- Text Size +
Author's Chapter Notes:

Aquí está el sexto capítulo cargado de contenido tanto romántico como el abreboca de la elementalidad procaz de la historia, no demasiado intenso ya que quería empezar de manera pausada, disfruto el añadir algo de realismo a las cosas y no me hubiera gustado simplemente “Oye, ¿Quieres tener relaciones?” “¡Claro!”. Sin más que decir, ¡Disfrútenlo!

Tipo de capítulo: -Historia>Ero-


 

 

Viernes, un día genial, todos podemos ir a nuestras casas y relajarnos por un fin de semana esperando a que la próxima empiece, quizás salir de la escuela con tu círculo de amigos a algún lugar entretenido, un centro comercial, una tienda, un árcade o incluso ir a una cita con tu novia. En mi caso, este viernes se traduciría en “pasar la tarde con mi novia”

Dado que vivo solo, escapar de casa o pedir permiso no es algo que esté en mi diccionario últimamente (aunque en primer lugar nunca lo estuvo), ya que puedo ir a donde quiera, cuando quiera y por el tiempo que quiera, todo depende de mi propia evaluación de la situación. Es parte de mi nueva vida “adulta” de preparatoria, si no compro ingredientes para cocinar o algo de comer no ceno, aunque esta vida no termina de ser adulta ya que mis padres envían el dinero necesario para seguir pagando los servicios y no tener que complicarme buscando un trabajo de medio tiempo, cosa que de hecho estuve pensando en un tiempo; me gustaría tener más dinero para mí mismo y mis cosas, comprar un videojuego o un artículo de manga sin tener que pedir dinero a mis padres.

Mientras divago en mis propios pensamientos, la chica que expele el suave aroma de un perfume lo suficientemente notorio pero sin ser intoxicante, tiró de mi brazo mientras yo pensé, entre otras cosas, cómo podría alguien como ella divertirse “junto a mí” en vez de “conmigo”.

Al dar un breve recorrido por la ciudad tomando la ruta más corta, ambos llegamos a su casa deshabitada, entonces dejé de estar en mi propia nube y volví a centrar mi mente en el presente.

—Con permiso…

Detrás de ella, di unos tímidos y reservados pasos cerrando la puerta detrás de mí y removiendo mis zapatos mientras subí el escalón al piso de madera oscura pulida y perfectamente cuidada, creando un contraste estructural moderno junto a las paredes grisáceas y la simplicidad de la falta de diseños o patrones.

Calmando su anteriormente apresurado ritmo, Mónica pasó a la sala de estar animándome a que entrara yo también, al dar un par de pasos y avistar la habitación de amueblado minimalista, su bolso aterrizo con un sonido mullido en un sofá negro próximo a una mesa baja hecha de vidrio de unos 50 centímetros con una jarra anegada y flores rosadas adentro.

—¿Tienes sed? —Dijo hurgando en un gabinete alto.

Su voz provino desde atrás de un muro de aproximadamente un metro de altura que separa la sala de la cocina.

—Con algo de agua estoy bien, gracias —contesté casualmente mientras examiné el lugar con la mirada.

Es de alguna manera, vergonzoso que haya venido a su casa anteriormente y no conociera su sala de estar sino hasta este momento, ¿Cuántas personas visitan la casa de una persona y pasan directamente a una habitación sin si quiera ver la sala de estar? Suena como si los únicos que lo hicieran fueran quienes principal motivo es la realización de algún asunto lascivo, cosa que prefiero destacar, no fue así en mi caso.

Después de verter agua en un vaso, ella caminó hacia mí y colocó el recipiente transparente sobre la mesa.

—Gracias —tomé el vaso y bebí el contenido que vitalizó mi cansada garganta.

—Entonces… ¿Qué quisieras hacer hoy?

—Mm —al terminar de beber, coloqué el vaso en la mesa—. Tú fuiste la de la idea de que viniera, pensé que tenías algún plan o algo.

—Ciertamente, la cosa es que tengo tantos planes que quisiera saber por cuales quieres empezar —sonrió.

—¿Y cómo quieres que sepa yo cuales son los planes que tienes en mente para que elija alguno?

—No es eso, sólo imaginé que había algo que tú pudieras querer hacer también, así que te pregunte tu opinión antes, ya que esto será en realidad yo jugando contigo por un buen rato, jeje.

—Quiero aclarar algo, ¿Te refieres a “jugar conmigo” con jugar junto a mí? ¿O literalmente usarme para jugar?

—Creo que la segunda… sí, usarte.

—Oye… no seas muy ruda conmigo, eso es todo lo que quiero.

—Probablemente pueda cumplir esa petición.

—¿Estás segura?

—No del todo, pero lo intentaré.

Al escucharla, no puedo hacer más que aplastarme en el sofá y cubrir mi rostro con ambas manos, hundido en ambos supuestos terror y desesperación que significan tener a tu novia todopoderosa usándote como un juguete.

Cuando aparté mis manos, pude ver a Mónica juntar sus manos y entrelazar sus dedos, jugando con ellos de manera repetitiva como si estuviera ansiosa por algo, no pude evitar notar esto.

—¿Pasa algo? —Interrogué.

—Ah, n-no es nada —ella separó sus manos rápidamente

—No, sí te pasa algo, llevo conociéndote un par de años y sé decir cuando estás ansiosa o nerviosa por algo.

—Tsch —chasqueó su lengua.

—Mónica, puedes hablar conmigo de cualquier cosa —después de decir esto, me reincorporé correctamente en mi asiento y me incliné hacia el frente para estar más cerca de ella—. Sabes que a estas alturas, nada viniendo de ti me puede impresionar, ¿Verdad?

Ella pareció estar perdida en sus pensamientos por un momento, hasta que me miró y respondió de manera algo penosa.

—¿Estás seguro de eso? Yo… ¿Diga lo que te diga no te puede…? Ya sabes… ¿Extrañar? ¿Asombrar? O… ¿Asquear?

Tengo que admitir que cuando lo dijo de esa manera, un pequeño escalofrío subió por mi espina, pero siendo ella no creo que sea nada que yo no pueda manejar, no después de lo que viví la mañana del día de hoy en una realidad que ya nunca pasó.

—Sí, estoy seguro, puedes decirme lo que sea, no me molestaré o juzgaré, sólo quiero que no te sientas ansiosa por algo que me pueda involucrar, hablemos y seguro llegamos a una conclusión.

Intenté sonar lo más seguro de mí mismo y alentador posible, pero la verdad es que cuando se trata de algo relacionado con los poderes de Mónica, yo no puedo mantener la rectitud a un cien por cien, por lo que me termino perdiendo en mis pensamientos, asustando o impresionando, pero prometo que seas lo que sea, daré lo mejor para apoyarla y confortarla.

—Gracias… Danny —con su mirada baja, sus mejillas se enrojecieron ligeramente—. Sé que has hecho mucho por mi entre ayer y hoy, sé que sigues algo nervioso por lo de mis poderes y que todavía no puedes digerirlo enteramente, pero te prometo que con el tiempo te acostumbrarás, también haré todo lo posible para acelerar ese proceso y ya no haya ni pizca de temor en tu corazón.

—Con que no lo puedo ocultar… ¿Eh? —Con algo de vergüenza rasqué la parte trasera de mi cabeza.

—Claro que no, estoy al tanto de todos tus sentimientos con respecto a mis poderes, sólo como medida de seguridad, establecí una conexión entre tu temor a mí y yo, bueno, no hay mejor manera de saber que no me temes a mí en realidad y que… bueno, tu miedo es totalmente racional, dado al lugar de tu cerebro en que se encuentra.

—¿A qué te refieres?

—Ah, digámoslo así, si tú en realidad estuvieras asustado de mí y de mis poderes en conjunto, desconfiando y creyendo que usaría mis poderes para lastimarte, por ejemplo, ese miedo no sería de un carácter irracional, si no de uno preventivo, por lo tanto, se representaría de cierta manera y estaría en un lugar específico de tu cerebro, sin embargo, al ser un temor que no puedes evitar tener aunque confíes plenamente en mí, siendo más un instinto primitivo tuyo como ser humano, se aloja en otra parte, ese temor que sientes inconscientemente se encuentra allí, y no hay nada que puedas hacer al respecto.

—Entonces así es como me siento… vaya, no sabía que tuvieras ese tipo de conocimientos.

—Ah, no es nada en realidad, fue un libro que leí cuando era pequeña, nada del otro mundo.

—Bien… entonces ¿Qué es esto que tienes que decirme?

Dando un profundo suspiro, Mónica se sentó lo más erguida posible y me vio con una mirada llena de seriedad.

—Danny, esto se trata del motivo por el que yo centro mis poderes en cambiar cosas de tamaño principalmente, pudiendo hacerlo todo, ¿No te has preguntado por qué los uso casi únicamente para alterar el tamaño ya sea de mí o de mi entorno?

Ahora que lo pienso, es curioso y bastante cierto, ella de hecho tiene la capacidad de hacer cualquier cosa habida y por haber a excepción de revivir a los muertos de manera completa, por lo que ella debe poder hacer lo que quiera con sus poderes, la cuestión es que no suele salir del área de o encoger cosas, o cambiar su propio tamaño, hasta ahora yo no me percaté de eso, pero supongo que ahora que lo menciona, es un punto, yo no le presté mucha atención y simplemente imaginé que sería la manera más rápida y eficiente de demostrar sus capacidades, pero al parecer no es así.

—Yo no le presté mucha atención en realidad, sólo pensé que sería la manera más efectiva de demostrarme la magnitud de tus poderes, ¿No?

—Bueno… de hecho no es así —ella empezó a jugar con sus dedos nuevamente—. De hecho, es algo… bueno… asqueroso.

—Mónica.

—Lo siento, jeje… em… entonces digamos que es algo gracioso.

Me empieza a preocupar que considere algo que ella misma hace a voluntad como “asqueroso” tan repetidamente.

—Ehem —aclarando su garganta, continuó—. Bien, de hecho, la verdad es que yo…

—…

—Tengo un fetiche con… sentirme superior y… bueno, ser de gran tamaño o… ver personas de tamaño muy reducido.

De todas las cosas que pudo haber dicho en ese momento, la verdad es que no fue lo peor que me pude imaginar que diría, pero la verdad también es que algo así ni siquiera pasó por mi mente en ningún momento.

—Un… ¿Fetiche?

—¿Has escuchado de la “Macrofília” alguna vez?

Intento rebuscar en mi mente por sentir que había escuchado esa palabra antes, de hecho, siento que una vez leí algo acerca de es…

Ah, ya lo recuerdo, lo recuerdo perfectamente.

—Entonces, ¿Eres macrofílica?

Con su rostro muy rojo y su cabeza mirando entre sus piernas, ella movió su cabeza a manera de confirmación.

Tengo algo complicado entre manos.

Mónica se levantó de su asiento y dio un paso en dirección a la salida de la sala, en ese momento la tomé del brazo ejerciendo algo de fuerza.

—Suéltame —dijo de manera cortante.

—¿Por qué?

—Tú tienes asco… ¿Verdad? Debes estar pensando en algo así como… “Que asqueroso, ¿Ella enserio me quiere para cumplir sus extraños fetiches? Por qué mejor no va a algún lugar y muere allí en silenc-“

—Wowowowowowow —la detuve antes de que siguiera escupiendo veneno—. ¡No he pensado eso! ¿No podías leer mi mente? ¡Deberías saber que es mentira! ¿Por qué pensaría algo tan horrible?

—¿Eh…? —Su mirada se dirigió hacia mí.

—Vamos, puedes leer mi mente, así veras que no pienso nada por el estilo, puedes leer todo lo que quieras, por lo que sabrás si sólo estoy siendo confortante o si digo la verdad —solté su muñeca—.

—… —Después de unos breves momentos de silencio, su expresión se impresionó muchísimo y lágrimas empezaron a obstruir su visión—. ¿”No era lo que esperaba pero no hay problema”? ¿”Hay mil cosas peores pero esta ciertamente no era algo que esperaba”? ¿”Tengo algo muy complicado entre manos”? —Recitando los que reconocí como mis propios pensamientos, ella los entonó con incredulidad—. ¿D-dónde están los pensamientos de asco y repulsión, tú no deberías…?

—¡Mónica! —Hablando en un tono contundente que hizo que se callara, me levanté violentamente de mi asiento y envolviendo mis brazos alrededor de ella, la apreté con fuerza, dándole un abrazo protector—. Yo no siento nada de eso, no creo que eso sea algo asqueroso, puede que si sea algo raro para mí, pero vamos, todos tenemos fetiches y eso los hace ser lo que son, cosas raras que disfrutamos hacer y que tenemos demasiada vergüenza de decir, aun así reuniste el valor para decírmelo, ¿Crees que sería alguien tan horrible como para pensar esas cosas cuando te costó tanto decírmelo? Vamos, no hay mane… ¿Mónica?

En algún momento mientras hablaba, no había notado que agua empezó a fluir por mi hombro y pequeños sollozos aparecieron, un débil llanto, Mónica está llorando en mi hombro.

Algo feliz por haberla convencido, mientras la abracé, me senté y la dejé sentarse en mis piernas, yo acaricié su espalda y le di ligeras palmaditas de consuelo.

—Está bien, fue duro, ¿No?

Su llanto siguió por algunos minutos más.

—¿Ya te sientes mejor?

Mónica se levantó de mis piernas y se sentó a mi lado.

—Sí… ya me siento mejor.

—¿Revisaste en todas partes? ¿Ya estás segura de que no siento asco ni nada por el estilo?

—Claro, por más que busqué en todas partes… no encontré ni el más mínimo indicio de un sentimiento negativo al respecto… eres increíble.

—Vamos, eres mi novia, no podría sentir asco de ti, aun con todas tus rarezas, DIGO, después de que me enteré que prácticamente eres Dios, ya no hay nada que me pueda sorprender.

—Aun así, estás algo nervioso —sonrió pícaramente.

Lo genial de Mónica, es que ella se recupera de sus caídas en un santiamén, aunque para mí eso es algo terriblemente malo en este momento.

—¿A-a qué se debería? Digo… probablemente sea porque tengo que empezar a estudiar para la universidad sabes, muchos jóvenes de mi edad ya saben a lo que se dedicaran pero yo aún no estoy muy seguro jajajajajajajajaja —claramente, fallé ocultando los verdaderos motivos de mis nervios.

—“¿Seré suficiente?” “¿Q-qué me hará?” “¿Qué clase de cosas hará ella para satisfacerse usándome a mí basado en su macrofília?”

—¡¡NO LO DIGAS EN VOZ ALTA!! —Gritando, me sentí muy avergonzado—. ¿¡No estabas terriblemente avergonzada por eso hace un momento!?

—Lo primero es —ella levantó su dedo índice de la mano izquierda—. No te preocupes, serás más que suficiente para mí, tengo muchísimos planes, Danny.

Se hizo un nudo en mi garganta, sólo pude tragar una gran cantidad de saliva.

—Lo segundo —usando su dedo medio, representó el número dos y también el símbolo de paz—. Tengo muchas cosas que hacerte, Danny, disfruto mucho solamente pensándolas… imagínate cuando las haga… jeje. Finalmente… tercero —su dedo anular fue el último en levantarse—. Espera una clase de cosas muy… sucias, je.

Está bien, ahora mis nervios se dispararon, puedo sentir mi pulso elevándose peligrosamente y mi cara calentándose, ¿Qué clase de patética expresión debo tener ahora mismo?

Para mí desgracia, parte de mi investigación al respecto de hace un par de años volvió a mi cabeza, términos como “gore”, “vore” o “tortura” vinieron a mi mente, haciendo volar aún más mi imaginación.

—Jajajajajajajajaja tú en serio estás aterrado jajajajajaja —Mónica repentinamente rompió su anterior malévolo y seductor personaje y rompió en carcajadas—. Estando tan seguro de ti mismo hace un momento y ahora muerto de miedo, ¡Es tan gracioso!

—¡Oye, temo por mi integridad!

—Aaahh… —Ella limpió sus lágrimas entremezcladas de risa y llanto—. No hay nada de qué preocuparse, Danny, sé lo que estás pensando y no disfruto de la rama del gore, deberías saber que estás totalmente a salvo, lo que quiera que haga, lo haré con tu consentimiento y será 101% seguro, así que no te alarmes.

Esas palabras me hicieron sentirme profundamente aliviado.

—Um… de todos modos, ¿Por qué estabas tan asustada cuando me lo dijiste?

—Bueno… eso es… —Ella empezó a explicarme.

Por lo que pude entender, Mónica ha tenido este fetiche desde una temprana edad, desde hace años ella ha estado buscando contenido relacionado en internet a escondidas de sus padres y conocidos, manteniendo su historial e identidad en línea escondidos de todo el mundo, ella se había hecho con cualquier cantidad de contenido de este tema, sin embargo este factor fue en parte lo que contribuyo con su trauma, con el transcurrir del tiempo, ella ha visto no sólo el rechazo en línea que tienen otros internautas de sitios +18 por fetichistas de su tipo, sino que también lo ha experimentado en la vida real, cosas como conversaciones triviales con sus compañeros de clase o conocidos que terminan en “Oye, ¿Has visto ese fetiche llamado macrofília? Es en realidad asqueroso y desagradable, ¿Quién podría encontrar placer en eso?” y con el pasar del tiempo asentir a esas declaraciones en conversaciones ocasionales la hizo convencerse a sí misma de que en realidad hacía algo malo y era terrible. Una historia triste si lo ves así, pero… ahora que estoy aquí para ella, me aseguraré de que borre esos pensamientos de su cabeza y pueda comenzar de nuevo, disfrutando de lo que lo hace ya que mientras no dañe a otras personas realmente, no tiene nada de malo.

Después de una conversación breve, acordamos en que me quedaría la noche y ambos subimos a su habitación, he de admitir que me sentí muy ansioso al volver a entrar ahí y sabiendo lo que ahora sé, se siente mucho más desvergonzado. Caminando con esa sensación de culpabilidad pesada en mis pasos, tomé asiento en la silla, viendo que aunque su cama se veía mucho más cómoda, quise mantener una distancia prudencial, el hecho de saber que mi novia me trajo por motivos sexuales (aunque sean unilaterales, al fin y al cabo sexuales para ella) me hace estar terroríficamente nervioso, ¿Seré lo suficiente? Ella dijo que lo sería, ¿Qué tal si sólo lo dijo para confortarme? Probablemente no lo seré, nunca antes he hecho algo así, no tendré idea de que hacer, lo que sale en los videos o doujin nunca es suficiente, o eso he oído de amigos que lo han hecho, en serio.

Mis piernas empiezan a temblar llenas de inseguridad y ansiedad mientras me quedo sentado pensando en todo esto. Entonces siento una suave caricia en mi cuero cabelludo, un tacto tan gentil que hizo que todos estos sentimientos negativos se dispersaran velozmente, al alzar mi vista, vi a Mónica acariciando mí cabeza.

—Todo estará bien… si no te sientes preparado, dímelo y te prometo que lo detendré, si no te sientes a gusto tampoco te forzaré.

Perdiendo un poco de mi dignidad como hombre con esas palabras, fue imposible para mí echarme atrás a este punto.

—N-no t-te tienes q-que pre-preocupar por mí, e-estaré b-bien…

—Dios, estas todo tembloroso y hasta tartamudeas, ¿En serio crees que puedes así? No te hagas el duro conmigo, tontito. Apenas haga el primer movimiento gritaras como una niña.

—E-eso cla-claro q- AAA

Sentí un contacto suave y emocionante que se deslizó por mi pecho en sentido descendente, desabrochando los botones de mi camisa, no pude evitar dejar escapar un grito bastante vergonzoso para un chico.

—Tu voz a veces es más femenina que la mía.

—V-vamos… ríete… s-soy un cobarde…

—No me reiré esta vez, es distinto, no me divierto humillándote de este modo, sólo asustándote y haciéndote parecer un tonto, pero jamás me burlaría de ti por algo como esto —dijo con un tono a la par de serio, protector.

Este sentimiento… este aura que emite es lo que a todos en la escuela nos volvió locos… esta es Mónica Riedel poniendo en práctica sus habilidades, siento que soy absorbido por sus palabras…

—P-pero… ¿Cómo es que tú e-estás tan tranquila…? Digo, tenemos la misma edad y no has tenido relaciones nunca… ¿Cierto?

—Hay tres cosas, Danny, siéndote sincera, estoy bastante nerviosa, sólo que soy capaz de sobrellevarlo mejor que tú, lo segundo es que he estado viviendo buena parte de mi vida en el extranjero, los japoneses siempre son mucho más tímidos con este tipo de cosas, los occidentales somos más… diestros cuando se trata de temas así, la otra cosa es que en realidad yo tengo 22 años, y digamos que tengo un grado de madurez mucho mayor que el tuyo con esto.

—¿¡22 años!?

—Sí, perdí algunos años atendiendo asuntos en Alemania, al final tuve que manipular un par de cosas para que todos creyeran que tengo 17 años, pero la verdad es que ya tengo 22, soy una anciana, ¿No crees?

—¡C-claro que no!

—Puedo ver que no piensas así… Danny, en realidad no sé si es que puedes ocultar tus pensamientos, pero me sorprende demasiado que no seas capaz de pensar cosas malas acerca de mí, cuando te revelé mis poderes, mi fetiche o mi edad, siempre has sido tan comprensivo…

—C-cómo sea… s-sólo…

—Ooooooh, ¿Qué veo? ¿Acabo de descubrir algo de mi novio que me será muy útil?

—¿¡D-DE QUÉ HABLAS!?

—Te gustan las chicas mayores que tú… ¿Eh? ¿Acaso quieres que te obligue a decirme “Onee-“?

—¡¡¡¡DETENTE DETENTE DETENTE DETENTE DETENTE!!!!! —Agitando mis manos fuertemente con mis ojos cerrados, hice todo lo posible para que no terminara esa frase.

—“…san”

—¡¡NOOOOOOOOOO!! —Tomando mi cabeza con ambas manos, me escurrí por la silla, totalmente derrotado.

—Con que… te gustan las chicas más altas que tú, mayores que tú, más inteligentes que tú y… superiores que ti en general.

No dije nada, no debería poder responder a eso, sé que sería algo egoísta después de que ella me dijo lo que siente, pero simplemente no estaba preparado para decir algo así.

—Por favor… detente por ahora, te prometo que luego te lo diré todo pero… ahora no estoy preparado…

Volviendo de un aparente trance, Mónica dejó de hablar.

—¡L-lo siento! Me dejé llevar un momento…

—Está bien, prometo que te lo diré después…

—Pero bueno, saber que te gustan las chicas mayores que tú me ayudará mucho, si supiera lo demás también podría realizarlo, así que estaré esperando que reúnas el valor necesario, sé que es difícil. De hecho, ahora que lo pienso, lo que pude ver de tu fetiche se mezcla mucho con el mío, ¿Sabes?

—¿Eh…?

—Como tengo mucho tiempo en eso, sé bastantes cosas, según lo que he leído, personas con gustos como los tuyos son propensas a irse por la rama de la macrofília si son incitadas ya sea porque se consigan contenido en internet o por alguien más.

—¿En serio?

—Piénsalo bien, ¿Qué mejor demostración de superioridad que tu novia mayor que tú te supere físicamente totalmente al ser gigante?

—D-de hecho… creo que tienes razón…

Entonces yo… ¿Tengo también una atracción hacia este tipo de cosas? Mientras pensaba, Mónica de un salto cayó sobre mí dándome un fuerte abrazo.

—Estoy tan feliz… si los dos compartimos esto… podríamos ser felices ambos y no sólo yo… era lo último que quería, obligarte a hacer algo que no quisieras.

—Digo, lo haría por ti sin problemas pero supongo que tienes razón, si ambos lo disfrutamos es incluso mejor… creo.

Creo que en este momento, empiezo a comprender perfectamente esta sensación que tanta gente describe como “mariposas en el estómago” cuando se refieren a algún evento relacionado con la intimidad con una chica o cosas por el estilo, pero en mi caso siento más como tener un gato jugando enérgicamente con mis órganos internos, mis sentimientos están tan mezclados con mis nervios que siento que podría perder el conocimiento en cualquier momento, tengo que calmarme a mí mismo, sería terrible que Mónica no pueda disfrutar de algo que ha estado esperando por tanto con su novio porque este “se desmayó de los nervios”. Eso sería triste para ella, y patético y humillante para mí.

—¿Te sientes listo?

A pesar de ser tan obvio que no es así, asentí para no seguir causándole problemas.

—Tú no lo estás… —Dio un suspiro—. Parece que te desmayarás de los nervios en algún momento, por eso, iré poco a poco muy despacio y más importante aún, ya sabes, si sientes aunque sea en lo más mínimo que no quieres seguir con esto, dímelo y te prometo que lo detendré.

Volví a asentir en silencio, las palabras no pueden salir debido al tremendo bulto en mi garganta.

—Aquí voy.

Justo antes de que pudiera afirmar con mi cabeza una tercera vez, sentí el mundo a mi alrededor cambiar, volviéndose negro por un momento.

Al recobrar el sentido de la vista me encontré en un ambiente distinto del que estuve hace unos momentos por motivos que ya conozco, así que di un vistazo. A pesar de ser algo a lo que ya debería estar acostumbrado, no puedo simplemente ignorar una sensación tan fuerte como el que siento cuando esto ocurre.

—¿Estás bien? ¿Quieres detenerte?

Sus palabras resonaron y aunque su magnitud fuera imposiblemente elevada, no lastimó mis oídos en lo más mínimo, incluso, se sintieron como normalmente lo hacen.

—E-estoy bien… no te preocupes…

El sólo hecho de verla abrir su gigantesca boca para pronunciar unas pocas palabras fue lo suficiente para hacerme tartamudear y temblar otra vez, esa sería una simple ruta para transformar una de estas sesiones con el término “vore”, cosa que espero no tener que hacer.

—Perfecto, lo primero de todo, tenemos que acostumbrarnos el uno al otro en esta escala, por lo que empezaremos practicando, nada peligroso por ahora, simplemente será pasar la noche mientras mides un centímetro.

—¡¿M-mido un centímetro?!

—Sí, ¿Pasa algo?

—C-con razón te ves tan enorme desde mi perspectiva…

Para mí, mientras estoy de pie en su mano que mide lo suficiente como para que pueda correr en ella, su rostro está a una distancia considerable y es igualmente enorme, aunque para ella esté a unos pocos centímetros de distancia.

—Después podemos ir con cosas más extremas, medio centímetro, algunos milímetros ¡E incluso nanómetros!

—¡¿N-nanometros?!

—Ah lo siento, me dejé llevar, por ahora no te preocupes por eso.

¿Cómo se supone que no me preocupe por eso cuando ella me quiere reducir al tamaño de un microorganismo?

—Ahora, comparando medidas, ¿Sabes cuánto mido?

—La verdad es que nunca me lo había preguntado… pero dado que yo mido 1.79 y tú estás sólo un poquito por debajo de mí, cálculo que debes estar por los 1.76 más o menos.

—Uhuh, por poco, 1.77

—Vaya, mides casi lo mismo que yo.

—Probablemente eso se deba a que los japoneses no son muy altos generalmente, de donde vengo también somos un poco más altos que los japoneses.

—¿Crees que crezcas más? Ya que tienes 22 años lo veo poco probable…

—Quien sabe, de por sí no soy demasiado alta tomando en cuenta mi edad, aunque en el promedio japonés seguro que sí.

—Entonces… básicamente tus 177 centímetros son 176 veces mi cuerpo… eso es mucho…

—Impresionante, ¿Eh?

Diciendo eso, ella movió su mano un poco, para mí esa simple acción alteró todo mi mundo haciéndome perder el equilibrio y caer sobre mi trasero, por suerte su piel se sintió como caer en un sofá o un cojín.

—¿Estás bien?

—Sí, no te preocupes, supongo que me tengo que ir acostumbrando a este tamaño y… bueno, a ti de ese tamaño, no es fácil estar en esta posición.

—Te ves muy tranquilo, Danny. ¿Hacía donde se fue ese terror que tenías hace un rato?

¡Ella lo hizo a propósito! Recordando el motivo por el que seguramente había venido a esta habitación en primer lugar, mis nervios debieron multiplicarse 177 veces, ahora la chica con la que iba a hacer “ese” tipo de cosas es una especie de gigante que puede hacer lo que quiera conmigo y no hay nada que yo pueda hacer… siendo realista, nunca hubo nada que yo pudiera hacer al respecto, pero ahora es una diferencia de poder más destacable. Debido a la impresión del cambio de tamaño lo olvidé por un momento, pero ahora mis sentimientos de inquietud son mucho más poderosos que antes.

—¿P-p-por qué n-no d-debería estar t-tranquilo?

—Oye… —Con su mano libre, impactó su palma abierta contra su frente suavemente—. No te comportes como si te fuera a comer, tonto, ya te dije que iba a ser suave contigo, por ahora sólo tienes que esperar pasar una noche normal conmigo, lo único diferente es que serás de un centímetro de altura.

—¿Y eso es poca diferencia?

—No precisamente —se rio al decir eso.

—¿Lo… lo prometes?

—Sí, Danny, lo prometo, además, no me gustaría forzarte a hacer nada así y menos si puedo dañarte accidentalmente. Todo estará bien.

—Entonces… te creo —di un gran suspiro.

En realidad es muy relajantes escuchar esas palabras venir de ella, Mónica podrá ser una persona algo impulsiva en ocasiones a la par de bromista, pero es una persona íntegra y completamente confiable, puedes tener tus esperanzas en ella si dice algo y es que el mundo entero tiene que acabarse para que ella no pueda cumplir con las cosas que te asegura, como en este caso, yo confío en ella, como su amigo y como su pareja ahora más que nunca.

—¿Qué quieres hacer por ahora?

Al ver por la ventana de su habitación, pude percatarme de que perdimos una buena cantidad de tiempo, entre hablar en la planta baja, consolarla y estar aquí arriba, afuera son casi nulos los indicios de luz solar restantes, mi hambre fue el reloj interno que me hizo percatarme de esto.

—Ahora tengo algo de hambre, ¿Comemos algo?

—Me parece bien, de hecho yo también empiezo a sentir mi estómago resentirse de no haber comido desde la escuela, tanto, que creo que de verte me están dando ganas de comerte a ti, te ves muy dulce…

El problema no fue que haya dicho eso, el motivo de que me recorriera un escalofrió tremendo por la espina dorsal fue la retorcida entonación que le dio a esas palabras acompañadas de un rugido de su estómago que se escuchó como un monstruo rugiendo dentro de una cueva.

—No bromees con eso…

—Jajajajajaja, eres muy sensible, pequeñin; en fin, vamos abajo, ordenaré una pizza.

—Eso se oye bien.

Ciertamente, como llegó a mencionar en más de una ocasión, a pesar de que se le dé bien cocinar, no es mucho lo suyo, “En la medida de lo posible, mientras pueda ordenar algo sin que me represente un problema lo haré, pero si es necesario que cocine, lo haré sin ninguna clase de queja”. Yo por mi lado soy lo contrario, prefiero cocinar a no ser que haya una situación adversa que me lo impida, en tal caso, no soy reacio a comprar comida ya hecha.

—Empezaré a caminar, sostente bien.

En silencio asentí asumiendo que a pesar de mí ridículamente reducida estatura ella podría ver mi afirmación, me agaché y llené mis manos con su piel, agarrándome con fuerza de la carne de sus palmas, agradable al tacto, de embriagante y agradable olor y  cualquier otra cantidad de calificativos positivos que serían imposibles de destacar en otra situación que no fuera la de un insecto manteniendo su vitalidad sobre su suave mano.

Al dar un paso, todo el mundo a mi alrededor se movió una gran distancia, sin embargo no lo suficientemente fuerte como para chocarme, la moción de su mano fue pasajera, seguramente porque está tomándome en cuenta y la mueve de una manera específica para mi confort. El siguiente paso vino sin demora y así el próximo, volviéndose en una moción de movimiento continua suave y sostenible para alguien en mi posición. A pesar de eso, fue increíble ver todo un entorno tan casual para mí agigantado a proporciones absurdas, solamente su habitación fue proporcional a un enorme castillo de un techo cercano al cielo que no conoce paredes convencionales, no únicamente por su altura, sino por la separación entre ellas, electrodomésticos y muebles magnificados que perdieron totalmente el sentido de algo práctico cuando es imposible en cualquier manera que yo pueda usarlos.

Al abrirse la puerta de la habitación, pude sentir el cambio de aires al pasar por el umbral de la puerta, con un horizonte totalmente distinto al de hace unos momentos, todo el escenario dio un giro de 180 grados, ya sea tomando en cuenta los colores de las paredes, la decoración o las proporciones de la separación entre paredes, dado que es un pasillo eran muchísimo menores, pero aun así siguieron siendo estúpidamente anchas.

Al dar los primeros dos pasos en las escaleras, sentí un terrible cambio de presión que hizo que mi estómago diera una, dos, tres y hasta cuatro vueltas, cada escalón bajado fue una vuelta más para mi estómago, el cual pude sentir que me dijo que en la siguiente derramaría de manera violenta su contenido sobre la hermosa mano de mi novia. Haciendo de tripas corazón y casi peleando contra mí propio cuerpo por mantener la limpieza de esta chica, logré que mis jugos gástricos se quedaran en donde pertenecen, así como también mi almuerzo.

El tiempo que me llevó caminar desde la sala de estar hasta la habitación de Mónica se vio duplicado en el viaje de vuelta, en una turbulenta moción de movimientos, cambios de panorama y advertencias fisiológicas, finalmente ambos arribamos a la cocina.

—¿Cómo te sientes?

Me tomó algo de tiempo responder mientras aún seguía ahogando mis previas nauseas, concentrando cada neurona, cambié mis revueltos pensamientos por unos más felices.

—Mmh… creo que bien, lo único malo fue bajar las escaleras, eso… me dio algo de nauseas.

—Eres de estómago sensible, puedo solucionar eso.

Repentinamente todas las náuseas que sentí hasta hace un momento y que descompusieron mi estado de ánimo desaparecieron sin dejar rastro.

—Gracias, me siento mucho mejor —el color regresó a mi rostro y mi expresión mejoró notablemente.

—Sí, así está mejor, ver tu cara toda complicada me daba algo de remordimiento, en fin, vamos a comer así que no podías tener tu estomago en ese estado, no te preocupes, ya no sentirás más nauseas.

Haciendo gala de su (técnicamente) infinita gama de poderes, ella resolvió un problema trivial que puso de cabeza mis sentidos tan fácilmente como quien sopla el polvo que se ha acumulado por mucho tiempo en la mesa de una esquina cualquiera.

Tomando su celular en la mano en la que no me sostenía, ella marcó algunos números en la pantalla táctil y movió el teléfono hacia su oreja a una velocidad pavorosa, incluso algo tan normal como eso se vuelve capaz de robarme el aliento, acciones que no requieren ninguna clase de esfuerzo como esas son las que definen que tan distinto es el mundo a mi alrededor cuando soy de un triste centímetro de altura.

—Buenas noches, mmhhm, sí, una con…

Su atención se alejó de mí, dejando sólo una distraída conversación telefónica con algún empleado de medio tiempo para ordenar una pizza.

Al terminar, Mónica colgó la llamada y volvió a colocar el teléfono donde lo encontró al llegar aquí.

—Bien, en un rato estará aquí, ¿Quieres ver como intento hacer que el repartidor llegue tarde?

—¡Eso es horrible!

—Jajajaja, lo sé, es una broma, no usaría mis poderes para algo tan ruin.

A veces no tengo ni la menor idea de lo que pasa por esa cabeza retorcida suya, pero lo que es seguro es que hay muchos pensamientos y perspectivas que no soy capaz de comprender en su totalidad… ¿O quizás sólo estoy sobreestimando a un payaso? Es perfectamente factible.

—¿Quieres hacer algo mientras esperamos? —Dando unos pasos sin interrumpir sus palabras, tomó asiento en el sofá más cercano.

Teniendo en cuenta de que ambos estuvimos sentados lado a lado en este ahora absurdamente extensivo sofá, es algo que no deja de ser impresionante, aunque pueda ver como todos y cada uno de los aspectos cotidianos y sin importancia se tornan absolutamente cuando soy un cuerpo indefenso de un único centímetro de altura, desde el tamaño de una mosca escalando a niveles nunca antes imaginados para mí a muebles y estructuras que pierden cada una de sus utilidades empezando por que no pueda si quiera alcanzarlos sin ayuda.

—¿Algo? —Me rasqué la mejilla, teniendo una ligera sospecha de hacia donde se dirigía ella con esa “inocente” pregunta—. No estoy seguro, no hay mucho que se me ocurre que podamos hacer teniendo esta enorme diferencia de tamaño.

—Entonces elegiré por ti.

Algo me dijo que me arrepentiría de no elegir una ruta sencilla cuando tuve la oportunidad.

—Veamos, cosas que hacer con tu novio de un centímetro cuando ambos están solos en tu casa y no hay nadie a quién él pueda gritar por ayuda…

—No lo digas así…

—Bien, veo que tus nervios se calmaron con respecto a más temprano, ¿No?

—Ah… —Vi la palma de mi mano, percatándome de una extraña serenidad que comparada con mi hipersensibilidad de antes, parecía apatía—. Aparentemente me acostumbre a la sensación, ¿No hiciste nada en mí?

—No, fuiste tú.

Es bueno saber que tengo el suficiente dominio de mis sentidos y sobre todos mis estados de nervios, hasta había empezado a pensar que un ataque de pánico unos momentos antes de tener un tiempo íntimo de calidad con mi novia era un asunto que tendría que tratar seriamente más tarde, pero aparentemente no fue más que un shock por lo poco convencional de la situación, en especial para alguien virgen y con cero experiencia amorosa como yo.

—Aunque… de alguna manera me gusta, te ves muy lindo cuando estás asustado… jeje.

—¿Eso fue un cumplido?

—Supongo que puedes decir que sí lo fue, me gusta ese lado tierno tuyo.

Mis mejillas se enrojecieron, cosa que difícilmente, no, imposiblemente sería perceptible en esta escala viéndolo desde su perspectiva si tan sólo ella no fuera potencialmente omnisciente.

—Aww, que lindo eres cuando te avergüenzas…

—C-como sea, ¿Qué haremos?

—…

—¿Mónica?

—¿Puedo ser sincera contigo?

—¿Eh? Supongo que sí…

La manera en la que sonó eso me preocupo un poco, posiblemente no fue nada por lo que debiera desasosegarme realmente, pero sólo por conservar un (inútil) nivel de precaución quise mantener esa sensación de alerta. Un movimiento ligeramente brusco me sustrajo de mis reiteradas y banales cavilaciones, con el viento impactando contra mi cuerpo mi posición cambió, estando ahora exactamente frente a sus seductores labios pintados con un brillo labial rosado brillante.

La repentina presencia abrumadora de esas dos almohadas refulgentes y húmedas de saliva en su superficie me hizo dar un par de pasos hacia atrás sin pensarlo dos veces, al darme cuenta de la situación en la que me encontré, detuve mi pie que seguía retrocediendo y me paré erguido, examinando tanto sus labios como sus intenciones.

—Un poco más y tendré que obligarte… ¿Quieres hacerlo?

—Besarnos… apenas llevamos un día saliendo… Además… ¿Dónde quedo lo de que no me obligarías a nada?

Es cierto que anteriormente fui lo suficientemente atrevido como para plantar un beso en su mejilla, pero fue algo inevitable para mí, sólo sentí que era algo que la haría feliz, en efecto fue así pero creo que es egoísta de mi parte actuar reservado ahora aunque un beso en los labios fuera un nivel mucho más allá para mí.

Una brillantez escarlata se cernió en ambas de las mejillas de Mónica, haciéndome ver que ella claramente está nerviosa al sugerirme un beso, así como haciendo que me dé cuenta de que soy un idiota sin ninguna clase de tacto.

—Sí, tienes razón… um… es sólo que en occidente las cosas pueden llegar a ser más rápidas, n-no necesariamente en la totalidad de los casos, pero… bueno, siento si te hago pasar un mal rato por ser tan apresurada…

—¡N-no! ¡Claro que no! —Agitando vigorosamente mis manos y cabeza de lado a lado, intenté deshacer el estúpido ambiente que yo mismo creé

—Entonces… —Moviendo sus ojos tímidamente de un lado a otro sin centrar su vista, hizo probablemente de manera accidental, una, si no la cara más linda que un ser vivo puede hacer—. ¿Qué significa?

—S-sí quiero… claro que quiero… Mónica —tragándome mis ganas de gritar eso, lo dije de la manera lo más calmada humanamente posible.

Una sonrisa se proyectó en su rostro parpadeando un par de veces y haciendo que sus largas pestañas negras y finas se hicieran destacar, para alguien en mi estado actual, detalles pequeños como estos y muchos otros se hicieron más que improbablemente rechazables, simplemente advertibles de cualquier manera.

—¡Gracias, Danny!

Deslumbrante sonrisa, aliento dulce, no hay una imperfección natural que pueda encontrar en ella físicamente, supongo que es a lo que la gente llama la magia de los primeros días de relación, pero… estoy en un estado total de limerencia… asegurado.

—Pero… ¿Nuestro primer beso será así?

—A decir verdad, estoy muerta de ganas por colocarte contra mis labios desde hace un buen rato, creo que los besos normales no están mal, pero…

—Entiendo…

—De todos modos ¡No es como si hubiera besado antes!

—No te preocupes, entendí lo que quise decir.

—Por lo que… no será un verdadero beso, al menos no para mí, diría que será lo más aproximado al abrazo de una ballena o algo así.

—¡Danny!

—¡Lo digo por el tamaño! ¡No estás gorda!

—…

—Lo siento…

Mi suelo se empezó a alzar por un lado, claramente, el contrario a la dirección en la que están sus labios, haciendo que me deslizara hasta chocar contra sendas almohadas rosadas.

Una sensación casi mágica recorrió todo mi cuerpo como un escalofrío en el instante en que hice contacto, con mi cabeza hundida en su labio inferior pude sentir la calidez, y una sensación de viscosidad y humedad proveniente de la mezcla de su labial y su saliva impregnándose íntegramente en mí. Por un momento me tensó el hecho de que mi comentario pudiera haberla ofendido, pero al experimentar esto, esa leve sospecha se desvaneció.

Con un sonido “ccchhhhh” sus labios chuparon no sólo mi rostro, si no mi cuerpo también, intentando de besarme, aunque la clara diferencia de tamaño dificultó la acción, haciendo lo que pude junté mi boca entera con sus labios pero aun así dudo que ella si quiera pudiera percibir un beso mío por más que lo intentara y me esforzara, juntando mis labios, los presioné lo más fuerte que pude contra los suyos, pero eso no cambió en nada el hecho de que por sí sólo el sonido que emitían los suyos al juntarse y chupar, ahogó cualquier esperanza de retribuirle sus sentimientos en la más pequeña forma, ahora, gracias a la sustancia pegajosa y la fuerza de su beso fue imposible para mí alejarme, siquiera separar mi cabeza de su labio inferior (cosa que, de cualquier manera no forzaría o haría en caso de tener la oportunidad). Por unos momentos más, estuve con mi capacidad de movimiento imposibilitada intentando de dar al menos la mínima perceptible muestra de cariño posible, succionando su gigantesco labio y lamiéndolo bruscamente, en el proceso, mucha de su saliva entro a mi boca y como no podía alejarme, tuve que tragarla y aunque se sintió bastante extraño, no fue específicamente desagradable, más bien algo excitante.

Alrededor de un minuto después, Mónica dejó de succionarme y por lo tanto caí de espalda sobre su mano nuevamente, sólo que esta vez envuelto en un líquido altamente espeso y viscoso con un olor raro y curiosamente estimulante en toda mi ropa y la piel a la cual mi vestimenta no alcanzó a cubrir.

—Perdona si me excedí… y bueno… ¿Te gustó?

—¿B-bromeas? No tienes de que disculparte, eso fue muy… umm… no sé cómo expresarlo…

—¿Excitante?

—¡N-no!

—¿Estimulante? —Casi como fallando un tiro al blanco, ella sólo dijo palabra vergonzosa tras palabra vergonzosa.

—Está más cerca pero sigue sin ser preciso… creo que… “maravilloso” es lo que busco.

Esbozando una sonrisa, Mónica volvió a unirme con su labio inferior y succionándome una vez más, me dio otro beso, en esta ocasión, uno rápido.

—Me alegro de que te haya gustado —con una sonrisa pura, ella cerró los ojos por un momento.

Aunque “pura” no es lo que mejor combina con este momento, fue lo que sentí dentro de mí.

—Bueno… hecho eso, creo que podemos avanzar un poco más…

—¿Eh?

Haciendo que mi mundo cambiara otra vez trasladándome, Mónica descendió su mano separando un poco sus piernas y dejando algo de espacio en el sofá entre sus dos tamaños pilares carnosos que se extendían desde su cintura hasta muy abajo en el suelo. Ella me soltó cuidadosamente en la cómoda superficie fofa del cojín.

Dando un vistazo de mis cercanías (o lejanías) a ambos lados, pude apreciar dos enormes tubos de carne con varias veces más diámetro de lo que sería un camión carguero.

Entendiendo poco a poco sus intenciones, lentamente me di la vuelta para encontrarlas de frente…

Mónica aun no cambiaba su uniforme el cual consiste en un blazer azul marino y una camisa blanca con botones dorados. Estos acompañados de una falda plisada corta negra con diseño de cuadros azul marino.

Por lo tanto, al darme vuelta, me conseguí con un espacio techado por tela medio sumido en la oscuridad el cual daba a una enorme muralla casi brillante; blanca con un lazo en lo alto. Las pantis blancas como nieve de Mónica.

Mi rostro tomó un color rojizo ipso facto, a la vez que use mis manos para cubrirlo, no pude evitar separar los dedos para ver entre ellos al en efecto, glorioso y desvergonzado panorama níveo sumido en la sombra de lo prohibido y lo lujurioso.

—Ejem… puedes avanzar.

Sacándome de mis imaginaciones contrariamente infantiles y pervertidas, la chica a la que pertenece la pieza de lencería que estoy viendo en estos momentos me permitió el avance, claro, hubiera sido incapaz de hacer nada si ella no me hubiera dado su autorización primero.

Envalentonándome a mí mismo, reuní todo el coraje que mi propia capacidad mental me permitió y di un paso, seguido de otro y este de otro más. Caminando a un ritmo lento pero constante, me encontré treinta pasos más adelante en un momento, un rato más se convirtió en otros treinta pasos. Antes de darme cuenta, me ubiqué a un metro (en mi escala) de las místicas pantis blancas de mi novia. Estando a esta cercanía, es fácil percatarse de cosas como la costura de la tela y los hilos que aun para mí, son pequeños pero que con un poco más de reducción, podría escalar como grandes cuerdas. Una cosa muy llamativa aun siendo capaz de apreciar tantos detalles fue que no pude encontrar rastro de suciedad, esas pantis blanquecinas están en total pulcritud.

Al detenerme, pude sentir la respiración de Mónica agitarse un poco, aun aquí, es algo perceptible no sólo por el sonido si no por el movimiento de todo su cuerpo, incluso aquí se nota.

—Danny… tócalas.

Y ahí está, una nueva ocasión en la que desconozco si ella me está haciendo una sugerencia de buena fe o quiere imponerme una ordenanza de acciones desvergonzadas para satisfacer su propia lujuria. Pero aunque la segunda opción suene bastante improbable cuando la conozco tan bien, sigue sin parecerme que eso sea sólo una sugerencia.

—¿Estás… segura?

La confidencia que he construido hasta ahora tiene un nivel de diferencia abismal al que poseía cuando decidí venir a esta casa junto con mi novia, sin embargo sigue sin ser lo suficientemente fuerte por sí sola para lograr que sin ningún remordimiento o sentimiento secundario yo toque la pieza de tela que está en contacto constantemente con la parte más privada de la chica a la que amo. Es indudable que una vez cruzada esa prominente frontera mental mi ética se verá seriamente afectada por mi libido y mi propio deseo, entonces desconozco si seré capaz de pensar con mi cabeza superior y mantener mi sed sexual controlada.

En todo caso, Mónica está ahí, ella puede detenerme fácilmente y confío plenamente en su juicio.

Pausadamente organizo mis ideas y llego a una conclusión: Esto es algo que quiero hacer y que voy a hacer ya que no soy el único, Mónica también lo desea así, ¿Quién soy yo para negárselo cuando también estoy deseoso de esto?

Poniéndome de acuerdo con mis propios ideales y convicciones, finalmente llegué a una conclusión éticamente correcta. Entonces decidí dejar a mi cuerpo tomar el control de mis acciones y… disfrutarlas cada momento.

Al acercarme, empecé a alzar mi brazo hacia la tela de apariencia suave y esponjosa, con un poco más de esfuerzo, la mínima distancia entre ambos, mi mano y las pantis de mi novia, sería reducida a cero.

Mi respiración se volvió más pesada, pude sentir mi saliva volverse espesa y tuve la necesidad de tragar para no ahogarme con el propio contenido generado en mi boca. No sé cuál sea la perspectiva de Mónica en esto, pero algo me dice que aunque lo más seguro es que ella no esté la mitad de ansiosa de lo que yo estoy, aún sigue algo nerviosa dado que el chico al que ama está a punto de tocar sus bragas. De cualquier modo, este no es un mal nerviosismo o una mala ansiedad, es una sensación rara, un poco temerosa mezclada con felicidad, dos amantes que están a punto de concebir su conexión física luego de haber juntado sus almas en la promesa de un secreto que involucra no al mundo, pero también al universo entero, la omnipotencia de una de las dos partes.

Sin más dilación, di un último respiro pesado y arremetí con mi brazo.

Un trio de golpes secos interrumpieron mi raudo avance en el acto, haciendo no sólo que me detuviera, si no que me inmovilizara totalmente a escasos centímetros de hacer contacto, ¡¿Qué demonios fue ese atemorizante y estridente sonido anticlimático?!

—¡Aquí está su pizza!

Ah, nada más ni nada menos que el pizzero, lo olvidé por completo.

 

Chapter End Notes:

 

Antes que todo, una aclaratoria, ciertamente la macrofilia y la microfilia son dos cosas distintas, siendo el fetiche de Mónica la "Microfilia" (el amor hacia personas más pequeñas, sentirse superior, etc) pero use el término macrofilia todo el tiempo para no crear confusiones, en este caso, Danny sería el que es propenso a desarrollar la macrofilia.

Espero lo hayan degustado tanto como yo me divertí y disfrute el escribirlo, tengo que admitir que considero que mi habilidad de redacción y vocabulario han aumentado un poco en las últimas semanas, he estado usando distintos métodos de aprendizaje para enriquecer el arsenal de palabras en mis historias (no, esta no es la única que escribo, sólo la única +18) y creo que es algo que se puede apreciar en la parte de hoy. Cabe destacar que este capítulo es uno muy importante ya que rompió todas las cadenas que ataban el conservacionismo de nuestros enamorados, por lo que poco a poco se irán conteniendo menos cada vez que quieran relacionarse carnalmente, así como se volverán poco a poco más y más desvergonzados. Espero no hayan sido demasiados cinco capítulos de desarrollo de historia ya que a partir de aquí todo ira en subida. En serio espero que estén disfrutando esta historia.

Pueden contactarme vía discord bajo el nombre de Exosaur#7911 y también seguirme en twitter como @ExosaurX donde haré una publicación cada vez que suba un capítulo nuevo para que no se lo pierdan. Si gustan, ¡No olviden dejar una reseña/review!

 

You must login (register) to review.