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Author's Chapter Notes:

Chapter notes:

Antes de empezar, un enorme agradecimiento a todas esas personas que han leído esta cosa, jeje… ver como subían las lecturas día a día me ha hecho luchar por escribir algo, a día de hoy ya se han superado las 7.700 vistas, ¡Mi más sincero agradecimiento! Sin más, los dejo con el motivo de mis quebraderos de cabeza por un mes.

Tipo de capítulo: -Ero>Historia-


 

 

—¿Todo listo?

Era una fría mañana como cualquier otra, ¿Mañana? Ni siquiera lo sé, todos los días se veían iguales a cada hora, sólo dormí cuando lo sentí necesario, el cabello rosa descuidado y desgreñado llegando a mis pies empezó a ser una molestia, pero no había manera de que me lo arrancara, no podría cortarlo de otro modo.

—Sí, la inyección está a punto, hay que proceder.

¿Por qué más luz? No… esto es torturante… deténganlo ya.

El dolor punzante fue la parte más fácil de afrontar, la contracción en mi delgado brazo siendo sostenido por sus grandes manos cubiertas por guantes blancos de látex me hizo sentir que me explotaría la extremidad, la contracción que todo mi cuerpo empezó a sentir fue absurda, el dolor nubló mis pensamientos y no había otro camino, gritar era la única posibilidad de ahogar el dolor ínfimamente, mis manos estaban atadas a la silla, mi cuerpo también con pesados arcos de metal sobre mi estómago, cuello y piernas, me batí lo más que pude, lo cual no era mucho.

—DETENGANSE, AAAAAHHH… AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHH!!!

Las lágrimas no se detuvieron, no hasta que lo vi a él, observándome por la ventana, un lindo niño casi de mi edad, quizás dos o tres años menor que yo, calculo 5 años, cabello negro y frondoso, facciones tiernas y una mirada preocupada, a juzgar por lo que está viendo… no creo que pudiera ser de otro modo, ¿Por qué hay un niño tan pequeño aquí?

Por alguna extraña razón… al verlo mi dolor se apaciguó, pude parar de gritar mientras temblaba en su lugar, una curiosa calidez dominó mi corazón y sentí la necesidad de a pesar del dolor; sonreír, sonreírle al niño.

—Papá… ¿Por qué ella está triste?

—Mm… ¿Qué dices, Danny? ¿No ves lo feliz que está? ¡Esa sonrisa no miente!

—No… papá… ella está llorando.

—La gente llora de la felicidad, Dan.

—Lo sé… pero ella está llorando de tristeza, esa sonrisa… esa sonrisa es demasiado falsa…

—DETENTE, ¡NO LO HAGAS, NO POR FAVOR!!

—¡Cállate, maldita niña!

—¡NO, NOOOOOOOO!!!

—Papá… ¿Qué estás…?

***

—¡NO ME TOQUES!

Mónica gritó al apartar mi brazo de su nuca violentamente dándome una palmada sonora.

—¡L-lo siento!

Me incliné lo más que mi columna me permitió frente a ella, bajando la cabeza, me sentí genuinamente arrepentido.

—Qué… ¡¿Qué haces?! ¡Levanta la cabeza!

La curiosidad sacó lo mejor de mí cuando alcé la cabeza para verla al rostro, con una mirada de veras complicada, ella estaba viéndome desde arriba, hablé sin erguirme.

—Te toqué sin previo aviso… te molestó, ¿No?

—De qué habl… ah.

Ella pareció recordar algo al interrumpir sus propias palabras, suspirando y cerrando los ojos, se dio una palmada en la frente.

—Perdóname… estaba algo distraída, fue como un reflejo, ven, levántate.

Acercándose a mí y colocando sus manos bajo mi pecho, me forzó a levantarme con mi postura habitual, sintiéndome algo nervioso aun por lo que pasó hace un momento, miré a los lados de manera inquieta.

—¿Segura que estás bien?

—Sí, no te preocupes por eso, fue un reflejo tonto.

No, definitivamente no es un reflejo tonto, con la fuerza que impactó mi brazo fue mucho más de lo que ella aparenta tener en su delicado cuerpo, además, nadie reacciona tan rápida y agresivamente por ser tocado cuando la única persona que está contigo es tu pareja y… están en medio de un momento “privado”.

—Bueno, creo que no me queda más opción que creerte.

—Fufufu~

—¿Mm?

Al sentir un agarre sobre mi mano, mi entorno cambió instantáneamente, ahora estábamos en mi habitación mientras yo le daba la espalda a mi cama yo la tenía de frente a ella.

—Muy bien, ahora creo que sí puedo dejarme llevar.

Juntando sus brazos, Mónica ejerció presión en mi pecho con ambas manos, empujándome y haciéndome caer sobre la superficie acolchonada con un par de rebotes, sin esperar que yo me dejara de mover por completo, ella saltó sobre la cama cayéndome encima, aterrizó sentada sobre mi pecho.

—¡Uuf! ¡Oye!

—¿Qué tenemos aquí? ¿Un chico pervertido?

—Creo que deberías revisar la definición de la palabra “pervertido” ya que la única persona pervertida aquí ere-

—Abababa, no quiero escuchar más, porque si sigues hablando perderé las ganas de hacer esto~

Arrastrándose un poco, ella se arrimó levantando ligeramente su trasero hasta posicionarlo sobre mi rostro, antes de poder decir cualquier cosa, sus bragas quedaron directamente arriba de mi cara, siendo mis ojos los únicos que no quedaron debajo.

—He visto muchos memes… Dan, ¿Es verdad que a los chicos les encanta que usen su cara como silla?

No podía hablar, el peso de su cuerpo evitó que moviera la boca.

—Bah, que importa, de cualquier manera creo que esta sensación me gusta, tu respiración en ese lugar me estimula mucho… creo que empezaré a mojarme pronto, ¿Te gustaría ser reducido para entonces?

Aunque no hubiera estado con los labios sellados, esa hubiera sido una pregunta difícil de responder. A lo largo de los pocos días de relación amorosa que tengo con Mónica, me he percatado de que lentamente he desarrollado un gusto culposo por eso, cuando me domina o me siento completamente a su merced… es una sensación indescriptible que me genera un escalofrío en la espalda y algo que pude experimentar cuando fui derrotado por ella en nuestro juego, no sabría cómo describirlo… pero probablemente me haya contagiado su fetiche. En primer lugar no tenía idea de que un fetiche se pudiera contagiar pero viendo los hechos, no hay otra manera en la que pueda ser, eso definitivamente ocurrió y se desarrolla, progresivamente. Si tuviera que comparar el sentimiento, diría que es algo parecido a cuando no quieres probar algo que tus padres te han forzado a comer, pero cuando lo pruebas, te encanta y no quieres admitirlo, por lo que en vez de simplemente agradecerlo y disfrutarlo, pones una mala cara y finges que no te gusta. Algo así estoy experimentando.

Claro, no hay mucho que pueda ocultar de ella.

Acariciando mi cuero cabelludo con su mano izquierda suavemente, usó la derecha para levantar mi cabeza y empujarla contra sus pantis, pude sentir un sabor acompañado de humedad que se hizo familiar para mí estos últimos días entrar a mi boca.

—Creo que no puedo controlarme cuando se trata de ti… oh —dejando de acariciar mi cabello, ella llevó su mano hacia atrás y sintió mi miembro luchando contra dos capas de tela para pronunciarse, colocando la mano encima, acarició la punta con suavidad a través de los pantalones—. Vaya, somos un par de novicios, ¿Qué dices?

Empecé a sentir mi mente volar cuando ella comenzó a estimularme, de por sí sus feromonas estaban atacándome de frente, pero ahora que sus manos habían empezado a trabajar, mi mecha se acortó demasiado. Esta fue la primera vez que tuvimos algún tipo de contacto sexual mientras ambos estábamos al mismo nivel, pero aunque se sintió increíblemente placentero, tuve la leve sensación de que algo estaba faltando, ¿Acaso me hace falta la diferencia de tamaño?

—Ni siquiera tú comprendes tus deseos… ¿Quieres que los descifre por ti?

Afirmando o negando, la respuesta hubiera sido la misma, el contacto de su mano sobre la punta de mi miembro fue agravándose a cada segundo, pasando de ser una leve caricia a un contacto más intenso. El sonido de un cierre me indicó que ahora la capa que me protegía no era doble.

—Dame un momento, voy a acomodarme.

Cuando ella levantó su pelvis, instintivamente respiré profundamente, inhalando una buena cantidad del aire cargado del lascivo olor proveniente de su interior, no me había fijado que el aire me estaba faltando pero tampoco es que me importara demasiado, dándose la vuelta y acostándose sobre mí, vi sus dos nalgas carnosas cubiertas parcialmente por sus bragas ocultar mi cara bajo ellas, dejándome en oscuridad.

—Entretente ahí un momento, mientras yo veo aq- wow, al menos no soy la única que está húmeda aquí abajo, jeje... ¿Estás esforzándote para aguantar?

Ciertamente, ahora ella apoyaba sus codos sobre mis piernas en un punto cercano a mi pelvis, deduzco que estará observando cómo me esfuerzo inútilmente para soportar su prodigioso cuerpo.

—¡M-Mónica! —Me las arreglé para que ese grito saliera de mi boca, cuando mi mente y mi cuerpo estaban empezando a ceder a la tentación.

No puedo decir que no esté disfrutando de esto, realmente lo estoy haciendo con cada fibra de mi cuerpo, con cada célula, estoy prácticamente babeando por el peso de su trasero sobre mi rostro, el frote indirecto de sus manos contra mi miembro y el olor de su vagina invadiendo mi nariz, pero… pero siento que algo no está bien, no, definitivamente no está bien, el sentido me lo dice, sólo con ver unos pocos días hacia atrás…

—Mónica, necesito que te d-detengas un momento y me escuches atentamente…

Pude sentir la estimulación cesar apenas dije esas palabras, sus manos se detuvieron y soltaron mi segunda cabeza recubierta por tela.

—¿Hay algo mal?

—No es eso exactamente, es que… —Intenté despejar mi mente de la excitación que se desbordaba hace unos momentos, respirando profundamente otra carga más de olores indecentes y feromonas, hice lo posible por mantenerme cuerdo—. ¿No te parece esto algo apresurado? Claro… ¡Lo disfruto, soy un chico después de todo! Pero… apenas el jueves empezamos a salir, y… hoy es domingo, ¿Ya vamos a… cruzar la línea? Si es verdad que el viernes hicimos cosas indecentes, pero eso era diferente a ahora… ¿En verdad está esto…?

Fui interrumpido antes de poder terminar con mi planteamiento, una voz monótona que venía desde el frente habló en un tono elevado.

—Baaaaakaaaaa. Danny, eres un tontiiiito~

—¿Eh?

Repentinamente, lo que anteriormente era un trasero sobre mi rostro, se convirtió en un hermoso rostro con una preciosa y tierna sonrisa marcada, viéndome directamente a los ojos con esos característicos penetrantes cristales esféricos que dependiendo de su estado de ánimo, pueden ser reflectantes rubíes pulidos, o refulgentes estrellas escarlatas. A ambos lados de mi visión divisé sus brazos apoyándose sobre la cama y el cabello rosa cayendo como cascadas de pétalos de cerezo.

—Te lo dije hace un rato, ¿Recuerdas? Puedo trastornar el sentido común de las masas, del mundo mismo, puedo alterar las leyes del propio universo y que todos crean que ha sido así por siempre, ¿Por qué has de preocuparte por cosas como esas?

—Tienes razón y lo entiendo Mónica… sé que es así, pero no quiero sentir que estoy enamorándome de ti por cosas como tus pechos o tus dotes sexuales, yo… ¡Yo te amo por quien eres! —Apartando mi vista algo avergonzado, continué—. Aunque tuvieras pechos pequeños… aunque no hubieras sido dotada de un cuerpo tan privilegiado… no me importa lo que piense el mundo o lo que puedas alterar, lo que me asusta es lo que tú puedas pensar… o en lo que mi perspectiva se pueda tornar. Mónica, yo…

Mi emocional discurso fue interrumpido al enfocarme nuevamente en sus ojos, ahora no poseían esa lujuriosa y juguetona esencia que me devoraba hace unos momentos, en cambio, se veían cristalinos y brillaban, pero no en un profundo rojo, era agua lo que reflejaba el brillo desde la parte blanca hasta el vivo color de sus pupilas, sus ojos se humedecieron con lágrimas.

—¡Lo siento! ¿Dije algo malo?

—No… no seas estúpido… no has dicho absolutamente nada malo, Danny… al contrario, me has hecho tan feliz… nunca he creído que me hayas visto por esas cosas… sé que eres un chico y que te gusta que tenga pechos grandes… te gusta que tenga un voluptuoso trasero y unas piernas rellenitas que sobresalgan de mis medias largas… entiendo que te gusta que huela bien y que mi rostro sea hermoso para ti… que tu color de pelo favorito es el rosa… —Su voz se quebró más y más mientras seguía hablando.

—Mónica…

—Estoy bien, soy consciente de que a pesar de que visualmente soy tu chica ideal… lo sé… tú me amas por quien soy, por la amiga que fui por estos últimos años y por la persona que soy… aunque yo no vea cosas buenas en mí, es un hecho que tú me ves como una amalgama de virtudes… así es como yo veo tus sentimientos…

Ella dio una breve pausa cerrando sus ojos, al abrirlos, las lágrimas que se acumularon me cayeron en el rostro con una sensación cálida en ellas, no eran provenientes de un sentimiento triste, al contrario, esas lágrimas nacieron por la felicidad.

—No me importa en lo absoluto, Danny, que uses mi cuerpo para tus fantasías y para satisfacerte, no me importa porque sé que no es lo único que ves en mí… además —se rio un poco—. Tenemos años juntos en realidad, esto no es para nada apresurado… borra esas limitaciones que has impuesto… no me ofenderé, no me entristeceré, porque me hace la novia más feliz del mundo el saber que a pesar de que tienes a una chica que puede cumplir todos tus sueños y delirios, que se ajusta a tu perfecto estándar de belleza… no has sido para nada egoísta y te has retenido… para amarla de manera pura…

Yo no pude decir ni una palabra, tampoco pude evitar que mis ojos empezaran a expulsar lágrimas propias, como una represa que se rompió, el agua se desbordó y mi expresión no cambió en lo absoluto, más allá de la impresión por lo que pasaba sobre mí, mi cara permaneció exactamente igual, ¿Ella ha sabido eso todo este tiempo? ¿Sinceramente se acaba de dar cuenta? Por su expresión… ella en serio parece haberlo descubierto por mí y no por sí misma al menos parcialmente.

—Te mereces un premio por ser tan bueno… Ahora, disfruta de mis curvas, de mis pechos, de todas las cualidades femeninas que tengo para ofrecerte… así como yo disfrutaré de mi chico, todo para mí, entrégate a mí… y al mismo tiempo hazme tuya, Danny Wakahisa~

Esas últimas palabras pactaron la destrucción de mi inseguridad, de toda vergüenza que pude haber sentido hace un momento, ese remarcable discurso emocional me desnudó moral y éticamente… no había nada más por lo que negarme, mi amor por Mónica sólo aumentó a partir de ahí, quizás sea por las hormonas, quizás sea por los olores que ha desprendido sobre mí, pero…

La casi inexistente separación entre nuestros rostros se erradicó por completo en un beso que impactó contra mis labios, nuestras lenguas entrelazándose, cerrando los ojos, me dejé llevar por mis apasionados sentimientos y sus candentes voluntades, si ella lo quiere… que así sea, si yo lo quiero, de igual manera, ¿Por qué restringirnos? Ella sabe perfectamente los motivos de mi devoción y el amor que le tengo, no daré lugar más a las dudas, de entre una infinidad de motivos que podría mencionar relacionados al por qué la amo, este es uno de ellos.

Porque la chica sobre mí, hipnotizando mis sentidos con su belleza, juntando sus labios a los míos e invadiendo mi boca frenéticamente con su lengua es nadie más que ella misma, Mónica, Riedel Mónica.

Después de unos minutos, ella levantó su rostro nuevamente, dejando un finito hilo de saliva entre nuestras bocas, al alejarse lo suficiente, el hilo se rompió y ella limpió sus lágrimas, recuperando su confiado y sensual semblante.

—Entonces… ¿Continuamos donde lo dejamos?

La energía en mi cuerpo a este punto abandonó mis cuerdas vocales, lo único que me las arreglé para hacer fue asentir ligeramente con mi cabeza… quiero que todo ocurra, que haga lo que quiera conmigo… hacerla feliz. Luego de un momento, la cara que me sonrió pícaramente se volvió en el trasero que me estaba ahogando anteriormente, mi nariz y mi boca empujaron sus bragas hacia adentro, el olor era increíble, también pude saborear líquido.

—Quién lo diría, ahora estás el doble de duro aquí abajo comparado con hace un momento, ¿Eres de esos que se excitan por las palabras bonitas?

Sólo quiero que quite las restricciones de mi parte baja, me… me esfuerzo por salir, pero lo único que hago es crear una carpa con mi ropa interior, Mónica… te necesito…

—Pero no soy una chica tan fácil, recibirás un castigo por haberme interrumpido en un momento tan bueno… si lo superas, podrás conseguir lo que quieres…

Intentando luchar contra mis instintos y queriendo gritarle para que dejara de molestarme, comencé a perder tamaño un poco después de que ella dijera eso, debí ver venir esto desde kilómetros de distancia. La Mónica de siempre volvió.

—Y aquí vas, un centímetro~

El peso sobre mí fue incrementando, al principio fue un poco, pero un rato después fue más y más, en unos pocos segundos todo mi cuerpo estaba debajo de ella.

Hasta que llegué a mi altura final y entonces paré de encogerme, su monumental trasero (y peso) estaba acabando conmigo, mi cabeza apenas sobresalía, pero estaba en total oscuridad dado que su falda cayó cuando mi cabeza dejó de estar ahí para soportarla, no pasó demasiado tiempo hasta que la luz volvió cuando ella la levantó, sentada sobre sus piernas, me veía con la cabeza sobre su hombro dándome la espalda, con una sonrisa malévola; ella lo está disfrutando.

—Fufufu~, todo el peso de la ley ha caído sobre ti, pequeño pervertido… estar bajo el trasero de una chica… eres tan ruin…

En algún momento de este acto recuperé la fuerza mental para hablar, por lo que decidí intentar contestar con la mayor serenidad posible.

—¿Te quedaste sin ideas de dialogo o qué?

—Y te gusta responder, ¡Mira tu posición! ¡No tienes el derecho ni siquiera de dirigirme la palabra!

Observando hacia donde se dirigía esa conversación, decidí empezar a seguirle la corriente, quizás así esto tendría un mejor final, al menos para mí, y de alguna manera podría ser recompensado. Ahora que me detengo a pensarlo, nunca le he seguido uno de sus juegos, ¿Estoy sintiendo curiosidad? Creo que debería intentar ser más abierto con sus planes… al menos sólo por esta vez…

—L-l… lo siento mucho… p-prometo que no lo volveré a hacer…

Los tartamudeos constaron de una curiosa mezcla entre miedo actuado y vergüenza por la misma actuación, una cosa apoyó a la otra mutuamente y terminé sonando como si en serio estuviera asustado.

—Oye… era una broma, no te lo tomes en serio…

—Eh…

—¿Eh?

Ambos nos vimos a los ojos por un momento fugaz, intercambiando miradas y pensamientos, ella apartó la vista y se aclaró la garganta, entendiendo lo que estaba pasando.

—Ooh, y-ya… claro, ejem. Sí… eso es lo menos que puedes hacer… disculparte, o si no, en serio te ira terrible… pero si eres un chico bueno, serás recompensado…

Su tono se agravó, entrado en su personaje “cruel”, el lado dominante de Mónica afloró y yo suspiré internamente, no sé si haber aceptado hacer esto haya sido la idea correcta, pero si de alguna manera nos puede ayudar con la situación en la que estamos, y si lo que siento ahora mismo… mi segunda cabeza… me está diciendo que lo haga, creo que no tengo otra opción que ceder.

—Un chico bueno… ¿C-cómo puedo lograr eso?

—Jeje~ eso es tan sencillo como renunciar a tus derechos y ofrecerte a servirme, aunque… eso no hace falta, no es como que pudieras hacer algo para librarte de mí en primer lugar.

En algún punto su actuación dejó de sentirse improvisada, en cambio, se tornó bastante convincente, sorprendentemente para mí, descubrí un lado de Mónica que podía interpretar un personaje excelentemente.

—Eso…

Mi mundo cambio sus alrededores en un instante, ahora yo estaba en su mano derecha siendo apretado en un puño sin un atisbo de ropa en el cuerpo, la fuerza de la presión que me cubrió hasta el pecho me sacó el aire.

—Nnnghh.

—¡No te di el permiso para hablar! ¡Cada vez que hables tienes que decir: “¿Tengo permitido hablar, Riedel-sama?”!

Oye… ¿No crees que estás entrando demasiado en el personaje? Para hacer que tenga que llamarte incluso por el apellido...

—Está bien Rie-

La presión de su puño apretándome en él me hizo soltar el aire otra vez, tosiendo un par de veces, redirigí la vista.

—¡¿QUÉ TE ACABO DE DECIR?!

Ese grito hizo a mis pequeños oídos zumbar en consecuencia, pequeñas gotas de saliva de su boca salieron disparadas y chocaron contra mi rostro.

—¿T-tengo permitido hablar…? Riedel-sama…

—Mucho mejor, sólo si es para una adulación, claro, has de agradecerme.

—Oye… ¿No te estás excediendo un poc…

La mirada asesina que me dirigió, apoyándose de su tono de iris carmesí me hizo temblar desde los pies hasta el cabello, arrepintiéndome profundamente de esto, pensé que lo mejor sería seguirle el juego.

—N-no es nada… Riedel-sama, le ruego que me disculpe.

—¿Crees que las disculpas sirven así como así? ¿Con palabras nada más? Si estás arrepentido debes demostrarlo con actos, ahora, escoria.

Aunque ella estuviera actuando, todo estaba sintiéndose demasiado real, incluso ese “escoria” perforó en mi pecho, haciéndome sentir algo deprimido el hecho de que mi novia me dijera de ese modo, desde luego no soy masoquista, este era un lado nuevo de ella que no conocía, creo que he despertado a un monstruo, ¿Debería apelar a su lado tierno derramando una o dos lágrimas de cocodrilo? Nah… no soy tan patético para recurrir a esos trucos sucios, le demostraré de lo que estoy hecho y soportaré cada una de las tareas que me asigne.

—Como desee… Riedel-sama.

O eso me hubiera gustado pensar.

—Ahora —haciendo desaparecer su camisa, ella permaneció en sostén aligerando su agarre asesino—. La vas a lamer para demostrar tu sumisión a mí —alzando el brazo opuesto al que estaba usando para sostenerme, ella reveló su axila.

El primero de sus encargos fue suficiente para tirar al piso y romper en numerosos trozos la moral que intenté construir sobre pensamientos y voluntades frágiles, ¿Lamer su axila? ¿Qué demonios?

Lo peor del caso, es que si me atrevo a objetar, habré perdido el progreso que hice disculpándome, por lo que intentar hablar sería no sólo una pérdida de tiempo, sino también un agravante para la situación actual. Empiezo a considerar seriamente gritarle y decirle que me deje ir con más altanería que miedo, pero no sé qué tan metida en su personaje estará ahora, por lo que seguro sea incluso peor.

—… —dándome cuenta de lo enfermo que estoy, asentí con la cabeza silenciosamente mientras pensaba en cómo podría salir de esto.

¿Lamer la axila de alguien? Eso… es… es… demasiado extraño, aunque sea Mónica, ¿Cuánto ha sudado hoy? ¿No me va a intoxicar el olor y el sabor? Esto es absurdo, completamente absurdo, he escuchado en reiteradas ocasiones de “fetichistas de axilas” pero no creo que esté en mi área de confort, aunque haya podido flexibilizar mis gustos lo suficiente como para adaptarme a esta microfilia suya, dudo seriamente que pueda ser flexible hasta tal punto de adorar ESO. Sin embargo no hay salida, no hay nada que yo pueda hacer para impedir que haga lo que quiera conmigo, y ahora que se ha metido en su papel, debo acatar sus órdenes sin importar qué.

Un momento después de haber asentido, el puño que me sostenía aligeró su agarre, moviéndome rápidamente hacia su axila, pude ver el destino acercarse innegablemente, accedí a esto, lo superaré, pero… ¿¡QUÉ DEMONIOS ES ESTO!?

El movimiento se detuvo, estoy contra su axila, sudor, hay sudor chorreando, puedo suponer que es debido al intenso momento de hace un rato, su cuerpo se calentó. Dicen que cosechas lo que siembras, en este caso sentí eso demasiado literalmente.

Escuchando unas pequeñas risitas, tiré mi humanidad en un cubo de basura y me entregué totalmente a Mónica, ¿Por qué no hacerlo? Esta mano que me sostiene es de ella, la axila perfectamente afeitada contra la que estoy siendo presionado es de ella, el sudor que está bañando mi cuerpo ahora desnudo es de Mónica, el olor a sudor que es imposible catalogar como desagradable, ya que está disfrazado de esencias, desodorante y un agradable olor corporal también pertenece a Mónica, y si soy tan devoto y estoy tan enamorado de ella como digo, esto no es nada, mientras sea ella, puedo hacer lo que sea.

Lamer, lamer, lamer…

El sabor salado anestesió mis papilas gustativas por un momento, el sudor que entró en mis ojos los hizo arder, este sudor ciertamente era diferente al del resto de su cuerpo, siendo en extremo salado y picoso.

—¡¿A-AH?!

Apenas estaba haciendo la cuarta lamida cuando las fuerzas G casi me arrancan la cabeza, algo mareado, vi a mi alrededor y me percaté de que ahora estaba justo frente a su rostro.

—¡¿QU-QUÉ DEMONIOS HICISTE?!

—¿Ah…? T-tengo permitido habl-

—¡Deja eso! ¡¿En serio la lamiste?!

—Uf, sí… pensé que sería peor, pero más allá de que el sudor ahí me hace llorar los ojos, en realidad no es tan malo, como te cuidas mucho, olía bien.

—N-No se supone que hicieras eso… vamos… —absurdamente ruborizada, su voz fue débil.

—¿Qué más se suponía que hiciera?

Si recurrí a esa opción fue porque en serio me quedé sin cursos de acción viables, además de querer seguirle el juego, no tenía muchas alternativas.

—¡Se suponía que me rogaras! “Riedel-sama ¡Por favor, piedad!” ¡Te dejaría ir!

—Vamos… soy un chico devoto a ti, no puedo tener asco a ti ni a nada que venga de tu cuerpo, puedes comprobar- —me detuve abruptamente, dándome cuenta de que habían muchas maneras de romper mi espíritu en base a esa declaración descuidada que hice—. Por favor… no exageres…

Más de un escenario horrible se me vino a la cabeza, ninguno de ellos fue gentil y de verdad no querría tener que verme envuelto en ninguno de ellos.

Dejando escapar un suspiro que batió mi cabello húmedo, la chica sonrió débilmente y me vio con detenimiento.

—Eres un caso… ¿Atrapado por mis encantos? Creo que ya te volviste en un macrofilico hecho y derecho, Danny.

—De las milfs a la macrofilia puede que haya un solo paso, creo que tenías razón, Mónica, estoy enamorado de ti y una de tus cualidades que me encantan es que puedas hacer lo que quieras conmigo… es… intoxicante de cierta manera… puf, ya, lo dije, soy sumiso, puedes reírte.

En cambio, ella sonrió gentilmente, acompañada de una risita ligera, habló.

—No me voy a burlar… no es algo de lo que burlarse, hubiera muerto si te hubieras burlado de mi declaración de ser una dominante microfilica, así que estamos a mano en cuestiones de cosas raras y vergüenza, ¿Te parece?

Asentí, sonriéndole.

—Por cierto, supongo que me siento igual, como dices, es algo “intoxicante” ese sentimiento de sentir que tengo poder absoluto sobre el chico que amo, poder absoluto que puedo usar de la manera en la que yo quiera, pero aun así, darte la oportunidad de tomar tus propias decisiones, creo que viene con el paquete de ser una especie de diosa terrenal.

Al permanecer quieto escuchándola, empecé a sentir como sus palabras de cierta manera me fueron emocionando progresivamente, un curioso sentimiento que empezó a brotar calentó todo mi cuerpo.

—Ehm… ¿Podemos continuar?

—Ooh, siento algo muy pequeño a la par de duro contra mi dedo, sí, deberíamos continuar donde lo dejamos…

Hirió un poco mi orgullo masculino que ella lo llamara “pequeño”, pero dado mi tamaño, creo que no hay de otra. Cuidadosamente, Mónica colocó mi cuerpo desnudo sobre la cama a una corta distancia de ella, al levantarse la cama saltó un poco, haciéndome caer hacia atrás, viendo hacia arriba, vi a la hermosa chica desprendiéndose (por tercera vez en una semana) de su ropa, de una manera bastante sugerente, desabrochando su falda y su sostén, y removiendo sus bragas negras azabache, es raro verla con ese color de ropa interior… y de encaje... una vez que me había acostumbrado a su nívea lencería…

—¿Te gustan? Las elegí especialmente para ti…

—¿Entonces habías planeado esto con antelación?

—¡Mi chico cumple la mayoría de edad! Era imperativo que hiciera mi primer movimiento rápido, fufufu~

En momentos como estos, es difícil para mí decir que no estoy en la palma de su mano, porque tanto figurativamente como literalmente, estoy en la palma de su mano.

Acercándose cuidadosamente, ella dejó su gigantesco cuerpo desnudo caer suavemente a unos tres centímetros de mi figura reducida, aunque desde mi perspectiva serían unos pocos metros, pero… estoy siendo hipnotizado.

Analizándola de arriba hacia abajo, ella está observándome con una sonrisa pícara mientras yo examino cada porción de su cuerpo, sus pechos cuelgan sobre mí, puedo ver su rostro entre ellos, sus abundantes piernas pasan a lado y lado, extendiéndose por metros y encerrándome uniendo sus pies en un enorme círculo, finalmente… frente a mí está ese íntimo y peligroso lugar, motivo de la fantasía de tantos, emisor de la sustancia y las hormonas que enloquecen a cualquier hombre; la vulva de Mónica.

—¿Y bien? Ponte a trabajar, si te desempeñas bien… de daré un sustancioso premio~

Las provocaciones fueron demasiado intensas, con los ojos abiertos de par en par, tragué un cúmulo de la espesa saliva acumulada en mi boca y asintiendo lentamente, empecé a caminar, sentir el notable peso adicional al nivel de la entrepierna me indicó lo increíblemente excitado que estaba.

—Pero nada de entrar, al menos no por ahora.

No sé por qué hizo falta hacer esa aclaratoria… miento, en parte soy consciente de por qué lo dijo, porque siento como mis pensamientos me empiezan a abandonar. A cada paso que doy la distancia se reduce y el aire caliente proveniente de los interiores de Mónica se hace más y más intenso, así como el embriagante olor, cumulo de los espesos líquidos que salían de ella y las feromonas que para alguien de mi tamaño actual, deben ser mucho más efectivas, ella me tiene en su red. Con una única palabra que diga, yo obedeceré, sin importar lo que sea, no, ni siquiera con la necesidad de ordenarme algo, yo mismo seré tan dedicado como un perro a su amo, no soy más que un pequeño saco de carne impulsivo que ha cedido ante el agresivo ataque biológico y psicológico de esta hermosa chica.

—Estás totalmente hechizado… ¿Eh?

Llegando a mi tierra deseada, sentí como si pudiera toser por la intensa carga de olor en el aire, sin embargo, no quiere decir que fuera un olor desagradable, más bien, el olor me hizo perder aún más mi cabeza. Pero aunque estuviera a unos pocos pasos de perder la consciencia, no pude pensar en demasiado que hacer que no fuera entrar en Mónica, por lo que tomé la única decisión que podría aplacar mis fogosos y carnales sentimientos por la pared de piel frente a mí.

Acercándome, extendí mis brazos lo más que pude y abracé su labio mayor izquierdo…

—Oww… te ves tan lindo…

…Antes de empezar a presionar mi pene contra él y lamerlo lo más fuertemente posible.

—R-retiro lo dicho…

Lo único que sé es que en medio de un frenesí, el calor que emanó su enorme cuerpo, en especial este lugar, empapó mi cuerpo de mi propio sudor, aunque fue un trabajo al que las ahora casi torrenciales cantidades de líquido saliendo desde las profundidades de esta chica contribuyó. Su respiración se siente agitada, estoy logrando algo a pesar de tener un tamaño tan insignificante…

—Demonios… a-ahora tendré que limpiarte antes de d-devolverte a tu tama- aahh~.

¿Un gemido? Uno increíblemente tierno, como se podría esperar de ella.

La superficie de la piel a la que me he vuelto un simple cuerpo adherido ahora está toda pegajosa, Mónica ha usado sus dedos para lubricar más correctamente todo el lugar, por lo que ahora al lamer la piel, una buena cantidad del espeso jugo cargado de hormonas femeninas entra a mi boca, con un sabor indescriptiblemente curioso, pierdo el pensamiento lineal un poco a cada lamida que ejecuto. Mi cuerpo está adherido a la babosa sustancia fragantemente excitante, no hay nada más que deba hacer, mi único objetivo en la vida es lamer, presionarme contra esta enorme pared de carne suave, hacer feliz a esta chica… mi motivo es…

—A-aaah~

A este punto, las iteraciones de sus dedos medio y anular entrando y saliendo de la enorme cavidad a un lado, lanzaron ráfagas de viento frio sobre mi cuerpo cubierto por varias capas de espesos líquidos, sentí algo de frio habiéndome acostumbrado al calor acogedor emitido por la parte baja de su cuerpo. Un indecente sonido viscoso se repitió una y otra vez en cada ocasión que los gigantescos dedos entraban y salían, hilos delgados (del grosor de mi cuerpo o quizás un poco más) transparentes se adherían a esos pilares con rosadas uñas manicuradas en sus puntas. La moción, los gemidos de Mónica, la intensidad de las feromonas que aumentó a medida que ella se masturbaba, fue una especie de sinfonía del apocalipsis que empañó las ventanas de mi alma, todo lo que haga a partir de un punto de hipnosis total como este, ha de ser impulsivo cien por ciento.

—N-No te preocupes… p-puedo t-terminar con e-esto algo… algo rápido p-por ti… aahhh~

La voz temblorosa de la chica me indicó que ella salió de su raciocinio recto, no soy el único que se ha empezado a perder en la lujuria, aunque si comparamos el nivel de excitación el cual ella está sintiendo, aseguro que no es ni la cuarta parte de a lo que estoy siendo sometido aquí abajo.

Repentinamente y muy para mi sorpresa, sentí como una fuerza me extrajo con una facilidad impresionante de la espesa plasta de secreciones vaginales que se había formado a mi alrededor, diversos hilos espesos y transparentes como los que vi antes que se me pegaron, se fueron estirando a medida que me alejé, hasta separarme totalmente del amasijo de olor y consistencia dudosa.

—Y-ya sabes… dije que no e-entrarías pero a es…este punto n-no importa…

Su voz perdió la confidencia enteramente, en su lugar, una dudosa pronunciación y un tono nervioso y tierno fue todo lo que quedó de la magnífica chica.

Usando la espesura de sus propios líquidos, pegó mi pequeño cuerpo a la punta de su dedo medio, con una perspectiva distinta, pude ver el interior de la gran caverna desde afuera, presumiendo lo que pasaría a continuación.

—S-sólo será un… poco, a…guanta.

Y entonces llegó; Mónica empezó a masturbarse una vez más, en esta ocasión, con su pequeño novio en la punta de su dedo medio, disfrutando de una experiencia que podría ser encantadora o terrorífica, dependiendo de cómo se viera. Suponiendo que usó sus poderes para colocar inhibidores sensitivos en mí, ella conservó sólo la mejor parte de todo este viaje y se hizo cargo de cosas desagradables como las náuseas por el tremendo movimiento y cosas por el estilo. En un momento todo lo que mis ojos veían se oscurecía, al siguiente la luz me encandilaba, dejándome ver el lugar del que había salido, poco a poco fui acostumbrándome a la no absoluta oscuridad de su interior y fui capaz de divisar el exótico paisaje cavernoso de la chica que amo.

Esta moción siguió por algunos momentos más, hasta que un gemido más agudo que los anteriores atravesó los cielos con ímpetu, al contrario de quien lo emitió.

—K-Kyaaaaaa~

Cuando una torrencial cantidad de sustancias salieron desde el interior de Mónica, perdí el conocimiento por un momento.

—Daannyyy… d-e-s-p-i-e-r-t-a~

Una voz a la que estoy acostumbrado encendió mi cerebro de su aletargado estado, abriendo los ojos, lo primero que vi fueron esas pantis negras de encaje…

—Un culo…

Sentí frio en todo el cuerpo, y con razón, estoy desnudo, pero la chica con su ropa interior sombría estaba en la misma posición de antes, ahogando mi rostro bajo sus cualidades traseras de carácter estrafalario.

—Acertaste, jeje…

Antes de que pudiera empezar a recobrar mi frialdad de mente, sentí una succión en un sitio muy particular, uno que no había perdido su dureza en lo absoluto, acompañado de un lascivo sonido húmedo.

—A-Aaaaahh~

A mi mente, llegó una familiar voz invasora.

Lo siento, ahora estoy trabajando por lo que no puedo hablar, pero ese fue un gemido muy lindo, fufu~

Una felación estaba en curso… usando la punta de su lengua para acariciar la cabeza descubierta con una delicadeza digna de admiración, sentí como si la mitad de mi mecha se esfumó. Tensé mi cuerpo en respuesta, lo último que quería hacer era una representación macabra… sexual de Usain Bolt. Apretando todas las articulaciones de la que soy consciente, llegó un agravante para la situación actual.

Sentí como sus labios bajaron, metiendo mi pene en el cálido ambiente de su boca húmeda, ¿Podría aguantar esto por más tiempo? Creo que hice algunas expresiones faciales graciosas, pero no supe que más hacer para restringirme de venirme casi diez segundos después de haber empezado. En mi defensa, esto no es justo, ya había pasado por tanto y… apenas despierto soy recibido con esto, por lo que no es NADA justo.

—¡M-Mónicaaa…!

No me importa que te vengas en mi boca, puedes dejarlo salir si gustas.

Dando una última pasada con su lengua a la cabeza, no pude soportar el mínimo contacto extra por más tiempo y…

—A-aaaaahhh~

Llegué a mi límite.

***

—¡Blaaargh!

Acaricio en silencio la cabeza de Mónica mientras ella está de rodillas frente al inodoro, sintiendo el frio en mi miembro expuesto, intenté de no prestarle demasiada atención, dadas las circunstancias, tengo algo más importante entre manos.

Todo ocurrió tan rápido, un momento después de haber llegado a mi climax…

...

Sentí una intensa descarga abandonar mi pene, la flacidez característica fue lo siguiente que experimenté, sacándolo de la cálida boca de Mónica, aproveche el hecho de que haya quitado su peso de encima para sentarme en la cama.

—…

Sentada en la cama en silencio, me vio con los dos ojos de un cachorro después de haber sido regañado.

—¿Qué ocurre?

Una vez más, en vez de escuchar las palabras de su propia boca, estas se saltaron todos los procedimientos comunes y arribaron directamente a mi cerebro.

Dame un momento… estoy intentando tragarlo…

—Oye… no hace falta, si no te gusta puedes escupirlo.

P-pero es mejor así, ¿No? Tengo que demostrar que puedo hacer esto… de lo contrario, seguro que te decepcionarías…

Tomándome un momento para pensar cómo es posible tartamudear en tus propios pensamientos, suspiré.

—¿Qué tonterías estás diciendo? Sólo escúpelo.

Junté mis manos haciendo un pequeño plato con mis palmas frente a su boca.

—Vamos, anda.

Pero ella no me escuchó, y…

Gulp.

Casi instantáneamente, su mano voló hacia su boca, Mónica arqueó una vez.

Dos veces.

Saltando de la cama, corrió hacia el baño afuera de la habitación.

—¡Mónica!

—Soy… pateti- blaaargh…

¿Cómo se supone que debería tratar esto?

Mi novia tiene problemas con el semen, al parecer no lo tolera en lo absoluto, le da tanto asco que hasta vino a vomitar, ¡Dos veces! Pero a su vez tiene una clase de complejo que la hace creer que si no lo hace, no será una buena pareja. Todo lo que tengo que hacer es hablar con ella y dejarle en claro que no me importa en lo absoluto, después de todo, si le va a hacer tanto daño, prefiero que no lo ingiera en primer lugar.

—¿Qué te parece si nos relajamos y tomamos un baño para ir a la cama?

Acariciando su cuero cabelludo, sentí a la chica con el semblante ahora pálido y patético asentir débilmente.

***

Una cama, la cama en la que llevo durmiendo desde que soy un niño. La cama en la que me he masturbado en tantas ocasiones, la cama donde he madrugado jugando videojuegos. Esa es la misma cama en la que estoy durmiendo ahora sin nada parecido a ropa, junto a la chica que se abre paso hacia el primer lugar en el concurso secreto de los chicos en la “La chica más linda de la escuela” cada año antes de siquiera empezar clases, la cual por cierto, tampoco lleva ni una prenda encima.

Claramente, el mueble siendo una cama individual para un chico que ha ido creciendo con los años, no es demasiado grande, especialmente no para que duerman dos personas, por lo que estamos tan cerca que puedo sentir mi brazo derecho siendo engullido por dos masas de carne, los perfectamente proporcionados y hermosos pechos de Mónica.

La hermosa chica que sostiene el antebrazo con ambos brazos, no ha dejado nada de mi brazo derecho libre, lo que no es atrapado entre sus pechos, es sostenido por ella.

—Danny…

—Cómo… ¿Llegamos a esto?

Estando a punto de hacer una escena, me percaté de la expresión triste de la chica a mi lado, viéndola por un momento, me ganó al momento de estar a punto de preguntarle que le ocurría.

—Crees… ¿Crees que soy inútil?

—¿De qué hablas?

—Es que… es que yo ni si quiera pude… ya sabes… hacer el trabajo completo…

Su voz se quebró.

Lágrimas.

—!!!

Usé mi brazo restante para empujar su espalda contra mí, en forma de un abrazo, nuestros cuerpos quedaron juntos y nuestros rostros muy cercanos, pude ver más de cerca las lágrimas que esta preciosa chica estaba derramando. Debido a nuestra cercanía, pude sentir mi miembro presionándose contra ella, pero eso no me importó en lo absoluto ahora.

—Mónica, no tiene importancia… como dijiste antes, sé que me amas por lo que soy y por mis cualidades… conmigo es igual, te amo por quien eres… y no porque puedas tragarte lo que expulso o no, ¿No te estás contradiciendo?

Use la voz más delicada y baja que pude pero que aun así que pudiera llegar a sus oídos, su triste expresión se volvió en una de realización, ruborizándose, ella respondió.

—¿Estás… seguro de eso?

—Vamos, si eso me importara tanto te hubiera forzado, ¿No te diste cuenta que te dije que no lo hicieras?

—P-pero es que… pensé que sólo estabas compadeciéndote, yo…

—Vamos, no seas tonta, es una nimiedad, si hacer eso es malo para ti, prefiero que nunca más en tu vida vuelvas a hacer algo parecido, me culparía si te veo mal debido a mí.

—Yo…

De alguna manera, ahora fui yo quien estaba confortando a Mónica. Una chica increíblemente confidente, con poderes ilimitados y prácticamente una deidad, aun así, ella no deja de ser una chica enamorada, supongo. Por más que la adule, por más que admire su poder de voluntad y sus capacidades, ella no deja de ser una humana completamente normal, una que nació como humana y por giros del destino obtuvo estos poderes.

—La chica más linda del mundo… —Sonreí.

—Danny… Tsch.

La ligera capa de hielo que era su semblante soportando su pesada carga, se rompió como si hubiera estado esperando mucho tiempo a que alguien caminara sobre ella, es una chica totalmente normal después de todo, una que lloró como cualquier otra y se consoló enterrando su rostro en mi pecho.

Un rato después su llanto se calmó y los brazos que sostenían mi antebrazo, presionaron mi mano abierta contra su monte de venus, pero por algún motivo fui incapaz de sentirme arrastrado por las garras de la lujuria, en esta ocasión sólo quise quedarme acostado con mi mano izquierda acariciando su cabeza, compartiendo nuestro calor y sintiendo sus lágrimas secarse en mi pecho.

—Durmiendo juntos en una cama… nunca pensé que algo así pasaría tan pronto cuando te pedí que saliéramos.

—Fufu~, soy una chica atrevida, ¡Date por enterado! Este es sólo inicio de muchas cosas más… que experimentaremos juntos…

La voz femenina y somnolienta fue desvaneciéndose poco a poco, indicándome que era la hora de abandonar ya, ambos teníamos el suficiente sueño como para caer dormidos así, nunca encontraríamos una mejor posición para dormir.

—Estaré esperándolo con ansias… buenas noches, Mónica.

Ella se rio un poco en respuesta, presionando mi mano más fuertemente contra su entrepierna y atrapándola, cerrando sus piernas.

—Jeje… buenas noches… Danny…

Y esa noche fue una que marcó definitivamente nuestra unión como quienes somos, la pareja definitiva, acurrucándonos juntos en una noche de primavera y en nuestro último año de preparatoria, ambos conciliamos el sueño junto a nuestro amor por el otro, comprendiendo que este iba mucho más allá de una frontera convencional, pensé… no, estoy convencido de que vamos en serio.

Fue una noche que no podría olvidar jamás.

 

Chapter End Notes:

 

Se me hace horriblemente difícil (principalmente vergonzoso) escribir este tipo de cosas eróticas aunque sea desde el anonimato, no tengo idea ni de por qué empecé a hacer esto en primer lugar.

Pueden contactarme vía discord bajo el nombre de Exosaur#7911 y también seguirme en twitter como @ExosaurX donde haré una publicación cada vez que suba un capítulo nuevo para que no se lo pierdan. Si gustan, ¡No olviden dejar una reseña/review!

 

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