- Text Size +
Author's Chapter Notes:

Agradezco mucho a los que han comentado, me han dado muchísima inspiración para continuar con esto, siento si mi habilidad describiendo escenas eróticas es de 0 puntos (parte de esto se debe a que aún siento vergüenza de escribir ciertas cosas) pero la verdad es que comencé a escribir esta historia a manera de una práctica, nunca antes lo he hecho y quería mejorarla para aportar ese aspecto a mi obra principal.

Tipo de capítulo: -Ero-


 

Creo que hay veces en las que un acontecimiento sucede de manera algo absurda, cosas que sientes que pudieron haber sido fácilmente cambiadas, pero aun así nada puede alterar la naturaleza original que originó el asunto, este es uno de esos casos. Mientras fui colocado en la mesa de cristal que me hizo sentir como si estuviera flotando a muchos metros del suelo, ambos tomamos trozos de la pizza aún caliente con nuestras bocas calladas, no es para menos después de la patética interrupción sobre un acto que nos costó tanto conciliar.

Cuidando la manera en la que comía, Mónica cubrió su boca con su mano libre cada vez que llevaba un pedazo de pizza a su boca, ella no disfruta mucho de ser vista comiendo y mucho menos cuando alguien que tiene el camino completamente despejado está a esta distancia de ella y puede examinarla con claridad. Por mi parte, ella me soltó dentro de la caja cuadrada de cartón marrón con el logotipo de la pizzería a la que pertenece luego de haber cortado la primera rebanada triangular del manjar contemporáneo a domicilio. Cabe destacar que cada trozo que arranco con mi mano es prácticamente una migaja del contenido entero para ella, por lo que me ayuda sustrayendo trozos complementados de la parte superior con los distintos ingredientes dispersos en todo el circulo de masa con queso y poniéndolos cuidadosamente sobre sus largas uñas rosadas hermosamente cuidadas para que al descender su mano hacia mí, yo pueda tomarlos.

Abriendo un paréntesis sobre mi incómoda situación actual, es ciertamente una que se puede describir de una manera y esa es, surreal desde el inicio hasta el final, aun así no es una mala situación, el sentimiento que se basa en Mónica teniendo total poder sobre mí, estar completamente a su merced y que yo dependa totalmente de ella en estos momentos es una enteramente nueva y embriagante, no es algo que sienta que pueda expresarle directamente con palabras y menos mal que no ha decidido leer mi mente todavía, pero siento como ese bonito sentimiento se va apoderando cada vez más de mí.

—L-la pizza está muy rica…

De forma triste y vergonzosa intenté sacar un tema de conversación para alivianar la pesada atmosfera que nos rodea a ambos en este momento con algo tan trivial como el sabor de la pizza.

—Tienes razón… fue buena idea pedirla… eh…

Sintiendo que de alguna manera volvimos a caer en el agujero de vergüenza, acumulé todas mis habilidades sociales en un único punto para llegar a algún lugar diferente con una conversación. Terminando mi último trozo sentí mi estómago lo suficientemente lleno y así, mis argumentos listos para salir.

—Si gustas… podemos seguir cuando quieras, digo… ¡N-no es que quiera hacerlo…! ¡S-SÍ QUIERO! ¡L-lo que no quiero es que sientas que estoy presionándote para hacerlo! Digo… em, sólo si quieres… ¡Aunque eso suena como si yo te lo estoy pidiendo! ¡Y-y de hecho sí lo estoy haciendo! P-pero... —Sentí que ni con cien correcciones como esas podría llegar a alguna parte, cayendo en frustración total—. ¡AAAAAAAAHHH! —Froté mis manos aun llenas de harina en mi cuero cabelludo desesperadamente.

Aparentemente, tanto mis tartamudeos como carencia de habilidades comunicativas bajo situaciones tensas tuvieron el efecto exacto que quería obtener en un principio, dado que Mónica no pudo soportar la risa y partió en carcajadas.

—PFFFFF JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA.

Ciertamente mi intención era romper el hielo, pero de alguna manera oír sus risotadas descontroladas rasgo un poco en mi ego. Unos segundos después, limpiando sus lágrimas, Mónica sonrió centrando sus penetrantes ojos rojos rubí en mi reducida figura estresada.

—No supe si sonrojarme o reírme, pero al final creo que opté por lo segundo al verte queriendo dispersar esa atmosfera desagradable, en serio fue una molestia que nos hayan interrumpido, ¿Eh? —Llevando el último remanente del triángulo de pizza en su mano a su boca, ella lo devoró, cerrando su boca, masticando y tragando—. Pero gracias, Danny, claro que quiero continuar, aunque iremos a mi habitación para eso.

Verla arrasar con un pedazo de comida de varias veces mi tamaño me hizo estremecerme ligeramente, no era algo que pudiera evitar, sinceramente. Después de escuchar sus palabras seguras y maduras, mi consciencia se nubló un poco, mis preocupaciones crecieron y mi ansiedad se disparó volviendo mi pequeño cuerpo en un manojo de nervios y un receptáculo de calor.

—Ven, sube.

Ella extendió su mano colocándola cercana a mí, con rapidez corrí hacia ella y la escalé agarrándome de su piel hasta llegar a su palma.

—Vamos, sujétate bien.

Al decir eso, todo mi mundo empezó a moverse una vez más, pero a diferencia de la vez anterior, la moción de movimiento fue algo más apresurada y violenta, sin embargo aun así no sentí nauseas ni mareos o cosas por el estilo, supongo que debido a que ejerció sus poderes sobre mí para evitarlo.

El trayecto de vuelta fue igual de impresionante y parecido en su mayoría, la única diferencia fue que al llegar a las escaleras, cada vez que ella subió un escalón, mi cuerpo entero se aplastó contra la palma de su mano pero ni siquiera así sentí dolor, sólo una presión un poco incómoda.

Al llegar a su pieza, el estruendo de la puerta cerrándose me dijo que estábamos en privado ahora (lo estábamos en la sala también). Mi estómago se apretó no por el exceso de movimiento, si no por puros nervios y tensión, ¿Qué va a pasar? Continuaremos lo de hace un momento.

Con suavidad, Mónica colocó su mano abierta sobre la mullida cama cubierta de sabanas rosas.

Ya nada de luz entraba por la ventana, habiendo pura oscuridad del otro lado. Cuando salté de su mano y caí sobre la inmensa cama rebotando algunas veces, Mónica alejó su mano y dio unos breves pasos hacia la ventana, bloqueándola con las cortinas. Seguido a eso, ella se acercó al switch del bombillo en la puerta y apagó la luz de la habitación, dejando como única fuente de iluminación una pequeña lámpara de luz débil y solitaria sobre la cómoda justo a un lado de su cama.

Al ver su colosal cuerpo lo primero que uno piensa es que es imposible que pueda moverlo con tanta facilidad, que sería extremadamente lento por su peso excesivo, por lo que es una sensación que te hace parpadear reiteradas veces en pura perplejidad cuando ves a algo de esas proporciones hacer movimientos tan rápidos y con tanta fluidez. De igual manera sería preferible dejar la parte de “peso excesivo” escondida en mi mente si no quiero terminar como una pequeña mancha roja al fondo de alguno de sus zapatos.

En la oscuridad pude ver su figura de pie frente a la cama viéndome fijamente con sus ahora brillantes ojos.

—¿Eres un gato?

—Quién sabe, ¿Te gustan los gatos?

—Nunca he tenido un gato.

—¿Y las chicas gato?

Mis orejas se calentaron.

—No lo voy a negar, pero… dejémoslo así por ahora, sólo me sorprendió que tus ojos brillaran en la oscuridad.

—Me aseguraré de darte una sesión especial con orejas y cola de gatita, también le añadiré un “Nya” a mis frases, tengo que empezar a practicar desde ahora.

—¡ESO ES VERGONZOSO!

—Claro que lo es, pero por ti lo haría sin remordimiento, nya.

—¡¡NO HAGAS ESO!!

Una pesada acumulación de saliva espesa bajó por mi garganta. Puedo darme cuenta de como Mónica ha ido perdiendo la vergüenza cerca de mí a pasos agigantados, no puedo decir que no sea el caso conmigo también, pero de alguna manera siento como si todo estuviera pasando demasiado rápido, cosa que no me molesta del todo.

—Tú eres del tipo tsundere, ¿Verdad?

—¿¡POR QUÉ DICES ESO AHORA!?

—Jajajaja, sí, definitivamente eres de esos, dime, ¿Te gusta hacerte el difícil? Eres de los que quieren que se metan contigo, ¿Eh? Eso viene de lujo con mis poderes.

Una cosa tras otra, Mónica fue desnudando mis fetiches uno a uno, por un momento pensé que ella estaba leyendo mis pensamientos pero al siguiente recordé que ella no hurga en mi mente sin previo aviso, seguramente haya sido obra de su avanzada capacidad de evaluación de la personalidad.

Con un ligero movimiento de su mano, ella alzó la parte frontal de su falda hacia arriba, permitiéndome a mí ver lo que hay detrás.

—¿Te gusta lo que ves?

—S-sí…

—Pues veras mucho de eso esta noche —esbozó una sonrisa pícara.

¿Estoy preparado?

Dejaré que haga lo que quiera conmigo y no pensaré demasiado en ello, estoy seguro de que lo disfrutaré y… no me complicaré más.

El sonido de un cierre bajando y el movimiento de las manos de Mónica me dijeron en conjunto que ella estaba quitándose su falda, con un sonido seco la tela negra plisada hizo contacto con el piso frío por el aire acondicionado, exponiendo aún más sus albas bragas. A eso le siguió el sonido de su bléiser siendo desabotonado de arriba hacia abajo y cayendo a un lado también. Por último, la guardacamisa se elevó gracias a sus manos haciendo todo el trabajo, revelando su ombligo y una figura hermosa, casi esbelta pero con un mínimo exceso de grasa que la hacía ver perfectamente equilibrada. Cuando la ascensión de su guardacamisa llego hasta sus pechos, estos se levantaron y al ceder, ambos cayeron junto a su brassier, rebotando un par de veces haciendo que un “Boing boing” se reprodujera en mi cabeza.

—¿N-no podías simplemente hacer desaparecer la ropa…?

—Es emocionante ver a una chica desvestirse, ¿No?

Ciertamente… tuve que limpiar un poco de baba que empezó a caer de mi boca con la manga de mi propio uniforme, por un momento sentí como estar en presencia de un cuerpo digno de admiración y rezos hizo que olvidara respirar.

—No puedo… no puedo describirte con palabras, eres simplemente… preciosa…

Sus mejillas se enrojecieron un poco por un momento, apartando la vista.

—Cuando eres tan sincero no puedo evitar avergonzarme un poco, no digas esas cosas… tonto.

—Es que si no lo dijera, siento que en serio estuviera insultando al arte y al mundo en general.

—Vaya, ¿Quién desarrolló una sofisticada labia de la nada? Grandes palabras para alguien tan insignificante.

Alzando su pierna, Mónica apoyó su rodilla del colchón, hundiéndolo y haciendo que la gravedad me arrastrara. No pasó mucho tiempo hasta que con la otra rodilla el hundimiento fuera en dos lugares distintos, ella separó sus pies del suelo y se puso en posición de cuatro patas arriba de mí, separando sus rodillas y adentrándose más en la cama, gracias a eso pude detener mi descenso.

Un momento después mi posición cambió instantáneamente, ella me tele transporto. Ahora estoy debajo de ella, Mónica está a cuatro patas sobre mi mientras yo estoy tirado de espalda en el colchón, viendo su fofo estomago sinónimo de uno o dos onigiris de más y sus pechos, grandes para alguien de su tamaño y astronómicos para alguien del mío, colgando justo sobre mí.

—Um… h-hola…

—Sí… compórtate como una linda chica a la que van a destrozar, me gustas más así.

Una curiosa selección de palabras por parte de la aparentemente inocente chica pelirosa me hizo abrir los ojos de par en par, siendo mucho más agresiva de lo usual. Como dándose cuenta de esto, ella puso una de sus manos tapando su boca por un momento.

—Yo… ¿Dije eso? Vaya… me dejé llevar… jeje~

—No te preocupes… y-ya estamos aquí, no hay nada más que ocultar… creo.

Diciendo lo que pienso, cuestioné muy adentro de mi mente si podría arrepentirme luego, pero decidí no prestarle atención, si Mónica quiere darlo todo conmigo, no lo evitaré, tampoco es como si pudiera evitarlo, al menos no físicamente.

—Entonces… lo retomaremos donde quedamos.

Mónica se sentó en la cama cruzando sus piernas y dejándome adentro del pequeño espacio entre ellas, volviendo mi entorno en enormes paredes carnosas y pantis blancas.

—Tócalas.

Esta vez, sentí mucha más confianza en su voz, mientras que cuando estábamos en el sofá, su tono fue uno de sugerencia lleno de nervios, esta vez ella dijo eso con certeza y ordenanza, indicándome que el no tomar esa ruta de acción era un desacierto y ciertamente, no una opción. Caminando a paso apresurado arribé a sus bragas una vez más sintiendo un olor totalmente nuevo y llamativo para mí, esta vez con la determinación de principio a fin de hacer lo que me es ordenado, ya sea con gritos de desesperación carnal o con una gentil y débil voz, haré todo lo posible para ayudar a esta chica a disfrutar de mí lo más posible, para que olvide todo el sufrimiento por el que ha tenido que pasar debido a sus particulares gustos.

O algo así me gustaría decir, porque aunque sin duda es una de mis razones, mi cuerpo ya me está demandando la realización de estas acciones, como la barrera que mencioné, ya no puede ser detenida.

Extendiendo ambos brazos hacia adelante, finalmente sentí en mis palmas la suave textura de la tela de este imponente muro blanquecino, la sensación al tacto fue una curiosa, la tela de la ropa a este tamaño se siente bastante distinta, pero el sentimiento que me recorrió al hacerlo fue desbordante, aunque fuera un simple y mínimo contacto con su piel, se sintió como la concepción de nuestra unión definitivamente y de una vez por todas, amor y lujuria juntos, las dos emociones humanas probablemente más fuertes de todas, se apoderaron de mi mente y mi cuerpo. Perdiendo mi tren de pensamiento lógico, dejé que mis sentidos se apoderaran de la situación para mejor.

Llené mis manos de esa inquebrantable sensación, volviendo mi agarre cada vez más fuerte y en mayores cantidades hasta el punto de tener ambas manos llenas de la materia suave. Momentos después dejé mis manos solas en algún lugar distante de mi cerebro y di un par de pasos, extendiendo mis brazos en un intento de abrazar la enorme y suave muralla que no era más que una fracción de la lencería de Mónica. Hundiendo mi rostro, mi torso y cada rincón de mi cuerpo pude sentir algo que no tuve la oportunidad de experimentar la vez que fuimos interrumpidos.

A este tamaño es obvio que cada uno de mis sentidos se ven expuestos a un incremento perceptivo exponencial, motivo por el cual anteriormente sentí un curioso olor que nunca había sido registrado en mis fosas nasales… parcialmente. El olor del sudor de Mónica, aunque es cierto que todos sudamos, el olor de ESTE sudor es sin duda distinto, sin embargo ella no desprende un aroma desagradable, al contrario, la mezcla de su perfume con el leve olor a sudor y las feromonas que una chica de su edad, se vuelven en una fragancia perfectamente armoniosa que hizo a mi mente perderse aún más en sus hechizos femeniles, desconozco si ella manipuló su propio olor, pero en cualquier caso no puedo dejar de sentirme arrastrado.

Repentinamente una tremenda presión me atacó desde atrás, empujándome contra la pared de tela y haciendo que me enterrara en ese gran lienzo blanco.

—¿Te gusta?

Al escuchar eso, deduje que ella me había empujado con su dedo para adentrarme más sin la necesidad de quitarse sus bragas.

—Yo no puedo hablar de todas maneras… —Asumiendo que ella podía escucharme, dejé esas palabras volar por mi mente en caso de que ella pudiera oírlas.

—Jeje, viendo tu estado mental actual, puedo decir que estás absolutamente embelesado con mis encantos femeninos, pero eso es algo obvio, al fin y al cabo con tu tamaño actual, tu proximidad a mi zona erógena y el incremento que ejercí en la efectividad de mis feromonas sexuales, diría que incluso me impresiona que hayas resistido tanto.

—¿H-hiciste qué…?

Esa fue una historia totalmente nueva, si hubiera tenido conocimientos de esos factores con anterioridad probablemente hubiera tomado un curso de acción distinto, pero… ahora mismo es imposible para mí molestarme con ella por omitir algo de tal importancia, quizás en otro momento… no puedo sentirme más que perdido en Mónica, sin importarme lo que me haga, sólo quiero que me haga suyo.

En toda la parte frontal de mi cuerpo que estaba en contacto con sus bragas, pude empezar a sentir humedad, un olor incluso más excitante que antes empezó a invadir mi nariz y mi mente, interrumpiendo mucho más agresivamente mi tren de pensamiento. La humedad empezó por hacerse presente en las bragas, pero poco a poco fue anegando el nulo espacio entre la tela y yo con una sustancia pegajosa, calando en mi cabello, impregnando mi ropa y entrando por mi nariz, boca y ojos, ejercí fuerza para cerrar los ojos y no pude hacer nada al respecto de mi nariz, pero al recibir el indecente liquido en mi boca lo saboree accidentalmente, al degustarlo no pude evitar seguir recibiendo más de él e incluso buscarlo con mi lengua para seguir degustando el extraño pero lujurioso sabor de aquella sustancia babosa con olor e increíblemente excitante.

—S-sólo espera que vaya hacia arriba d-desde aquí… rayos… hacer que me mojara apenas empezamos… tu sex appeal debe ser realmente poderoso, incluso a esa escala… ngh.

Ignorando totalmente las palabras que escuché ahogadas a la lejanía debido a mi situación actual, percibí un aumento progresivo en la presión de su dedo a mi espalda, haciendo que cada vez más la cantidad de líquido sobre mi fuera mayor y el oxígeno más difícil de adquirir, pero cuando estuve a punto de empezar a sentirme mareado…

Caí de espalda sobre la superficie acolchonada de la cama, rebotando un par de veces hasta detenerme por completo. Arriba de mí pude observar la cara bastante sonrojada de Mónica viéndome desde los cielos.

—Esto será rápido… no te asustes.

No pude entender las implicaciones directas de sus palabras pero a este punto ya no podía retroceder, si quiera asustarme por algo que me dijera en el campo de batalla.

Su colosal figura se alzó un par de metros, ella se acercó hasta posicionar el sitio de sus bragas tras el cual debería estar su zona más sensible justo sobre mí. Entonces descendiendo lentamente, colocó todo su peso en mi reducido cuerpo. Casi listo para gritar del dolor, me percaté de la ausencia de la negativa sensación.

—N-no te preocupes… hice tu cuerpo m-más resistente y… reduje tu percepción del dolor… así que e-estarás bien…

Esta vez la voz sonó en mi cabeza, aun así los tartamudeos “nerviosos” no se fueron.

A pesar de que mi cuerpo se volvió más resistente según ella y no pude sentir ninguna clase de dolor, lo que sí pude percibir fue la tremenda presión de toda su zona púbica y su torso, brazos y cabeza en general, sin embargo esta presión no se sintió desagradable, al contrario, fue excitante sentir el coctel de olores y líquidos sexuales siendo desprendidos desde la vagina de Mónica en un arrullo de deseo y amor de ella para mí que debo ser capaz de poder recibir en su totalidad y retribuir de cualquier manera.

En mis pantalones la energía (y sangre) se empezó a acumular pero ni lo más fuerte de mis ganas ni las ansias de mi miembro fueron suficientes para alzarse bajo un amasijo carnal de deseo y amor absolutamente aplastantes.

Repentinamente la presión no sólo se dobló, diría el valor de intensificación fue de unas tres o cuatro veces más.

—A-ah…

Mónica empezó a forzar su cintura contra el colchón, seguidamente, la ya bastante grande fuente de líquido empezó a aumentar, bañándome junto a el colchón, desconozco la sensación que debe experimentar al tener a su novio, la persona en la que su interés amoroso está centrado, tocando la fracción más privada de su cuerpo, separados únicamente por una delgada capa de tela blanca que de por sí ya es vergonzosa de exponer cuando soy de un centímetro de altura, cosa que ha sido su fetiche por la mayor parte de su vida. Lo que sé con certeza es que para que ella esté diluviando este jugo viscoso sobre mí debe ser algo cercano a la mejor sensación del mundo.

Después de aproximados dos minutos, la fuerza ejercida sobre mi desapareció y la luz suave de la habitación impactó en mis ojos, el aire fresco inundó mis pulmones y el rostro de Mónica entró a mi visión, desde una perspectiva muy cercana, ella tenía su cara a pocos centímetros (sus centímetros) de mí.

—Veo que… esta parte de aquí ha despertado, ¿No es así? —Ella habló en un tono muy bajo y sensual.

La chica cuyo pelo cayó desde su cabeza hasta mi superficie de reposo a ambos lados de mí, acercó su meñique, tocando mi entrepierna con el enorme dígito. La sensación que acompañó a eso fue indescriptible, una oleada de corriente corrió desde mi pelvis por toda mi columna vertebral, haciendo que me irguiera instantáneamente.

—¿Oh? ¿Te gusta que haga eso? —Dijo aun en contacto con mi mitad inferior.

Para la diferencia de su tamaño, fue imposible que ella sólo tocara el punto designado, por lo que terminó con parte de su dedo sobre la mitad inferior de mi estómago.

—¿C-cómo quieres que no me guste…?

Al hablar me percaté de lo femenina y ridícula que sonó mi voz, dándome cuenta de esto, reuní toda la fuerza en mis brazos para cubrir mi boca con ambas manos.

—Que… que lindo…

Una sensación atacó mi pelvis, diciéndome que estaba empezando a llegar a mi límite, por lo que esa parte empezó a temblar.

—Veo que… ciertamente eres rápido… —Ella quitó su meñique de mí.

Cuando dijo esas ásperas palabras en un tono tan dulce, sentí que mi sangre dejó mi rostro e incluso mi miembro, las manos que cubrían mi boca hace un momento ahora estaban cubriendo lo más que podían de mi rostro, encogí las piernas en total vergüenza, la previa somnolencia que dominaba mi cuerpo se transformó en pena y pueriles ganas de llorar.

—Lo… siento.

—Oye… —Su voz sonó incluso más suave y protectora que antes—. No digas que lo sientes de esa manera… me haces sentir mal.

—Es que… lo arruiné… ¿No es así?

—…

Esperando una respuesta, recibí en su lugar un silencio incomodo que me hizo sentirme incluso más avergonzado, cuando me sentí listo para llorar como el idiota que soy, una fuerza móvil me impactó desde lo pies, pasando por mi cintura, subiendo por mi torso y terminando al pasar de largo por mi cabeza. La lengua de Mónica quitó mis manos de mi cara y sumergió mi cuerpo entero en su baba algo espesa, al intentar abrir la boca y los ojos estos se llenaron de la saliva, no pude quitarla de mi cara porque mis manos también estaban totalmente llenas… ¿Ella acaba de lamerme como una vaca?

—Quédate callado y no digas otra tontería, ¿Está bien?

Débilmente y aun hundido en la sustancia de la boca de mi novia, asentí con la cabeza.

—¿Tú en serio crees que no sabía que eras rápido? No me malinterpretes, digo, es lógico, al menos en parte. Nunca has tenido novia antes ¿No? ¿Cuántas veces se masturba un chico de tu edad que está ocupado con la escuela en Japón y tiene tiempo para salir con sus amigos y leer? Digo, creo que no es nada de lo que avergonzarse y menos de lo que disculparse, no creas que estamos en una película pornográfica y puedes durar dos horas recibiendo un oral, aunque bueno, podría manipular tu estamina, ¡Pero ese no es el punto! ¡No arruinaste nada!

En silencio, pude sentir el calor y la sangre acumulándose en mis mejillas, abrí mis ojos a pesar de la terrible sensación de la baba entrando en ellos para clavar mi mirada en su hermoso rostro distorsionado por el líquido que mezclando palabras sucias con un dialogo motivacional, derritieron mi corazón.

—Ah lo siento, arreglaré eso.

Un momento después, la baba de mi rostro desapareció y pude verla claramente observándome, alto en el cielo.

—¿No estás molesta…?

—¿Por qué debería estarlo? Demonios, ¿Acaso esos sitios web te hicieron creer que tu pareja te odiaría por ser rápido cuando nunca en tu vida has tenido intimidad con alguien?

Aparté la vista, es desagradable sentirse leído tan fácilmente.

—Esta sociedad está mal… —Suspirando y bañándome de su cálido aliento, ella continuó—. Danny, no me interesa, eventualmente te desarrollarás en ese aspecto.

—P-pero ya soy bastante mayor… a estas alturas ya debería… ¡Además! ¡¿Y si no mejoro ni con el tiempo?! Y-yo he escuchado casos así…

—Tú olvidas que eres el juguet… ejem, el novio de una chica que puede eliminar y reconstruir la existencia misma con un chasquido de dedos, ¿Verdad? ¿Crees que problemas tan insignificantes como esos van a hacer que deje de amarte o interesarme en ti? En última instancia, si dos años después sigues siendo igual de rápido yo te utilizaré en contra de tu voluntad, jajajajaja —forzando una “risa malévola” que sonó más a la de un gatito, ella intentó animarme—. No me malinterpretes… no creo que tus sentimientos sean insignificantes, sólo… tú sabes, es parte de mi rol.

Cada día siento que me enamoro infinitamente más de ella.

—Te amo…

Fue lo único que pude decir en ese estado de encanto emocional y hormonal, a consecuencia de mis palabras, sus mejillas se enrojecieron un poco.

—B-bien… terminemos con esto.

Mi alrededor se desvaneció por un momento, al retomar mis sentidos, sentí mi cara y mi pecho presionados contra una almohadilla húmeda, todo mi cuerpo ahora se encontraba desnudo y se vio envuelto en una extraña humedad y un calor adormecedores.

Chuuuu~

Con ese sonido, una extraña fuerza fue ejercida desde mi cintura hasta mis pies, esa sensación apenas me permitió permanecer en pie mentalmente.

—Qu…

Entonces me di cuenta, la almohadilla que está presionada contra mi cara no es más ni menos que su labio superior, pude percatarme de ello al saborearla con mi propia lengua, la mezcla del labial con su saliva era un sabor que permanecía fresco en mi memoria. Ella está succionando mi…

—¿Qué se siente? Es un felación a cuerpo completo, nada más de imaginarme el éxtasis que experimentas por una simple succión de mis labios hace que incluso yo me emocione un poco… jeje… y vaya, es tan fácil como chupar suavemente~

Mónica siguió hablando directo a mi mente, pero mi cerebro dejó de registrar cualquier sensación que no fuera la que ella ejerció sobre mí cuando volvió a succionar la mitad inferior de mi cuerpo, casi derrotado, sentí que el más mínimo incentivo podría hacerme explotar.

Uno más y estarás listo, disfrútalo~

Imaginarme la posición en la que se encuentra, dándome tanto placer con una acción tan trivial e insignificante, nubló incluso más mis pensamientos, dándome cuenta de que cosas así pueden excitarme, creo que descubrí un lado oculto de mí, al parecer Mónica tenía razón cuando dijo que mi fetiche pudiera estar relacionado al suyo.

Una fuerza que vino sin avisar se llevó mi mente y mi alma, mi cordura y mi interior. Percibiendo la inmensa fuerza de la succión de la pequeña boca de mi amiga de años, ahora mi omnipotente novia, no pude resistirme aun intentando con todas mis fuerzas por lo que decidí dejarme ir, entonces llegué a mi clímax.

—Mmm… un sabor curioso, aunque fue una dosis bastante pequeña debido a tu tamaño así que apenas pude saborearlo —un bulto bajó por su garganta al tragar.

Mis sentidos empezaron a recuperarse mientras estoy acostado en la suave piel de la chica en ropa interior sentada en su cama con mi uniforme seco de vuelta.

—Espero que lo hayas disfrutado, hmhmhmhm.

—T-te aseguro que es lo mejor que he experimentado en mi vida…

—Me alegro, entonces creo que ambos tenemos una meta en común ahora.

—¿Eh…?

Al abrir los ojos mi vista se sintió un poco borrosa por un momento, pero en cuestión de segundos recuperó la claridad.

—Debes estar cansado, es hora de dormir.

—¿Dormir? Pero… ahora me toca a mí complacerte a ti…

—Awwww… Danny, eso fue tan tierno y considerado de tu parte… no te preocupes por eso, estoy bien, te dije que iríamos poco a poco, así que dejémoslo aquí por hoy.

—Pero… ¡Pero no es justo para ti!

—Oye —ella bajó su tono aún más que antes y lo llenó de dulzura—. De veras me siento bien, lo que hiciste ahí abajo fue más que suficiente por ahora, luego iremos más profundo… literalmente, iras más profundo.

Un cúmulo de saliva se formó en mi boca, tragué antes de darme cuenta saboreando los remanentes de saliva y labial ajenos al propio contenido de mi boca.

—Tengo que prepararte poco a poco, además, te preocupaba que no te pudieras detener una vez empezaras, ¿No es así? Pensaste que yo estaría ahí para pararte si te salías de control.

—Escuchaste eso… eh.

—Lo acepto, serviré como tu freno, ahora vayamos a dormir, te prometo que luego podrás complacerme… —Mónica dio una pausa reflexiva—. No, te obligaré a hacerlo tanto que terminarás el día con la lengua colgando por el cansancio.

—Eso es un poco exagerado…

—Jajajajaja, es broma… en parte.

—¿Estás segura entonces?

—Mmm… si quieres recompensarme tanto, dame un beso.

Mónica acercó la palma en la que me encuentro a sus labios, levantándome, me acerqué a las almohadillas que drenaron mi pensamiento racional hace unos minutos y planté el beso más enérgico y sonoro que pude en ellas, sin embargo no se movieron ni un centímetro, permanecieron quietos todo el tiempo.

—Ahora me siento tremendamente feliz, gracias, Danny —alejándome de sus labios, ella sonrió.

—No es justo que seas tan hermosa…

—¿Qué fue eso? Tú todavía deberías estar en modo sabio…

—¡Oye! ¡El deseo sexual y el amor son dos cosas distintas!

—Lo sé, sólo bromeo contigo, ahora te llevaré a tu cama.

Ella movió su mano suavemente una vez más acercándola a su rostro, pero esta vez bajó.

—¿Mi cama?

—Sí, dormirás de ese tamaño.

Mi suelo empezó a inclinarse, haciéndome resbalar, ella estaba alzando un lado de su mano para hacerme caer.

—¡Ey! ¡Detente!

Cuando dije eso, no pude seguir sosteniéndome y caí.

—¡Aaaaaahhh!

La caída libre produjo un vacío terriblemente desagradable en mi estómago el cual no duró demasiado tiempo.

Al aterrizar en una especie de camilla elástica, reboté un par de veces, esta era una algo inclinada por lo que empecé a resbalarme, intenté agarrarme de ella pero la superficie era tan suave y estaba húmeda por lo que fui incapaz de mantenerme por mucho tiempo, si no me equivoco, suave, debajo de su rostro, un material apto para rebotar y en el que me estoy resbalando…

Oh no…

—¿Te gustan los pechos grandes? Este es tu día de suerte, los pechos más grandes del mundo exclusivamente para que duermas en ellos.

Resbalándome en la superficie de su pecho derecho, fui arrastrado al escote de Mónica, siendo apretado entre ambos pechos.

—No te preocupes por asfixiarte ni nada, lo ajusté todo para ti, puede que estén un poco húmedos por mi sudor, pero eso no es algo desagradable para ti, ¿Verdad?

Efectivamente… se sintió como estar rodeado de la cama más suave y esponjosa del mundo, la fuerza abusiva que era ejercida desde todas las direcciones no se sintió desagradable, de hecho, volvieron mi estado de alerta en uno de somnolencia. Mis ojos empezaron a luchar por mantenerse abiertos.

Mónica se dejó caer en su cama con la cabeza sobre la almohada, esto provocó que sus pechos rebotaran con gran ímpetu, pero a pesar de ser algo potencialmente peligroso para alguien de mi tamaño, se sintió como un gran masaje.

—Buenas noches… mi amor.

Ni siquiera me sentí con la fuerza suficiente para formar las palabras de respuesta, en su lugar, respondí con mi mente, cerrando mis ojos y cesando mi proceso de pensamiento.

Buenas noches… Mónica.

Dejándome llevar por el mundo onírico, todo se oscureció y el mejor día de mi vida llegó a su fin.

Chapter End Notes:

 

Onigiris: Bolas de arroz rellenas de diversos ingredientes con una servilleta de algas.

Pueden contactarme vía discord bajo el nombre de Exosaur#7911 y también seguirme en twitter como @ExosaurX donde haré una publicación cada vez que suba un capítulo nuevo para que no se lo pierdan. Si gustan, ¡No olviden dejar una reseña/review!

 

You must login (register) to review.