Caso Johansson: Mini-Maxi (Español) by Micropibe
Summary:

Un pibe normal, se encuentrar en una situacion extraordinaria, midiendo 2,5cm y a la merced de un mundo que es una amenaza para el, por suerte tiene a su mejor amiga para...¿Protegerlo?


Categories: Adventure, Young Adult 20-29, Breasts, Body Exploration, Butt, Couples, Gentle, Humiliation, Lesbians Characters: None
Growth: None
Shrink: Micro (1 in. to 1/2 in.)
Size Roles: FM/m
Warnings: Following story may contain inappropriate material for certain audiences
Challenges: None
Series: None
Chapters: 2 Completed: No Word count: 3736 Read: 8343 Published: March 16 2017 Updated: March 22 2017
Story Notes:

Es mi primer incurcion como escritor, despues de mucho años leyendo la pagina en ingles, me parecio lo correcto subir mi propia historia en español, ya que veo que no hay muchas. Esta es mi vercion de un tema recurrente en la pagina. Algo improtante que mencionar, es que si bien esta en español, mi historia esta predominante mente en español Rio platence, asi que quizas sea un poco dificil de entender por el lunfardo Argentino.

1. Prologo by Micropibe

2. Capitulo 2 by Micropibe

Prologo by Micropibe
Author's Notes:

Este primer capítulo funciona como prologo, no hay mucho contenido de gigantes, ya que solo es la introducción a la historia. Me gustaría mucho que los usuario de hablan español, comenten y me aconsejen de cómo seguir, siempre es bueno saber que te leen para motivarse.

Hoy no es un buen día, Hace mucho calor en Buenos Aires, y estoy irritable. Son las 3 de la tarde, y estoy solo en casa, mi novia no llega hasta las 5, lo que significa que no tengo mucho por hacer.

        Perdón, olvide presentarme, mi nombre es Maximiliano Rodríguez, y ustedes se preguntaran, porque soy tan dependiente de mi novia. Bueno más que nada porque en este momento, estoy parado sobre la mesa de luz de su pieza y no me puedo bajar. Es así, exactamente como se lo están imaginando…soy pequeño, muy pequeño mido aproximadamente 2,5 cm de altura.

        Estoy seguro de que ahora, otra pregunta invade su mente, como es que me volví tan chiquito, como fue que termine durmiendo, sobre la mesa de luz de mi novia, usando un pedazo de una de sus toallitas femeninas, como colchón, y teniendo de sabana, una enorme tanga usada y transpirada.

        Bueno no siempre fue así, hasta hace 5 meses, era un hombre de 23 años normal, media 1,81 m, trabajaba y vivía solo, pero todo cambio con el accidente. Así es sufrí un accidente, por arriesgarme a salvar, a la mujer que amo y me condene a esta absurda existencia.

        Pero para que entiendan mejor mi experiencia, lo ideal va a ser que empiece por el principio.

 

*Hace 5 meses*

 

Era un día de primavera hermoso, y yo me sentía bien, había salido de trabajar temprano, y me dirigía a encontrarme con una amiga. En realidad, la había citado, para confesarle mi amor, si así de ñoño como suena.

Órnela era para mí la mujer más hermosa del mundo, era petisa con una onda pin up rockera, media 1,57m, tenía el pelo negro con el flequillo en v, que hacia contraste con tu piel blanca, una nariz respingada muy tierna, unos ojos marrones claros que derretirían a cualquiera, y unos labios carnosos acompañados de la sonrisa mas picara que yo haya visto.  Su cuerpo estaba lleno de curvas, tenía unas tetas bastante generosas para su estatura, y el culo más redondo, parado y hermoso que yo haya tenido el gusto de ver y de tocar, en una de nuestras tantas borracheras.

Órnela y yo éramos del palo de punk en nuestra adolescencia, así nos conocimos, yendo a recitales de flema y 2 minutos, y una noche entre tanta birra y punk rock, me enamore de ella. A pesar de lo que muchos digan, lo que más me atrae de ella es su personalidad, desinhibida, que siempre va al frente, y que siempre dice las cosas en la cara, especialmente cuando toma. Para la mayoría de las personas, ella tiene un carácter demasiado fuerte, y una debilidad exagerada por la cerveza, pero cuando uno la llega a conocer y entrar en confianza, Órnela muestra su lado más tierno y maternal.

Pareciera que declarársele a una amiga, es un locura, pero este era el momento perfecto para hacerlo, Órnela hace 3 meses había terminado un noviazgo de 4 años,  con su ex “el tanque”.

El tanque era el baterista de una banda, que solíamos ir a ver con ella, era un buen pibe, cariñoso, inteligente trabajador, en conclusión buena persona, pero a mí me caía muy mal por obvias razones.

        Cuando llegue a la plaza, la vi ahí parada, sola escuchando música, con una lata de cerveza en la mano. Estaba hermosa, tenía un pantalón chupín, bien apretado, que le marcaba bien el culo, una remera de flema, con las mangas cortadas que dejaba ver por los costados, su corpiño, rojo, en los pies llevaba unos borcegos negros, onda skinhead.

Al verme, se dirigió hacia mí, y me atrapo en un fuerte abrazo.

-¿Cómo andas Maxi? ¡Hacia mil que no te veía!

-Bien Orne ¿Y vos? ¡Te viniste re perra hoy!

Ella sonrió y me paso la lata de cerveza.

-Bien recién salgo de laburar. Vení vamos a sentarnos en uno de esos banquitos- me tomo del brazo, y me llevo hasta uno.

Mi idea era confesarme, en un lugar tranquilo, así que le dije de juntarnos, en la plaza Armenia, que quedaba cerca de un gran complejo de la empresa de tecnología Johansson. El lugar era una especie de fábrica, así que no habría mucha gente por ahí.

Por suerte, elegí bien el lugar estábamos prácticamente solos, salvo por algunas personas, haciendo ejercicio a lo lejos.

Charlamos de todo un poco, hablamos de cosas triviales de la vida, mientras tomábamos varias cervezas, que ella fue sacando de su mochila. Hasta que la conversación llego al punto al que yo quería que llegue. La mire a los ojos, le saque la cerveza de las manos, la apoye en el piso, y mirándola fijo a los ojos le dije:

-Órnela te amo, estoy enamorado de vos, hace mucho tiempo. Recién ahora me atrevo a decírtelo, pero creo que vamos a ser muy felices juntos.

Su cara era un poema, primero puso cara de sorpresa,   que después muto en una nerviosa sonrisa, la cual se desvaneció rápidamente, para dar paso a una expresión de confusión e incertidumbre.

Yo no podía dejar que dudara, y ahí nomas le comí la boca de un beso. Fue un beso largo y tierno, nuestras lenguas se enredaron apasionadamente. Suavemente la solté para que digiera algo.

-Maxi, yo…-ella dijo-Yo…

De repente, una fuerte explosión, nos saco de onda. Algo había volado varias ventanas, del edificio Johansson. Desde el quinto piso, no dejaba de brillar un enceguecedor, fulgor blanco, el cual despedía rayos azules hacia todos lados.

Cuando los rayos empezaron a caer cerca de la plaza donde estamos nosotros, se rompió mi trance de shock. Sin pensarlo dos veces, agarre a Órnela de la mano, e intente sacarla de ahí. Pero entonces ella se suelta y se aleja de mí diciendo:

-       ¡Pará estamos dejando la birra!

        Ahí fue el momento en el que mi vida, cambio para siempre, todo porque ella no quiso desperdiciar media cerveza.

        Uno de los rayos azules, cayó muy cerca de Órnela haciendo explotar el suelo, sin pensarlo yo, corrí, la abrace y puse el edificio Johansson a mis espaldas.

        Ahí lo sentí, una luz azul cubrió mi visión, y mi cuerpo sintió un dolor inimaginable para mí hasta ese momento,  pero solo duro una fracción de segundo.

Cuando me di cuenta, estaba cayendo semi inconsciente, de una enorme altura. Al final, un golpe contra el suelo, y todo se volvió negro.

 

End Notes:

Espero sus comentarios, voy a tratar de subir 1 capitulo por semana.

Capitulo 2 by Micropibe
Author's Notes:

Buenos días gente, este capítulo avanza un poco más en la historia de Órnela y maxi. Contiene el primer encuentro con la gigante.

        Recobre la conciencia y estaba colgando cabeza abajo en la oscuridad. Aplastado entre dos superficies de textura áspera, pero a la vez blandas como un colchón.

        Mi mundo se sacudía rítmicamente y se escuchaban ruidos ensordecedores, que venían de todos lados.

        Yo no entendía lo que estaba pasando, revise mis últimos recuerdos, pero nada tenía sentido. Pensé en Órnela, ella estaba conmigo antes de la explosión.

        -¿¡Órnela, donde estas!? ¿Estás bien Órnela? ¡Contesta!- Grite con desesperación.

        -¡Auxilio estoy atrapado! ¡Ayuda! ¿Órnela donde estas?

        No recibí respuesta alguna. El vaivén del movimiento, me estaba empezando a afectar el estomago, tanto que me hizo vomitar las cervezas que había tomado antes.

        Ahí estaba yo, en la oscuridad, totalmente desconcertado, vomitado y adolorido. De repente el ritmo del movimiento que me sacudía, se acelero. La presión que me aplastaba contra la áspera y acolchonada pared, era demasiado fuerte, me estaba sacando el aire de los pulmones  y ya sin poder resistir más, me desmaye nuevamente.

        Abrí mis ojos una vez más, despacio tratando de ajustarlos a la luz,  estaba acostado boca arriba mirando hacia un cielo blanco. Semiinconsciente, escuche algo así como sollozos de una mujer, pero como reproducidos por muchos parlantes a todo volumen.

        Me incorpore como pude, todavía me sentía muy golpeado. Pero cuando levante la vista, lo que vieron mis ojos, hizo que mi cerebro se bloquee. Mi horizonte se veía interrumpido, por la parte superior del cuerpo de una ¡gigantesca mujer! Era Órnela, solo que enorme, titánica, no encuentro palabras, para describir lo que sentí en ese momento, fue como un nudo en el estomago por miedo y a la vez la sensación placentera de la adrenalina. La mujer gigante estaba inclinada, con los codos apoyados, sobre la superficie que era mi piso y con las manos cubriéndose la cara, llorando en voz baja.

        Todo esto me impresiono tanto que lo único que atine a hacer fue pegar un grito de horror exageradamente fuerte.

        La gigantesca Órnela, me escucho, descubrió su rostro, con una velocidad inimaginable, y en su cara llorosa se dibujo una enorme sonrisa. En una fracción de segundo, la enorme mujer se paró a toda prisa. Para mí era aterrador, era como ver a un edificio crecer repentinamente. Con un sonido, que para mi parecía más una explosión, la enorme Órnela sacudió todo mi mundo, apoyando sus manos, sobre mi piso. Yo retrocedí como pude, y grite con todas mis fuerzas una vez más.

        -¡MAXI ESTAS BIEN! ¡AY BOLUDO PENSE QUE TE ME MORIAS!

        Dijo con una voz estridente, la titánica piba. Su voz me aturdía, no me provocada dolor, pero al escucharla supe que no podría soportarla mucho tiempo.

        Sin previo aviso, y con un movimiento ágil, para algo tan grande, Órnela se inclino y extendió su monstruosa mano de más de 20 m, hacia donde estaba yo.

        Con un reflejo involuntario, yo me pare y me aleje, al grito de:

        -¡Salí no me toques!

        Sus dedos se detuvieron en el camino,  cuando estaban a punto de tocarme. Podían verse con perfecto detalle sus inmensas huellas dactilares.

        Órnela, alejo su mano, se paro erguida y llevando ambas extremidades a sus inmensos pechos dijo:

        -SOY YO MAXI, ÓRNELA. NO TE VOY A HACER NADA.

        Yo no podía creerlo, en verdad era Órnela, pero como se había vuelto tan gigantesca. Como podía ser que la mujer que tanto me calentaba, la petiza que me volvía loco, a la que me encantaba abrazar para sentir su cabeza en mi pecho, se haya convertido en un ser tan titánico. Con un cálculo rápido deduje que ella mediría, aproximadamente 120 m. mis ojos no sabían si mirar a las enormes tetas atrapas en esa remera de Flema, a su descomunal pancita, en la que había un ombligo del mismo tamaño que yo, o a sus colosales caderas, envueltas en ese apretado jean.

        Entonces lo entendí, mire hacia mis alrededores, y me di cuenta que estaba en su departamento, a lo lejos se veía la puerta de sus balcón, y en el otro extremo de donde yo estaba parado, había un termo y un mate, monstruosamente grandes. Ella no era gigante, yo era diminuto.

        De a poco me acerque a Órnela, que miraba con la cabeza baja hacia mí, detrás de sus montañosas tetas y con sus manos en sus desmesuradas caderas. Su concha estaba a la altura de la mesa, en la que yo estaba parado, así que si yo estuviera a la altura del piso,  me sentiría muchísimo más pequeño.

        -¡¡Órnela, que mierda está pasando!!- Le grite con todas mis fuerzas.

        -AY NO TE ESCUCHO NADA, SOLO SE SIENTE UN CHILLIDO MUY FINITO. VENI ACERCATE. –Dijo la piba gigante.

        Otra vez, me quede perplejo de cómo algo tan titánico como ella, se movía sin ningún esfuerzo de su parte. Órnela se acerco hasta la mesa, se sentó en la silla dejando caer todo su peso, y generando un pequeño temblor en mi mundo.  Después se inclino hacia adelante, apoyando sus tetas colosales sobre la mesa. Ver a sus tetas colapsarse bajo su propio peso, hasta quedar aplastadas, y dejarme ver un hermoso escote, fue de las cosas mejores cosas que me haya tocado ver. Finalmente Órnela, cruzo sus manos por delante de su pecho, y trajo sus cara al nivel de mi piso.

        -VENI BIEN CERCA MIO, Y GRITA LO MAS FUERTE QUE PUEDAS.- Me ordeno la gigante, aturdiéndome con su voz.

        Obedecí, me acerque despacio, temeroso, como si me estuviera acercando a una bestia salvaje, y no a una mujer hermosa. Me acerque tanto, que al levantar el cuelo, solo podía ver, sus carnosos labios, que parecían tener 5 m de largo, y eran tan anchos como yo, y los dos negros agujeros, sin fondo que eran sus fosas nasales. También pude sentir su aliento, como si fuera un linda brisa veraniega, aunque  todavía olía un poco a cerveza.

        -¡Órnela, decime que mierda está pasando! ¡No entiendo nada! ¡Estoy cagado de miedo!- Grite con toda mi fuerza.

        Órnela volvió a pararse, al estar tan cerca de ella, lo único que podía ver, detrás de sus tetas, era la punta de su nariz y sus ojos.

        -MAXI, TE JURO QUE NO SE QUE PASO, LA FABRICA ESA EXPLOTO Y EMPEZO A TIRAR LUCES RARAS PARA TODOS LADOS. CUANTO TE PUSISTE ADELANTE MIO, UNA TE PEGO, TE ENVOLVIO UNA LUZ AZUL, Y DE REPENTE TE HICISTE MUY CHIQUITO Y FLOTASTE EN EL AIRE HASTA QUE CAISTE.

        La estruendosa pero a la vez femenina vos de Órnela, se quebraba, y las lagrimas empezaban a humedecer sus ojos.

        -TE VI TIRANDO ENTRE MIS PIES, Y LO UNICO QUE PUEDE HACER FUE AGARRARTE Y SALIR CORRIENDO, POR QUE LOS RAYOS SEGUIAN CAYENDO POR TODOS LADOS. ASÍ QUE TE METI EN EL BOLSILLO DE MI PANTALON Y ME VINE CORRIENDO A CASA.

        Con que ahí es donde vomite, pensé. La idea de haber estado aplastado contra el culo de Órnela, me excitaba un poco. Pero tuve que volver rápido a la realidad porque ella seguía hablando.

        -NO ENTIENDO NADA MAXI.-Dijo con su estridente voz quebrada- ¿QUÉ MIERDA TE PASO? NO SE SI ESTOY FLASHANDO O ME VOLVI LOCA. PERO HACE UNA HORA, VOS ME SACABAS DOS CABEZAS. Y AHORA TE TENGO PARADO ARRIBA DE MI MESA, NO MEDIS NI 2 CM,  ¡¡¡Y TE TRAJE A MI CASA METIDO EN EL BOLSILLO DONDE GUARDO LOS PUCHOS!!!

        Órnela estaba tan alterada, que me estaba empezando a asustar. Cada movimiento mínimo que hacía para mí era algo sobrecogedor. Me queda hipnotizado, mirando el bamboleo de sus tetas al ir y venir, la fuerza que hacían sus piernas para mover su incalculable peso, y la forma en que la tela que cubría su entrepierna cambiaba con el movimiento

        ¡PUM! Una fuerte explosión me saco de la colgadez en la que estaba. Órnela había apoyado su mano en la mesa y bajado su visión hasta mi altura.

        -¿QUE MIERDA ESTA PASANDO MAXI? Gruño la gigante.

        -No tengo idea-.Conteste yo tímidamente. –Podrías fijarte si en el noticiero dicen algo.

        -YA SE VOY A VER SI SALIO EN LA TELE-. En ese momento no supe si no me escucho o se hizo la boluda, pero lo que importa es que fue y prendió la tele.

        Al girar hacia donde estaba el televisor, la mujer tamaño edificio, puso su hermoso y titánico orto, enfrente mío. Aunque yo no quisiera, mis ojos no podían dejar de ver como esa angelical, masa de carne cambia de forma cada vez que ella daba un paso.

        -MIRA PARECE QUE EN TELEFE ESTAN PASANDO ALGO.- Dijo mientras volvía hacia la mesa.

        Como si no fuese nada, se puso de espaldas a mí y apoyo su culo en el borde de la mesa, a centímetros de donde yo estaba parado. El jean que contenía el ese pedazo de culo parecía que iba a reventar. Yo no podía decidirme si mirar, la tele y aclarar lo que estaba pasando, o seguir contemplando ese hermoso orto, a punto de salirse de su envoltura. Contra mis deseos, opte por la tele.

        En la tele se veía un copete que titulaba “Accidente en la fabrica Johansson” y una periodista comenzó a hablar:

        “Buenas noches y bienvenidos a Telefe Noticias, mi nombres es Cristina Pérez, y estamos informando en vivo desde la zona, donde hace aproximadamente una hora ocurrió un hecho inexplicable, que tiene a todo el mundo conmocionado.

        Según la información que nos fue llegando, habría  ocurrido un siniestro en el edificio de la empresa Johansson,  el quinto piso del lugar exploto, y desde sus ventanas, rayos de color azul, fueron despedidos hacia todas direcciones. Aunque suene difícil de creer, lo que voy a decir a continuación, quiero recordarles que la información nos la proporcionaron testigos directos. Los rayos azules al entrar en contacto con las personas, los reducían de tamaño.

        Tenemos un móvil en directo desde el lugar de los hechos, donde nuestra compañera Jowi Campobassi,  entrevistara a un damnificado.”

        La imagen de la noticiero cambio del estudio, a un lugar en exteriores, donde una nena de aproximadamente 10 años, estaba parada alado de un hombre mayor, que solo le llegaba al hombro, el cual hablaba con una mujer a la que solo le llegaba al pecho.

        “Buenas tardes Cristina, estamos transmitiendo desde la calle Boyacá, en el barrio porteño de San Pedro. Estamos acá con Antonio Fontano, un afectado por la explosión en el edificio Johansson.

        -¿Díganos Antonio que fue lo que ocurrió?

        -¡No tengo idea que ocurrió, pero mírame! Yo venía de buscar a mi nena del colegio, y  cuando pasaba por acá, me pego uno de esos rayos azules, y quede así.  Yo antes media 1,90m ahora no llego a 1,20m. ¡No se qué mierda está pasando, pero quiero ya una solución!

        -Señor cálmese nadie sabe lo que está pasando, pero usted fue testigo. ¿Cómo ocurrieron los hechos?

        -Todo lo que paso es culpa de la empresa Johansson, y todavía nadie vino a dar la  cara, fue de su planta que salieron los rayos, y miren como quedo el edificio, era un armatoste de 7 pisos, y ahora no mide ni un metro. Miren, enfoquen.”

        Cuando el hombre, termino de decir esto, el camarógrafo enfoco, el lugar donde antes estaba el complejo, ahora lo único que se podía ver tras las rejas era un edificio, del tamaño de un poste pequeño.

        En ese momento, la cámara enfoca de repente a un camión del grupo Halcón, que acababa de llegar. De donde bajan varios oficiales armados, y un hombre de traje y gafas negras. Sin mediar palabra se abalanzan sobre el hombre de la nota y sobre su hija. La notera, empieza a gritarles.

        “-¿Qué hacen? ¡No pueden hacer eso! ¡Dejen a ese hombre en paz!”

        De la nada el hombre rubio, con lentes negros, se pone delante de la cámara y empieza a hablar con un marcado acento alemán.

        “-Mi nombre es Fritz Lang, soy vocero para Latinoamérica del Grupo empresarial Johansson, y lo que ocurrió en el edificio fue un accidente, un descuido en la prueba piloto de un nueva tectología, desencadeno los  desgraciados hechos.

        -Señor mi nombre es Jowi Campobassi, y usted no puede llevarse a la gente, como lo está haciendo, tienen que ayudarlos.

        -Por supuesto nuestra idea es ayudarlos, pero para eso primero debemos investigar, cada caso en particular. Por eso esto va para todos los televidentes: Si alguien sabe de alguna persona afectada por el siniestro,  por favor entréguela al Grupo Johansson, solo así podremos ayudarla, por eso cualquier persona que entregue a un afectado será recompensado con una cuantiosa suma de dinero.”

        Luego de decir esto, el hombre se retiro sin decir más. La notera quedo perpleja y el noticiero volvió a estudios. Órnela, apago el televisor, y se dio vuelta hacia donde estaba yo.

        -MAXI… ¿QUE QUERES QUE HAGAMOS?-Dijo.

        Yo estaba shokeado, no sabía que pensar, no quería, entregarme  así como así, para que un grupo de científicos haga pruebas conmigo, después de ver como se llevaron a ese hombre, tuve por seguro que no iban a ser respetuoso para conseguir lo que querían. Levente mi vista hacia Órnela que me miraba con ojos llorosos.

        -MAXI, YO SE QUE VOS NO TENES A NADIE, QUE TU FAMILIA TE ABANDONO Y QUE ESTAS SOLO EN EL MUNDO.-Dijo órnela con una voz suave y tierna.- QUEDATE CONMIGO MAXI, YO TE VOY A CUIDAR, POR LO MENOS HASTA QUE VEAMOS SI HAY AVANCES, CON LOS OTROS AFECTADOS. TODO ES MUY RECIENTE Y YO NO QUIERO QUE LA PASES MAL, QUIERO QUE TE QUEDES ACA…CONMIGO.

        Las palabras de Órnela me sorprendieron, era algo demasiado bueno para ser cierto. Yo no podría querer otra cosa, que quedarme con una mujer hermosa, además es verdad lo que ella dijo yo no tengo a nadie. Sin pensarlo dos veces, mire a Órnela y asentí.

        Ella dibujo una sonrisa en su rostro, dejando ver sus hermosos dientes, blancos, aunque no perfectos, el armonioso desorden de sus dientes chuecos, le daba un plus. En microsegundos, se puso de pie, y dio un salto de alegría sacudiéndome y haciéndome caer de culo. Luego se inclino sensualmente hacia adelante y dejando que sus tetas cuelguen eróticamente y dijo.

        -APARTE…-Dijo con voz de putita.- NUNCA PUDE RESPONDERTE A TU PROPUESTA MAXI…Y LA RESPUESTA ES SI, QUIERO QUE SEAMOS NOVIOS, SIEMPRE FUISTE UN GRAN APOYO PARA MI, ME ACOMPAÑASTE EN COSAS QUE NI SIQUIERA TE CORRESPONDIAN. Y AHORA ME TOCA A MI DEVOLVERTE TODO ESO… Y MÁS.

        Esta vez si me quedo boquiabierto, en mi mente confluían mil emociones encontradas, la tristeza de ser diminuto, pero la felicidad de ser correspondido por Órnela. De nuevo mis reflexiones se vieron, cortadas, cuando sin previo aviso Órnela me toma entre sus dedos. Era una sensación, hermosa, estar apretado entre sus dedos tibios, sintiendo el olor a cigarrillo de sus manos. En un movimiento, que desdibujo todo mi mundo, Órnela llevo su mano, enfrente de su bellísima cara.

        Me miro con ojos de gata, y acomodo su mano, hasta que quede sentado sobre su palma. Frunciendo, sus carnosos labios húmedos, en un piquito adorable, me llevo hasta su boca, y me dio varios besos muy tiernos. Aunque para mí esa ternura, era más una presión, poderosísima sobre mi cuerpo. Cada vez que lo hacía me compactaba entre la palma de su mano y sus labios, una y otra y otra vez. Luego me llevo frente a sus ojos, y me dijo con una voz, tierna pero a la vez poderosa

        -TE AMO MAXI.

End Notes:

Espero comentarios de los hispanos hablantes. ¡Vamos muchachos, sus comentarios me alientan  a seguir y sus consejos me ayudan a mejorar! El siguiente capítulo va a tener mucho contenido sexual, así que prepárense.

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