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Author's Chapter Notes:

Para empezar con estas historias paralelas, decidí tomar un recuerdo de Danny mencionado en el capítulo 2 el día que se extravió en una multitud del distrito comercial con 9 años… pero con una dirección y un final distinto.


Hace unos 8 años, cuando aún era un niño, un pequeño Danny de 9 años decidió tomar una desviación de su usual ruta hacia casa desde la escuela primaria, esa ruta involucraba pasar por el distrito comercial a una hora pico en la que muchísima gente transitaba, eso resultó en un niño perdido en la zona otaku de la ciudad, lo cual… fue bastante peligroso. Con el paso de los años el niño creció y la mayoría de los recuerdos acerca de lo ocurrido se volvieron difusos, probablemente debido al terror que pasó, es un recuerdo que inconscientemente trató de borrar de su memoria. Inevitablemente, él es capaz de recordar ciertas cosas claramente; el miedo de estar solo en un sitio con gente más alta que él caminando de un lado a otro sin parar y ni un chance para escapar, una que otra colegiala mayor observándolo desde arriba de vez en cuando y diciendo cosas como “Míralo, ¡Que lindo es!” “¿Está perdido? ¡Quisiera llevarlo a casa conmigo!”. Pero lo más importante es la persona que lo salvó. Aunque es lo que menos puede recordar de todo, fue una mano tomándolo del brazo con fuerza y antes de darse cuenta ya estaba fuera de la principal zona, por lo que pudo retomar su camino. El chico vio a su alrededor para intentar encontrar a la persona que lo sacó de allí pero no tuvo éxito… o quizás sí la vio pero fue incapaz de identificarla ya que en ningún momento vio su rostro… “Sería genial poder encontrarme a esa persona y agradecérselo adecuadamente algún día.” Piensa 8 años después.

¿Es eso lo que en verdad ocurrió… después de todo?

¿Y si alguien… cambiara la historia a conveniencia? Para tener un final diferente… ¿Cómo sería? Por ejemplo… una chica de tercer año de preparatoria enamorada…

***

La vida es una amalgama de decisiones que tomamos a cada momento, elecciones que, podrían parecer estúpidas e irrelevantes… pero que decidirían nuestro destino, “¿Debería esperar 10 minutos antes de llegar?” “¿Debería tomar una ruta distinta?” “¿Elijo ropa azul o roja?”

Este conjunto de elecciones podrían parecernos poco influyentes y absurdas, pero cambiarán el curso del mundo, podrían hacer que un pájaro te vea y vuele, ese pájaro se estrellaría contra una ventana, al estrellarse, mataría del susto a un anciano con problemas del corazón, ese anciano sería el padre del presidente de una influyente y poderosa compañía, al enterarse de la muerte de su padre, este caería en depresión y dejaría que la empresa cayera en bancarrota; esto podría afectar la economía del país y una economía débil podría volver el país en el blanco de otro país más grande, algún país aliado lo defendería y… finalmente, podría terminar en una guerra mundial. El simple hecho de que decidas tomar una ruta diferente de la usual puede terminar en algo mucho más grande… y no sería tu culpa, al menos no directamente… nunca habrías sabido que podría terminar de ese modo.

Es un ejemplo un poco descabellado pero es así como funcionan las leyes de la causalidad, las leyes que rigen este mundo y este universo, a la existencia misma.

Son esas leyes las que puedo burlar diariamente con facilidad~.

***

—Creo que hoy me desviaré un poco… me gustaría comprar el nuevo tomo de ese manga que salió ayer… mamá me dijo que tuviera cuidado con los lugares concurridos, ¡Pero ya tengo nueve años! ¡Puedo manejarlo!

Sin saber lo que le depararía esa catastrófica idea, ella desataría la cadena de la eventualidad en la que una diosa podría intervenir con facilidad y sin ser percibida. Aquél pequeño e inocente chico nunca imaginó que algo así pudiera decidir su destino tan arbitrariamente.

Después de aventurarse en contra de las enseñanzas y consejos de su madre por una ruta inusual; el distrito comercial y la zona otaku de la ciudad, el joven se encontró en una situación peliaguda y altamente peligrosa, perdido entre un montón de gente que iba y venía inconsciente de su pequeña y tierna existencia. Imposibilitado y sin querer moverse de un lugar, él empezó a ser empujado ocasionalmente entre tropiezos y disculpas, nadie le prestaría demasiada atención como para detenerse un momento, en cualquier caso eso sólo sería un golpe de suerte, considerando la cantidad de gente que caminaba por esos lares, uno nunca sabe qué clase de persona podría intentar ayudar a esa pequeña criatura y sobre todo con qué motivos.

—¡D-disculpe! ¡A-ayuda! ¡Aaah!

La luz desde arriba parpadeaba a sus ojos cuando la gente se interponía entre él y ella, perdiendo de vista puntos fijos y el cielo mismo por momentos, fue capaz de observar pequeños grupos de colegialas que podrían hacer un poco de sombra sobre él, viendo en su dirección con caras que expresaban ternura y emoción.

—Awww, ¡Míralo! ¡Que lindo es! —Dijo señalándolo la chica de pelo castaño de uno de los numerosos grupos.

—¿Está perdido? ¡Quisiera llevarlo a casa conmigo!  —Otro grupo de chicas se puso de acuerdo en esto.

Buscando ayuda, el chico no pensó en intenciones ulteriores, en malicia o miedo al desconocido que sus padres le habían inculcado, él sólo pensó en rogar por ayuda a las confiables y bonitas chicas mayores que él.

—Ayu-

***

¿Así lo recuerdas?

Hagamos unos cambios a la trama, ¿Te parece?

¡No puedo esperar! Awww… cuanta ternura emitía mi novio a los 9 años…~

***

La petición de ayuda del chico fue repentinamente interrumpida por una persona de entre la multitud que se detuvo frente al niño, bloqueando su vista de las demás chicas. Observando de frente una falda, el chico dio unos pasos hacia atrás.

—¿Estás perdido?

Elevando su vista, se encontró con una figura increíblemente hermosa que terminaba en un rostro cautivador, incluso un niño de su edad podría decir que la mujer frente a él era una belleza despampanante.

El cabello rosado como los pétalos de cerezo llegaba hasta su cintura, la chica lo veía desde arriba con una tierna sonrisa.

—Y-yo…

Agachándose, ella logró reducir la diferencia de tamaños y poniéndose a su nivel, lo observó fijamente con penetrantes ojos que parecían un par de rubíes vírgenes.

—¿Quieres que te ayude a llegar a casa?

—S-sí…

En cualquier otra ocasión la duda hubiera podido surgir en el corazón del chico, pero en un momento como este él vio a la peli-rosa como su salvadora.

—Por favo-

Una gota de agua cayó en su cabello.

—¿Eh?

Y de la nada, una torrencial lluvia se salió de control sobre ellos, pequeños gritos y pasos acelerados destacaron por toda la zona, la gente había empezado a correr escapando de la lluvia, entrando a locales o abandonando el lugar. Otros simplemente abrieron sus paraguas y siguieron caminando como si nada.

—Upps, mi casa está cerca, ¡Vamos para allá antes de mojarnos demasiado!

—¿A-ah?

Antes de que pudiera él decir nada, la hermosa chica tomó su pequeña mano con firmeza e irguiéndose y volviendo a su tamaño completo, empezó a correr a una velocidad que el joven pudiera seguir.

Sinceramente, ¿Tenía algo de malo que una chica tan linda lo llevara con ella? Es imposible que quisiera hacerle algo perjudicial…

—¿Cómo te llamas? —Habló la mujer mientras corría.

—D-Danny… ¡Wakahisa Danny!

—¡Bonito nombre! ¡Me llamo Mónica, Riedel Mónica!

***

Un par de minutos después ambos llegaron a la residencia de Mónica, abriendo la reja que daba al patio de manera rauda, arrastró a Danny con ella hacia adentro y abriendo la puerta de la casa, ambos entraron cerrando la puerta detrás de ellos.

—Ufff, que lluvia tan curiosa… el diagnóstico del clima dijo que no llovería hoy por lo que había dejado mi paraguas.

—Yo… yo igual…

La voz de Danny fue débil y penosa, la verdad es que siempre ha sido un chico tímido fuera de casa… lo cual ha complicado hacer amigos en la escuela, esta no era la excepción al caso, una chica desconocida probablemente muchos años mayor que él lo había traído a su casa para cubrirlo de la lluvia ventosa que estaba azotando con las calles de la ciudad.

—¡A-achu!

—¿Te resfriaste?

—Ah… tengo frío… —Usando sus manos para frotarse, el chico tiritaba.

—Espera ahí Danny, iré a buscar toallas y a llenar la bañera de agua caliente para que te des un baño, no queremos que te resfríes, ¿No?

—Eso cre… ¡Achu!

—¡Vuelvo en un segundo! —Quitándose los zapatos hábilmente, la chica cuyo uniforme goteaba se apresuró y abrió la puerta al fondo del pasillo.

Las numerosas gotas desprendiéndose de su cabello y bajando por su uniforme hasta caer desde su falda plisada fueron dejando un rastro en el suelo junto a las huellas de agua que se formaron sobre el piso pulido.

—¡C-cuidado te resbalas!

—¿Ah? —Antes de entrar, la chica se detuvo y giró a ver a la puerta donde había dejado a Danny—. Oh, ¡Muchas gracias por la advertencia, Danny! —Dicho esto, cerró la puerta detrás de ella, dejando el joven solo en la entrada.

—Vaya… —Despojándose de sus zapatos y dejándolos a un lado, Danny se quedó de pie esperando a la chica que vendría con una toalla para él.

Mientras tanto en el baño tras la puerta…

—¡A-Aaaahh maldición! ¡¡Es demasiado tierno!! N-no puedo soportar estas ganas de abrazarlo y pegarlo contra mi cuerpo… a-aguanta un poco más… Mónica…

***

Saliendo del baño unos minutos después con un par de toallas gruesas y blancas en mano, Mónica se acercó al chico de cabello negro mojado goteante.

—Siento mojar… aquí…

—¿Qué dices? —Acercándose lo suficiente, ella desdobló las toallas y frotó una contra el cabello del chico mientras que usó la otra para enrollarla sobre su pequeño cuerpo—. ¿Qué te parece? ¿Calentito?

Danny no pudo evitar sentir el alivio de algo de calor en su cuerpo, aunque la sensación de la ropa mojada era desagradable y seguía ahí, se esforzó para no quejarse por cortesía.

—Estás empapada… Riedel-nees… —Deteniendo sus palabras, Danny se ruborizó dándose cuenta de lo que había dicho, aunque se hubiera callado, ya era muy tarde.

—Awww… que niño tan lindo… ¡No hace falta que te avergüences! Puedes llamarme Mónica-neesan si gustas, no me molestaré.

—¿Eh…?

—Oh, siento si pudo sonar raro, ¿Te disgusta?

—N-no… Mónica…neesan…

Mónica intentó no expresarlo, pero por dentro ella estaba casi literalmente derritiéndose de amor y ternura por el inocente niño frente a ella. Por otro lado, el hecho de que no era ni más ni menos que su novio no ayudó en nada, por poco pudo evitar la tentación de abrazarlo fuertemente. De seguro esta sería la última vez en la que podría escapar de ese deseo.

—Jeje, no te preocupes, ¡Soy una fuerte chica a prueba de resfriados! —Parándose erguida, ella colocó ambas manos en su cintura e hinchando su pecho, se rio.

La situación permitió que los pechos de la chica se hicieran muy notorios, apretándose contra el uniforme; para colmo, la camiseta blanca mojada se volvió algo transparente y se pegó a su cuerpo, permitiendo ver el sostén verde limón de la chica. Al darse cuenta de esto, Danny apartó la vista. Avergonzado, quitó la toalla de su cabeza que ya había absorbido el exceso de agua, ofreciéndosela a ella.

—Por favor… estás mojando el piso y es desagradable destilar agua…

Si Mónica hubiera sido algún personaje de anime, seguramente sus pupilas se hubieran vuelto en dos palpitantes corazones de un vibrante rosado. Ella claramente se dio cuenta de que él vio a través de su ropa pero eso no le importó en lo más mínimo.

—Ah… está bien… —Derrotada por el amor, ella aceptó la toalla humedecida y empezó a frotar su cabeza con ella—. La bañera está preparada con agua caliente, ¿Por qué no pasas y te sumerges un rato? Pondré tu uniforme a lavar, te prestaré una pijama mía, aunque ha de quedarte un poco grande…

—¿P-pijama…? Y qué se supone que haga con… con… um… —Ruborizándose por tercera vez consecutiva y bajando la mirada, habló en un tono casi inaudible—. ¿La ropa interior…?

—Pfff… ¡Jajajajajajaja! —Explotando en carcajadas, lágrimas de risa empezaron a salir de sus ojos por las excesivas risotadas—. Es broma, broma, tengo un hermano menor de más o menos tu edad, puedo darte algo suyo.

Suspirando con alivio y un poco molesto por haber sido molestado de esa manera, Danny no vio excusa para no tomar un baño caliente con el frío que estaba haciendo.

—Entonces tomaré el baño… con permiso…

Caminando de puntillas para mojar el piso lo menos posible, Danny se apresuró hacia la puerta del fondo del pasillo y cerrándola detrás de él, dejó a la chica sola con sus pensamientos en la entrada.

—Bien… ¡Haré algo de té!

***

Al dejar el uniforme empapado en una pequeña cesta, Danny entró al baño, metiendo una pierna en la bañera, una sensación reconfortante recorrió su cuerpo, el calor del agua era ideal.

—A-aah…

Terminando de meter su cuerpo, el chico se hundió hasta los hombros, dejando sólo su cabeza afuera del agua perfectamente caliente.

—Esto se siente demasiado bien… aaaah…

Asimismo en la cocina, Mónica preparaba un té caliente para su huésped especial.

—Si mal no recuerdo… Danny me había dicho que le gustaban las chicas mayores, ¿Eso se aplica a sus 9 años o fue después? —Monologando, la chica sirvió el líquido en una taza negra—. ¿Sería por eso que sintió la necesidad de agregar el -neesan? No es nada seguro… un pequeño vistazo en su mente no dañará a nadie… hmm… ¡Bien! ¡Le daré una noche a mi pequeño novio que nunca olvidará! —Alzando su mano derecha y haciendo una pose de victoria, la chica se percató de la mojada ropa pegándose a su cuerpo—. Oh… debería deshacerme de esto, si no lo hago él no se podrá concentrar en nada… aunque creo que me pondré algo más revelador… fufufu~.

Chasqueando sus dedos, su vestimenta cambió a una un poco más “suelta y hogareña”, pero no fue sólo su ropa la que cambió sino también su apariencia por una un poco mayor, incrementando el tamaño de sus pechos, su altura y volviendo sus facciones un poco más maduras, lo suficiente como para que no fuera un cambio tan drástico que Danny no pudiera aceptar.

—Espero que esto le guste… —Con otro chasquido, unas cómodas ropas de niño aparecieron en sus manos, nada que especialmente llamativo—. Le llevaré esto…

Dejando ambas tazas sobre el tope de la cocina, Mónica se dirigió al baño, tocando la puerta un par de veces, escuchó una voz infantil desde adentro.

—¡Pasa!

Abriendo la puerta, Mónica entró al baño y colocó la ropa en una de las canastas, tomando el uniforme empapado.

—Aquí te dejé un cambió, llevaré tu ropa mojada y la meteré a secar.

—¡E-está bien!

Viendo la luz a través de la puerta de vidrio traslucido, pensamientos indecentes como “¡Abre la puerta!” “¡Entra con él!” “¡Si manipulas sus memorias y le haces creer que eres su hermana mayor, podrías darte un baño con él tranquilamente!”. Siendo ese último un poco preocupante, Mónica resistió sus impulsos sexuales mientras limpiaba la baba que empezaba a caer de su boca con el dorso de su mano y se limitó a tomar la ropa mojada y retirarse del baño.

Esperando por quien estaba relajándose en agua caliente, después de poner la ropa a secar, colocó una de las tazas de té sobre mesa baja de cristal y tomando asiento, empezó a tomar pequeños sorbos de su propia taza.

***

Habiendo transcurrido un buen rato, Danny vio pertinente salir del santuario de agua caliente en el que se encontraba, con toda la lástima del mundo por no poderse quedar a dormir ahí, el chico removió el tapón de la bañera y dejó el agua sucia largarse por el drenaje.

Dejando escapar un suspiro fue a cambiarse, encontrando la ropa que le fue dada por Mónica, increíblemente cómoda y ajustada a su cuerpo, su hermano pequeño tendría que haber sido de la misma estatura para ser algo tan preciso.

Saliendo del baño, Danny caminó hasta encontrarse con Mónica en la sala de estar sentada en el sofá frente a él y dándole la espalda por lo que sólo pudo ver la parte trasera de su cabeza, destacando mucho mejor el largo y bello cabello rosado de la chica.

—Ven, toma asiento.

Sin girar su cabeza, ella le habló como si supiera que estaba detrás de ella observándola, algo apenado, él dio unos raudos pasos hasta llegar a su lado y tomando asiento con una distancia prudencial, intentó de no dirigirle mucho la vista, haciendo que fuera imposible para él percatarse de su nueva y sensual ropa.

—¿Gustas algo de té?

—L-lo siento Mónica-neesan, pero… ¡Necesito llamar a mis padres! Ellos… ellos deben estar preocupados por mí… si no los llamo…

—Vamos, no te preocupes por eso, ¿Por qué no los llamas entonces?

—No… no tengo mi teléfono conmigo…

—¿Recuerdas el número de tu mamá o tu papá?

—¡C-claro!

Fue en ese momento en el que Mónica se puso de pie que Danny centró sus ojos en ella.

Unas medias largas negras que se perdían bajo el sweater color crema que resaltaba sus pechos incluso más que la camisa mojada de antes, “¿Tenía esta chica tanto pecho antes? ¿Si quiera lleva sostén ahora?” Pensó él mientras su rostro se volvió a enrojecer y esta vez más que antes, pero se percató de que en efecto ella llevaba sostén porque pudo ver las tiras pasar por sus hombros ya que el sweater estaba un poco suelto.

“Un mal ángulo y podría ver sus pant…” Ese fue desde luego el pensamiento más escandaloso en su cabeza.

Mónica pretendió no percatarse de su mirada mientras fue a buscar su celular en el tope de la cocina, al volver y verlo de frente, la mirada embobada del chico fue demasiado obvia.

—¿Pasa algo?

—¡N-No es nada! —Sacudiendo sus manos, Danny hizo un esfuerzo sobrehumano para apartar su mirada de las cualidades de la chica y verla directamente a la cara, aun enrojecido.

—Estás rojo… ¿Tienes fiebre? —Recostando una de sus rodillas sobre el sofá a reducidos centímetros de la pequeña y flacucha pierna de Danny, ella acercó su cara a la de él.

—¡M-Mónica-neesan! ¡N-no estoy listo n-n-n-n…!

Juntando frentes, sus rostros quedaron muy cerca lo que hizo a Danny capaz de divisar las facciones más adultas de Mónica, aunque a este punto sería imposible para él destacar algo así por el nerviosismo del momento.

—¿No estás listo para qué? Jeje… Mmm… nada de fiebre, menos mal —suspirando aliviada, alejó su rostro del derrotado chico.

—Ah…

—Toma —extendiendo su mano, le ofreció su propio teléfono.

—Gracias… —Avergonzado por el malentendido de hace un momento, tomó el teléfono tímidamente.

Marcando algunos números en la pantalla táctil del celular, Danny colocó el dispositivo contra su oreja mientras la llamada repicó.

—¿Hola?

—¿Mamá?

¡DANNY! ¡¿DÓNDE ESTÁS?!

Haciendo que Danny apartara un poco el teléfono de su oído por el grito de su madre, dio una risa nerviosa.

—La verdad es que…

***

—¡Claro señora Wakahisa! ¡Cuidaré bien de él esta noche, no se preocupe por nada!

Te lo encargo… Riedel…

—¡Puede llamarme Mónica!

Te agradezco por haber encontrado a mi tesoro… me aseguraré de regañarlo mañana, ¡Disculpa todos los problemas ocasionados!

—No se preocupe, Danny es un chico muy lindo, tierno y respetuoso, ¡Hasta me llama “Mónica-neesan”!

Apartando la vista, Danny que estaba escuchando la conversación se sonrojó un poco al oír eso.

Con unas palabras más, Mónica colgó el teléfono.

—Bueno Danny… la lluvia se ha vuelto incluso más fiera que antes… así que tendrás que quedarte por la noche.

—¿P-por la noche?

No sería una sorpresa, decir que la lluvia de afuera era torrencial sería no hacer honor a su verdadera naturaleza, lo que estaba ocurriendo tras esas paredes en ese momento podría considerarse un diluvio.

—¿No te parece divertido? Tengo videojuegos en mi habitación, si te sientes mal Puedo contarte un cuento también~

—Mónica-neesan… no tengo 5 años…

—Ohh, es verdad que estás en esa etapa…

—¿Esa etapa?

—Esa etapa en la que no quieres que te traten como un niño.

—Uh…

Como si hubiera recordado algo, Mónica levantó la cabeza.

—Ah, es cierto, mira —señalando la taza negra en la mesa, vio a Danny—. Es el té del que te hablé antes, ¿Quieres?

—Gracias…

Inclinándose para tomarlo, Danny sostuvo la taza con las dos manos, con su cabeza libre de posibles malicias y maldades, el chico se lo tomó rápidamente sin sospechar, un trago tras otro… hasta que no quedó nada.

—¿Q…qué es esto?

Un sueño arrollador chocó contra él, apenas siendo capaz de dejar la taza una vez más en la mesa, Danny empezó a tambalearse luchando para mantener sus ojos abiertos.

—¿Qué es… este sueño…?

Cerrando sus ojos, el chico cayó dormido plácidamente en el espaldar del sofá, siendo lo último que pudo escuchar antes de perderse en su mundo; una risa.

—Fufufu… buenas noches~.

***

Un sopor golpeó a Danny intensamente, intentando de ponerse de pie, se dio cuenta de que estaba en una superficie fría y plana, probablemente se haya caído al piso cuando se quedó dormido.

—¿Dónde…?

Dando un vistazo, fue instantánea la realización de que aquél era un lugar distinto a la compacta casa en la que estuvo hace un momento, un vasto espacio que se extendía en todas las direcciones… excepto en una, la cual era bloqueada por una pared de una textura extraña de color crema. Curioso, el chico de pelo negro se acercó a la inmensa pared que se alzaba hacia arriba y tocándola tímidamente, se dio cuenta de que era un material muy suave.

—Esto es… ¿Tela?

—Fufufu~

Una maliciosa risa familiar vino desde arriba. Dando numerosos pasos apresurados hacia atrás, Danny alzó la vista, buscando el origen de la voz… lo que lo congeló.

—Im…p-posible…

Un rostro hermoso estaba justo sobre él, observándolo fijamente.

—H-o-l-a Danny, fufufu~

El cerebro del chico se demoró unos diez segundos en procesar lo que estaba viendo, hasta que su boca se las arregló para pronunciar sus ideas.

—¿M-M-Mónica… neesan?

—¡Bingo!

Sonriendo ampliamente, los ojos rubíes de la chica se cerraron. La impresión hizo que Danny tropezara y cayera de espalda, pudiendo detallar todas sus ahora enormes facciones.

—¡¿Q-Qué es esto?!

—La verdad Danny… es que soy una alienígena que puede cambiar tu tamaño, ¿Qué te parece?

No era lujuria, tampoco malicia o superioridad lo que impulsó a Mónica a hacer lo que hacía, fue en cambio una enorme calidez que sintió en su corazón, unas inmensurables ganas de transmitir su propio calor y protección al niño que en circunstancias normales es su pareja.

—¿Qué vas… a hacerme?

La voz de Danny se sintió extrañamente compuesta, sin embargo en su interior el chico estaba aterrado, aunque era bueno para mantener las apariencias ante este tipo de situaciones, por poco podía evitar temblar de miedo.

—Oh… nada malo en realidad, no te preocupes por eso.

No, no era momento de asustarlo, en otra situación hubiera sido divertido para ella meterse con él, pero en un momento así Mónica sintió que no se perdonaría jamás hacerlo llorar de terror.

—…

—Mira, sólo me gusta jugar un poco con los niños lindos como tú, fufu~

—¿L-lindo?

La expresión de Danny fue de genuina sorpresa, casi como si se hubiera olvidado de la irreal situación en la que se encontraba, esas palabras lo tomaron desprevenido. Nunca nadie a parte de sus padres le había dicho algo como “lindo”, mucho menos una mujer tan hermosa como lo era aquella que posaba su enorme rostro sobre él.

—¿Qué te parece si comemos algo y vamos a dormir? Debes tener sueño… aunque te acabes de despertar, dormiste sólo por 5 minutos.

—Yo… yo no entiendo lo que está pasando y… no entiendo a dónde quieres llegar con esto, pero… —Rascándose la cabeza, no hubo nada más en lo que pudiera pensar que obedecer, hacerla molestar pudiera ser lo último que hiciera—. Claro, hagámoslo…

—Oye, ¡No tartamudeaste!

—¿Eh?

—Siempre has estado tartamudeando desde que llegaste, te ves muy nervioso… relájate un poco conmigo, ¡No estoy juzgándote ni nada!

—¿No estás… juzgándome?

—Así es, puedes hablar con tranquilidad.

Danny en efecto siempre fue un chico en extremo tímido y callado, probablemente esta sería la primera vez que hablaba tanto fuera de casa, ni en la escuela ni en otros lugares él conseguiría a alguien o un tema oportuno para mantener una conversación así de fluida… por lo que esta oportunidad fue una de oro, tanto, que sus palabras empezaron a salir más fácilmente.

—Es… ¿Es en serio que eres una alienígena?

—Eso era una broma, jajajaja —riendo un poco, la mesa vibró ocasionando un pequeño terremoto para la encogida figura sobre ella—. Digamos que tengo unos métodos especiales~

—Te… te creo entonces…

No sería bueno intentar hurgar mucho en la privacidad de la chica, eso fue lo que le habían enseñado sus padres, pero en esta ocasión, eso tendría otros motivos para ser así.

Quizás por el hecho de que un chico de 9 años como él no está tan desarrollado psicológicamente como una persona mayor, sus verdades no eran tan decisivas y absolutas como para alguien adulto por lo que una situación como esta sería mucho más fácil de entender, mucho más sencillo incluso que su versión de 17 años.

—Entonces lo que toqué antes…

—Fue mi pecho, imaginé que no tenías idea de lo que pasaba así que te dejé hacerlo, jeje —sonriendo, ella no quitó su vista de él.

—Y-y-y-y… —Empeorando su tartamudeo, Danny se enrojeció más que cualquiera de las veces anteriores—. ¡L-LO SIENTO MUCHO! ¡NO LO HICE A PROPOSITO!

—Relájate, sé que ni siquiera sabías lo que estabas tocando, hmm, de cualquier manera… —Ella colocó su palma abierta a un lado del chico de un centímetro y medio—. Ven, sube.

Los pensamientos de Danny estaban desordenados, al fin y al cabo la excelentemente proporcionada chica ahora era muchísimas veces más grande que antes y por consiguiente, estaba infinitas veces más dotada de cualidades que podrían denominarse como “celestiales”, sólo uno de sus pechos era decenas y decenas de veces del tamaño de Danny, él podría quedar atrapado debajo de ellos sin que la chica siquiera se percatara. Agitando su cabeza, hizo todo lo posible para alejar esos indecentes pensamientos de su cabeza y subirse a la mano que esperaba por él.

—Seré delicada, pero de todos modos… agárrate fuerte.

Y así, ambos disfrutaron de una cena desproporcionada, mientras la chica devoró un plato entero de comida decenas de veces el tamaño de Danny, él comió lo que sería una simple migaja del gigantesco plato; esto le dio un pequeño escalofrío. Una vez preparados, ambos arribaron a la habitación de Mónica.

—Y bien… —Dejándose caer sobre la cama delicadamente para no importunar al diminuto chico en su mano, ella se acostó—. ¿Qué te parece?

—Podría decirse que es una perspectiva bastante extraña para ver las cosas… todo es mucho más grande y… no puedo hacer nada sin tu ayuda.

—¡Y a mí me encanta verte tan pequeño y acariciable! —Usando su dedo meñique, la peli-rosa acarició con suavidad el cabello de Danny.

—B-basta… Mónica-neesan…

Apartando su dedo, dejó a Danny deslizarse por su palma hasta caer en el área de su clavícula un poco más arriba de su voluptuoso pecho, en el lugar que no estaba cubierto por su sweater.

—¿Quieres jugar?

—¿J-jugar? —Fue inevitable para él tartamudear en esta situación, encontrándose cerca de un lugar tan comprometedor.

—Aunque es la hora de dormir y tengo algo de sueño… pero hace mucho frío, ¿No?

—Así… es…

Sin darse cuenta, Danny había comenzado a tiritar, la lluvia sumada al aire acondicionado encendido helaron la habitación, ¿Por qué tendría ella el aire acondicionado encendido con un clima helado como este?

—Tendrás que buscar tu propio cobijo, te permito que busques lo que quieras… por ejemplo… —Dirigiendo su mirada hacia el levantamiento de su sweater, se podían ver sus pechos.

Con curiosidad, Danny se giró a comprobar lo que le insinuó la chica… sólo para congelarse.

—¿E-eeeh…?

—Eso es todo, Danny.

Con un par de aplausos de la chica las luces de la habitación se apagaron, quedando en la oscuridad que la noche y las nubes ocultando la luz de la luna proporcionaron en conjunto.

—¡M-Mónica-neesan!

Cerrando sus ojos, ella fingió haberse dormido y no escucharlo para nada, aunque sólo por poco fue capaz de soportar la risa que le provocaban los gritos de auxilio.

—¡¡Mónica-neesan!! Ngghh… que frío… ¿T-tendré que hacerlo…?

La duda en su cabeza acerca de si tomar esa decisión fue completamente eliminada con un sonido estridente, un trueno resonó y una fugaz luz iluminó la habitación.

—¡N-n-no!

Dándose la vuelta, Danny corrió a toda prisa hacia los enormes pechos, tomando el sweater de la chica como cobijo y acostándose entre ellos, no hubo lujuria, no hubo vergüenza o motivos ulteriores, todo lo que él quiso hacer fue ocultarse del peligro, el impactante sonido que partía los cielos y se reprodujo en reiteradas ocasiones.

—Mónica-neesan… Mónica-neesan… Mónica-neesan…

Susurrando su nombre, él quería sentirse protegido por la enorme y hermosa chica la cual servía como su refugio. Mónica fue incapaz de resistirse a esto, la ternura y la necesidad de protegerlo fue demasiada para poder soportarla. Suspirando, ella tomó su decisión.

***

Danny había cerrado sus ojos y tenía demasiado miedo como para darse cuenta pero su tamaño había vuelto a la normalidad, él ahora estaba abrazando con fuerza lo que estaba frente a él.

Abrazándolo protectoramente, Mónica lo arropó junto a ella, compartiendo la misma sabana mientras usaba sus brazos para empujarlo a él y a su cabeza contra sus grandes pechos, compartiendo su calor y los latidos de su corazón para calmarlo.

—Está bien… estoy aquí para protegerte…

Acariciando su cuero cabelludo, las respiraciones agitadas de Danny empezaron a regularse y sus ojos forzosamente cerrados se relajaron, él había caído dormido.

La felicidad que sintió Mónica en ese momento fue innegable, ella pudo protegerlo sin motivos secundarios, sin que él se acomplejara por sentirse inútil, esto fue un amor maternal que nacía de su complejo de superioridad, de sus propios poderes, una absurda y ardiente necesidad de abrazarlo y mantenerlo bajo su sombra, de protegerlo de todos los peligros que existieran, al fin y al cabo sus poderes le permitirían hacer algo así pero no quería violar la individualidad de Danny. Esta fue la situación perfecta, aprovechándose de los recuerdos de él y con su permiso, ella creó esta realidad alterna en la que Danny pudo ver a su novia como a una hermana mayor, como a una madre protectora.

Justo como Mónica lo ve, mucho más allá de un simple novio, el motivo de sus pensamientos y el origen de su razón para vivir, lo ve como a nadie más que Danny Wakahisa, su corazón.

Chapter End Notes:

Si gustaron de esta crónica y quieren volver a verla, ¡Déjenmelo saber! Así podría hacer alguno que otro capítulo extra en el futuro.

Pueden contactarme vía discord bajo el nombre de Exosaur#7911 y también seguirme en twitter como @ExosaurX donde haré una publicación cada vez que suba un capítulo nuevo para que no se lo pierdan. Si gustan, ¡No olviden dejar una reseña/review!

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