por lo que inmediatamente las chicas vieron las notas para saber el destino de nuestro compañero.

- 23… ¡Prensa de culo!

Luego de eso Rachel soltó a Dave de la aguja de la ruleta y lo arrojó al sillón, rebotó en el respaldar y calló fuertemente en el cojín, soltando un pequeño grito que se intensificó con nuestro dolor mutuo. Era como si viéramos todo desde los ojos de Dave, aturdidos vimos como el culo de Rachel descendía lentamente, estábamos en una agonía terrible pero Dave no se movía, ya no quería luchar al parecer, por lo que se quedó quieto viendo como el culo de Rachel bajaba y se acercaba más y más a él, hasta finalmente quedar aplastado bajo sus glúteos.

- ¿Cómo se siente Amiga? – Dijo Stacy con una sonrisa de oreja a oreja.

- Genial Stacy, pero no tanto, el no lucha ni se mueve, quizás…

Seguida de esas palabras vimos como Rachel se agarraba cada nalga con una mano y las presionaba, estando el cuerpo de Dave entre medio. El dolor era abrumador, gritábamos y gritábamos al sentir como su culo nos presionaba, y sentíamos un pavor tremendo por imaginar cómo serían nuestros propios turnos.

Al cabo de un par de intensos minutos Rachel soltó sus caderas y dejó caer a Dave al suelo, el parecía seguir respirando por lo que se le declaró victorioso y fue dejado en el frasco. Le gritamos por no tratar de luchar y dejarnos a nosotros sentir todo ese dolor, pero él ni se dignó en respondernos. Luego de eso Stacy sacó a Cody del frasco y procedió a girar la ruleta con él encima, para detenerse en el número 8.

- 8… ¡Aplastado entre 2 Pies! Hagámoslo interesante esclavito.

De los 4 Cody era el más aterrado, y lo demostró cuando Stacy lo soltó justo en frente de ella. Estaba sentada en el piso con las piernas extendidas a ambos costados de Cody, con su camisón negro con detalles azules y, al igual que Rachel, con las Pantis a plena vista, que desde ese punto tenían el tamaño de una casa junto con su entrepierna.

- Bien esclavo, ahora voy a tratar de atraparte con mis 2 pies mientras tú intentas escapar, mientras más tiempo hagas, más posibilidades tendrás de no morir. 3, 2, 1, YA.

Cody empezó a correr acorralado por los pies de Stacy, que a diferencia de la descalza Rachel estaban cubiertos por unos calcetines blancos, ahora algo grises por la mugre en ellos. Nos invadía un terror inconmensurable a raíz de la situación en la que habían puesto a Cody, que corría y corría en un intento desesperado de escapar de los cada vez más cercanos pies de Stacy. Para nuestra sorpresa Cody estuvo casi un minuto evadiendo su destino, prolongando así nuestro terror, pero eso no significa que no sintiéramos un dolor espantoso cuando por fin Stacy lo atrapó entre sus 2 pies.

Aunque recién se había bañado, el olor de sus calcetines era profundo y fuerte, a Cody le empezaron a llorar los ojos a la par que a nosotros también, seguido por un dolor tremendo cuando Stacy aumentó la fuerza de su presión, y más aún cuando empezó a frotar sus pies con el desvalido cuerpo de nuestro amigo entre ellos. Finalmente Cody resistió todo ese tormento, tenía uno que otro moretón pero seguía en una pieza, por lo que lo declararon victorioso y lo metieron de vuelta al frasco.

El siguiente en pasar a la ruleta del placer fui yo, Rachel me ató a la aguja de la ruleta y comenzó a girarla, tal como pensé el mareo que sentí en los 2 turnos anteriores solo era una fracción de lo que viví en carne propia en ese momento, giraba y giraba mientras yo veía borrones en el cielo que no eran otra cosa que los rostros de mis Diosas riendo. A la final el calvario cesó y escuché el número que me había tocado.

- 15… ¡Paleta humana!

Tenía un mal presentimiento de esas palabras, y aunque imaginaba en que consistía, no se comparaba a lo que sentí cuando Rachel me liberó de aquella aguja y, con un hisopo, procedió a empalarme analmente.

- ¡AAAAAAAH!

- ¡Ya no llores! Te tocó una fácil gusano, aquí en lugar de llevarte a un límite de dolor tengo que llevarte al clímax, y si logro que te corras pues tu destino estará sellado, prepárate esclavo.

Un segundo después Rachel estaba acariciando todo mi cuerpo con su suave y húmeda lengua. Su saliva se hacía más presente en mi cuerpo con cada lametazo, y aunque se me paró el pene bastante al cabo de un minuto, no llegué al clímax, supongo que porque antes ya lo había hecho en el baño con Stacy, gracias al cielo que eso pasó o de lo contrario ya estaría muerto a estas alturas.

Luego de un rato Rachel se rindió y me declaró vencedor, estaba muy atontado por lo ocurrido pero al parecer era el turno de Mark, vi cómo lo ataban a la aguja y la giraban, aparte del mareo sentí como él quería pensar que todo estaría bien, pero en el fondo tenía una confianza bastante baja, que no hizo más que ser aplastada por su miedo al escuchar el número.

- 3… ¡Plantilla de Zapato humana!

Aunque no lo parezca, eso sonaba mejor de lo que en realidad era, o mejor dicho menos terrible. Stacy tomó a Mark y lo puso en su zapato, estas chicas tenían siempre todo muy a la mano, se nota que planearon todo, y posteriormente puso su pie dentro, sobre él. El dolor era inmenso, más aun que cuando Rachel me pisó, los Pies de Stacy eran más grandes y por lo tanto más pesados, por lo que el tormento se hizo presente en los 4, sobretodo en Mark. Lo inevitable pasó, Mark pegó un grito que resonó hasta el frasco, todos sentíamos como varios de sus huesos eran aplastados bajo la presión del Pie de Stacy, por lo que luego de un contundente “basta” fue retirado del zapato.

- Bueno bueno… Creo que tenemos a un perdedor, el primero de todos, te toca pagar pequeño Mark.

Acto seguido Rachel movió sus dedos que desprendieron un destello blanco, se hizo mucho más pequeño, debía medir medio centímetro en ese momento.

- ¡Aguarden! No pueden hacer esto, yo…

- Ya ni puedo escucharlo Stacy, que…

De pronto sonó el timbre interrumpiendo a Rachel, por lo que Stacy fue a abrir la puerta.

- Valla pequeños, parece que tenemos una invitada especial, y también ya llegó la comida, déjala en la cocina Stacy, y chicos, les quiero presentar a su nueva Diosa.

De pronto una figura enorme se asomó por el umbral del pasillo, se quitó los pantalones quedando en pantis y con un camisón celeste, una chica de cabello castaño y buenos senos, mis ojos no terminaban de comprender lo que estaba pasando, pero al parecer no mentían.

Nuestra nueva Diosa era Vicky…

Capítulo 7, El Segundo Juego: Triple Masaje. by GeaGts

Era más que increíble lo que estaba pasando, Vicky era una Giganta, y estaba de su lado. Necesitaba respuestas, y por suerte ella misma procedió a explicarlo todo.

- ¿Hola bastardos, se sorprenden de verme? Creo que deben saber la verdad, ya que es casi tan dolorosa como lo que les han hecho y lo que se viene. Cuando nos transfirieron y empezaron a burlarse de Rachel, yo fui a escondidas a consolarla y pedirle perdón, y desde entonces nos hicimos amigas en secreto. A ella le dolía mucho lo que le hacían, y yo al no poder defenderla públicamente me enojé mucho, por lo que se me ocurrió luego de saber que era una bruja todo este plan de encogerlos. Desde hace casi 2 años Rachel, Stacy y yo hemos planeado todo, y ustedes estaban tan ocupados con sus juegos, su comida y su pornografía que ni cuenta se dieron que yo faltaba en varios momentos. Sobre todo me encanta que tú Gera estés aquí, le habías puesto los ojos por años a mi amiga Stacy frente a mis narices, y por fin vas a pagar.

Todo lo que dijo Vicky fue tan impactante que me costó procesarlo, pero todo era cierto, nosotros siempre la dejábamos de lado con nuestras cosas, y lo peor es que desde que nos encogimos ella sabía lo que pasaría, se hizo la víctima y nos hizo pelear entre nosotros para separarnos y hacer estos juegos más interesantes, por eso nos unimos en su ausencia, todo esto me destrozó por dentro.

- Parece que los dejaste helados Vicky, pero ahora tenemos otro asunto que atender – Dijo Rachel mientras pasaba su mirada al diminuto Mark en el suelo.

- Genial ¿Puedo matarlo yo? Tú ya tuviste mucha diversión esta mañana amiga.

- Pues claro, te lo ganaste por ese gran masaje que me diste hace rato.

- No era necesario pero así estos tarados se creían mi actuación mucho más, y hablando de tarados, te toca morir Mark.

El minúsculo Mark estaba en el suelo viendo todo este espectáculo macabro, todo lo que pensó en escapar se había difuminado con ver a Vicky parada frente a él, sobre todo al ver su gigantesco pie descalzo encima de todo su cuerpo, haciendo una sombra que era del tamaño de una casa desde su perspectiva. Cualquier súplica que hiciera no podía escucharla nadie.

- ¿Listo para morir pequeño Mark? Que irónico que tú siendo un amante de los juegos vallas a morir por perder uno, corre todo lo que quieras, pero en poco tiempo mi Pie te alcanzará y te aplastará.

Mark corría lo más rápido que pudo, nunca en su vida había alcanzado tal velocidad, pero era descorazonador que hubiera recorrido sólo 5 centímetros antes de que el pulgar de Vicky lo alcanzara.

- ¡AAAAAAHH! – Gritó Mark mientras sentía como el aire escapaba de sus pulmones por toda la presión, junto con un dolor inenarrable que sentía cada vez que una costilla en su abdomen era pulverizada bajo el peso del dedo pulgar del pie de Vicky, y si eso sentíamos nosotros no podía ni pensar en cómo lo estaba pasando el pobre Mark.

- ¡Adiós Mark! No fue un placer conocerte, lo fue aplastarte jejeje.

La presión finalmente superó a Mark, quien había sido aplastado. En ese momento sentíamos un vacío en el estómago, mesclado con un dolor y un mareo que nunca habíamos experimentado, sentimos la muerte en carne propia, y por desgracia aún seguimos aquí.

Fue en ese momento que decidí que tenía que ganar, acababa de vivir el peor momento de mi vida, y no quería que esta terminara. Seguiría siendo el esclavo de estas 3, pero al menos tendría una pequeña oportunidad de escapar en el futuro, no importa lo que vallan a ser los otros 2 juegos, tenía que ganarlos.

- Valla, así es como se ve un cuerpo aplastado, - Dijo Vicky al levantar su pie y ver una pequeña mancha roja en su dedo, antes conocido como Mark – fue genial chicas, ya partamos con el otro juego que quiero seguir matándolos.

- No tan rápido Vicky, para la otra le va a tocar a Stacy ser la ejecutora. Por favor ve y trae el pollo frito mientras Stacy pone la película y yo le digo a los 3 semifinalistas cual será el segundo juego.

Acto seguido las 2 hicieron lo que Rachel les dijo, Vicky puso los baldes de pollo frito al frente de la gran televisión de al lado de la habitación, mientras Stacy con el control seleccionaba una película. Por su lado Rachel agarró el frasco y nos sacó a los 3 colocándonos en su palma.

- Bien pequeños, sobrevivieron al primer juego y tendrán que hacer lo mismo con el segundo, al que llamamos Triple Masaje. Verán, las chicas y yo veremos “El Ataque de la Mujer de 50 Pies”, la del 93,  se pueden imaginar por qué la elegimos, pero bueno. Nosotras 3 nos acostaremos boca abajo en esos colchones que hay delante de la tele mientras comemos pollo y vemos la película, y por su lado ustedes tendrán que darnos un masaje de cuerpo completo. Partirán con nuestros Pies, pasando por nuestras piernas y glúteos, y desde luego dándole una repasada a nuestros anos, eso es vital, para luego seguir con nuestra espalda y hombros. Importa tanto que tan bien lo hagan como cuánto del masaje logren completar, tendrán una hora y media, hasta que acabe la película, y luego de eso decidiremos las 3 quien debe morir.

- Ya estamos listas Rachel.

- Perfecto, ya terminé de explicarles las reglas, ahora ¿Quién quiere a Cody?

- ¡Yo! – Dijo Stacy de inmediato.

- Bien, tómalo, - Respondió Rachel arrojando por los aires a Cody, fue un tormento esperar a que Stacy lo atrapara entre sus tetas, ya que de hecho tanto ella como Vicky se habían desvestido, quedando completamente desnudas.

- Creo que yo me quedare con Dave, por lo que te toca disfrutar del pequeño Gerald, Vicky.

- Excelente, no puedo esperar a recibir este masaje de mi pequeño Ex.

Nuevamente sentí mareo cuando Rachel me arrojó por los aires, Vicky me atrapó entre sus enormes tetas y las presionó para que no me callera, aunque desde luego solo quería verme sufrir, cosa que lograba con creces ya que el dolor infligido por la presión de sus pechos era tremenda.

Finalmente me soltó y me puso en su Pie izquierdo, acercando el derecho al lado juntando las piernas. Pude ver a Cody sobre el Pie de Stacy y a una Rachel ya desnuda haciendo lo propio con Dave. Esto era humillante, tener que servir así a Vicky, quien había sido mi novia por tanto tiempo, pero trataría de no pensar en eso para esforzarme en el masaje, que dio inicio cuando Stacy le puso Play a la película.

Iniciaba con un logo de HBO plagiando el tema de la FOX, pero trataba de no ver la película para no distraerme de mi tarea, por lo que a continuación solo escuché una música espacial mientras masajeaba el gigantesco pie de Vicky. Al poco tiempo pensé algo que me parecía insólito en retrospectiva, pero preferiría masajear el pie de Rachel, hace rato lo hice y fue sencillo debido a que acababa de salir de la ducha, pero con Vicky era completamente diferente.

Para empezar su pie apestaba con una fuerza avasalladora, se nota que no se bañaba desde que se encogió, y no me extrañaría que eso fuera parte de su puto plan también. Traté de hacer el masaje lo más rápido posible para salir luego de ese valle del hedor, pero me ardían tanto los ojos que demoré bastante, creo que acabé de frotar su pie cuando escuché que un policía llamaba loca a la protagonista de la película por ver aliens, y esos fueron como 20 minutos desde que partí. Pasé a frotar su otro pie, de arriba abajo pasaba mis manos por cada rincón de su gigantesco pie apestoso, lo hacía en líneas, en círculos, pero de ninguna forma se me hacía más fácil la tarea. Cuando por fin terminé la protagonista ya se había vuelto gigante, era como el minuto 45 por lo que caí en cuenta que, por lo que dijo Rachel, ya están a la mitad de la película.

No podía creer que pasara todo ese rato sólo con sus pies, y todavía me faltaba el resto de su colosal cuerpo. Sinceramente estaba empezando a perder la esperanza en que podría ganar, si le daba un masaje tan mediocre como el que le estaba dando seguro que sería el siguiente en morir, por lo que no me quedaba otra que seguir como máquina hasta que llegara la hora. Una vez en su tobillo bajé por su pierna derecha, se me ocurrió que tal vez si rodaba como rodillo de cocina esto sería más rápido, por lo que así lo hice. Empecé a rodar con mi cuerpo desnudo de arriba abajo por la pierna de Vicky, me movía rápido y me mareaba un poco, pero por lo menos sentía que esto estaba funcionando. Repetí lo mismo con la otra pierna hasta que no pude más por el mareo y me detuve, pero entonces escuché de la película gritos de una multitud, supongo que por ver a la protagonista giganta.

Ya habían llegado al clímax de la película, volví a demorarme con el masaje por dios, empecé a desesperarme y corrí por la nalga izquierda de mi descomunal Ex. En ese momento no pensé lo humillante que era el estar trepando el culo de Vicky, solo quería llegar a la cima y seguir el masaje, por lo que al alcanzarla me puse a saltar sobre su nalga para ejercer más presión. Entre mis saltos pude ver que la película estaba acabando, vi a la protagonista ver a su esposo atrapado en un cuarto pequeño con más hombres, por lo que supuse que solo quedaban segundos para los créditos finales, así que sin pensarlo mucho salté de su culo hacia su ano, metiéndome dentro. Rachel dijo que eso era vital, por lo que me aferré a eso para sobrevivir, por patético que fuera.

El lugar estaba oscuro y hacía ver a sus pies oler como un bello campo de tulipanes, nunca había sentido un olor así en toda mi vida, pero no quería pensar en eso por lo que empecé a retorcerme lo más que pude para tratar de darle placer, quizás así tenga una mínima oportunidad de salvar mi pellejo.

Seguí así hasta que sentí unos dedos enormes debajo de mí, jalándome al exterior.

- Uy… Apestas enano, ¿Rachel puedes hacer algo?

- Ok déjamelo a mí – En ese momento Rache conjuró un hechizo de color celeste, el cual al cubrirme me hizo sentirme revitalizado, junto con dejar fuera de mi ese nefasto olor al recto de Vicky.

- Bien basuras, ahora que acabaron sus masajes creo que es hora de que califiquemos, así que esperen aquí y no intenten nada – Dijo Rachel colocándonos en el frasco nuevamente, para luego irse de la habitación junto con las otras 2 gigantas.

Entre los 3 nos miramos un poco sin decir palabra, no creo que haya mucho que decir luego de haber pasado por eso, y yo estaba seguro que perdería por no haber completado el masaje. Pasado un minuto las 3 regresaron y se pusieron en frente de nosotros, ya era hora de la verdad.

- De acuerdo escorias, - dijo Stacy – hubo un masaje bueno, uno hasta por ahí y otro nefasto, ya sabrán cual es de ustedes por lo que hicieron, así que sin más dilación sacaré al perdedor del frasco.

Cuando la tapa fue removida de nuestras cabezas el miedo se intensificó dentro de mí y del resto, sobre todo cuando surgió el pavor, porque los dedos de Stacy a quien recogieron del frasco fue a Cody. Yo no había sido el perdedor, no lo podía creer, al parecer el masaje de Cody fue peor que el mío, por lo que sólo quedaba prepararme para sentir otra muerte más, pensando para mis adentros que esta noche se me iba a hacer eterna…

Capítulo 8, El Juego Final: Carrera Corporal. by GeaGts

Impotente vi como Cody gritaba mientras Stacy lo sacaba del frasco y lo sostenía en su mano, podía sentir un miedo tremendo que me paralizaba, no quería ni pensar en lo que el mismo sentía en carne propia, pero eso solo era el principio, se puso peor cuando Stacy empezó a hablar.

- Es hora de acabar con tu miserable vida -Decía Stacy mientras ponía a Cody en el piso.

Cody se paralizó del susto, no le quedaba más que rogar por su vida, solo eso podía hacer aunque todos sabíamos que sería en vano.

- ¡NOOOO! ¡Se lo suplico Diosa Stacy, Diosa Rachel, Diosa Vicky, perdónenme la vida, seré su esclavo por siempre pero no me maten!

- ¿Crees que te perdonaremos la vida? No me hagas reír, - decía Stacy mientras ponía su pie frente a Cody - me das mucha lastima.

La sombra completa del Pie de Stacy cubría por completo al pobre Cody, quien a pesar de la oscuridad podía notar en su rostro que el pavor lo consumía con cada segundo que pasaba. Esta vez Rachel no lo encogió como a Mark, por lo que no quería pensar que el dolor sería muchísimo peor, pero finalmente ese sería el caso.

- ¡¡¡AAAAAAAHHH!!!

- Acaba ya con su vida para poder seguir jugando - Dijo Rachel.

- Espera solo quiero hacerlo sufrir un rato. – En ese momento lo empieza a aplastar lentamente con su enorme pie.

El grito de Cody se ahogaba cada vez más bajo el sudor del pie de Stacy, yo daba gracias por no ser el, pero en ese momento solo sentía como sus huesos se empezaban a quebrar poco a poco por tener encima todo el peso de la Diosa.

- Pronto serás sólo una mancha de sangre bajo mi pie, como Mark - empezaba a presionar con más fuerza.

En cierto momento los gritos cesaron, y de pronto el vacío y el mareo volvieron a mi ser, Cody había sido aplastado. Ya era el juego final, solo quedábamos Dave y yo, y como él se sentía tan agotado de todo esto pensé que podría ganar, pero considerando que fue el mejor masaje la ronda anterior ya no sabía a qué me enfrentaba, por lo que solo me quedaba esperar a la revelación del tercer y último juego, que Rachel no tardó en revelar.

- Valla valla, tal parece que estos 2 lograron pasar al juego final, ¿tanto quieren ser nuestros esclavos? En fin, ahora los dos últimos finalistas harán una carrera sobre mi cuerpo, el ganador vivirá y el perdedor pues tendrá que morir de una forma peor que las anteriores, no hagan nada raro, así que empiecen cuando su Diosa Vicky de la señal - Decía Rachel mientras se recostaba boca arriba en el piso.

Dave y yo nos ubicamos cada uno frente a los enormes dedos de Rachel, esperando la señal para partir. Cuando Vicky dijo ¡YA INSECTOS! Ambos empezamos a subir por sus dedos teniendo cuidado de no caernos. Una vez llegué a su pantorrilla notaba que Dave se esforzaba mucho por ganar, al parecer todo eso de auto compadecerse fue un engaño, sentía que al final el si quería ganar, por lo que sería un duro rival.

Íbamos ambos cerca de las rodillas, yo corría con todo lo que tenía y Dave no se quedaba atrás, quería concentrarme 100% en la carrera, pero desde luego Vicky y Stacy desde lo alto no escatimaron en sus comentarios sobre todo esto.

- Yo creo que Dave va a ganar porque tiene un poco más de velocidad  que Gera - Decía Stacy.

- Yo también digo lo mismo, además quiero que Gera pierda por haberme engañado durante mucho tiempo y poder cumplir mi venganza, que será deliciosa - Respondía Vicky.

Estaba entre humillado y asustado por todo eso, pero no podía dejarme vencer, por lo que ya en los muslos le saqué algo de ventaja a Dave. Subiendo por su entrepierna noté que mi rival se estaba poniendo nervioso, pero yo simplemente seguí corriendo sin mirar atrás, grave error porque ya cerca de su estómago Dave se acercó por detrás de mí y me empujó hacia el ombligo de Rachel, quien rió instintivamente mientras yo estaba boca abajo tratando se salir. Me costó pero finalmente pude librarme de ese abismo, y al levantar la mirada noté que Dave ya estaba llegando a sus senos. Me llevaba mucha ventaja, solo me quedaba seguir corriendo, y cuando por fin llegué a su cuello el desgraciado de Dave ya estaba en sus mejillas. Seguí escalando sin importar nada, pero cuando llegué a sus labios era demasiado tarde, Dave ganó al llegar a su frente.

- ¿Rachel puedes dejarme matar a Gera por favor…? - Decía Vicky suplicándole a Rachel.

- Pero ya mataste a Mark, ¿a este para qué?

- Quiero vengarme de Gera por haberme engañado a mis espaldas todos estos años.

- Está bien pero hazlo sufrir mucho, ¿de acuerdo?

- Sera un placer.

En ese momento Rachel volvió a encogerme, ahora debía medir medio centímetro, y luego Vicky me sostuvo en su mano y me llevó al pequeño comedor de atrás de la habitación, y viendo cómo se relamía al verme supuse lo peor, estaba a punto de ser devorado…

Capítulo 9, Soy la comida de Vicky. by GeaGts

Con cada paso que Vicky daba hacia la cocina sentía más y más miedo, aun trataba de asimilar que perdí el juego, Dave había ganado, el muy desgraciado planeó todo desde el principio y me empujó en el último reto, y por su culpa es que estaba a punto de convertirme en un simple bocadillo para mi ex novia. Ella buscó en la alacena algunas cosas, la vi sacar un tazón de unos 15 centímetros que para mí era como del tamaño de una habitación entera, y procedió a dejarla en la mesa junto conmigo, a quien arrojó dentro del recipiente.

No podía ver mucho, sólo las curvas murallas verdes de plástico y el techo, que se vio obstruido cuando vi que la mano de Vicky sostenía una caja de leche la cual no tardó en verter sobre mí. Más temprano que tarde me encontraba empapado por leche, parecía una piscina que por desgracia estaba a punto de tener nuevos invitados, los cereales de maíz que cayeron cual escombros sobre mi cabeza. Eran unos aros amarillos que de mi tamaño parecían flotadores, casi ni se podía nadar de tan lleno que estaba el recipiente, pero mi foco de atención cambió en un segundo cuando escuché arriba mío a Vicky, quien al verla me percaté que tenía en mano una cuchara de plata.

- Valla, aquí estamos Gera, este es tu fin, quiero ver cuánto duras antes de que te alcance y te devore, jajajajaja.

De inmediato vi que sobre mi descendía aquel cubierto mortal, en el fondo sabía que no saldría de esta, pero mi instinto de supervivencia me motivaba a huir, nadaba como podía entre los cereales, sentí que la cuchara tocó mi trasero y se sumergió en la leche, por lo que giré a la derecha para evitar que me levantara. Por suerte así fue, la cuchara se elevó hasta la enorme boca de Vicky, quien no demoró en tragarse todo de una vez.

Quedé paralizado ante aquella apocalíptica visión, pensar que en cualquier momento yo sería devorado por esos labios que tanto había besado en el pasado me ponía la piel de gallina.

- Mmm, delicioso, pero será mejor contigo dentro jajaja, ja jaja jaja.

Aquel arma mortal bajó nuevamente, aun impactado no me moví hasta que fue muy tarde, la cuchara me había levantado junto con varios cereales, y cuando vi las enormes fauces de mi ex frente a mi alcancé a reaccionar y salté de la cuchara en el último momento, cayendo en el cuenco sin salpicar casi nada debido a mi patético tamaño.

- ¡Jeje, me gusta que luches pequeño bocado viviente, así es más divertido, allá voy otra vez!

Nuevamente la sentencia plateada me perseguía, esta vez sabía que tenía que evitarla a toda costa y nadé como loco, la cuchara se levantaba y Vicky comía cereal con una notable expresión de regocijo saliendo de su rostro, y yo cada vez podía nadar mejor debido a que había más leche que hojuelas de cereal. Mentiría si les dijera que no me cansaba nadando en esa laguna blanca, luego de todos los juegos y la carrera estaba agotado, mi fin estaba cerca, y sin darme cuenta dejé de nadar al haber perdido momentáneamente el conocimiento.

Luego de unos segundos abrí los ojos, seguí vivo, pero por lo visto no por mucho tiempo ya que Vicky, con aquella enorme sonrisa maligna, me tenía en su cuchara, y esta vez no podría escapar porque estaba atorado dentro de una hojuela de cereal como si de un flotador de hule apretado se tratara.

- Increíble, ya te diste por vencido, en fin, fue bueno mientras duró Gera,  pero ya es tiempo de que pases a ser parte de mí. No será tan malo, te digerirás en un par de horas y ya mañana te cagaré como el pedazo de mierda que siempre fuiste, adiós hijo de perra.

- ¡AAAAAAAAAAAHHH!

Vicky acercó la cuchara a su boca lo más lento que podía, quería que sintiera el pánico por ser devorado por ella lo más que se pudiera, y efectivamente, estaba aterrado. Solo podía gritar, más y más fuerte con forme me acercaba a sus labios, los cuales finalmente pasaron sobre mi chupándome junto con la cucharada del cereal con leche. Vi con pavor como sus dientes se abrían y cerraban cerca de mi masticando cada cereal, estuve a punto de ser triturado varias veces, pero por suerte ella mordió el cereal que me aprisionaba, liberándome en una prisión aún más grande como lo eran sus fauces.

Este era el final, su saliva me cubría de arriba abajo a la par que con su lengua era movido sin parar, me había convertido en el caramelo que Vicky no duraría en disfrutar el mayor tiempo que le fuera posible. Estaba a pocos segundos de ser tragado, veía como me iba deslizando lentamente por su lengua hasta casi tener su úvula arriba mío, pero el destino no me dejaría ir tan fácilmente.

Para mi sorpresa, Vicky acumuló mucha saliva y, de un momento a otro, me escupió en la mesa a pocos segundos de que me quedara sin aire por el aliento de su boca.

- Genial Vicky, se lo creyó todo.

- Gracias, les dije que sabía actuar muy bien jejeje.

Yo no entendía lo que estaba pasando, y al estar todavía recuperando el aliento no podía preguntar que carajos sucedió, aunque la voz de Rachel no tardó el romper el silencio para explicarlo.

- Valla pequeño esclavo, si la viste cerca ¿verdad? Ciertamente no podíamos dejar que te comiera porque, a pesar de que perdiste el juego, fue todo porque Dave te jugó una estúpida trampa pretendiendo que no nos daríamos cuenta, así que quien hoy será devorado es el.

En ese momento Dave se encontraba en el puño de Vicky, quien no tardó en sostenerlo sobre su boca abierta.

- Te seré honesta insecto, - Dijo Stacy – Estos juegos nunca fueron para que ustedes sobrevivieran, solo eran eso, juegos, desde el inicio íbamos a matar a todos menos a ti, tú fuiste el que más molestó a Rachel durante años ¿No creíste que te ibas a librar tan fácil de los castigos, verdad?

Las palabras duras pero reales de Stacy  me aturdieron tanto como la experiencia dentro de la bloca de Vicky, y por desgracia mi calvario no terminaría ahí, ya que estaba por sentir lo que es ser devorado mediante mi última conexión, Dave.

Vi cómo Stacy y Rachel no hacían más que reír mientras Vicky sostenía a ese pequeño traidor frente a su rostro por una pierna, sin duda era un momento que querían disfrutar.

- ¡Bueno Dave, es tu fin, fue divertido mientras fuimos amigos, a veces, pero lo será más luego de que te hayas ido, adiós!

Acto seguido mi ex inclinó su cabeza hacia atrás y abrió su boca de par en par, donde Dave estaba suspendido de cabeza, sólo podía gritar mientras veía ese abismo, y sus decibeles subieron cuando por fin Vicky lo soltó, cayendo durante lo que se me hizo una eternidad, y finalmente quedando dentro de la boca de la giganta. Ella seguía saboreándolo, aún más fuerte que a mí, se notaba que quería lamerlo como se debía, y entre los gritos ahogados por no caer en su tráquea finalmente la castaña ganó, se había tragado vivo a Dave.

El bajó por su esófago hasta cruzar la membrana que lo llevó directamente a su estómago, donde lentamente fue digerido. El dolor que sentía era tal que yo también grité, y cuando el finalmente se disolvió en sus ácidos estomacales, yo simplemente me desmayé…

Capítulo 10, La primera vez de Rachel y mi último momento de placer ¿o no? by GeaGts

Habían sido unos días de locos, de ser el chico más alegre y despreocupado, de creerme en la cima del mundo y de tener 3 grandes amigos y una buena novia, pasé a ser un reducido a merced de 3 gigantas malvadas, con amigos muertos y un destino aún incierto.

Creí que nunca volvería a experimentar placer o dicha, sobre todo luego del incidente del cereal que me dejó con menos energía que Superman frente a la Kryptonita, pero nuevamente estaba equivocado.  Horas después de aquel calvario digestivo de Vicky desperté sobresaltado, seguía siendo de noche, pero esta vez ya no había ruido en la casa, sólo un silencio casi absoluto, sólo opacado por el sonido de mi respiración y la de Rachel, quien me tenía en su puño y entraba a una habitación que hasta el momento no había visto.

Tenía un tamaño algo mayor a la habitación de antes, con menos cosas, sólo un armario, un cuarto de baño, una mesa de noche en la que me dejó y, sobre todo una gran cama de dos plazas a la cabeza del cuarto. La luz era tenue y de un tono rojizo, había visto muchas películas como para intuir que pasaría, pero era lo que más me costaba creer de todo esto, aun considerando que una bruja me encogió con su magia, y me tenía de esclavo junto con mis 2 amores en su momento.

- ¿R…Rachel, que pasa?

- ¡Es Diosa Rachel! Las chicas ya fueron a sus habitaciones y se durmieron, por lo que te tengo para mí solita otra vez, y ahora sin tus amigos no me detendré.

Mientras dijo eso ella empezó a quitarse el pijama, quedando con su monumental cuerpo como vino al mundo, se agachó para verme mejor y quedó justo frente a mí.

- ¿Diosa Rachel, que va a hacerme?

- Decirte la verdad. En realidad ahora que la escuela acabó no tengo nada que hacer, no necesito ir a la universidad ni trabajar, mis padres me dejaron una gran fortuna y mucho poder antes de… Morir. Ellos murieron hace casi un año, y desde entonces he vivido aquí yo sola, simplemente viendo televisión y practicando mis hechizos, sin mis amigas me hubiera vuelto loca de tan sola que estaba, y ahora que tú también estás solo he decidido que perderé la virginidad aquí y ahora, contigo.

- ¡QUE!

- ¡Silencio! Tu ahora eres mío, pasaste 5 años atormentándome y es hora de que yo te devuelva la mano, yo…

Estaba anonadado por semejante discurso, no por la parte del sexo, sino porque sus palabras culminaron todo el sentimiento de culpa que tenía dentro de mi desde que esto empezó, ya que si, todo era culpa mía. Sentía pena por Rachel, era una chica hermosa y desde mi tamaño toda una Diosa, y yo la había orillado casi a la locura debido a tanto maltrato, por lo que simplemente dije lo que tenía en mi corazón frente a la desnuda giganta.

- Diosa Rachel…

-¡QUE QUIERES, ESCLAVO!

- Yo… Lamento mucho todo lo que te hice, te molestaba porque así con mis amigos pensábamos que nos respetarían en esa escuela para ricos, siempre fuimos pobres y no sabíamos cómo encajar, y tú te llevaste la peor parte. No me daba cuenta de todo lo que sufrías, siempre eras tan callada, nunca quise en realidad hacerte daño, solo quería protegerme, me merezco todo lo que me has hecho y mucho más, en serio, perdóname.

Ella me miró con lágrimas en los ojos sin decir palabra, fue así por unos segundos hasta que finalmente habló.

- ¿Por qué me dices esto ahora? Sabes perfectamente que eres mi esclavo, ¿acaso quieres ablandarme para poder escapar o algo así?

- No, no tendría sentido, solo dije lo que sentía, desde hace días que no dejo de sentirme culpable por todo lo que te hice, ya no tiene caso negarme, seré tu esclavo aunque eso me cueste mi vida entera, ya no la merezco después de cómo te traté.

- Lo… ¿Lo dices en serio?

- Así es. Lo siento Dio…

En ese momento Rachel acercó sus labios y me besó, yo medía unos 10cm y sus labios me cubrieron buena parte del cuerpo, sobre todo mi rostro.

- Este es un gran paso esclavo, gracias por decirme la verdad, no quería tener sexo con alguien que me mintiera. – Luego de esas palabras Rachel me tomó con su puño y me llevó a la cama, donde se recostó con las piernas extendidas y me acercó a su vagina. Me tenía agarrado de las piernas por lo que podía ver todo, esa caverna carnosa en la cual estaría en breves instantes era intimidante, pero de cierta manera también un portal liberador, ya que luego de confesarme con Rachel sentí como si me quitara un enorme peso de encima. Por fin acepté mi realidad, sería por siempre el esclavo de Rachel y sus 2 amigas, chicas algo crueles pero humanas a fin de cuentas, y muy hermosas, sobre todo Rachel ahora que la veía como realmente era.

Poco a poco me fui acercando a su vagina, cuyos labios no tardaron en rozar mis hombros al haber sido introducido. Poco a poco me iba abriendo paso en el coño de Rachel, sentía como ella gemía de placer y toda esa sensación se veía reflejada en sus paredes vaginales, las cuales me aprisionaban fuertemente desde la cabeza hasta las rodillas, luego de eso retrocedí, mi Diosa me estaba sacando, era insólito pensarlo pero a la vez excitante, iba a usarme como un consolador. Así fue como, una y otra vez, me metía y me sacaba de su coño, cada vez más y más rápido, era una sensación increíble, aún más que en la ducha con Stacy, ya que aquí yo no opuse resistencia alguna a nada, me dejé llevar y fluí con la corriente de sus jugos vaginales que más y más llenaban aquella hermosa y cálida cueva. Pasó un rato y ambos estábamos a punto de llegar al clímax, luego de ser movido de arriba abajo quedé medio metido en su coño y oí un estruendo al frente de mí, una ola de semen se acercaba a gran velocidad hacia mi rostro, me sentía genial, y casi al mismo tiempo que sus fluidos me tocaron yo solté los míos fuera de ella, a la par que salía disparado al exterior nuevamente, repleto de sus jugos.

Aun recuperaba el aliento cuando escuché nuevamente la vos de Rachel.

- Estuvo…  Bien…. ¿O no, Esclavo?

- Estuvo genial Diosa… Gracias…. Por todo.

- ¿Por todo cómo?

- Al hacerme su esclavo, también me hizo una mejor persona, gracias Diosa Rachel.

- De nada Esclavo… Y gracias también, por rendirte a mi… Y hacer que todo valiera la pena.

Ambos quedamos tendidos en la cama, acabábamos de perder la virginidad el uno con el otro, porque si, no es de extrañarse que Vicky no me dejara tocarle ni un pelo, y de cierta manera me alegraba. No sé cómo describirlo, pero me sentía seguro estando con Rachel luego de eso, creo que ambos por fin nos entendimos, y finalmente yo entendí mi lugar en la vida, nunca pertenecí a ningún lado, pero ahora gracias a Rachel tenía una segunda oportunidad de vivir, ya sea como esclavo o no, por fin mi alma estaba en paz. El futuro era incierto, pero luego de todo esto sé que lo afrontaría, no importa lo duro que sea…

Capítulo 11, 1 año después. by GeaGts

Y así como si nada ya había pasado un año. Hoy se cumplían 365 días desde que Rachel me encogió y me hizo su esclavo, y al despertar esa mañana recordé varios de los momentos que marcaron ese año para mí.

 

Luego de sincerarme con Rachel ella se volvió mi Diosa favorita, y aunque no dejaba de tratarme como a un insecto creo que si sentía algo de compasión conmigo, era la que menos dolor me causaba de las 3, casi cada día Vicky y Stacy se la pasaban aplastándome con sus senos, culos y pies, pero Rachel no lo hacía tan a menudo, y cuando si me aplastaba era con menos fuerza que mis otras 2 Diosas. Por lo general ella me pedía darle masajes en todo su cuerpo, aunque también pasé a ser el encargado de limpiar aquella casa de montaña. Cuando las 3 salían Rachel me dejaba con unos 60 centímetros de altura y me encargaba limpiar, barrer y trapear, y como no prepararles la comida. Me costaba, pero con el tiempo le agarré el truco y casi siempre acababa a tiempo, porque cuando no, bueno…

 

Esa era la parte que Vicky y Stacy más disfrutaban, cualquier oportunidad que tenían la aprovechaban para darme un castigo, en serio les gustaba obligarme a lamer sus culos, sobre todo Stacy luego de haber comido frijoles o comida india, ya se imaginarán lo que seguía.

 

Una vez Vicky vio en televisión que se llevaría a cabo una maratón en la ciudad, y quien llegara primero a la meta luego de 15 kilómetros recibiría 10000 dólares que incitaban a gastar en artículos de belleza y ropa de las mejores marcas, por lo que nos inscribió, y con eso me refiero a que, para darle suerte según ella, me metió dentro de sus zapatillas deportivas y me mantuvo horas bajo sus pies durante toda la maratón. Fueron 15 kilómetros eternos, al poco rato el sudor de sus pies se hacía incontrolable, porque si, ella no quiso usar calcetines porque según dijo conmigo dentro ya era suficiente. Llego el sudor a ser tanto que empezaba a ahogarme, por lo que no tuve más remedio que beberlo todo, cada gota de sudor de su pie era como una botella de bebida, aunque esta era salada y transparente. En mi tamaño llegué a tomar unos 6 litros del sudor del pie de Vicky, y por si se lo preguntan si, ella ganó la maratón, por lo que con el premio compró mucha ropa de diseñador, lencería, maquillaje, perfume y, desde luego, un montón de juguetes sexuales, junto con un traje de dominatriz el cual le vería muy seguido a partir de entonces, sin mencionar que esa noche fue a un bar a celebrar con sus amigas y una chica que había conocido en la carrera, y desde luego conservándome bajo su pie toda la noche.

 

Se podría decir que mi vida era puro tormento, pero de vez en cuando Rachel me llevaba a escondidas a su “cuarto especial”, el cual era donde ambos perdimos la virginidad y teníamos sexo una y otra vez, o bueno, ella me usaba para satisfacerla y yo hacía mi mayor esfuerzo. Yo me sentía seguro y hasta alegre de estar a solas con Rachel, porque sabía que en el fondo ella no quería hacerme daño, y en esas pocas instancias hacíamos otras cosas aparte de ser su esclavo.

 

La que tengo más marcada es aquella vez que Stacy fue a ver a una de sus bandas favoritas, Fall Out Boy, a un concierto que dieron en Nueva York, bien lejos de donde vivíamos. Resulta que no se le ocurrió mejor forma de mostrar su cariño por la banda que subiendo al escenario a la fuerza e intentar secuestrar al vocalista Patrick Stump, cosa que le ganó una noche en prisión, por lo que Vicky tuvo que ir manejando hasta San Francisco para pagar la fianza y regresarla a casa. Ella se fue como a las 9 y regresó sino hasta el medio día de la mañana siguiente, por lo que todo ese tiempo estuvimos solos Rachel y yo.

 

Rachel me dijo que iba a ver una serie nueva que Netflix había sacado, The Punisher, ni a Stacy ni a Vicky le gustaban esas cosas, por lo que ella las veía sola, pero esa vez me dijo que la acompañara porque sabía que a mí también me gustaban las historias de superhéroes. Ella se sentó en el sofá y yo como de costumbre en el suelo, esa vez medía 90 centímetros, lo suficiente como para poder alzar la mirada y verla ahí sentada, moviéndose en su asiento de un lado a otro, se le notaba incómoda en ese lugar, por lo que sin pensarlo mucho dije algo que quizás le gustaría.

 

- ¿Está incómoda, Diosa Rachel? ¿Desea sentarse sobre mí?

- ¿En serio? Valla, ni siquiera tuve que pedírtelo, en serio amas a tu Diosa ¿verdad? Bien esclavo, cumpliré tu deseo, y a la par probaré un nuevo hechizo que he estado estudiando.

 

Eso último no me lo esperaba, Rachel movió sus manos ejecutando un hechizo morado, el cual me transformó en una almohada de unos 30x30 centímetros de color rosa. Era muy extraño, no podía moverme pero aun así sentía todo mi “cuerpo”, no sé si en esa almohada estaba mi rostro o no, pero mis 5 sentidos seguían intactos, y no tardé en comprobarlo ya que Rachel me puso en el sofá y se sentó sobre mí. Sólo llevaba unas Pantis Blancas que cubrían parte de su grande pero lindo culo, el cual frotó sobre mi “rostro” varias veces durante horas, también soltó uno que otro gas no intencional, estaba muy metida en su serie, y aquellos gases no me molestaban tanto, principalmente porque no eran como las bombas tóxicas de Stacy.

 

Luego de varias horas finalmente se levantó y me transformó en un reducido de 15 centímetros.

 

- ¿Cómo lo pasaste esclavo?

- Muy bien mi Diosa. –Dije para complacerla, aunque para ser sinceros no lo había pasado mal.- ¿Usted cómo se encuentra?

- Genial, gracias por tu idea, aunque recuérdame ir a comprar un sillón nuevo mañana.

- ¿Pero no puede repararlo con magia, Diosa?

- Pues claro que si tonto, pero me da flojera jajajaja.

 

Así seguimos hablando casualmente mucho rato, fuimos a comer a la mesa de la cocina, yo desde luego estaba a sus pies comiendo arrodillado en mí ya familiar plato de perro, pero eso no impidió que siguiéramos conversando y riendo tan amenamente. A ella le gustaban nuestras charlas y, aunque le costaba admitirlo, también esos momentos donde no se comportaba como mi ama, pero me hizo jurar que nunca se lo diría a Vicky o Stacy, ya que ellas sí que son sádicas y se sorprenderían muchísimo el saber que ambos nos llevábamos bien ahora, dijo que si no cumplía mi promesa no dudaría en devorarme vivo, pero yo ni loco iba a revelar nada a esas locas, no dejaría que arruinaran mis únicos buenos momentos. Luego de cenar fuimos al “cuarto especial” y tuvimos el sexo más salvaje hasta el momento, incluso me hizo crecer hasta 1 metro para intentar la posición del misionero, no salió como esperábamos pero tampoco estuvo mal.

 

Yo amaba esos momentos, creo que en cierta forma amaba a Rachel, y no sólo como una Diosa. Siempre quería servirla de la mejor manera para que ella fuera feliz, y me preocupaba de seguir sus órdenes al pie de la letra para complacerla como se merecía.

 

El día que cumplí un año como reducido desperté en el suelo de la cocina donde había dormido aquella noche. Tenía unos 25 centímetros y procedí a caminar hasta la habitación de Rachel para ver si seguía dormida. Por lo general ella siempre me despertaba en las mañanas, por lo que me extraño que no lo hiciera esta vez, considerando el día que era. Efectivamente estaba en los brazos de Morfeo, durmiendo como un ángel con esa hermosa cabellera negro azabache cubriendo parte de su lindo rostro. Luego pasé a ver a los cuartos de las demás, pero para mi sorpresa ni Vicky ni Stacy se encontraban allí, sus camas estaban desechas y sus bolsos no estaban en su sitio, por lo que supuse que tendrían que haber salido temprano. Ni lento ni perezoso fui a hacerle el desayuno a Rachel, no solía hacerlo pero por ser hoy un día especial me pareció un lindo gesto sorprenderla. Al rato ella se levantó y caminó a la cocina, quedando asombrada y con una leve sonrisa al ver el delicioso desayuno continental que le preparé.

 

- Valla… Se ve delicioso, gracias Esclavo.

- Es un placer Diosa Rachel, quise sorprenderla debido a que hoy es nuestro aniversario.

- Cierto, hace un año ya que te encogí y te hice mi sirviente, que lindo de tu parte.

 

Luego de eso me tomó en su puño y me dio un beso, fue algo inesperado por lo que se sonrojó y sólo se sentó a comer el desayuno que le preparé, saboreando todo desde los huevos fritos hasta las tostadas con mantequilla derritiéndose en su punto que le preparé.

 

Dejó caer de la mesa parte de los huevos, yo no solía comer otra cosa que no fuera comida para perros o hasta mierda de Stacy y Vicky, y tener otra vez algo así de desayuno me alegró de inmediato, por lo que le agradecí a mi Diosa besando la punta de sus pies y me dispuse a comer.

 

La dicha de aquel desayuno no duró mucho, más temprano que tarde Stacy y Vicky llegaron eufóricas por la puerta.

 

- ¡RACHEL! ¡NO VAS A CREER LO QUE PASÓ!

- ¿Qué tienen? ¿Acaso ya mataron a Trump o algo así?

- ¡Mejor!

- ¿A Justin Bieber?

- Ni cerca, ¿te acuerdas de Alexis Watson?

- ¿La chica británica de la maratón, no que estaba de viaje y había regresado a Londres?

- ¡Esa misma, me dijo que su familia se iría de vacaciones a Rusia o algo así, y tendría su mansión sola durante 2 semanas, y quiere que vallamos a visitarla! ¡Mira, me envió los boletos y todo!

- ¿Es cierto, entonces iremos a Londres? ¡SIIIIII!

 

Las 3 saltaron de emoción como si de niñas pequeñas se tratara, y aunque ciertamente sus saltos estremecían el piso para alguien de mi tamaño, más me asustaba el hecho de que iríamos a Londres. Rachel me había dicho hace tiempo que quería viajar por el mundo alguna vez, y desde luego llevarme como polizón ya que para el mundo estoy muerto, y así servirla y adorarla en los 5 continentes. Aunque la idea sonara bien al principio, empecé a pensar que no sería lo mejor para alguien como yo, si ya de por sí esta casa se me hacía enorme, no quería ni pensar que pasaría conmigo en un sitio extraño y gigantesco como una ciudad, mucho menos una que se encontrara al otro lado del mundo, por lo que estaba con bastante miedo por enfrentar mi nueva aventura…

Capítulo 12, Y llegamos a Londres. by GeaGts

Los días siguientes fueron todo un suplicio, las 3 empezaron a hacer listas de cosas por hacer y que llevar a Londres en su estadía, y con eso me refiero desde luego a que me ordenaron hacerlo todo yo. Fue un trabajo extenuante como nunca lo había hecho, lavando su ropa interior, planchando sus blusas y ordenando sus maletas, hasta que por fin terminé horas antes de salir camino al aeropuerto.

 

Durante el viaje Rachel no sabía dónde meterme, si en su bolso o en la maleta, y desde luego las demás tenían también su opinión al respecto sobre si debían llevarme o no, reduciéndome a un simple objeto o juguete, como de costumbre.

 

- ¿Sabes que si lo llevas vas a tener que esconderlo a cada rato, no es así?

- Claro que si Stacy, no te preocupes por eso, menos ahora que ya se transmutación y puedo esconderlo mejor.

- ¿Pero si alguien lo descubre?

- En ese caso simplemente le borro la memoria y ya está, deja de darle tantas vueltas.

- Sí Stacy, aparte no es como si tuviéramos que preocuparnos de este esclavo tampoco, si muere nos conseguimos otro y se acabó.

- ¡NO ES ESO! Simplemente no quiero meterme en más líos de los que ya me he metido últimamente.

 

Curiosamente si sentía que a Stacy efectivamente le preocupaba mi situación, y no la culpo, luego de un año sirviéndola creo que también me ha agarrado algo de simpatía, y aparte si es cierto que se había metido en varios problemas, principalmente por su forma extrema de ser. Eso sí, Vicky puede ser todo lo cruel que quieran, pero sabía que muy en el fondo si yo muriera algo dentro de ella también lo haría, otro esclavo no podría llenar el espacio que dejaría, después de todo yo solía ser su novio, y eso la motivaba a tratarme como me trataba.

 

Durante el viaje estuve en la maleta de Rachel reducido a 5 centímetros, había suficiente aire gracias a un hechizo en su interior, por lo que pude dormir plácidamente sobre su cómoda e inmensa ropa interior hasta que llegara la hora de arribar a nuestro destino.

 

Una vez en Londres yo sentía como la maleta iba de un lado a otro, supongo que pasaríamos por la aduana, policía internacional y todas esas cosas que de no haber visto La Terminal y otras películas de aeropuertos seguro no sabría. De pronto sentí como la maleta se abría, era Rachel quien me sacó, me saludó y me puso en su escote, haciendo un hechizo para que mi cuerpo fuera invisible para él resto y así poder ver todo sin temor a ser descubierto.

 

Luego de salir del aeropuerto vi que el cielo londinense se teñía de anaranjado en su bello ocaso crepuscular, era una ciudad a primera vista muy hermosa, y desde luego no tardamos en ver a una joven chofer frente a una lujosa limusina blanca con un letrero con los nombres de mis 3 diosas escritos en él, por lo que supuse que esa tal Alexis no se andaba con rodeos y quería darles una bienvenida de lujo a sus invitadas.

 

Después de un no tan corto viaje en limusina en donde Stacy y Vicky se la pasaros chocando sus enormes pechos contra los de Rachel para molestarme, llegamos a un pórtico de oro que custodiaba una gran mansión blanca ubicada a las afueras de la ciudad. Una vez que mis Diosas bajaron y se acercaron a la puerta, yo pude contemplar mejor la magnitud de aquella fortaleza, esta chica sí que tenía sus buenas libras, y si así era por fuera no podía imaginarme como luciría en el interior. Por suerte no tardé en averiguarlo, una vez tocaron la puerta se abrió de inmediato dejando ver a la dueña de casa, Alexis.

 

Era una chica alta, más que Stacy quien era la más alta de las 3, llevaba una blusa azul oscuro y unos Jeans cortos que no dejaban mucho a la imaginación, francamente no me esperaba que vistiera así, pero fuera de eso era una chica delgada, aunque con unos senos bien formados y un culo que llamaba la atención, con delineador bajo sus bellos ojos grises y una cabellera corta color negro, algo rebelde y con un mechón de color rosa. No mentiré, era muy hermosa, casi tanto como Stacy, aunque mi corazón era completamente propiedad de mi Diosa Rachel. Ella no tardó en saludar a las chicas y dejarlas pasar a la mansión, que en efecto era mejor de lo que me imaginaba, muy espaciosa, con enormes escaleras principales al centro de aquella monumental mansión con decorados de mármol blanco, varias salas de estar y un salón de fiestas, junto con una enorme piscina olímpica al lado del monumental jardín trasero y muchas, pero muchas habitaciones, tanto en el primer como en el segundo piso.

 

- ¡Wow, que genial tu casa, Alexis! –Dijo Rachel genuinamente asombrada, sus padres que en paz descansen eran ricos, pero no a ese nivel.

- Gracias por el cumplido, querida. Sean bienvenidas en mi hogar y siéntanse libres de escoger la habitación que deseen, todas tienen una vista preciosa, Rebecca las ayudará a instalarse, ¡Rebecca, podrías venir por favor!

 

Rauda y veloz se acercó una chica quien supuse era una de las sirvientas de la casa, llevaba un delantal blanco y negro, ya típico, junto con unas medias blancas y zapatos negros que sólo resaltaban unas piernas fenomenales, tenía el cabello pelirrojo ondulado y un mechón que le cubría un ojo, algo hermoso a mi parecer.

 

- ¿Mandó llamar, Ama Alexis?

- Así es, por favor lleva a nuestras invitadas a escoger sus habitaciones y ayúdalas con su equipaje.

- Como desee, por aquí señoritas.

 

Entonces como si nada la joven mucama levantó las 3 maletas con una fuerza asombrosa, supongo que en esa casa solo querrían lo mejor de lo mejor como servicio, pero eso no fue excusa para asombrarme de la formidable fuerza de esa chica, quien no se veía muy fornida que digamos.

 

- ¿Oye Alexis, que no vienes? –Preguntó Vicky.

- En un momento querida, tengo que preparar los toques finales para la fiesta de mañana, y todavía no he acordado un precio final para la presentación privada de Fall Out Boy…

- ¡FALL OUT BOY! Genial, te amo Ale. –Gritó Stacy a la par que abrasaba a Alexis con fuerza mientas ella ponía una cara entre feliz e incómoda, pero luego la soltó y subimos a elegir nuestras habitaciones. Las 3 eligieron unas que se encontraban al medio del segundo piso y que dejaban ver muy bien el hermoso jardín de la mansión, con arbustos decorados y hasta un laberinto del cual en mi tamaño no quería ni pensar que pasaría si me metía en él.

 

El resto del día fue básicamente las 4 jugando Póker y hablando de sus experiencias en Estados Unidos, dejando fascinada al parecer a la linda Alexis, yo seguía en todo momento en el escote de Rachel, sentía sus tiernos latidos del corazón, y aunque ella hizo un hechizo para que nadie salvo mis 3 diosas pudieran verme, sentía a veces que Alexis me podía ver. Tal vez era sólo mi imaginación, después de todo nunca le señaló a las otras donde estaba ni habló de quien era ese pequeño desnudo entre las tetas de Rachel, por lo que fácilmente era mi estresada mente en un país extraño jugándome una mala pasada… ¿Verdad?

 

Ya de noche las 4 se fueron a dormir a sus respectivas habitaciones, yo dormí en un anaquel al lado de la puerta de la habitación de Rachel, la calefacción estaba cerca por lo que pasaría una noche agradable. Rachel junto con el resto de la mansión habían caído en un sueño profundo, se nota que esos colchones estaban hechos con plumas de Fénix o algo por el estilo, yo me sorprendía por lo hermosa de toda la casa hasta en esas minucias, aunque me costaba un poco dormir debido a la preocupación inicial que sentía por el viaje. Al cabo de unos minutos sentí un leve sonido, la puerta se había abierto y de ella emergió una mano la cual se acercó a mí, traté de gritar pero por desgracia aquel puño ya me tenía antes de siquiera emitir cualquier sonido. Segundos después aquel puño se abrió dejándome ver que me encontraba en el pasillo lejos de las habitaciones de mis amas, frente a un gran ventanal que dejaba entrar la luz de la luna llena que esa noche yacía sobre todo Londres, y en la palma de Alexis quien me miraba fijamente.

 

- Valla, que agradable sorpresa, al parecer Rachel trajo una mascota sin avisarme.

- Tú… ¿Me puedes ver?

- Pero por supuesto pequeñín, como no podría, te veías tan tierno en el escote de mi amiga todo el día, y ahora igual.

- Pero que… ¿Tú sabías de mí?

- Aquí entre nosotros, una vez en una fiesta Vicky se puso muy borracha y me contó que tenía un hombrecito reducido en su zapato, no tardó en enseñármelo y jurar que mantendría el secreto, y como buena dama que cumple su palabra así lo guardé, bueno, hasta ahora.

- ¿Vas a lastimarme?

- Pues claro que no, bueno, no lo haré con una condición. No le cuentes a nadie que se de ti, seguro Rachel te escondió para evitar preocupaciones y me gustaría que así se quedara, no quiero molestarla, por el contrario quiero que la pase muy bien ella, Vicky y Stacy en lo que estén aquí ¿Por favor guardarías el secreto, lindura?

 

Pensé en lo que la bella giganta británica me dijo, y la verdad no me costó creerlo, después de todo se la había pasado todo el rato mimando a mis 3 Diosas, por lo que acepté guardar el secreto, después de todo yo tampoco quería preocupar a Rachel.

 

- ¡Perfecto! Ahora te dejaré en tu camita otra vez, ya tendremos una oportunidad de jugar los 2, por ahora que descanses, pequeño Gerald.

 

Luego de devolverme a la habitación sentí algo raro en mi interior, como una especie de calor extraño, aunque debían ser los nervios, después de todo ahora había otra Giganta consiente de mi existencia, no había pasado desde hace un año que no hablaba con otro ser humano, y aunque Alexis era muy linda y se veía como alguien agradable, no terminaba de convencerme, tal vez que me tratara bien me parecía raro luego de vivir un año con 2 Diosas muy sádicas  y dominantes, pero en fin, eso no era algo de lo que tuviera que preocuparme a estas altas horas de la noche, por lo que al cabo de un rato logré dormirme…

Capítulo 13, Empieza la Fiesta. by GeaGts

Al despertar ya era casi las 5 de la tarde, al parecer Morfeo me sostuvo en sus brazos bastante aquella noche, y cuando Rachel me despertó me llevó al baño de su habitación, porque no era de extrañarse que cada rincón de aquella enorme mansión estuviera bien equipado.

 

- ¿Dormiste bien, Esclavo?

- Si mi bella Diosa.

- Menos mal, estuve todo el día manteniendo el hechizo de invisibilidad y la verdad estoy agotada, no sé cómo valla a ser en la fiesta.

- Usted no se preocupe por mí, vino a Londres a divertirse y lo menos que quiero es ser un obstáculo para usted, Diosa mía.

- Aww, que lindo eres, me encanta cuando eres así, Gera…

 

En ese momento ambos quedamos en silencio, no me había llamado así desde hace tanto tiempo que esto sólo significaba que empezaba a dejar de verme como un simple esclavo, yo me alegré pero ella se ruborizó. Al verla así quise romper el hielo para que se sintiera mejor y más tranquila, por lo que sugerí que nos bañáramos juntos.

 

- ¡Sí! Es buena idea, me ayudaría a relajarme para esta noche, gracias… Esclavo.

 

Acto seguido Rachel se desnudó y me ató con hilo dental a la barra de jabón, al poco tiempo de amistarnos le conté de esa vez con Stacy en el baño de su casa, y de cómo fue tan placentero. Sinceramente estaba equivocado, ya que con Rachel lo hicimos muchísimas veces y se sentía como el mejor de los orgasmos, mi bella Diosa deslizaba el jabón suavemente a través de su cuerpo, frotándome con delicadeza por sus senos, su espalda, su estómago, sus piernas y sus pies. Yo siempre acababa corriéndome en esa parte, porque no quería arriesgarme a lo que venía, que era ser frotado de una forma muy erótica sobre su vagina, no es que pudiera embarazarla ni mucho menos, con este tamaño me era imposible y por ello teníamos sexo tan despreocupadamente, pero esa sensación eran los labios del cielo dándome el más cálido de los besos.

 

Luego de aquel vigorizante baño juntos, Rachel me puso sobre el anaquel y mientras se vestía con un hermoso vestido rojo.

 

- ¿Crees que sea mucho? La fiesta no es formal ni mucho menos, pero pensé que se vería bien.

- ¿Es broma? Luce excelente Diosa, más que de costumbre y eso es decir mucho.

- Gracias por eso. Oye, hoy nos la pasamos de compras por la ciudad y te conseguí esto, sé que te ibas a aburrir estando tanto tiempo aquí encerrado así que pensé que esto te haría la espera más amena. – Rachel me entregó algo inconfundible, una Game Boy Advance SP con una copia del Final Fantasy Tactics Advance, ella me conocía bien, y entre lágrimas de felicidad se lo agradecí muchísimo. – Bien, nos veremos cuando regrese de la fiesta, diviértete.

- Usted también Diosa Rachel.

 

Luego de sonreírme me puso dentro del cajón de su ropa interior, ya no tenía el hechizo de invisibilidad por lo que tenía que esconderme, y gracias a la pantalla luminosa del SP la oscuridad de aquel sitio no fue impedimento para divertirme varias horas. Escuchaba como llegaban muchos autos, caminaban muchas personas y tocaba Fall Out Boy a todo pulmón, pero no me desconcentraba de mi videojuego, y es que en casa siempre estaba ocupado sirviendo y adorando a mis Diosas y nunca tenía un momento para mí mismo, me alegraba que Rachel se preocupara así de mí, ella era todo mi mundo, por lo que si escuché claramente como horas después la puerta de la habitación se abría.

 

- Valla, tomó demasiado, ¿o no Vicky?

- Creo que el vómito en su vestido ya es prueba de ello, haber, quitémoselo y dejémosla en la cama, no quiero que duerma con esa cosa manchada.

 

Eran las voces de Vicky y Stacy, quienes en plena fiesta entraron a mi linda Rachel inconsciente a su habitación. Al parecer el alcohol junto con su cansancio le pasó factura, por lo que tenía que verla. Una vez mis otras 2 Diosas salieron yo hice lo propio fuera del cajón. La vi ahí dormida dentro de su cama presuntamente desnuda, aquel lindo vestido se encontraba al pie de su cama cubierto de vómito, quería ver si se encontraba bien por lo que sin bacilar bajé por un extremo del anaquel y fui corriendo hasta su cama. Luego de rodear aquel oloroso vestido y subir por el cable de la lámpara de su mesita de noche en mi actual tamaño de 5 centímetros, me acerqué a verla tratando de no despertarla, ella era fuerte y para mañana se pondría mejor, lo que me dio algo de calma, calma que se vio mermada cuando escuché que la puerta se abría otra vez, lo que me hizo perder el equilibrio y caer de la mesita de noche hasta su vestido, aunque por suerte no toqué el vómito.

 

Fue entonces que vi una figura familiar, era Rebecca, la mucama pelirroja que vi ayer al llegar aquí, quien entraba a la habitación con un cesto de ropa.

 

- Valla que señorita, ojalá yo me divirtiera tanto…

 

Luego Rebecca tomó el vestido sin verme y lo colocó en el cesto, supongo que Stacy y Vicky le habrán avisado para que lo lavara, y mientras salíamos de la habitación supe que si entraba en una lavadora moriría en el acto, por lo que sin pensarlo mucho empecé a escalar por el cesto hasta llegar al borde, del cual salté en el acto antes de llegar a la lavandería.

 

Tal vez debí pensarlo mejor, ya que una vez me encontraba en el suelo pude ver la mayor cantidad de estrógeno que jamás haya visto, y es que todos en la fiesta a excepción de Fall Out Boy eran chicas hermosas. Me hallaba en medio de un enorme salón de fiestas repleto de mujeres, pero lo que más veía eran cientos de piernas y pies bailando, muchos descalzos a estas alturas de la noche. Si me quedaba ahí parado no tardaría en ser aplastado por una Giganta descuidada, por lo que salí corriendo en dirección a una mesa cercana a una pared junto a una ventana que si no me equivoco daba al patio cerca de la piscina, y en ella vi mi oportunidad de salir. A cada segundo debía evitar ser aplastado por alguno de los pies de esas chicas que se movían al son de “Thnks fr th Mmrs”, gran tema de la banda, por lo que conociendo la canción más o menos podía predecir sus pasos y mediante saltos esquivar sus pisadas. Era un calvario, en cualquier momento podía ser aplastado bajo uno de esos gigantescos pies femeninos, pero yo seguía corriendo. Llegué por fin al borde de la mesa, y cuando estaba a punto de escalarla por su pata de madera noté que una tacón estaba a punto de aplastarme, por lo que salté hasta quedar entre medio de aquel calzado mortal. Asustado, subí por la pata de la mesa hasta llegar a la cima, había muchos vasos de plástico con cerveza adentro, y cerca de la ventana vi varias pilas de ellos amontonados en forma de pirámide, era casi como una escalera a mi salvación.

 

Con delicadeza escalé aquella edificación plástica, y ya cerca de llegar a la cima escucho cerca de mí a 2 chicas algo mareadas que chocan con la mesa, volcando la endeble pila de vasos en la que me encontraba. La caída fue amortiguada por lo que desde mi punto de vista eran galones y galones de cerveza, había caído en uno de esos vasos plásticos. Lo único que faltaba era que alguien agarrara aquel vaso, y como el destino me desprecia así pasó, una chica rubia algo delgada y con una cara felina se llevó el vaso y salió con una amiga afuera, se dirigían al parecer al patio, o eso pude ver mientras ella sin darse cuenta, estaba a punto de tragarme junto con toda esa cerveza. Era mi fin, por lo que mientras caía hacia las fauces de la Giganta grité con todas mis fuerzas: “TE AMO RACHEL”...

Capítulo 14, Travesía Acuática. by GeaGts

Crucé los labios de aquella Giganta que estaba a punto de tragarme, era casi seguro que terminaría como un pequeño reducido digiriéndose en su estómago, pero algo me hizo reaccionar. Si moría no podría ver a mi amada Rachel de nuevo, si mi vida iba a acabar sería sólo con ella. Por lo que agarré determinación mientras me deslizaba sobre la lengua de aquella rubia Giganta, arrastrado por una enorme ola de cerveza. En el momento preciso salté hacia su úvula, que era como de mi tamaño, y debido a los tosidos que resonaban en mi carnosa prisión supe que lo lograría. La giganta me tosió y salí volando por los aires, me estrellé contra el suelo con bastante dolor, pero para mí sorpresa seguía en una pieza, al menos de momento.

 

Al pararme noté de inmediato en donde estaba, en la zona de la piscina de aquel enorme patio. Aunque era de noche, habían varias chicas en ella, así como también otras echadas sobre unas sillas de playa cerca del borde de la piscina, y muchas otras conversando en los alrededores. Aquella alberca era iluminada por un resplandor celeste que sólo resaltaba la belleza de las chicas que se encontraban nadando y jugando en su interior, una vista divina, pero no lo suficiente para distraerme de mi misión de volver con Rachel.

 

Tenía que encontrar rápidamente una forma de salir de ahí y llegar con mi amada, ya que si me quedaba más tiempo el riesgo de ser aplastada bajo cualquiera de esas bellezas en traje de baño era aún mayor. Seguía viendo a mí alrededor en busca de una salida, y al otro lado de la piscina encontré la que podría ser mi salvación, Stacy y Vicky echadas sobre un par de sillas de playa. Debía llegar con ellas lo más pronto que pudiera, me verían allí postrado a sus pies y seguro me castigarían, pero eso era mejor que morir por una inconsciente giganta desconocida.

 

El problema estaba en cómo llegar. La piscina era enorme y rodearla me tomaría horas, sin mencionar que en los extremos había muchas chicas y de seguro sería aplastado una y otra vez hasta convertirme en una mancha roja en el suelo. De repente vi que una hermosa chica de cabello castaño muy largo y piel oscura se acercó a la piscina en dirección hacia mí, cosa que me habría aterrado de no ser porque tenía una pulsera en el tobillo, por lo que se me ocurrió agarrarme de ella hasta llegar a la piscina, y por consiguiente acercarme a mis 2 amas.

 

Aquellos pies se acercaban más y más a mi posición con cada segundo que pasaba, yo estiré mis brazos, preparándome como si fuera a recibir un tacle en un juego de Football Americano, aunque un mariscal de campo era como una ameba en comparación al colosal pie de aquella giganta, que se encontraba casi sobre mí. Logré saltar justo antes de ser aplastado y me abalancé sobre su pulsera, y por suerte logré sujetarme de ella, pero por desgracia poco sabía yo que esa fue la parte sencilla.

 

No tardé en sentir mareos a causa del bamboleo residual en sus tobillos, con cada pazo me sentía más fuera de mí, estaba por soltarme pero por suerte aquella belleza se zambulló repentinamente dentro de la piscina, dándome una breve despabilada. Vi por unos instantes el interior de aquel océano artificial, era colosalmente grande, veía como varias chicas nadaban tanto en el borde de la superficie del agua como por debajo, lo que en un principio mi giganta hizo, por lo que yo sólo contemplaba maravillado la belleza de todas esas piernas que flotaban debajo del agua, un paraíso en la tierra.

 

Lamentablemente mi regocijo no duró lo que yo hubiera deseado, más que nada me estaba mareando por estar tanto tiempo bajo el agua, y es que no pensé en que aquella giganta también estaría con sus piernas sumergidas, por lo que sin más me solté impulsivamente y nadé hacia arriba, en busca de algo de aire. Estaba por poco de llegar a la superficie cuando de repente una chica totalmente desnuda se tiró donde yo me encontraba, dejando una ola que me volvió a dejar lejos de la superficie, ahora sin casi nada de aire en mis pulmones. En ese momento no quería aceptarlo, podía ser mi fin, pero ya no pude pensar más, quedé completamente inconsciente.

 

Para mi sorpresa desperté ileso, no sabía que había pasado, pero me hallaba en una superficie pastosa, de color amarillo y llena de virutas, un poco más de observación me señaló que estaba en una jaula para hámster, pero a diferencia de mi regular jaula en casa de mi Diosa Rachel esta tenía tubos de colores y murallas de plástico verde, con unos pequeños orificios circulares que dejaban entrar el aire al interior.

 

Aparte de eso noté que estaba en una habitación sumamente espaciosa y bonita, asumo que de la misma mansión debido a los decorados en las paredes, pero este cuarto era distinto, notablemente más grande y con un ventanal por techo que dejaba entrar la luz del sol, lo que me indicaba que ya se acabó aquella fiesta que tanto caos trajo a mi existencia. También me percaté de que me faltaba un mechón de cabello de mi fleco, no tan notorio a la vista, pero desde mi lugar resultaba evidente y alarmante al mismo tiempo, sobre todo por no saber que estaba sucediendo.

 

Estuve ahí pensando como por media hora hasta que la puerta por fin se abrió de par en par, dejando ver a una chica alta quien llevaba una blusa azul oscuro y unos Jeans cortos que no dejaban mucho a la imaginación, delgada aunque con unos senos bien formados y un culo que llamaba la atención, con delineador bajo sus bellos ojos grises y una cabellera corta color negro, algo rebelde y con un mechón de color rosa, no cabía dudas de que era Alexis entrando a escena.

 

- Veo que despertaste, ¿tuviste dulces sueños, cariño? - Dijo ella rompiendo el silencio mientras se acercaba a mi prisión plástica.

 

- Alexis… ¿Que hago aquí, que sucede?

 

Sentí que estabas en problemas anoche por lo que fui a rescatarte de la piscina, estabas inconsciente y te traje aquí para que te sintieras mejor. Dime ¿cómo te sientes?

 

- Estoy bien… gracias. Me puedes llevar de vuelta con Rachel, anoche no se sentía bien.

- Ohhh me temo que no podré hacer eso, lindura, Rachel se sentía bastante decaída e insistió en ir de inmediato de vuelta a Estados Unidos, supongo que debe ser cosa de su magia, y la verdad no me sorprende.

 

- Espera… ¿¡FUISTE TU QUIEN LA NOQUEÓ!?

- Técnicamente fue la poción que mesclé con sus tragos, rápida e invisible, aun para magos. Y antes de que lo preguntes, si, también soy maga, también mi jefa de sirvientas, por si querías saberlo.

 

Ella sabía mucho de lo que yo pensaba, desde mis preocupaciones por Rachel hasta mi intriga por su servidumbre, sobre todo Rebecca, supuse que esa sensación que sentí el día que me encontró no sería más que otro hechizo, y claro está no tardé en recriminarle por ello.

 

- Valla, tal parece que eres un pequeñín bastante listo, me divertiré contigo.

- ¡No por mucho, Rachel volverá a buscarme y entonces será tu fin!

- ¡JAJAJAJA! Tu sí que eres simpático lindura, Rachel no vendrá por ti un carajo, recuerda que también soy bruja, fue demasiado fácil crear un homúnculo tuyo para sustituirte con ella, aunque el si tiene todo su cabello. ¡JAJAJAJAJAJA!

 

Esa última declaración fue devastadora, eso significaba que Rachel no volvería, no la vería de nuevo nunca más, y ahora era el Esclavo de Alexis.

 

- ¿Esclavo? ¿Piensas que eso quiero de ti? Para nada. Yo no soy como esas 3 Yankees que te sometieron por tanto tiempo, serás mi mascota y sirviente, al tratar conmigo mereces respeto. Se que extrañas a tu antigua dueña, pero te prometo que unos días conmigo y te olvidarás de ella por completo. Iré a hablar con mis criadas, ya regreso lindura.

 

¡Esa perra! En efecto podía leer mis pensamientos, pero no mis emociones si pensaba que olvidaría a la mujer que amaba por ella. Estaba decidido a escapar en cuanto pudiera, pero pensaría en eso cuando este solo, ella no debía saber mi plan, y aunque diga que me tratará bien y todo eso, el amor que siento por Rachel es mayor a cualquier cosa, y en mi futuro escape estaba a punto de probarlo…

Capítulo 15, La Nueva Dueña. by GeaGts

Alexis no tardó en volver a la habitación. Se paró frente a mi prisión plástica color esmeralda y, con una sonrisa, me ordenó que saliera. Al principio me sentí algo perdido, esta no era como la jaula que había en casa, no había una reja por la cual salir, pero no demoré en deducir que lo que ella quería era que yo saliera por los tubos de Hámster, como una simple mascota. Me puse de rodillas y avancé hasta el tubo a mi izquierda, para luego pasar un par de minutos subiendo, bajando, escalando y por fin saliendo de mi jaula, hubiera demorado menos pero con forme yo avanzaba por mi plástico sendero, Alexis se iba quitando más y más ropa, hasta el punto de quedar sólo con la ropa interior puesta cuando yo estaba por salir arriba de la jaula, pero eso sí, una vez arriba se quitó el sostén, quedando con los pechos al aire justo frente a mí.

 

No voy a mentir, la chica era la más linda que había visto en toda mi vida, y su cuerpo era digno de la perfección sólo lograda con las esculturas más hermosas de este viejo continente, pero no me malentiendan, aunque mis ojos estaban exaltados cual perro faldero sobre ella, mi corazón seguía siendo por siempre propiedad de Rachel.

 

- No quiero leer tu mente, se sincero, ¿Qué te parece, querido?

- Pues luces como una Diosa Griega, Alexis.

- Oh que lindo… ¡Gracias! Y por favor, dime Ama Alexis, como el resto de mi servicio ¿Sí?

 

Yo asentí, estaba algo anonadado por la situación a decir verdad, Rachel a solas me trataba bien pero nunca así, esta chica era tan amable que ni parecía una persona real… Y eso no me gustaba para nada.

 

- Perfecto, y tú necesitas un nuevo nombre, ¿Cómo te llamaban las 3 Yankees, Gerald?

- Es… Esclavo.

- Me lo imaginé. Bueno, como no te llamaban por tu nombre no hay problema con que yo lo haga, ¿no?

 

En ese momento a la par que su cara sostuvo otra bella sonrisa me levantó con cuidado y se sentó en la cama, dejándome sentado a su lado. Inclinó la mirada hacia mí y, dejando de sonreír por un momento, volvió a hablar.

 

- Te diré la verdad, yo… No sé qué hacer a partir de este punto, después de todo no fue completamente mi idea… ¡OYE! ¿Dime Gerald, que fue lo primero que Rachel te ordenó que hicieras por ella?

 

De todas las preguntas que podía hacerme, esa prácticamente era la única a la cual yo tenía inmediatamente la respuesta.

 

- Hizo que le diera un masaje en los pies, Ama Alexis.

- ¡Genial, eso no está mal! Pero así no creo que puedas, -Alexis realizó lo que en un momento noté por su color que era el hechizo de cambio de tamaño, y me dejó de unos 5 centímetros.- sí, mucho mejor, ahora haz lo tuyo, querido.

 

Un segundo después ya me encontraba haciendo mi labor. Ella se recostó boca arriba y yo frotaba de arriba abajo su pie izquierdo. La verdad luego de todo lo que viví en el último año terminé agarrándole cierto gusto a los pies, sobre todo a los de Stacy y los de mi Diosa Rachel, esos los amaba cuando sea, pero lo que si no me gustaba era cuando estaban sudados o sucios, cosa que Vicky siempre aprovechaba para torturarme, haciendo que se los besara diciendo que sabían bien, cosa que desde luego no era así… casi nunca. Por suerte los pies de Alexis, aparte de ser hermosos, estaban limpios, por lo que no me costó concentrarme en mi tarea al 100%, hasta que volvió a hablar.

 

- Gerald, haces un gran trabajo con mis pies, aun de ese tamaño.

- Gracias, he practicado mucho durante algún tiempo.

- Se nota. Oye, tal vez luego lo lamente, pero quisiera que me contaras sobre tu vida con Rachel, Vicky y Stacy allá en América. Juguemos algo, yo te pregunto y tú contestas, y luego te toca a ti preguntarme lo que quieras. Ahora eres mi mascota y sirviente, será mejor que nos conozcamos bien, ¿te parece?

 

Yo asentí, de todas formas no es como si de este tamaño pudiera oponer mucha resistencia, eso lo sabía a cabalidad, además que tal vez preguntándole las cosas correctas pueda tener una idea de cómo salir de aquí, pero debía ser precavido para que no notara mis intenciones.

 

- Bien, primera pregunta pequeñín, ¿Vivían solo ustedes 4 en América sin que nadie supiera nada?

- Así es… Bueno… Al principio no, Rachel encogió a otros 3 amigos míos, pero no duraron ni un par de días vivos como sus esclavos. – Ya casi no los recordaba, prefería no hacerlo. - Mi turno ¿Cuál es la historia de esta mansión? Nunca vi nada igual en mi vida.

- Ah bueno, la mansión la construyeron mis tátara tatarabuelos hace casi 200 años, era la cede de mi familia, los magos Watson, de ellos sólo quedo yo luego de que mis papás murieran, ella hace 3 años y el hace 2. Pero en fin, así es la vida, sin hablar de este tipo de temas no nos conoceríamos tan bien. Mi turno, ¿Si vivían los 4, que pasó con las familias de las chicas? Sé que tú también eres huérfano.

- Pues… Vicky también lo es, desde que la conozco. A Stacy por lo que se la echaron de su casa por rebelde o algo así, no quiere saber nada de su familia, y Rachel pues… También era… - De pronto sentí un dolor insoportable al momento de decirle algo falso sobre Rachel, ella me había confiado el secreto de sus padres y no quería revelarlo.

- ¡OYE! ¡NO TRATES DE MENTIRME, ESE SELLO NO DEJARÁ QUE LO HAGAS, PERO SI NI ASÍ ENTIENDES PUES TENDRÉ QUE ENSEÑARTE UNA LECCIÓN MALDITO BICHO!

 

Alexis de la nada entró en furia debido a esto, levantó su pie izquierdo y rápidamente lo puso sobre mí, golpeándome con una fuerza descomunal. Dolía mucho, su pie era frotado violentamente sobre todo mi cuerpo, mi rostro se raspaba contra su bella suela que hace un segundo estaba masajeando, esto me tomó por sorpresa, pero más aún cuando se detuvo abruptamente, sin quitarme el pie de encima.

 

- Ahora sí, dime la verdad o te arrojaré al Támesis, ¡YA!

- Está bien. No debería, pero los padres de Rachel murieron hace 2 años, me lo dijo cuándo perdimos juntos la virginidad, lo siento.

 

De pronto sacó su enorme pie sobre mí y replicó a mi respuesta.

 

- Ya veo, era algo muy íntimo, lo entiendo, pero no trates de mentirme otra vez ¿de acuerdo? Odio las mentiras. Ahora sigue con mi otro pie.

 

Me tocaba preguntar, así que dije lo primero que pensé.

 

- ¿Y por qué odia las mentiras?

- Ok… Mis padres eran magos, y como todos los magos en estas épocas donde casi no hay ninguno se la pasaban robando y matando a otros magos. Mamá en un viaje a Estados unidos fue a emboscar al matrimonio mago de los Roberts, pero ellos la mataron. Un año después papá se preparó para vengarse, pero también murió, no sin antes acabar con la vida de la pajera, dejando a una adolescente aspirante a huérfana. Odio las mentiras porque mis padres me dijeron que sólo eran temas de negocios, pero sólo robaban y mataban. ¡USABAN SU MAGIA PARA MATAR, Y MURIERON POR HACERLO! ¡POR ESO YO USO LA MAGIA POR PLACER, SUS GUERRAS NO ME IMPORTAN, SÓLO…!

 

Aquella chica sufría mucho, ya no reconocía a la amable jovencita que entró hace escasos minutos por esa puerta, pero sabía que ella necesitaba consuelo, estaba devastada, y nació de mi calmarle, así que empecé a besar su pie con cariño para que dejara de llorar, Cosa que ella notó al instante, secándose las lágrimas y volviendo a sonreír.

 

- Gracias. Dejemos el juego para otro día, ahora ya entiendes por qué te escogí a ti en lugar de encoger a algún otro hombre, y también yo sé que eres un buen chico Gerald, gracias.

 

En ese momento Alexis aun con lágrimas en sus ojos y el maquillaje corrido me agarró, me besó y para mi sorpresa volvió a encogerme a 2 pulgadas y me dejó caer dentro de sus pantis, para luego irse a dormir. Ya no podía hacer más, así que me recosté sobre su entrepierna y la acompañe en su siesta…

Capítulo 16, Rebecca. by GeaGts

A pesar de tan cómodo lugar en el que estaba recostado no pude conciliar el sueño, aquella chica me abrió sus sentimientos, y dejarla para ir con Rachel luego de eso me parecía un poco cruel, por lo que cuando escapara le diría a mi amada lo ocurrido y vería la forma de ayudarla. Y aunque no reaccionara de la mejor forma, al menos mi conciencia estaría limpia.

 

Me di cuenta que estaba atardeciendo cuando una mano me sacó de las pantis de Alexis, pero no era su mano, ella seguía profundamente dormida, aquella mano era la de Rebecca, que sin decir nada me sacó de la habitación y me llevó al baño más cercano, para dejarme sobre la taza y luego empezar a hablar.

 

- ¡¿Me puedes oír, pequeño?!

- Si, eres Rebecca ¿no? La criada en jefe de Alexis.

- Pequeño y además listo, me gusta. Quería hablar contigo de algunas cosas, te vi cuando llegaste con la señorita Roberts y sus amigas ¿eran cómodos sus pechos? Bueno, no importa, la verdad es que eres lindo y quería aprovechar de pasar un buen rato antes de…

- ¿Antes de qué? – Aquella pausa me intrigó bastante, sobre todo por como lo dijo.

- ¡Antes de que la Ama Alexis despierte, claro!

 

Seguía sin convencerme su respuesta, pero por dios Rebecca era hermosa y se veía simpática y servicial, creo que no dudaría pasar un rato con ella, aparte si me lleva a más partes de la casa podría idear una forma más rápida de escapar, y aunque seguía dubitativo, vi que había cerca de la bañera una rejilla en el suelo, la cual podría ayudarme a escapar de la mansión, por lo que mejor le seguía el juego.

 

- ¿Entonces, qué dices?

- Acepto.

- ¡Fantástico! ¡Mi ama Alexis tiene el sueño muy pesado, son las 8 de la noche y como siempre despertará a las 10 de la mañana cuando suene su alarma, nunca despierta antes de eso, así que tenemos 14 horas para nosotros solos!

- ¡14! ¡¿Qué tu no duermes o qué?!

- Claro que sí, ni que fuera un Vampiro, aproveché de dormir en la mañana, así que descuida, nada nos interrumpirá pequeñín.

 

Eso me parecía bastante raro, por un lado porque al ser criada no debería de dormir en el trabajo, y claro porque al parecer tenía todo esto planeado desde antes. Aquella chica me intrigaba, seguro ocultaba algo, así que debía ir con cautela con ella.

 

Me llevó a una gran habitación, supongo que a la suya, la cual era tan grande como la de Alexis, pero esta tenía un enorme televisor de pantalla plana frente a un enorme sofá en 90 grados de su enorme cama, tal vez sea por mi pequeño tamaño pero en serio todo se veía sospechosamente grande. Fue entonces que me dejó sobre el respaldo de manos del sillón y me conto su plan para la noche.

 

- Hace tiempo que no tengo una Pijamada, partamos viendo una película y tú puedes pintar mis uñas mientras tanto, si haces un buen trabajo te recompensaré, pero si no pues… ya sabes. No creo ser tan buena gente como Alexis.

 

Acto seguido me pasó un frasco de esmalte de uñas rojo tan grande como yo y se sentó de manera tosca en el sofá, lo que hizo que me estremeciera un poco pero no me caí. No tardó en elegir una película, Godzilla del 2014, no era tan buena pero comparada con la de los 90’s no podía quejarme. A la par que el filme avanzaba yo agarraba con fuerza la brocha gigante y esmaltaba de rojo las uñas de su mano derecha, lo que tardaba un buen rato, más del que pensaba. Nunca había hecho esto con mis amas y la verdad era algo difícil considerando mi tamaño.

 

Rebecca no dijo nada durante toda la película, su mirada era fría como el hielo y atenta como un oficial de policía sobre una dona, al verla desde aquí abajo noté algo en su rostro, sus ojos eran grises como los de Alexis, algo raro, no hay mucha gente con los ojos así y encontrar 2 en el mismo sitio me parecía extraño, y fuera de eso noté que su nariz era idéntica a la de Alexis, pequeña pero respingada y muy bonita, incluso en general tenía un aire a ella.

 

Llegué a pensar que tal vez esta chica no era una simple mucama, debía ser pariente de Alexis o algo así, eso también explicaría su actitud tan relajada con respecto a sus labores. Decidí preguntarle cuando acabó la película y yo terminé su manicura en ambas manos, aunque ella primero debía dar su veredicto sobre mi trabajo.

 

- Ciertamente no está mal, aunque algo descuidado en los bordes ¿Nunca habías hecho esto verdad?

- Pues no, ni Rachel ni mis otras amas me lo habían ordenado.

- Entiendo, aunque la verdad estaba siendo educada, sí que hiciste un trabajo bastante mediocre, y creo que mereces un buen castigo.

- Pero si yo…

- ¡SILENCIO! Ahora, ¿Algo que decir antes de que lleve a cabo tú sentencia?

- Sí. ¿Quién eres en realidad, no eres una mucama real, no?

- ¡Me pillaste! Eres más listo de lo que pensé. La verdad no soy una mucama ni una sirvienta, eso era una fachada para ocultarme mientras tus 3 antiguas diosas estaban de visita, pero en realidad soy Rebecca Watson, la hermana mayor de Alexis. Ahora, si no tienes más que decir creo que es hora de tu castigo.

 

Con una mano Rebecca me levantó y con la otra se subió la falda, dejándome cara a cara frente a sus bragas, que lentamente y con ayuda con el movimiento de sus caderas terminó haciendo que cayeran al suelo, dejándome ver su titánico culo a escasos centímetros de mi rostro.

 

- ¡Dile hola a tu nuevo hogar pequeña basura!

- ¡ESPERA, NO LO HAGAS!

 

Lentamente me fue acercando hacia su ano, mi rostro estaba cada vez más cerca de él y yo sólo podía gritar, hasta que no pude seguir ya que mis labios habían hecho contacto con su recto, segundos antes de que fuera introducido completamente dentro de él.

 

Estaba oscuro y olía terrible, por razones evidentes, y estaba sumamente apretado, más que la vagina de mi Diosa Rachel cuando hacíamos el amor, ella nunca había hecho esto conmigo, menos Stacy o Vicky, y la verdad era entre excitante y doloroso, sobre todo doloroso, ya que su ano se contraía cada maldito segundo, algo que seguro hacía ella para excitarse. La pared carnosa frente a mí se apretaba más y más, con movimientos cada vez más rápidos pero irregulares, creo que se estaba masturbando conmigo dentro de su ano, sobre todo creí eso al escuchar sus ruidosos gemidos que oía aun dentro de esta oscura, caliente y olorosa prisión.

 

Un par de minutos después los cuales se me hicieron eternos, escuché una voz algo apagada hablando junto con Rebecca, y segundos después salí de ahí gracias a sus dedos los cuales me jalaron rápidamente.

 

Estaba tan oscuro allí dentro que la luz de la habitación me golpeó fuerte en los ojos, sobre todo considerando que era muy pequeño por lo que me afectaban más ese tipo de cosas, y cuando por fin pude ver con claridad vi a Alexis parada frente a nosotros.

 

- Lamento haberte despertado con mis gemidos, hermana.

- Claro que no lo lamentas, querías que viniera ¿no?

- Más bien quería que vinieras a la cama…

 

Segundos después ambas hermanas se encontraban sobre aquella gran cama y empezaron a desnudarse, aunque Rebeca no me soltó ni por un segundo. Vi desde su puño como ambas hermanas gigantas empezaron a besarse apasionadamente, algo que fue largo pero no tanto como lo que venía, Rebecca recostó a su hermana en la cama y se puso sobre ella.

 

- Tuve una idea loca.

- ¡Sólo hazlo, lo quiero dentro de mí ya!

 

No tardó mucho en obedecer a su hermana y acercarme a su vagina, me metió boca arriba dentro de su húmedo coño hasta las costillas, tenía exactamente la mitad de mi ser atrapado en la vagina de Alexis, y eso era tan exacto por lo que se avecinaba.

 

Levanté la mirada y vi como la vagina de Rebecca se acercaba rápidamente hacia mí, fue algo sumamente rápido pero el terror que sentía hizo como que el tiempo se detuviera, dejándome contemplar a detalle aquella petrificante cueva carnosa, que en breve me envolvería.

 

En cuestión de segundos terminó cubriéndome por completo. Me hallaba entre las vaginas de las 2 hermanas Watson en un trío bastante peculiar, las 2 hermanas copularon con fuerza sin importar que yo me hallara dentro de ambas, obviamente desesperado.

 

- ¡AAAAAAAAHHH! – Grité, aunque desde luego en vano.

 

Sus contracciones apretaban mi cuerpo de una forma entre excitante y sumamente dolorosa, no se contenían en lo más mínimo, era una de las situaciones más extremas en las que me había encontrado, y de las pocas en la que el pavor se apoderó por completo de mí, ya que ellas no eran mis Diosas, podrías matarme cuando lo desearan o hasta por accidente si se excitaban más de la cuenta.

 

Yo no podía hacer otra cosa más que gritar, pero nuevamente fui silenciado, esta vez por los fluidos del coño de Rebecca que rápidamente se filtraban en mi boca, y tuve que tragarlos varias veces para no ahogarme. Fue algo desagradable, pero debido a las circunstancias tenía que hacerlo, cosa que no dudo que salvó mi vida.

 

Al cabo de 10 minutos pararon y por fin me dejaron salir, se acostaron en la cama y me dejaron dentro de una bota alta para que durmiera, y entonces yo, en la oscuridad, y ya con mis 2 nuevas amas dormidas, afronté la terrible verdad, una de la que sabía no podría escapar por el resto de mi vida, y es que sin querer le había sido infiel a Rachel…

Capítulo 17, Mi gran escape. by GeaGts

Logré espabilar luego de un par de horas metido en aquella prisión de cuero. Recordé aquella rendija en el baño en el cual Rebecca me puso luego de sacarme de las bragas de Alexis, y aunque no sabía mucho de ella, tenía que investigar, aparte no es como si tuviera una idea mejor.

 

Traté de voltear la bota para salir pero fue inútil, era demasiado pesada como para que mi pequeño cuerpo de 5 centímetros pudiera moverla siquiera, por lo que se me ocurrió escalarla por la parte delantera desde la solapa, que fue lo que terminé haciendo.

 

Tenía un tamaño adecuado para ello, pero la endeble superficie por la que escalaba me dificultó la tarea una enormidad, aunque no la imposibilitó ya que al cabo de un par de minutos logré por fin salir de la bota.

 

Rápidamente me dirigí hacia el baño, pero en mi actual tamaño eso me tomaría una media hora, por lo que pasé ese tiempo pensando en lo que más amaba en el mundo, mi Diosa Rachel. Ella era mi mundo, la razón por la que tenía que escapar con tanta premura, tenía que verla lo antes posible.

 

Luego de 20 minutos corriendo llegué al baño y me acerqué a la rendija, estaba oscuro pero algo no andaba bien, esa rendija dejaba pasar algo de luz, definitivamente llevaba a alguna parte, por lo que sin pensarlo 2 veces me escabullí entre aqueos barrotes, quedando colgado de ellos dentro de esa recamara. Viendo un poco mejor me recordaba más a un conducto de ventilación que a una cañería, claramente encontraría algo al otro lado, por lo que me solté.

 

Caí rápidamente tratando de evitar las paredes del ducto para no quemarme con el roce, y de trasero ya que así mi caída sería menos dolorosa y perjudicial para mi pequeño cuerpo, unos 3 segundos después atravesé el umbral de luz y, para mi sorpresa, caí en un estanque de agua, que viéndolo mejor al salir a la superficie era un balde, al parecer esto era lo que recogía el agua del baño para no manchar la habitación, y cuando logré salir supe por qué esa habitación era tan importante.

 

En ella vi hechizos en las paredes, muchas computadoras, cada una al lado de un tanque de unos 2 metros lleno de lo que parecía ser energía pura, una al lado de otra, y todas prendidas a excepción de la última, que no tenía nada adentro. Acercándome más vi como en la base de cada tanque había apellidos grabados, alcancé a leer varios, muchos de los cuales me llamaron la atención, Blake, Montana, Alí, Greyback, Houdini, Hoffa, Kennedy, Kawashima, Luxinguer, Allen, muchos de ellos me recordaban a varios famosos, la mayoría muertos o desaparecidos, pero ni de lejos fue lo más aterrador, ya que grabado en el tanque vacío había inscrito un apellido que conocía muy bien: Roberts.

 

Me hallaba paralizado, y es que a pesar de ser común, ese era el apellido de Rachel, Rachel Ann Roberts, y considerando en donde me encontraba esa no podría ser una simple coincidencia. Anonadado de mi hallazgo no sabía qué hacer, no podía moverme, pero de pronto sentí que algo aparecía detrás de mí, y antes de poder voltear una voz conocida me habló.

 

- En serio te subestimé, insecto.

 

Era Rebecca, aun desnuda, mirándome con una mescla entre enojo y picardía. Estaba aterrado, no sabía que decir en ese momento… Pero ella sí.

 

- Aunque llegaste aquí dudo que hayas averiguado lo que ocurre, bueno, de todos modos vas a morir así que te lo diré, ya quería decírselo a alguien otra vez. Mis ancestros eran magos, como bien sabes, pero eso sí, el clan Watson siempre fue excluido por la comunidad mágica debido a que nos consideraban un clan de depravados y sádicos, más de lo permitido, por lo que desde hace siglos mis ancestros empezaron a encargarse de cada familia mágica que había en el planeta, matando a sus cercanos para poder capturarlos en ese momento catártico y robarles su magia, querían ser el único clan mágico que existiera. Esa labor pasó de generación en generación, y mis padres mataron a los últimos clanes que quedaban, pero faltaba uno, los Roberts, los padres de tu amiga Rachel. Nuestros padres murieron en 2 enfrentamientos entre sí, pero no sabían de la existencia de la chica sino hasta que fue demasiado tarde, sólo quedaba una bruja en el mundo aparte de mí y mi hermana, Rachel Roberts, por lo que yo tenía que acabar con ella y completar la labor que toda mi familia llevaba arrastrando por tanto tiempo.

 

- ¡BRUJA! ¡RACHEL NO LE HARÍA DAÑO A NADIE, DÉJALA EN PAZ, MALDITA PERRA!

- Oye, más cuidado – En ese momento Rebecca puso su pie sobre mí, apretando mi cuerpo lentamente, pero sin aplastarlo. –Ten en cuenta a quien le hablas, puede que Rachel y las otras te hicieran llamarlas Diosas, pero ellas no saben lo que es una Diosa en verdad, que es en lo que me convertiré una vez absorba la última magia de los Roberts. Quería mantenerte con vida un poco más para que divirtieras a mi hermana, la pobre ni sabe de mis planes, no quiere nada que ver con el plan de los Watson, pero una vez tenga mi poder no podrá resistirse, y ya no tendré que manipularla para que haga lo que quiero.

 

- ¡MALDITA, SI VAS A HACERLO SOLO HAZLO, AHORRAME TU DISCURSO!

- Tranquilo gusano, esta noche vas a morir, pero todo a su tiempo, primero tengo que llamar tu ama.

 

Acto seguido Rebecca empezó a conjurar unas palabras extrañas, su ojo visible se puso en blanco como los de Storm en X-Men, y un minuto más tarde se abrió un portal justo donde nos encontrábamos, y de su interior salió Vicky, Stacy y mi hermosa Rachel, sumamente consternada, y con mi homúnculo en la mano…

Capítulo 18, La Muerte llama. by GeaGts

- ¡QUÉ MIERDA ESTA PASANDO AQUÍ! – Gritó mi Diosa, claramente alterada.

- Míralo por ti misma, Roberts. –En ese momento Rebecca me quitó el pie de encima, y pude ver mejor a mi amada Rachel, quien en efecto tenía una réplica exacta de mí, pero calculaba que de unos 3 centímetros.

- ¡GERA! Sabía que algo andaba mal con él desde que nos fuimos, es un puto homúnculo.

- Así es. –En ese momento la malvada Rebecca con una estela brillante de magia hizo que mi réplica volara por los aires y cayera en dirección a su boca, anonadado vi como mi clon gritaba aterrorizado mientras se acercaba rápidamente a las fauces de la pelirroja, quien con una mirada de victoria se tragó de un bocado al homúnculo que había enviado con Rachel apenas hace un par de días, dando fin a su existencia tan rápido como la creó, relamiendo sus labios sin dejar de disfrutarlo ni por un segundo. –Y es un puto homúnculo delicioso.

 

Luego de aquel morboso espectáculo, de su mano apareció una energía celeste, del mismo color que la de los tanques, y la apuntó al vacío, quedando un poco relleno de la energía que ese homúnculo había recibido en el poco tiempo que estuvo con Rachel. Ella también brilló, en efecto mientras más energía había en el tanque, menos magia le quedaba, gritó como nunca antes lo había hecho, mis otras Diosas estaban  paralizadas, pero yo lo estaba por el miedo, no quería ni pensar en lo que vendría.

 

- ¡Valla, cuanta energía en tan poco tiempo, veamos cuanta tiene tu amante! –Entonces Rebecca alzó su otro pie sobre mi cuerpo, bajándolo rápidamente, quería que muriera lo antes posible, pero por su cara de psicópata sabía que no por eso lo disfrutaría menos.

- ¡¿Amante?! –Exclamó Stacy.

- ¡ALTO! –Rápidamente mi Rachel alzó sus manos y lanzó una fuerte ráfaga de rayos rojos a Rebecca, justo antes de que su pie me redujera a una mancha de sangre en el suelo, y aunque mi experiencia cercana a la muerte me dejó aún más en shock, pude ver como la pelirroja se caía de espaldas al suelo unos 4 metros detrás de mí.

- ¡¿Estas bien Gera?! ¡Háblame! –Dijo Rachel luego de recogerme del piso, estaba sobre su palma, y aun aturdido no me resultó difícil ver su hermoso rostro mancillado por la tristeza que la embargaba en aquel momento, tenía que calmarla.

- Es… Estoy bien Diosa…

 

Rachel luego de oír esas palabras no pudo evitar sonreír y besarme fuertemente ahí en su mano.

 

- ¡¿Qué tienes Rachel, que pasa?! – Dijo Vicky claramente extrañada de la actitud de su amiga.

- Luego les digo, ahora tenlo, necesito matar a esa perra pelirroja.

- ¿Por qué? Sólo vámonos, hay que…

- ¡NO! –Gritó Rachel aun con lágrimas en los ojos. –No puedo dejar que se salga con la suya, lastimó a Gera, al… ¡Hombre que amo!

 

La quijada de ambas se cayó al suelo al oír eso, claramente ellas me veían como un esclavo nada más, a veces como persona, pero no podían concebir la idea de que Rachel, la que llevó a cabo todo este plan para encogerme y someterme, haya terminado enamorándose de mí. En ese momento yo simplemente lloré de alegría, sabía que me tenía aprecio pero no de esa forma, yo la amaba, y ahora ella me amaba a mí, era el momento más feliz de mi vida, pero por desgracia fue seguido por uno de los más tristes.

 

Por su lado, y luego de dejarme en las manos de Vicky, Rachel fue a atacar a Rebecca, le dio una patada con esa magia roja mientras trataba de levantarse, mandándola a volar fácil unos 6 metros contra la pared. Rápidamente saltó para alcanzarla antes de que cayera al suelo, propinándole un tirabuzón que creó un pequeño cráter debido al impacto del maltrecho cuerpo de Rebecca. Luego mi linda Rachel con una cara de ira mayor que la de Goku cuando mataron a Krillin por segunda vez, levantando su puño encendido, esperando a confrontarla antes de darle el golpe final con un arma más afilada, las palabras.

 

- ¡¿QUE MIERDA TE PASA?!

 

Rachel quedó atónita ante la respuesta de su rival, quien sólo se echó a reír con locura durante varios segundos que seguro para mi linda ama se hicieron eternos, pero finalmente dejó de reír para contraatacar verbalmente.

 

- ¿Aun no lo entiendes? ¡Tus emociones son las que alimentan mi máquina, mira el tanque, no hay forma de que puedas derrotarme, Yankee estúpida!

 

En efecto, con la ira contenida de Rachel su tanque de energía se había llenado a la mitad, si seguía luchando con ella sólo alimentaría más su máquina. Rachel no sabía qué hacer, soltó a Rebecca quien siguió riendo mientras quedaba perpleja de rodillas frente a su enemiga, o al menos eso pensaba yo, ya que la verdad se encontraba muy debilitada como para siquiera levantarse. Desde luego Rebecca aprovechó la momentánea distracción de Rachel, y la agarró del cuello diciéndole que no era nada, para luego arrojarla contra nosotros. Impactó contra Vicky, quien debido al impacto me dejó caer, dolió mucho, pero mi dolor físico no era nada comparado al ver en tal estado a la mujer de mi vida. El panorama se volvió en contra nuestra, no sabía qué hacer, y desde luego Rachel tampoco, pero en ese momento noté como Stacy, aun de pie, se llenaba de furia contra nuestra atacante, a quien fue a atacar sin premura. Logró taclearla y arrojarla al suelo, y sobre ella vi como la escupió, le dio un golpe tras otro y finalmente le gritó.

 

- ¡NO ATAQUES A MIS AMIGAS, JÓDETE, DE MI NO PODRÁS SACAR ENERGÍA, ZORRA!

- ¡JAJAJAJA! ¿Eso es lo que crees, rubia?

 

Lo siguiente que pasó fue una imagen que nunca podría borrar, ya que vi cómo el brazo de Rebecca resplandecía en rojo y, con una precisión fatal, empujó a Stacy quedando ahora ella de espaldas contra el suelo, y rápidamente le enterró el brazo en el pecho.

 

- ¡NOOOOOO! – Gritó Rachel, quien sin que yo me diera cuenta estuvo viendo ese momento mientras se levantaba, atónita al igual que yo. El resplandor celeste volvió a debilitarla, y Rebecca al fin pudo llenar el tanque Roberts a su máxima capacidad. De pronto todos y cada uno de los tanques emanó un brillo aun mayor, tornándose verdes en cuestión de segundos y rompiendo los tanques para dirigirse directamente a Rebecca.

- Por fin lo logré, gracias mamá, gracias papá, ahora podré usar la energía de mis ancestros en su nombre. Todos los poderes mágicos recolectados por generaciones, todos en mi ser, y ya sé que haré primero. – Rebecca miró con malicia a la moribunda Stacy, con unos ojos verdes por toda la energía que consumió que daban un terror increíble.

 

Lo que siguió fue algo que me sorprende no haber visto venir, ya que la idea me la había presentado la misma Rebecca horas antes, y es que empezó a crecer, a volverse una verdadera Giganta. De pronto vimos con horror cómo llegó a medir cerca de 15 metros, aunque algo agachada debido al techo, el cual debía de tener unos 10, todos antes repletos hasta el tope de torres de tanques de energía, ahora vacíos.

 

- Corran… - Eso fue lo último que Stacy nos dijo, ya que fue la primera víctima de Rebecca, debido a  que ella sin quitar su mirada psicópata la aplastó con su pie derecho, reduciéndola a nada, tal como ella había hecho con Cody un año atrás…

Capítulo 19, Huida de la Mansión Watson. by GeaGts

Aun estábamos perplejos por lo que acababa de pasar, Stacy, alguien a quien llegué a querer, una amiga sin igual para mis Diosas, y una de las chicas más hermosas de este mundo, se había ido sin más bajo la suela desnuda de una Rebecca de 15 metros.

 

Desde luego sus últimas palabras no fueron en vano, por lo que al cabo de unos segundos Vicky y Rachel conmigo en la mano despabilaron y comenzaron a correr. Esta habitación no tenía puertas ni ventanas, se accedía sólo con tele transportación, por lo que al cabo de unos segundos mis Diosas se hallaban perdidas.

 

Entonces una epifanía llegó a mí, recordé aquella rendija por la cual llegué hasta aquí, y se la señale a Rachel para que pudiéramos salir volando por ahí. Alcancé a apuntar pero no a articular palabras ya que noté que a nuestras espaldas se acercaba el enorme puño de Rebecca, el cual nos hubiera pulverizado de no ser por mi alerta. Saltamos rápidamente y por los pelos pudimos esquivarlo, ella era enorme pero para nosotros se veía más lenta, algo así como lo que yo sentía al ser un peque a merced de Rachel, pero a una escala aún mayor.

 

Sin más dilación Rachel tomó a Vicky y me apretó con fuerza para acto seguido empezar a levitar, desprendiendo  un aura roja para poder atravesar la salida sin atorarnos. Vi como el otro puño de Rebecca nos seguía, decidida a aplastarnos, cosa que para Rachel no pasó inadvertida ya que siguió volando aún más rápido en dirección al ducto de aire. Por desgracia ese enorme puño nos estaba alcanzando, cada vez veía más claro que terminaríamos igual que Stacy en unos pocos segundos, pero para fortuna de todos logramos atravesar la rendija medio segundo antes de que aquel puño nos impactara, y una vez dentro no pudo seguirnos.

 

El aura roja que nos rodeaba quebraba a su vez las paredes metálicas, que en perspectiva me parecieron más cortas que antes debido a que subíamos muy rápido, y en cuestión de segundos salimos a la superficie, quedando en el baño y saliendo al pasillo.

 

Al correr por aquel umbral iluminado por la luz de la luna alcancé a vislumbrar una luz en una habitación lejana y es que Alexis en bata de baño había salido a ver que era todo este escándalo, frotándose los ojos con el puño. Acabó de hacerlo cuando estábamos a escasos centímetros de ella, y lo siguiente que noté fue como Rachel se abalanzó sobre ella, gritándole con furia.

 

- ¡QUE MIERDA ALEXIS! ¡TU PLANEASTE TODO ESTO! ¿NO?

- Pero qué, no sé qué paso, quien…

 

Alexis estaba aún medio dormida, y en efecto como Rebecca me dijo ella no sabía nada de este asunto, y conociéndola sabría que no le gustaría en lo más mínimo, por lo que instintivamente hablé en su defensa.

 

- ¡RACHEL! Ella no lo sabía, todo lo hizo Rebecca.

- Re… Becca… ¿Qué hizo ahora mi hermana?

- ¡MATÓ A STACY Y AHORA VIENE POR NOSOTRAS! – Gritó Vicky.

- Pero… Eso no puede…

 

Aquella frase acompañada de una cara claramente extrañada de Alexis se vio interrumpida por un enorme ruido subterráneo, que en cuestión de segundos supimos que era. El suelo de la mansión se quebró y de aquel enorme agujero emergió la Rebecca Giganta, con la mitad del cuerpo en este piso y las piernas en el de abajo y un grito similar al de un Kaiju de esa película que vimos hace rato, seguido de la frase “¡DEJEN A MI HERMANA!”

 

 - No… No puede ser… Rebecca…

- ¡TENEMOS QUE SALIR DE AQUÍ, CORRAMOS, HAY QUE SALIR DE AQUÍ PARA QUE PUEDA HACER UN PORTAL ESTABLE!

 

Rápidamente Vicky agarró a Alexis y empezaron a correr, el piso no tardó en colapsar y a mis Diosas solo les quedaba correr aún más rápido, ya que Rachel no podía llevarlas volando y hacer el portal al mismo tiempo. Yo por mi parte no podía despejar la mirada de esa colosal Rebecca desnuda, quien avanzaba hacia nosotros más rápido de lo que cabría esperar, destruyendo la mansión con cada paso que daba. El piso se nos estaba acabando, por lo que Rachel decidió arriesgarse o morir, saltando a través del siguiente ventanal que encontró. De no ser por aquel halo rojo que desprendía habríamos muerto en la caída, pero eso tampoco nos salvó, ya que ahora Rachel debía empezar a conjurar otra vez el hechizo del portal. Rápidamente corrimos por los enormes jardines de la mansión Watson, y al acercarnos al laberinto noté cómo aquella estructura que tanto me había maravillado empezaba a colapsar, dejando tras de sí mucho polvo y escombros, y revelando entre medio a una furiosa y giganta Rebecca, quien no tardó en vernos y perseguirnos.

 

Alexis gritaba y lloraba a la vez, creo que a pesar de todo si sabía lo que pasaba, Rebecca se había vuelto loca, y la linda británica lloraba por su hermana. Por su lado Rachel empezó a recitar el conjuro, y su cuerpo empezó a emanar un brillo morado que  simbolizaba el encantamiento espacial, y en cuestión de segundos a algunos metros de nosotros un pequeño portal se abrió en el suelo.

 

¡AAAAAAH! Grité ya que vi cómo Rebecca saltaba y extendía sus brazos para atraparnos, estaba exhausto, había visto a la muerte a la cara tantas veces en tan poco tiempo que es increíble que no perdiera la cordura, pero esto no iba a terminar ahí. Aunque las enormes manos de Rebecca estaban a escasos centímetros de nuestros cuerpos, mi diosa Rachel logró empujarnos a todos dentro del portal, y cerrarlo antes de que la giganta nos atrapara.

 

Ya no estábamos en Londres, nos encontrábamos en un sitio que conocía de sobremanera, la casa de Rachel. Aquí era de día debido a la diferencia horaria, ya había amanecido y este ambiente soleado aquí en california era casi como un resplandor angelical, y no estaría lejos de serlo ya que, en teoría, acabábamos de salir del infierno. Las chicas y yo tardamos unos segundos en respirar y asimilar todo lo que había pasado, hasta que Vicky entro en llanto, por obvias razones. Alexis trató de calmarla, pero fue en vano.

 

- Tranquila, ya pasó…

- ¡YA PASÓ! STACY ESTA… ESTA…

 

Ese fue un golpe duro para todos, del que no sabía si nos íbamos a recuperar.

 

- No te diré que entiendo lo que sientes, pero las acciones de mi hermana no tienen nada que ver con…

-¡¿CONTIGO?! ¡ERAS MI AMIGA! ¡¿Por qué NUNCA ME DIJISTE QUE TENÍAS UNA HERMANA ASESINA?!

- ¡Ella no Sabía, Vicky! La estaba manipulando. – Dije yo volviendo a defender a Alexis, cosa que despertó la atención de Rachel.

- Estuviste mucho tiempo con ella ¿no? Dime Gera, ¿ya la conoces bien, ya es tu nueva Diosa?

- Rachel… Yo…

- ¡EL NO TIENE LA CULPA! –Interrumpió Alexis, era su turno de defenderme. – Créanlo o no, pero ambos fuimos víctimas del maleficio de Rebecca. ¡Y si querías saber, todo el tiempo que estuvo conmigo el no hizo otra cosa que pensar en ti, Rachel!

 

En ese momento todos entramos en llanto, y poco después caímos exhaustos en el suelo.

 

Despertamos un par de horas después, aunque Alexis lo hizo un poco antes, prendió el televisor de la sala de estar y aquel ruido interrumpió nuestro sueño, estábamos por preguntar qué pasó, pero las imágenes en aquella pantalla eran evidentes, Rebecca estaba suelta, atacando Londres…

Capítulo 20, El inicio del Fin. by GeaGts

Esa fue una mañana que no íbamos a olvidar, ya que fuera de la muerte de Stacy, el mundo entero estaba por cambiar. A diferencia de los 15 metros que alcanzó en primera instancia, ahora Rebecca medía poco más de 300 metros. A diferencia de lo que podría pensarse, la televisión mostró todo el suceso en tiempo real sin censura, ya que gracias a las cámaras ubicadas en toda la ciudad podíamos ver desde todos los ángulos el hecatombe que la giganta pelirroja causaba, y aunque no era algo de esperarse, creo que en el fondo sabían que se acercaba su final, por lo que es mejor que hubiera un registro en vivo de todo lo que estaba pasando, para alertar a las otras naciones, aunque pensándolo bien, en una situación así lo que menos me importaría sería el hecho de si la gente ve el suceso por la televisión o por sus propios ojos, viviéndolo en carne propia.

 

El titánico cuerpo desnudo de Rebecca se hallaba al frente de la Catedral de San Pablo, la cual vio sumamente diminuta para ella, y con las manos en las caderas y entre risas le dio una patada que la destruyó en un dos por tres, cuyos escombros volaron por los aires impactando en el banco de Inglaterra, el cual Rebecca procedió a pisotear también en su camino a la torre de Londres.

 

- ¡GENTE DE LONDRES Y DEL MUNDO! Yo soy Rebecca Watson, nacida el 3 de Mayo de 1995 y la última hechicera con vida. Al menos así me conocían antes, ya que ahora soy la Diosa Rebecca, Diosa del nuevo mundo que estoy por comenzar. Tengan seguro que cada gobierno actual caerá a mis pies, y ni todo el arsenal nuclear podría evitarlo, o eso creo, y cómo una pequeña demostración de lo que se viene, hoy le toca a Londres sucumbir ante mí.

 

Acto seguido de sus fatales palabras, la giganta se agarró las tetas y con ellas aplastó todas y cada una de las estructuras de la torre de Londres, tomándose su tiempo para ver a las personitas dentro de ellas antes de ser aplastadas bajo su monumental busto.

 

Luego de aquel espectáculo, Rebecca continuó con su morboso juego, esta  vez con la mira puesta sobre el puente de la torre. Una sonrisa malévola se apoderó de su cara, se puso en cuclillas con el trasero apuntando en dirección al puente, se veía a la gente horrorizada, gritando y corriendo por su vida en aquel puente, muchos se lanzaron hacia el río, pero eso no ayudó en nada ya que en cuestión de segundos la giganta saltó e impactó su enorme trasero sobre el puente, empujándolo a él y a todos en su interior hacia el fondo del Támesis.

 

- ¡EL PUENTE DE LONDRES SE CAYÓ, JAJAJAJA!

 

 Aquella estruendosa caída provocó un pequeño tsunami a orillas del río, cosa que hizo feliz a la giganta, pero no tanto como lo que estaba por hacer. Su siguiente objetivo era el London Eye, por lo que debía atravesar los distritos de Borough, Newington y Lambeth para llegar.

 

Esa fue tal vez una de las imágenes más abrumadoras, ya que no solo fue destruir edificios históricos creándole a Londres su propio 9/11, sino que esta vez podíamos ver a miles de personal corriendo por las calles lejos de las pisadas de la giganta, las cámaras de la ciudad junto con los cientos de vídeos de celulares que transmitían los hechos dejaron ver desde su punto de vista como todas esas personas eran inevitablemente aplastadas bajo los titánicos pies de Rebecca, y ella esbozaba una gran sonrisa mientras lo hacía, sobre todo cuando se percataba de algún pequeñín grabándola desde el suelo, que segundos después se convertiría en papilla bajo su pie.

 

Parecía una visión sacada del infierno, allá apenas estaba amaneciendo y todo lo que hacía Rebecca hacía palidecer al gran incendio de Londres en comparación. Luego de aplastar a miles bajo sus pies la giganta finalmente llegó al London Eye, que era apenas unos metros más bajo que ella, y lo que hizo después fue un espectáculo dantesco.

 

- Mmm, al fin algo que está a mi altura, jejeje. Me dan risa, patéticos insectos, ¿creen que estar dentro de esas cápsulas los protegerá de mí? No me hagan reír, no sólo están perdidos, sino que se ganaron una visita guiada a mi estómago.

 

En ese momento Rebecca se puso de rodillas frente a la rueda de la fortuna, y colocó su boca al lado de una cabina llena de pasajeros horrorizados, la lamió durante varios segundos dejando ver a aquella pobre gente el interior de su boca, que pronto sería su visión final, ya que procedió a comérsela de un mordisco, cosa que hizo con las 32 cabinas, todas repletas de hombres, mujeres y niños en estado de shock por lo que estaba pasando.

 

Una vez el London Eye se quedó sin cabinas para devorar, Rebecca lanzó la estructura hacia adelante, que rodó hasta colapsar contra el Country Hall, poniendo la vista en su siguiente objetivo: El Parlamento.

 

Sentada sobre lo que una vez fue el London Eye, la pelirroja empezó a patalear derrumbando poco a poco las paredes del palacio, más adelante puso sus pies a los costados de la torre Victoria, haciéndole una especie de Footjob como si fuera el pene más erecto en Inglaterra, no tardó mucho aquella estructura en colapsar, pero aquel acto había prendido a la giganta, por lo que puso su vista en la torre del reloj, uno de los emblemas de la ciudad, y se paró encima de él, colocando su vagina cerca de la punta.

 

Lo que pasó después fue más que obvio, pero no por eso menos  terrible, y es que Rebecca empezó a usar la torre del reloj como si de un consolador ser tratara, ahogando los gritos de todos los pequeñines que estuvieran dentro, y conforme la torre era destruida presionándolos más y más contra sus paredes vaginales. Empezó a gemir de placer y a llevar a cabo su acto con más y más velocidad, provocando que tanta violencia derrumbara la torre, a la par que la excitaba a un punto de estar a punto de correrse, cosa que hizo no sin antes apuntar a la Abadía de Westminster, que al cabo de unos segundos se llenó de los viscosos jugos de la pelirroja, ahogando a todos los de adentro en sus calientes y blancos fluidos.

 

- Ah… Ya me divertí suficiente, creo que es hora de acabar con la reina y con ese maldito de Carlos de una buena vez, después de todo Inglaterra ya no los necesita, me tiene a mí, jajaja.

 

En segundos ocurrió algo que de no ser porque lo vi con mis propios ojos no lo creería, el palacio de Buckingham estaba siendo aplastado por los enormes pies de Rebecca, la cual lo redujo casi a polvo durante su arranque de éxtasis post torre del reloj, ya no quedaba nada, al cabo de unos minutos Londres completa fue destruida por aquella giganta, quien luego de eso fue a una isla cercana para descansar.

 

Por nuestra parte estábamos sin palabras, al menos hasta que Alexis rompió el hielo.

 

- Tengo que volver con ella.

- ¡Estás loca! – Dijo Rachel. – Tu misma viste lo que pasó, no le importó matar a todos, ¿qué piensas hacer?

- Hacerla entrar en razón, y si no funciona, al menos a su lado es el lugar más seguro del planeta, es mi hermana, no me hará daño.

 

Entonces Alexis abrió un portal hacía en viejo continente, pero antes de partir fue interrumpida por Vicky, quien le agarró el brazo y dijo algo que nunca imaginé.

 

- ¡Quiero ir contigo!

- ¡¿QUÉ?! –Gritamos todos al unísono.

- Sí, es cierto, no estoy segura aquí, sólo lo estaré si la nueva Diosa me protege.

- Vicky… después de todos estos años…

- Lo siento Rachel, pero yo crecí en las calles, si algo me marcó es mi instinto de supervivencia, y donde puedo estar más a salvo es con Alexis y Rebecca.

- …No puedo culparte, en tu lugar yo haría lo mismo.

- Mi hermana vendrá por ti Rachel, será mejor que huyas a algún lugar lejos de todo.

- No… Le diremos que Rachel murió, así al menos podrá vivir el resto de su vida tranquila con Gera.

- Ok.

- Gracias chicas… Suerte…

- A ti igual Rachel.

 

Las 3 se despidieron entre lágrimas y abrazos antes de partir, pero Vicky en el momento justo antes de cruzar el portal volteó su mirada hacia mí, que estaba en la palma de Rachel, y simplemente dijo: Te quiero Gera, cuida de Rachel por favor.

 

Luego de eso no las vimos más, pero Rachel y yo seguíamos preocupados por ellas y por la situación actual, por lo que fue imposible apartar la vista del televisor en los siguientes días.

 

En aquella isla donde Rebecca había ido a descansar al cabo de unos minutos llegaron incontables misiles nucleares, que la giganta con su magia arrojó a las ciudades de donde vinieron, generando una guerra nuclear en el proceso que mermó buena parte de la población de todos esos países.

 

- Parece que hicieron lo que pensé que harían, que idiotas, ahora no tienen nada para defenderse de mí, sólo sus pequeños países… Y respecto a eso…

 

En cuestión de segundos Rebecca se tele transportó de la isla para minutos después aparecer en frente de la Casa Blanca. Durante ese tiempo el mundo se paralizó por saber en dónde se había metido la giganta, pero cuando al fin luego de llegar a aquel jardín abrió su mano y conjuró un hechizo extraño que abrió un portal e hizo caer a cientos de líderes mundiales en su palma. Kim Jong Un, Putin, Trump, Morales, hasta Peñanieto, tenía literalmente al mundo en la palma de su mano, y no tardó en evidenciarlo.

 

- Aquí está el último bastión de lo que conocen como el mundo, pero para mí no son más que bocadillos, y luego de que me los coma este planeta será mío y todas sus naciones me pertenecerán, y si se reúsan, bueno, pregúntenle a Londres que se viene.

 

Luego de eso abrió la boca de par en par y puso su palma inclinada hacia ella, haciendo que lentamente los mandatarios se arrastraran y cayeran dentro de sus fauces, ella no masticó, seguro quería tener el placer de derretirlos en sus jugos gasticos, cosa que obviamente sucedió.

 

Rebecca ahora era la Diosa del mundo, de un nuevo mundo que en cuestión de horas la siguió. En cuanto a nosotros, durante semanas no supimos de Alexis y Vicky, nadie vino a buscarnos, por lo que supusimos que Rebecca nos creía muertos. Sólo nos teníamos a nosotros, Giganta y peque, pareja, estábamos solos en esa casa de montaña, lejos del desastre, pero sentíamos que uno mayor se apoderó de nuestros corazones luego de aquella fatídica noche…

Capítulo 21, Nuevo Orden Mundial. by GeaGts

Fue duro. Antes de darnos cuenta de que nadie vendría por nosotros, Rachel y yo no nos despegábamos de las noticias, siguiendo cada segundo de Rebecca en su ascenso al poder como la Diosa del nuevo mundo.

 

- Este es mi primer mandamiento como su Diosa, quiero que todos los países de este mundo que ahora se quedaron sin líderes me declaren a mí como su máxima autoridad, de la forma que sea, tienen 10 minutos para hacerlo.

 

De los 194 países que había en ese momento, 193 ya se habían rendido en los primeros 5 minutos, ya que fuera de todo el odio y la corrupción, si todos los países querían algo en común era seguir existiendo, no morir, y menos por una bella giganta como ella. Sólo hubo un país que se reusó a sucumbir ante la amenaza de Rebecca y a no aceptarla como su Diosa: Ciudad del Vaticano.

 

De manera limítrofe estaba en Italia, pero en si era una nación en sí misma, y de las más antiguas, pero eso no apaciguó la ira de la Diosa al acabarse el tiempo.

 

- Valla, luego de lo que ya hice yo me esperaba una total rendición mundial, pero parece que millones aun no entienden que la Diosa aquí soy yo. Gente del mundo, escuchen, si alguno osa desafiarme, no duden que no solo será su fin, sino de todos los cercanos a ustedes. O me adoran o los destruyo.

 

Acto seguido hizo algo impensable, cosa que a estas alturas no debería sorprender pero que dejó a todo el planeta en shock, y es que encogió a toda Italia y la transportó a la palma de su mano.

 

- Me quedé con hambre, veamos si millones de italianos pueden quitármela.

 

Nuevamente Rebecca abrió su boca y lentamente acercó a todo el país a sus enormes fauces lentamente, engulléndolo como si de una papa frita se tratara, y crujía como tal.

 

- Mmm… Delicioso… ¡Y efectivo!

 

Vio que la multitud a su alrededor se ponía de rodillas y empezaba a alabarla como a una verdadera deidad venida de los cielos, ya que ellos ignoraban (a diferencia de mí) que en realidad provenía del más profundo infierno.

 

Lo que vino después fue colosal, durante varios minutos Rebecca empezó a conjurar un hechizo de múltiples colores y la tierra se movió, resulta que estaba unificando los continentes, volvió al mundo como era antes, Pangea.

 

Luego de eso dio unos últimos decretos iniciales, dijo que quería que le construyeran un trono y un palacio en las ruinas de Londres, para que fuera la base del nuevo orden mundial. Al finalizar las obras se sentó y dijo que todo seguiría tal y como siempre había sido, pero que ella mandaría a todos los países, que debían regirse a sus órdenes y a cambio ella los ayudaría prosperar como buena Diosa, cosa que vimos al primer mes. Ella pidió que todos los criminales en todas las prisiones del mundo le fueran entregadas como ofrenda el ultimo día de cada mes, para que pudiera ejecutarlos como más le apeteciera, así limpiaría definitivamente al mundo del mal y los malos se lo pensarían 2 veces antes de atacar a los inocentes, y en efecto durante ese primer año el crimen se erradicó por completo.

 

En cuanto a nosotros, Rachel dejó de ver las noticias un par de meses después, no había señal de Vicky o Alexis, por lo que dio por seguro que nunca volverían. Ella en serio no concebía la idea de que el mundo cambió para siempre, que Rebecca ahora lo gobernaba, que se había quedado prácticamente sin poderes, sin amigas, sola en esa casa por el resto de su vida. Fue entonces donde se desplomó, una noche desperté y la vi llorando en su cama, por lo que corrí, subí la gran sábana que se extendía hasta el suelo y me paré frente a su enorme rostro empapado en lágrimas.

 

- Tu eres mi Diosa, Rachel, el resto del mundo no me importa, no los amo a ellos, te amo a ti.

- Gera…

 

Abracé su rostro con todo mi amor, no quería verla sufrir.

 

- Yo… También te amo, pequeño.

 

Entonces Rachel y yo acordamos nunca más preocuparnos del mundo exterior. Rachel se cortó el cabello, teniendo un corte parecido al de Kimberly de la película de Power Rangers de 2017, pero ni la mismísima Naomi Scott se comparaba a su belleza, y empezamos una nueva vida dentro de nuestra casa. Rachel al final del día era millonaria por el lado de sus padres así que comprar comida y suministros nunca será problema, no tenía que trabajar y estaba todo el día conmigo, yo la servía como mi única Diosa y ella lo disfrutaba y me daba su amor, y así como si nada pasaron 10 años.

 

Era 2028, yo tenía 31 y Rachel apenas 2 años menos. Desde que tenía 20 que he sido un reducido a sus pies, y de hecho ya casi no recuerdo mi vida antes de ello, ni me importa. No dejé de llamar  Diosa a Rachel, pero ella ya no me decía esclavo, me llamaba Gera, yo la amaba y ella a mí, y ya no era para nada antipática como al principio, ni siquiera con tantos aires de superioridad, éramos casi una pareja que vivía feliz lejos de todo el mal del mundo.

 

No volvimos a prender la televisión nunca, jamás supimos como siguió el mundo con Rebecca como su Diosa, bueno… hasta ese día.

 

Yo me encontraba besando los hermosos pies de Rachel, una de las cosas que más amaba hacer, con tanto tiempo en ello ya hasta me gustaba, sobre todo porque era lo que más veía de Rachel al ser tan pequeño al nivel del suelo. Ella no reservaba su disfrute, y yo no me contenía en mis besos a su suave piel, tocaría un masaje más tarde pero por desgracia fuimos interrumpidos, por primera vez en 10 años, ya que alguien tocó a la puerta.

 

- No puede ser…

- Que hacemos Diosa.

 

Seguían tocando insistentemente, pero no abrían ni tumbaban la puerta.

 

- Ven conmigo, escóndete.

 

Entonces Rachel me agarró y me puso profundo en su escote, apenas veía algo del frente, pero lo suficiente para saber que mi Diosa se acercaba a la puerta, no sin antes tomar un cuchillo de la cocina y cargarlo con una débil magia roja, después de todo casi no tenía poderes.

 

- ¿Quién eres? No atendemos a nadie aquí. –Dijo Rachel frente a la puerta cerrada.

- ¿Ni siquiera a una vieja amiga?

 

Esa voz era inconfundible, a pesar de todos estos años.

 

- ¡¿Vicky?!... Estás sola.

 

- Sí, ábreme por favor, tengo que hablar contigo.

 

Mirándome extrañada, para ver también mi reacción y constatar que estaba tan sorprendido como ella, Rachel abrió la puerta, y vimos a Vicky. Era más alta de lo que la recordábamos, con el pelo más largo y algo más rojo en lo castaño que era, y tenía una cicatriz atravesando su cornea.

 

- Rachel, hola… Lo siento por no volver, pero por favor… Necesito tu ayuda…

Capítulo 22, El Último Plan. by GeaGts

Estábamos boquiabiertos ante lo que había sucedido. Vicky regresó a la casa luego de 10 años de haberse ido con Alexis, 10 años en los que no supimos nada, y al ir a la sala y sentarnos no esperábamos otra cosa si no explicaciones.

 

- Es tal y como lo recordaba… ¿Y Gera?

- ¡Aquí! –Dije asomando mi cabeza por el enorme escote de Rachel.

- Bueno Vicky, regresas luego de 10 años a mi casa para pedir ayuda, no supimos nada de ti en todo ese tiempo, te escucharé por la amistad que teníamos pero más te vale que valga la pena.

- Ya veo, entonces debo empezar desde el principio. Recordarán que me fui con Alexis porque quería sobrevivir, y ella quería intentar hacer entrar en razón a Rebecca para que terminara con todo esto de la Diosa, pues no funcionó. Durante unos días vimos desde lejos como Rebecca construía su nuevo mundo ideal, matando a miles cada día en el proceso, Alexis no se atrevía a hablar con su hermana pero finalmente luego del primer devoramiento masivo de prisioneros en la ceremonia de inquisición fuimos a confrontarla. Le dijimos que habías muerto por tus heridas y nos creyó, pero hizo que nosotras 2 la reconociéramos como nuestra Diosa, ella ya no veía a Alexis como su hermana, ahora éramos simples hormigas para ella, pero las hormigas que más quería. Ella nos encargaba cumplir misiones, ir a lugares que ella no podía, buscar gente y ese tipo de cosas, ha sido así hasta ahora, y mi ojo es prueba de que no ha sido algo tan fácil siempre, a pesar de la magia de Alexis. Bueno… Ella y yo nos casamos, es muy hermosa y sabes que desde que la conocí hemos congeniado perfectamente, la amo más que a nada, y por eso estoy aquí. Hace unas semanas Alexis y yo encontramos varios registros y libros de magia abandonados por las antiguas familias en nuestro viaje a Perú, Rebecca nos pidió juntar toda la información faltante de la magia y entregársela, algo que solíamos hacer pero sabíamos que nos tomaría años si no es que más terminar. En fin, cuando nos adentramos al amazonas vimos una pintura rupestre en una cueva donde reconocíamos un extraño símbolo parecido a un infinito, de un libro que recogimos días atrás, y nos dio por leerlo. En el encontramos algo que nos quitó el sueño, resulta que en una cueva en lo más profundo del amazonas se encuentra un antiguo amuleto traducido como El Catalizador, y que puede aumentar el poder mágico de su portador en proporciones que superan los límites de la realidad, y como sabemos que servíamos a una diosa que pisa personas por diversión sabíamos que era un arma perfecta para derrotarla. Luego de leer mucho el libro decidimos buscar El Catalizador, pero luego de superar varias pruebas en la que parecía ser la última Alexis quedó atrapada al otro lado de una pared mágica que salió luego de pisar una trampa. Ella no podía romperla, al parecer el poder de una sola hechicera no basta para superar ese obstáculo, y le dije que vendría a buscarte en busca de ayuda, y heme aquí.

 

Esa era una gran historia, a duras penas lográbamos procesarla, pero algo nos quedó claro, había una forma de derrotar a Rebecca.

 

- Entonces me necesitas para terminar el camino hacia El Catalizador y así derrotar a Rebecca. No lo sé…

- Rachel, has vivido en este lugar por 10 años, ¿nunca saliste al mundo exterior?

- No, no era necesario y no quería saber nada de él, mi mundo era yo y mi pequeño Gera.

- Amiga… He visto como familias enteras son separadas por la maldad de Rebecca, he visto como pisa, devora, aplasta y despedaza a las personas sólo para divertirse, no es una Diosa, es un monstruo, y tiene que ser detenida. Ya luego de ayudarnos puedes seguir aquí como si nada, pero por favor, te lo suplico, ayúdanos a conseguir El Catalizador, ayúdanos a salvar el mundo.

 

Vi como Rachel dudaba de su decisión en medio de un breve silencio, que no tardó en cortarse por sus propias palabras.

 

- Dejaré que Gera decida, ¿qué debería hacer pequeño?

 

No podía creerlo, el destino del mundo estaba de cierta forma en mis manos, lo que dijera en ese momento podría cambiar el rumbo de la historia para siempre, y a pesar de lo que crean, no me costó decidir.

 

- Creo que debemos ir Rachel, de joven vi la miseria y la viví en carne propia, y ahora que el mundo está aún peor no pienso dejarlo así.

- ¿Debemos?

- Así es, iré contigo desde luego, no me perdería una aventura así por nada del mundo.

 

Rachel me vio y dibujo una sonrisa en su rostro.

 

- Pues bien Vicky, vamos a salvar el mundo.

 

Vicky sonrió, y a los pocos minutos salimos de la casa, sin saber que esa sería la última vez que estaríamos ahí…

Capítulo 23, A Salvar a Alexis. by GeaGts

Íbamos rumbo al Amazonas en un avión y en clase turista, como creíamos con Rachel la sociedad no había sido tan alterada por el yugo implacable de la Diosa Rebecca, pero una vez en el aire notamos durante buena parte del viaje como varias ciudades habían sido completamente modificadas, con monumentos de Rebecca desnuda de tamaños de rascacielos en el centro de las ciudades, y algunas de ellas simplemente destruidas, con huellas de pies gigantes sobresaliendo de la tierra y los escombros. Por lo mismo Rachel decidió concentrarse en hablar con Vicky para evitar ver en que se había convertido nuestro mundo, y yo atentamente escuchaba echado en el piso, sobre una almohada gigante de esas que dan en los aviones, viendo con una perspectiva fenomenal y algo nostálgica la charla de las que en su momento fueron 2 de las mujeres de mi vida.

 

- Entonces ¿Qué es lo que necesitas que haga exactamente?

- Logramos superar todas las pruebas de la Diosa Antigua del templo, lo último que debíamos hacer era cruzar el umbral y llegar a una habitación con 3 paneles que debíamos pisar, lo que revelaría El Catalizador. Te necesitamos para que con tu magia combinada con la de Alexis puedan desactivar el escudo trampa que la tiene atrapada, para que así las 3 podamos ir y pisar los 3 paneles.

- ¿Y luego qué?

- No estamos tan seguras, pero por lo que pudimos traducir El Catalizador es un brazalete que sólo pueden usar las personas mágicas, y que para poder ser usado en su totalidad debe absorber la magia a su alrededor para dotar a su portadora de una magia aún mayor. Nuestro plan era que Alexis luchara mano a mano contra Rebecca, manteniendo la pelea lo suficiente como para debilitarla y absorber toda su magia, así podríamos alterar la realidad y volverlo todo como era antes.

 

Así siguieron todo el rato, aunque también Vicky nos contó algo de su vida con Alexis. Ambas trataban de demorarse mucho en sus misiones, así tenían más tiempo en pareja para ellas solas, y sin lugar a dudas sus palabras denotaban verdadero amor por ella.

 

Una vez que llegamos a nuestro destino no tardamos en adentrarnos en la selva, no fue un viaje tan largo como esperábamos ya que fuimos en una camioneta robada por Vicky, y al cabo de un par de horas de viaje por la jungla llegamos a la entrada del templo. Era una construcción precolombina, aunque no se parecía a la arquitectura Inca o anterior a ella, ni siquiera a la Maya o la Azteca, cuesta describirlo pero era como una cúpula hecha completamente de pilares en forma de persona, más precisamente esa Vieja Diosa de la que hablaba Vicky, estaba completamente desnuda aunque su cuerpo no parecía tener una contextura normal, sino que estaba tallada como si imitara la forma del universo, con varios planetas y estrellas en su interior, y otras con galaxias enteras. Las estatuas formaban un círculo y en la cima estaba la cúpula, formada por el bello rostro de la figura de dichas esculturas. Al entrar vimos varias trampas activadas y un montón de esqueletos regados por todo el camino, al parecer no éramos los primeros en tratar de obtener El Catalizador, pero si los primeros en llegar tan lejos con vida.

 

Al principio pensé que sería complicado el camino, algo así como en la saga de Indiana Jones, pero caí en cuenta de que Alexis y Vicky ya habían superado la mayor parte del sendero de pruebas, y los cadáveres antes que ellas seguro habían allanado camino. Luego de unos minutos caminando alcancé a ver un muro color lila formado por energía pura, y del otro lado sentada en el suelo estaba Alexis, quien a diferencia de Vicky no había cambiado casi nada desde la última vez que la vi, pero ahora tenía puesto un atuendo que me recordaba a la heroína de algún videojuego, pero no recuerdo cual.

 

- ¡Alex, ya volví!

- ¡Amor!

 

Ambas se acercaron al muro de energía y se besaron, aunque desde luego aquella barrera las separaba,  algo extraño pero que no dejaba de enternecerme.

 

- ¡Hola Rachel, me alegra verte aquí!

- Si... Igualmente Alexis. – Dijo mi Diosa algo tímida al principio, pero no tardó el hablar con la soltura que la caracterizaba.- Vicky ya me contó todo.

- Espero que no todo, je. – Dijo Alexis guiñándole un ojo a su pareja.

- Bueno… ¿Ahora qué? ¿Colapsamos el muro?

- Leíste mi mente, ahora concéntrate.

 

Acto seguido las 2 extendieron los brazos en dirección al muro, sus manos empezaron a generar un resplandor arcoíris, aunque Rachel demoró un poco más en alcanzar su máximo nivel. Una vez así fue cambiando de color hasta llegar al lila de la muralla, el cual se intensificó junto con el brillo de sus palmas. Al parecer el hechizo era más difícil de lo que Rachel pensó, ya que es la primera vez que la veía sudar al conjurar cualquier tipo de magia, pero ella no dejó de hacerlo ni un segundo, sólo fruncía el ceño cada vez más y se veía más concentrada en el muro, que finalmente y luego de un gran destello se desvaneció.

 

- ¡Wow! Ahora sí que sí. – Dijo Alexis justo antes de abrazar a Vicky y besarla como es debido, sin dudas el beso más apasionado que haya presenciado nunca. – ¿En qué estábamos?... A sí, Hola Rachel, y hola Gera, tan tierno como siempre, je.

 

Alexis me miraba en el escote de Rachel con una sonrisa como la que tuvo cuando la conocí, genuina pero intrigante, por lo que pensé que algo no nos había dicho.

 

- ¿Y por qué sigue de ese tamaño? Vamos, agrándalo, tal vez lo necesitemos más adelante.

- Es que…

- No puedo usar mis poderes como antes, -me interrumpió Rachel- no luego del encuentro con tu hermana hace años.

- Por desgracia ella ya no es mi hermana, a veces me pregunto si alguna vez lo fue… Pero bueno, ¿quieres que lo agrande por ti?

 

Rachel y yo quedamos con la boca abierta cuando oímos eso, volver a mi tamaño normal nunca me pasó por la mente, cuando me encogía medía 1 metro 75, al igual que Rachel, y aunque ahora ella seguía igual yo, bueno… Ya entienden. Alcé la mirada al cielo para ver el rostro de mi Diosa, quien me miró sonriendo.

 

- Claro, puedes agrandarlo.

- ¡Genial! Ahora espera un segundo…

- Aguarda… ¿Podrías hacerme de 1 metro 50?

 

Esa petición les pareció rara a todas a juzgar por sus rostros, pero yo sabía por qué quería esa estatura. Cuando conocí a Rachel así es como ella medía, y yo quería ver el mundo desde esa perspectiva, aunque sea a estas alturas del partido.

 

- Está bien. – Entonces Alexis realizó el hechizo de alteración de tamaño, y yo poco a poco fui creciendo, salté hacia adelante para no hacer caer a Rachel, aunque yo mismo me desplomé hacia el suelo, cosa que me dolió más de la cuenta porque seguía desnudo.

 

Levanté la mirada y vi que Rachel me extendía la mano, yo la agarré y pude levantare, y la vi a los ojos. Medía una cabeza más que yo, más o menos lo mismo que cuando nos conocimos, y de alguna forma el verla desde abajo siempre me pareció reconfortante, otra razón por la que quise este tamaño.

 

- Ahora es mi turno chicas, ven aquí Gera. –justo luego de esa frase Rachel me rodeó con sus hermosos brazos y me dio un beso en los labios, el que sin contar las veces que lo hicimos con la diferencia de tamaño era nuestro primer beso normal, el cual fue tan hermoso que quería que durara toda la vida, pero había que seguir.

 

Caminamos por un corredor oscuro apenas iluminado por las linternas que traían Vicky y Alexis, y al final abrimos una puerta que llevaba a una habitación circular con 3 placas circulares de color ocre puestas en un círculo alrededor de una cuarta placa cuadrada del tono grisáceo del resto del templo, donde supuse que debajo se encontraba El Catalizador.

 

- Aquí estamos chicas, a las placas.

 

Las 3 se pararon sobre cada placa circular, y a los pocos segundos empezó a sonar una especia de mecanismo bajo el suelo, que luego de un poco de movimiento del mismo hizo que la cuarta placa se levantara unos 2 metros, para luego partirse en la punta revelando una pulsera dorada brillante, sin dudas era El Catalizador. Rachel y yo nos sorprendimos hasta más que Alexis y Vicky, sobre todo luego de que aquel objeto empezara a levitar y dar vueltas alrededor de la habitación, y que finalmente atravesó la muñeca de Rachel como si fuera agua, encajando a la perfección.

 

- Ya es hora. –Dijo Alexis antes de que El Catalizador la hiciera sentirse débil y colocar una rodilla en el piso, ya casi no podía estar en pie, pero esta vez el aparato no emanaba ningún resplandor como el de los tanques en el laboratorio de Rebecca, tal vez esta cosa esté hecha con una magia aún mayor.

- ¿¡Qué acaba de pasar!?

- Le cedí mi magia al Catalizador, con Rebecca durará algo más ya que va a resistirse.

- ¡No, hablo de por qué vino hacia mí!

- Bueno, no te dijimos eso. Según los textos antiguos, El Catalizador elige quien lo va a portar, y aunque tenía mis dudas, terminó escogiéndote a ti, es lo mejor.

- ¿¡LO MEJOR!?

- Si me escogía a mí no tendría la fuerza suficiente que absorber para recargarlo ahora, aparte en el fondo sabía que no podría vencer a mi hermana, pero parece que tu si podrás.

- ¡ESTO ES UNA LOCURA, YO NO QUERÍA ESTO, NO QUIERO PELEAR CON REBECCA!

- ¡TIENES QUE HACERLO! –Dijo Vicky- Nadia más puede, ya no hay más hechiceros… Aparte, ya no hay nadie que pueda vengar a Stacy. –Rachel parecía estar al borde de las lágrimas con eso último. –Mira… Si derrotas a Rebecca, tendrás toda la magia que hay en el mundo, podrías hacer lo que sea, incluso traerla de vuelta.

- Entonces si hago eso… ¿Puedo volver todo a la normalidad?

- Así es.

 

Entonces… ¡Le partiré a Rebecca su puta cara!

 

Las 3 sonrieron decididas a seguir adelante con esto, pero yo no podía evitar preguntarme ¿Y si algo sale horriblemente mal?...

Capítulo 24, El Mundo de Rebecca, Parte 1. by GeaGts

Tardamos algunas semanas en llegar a Londres para enfrentar a Rebecca ya que era necesario que Rachel aprendiera a usar su magia otra vez, a la par de aprender algo de artes marciales para poder defenderse mejor en la batalla, cosa importante ya que era parte de la estrategia. De reojo parecía que a mi Diosa le estaba sirviendo el entrenamiento, pero yo no le puse tanta atención debido a que estuve pendiente viendo todo el daño irreparable que Rebecca le había hecho al mundo.

 

Aun había servicios, escuelas, centros comerciales, estadios, moteles, pero gran parte de cada ciudad del mundo había cambiado enormemente, todo se veía más viejo y descuidado, menos las gigantescas estatuas que Rebecca hizo que erigieran de sí misma. Desde luego vi todo esto en Internet, uno algo más lento del que recordaba pero se defendía bien para ser la conexión de un motel, el progreso VS el apocalipsis supongo, pero la verdad ni le di importancia ya que mi mente estaba sumergida en el mar de terror que había inundado el mundo desde hace 10 años.

 

Lo último que supe del régimen de Rebecca fue en sus inicios hace una década, cuando ordenó que les trajeran a todos los criminales de todas las prisiones del mundo, ya que partiría dando el ejemplo con ellos. Tardó más o menos una semana todo el traslado hacia Londres, tiempo suficiente para que la Diosa pudiera pensar bien que haría con sus pequeñas presas. Con forme iban llegando eran puestos en un enorme coliseo que Rebecca creó con su magia a partir de las ruinas de Londres, con murallas hechas de edificios destruidos y escombros maltrechos que le llegaban a penas a las rodillas, aunque cabían alrededor de 40 millones de personas, de todas formas era algo sumamente colosal que cubría buena parte de la extinta capital de Inglaterra. Finalmente estaban todos dentro, cerca de 23 millones de personas estaban dentro de aquella estructura, y aún quedaba espacio para más, ya que el coliseo fue hecho en base al tamaño de la Diosa, para ella era como del tamaño de un patio trasero, pero para la población reclusa era como el tamaño de un pueblo entero, uno desde el que podía verse a una hermosa y malvada pelirroja desnuda con las manos en las caderas y esbozando una ligera pero aterradora sonrisa desde el otro lado de las grandes murallas.

 

- ¡Al Fin! ¡Damas y caballeros de todas partes que me estén viendo, saben que soy Rebecca, su Diosa, pero como tal no pienso quedarme ahí viendo como me adoran sin darles nada a cambio, oh no, yo soy una Diosa generosa, por lo que hoy quiero dar el primer paso (literalmente) para acabar con todo el crimen del mundo!

 

Rebecca parecía convencida de lo que decía, se veía a sí misma como una Diosa buena y quería que así la vieran todos, pero yo sabía la verdad, si hubiera un diablo, tendría pesadillas con Rebecca. Para mí no es secreto que su único fin al ser Diosa era el hecho de estar por sobre todos y tener placer con todo lo que eso le diera, matar criminales no le importaba en lo más mínimo, solo quería matar por placer y que el mundo la viera hacerlo.

 

- Estas personas que ven ahí son la mayor escoria del mundo, el mismo no los necesita más, y yo seré su verdugo. Tal vez no sean dignos de mí, pero si a esto tengo que rebajarme con tal de hacer de este un mundo mejor, lo haré. Sin más nada que decir, disfruten del espectáculo.

 

Luego de eso se inclinó un poco y dio un salto hacia dentro del coliseo en lugar de solo caminar, y la razón no tardó en revelarse, cientos de miles de reos cayeron al suelo por el enorme estruendo provocado por Rebecca, más que nada los que estaban más cerca de ella. En visión general los presos estaban del lado izquierdo del coliseo mientras que Rebecca aterrizó en el lado derecho, y en esa dirección empezó a caminar lentamente para llegar a sus presas. La mayoría de los presos fueron a su derecha para tratar de alejarse lo más posible de la Diosa, pero aunque sabían que era imposible, una parte en el fondo de ellos aun apelaba al instinto de supervivencia. Los derribados por el salto tardaron en levantarse, muchos cayeron mal y se torcieron los tobillos, por lo que estaban inmóviles, más aun cuando la Diosa se acercaba a ellos. Los intentos por huir se intensificaban con cada paso que daba Rebecca, quien aunque yendo lento, no tardó en estar frente al enorme grupo de gente derribada, que eran poco a poco cubiertos en una enorme sombra provocada por el pie de la giganta, que se alzaba deseoso sobre ellos.

 

- Awww ¡Que lindos, ya se rindieron! Jeje.

 

Acto seguido su pie empezó a descender lentamente sobre los reos lisiados, quienes gritaban por su vida e imploraban piedad, una súplica que llegaba a oídos sordos y que se ahogaba más y más con cada segundo que pasaba, y con cada metro que su suela se acercaba a ellos. Era su fin, el pie estaba a escasos metros de ellos, y lentamente se acercó hasta tocar el suelo, con miles y miles de presos atrapados bajo tal maloliente peso, siendo comprimidos a nada lentamente. Rebecca al acabar con sus primeras víctimas empezó a frotar su pie contra el suelo de tierra para quitarse la sangre y restos de cuerpos de su pie, ya no quedaba nada de esos pobres diablos, pero sí de muchos millones más a los que no tardó en ver con alegría a su izquierda.

 

- A ver… ¡Quien sigue!

 

Los millones de presos vieron con horror no solo a la Diosa, sino al hecho de que no habían avanzado casi nada de donde estaban al inicio, pero Rebecca en segundos ya había cruzad medio coliseo. La impotencia se sentía fuertemente en los corazones de los reos, y el dolor crecía más al acercase la Diosa y ver que nada podían hacer para evitar sus fatídicos destinos.

 

- Creo que ahora probaré como se siente aplastar a muchos a la vez ¿Les gustaría ser rápidamente comprimidos por mis hermosos pies? Jajaja no si ni para que pregunto ¡No tienen opción!

 

Los millones de presos vieron con horror como en un segundo Rebecca había saltado y estaba sobre ellos, para un segundo después no ver nada porque ahora sólo eran restos en las suelas de sus pies. La giganta reía maniáticamente, con cada paso que daba cientos de miles sucumbían ante su presión. Quedaban menos de la mitad de los reos que hace poco habían ingresado al coliseo, y lo peor es que ellos eran los afortunados por haber terminado bajo los pies de Rebecca.

 

- ¡JAJAJA! En serio esto es tan divertido, y para todos quienes nos ven debe ser aterrador, pero descuiden, mientras sean buenos bajo mi régimen no tienen nada que temer jiji… Uff, tanta matanza me dio hambre, mmm…

 

Para mí era obvio lo que iba a pasar, ya lo había visto, pero nunca a esa escala, y si a mí con esas me horrorizó 10 años después, no quiero ni pensar en todos aquellos que lo vieron en vivo. Efectivamente Rebecca empezó a mirar de forma muy pícara a sus juguetes, y cuando se relamió los labios lentamente mientras los observaba partiéndose del miedo estaba claro que ya había sellado su destino.

 

- Creo que también es un buen momento para darle al público algo de “deliciosa” esperanza.

 

Dicho esto conjuró el hechizo de crecimiento que le llevó a un tamaño titánico, rozando las nubes. Por desgracia también lo hizo con las cámaras que transmitían a  todo el mundo, por lo que la siguiente imagen fue registrada. Luego lanzó un hechizo que llevó a casi todos los reos a sus 2 manos, estaban paralizados, correr nunca sirvió de nada, tarde o temprano todo terminaría para ellos, y solo ahora supieron de qué forma.

 

- Esto va por mí…

 

Rebecca hizo lo mismo que cuando mató a todos los líderes del viejo mundo. Inclinó su palma cerca de su boca, dejando que los pequeños cayeran lentamente. Pero a diferencia de esa ves que entre presidentes, ministros y dignatarios de todo tipo no sumaban ni 1000 personas, esta vez Rebecca estaba por devorar cerca de 4 millones, una masacre que si bien no fue tan devastadora como las bombas nucleares, si fue más escabroso. Los pequeños luchaban por no resbalarse de la palma de la Diosa, pero era imposible, eran demasiados y cual cangrejos en una cubeta se empujaban para tratar de alcanzar lo más alto de sus dedos, la verdad me sigue sorprendiendo como aun ahora siguen luchando, a pesar de que era obvio que morirían en segundos. Los primeros empezaron a caer, vimos su lengua llena de pequeños ahogándose en saliva, y luego siendo aplastados por sus compañeros que no tardaban en caer encima de ellos. A la larga todos, hombres y mujeres estaban dentro de la boca de Rebecca, quien sólo masticó un par de veces, matando a miles en el proceso, pero se guardó todo para el trago final. Millones bajaban por su garganta, y menos mal que no tenía una cámara en el estómago, porque seguramente todas esas personas derritiéndose en sus ácidos estomacales sería una visión tan infernal que hasta a Dante Alighieri le darían pesadillas de solo pesar incluirla en La Divina Comedia.

 

Lo peor de todo es que no se si eso fue peor que lo venía a continuación.

 

- …Y esto va por toda la humanidad.

 

Acto seguido con su mano izquierda libre, conjuró un hechizo de múltiples colores cálidos y ocurrió algo digno de Cronenberg. Las personas en su mano empezaron a fusionarse, a perder detalles, sus rostros, extremidades, y eventualmente todos sus cuerpos fueron mermados para formar una masa color piel, la cual en segundos se convirtió en una rebanada de Pizza, que no tardó en ser degustada por la Giganta.

 

- Mmm… Delicioso. Tal vez muchos se hayan asustado con eso, pero se los pondré de esta manera. Soy una Diosa que no solo castigará a los malos, sino que premiará a los buenos, imaginen que puedo convertir cualquier cosa en comida, ¡el hambre se acabaría! Así pretendo solucionar todos los problemas de este mundo,  a cambio sólo pido adoración eterna ¿No es muy difícil no? Tarde o temprano se darán cuenta que esto es lo mejor que les ha pasado.

 

Luego de ese “inspirador” discurso, Rebecca vio cómo todavía quedaban muchos peques en el coliseo a sus pies, tan pocos que con el tamaño que tenía necesitaría sólo sus dedos para matarlos a todos, y viendo lo que ocurrió después creo que tuvo esa misma idea, pero 1000 veces más retorcidos.

 

- Valla, me olvidé de ustedes pequeños… Pero ahora soy muy grande, no sería divertido sólo aplastarlos así nada más, podría regresar a mi… ¡Espera! Creo que tengo algo muy especial preparado para ustedes.

 

El siguiente hechizo fue algo sumamente inesperado, y que lo diga yo es bastante. Hizo que de entre el humo que emanaban sus dedos luego del conjuro se formara un frasco “pequeño” de esmalte de uñas, desde luego a su propia escala, ya en su mano la diosa se sentó en el suelo y destapó el frasco vacío, y con otro hechizo metió a todos los reos restantes adentro. Casi no había espacio para ellos dentro de aquel súper envase de vidrio, y menos cuando la tapa con aquella enorme brocha se introdujo nuevamente adentro, aunque sin enroscar, ya que Rebecca empezó a revolver la brocha dentro del frasco con todos adentro como si de revolver huevos en un tazón se tratara. Fue francamente horrible, en segundos el interior de aquel frasco parecía tener un esmalte de uñas color rojo sangre, pero no era esmalte en absoluto. Rebecca empezó a pintarse las uñas de los pies, dedo por dedo todo el mundo lo veía.

 

- Creo que eso es todo por hoy, mañana empezaré a reparar el mundo, ustedes sigan en lo suyo, y aunque quiero hacerle un bien al planeta, si se ponen a pedirme tonterías y que intervenga con mi poder divino en cualquier cosa, para mí no serán diferentes a los ex presidiarios que murieron hoy, adiós y buenas noches raza humana.

 

Así concluyó esa transmisión que se volvió legendaria en internet, la habían doblado en todos los idiomas, había versiones animadas, libros, cómics, Anime, hasta análisis profundos sobre lo que significó aquel suceso. Lo principal en ese momento fue que el crimen casi había desaparecido. Y aunque aún quedaban manzanas podridas, Rebecca estaba ahí para encargarse de ellas. Eso llevó a lo que se volvió el tema principal de análisis que me dejó frio. ¿La Diosa Rebecca nos salvó? El Mundo es mejor gracias a La Diosa Rebecca. Rebecca: La Verdadera Diosa. Esos eran algunos de los títulos de libros y ensayos sobre el tema, efectivamente había toda una religión en torno a Rebecca, era LA ÚNICA RELIGIÓN que quedaba, y era una que con el tiempo el mundo había aceptado. Los años siguieron y este culto creció, el descabellado plan de Rebecca fue por el camino que ella quería, todos la adoraban, y si no lo hacían les tocaría un destino aterrador…

Capítulo 25, El Mundo de Rebecca, Parte 2. by GeaGts

Tuve que seguir viendo, cada vez más asustado ya que era a ese monstruo al que mi Rachel debía derrotar, y no es lindo lo que le pasa a quienes tratan de siquiera acercarse a tratar de hacer eso.

 

Habían pasado 6 meses desde el incidente del coliseo. Rebecca regía sentada en un gigantesco trono hecho de Oro en el centro del viejo Londres, ahora renombrada como La Divina Capital. A su alrededor se erigía una ciudad brillante 4 veces más grande de lo que era Londres, habían edificios, casas, centros comerciales, todos cromados de principio a fin, parecía una visión del futuro en nuestra realidad. La ciudad albergaba cerca de 30 millones de habitantes, gente de todo el mundo llegó a La Divina Capital para ver con sus propios ojos esta nueva metrópolis cuyo apabullante brillo sólo era superado por el que irradiaba la Diosa Rebecca.

 

Ella edificó en apenas segundos toda la ciudad para que fuera la meca de sus feligreses y hogar de sus más leales sirvientes, todos eran bienvenidos a La Divina Capital, ella se aseguró de que (más por comodidad que por necesidad) todo aquel que entrara en sus límites se entendieran a pesar de hablar idiomas distintos, un control mental más que bienvenido decía ella. Quien entrara tendría la vida resuelta, tiempo libre de sobra y una gran calidad de vida, y la única condición para entrar era obedecer incondicionalmente a Rebecca, cada ciudadano mayor de 15 años que ingresara debía trabajar sólo 6 horas al día para complacerla, ya sea creando sus masivos alimentos en los más que equipados giga-restaurantes, limpiando el trono cuando Rebecca iba al adoratorio (y terminar antes de que regrese y se siente, ella no se hacía responsable de aplastar con su masivo culo a los incautos que tardaran de más en cumplir su labor), y desde luego trabajar en el adoratorio.

 

Según decían este sitio era el lugar más cercano al paraíso en la tierra, un domo de cristal enorme en el centro de la ciudad, con pantallas reflejantes en el exterior que permitían ver con lujo de detalle lo que sucedía, así como un circuito abierto de TV donde todos a través de cualquier dispositivo electrónico podían ver sesiones en vivo desde el adoratorio o las mejores repeticiones ordenadas por fecha. Sobra decir lo que ocurría en el adoratorio más que el tiempo que pasaba Rebecca adentro.

 

Su rutina consistía en despertar en sus aposentos ubicados en una habitación cerrada al fondo de la cúpula, y cuando salía solía medir 20 metros, altura que usaba con mayor frecuencia dentro del adoratorio, donde pasa sus primeras 2 horas del día. Luego de salir crecía a los 50 metros y procedía sentarse en su trono, donde decenas de peregrinos se formaban en una fila enorme a sus pies con el fin de tener una audiencia de un minuto con ella, una que no podían desperdiciar ya que sería la única que tendrían al menos en 1 año, si es que en ese entonces ella se dignaba en responder. Las peticiones iban desde curar alguna enfermedad (propia o de algún familiar), destruir a un enemigo, obtener un poco de fortuna o cosas así, y ya dependía de ella si era justo o no concederle su deseo al peregrino. Esto me sorprendió en un principio ya que pensaba en Rebecca como una chica perversa hasta la médula, pero al parecer solo lo era hasta el hueso, se tomaba en serio su rol como gobernante del mundo y Diosa suprema, y al parecer si quería mejorar el mundo, aunque sea en su retorcida manera; pero desde luego seguía siendo Rebecca y cuando veía que la petición superaba un poco lo razonable, siempre pedía algo a cambio, normalmente sumarse de entre 1 año a de por vida al adoratorio, al cual luego de 2 horas atendiendo peticiones era momento de regresar otro par de horas. Esa era Rebecca, alguien que le haría bien al planeta sólo si este le devuelve algo a cambio, y ya que pasaba más de la mitad del día en el adoratorio no era algo difícil de creer.

 

Luego era hora de comer, ella desde luego como Diosa no lo necesitaba, pero como sus seguidores no lo sabían ella aprovechaba de darse un banquete cada día durante una hora. En aquellos festines había de todo, filetes, ensaladas, pizzas, emparedados, estofados, sushi, licores de todo tipo y desde luego todos los alimentos estaban hechos a escala de la Rebecca de 20 metros, quien comía en una zona reservada en el adoratorio para dicho fin. No le diría comedor ya que cumplía varias funciones, era una mesa circular enorme con sólo una silla en frente, la de Rebecca, y cuando ella se sentaba más le valía a los cocineros tener todo listo y servido, ya que de lo contrario ocurría “la hambruna”.

 

Esto era llamado así ya que a esa misma hora TODOS los habitantes de la cuidad estaban invitados a degustar esos manjares junto a su Diosa, o más bien debajo de la mesa alrededor de sus pies. Aquí había una zona igual de amplia que la mesa donde se colocaba la mitad de la comida en proporción a la que Rebecca tenía en la mesa, pero a cambio de recibir toda esa comida gratuitamente cada comensal debía compensarlo con algo que le diera placer a la Diosa, y es que ella luego de entrar a la zona reservada pisoteaba todos los alimentos del suelo antes de sentarse, así que todos debía comer ese aplastado festín. Para colmo en esos banquetes casi siempre se acababa la comida de los ciudadanos poco antes de que Rebecca terminara la suya, por lo que si no querían quedar con hambre habían 2 opciones: La primera era esperar a que Rebecca arrojara algo de comida de la mesa hacía abajo, cosa que pasaba un par de veces más o menos cada día, ya sea sin querer o adrede, y la segunda opción era acercarse a sus pies y lamer los restos de comida que estaban en ellos, algo que Rebecca amaba, ya que sus pequeños ciudadanos se habían sometido a tal punto que comían directamente de sus pies, lamiendo cada pedazo de comida hasta dejarlos limpios otra vez, un ganar-ganar.

 

Sabiendo esto es fácil deducir que era “la hambruna”, ya que si un día no llegaba a tiempo la comida, el pueblo no comía y a Diosa tendría que esperar unos minutos más por lo suyo, los cocineros tenían que ser puntuales a posta, ya que no solo se ganarían el repudio de la ciudad entera, sino que les aguardaba un destino atroz a todos quienes provocaran “la hambruna”. Dicho destino era el ser marcados como HEREJES, quienes no adoraban tanto a la Diosa como para obedecerla a toda costa, o quienes tenían la osadía por otros medios de insultar a su deidad, y a todos los HEREJES les aguardaba un final que al mismísimo Stephen King le darían pesadillas, la Ceremonia de Inquisición, pero no es el momento de tratar eso todavía.

 

Luego del banquete Rebecca reposaba otro par de horas en el adoratorio a la espera de sentarse en su trono nuevamente para escuchar por segunda vez en el día las peticiones de sus feligreses, ya que si no lo hacía así la ya larga fila de gente peregrinando hacia ella se haría siempre más larga, en lugar de mantenerse estable como era preferible, aparte de no ser tan tedioso ya que luego les tocaban sus ya típicas sesiones de 2 horas en el adoratorio. Luego era el turno de una última labor oficial antes de acabar el día, y es que Rebecca se juntaba en un edificio especial al borde oeste de la ciudad con El Consejo Divino, un grupo de políticos de todo el mundo encargados por ella quienes velaban porque la ley y la fe se cumpliera en la ciudad y en el mundo entero, a la par de presentarle los problemas globales y desarrollar posibles soluciones. Poco se sabe de estas reuniones pero si es cierto que han sido capaces de arreglar mucho caos en el planeta, como el terrorismo y el hambre. Ya en la noche luego de esas 6 horas de trabajo distribuidas en todo el día, la Diosa regresaba al adoratorio, donde pasaba el resto de la noche en sesiones de alrededor de 4 horas antes de ir a dormir, para despertar y repetirlo al día siguiente.

 

Aun así no me dejó de sorprender lo que vi en el adoratorio, obviamente era un lugar donde se adoraba a la Diosa Rebecca, la cual en su rutina de 19 horas pasaba 12 dentro de ese sitio divino, pero más que una iglesia el lugar parecía un SPA enorme, lleno de salas equipadas para cada tipo de actividad de adoración y relajación que a Rebecca se le antojara. También había una gran ala dentro del adoratorio que fungía de SPA para los residentes de La Divina Capital, pero para poder acceder a ella debían también trabajar en el adoratorio para su Diosa.

 

Entre las salas más frecuentes se encontraba El Baño, lugar cuyo nombre ejemplifica muy bien su objetivo, más no el proceso. La Diosa solía ir a esa sala en su primera sesión dentro del adoratorio y solía abarcar casi las 2 horas completas, era una tina enorme adaptada para el tamaño estándar de Rebecca, aunque si dejaba bastante espacio dentro para que pudiera moverse con mucha libertad y hasta nadar un poco. Alrededor de la tina había puestos con cientos de personas que parecían bichos a su lado, los cuales usaban lentes de agua y enjabonaban en extremo todo su cuerpo, y desnudos y enjabonados debían lavar cada parte del cuerpo de Rebecca, turnando lugares mientras ella se daba vuelta al terminar. Sus senos, sus pies, sus piernas, sus brazos, sus axilas, su culo, su cara, su estómago, hasta su ano y vagina tenían un momento para ser lavados (aunque de eso se encargaba el equipo de buzos), y desde luego había todo un escuadrón encargado de lavar su rojo cabello.

 

Otra sala popular era la Sala de Masajes, donde muy a la usanza de la anterior, cientos de personas se juntaban para masajear a la Diosa, pero eso sí, en una sola parte del cuerpo a la vez, ya que así el masaje sí que lo sentía, al tener a cientos de persona trabajando en él. A veces aprovechaba de insultar un poco a los masajistas si no hacían un trabajo a la medida, pero es obvio que lo hacía simplemente porque quería.

 

Una sala favorita personal de Rebecca era la Humilladora, donde podía sentirse más plenamente como una diosa arriba de los demás y con el mundo a sus pies, y en esa sala eso último era literal. Había una piscina de unos 3 metros de profundidad donde estaban apretadas miles de personas, a cada lado o una encima de otra, para luego que llegara la Diosa y luego e unas cuantas frases de dominación pusiera sus pies sobre todos y empezara un paseo, a la par que se burlaba. Pensaba que de milagro esa gente no moría aplastada como la del coliseo, pero parece que esa tina de alguna forma mágica que no pude comprender soportaba buena parte de la carga de los pequeños, quienes solo sentían una presión apenas soportable, pero con un olor perpetuo a pies y una humillación generalizada en lo que acababa el recreo de Rebecca.

 

Había decenas de otras salas cada una más rebuscada y “suculenta” que la anterior, pero la que por último llamó poderosamente mi atención fue una llamada simplemente Ese Cuarto. Era una simple habitación lujosa del tamaño de la diosa, con una gran cama en medio,  en ella llamaba a los típicos cientos de encargados a, adivinaron, tener sexo. Tendida en la cama, Rebecca tenía a cientos de personas a la ves lamiéndole la vagina, retorciéndose dentro de ella, mientras se tocaba, lamiéndole las tetas, chupándole los pies, metiéndose en su ano, y todo ocurría simultáneamente, y debido a su tamaño las sesiones de sexo de Rebecca duraban bastante más de lo normal. Esta era la única sala donde sólo podían entrar voluntarios, ya que era la única peligrosa para los peques, más de uno terminada ahogado en fluidos vaginales, aplastado por las contracciones de su vagina o su ano, o pisotead en la cama sin querer. Esta sala me llamó la atención tanto por 2 cosas, la primera porque me demostraba nuevamente que Rebecca no era una Diosa, disfrutaba tanto de los placeres de la carne como cualquiera de nosotros, a pesar de su colosal tamaño, y la segunda es porque… Bueno… Fue la antesala del hecho que hizo que me diera cuenta de que pasaba con los infieles que no creían en ella, la antesala a la Ceremonia de Inquisición.

 

Era domingo por la tarde, Rebecca estaba teniendo sexo con cientos otra vez, todos esforzándose por satisfacer a la enorme Diosa, cuando de repente una explosión tumbó la puerta de par en par. De pronto Rebecca vio entrar a un pequeño escuadrón quien quiso detonar una bomba nuclear que traían en un camión para deshacerse de ella, antes pudo detenerlas habiéndolas visto pero un atentado sorpresa debería ser más eficaz para destruirla. La bomba estalló por una fracción de segundo, pero la explosión paró en seco cuando Rebecca la detuvo. Vio como el adoratorio estaba casi en ruinas por el ataque, eso era lo de menos, podía repararlo en segundos con magia, pero no podía revivir a las miles de personas que murieron ese día, miles de adoradores que trabajaban allí para complacerla diariamente, y al ser detenidos los responsables se les tenía que dar la peor pena posible en la Ceremonia de Inquisición.

 

Al atardecer del día siguiente Rebecca empezó la ceremonia sentada en su trono, con los brazos apoyados en los respaldares, en la mano izquierda sostenía una enorme botella de whisky destilado para la ocasión, pero en la derecha tenía un toldo que fungía como pañuelo que le tapaba la mano derecha, y luego frente a miles aglomerados a sus pies y todo el mundo viéndola en TV e Internet, habló.

 

- Mis hijas e hijos. Hoy lamento las pérdidas humanas que ocurrieron el día de ayer en el adoratorio, buenos hombres y mujeres murieron a causa de estos HEREJES.

 

Rebecca levantó el toldo y dejó ver una copa vacía de whisky pero no de gente, decenas estaban dentro, todos los responsables del atentado junto con algunos chefs impuntuales causantes de “la hambruna” de esa semana.

 

- Pueden ver sus nombres en los medios, pero hoy no los nombraré a ellos ni a sus vidas, hoy ejecutaré la mayor sentencia en la Ceremonia de Inquisición, y a diferencia de la ejecución masiva de criminales a inicios de mi reinado, hoy les advierto que lo que verán no será agradable.

 

Acto seguido llenó la copa con whisky obligando a los criminales a nadar hacia arriba, era obvio lo que pasaría, pero a pesar de las advertencias miré hasta el final.

 

- Esto va por las víctimas, a su memoria.

 

Rebecca inclinó la copa hacia sus labios, los iba a beber. Todos nadaron en sentido contrario obviamente sin suerte, ya que con forme el nivel de licor en la copa descendía, también lo hacían los hombres cayendo en su boca luego de atravesar sus labios, y no tomo mucho para que se deslizaran por su garganta, y por desgracia era fue la parte agradable. Luego de tragarlos a todos la Diosa tomó una pastilla que tenía entre los senos con el poco whisky que quedaba, pastilla que se disolvió al atravesar su esófago revelando ser un Dron encapsulado que transmitía todo. El Dron estaba equipado con una iluminación increíblemente potente, a la par de liberar varias bengalas para que todo se viera bien, y así fue, todo el mundo vio bien como los criminales en sus jugos gástricos estaban siendo derretidos hasta los huesos y más allá, una visión que deja en pañales a las horribles muertes de The Blob.

 

Luego de aquel espectáculo dantesco Rebecca puso mucha seguridad fuera y dentro del adoratorio restaurado y de las otras áreas importantes de la Divina Capital, sobra decir que nunca hubo otro atentado hacia su persona, y si había otra ceremonia de Inquisición era más pequeña y sólo con algunos chefs retrasados y uno que otro alborotador, y desde luego ninguna superó visualmente el horror de la primera.

 

Esto fue lo último que pude ver del mundo que Rebecca había creado, y lo hice con un celular en un avión camino al aeropuerto a las afueras de la Divina Capital, ya que mi Rachel estaba lista para su misión. Justo en ese momento ella me tocó el hombro y dijo: Ya llegamos.

 

La vi a los ojos, si estaba algo nerviosa pero segura de sí misma luego de semanas de entrenamiento, aunque noté que se entristecía al ver la expresión en mi rostro y luego ver en mi celular lo que veía, sabía que estaba preocupado por ella, pero era más que eso, estaba aterrado de que ese pudiera ser mi último día con ella…

Capítulo 26, La Última Batalla, Parte 1. by GeaGts

Nos escabullimos fuera del aeropuerto camino al enorme trono dorado de Rebecca, el cual desprendía una gran fila de personas como siempre, pero por suerte Alexis podía llamar la atención de su hermana cuando quisiera (siempre que estuviera cerca claro). Ya a un kilómetro del trono, nos detuvimos en un callejón para repasar el plan por última vez, nada podía fallar.

 

- Bien, este es el plan, Gera, mejor escúchalo bien ya que solo faltan los detalles. –Dijo Alexis- Nuestra misión perpetua era recopilar todo archivo mágico que quedara regado por el mundo, aparte del Libro y el Catalizador encontramos estas proto-varitas, reliquias de la magia antigua. Como blofeo le daremos la que tiene menos magia a Rebecca, quien seguro renegará de tal pequeño descubrimiento, ese es el momento donde Rachel crecerá hasta alcanzar el tamaño de Rebecca, ahora mismo está en 50 metros. Rachel luchará contra Rebecca, usando magia y combate físico, si algo se sale de control nosotras desde arriba de los edificios usaremos el poder que quede en las varitas para retener unos segundos a Rebecca.

 

- De acuerdo, pero ¿Qué hago yo?

- A eso iba, tú estarás sobre Rachel durante toda la pelea, serás sus segundos ojos y la ayudarás a defenderse avisándole de algún ataque sorpresa de Rebecca mediante el hechizo de unión de auras. Cuando la pelea se prolongue lo suficiente y Rebecca pierda todo su poder, volvería a su tamaño original y es ahí donde Rachel tendrá que aplastarla. Ahora bien, Rachel, luego de eso necesito que contengas el poder mágico lo más que puedas, lo suficiente como para que pueda dictarte el hechizo temporal y así podamos regresar al momento donde nos conocimos en mi casa, donde nos revelarás a ambas esta línea temporal y así detengamos a Rebecca para siempre ¿Entiendes?

- Si, eso creo, pero… Como es que voy a contener el poder mágico, ¿y para qué? Cuando Rebecca lo absorbió no colapsó.

- No, no lo hizo, pero tú tienes el Catalizador, eso incrementa exponencialmente el poder mágico, y puede que tu cuerpo no resista mucho antes de que puedas hacer el hechizo temporal.

- ¿Qué, Rachel tiene que hacer qué? ¡Eso ya es demasiado, hasta para ella! Yo…

- ¡Gera! –Me interrumpió Vicky- Rachel sabía lo peligroso que sería cuando aceptó, todos nosotros, y créeme que no hay otra manera de hacerlo.

- Sí, pero…

- Cariño… Puedo hacerlo, voy a hacerlo, y sé que lo lograré porque te tengo conmigo para cuidarme como siempre lo has hecho. Confía en mí como yo lo hago contigo.

 

Sus palabras fueron cursis, pero acertadas, así que rompí el silencio con lo que tenía en mi corazón, ignorando las preocupaciones aunque sea por un breve instante.

 

- Confío en ti Cariño, hay que hacerlo.

- Bien, nosotras iremos con Rebecca, vayan vinculando sus auras mientras llegamos, y ten listo el hechizo de crecimiento, Rachel.

- De acuerdo Alexis.

- Puede que no volvamos a vernos así otra vez… Te amo Alexis, los amo chicos.

 

Una lágrima brotó del ojo sano de Vicky, pero no era hora de llorar, por lo que Alexis la consoló rápido y corrieron en dirección al trono. Por mi parte seguía nervioso ¿y cómo no estarlo? Estábamos a punto de intentar derrotar a una cruel giganta casi todopoderosa con el fin de acumular poder y viajar en el tiempo, y pensar que yo creía hace años que ser encogido sería lo más raro que me pasaría jamás. Aun así tenía que ser fuerte, por Rachel, por el futuro, y también por mí, sabía que teníamos que pelear, y sobre todo, necesitábamos ganar.

 

- Rachel… Si no lo logramos…

- ¡Lo vamos a lograr! No seas tan…

 

En ese momento la interrumpí con un beso en los labios, el cual no sabía que sería el último.

 

- Lo siento, solo quería una excusa para besarte, antes de… Tú sabes.

- Gera… Pero si no lo logramos… Gracias, gracias por estar en mi vida… Te amo.

- Y yo a ti.

 

Al instante quisimos darnos otro beso, pero un estruendoso grito diciendo “ALEXIS” nos regresó a la misión, por lo que mi Rachel empezó el hechizo de vinculación de aura.

 

Por su lado Rebecca seguía vociferando frases en su conversación con Alexis, decía cosas como “demoraste bastante, ¿A dónde fuiste?, ojalá traigas algo que valga la pena”, su dialogo progresaba, y nosotros también.

 

- Ok Gera, no quiero que Rebecca te vea, así que te volveré a encoger y te pondré sobre mi cabeza, pero tranquilo, cuando yo crezca tú también lo harás un poco, sólo no dejes que te vea ¿de acuerdo?

- Está bien, he sido pequeño por 11 años, que más da unos minutos más.

 

Acto seguido mi amor me sonrió y cumplió su palabra, medía cerca de 2 centímetros y estaba en el suelo viendo su titánica figura, y eso que aún no empezaba a crecer. Me recogió con cuidado y me colocó suavemente sobre su cabeza, asegurándome con un poco de magia ya que la cosa se pondría agitada. A los pocos segundos escuchamos “¡PERO QUE MIERDA ES ESTO!” salir de los labios de Rebecca, esa era la señal, ya estaba enojada y concentrada en su discusión, era la hora de crecer. Mi bella Rachel empezó a correr hacia el trono dorado, creciendo poco a poco pero cada vez más rápido, yo casi ni sentía el cambio, pero si como toda aquella selva negro azabache aumentaba de tamaño. Ya a pocos metros de Rebecca, Rachel tenía cerca de un tercio de su tamaño, y cargó su puño en rojo para dar el golpe de gracia, que tomó por sorpresa a Rebecca quien salió volando unos metros por detrás de su trono.

 

Su expresión era de estupefacción, mientras se levantaba mi Rachel seguía creciendo, y al ponerse de pie ambas medían lo mismo, y se miraban con ira a los ojos de la otra.

 

- Tu… ¡CÓMO ES POSIBLE, ESTABAS MUERTA!

- Me temo que te equivocas querida, nunca pudiste acabar conmigo. –Dijo mi novia con un tono burlón, similar al que tenía conmigo la primera vez que me capturó, se notaba que se creía en control de la situación, y es mejor que la confianza la impulse en la batalla a que la falta de esta la paralice.

- ¡Pero mi hermana, Alexis!

 

La giganta regente miró al suelo, pero ni Alexis ni Vicky estaban entre la multitud, ya debieron ir a ponerse en posición.

 

- Ahora entiendo… Mi hermanita y su novia se aliaron contigo para que intentaras derrotarme ¿verdad?

- Pues sí, pero otra vez te equivocas en algo, no voy a intentar nada, ¡YO VOY A DERROTARTE, PERRA!

- ¡No podrás estando muerta!

 

Percibí un ataque en esa frase, y no me equivocaba, Rebecca hizo volar 2 edificios en sentido contrario hacia nosotros, y Rachel se alertó saltando muy alto antes del impacto, cayendo segundos después pisando fuerte en el suelo varias docenas de metros hacia atrás, aplastando a varias personas sin querer en el proceso.

 

- Con que muerta ¿eh?... -Rachel sintió la sangre en sus suelas, pero no podía hacerle caso en ese momento, pero que lo viera constantemente no la ayudó a concentrarse- ¡Gente! Mejor salgan de aquí antes de que esto se ponga más feo. Y tú, perra pelirroja ¿acaso no tienes el poder de ganarme limpiamente, sin trucos?

- JA, yo tengo todo el poder, siempre lo he tenido.

- Pues demuéstralo, cobarde…

 

Entendí el plan, la mejor forma de prolongar lo suficiente la pelea como para que el catalizador funcionara era con combate cuerpo a cuerpo, por lo que empezó a correr hacia Rebecca para atacar, y la Diosa tampoco se quedó quieta, por lo que se encontraban en curso de colisión en lo que sería la batalla final más devastadora que haya visto la tierra.

Capítulo 27, La Última Batalla, Parte 2. by GeaGts

Rachel cargó su puño izquierdo para impactar con Rebecca, quien lo detuvo con su puño derecho causando una explosión sónica momentánea, que quebró los vidrios de muchos edificios a 1 km a la redonda, rápidamente mi linda usó su otro puño para golpearla en la cara, pero la Diosa se agachó deprisa usando el movimiento de sus piernas para derribar a mi novia, quien cayó de espaldas con los brazos extendidos.

 

- ¿Tan pronto te cansas? ¡Patética!

 

Rebecca se acercaba a Rachel, quien logró reaccionar a tiempo y levantándose con los brazos en el suelo se empujó con las piernas hacia Rebecca, dándole en estómago muy duro lo que dejó ver que no sólo tenía rojo el cabello debido a la sangre que escupía.

 

- ¿Decías?

 

Debido a nuestra conexión sentía como el poder en el catalizador aumentaba lentamente, mucho más lentamente que en el primer ataque de Rebecca, parece que el combate cuerpo a cuerpo no robaba casi nada de magia, pero había que seguir, al menos un poco más hasta tener el suficiente poder para usar ataques mágicos contra la Diosa.

 

El golpe la hizo retroceder y rápidamente Rachel se paró de manos a su lado y le hizo la llave de Sonya Blade, agarrando su cintura con sus piernas, apretó lo más duro que podía, drenando poder mágico por cada Joule que generaba su agarre. Aun así no duró tanto como quisiera, ya que Rebecca desplegó luego de un grito una onda sónica que no solo hizo volar por los aires a mi novia, sino que desmoronó casi todos los vidrios de la ciudad al unísono, una tortura para nuestros oídos.

 

- ¡Te crees tanto con el poco poder que tienes, serás una giganta pero YO SOY UNA DIOSA!

- Bueno, si lo eres…

 

Hubo un silencio por un segundo por eso último, pero yo sonreí al saber que venía a continuación.

 

- ¡ERES LA DIOSA DE LAS PERRAS!

 

Entonces Rachel se impulsó con sus piernas hacia Rebecca, tacleándola y dejándola de espaldas al suelo, no sin antes aplastar a cientos de creyentes en el camino. Fue ahí donde empezó el festival de golpes, con sus puños cargados mi Diosa le dio a la perra golpe tras golpe, en la cara, en el estómago, en el pecho, todos impactando y estremeciendo el suelo alrededor de tal encarnizada batalla, la teníamos contra las cuerdas.

 

- ¡ERES UNA MALDITA ZORRA, COMO PUDISTE LLEVAR AL MUNDO A ESTE ESTADO, NO ME IMPORTABA ANTES, PERO VIENDO AHORA LO QUE HICISTE NO MERECES LLAMARTE DIOSA, ERES UN DEMONIO!

 

De pronto las lágrimas empezaron a brotar del rostro de Rachel… Y en el mío.

 

- Pero lo peor de todo… ¡MATASTE A STACY! ¡ELLA ERA MI MEJOR AMIGA, MI HERMANA, MANDARÍA TODO AL CARAJO, PERO POR SU MUERTE HOY TE MUERES TU!

 

Es posible que el dolor que sentía Rebecca por los golpes no se compare al que sentíamos ambos en ese momento, era cierto, podíamos excusarnos en querer salvar al mundo, pero a la mierda ellos, solo queríamos salvar a Stacy. Cada golpe le dio mucha magia a mi Diosa Rachel, pero había un problema.

 

Al golpear tanto el rostro de Rebecca descuidamos ver sus manos, el canal de su magia, y ella dio un destello tan fuerte que incluso de espaldas nos nubló la vista. Fueron unos pocos segundos, pero al poder ver una vez más hubiéramos deseado quedar ciegos, Rebecca nos había encogido a tal punto que mi Rachel parecía una muñeca en comparación, y una asustada tanto como yo al ver la enormidad de la pelirroja elevando su pie derecho sobre nosotros.

 

- ¡Valla valla! ¿Sabes? No llegué a ser Diosa así de la nada, trabajé, maté a muchos, más o menos no importa, si me dejara llevar por emociones estúpidas no merecería estar donde estoy, no merecería que cada día miles de personas adoren mis pies ¿quieres una probada?

 

Con un golpe seco Rebecca bajó su pie sobre nosotros, cubriendo por completo el cuerpo de Rachel, quien junto al mío gemíamos de dolor.

 

- No necesitaba forzar a mis creyentes para que me adoraran, ellos mismos lo decidían, todos los que viven aquí lo hacen porque me adoran como la Diosa que soy, pero creo que tú necesitas un empujón.

 

Acto seguido la perra pelirroja chasqueó sus dedos y mi Rachel empezó a lamer los sucios dedos de sus pies, la magia la obligaba pero ella trataba de resistirse, por desgracia fracasando. Su cabeza estaba justo entre sus enormes dedos, los cuales lamió de arriba abajo, incluso entre ellos donde había mucha mugre y hasta pequeños cuerpos de reducidos, y obviamente sentía eso en mi boca también. Adoro lamerle los pies a mi Diosa, y de cierta forma disfrutaba con las otras, pero esto era algo insoportable en todos los sentidos.

 

De pronto Rachel dejó de lamer, lo que por desgracia no quitó ese amargo y salado sabor de nuestras bocas, pero no podíamos preocuparnos de eso ya que vimos como la mano de Rebecca nos levantó hasta llevarnos frente a su rostro.

 

- Qué… No lo puedo creer… ¡ERES TÚ GERA! Estuviste en su cabeza todo este tiempo, valla.

 

¡Maldita sea! Había descubierto donde estaba, y seguro también el…

 

- ¿Hechizo de vinculación? De que otro modo no te caerías, idiota. Pero si estabas vinculado a esta perra ¿Te gustaron mis pies?

- ¡SÍ ME ENCANTARON!

 

¿Qué? Ahora me estaba obligando a mí a hacer su voluntad, y aunque Rachel lo sentía, aun así me dolió que tuviera que escuchar eso.

 

- Ohh que dulzura… Dulzura… ¿Saben qué? Me cansé de juegos, y creo que hoy comeré un poco antes de la hora ¿les parece bien?

 

Entonces Rebecca inclinó su cabeza hacia atrás, puso una mano en sus caderas y la otra sosteniendo a Rachel (y a mi) boca abajo viendo el abismo que eran sus fauces.

 

- ¡Adiós hijos de perra!

 

La pelirroja no vaciló, soltó del tobillo a mi novia y ambos caímos dentro de su boca. Me costaba creer que ese sería el fin, todo por lo que pasamos para terminar devorados por la zorra de Rebecca, ninguno quería imaginarlo, pero la saliva que restregaba sobre nosotros con su lengua lo hacía muy evidente, ese iba a ser el fin…

Capítulo 28, La Última Batalla, Parte 3. by GeaGts

…Hasta que oímos una explosión.

 

Alexis y Vicky usaron el poco poder de las varitas para salvarnos de esa, Rebecca gritó y casi se atraganta, por lo que nos escupió y caímos hasta el suelo, presenciando el acto.

 

- Mierda…

 

Rebecca miró hacia sus 2 atacantes, y a pesar de que creí que sentiría decepción por lo que dijo al principio, sus ojos estallaron en furia.

 

- ¡Malditas perras!

 

Se acercó poco a poco hacia ellas, cada vez más rápido, hasta que estaba frente a ellas al acabarse la magia de las varitas, nuestras amigas estaban en lo alto de un enorme edifico, pero aun así tenían el frente la titánica vagina de la Diosa, quien las miraba con una ira asesina.

 

- ¡PARECE QUE NUNCA TRABAJARON PARA MÍ! ¡PARECE QUE PARA USTEDES NUNCA FUI SU DIOSA! ¡PUES BIEN, LES DARÉ EL DESTINO QUE MIERDA COMO USTEDES MERECEN!

- ¡Noooooooooooo! –Gritamos Rachel y yo, sin poder movernos aun por el dolor.

 

Rebecca agarró en sus pulgares a Alexis y Vicky, las llevó a su culo y las soltó en caída libre en medio de sus nalgas, las cuales cerró para un segundo después abrir, revelando 2 manchas rojas frescas en su piel.

 

Habían muerto.

 

- Vicky… -Dijo Rachel con pena, y aunque me sentía igual de devastado, no podía olvidar nuestro objetivo.

- ¡Rachel! Calma… Ellas sabían que esto podía pasar ¿recuerdas? Ahora levántate, por favor.

- Pero…

- ¡QUE TE LEVANTES, TU ERES MI DIOSA, EL AMOR DE MI VIDA, Y SE QUE PUEDES GANAR HOY!

- Pero Alexis… Ella tenía que guiarnos en el conjuro final.

 

Pues tendremos que hacerlo nosotros solos, te lo suplico mi amor, levántate, has que sus muertes no hayan sido en vano.

 

Las lágrimas corrían por nuestras mejillas con la intensidad de una catarata, pero al menos mi discurso funcionó, y mi Rachel se puso de pie y empezó a crecer… Y crecer…

 

- Ahora, en que estaba…

 

Rebecca quedó sin palabras, ya que con la magia que absorbimos, Rachel había crecido más allá del kilómetro de altura, y la antes Diosa solo le llegaba al tobillo. Mi querida entonces agarró a la puta y la llevó a su cara, ella trató de liberarse pero de la mano de Rachel salía un brillo oscuro, todos esos intentos de escapar con magia sólo la alimentaban.

 

- Ya no volverás a usar tu poder, perra.

 

Rachel presionó a Rebecca con tal fuerza que le rompió varias costillas, ella seguía defendiéndose y tratando de escapar… Hasta que dejó de brillar, no le quedaba magia.

 

- ¡Es más, ya no volverás a hacer nada, adiós pelirroja de mierda!

 

Entonces Rachel la soltó y la dejó caer a sus pies, algo irónico y brutal a partes iguales, y con una malherida Rebecca tendida en el suelo y llorando por su vida a la vista de todos quienes antes la llamaban Diosa, sucumbió finalmente a la pisada de mi Diosa Rachel., ahora la única Diosa que había en el mundo.

 

- Lo… Lo logramos…

- Así es Gera, se acabó, al fin… ¡AAAAAAAAHH!

 

Sabía lo que ese grito significaba, el poder no tardaría mucho más en estallar.

 

- ¡Rachel, escúchame! No queda mucho tiempo, ya antes leíste el hechizo, no importa nada más, sólo hazlo y arregla todo este desastre.

- ¡LO HARÉ!

 

Rachel empezó a conjurar, no solo salió brillo de sus manos, sino que se formaron pentagramas de luz y formas extrañas por todos lados, aunque cada vez menos ya que en si la luz que Rachel desprendía era cada vez más y más segadora.

 

Rachel gritó.

 

Yo grité.

 

Pero el hechizo no funcionó a tiempo, el poder se liberó y estallamos junto con todo el planeta…

Capítulo 29, Los Secretos del Viejo Universo. by GeaGts

Habíamos muerto, todos habían muerto, pero ese no sería el final. Me encontré despierto en un lugar totalmente oscuro, donde la única luz la generaba mi cuerpo, era como si un ciego solo pudiera verse a sí mismo, ya que viendo alrededor por varios minutos no pude ver nada.

 

No podía quedarme así, por lo que como si estuviera nadando me moví en todas direcciones, buscando algo, lo que será, y seguí así por lo que parecieron muchas horas, siempre con el mismo  terrible y desolador resultado de encontrarme literalmente en medio de la nada… Hasta que la vi.

 

A lo lejos vislumbré otra figura, femenina, de pelo oscuro que podía confundirse con el fondo, y al acercarme mi corazón se aceleró 1000 por hora.

 

Era Rachel

 

Mi Rachel.

 

Grité su nombre con todas mis fuerzas y volteó a verme, respondiendo con la misma emoción y gritando Gera como si no hubiese un mañana… Aunque no teníamos certeza de que habría un mañana nunca más, pero eso no nos impidió besarnos apasionadamente.

 

- Estás... Aquí…

- No me digas, jeje.

- Si… Pero ¿Dónde es aquí?

- Creo que morimos Gera, no lo logramos.

- Si… Y en el último segundo.

- Pero aun…

 

Entonces ambos nos paralizamos, todo temblaba sin razón aparente, y cuando todo tiembla estando en la nada pues… Es algo más complicado de explicar, así que vallamos a lo que vimos. De la nada se formó una inmensa figura femenina con piel de galaxias, ojos blancos y cabellos dorados, y en comparación ambos (del mismo tamaño) éramos como una hormiga comparada a una ballena… Pero no estábamos asustados.

 

- Hola Rachel, hola Gera, veo que ambos estás muertos.

- ¿Q… Quién eres? –Rompió Rachel, aunque yo si me hacía una idea.

- Eres… La antigua Diosa, la que estaba tallada en el templo del Amazonas.

- Así es, me han llamado Dios, Jehová, Alá, Zeus, Odín, Pachamac allí, pero mi nombre es Shiva.

- Sh… ¡Shiva! Como la de…

- Así es, para que vean que a pesar de todas las interpretaciones de la humanidad, aun puedo entrar en su cultura.

- Gracias a Square je.

- Bueno, ya saben quién soy, y yo sé de ustedes.

- Espera, yo no sé quién eres, no entiendo que está pasando, nosotros…

- Liberaron todo el poder mágico que dejé en la tierra hasta que estalló. Permítanme explicarles que fue lo que pasó. Antes de ser la Diosa de la tierra, yo era una más, una como ustedes, aunque con magia desde luego. Ocurrió algo similar, era un paralelo de su siglo 17, yo vivía en Salem y bueno, allí todas las brujas eran condenadas. Aun nadie sabía muy bien nada sobre la magia, ni siquiera las brujas que ahí estaban naciendo. Como yo hubieron muchas más, pero yo era la última, habían matado a mi familia, a mis amigas, a todos los que me importaban, y cuando me tocó la hora no lo aguanté, liberé todo mi poder sin medir las consecuencias, y termine haciendo lo mismo que tú, acabé con la tierra. Inmediatamente desperté igual que ustedes, y la anterior Diosa de la tierra me explicó su historia, como le pasó algo similar y como así ha sido con todas las Diosas de la tierra desde el inicio del universo.

- Espera… Entonces…

- Así es Rachel, hoy te convertirás en una Diosa Verdadera.

- Pero… ¿Por qué?

- Es complicado de explicar, tendrás todos los detalles cuando asumas el poder, pero en síntesis el universo es como una empresa, cada trabajo hace lo que puede con las herramientas, y dependiendo de su desempeño, asciende o desciende. Todas las Diosas del universo empiezan cuidando un planeta y legándolo cuando este no pudo avanzar más y sucumbió ante su propio poder, y para tratar de prolongar la vida útil de un planeta, al destruirse la Diosa selecciona a la chica más poderosa para que la sustituya, y ella asciende a otro plano dejando sus poderes en la nueva Diosa.

- Ok ok… Pero ¿por qué tienen que ser siempre mujeres?

- ¡Pues porque somos las mejores, Gera! Jeje.

- Es algo más… Complicado que eso, pero en efecto así es. La magia es una fuerza vital y una energía universal que solo las hembras pueden elevar a su máximo potencial, así funciona el orden cósmico de las cosas.

- Pero entonces ¿Por qué Gera está aquí?

- Si, eso aún no lo entiendo.

- Eso es gracias a ti querida. Al morir estando vinculados ambos ascendieron, es algo que ha pasado en otros planetas pocas veces pero esta es la primera vez que ocurre en la tierra, quiero me dé expliquen por qué sucedió.

- Porque Gera y yo somos uno, nos amamos y por eso pudimos lograr lo que hicimos, vencer a Rebecca, pero no sirvió al final…

- Hermoso y erróneo en partes iguales, querida. Si bien el amor los unió tanto como para llegar hasta donde llegaron, tampoco es que hayan perdido todo. Los planetas son como lo que ustedes llaman “Fénix”, al morir solo deben renacer de sus cenizas, y esperar a que su próximo cuidador pueda hacer que viva más tiempo.

 

A esas alturas entendíamos todo, pero aun así era difícil creerlo, Shiva nos decía que la tierra nacería de nuevo, y con Rachel de Diosa, pero ¿cómo? No tardó en responder eso.

 

- Una vez que aceptes el poder podrás acceder al conocimiento universal, y crear la tierra tal y como era, verla crecer, y ayudarla a mejorar, verás las otras tierras y donde fallaron, y podrás evitar esos fallos.

- Pero… Algo no cuadra… Si la magia siempre ha sido el problema que destruyó a la tierra ¿por qué seguimos dándoles a los humanos?

- La magia es el origen de la vida, si en un planeta no hay magia, no puede haber vida, hubo Diosas que le dieron magia a todos los humanos, otras a ciertas razas, otras a pocas millones de personas, hasta que yo decidí que en mi mundo, la magia sería oculta y apenas un millón de personas nacerían para poseerla, los cuales a lo largo de la historia fueron más de 100 millones con porciones pequeñas de magia, hasta que alguien pudo concentrarla toda en solo una persona. En serio creí que así nunca pasaría el apocalipsis, pero aquí estamos.

- Pero Shiva…

- ¿Sí Gera?

- Con todo respeto, no creo que el error esté en cuantas personas usen la magia, aunque hubieran solo 2, ambos tendrían descendencia y a la larga la magia se esparciría, hasta converger nuevamente.

- Es cierto amor, El problema no es la cantidad de brujas y magos, el problema es… Que todos al final mueren por no saber sus límites…

- ¿Qué dicen?

- ¿Digo que y si desde el principio la magia no fuera un secreto? Que todos supieran que existe, pero que solo los magos pudieran controlarla. Ósea, que desde el principio de la civilización la magia fuera fundamental en la cultura, algo raro sí, pero con un límite, la humanidad pondría ese límite.

- Claro, es como cuando saltas de un avión, al conocer que morirás por la caída, se inventó el paracaídas, imagina eso a escala global.

- Mmm… Podría funcionar, de todas formas es tu decisión como moldearás al mundo, Rachel, claro si aceptas el poder.

 

Esto era increíble, mi Rachel tenía otra oportunidad de crear un mundo, un mundo mejor… pero y yo qué.

 

- ¿Amor?

- ¿Sí Gera, qué pasa?

- Esto es lo mejor que ha pasado, pero solo tu podrás usar ese poder, y yo…

- Tu estarás a mi lado, eres el amor de mi vida Gera, y aunque no serás un Dios, si tendrás la labor de uno… Quiero que tu escribas el nuevo libro sagrado, cuenta todo lo que ha pasado, yo estaré ahí para sustentar todo a los humanos, serás el profeta más grande que el mundo haya visto.

- En… ¿En serio?

 

Rompí a llorar, era el acto más romántico que Rachel había hecho por mí, era el hombre más feliz.

 

- Así es. En fin, Shiva, acepto tu poder, seré la nueva Diosa de la tierra.

- Gracias Rachel, y gracias Gera, gracias a ustedes ahora podré ascender, así que mejor empecemos ya.

 

Entonces Shiva empezó a brillar, era como si se empezara a desintegrar en luz divina, y a impregnar de magia a Rachel, quien empezó a crecer a su tamaño conmigo en su palma en todo momento, elevado a la altura del pecho, al lado de su corazón.

 

- Adiós chicos, les deseo lo mejor en su nueva tierra.

 

Fue entonces cuando por fin Shiva ascendió, y Rachel era igual a ella en su piel de galaxias, y con un resplandor extendió el patrón en su cuerpo hacia todo el espacio en negro, quedando como una giganta en medio del espacio exterior.

 

- Bueno Gera ¿Listo para esto?

- Así es, Diosa Rachel…

Capítulo 30, El Final de mi Historia, el Inicio de la Suya. by GeaGts

Y así nació otra vez la tierra, durante millones de años se formaron las aguas, las montañas, las células, hasta llegar a la creación del ser humano. Con él se creó la primera civilización: Mesopotamia, pero aquí no hay epopeya de Gilgamesh, aquí existe este escrito, El Libro de Rachel. Todo lo que está aquí es real, si bien al principio siguieron inventando Dioses paganos, con el tiempo Rachel se les apareció, pero no como visiones, sino que en persona, sobre todo el mundo. Sólo se dejaba ver por la humanidad cuando esta lo necesitaba, y con semejante imponencia nunca hubo otra duda, ella era la única Diosa.

 

Aun así dijo que este mundo no le pertenecía, le pertenecía a la humanidad, y ellos debían llevar a cabo la construcción de la civilización por su cuenta, y eso hicieron. La historia de la nueva tierra (que sería solo la tierra para ellos) fue prácticamente igual a la de la tierra anterior, y los conflictos teológicos aunque si se dieron, no fueron por eso y dejaron menos víctimas fatales. Aunque la humanidad si provocó atrocidades como las guerras mundiales, también logró mucho como llevar en 1969 al primer ser humano a la luna, desde donde Rachel se dejó ver una vez más, felicitando el logro.

 

Aunque no lo parezca, saben que Rachel no era la que regía a la humanidad, ellos tenían sus propios líderes, buenos y malos, y que siempre estuviera ahí hizo que su raza se acostumbrara a la idea real de una Diosa y les dejó de impresionar, aunque no dejaban de adorarla, tanto gente normal como los líderes de las grandes y pequeñas naciones.

 

Y fue así como, en Estados Unidos el 15 de Marzo de 1999, en San Francisco, nació una bebé hermosa conocida como Vicky, luego el 24 de Abril del mismo año nació en la misma ciudad Cody, el 26 de Julio Mark, el 29 de Agosto Dave, y el 1 de Enero del 2001 Stacy. Por otro lado en Inglaterra en 1998, el 12 de Febrero, nació Alexis, la cual se mudó 3 años después a San Francisco. Los caminos de los 6 se cruzaron el primer año de secundaria, en la escuela pública, y a pesar de sus diferencias, se hicieron los mejores amigos, y Alexis con Vicky fueron novias y se terminarían casando, adoptando una perrita de la calle de pelaje rojo a la cual nombraron “Rebecca” ya que le gustaba lamerles a ambas los pies. Esto, sumado a que LA DIOSA DICE QUE NO MOLESTEN A QUIENES FUERON SUS AMIGOS, demuestra tanto su poder como su sentido del humor.

 

A partir de este punto el mundo seguirá, quienes son magos tienen sus propios círculos y se juntan con la humanidad, salvo en las escuelas de magia donde aprenderán a controlar sus poderes sin llegar al límite, algo que siempre logran. Ya vieron lo que pasó, lo que pasa y lo que pasará en la humanidad, pero depende de ustedes seguir adelante, ser mejores cada día, ser el planeta que más merezca vivir del universo, ya que aunque Rachel cuida de ustedes, no los salvará si se salen de control. Es así como el Libro de Rachel termina en su última parte: Bajo la Diosa, donde a diferencia del resto donde relatamos la historia de la humanidad, las pruebas y los contactos con Rachel, aquí dejamos el testimonio más emociona, personal, y la razón de todo esto. No nos quedan dudas que muchas brujas tendrán sus propias historias en el futuro.

 

Pero ¿Qué pasó con Rachel y conmigo, Gera el Apóstol? Bueno, dejaré que el arte de la raza humana se haga una idea de eso, pero solo les diré que tiene mucho que ver con lo que relaté en esta parte del Libro de Rachel, yo seguiré adorándola, besándola, amándola, y para mi fortuna, ella también a mí.

Capítulo 30, El Final de mi Historia, el Inicio de la Suya. by GeaGts

Y así nació otra vez la tierra, durante millones de años se formaron las aguas, las montañas, las células, hasta llegar a la creación del ser humano. Con él se creó la primera civilización: Mesopotamia, pero aquí no hay epopeya de Gilgamesh, aquí existe este escrito, El Libro de Rachel. Todo lo que está aquí es real, si bien al principio siguieron inventando Dioses paganos, con el tiempo Rachel se les apareció, pero no como visiones, sino que en persona, sobre todo el mundo. Sólo se dejaba ver por la humanidad cuando esta lo necesitaba, y con semejante imponencia nunca hubo otra duda, ella era la única Diosa.

 

Aun así dijo que este mundo no le pertenecía, le pertenecía a la humanidad, y ellos debían llevar a cabo la construcción de la civilización por su cuenta, y eso hicieron. La historia de la nueva tierra (que sería solo la tierra para ellos) fue prácticamente igual a la de la tierra anterior, y los conflictos teológicos aunque si se dieron, no fueron por eso y dejaron menos víctimas fatales. Aunque la humanidad si provocó atrocidades como las guerras mundiales, también logró mucho como llevar en 1969 al primer ser humano a la luna, desde donde Rachel se dejó ver una vez más, felicitando el logro.

 

Aunque no lo parezca, saben que Rachel no era la que regía a la humanidad, ellos tenían sus propios líderes, buenos y malos, y que siempre estuviera ahí hizo que su raza se acostumbrara a la idea real de una Diosa y les dejó de impresionar, aunque no dejaban de adorarla, tanto gente normal como los líderes de las grandes y pequeñas naciones.

 

Y fue así como, en Estados Unidos el 15 de Marzo de 1999, en San Francisco, nació una bebé hermosa conocida como Vicky, luego el 24 de Abril del mismo año nació en la misma ciudad Cody, el 26 de Julio Mark, el 29 de Agosto Dave, y el 1 de Enero del 2001 Stacy. Por otro lado en Inglaterra en 1998, el 12 de Febrero, nació Alexis, la cual se mudó 3 años después a San Francisco. Los caminos de los 6 se cruzaron el primer año de secundaria, en la escuela pública, y a pesar de sus diferencias, se hicieron los mejores amigos, y Alexis con Vicky fueron novias y se terminarían casando, adoptando una perrita de la calle de pelaje rojo a la cual nombraron “Rebecca” ya que le gustaba lamerles a ambas los pies. Esto, sumado a que LA DIOSA DICE QUE NO MOLESTEN A QUIENES FUERON SUS AMIGOS, demuestra tanto su poder como su sentido del humor.

 

A partir de este punto el mundo seguirá, quienes son magos tienen sus propios círculos y se juntan con la humanidad, salvo en las escuelas de magia donde aprenderán a controlar sus poderes sin llegar al límite, algo que siempre logran. Ya vieron lo que pasó, lo que pasa y lo que pasará en la humanidad, pero depende de ustedes seguir adelante, ser mejores cada día, ser el planeta que más merezca vivir del universo, ya que aunque Rachel cuida de ustedes, no los salvará si se salen de control. Es así como el Libro de Rachel termina en su última parte: Bajo la Diosa, donde a diferencia del resto donde relatamos la historia de la humanidad, las pruebas y los contactos con Rachel, aquí dejamos el testimonio más emociona, personal, y la razón de todo esto. No nos quedan dudas que muchas brujas tendrán sus propias historias en el futuro.

 

Pero ¿Qué pasó con Rachel y conmigo, Gera el Apóstol? Bueno, dejaré que el arte de la raza humana se haga una idea de eso, pero solo les diré que tiene mucho que ver con lo que relaté en esta parte del Libro de Rachel, yo seguiré adorándola, besándola, amándola, y para mi fortuna, ella también a mí.

Capítulo 30, El Final de mi Historia, el Inicio de la Suya. by GeaGts

Y así nació otra vez la tierra, durante millones de años se formaron las aguas, las montañas, las células, hasta llegar a la creación del ser humano. Con él se creó la primera civilización: Mesopotamia, pero aquí no hay epopeya de Gilgamesh, aquí existe este escrito, El Libro de Rachel. Todo lo que está aquí es real, si bien al principio siguieron inventando Dioses paganos, con el tiempo Rachel se les apareció, pero no como visiones, sino que en persona, sobre todo el mundo. Sólo se dejaba ver por la humanidad cuando esta lo necesitaba, y con semejante imponencia nunca hubo otra duda, ella era la única Diosa.

 

Aun así dijo que este mundo no le pertenecía, le pertenecía a la humanidad, y ellos debían llevar a cabo la construcción de la civilización por su cuenta, y eso hicieron. La historia de la nueva tierra (que sería solo la tierra para ellos) fue prácticamente igual a la de la tierra anterior, y los conflictos teológicos aunque si se dieron, no fueron por eso y dejaron menos víctimas fatales. Aunque la humanidad si provocó atrocidades como las guerras mundiales, también logró mucho como llevar en 1969 al primer ser humano a la luna, desde donde Rachel se dejó ver una vez más, felicitando el logro.

 

Aunque no lo parezca, saben que Rachel no era la que regía a la humanidad, ellos tenían sus propios líderes, buenos y malos, y que siempre estuviera ahí hizo que su raza se acostumbrara a la idea real de una Diosa y les dejó de impresionar, aunque no dejaban de adorarla, tanto gente normal como los líderes de las grandes y pequeñas naciones.

 

Y fue así como, en Estados Unidos el 15 de Marzo de 1999, en San Francisco, nació una bebé hermosa conocida como Vicky, luego el 24 de Abril del mismo año nació en la misma ciudad Cody, el 26 de Julio Mark, el 29 de Agosto Dave, y el 1 de Enero del 2001 Stacy. Por otro lado en Inglaterra en 1998, el 12 de Febrero, nació Alexis, la cual se mudó 3 años después a San Francisco. Los caminos de los 6 se cruzaron el primer año de secundaria, en la escuela pública, y a pesar de sus diferencias, se hicieron los mejores amigos, y Alexis con Vicky fueron novias y se terminarían casando, adoptando una perrita de la calle de pelaje rojo a la cual nombraron “Rebecca” ya que le gustaba lamerles a ambas los pies. Esto, sumado a que LA DIOSA DICE QUE NO MOLESTEN A QUIENES FUERON SUS AMIGOS, demuestra tanto su poder como su sentido del humor.

 

A partir de este punto el mundo seguirá, quienes son magos tienen sus propios círculos y se juntan con la humanidad, salvo en las escuelas de magia donde aprenderán a controlar sus poderes sin llegar al límite, algo que siempre logran. Ya vieron lo que pasó, lo que pasa y lo que pasará en la humanidad, pero depende de ustedes seguir adelante, ser mejores cada día, ser el planeta que más merezca vivir del universo, ya que aunque Rachel cuida de ustedes, no los salvará si se salen de control. Es así como el Libro de Rachel termina en su última parte: Bajo la Diosa, donde a diferencia del resto donde relatamos la historia de la humanidad, las pruebas y los contactos con Rachel, aquí dejamos el testimonio más emociona, personal, y la razón de todo esto. No nos quedan dudas que muchas brujas tendrán sus propias historias en el futuro.

 

Pero ¿Qué pasó con Rachel y conmigo, Gera el Apóstol? Bueno, dejaré que el arte de la raza humana se haga una idea de eso, pero solo les diré que tiene mucho que ver con lo que relaté en esta parte del Libro de Rachel, yo seguiré adorándola, besándola, amándola, y para mi fortuna, ella también a mí.

This story archived at http://www.giantessworld.net/viewstory.php?sid=10095