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Author's Chapter Notes:

 

Aviso, este capítulo no tiene absolutamente nada de contenido GTS; simplemente esta vez me sentí más como hacer un capítulo puramente de interacciones normales de pareja entre Danny y Mónica.

También, último capítulo del año, me esforcé para tener un capítulo extra largo para hoy, seguro que lo siguiente que verán será algo de HIH:LCSD, ¡Feliz año nuevo!

Tipo de capítulo: -Historia-

 


 

Al quedarme solo en el baño, tuve tiempo para limpiar el desastre que esa chica hizo sobre mí, cuando le dije que me ayudara con eso, ella simplemente me dio una de esas estúpidas risas con su lengua afuera y corrió afuera del baño. Sinceramente… por lo que decidí encargarme rápido del desastre de su saliva sobre mí.

Tomando la ropa que dejé previamente en una de las cestas en la entrada al baño, me vestí y salí con un aire refrescante.

—¿Eh? ¿Estás ahí?

Sintiendo que Mónica estaba cerca, miré hacia los lados buscándola para encontrarme solo en medio del pasillo que daba hacia la puerta principal… ¿Pero por qué tuve esa sensación?

—Ah, con que eso era… —Colocando la mano derecha sobre mi cabello, lo estrujé un poco y luego la llevé a mi nariz, aspirando el aroma que la impregnó.

Claro, gracias al hecho de que usé el mismo champú que usa ella, inconscientemente pensé que ella estaría cerca cuando percibí el olor de mi propio cabello… definitivamente soy un idiota.

—De cualquier manera… tengo que ordenar las cosas que traje en la habitación de invitados y centrarme en estudiar, tenemos examen mañana… —Monologué un poco acerca de mi lista de cosas por hacer mientras subía las escaleras, casi sin darme cuenta—. Hmm… debería dejar de pensar en voz alta tan a menudo.

¿Debería?

Pasando frente a la puerta de la habitación de Mónica, le di un vistazo antes de seguir mi camino hacia mi propia habitación… ella debe estar estudiando del otro lado, mejor no la molesto por ahora.

***

El cuarto de invitados era similar en cuestión de espacio al de Mónica, no era una habitación tan grande como la mía pero seguía teniendo esa atmosfera acogedora, en vez de predominar el color rosa y un suave olor a su propietaria y su cabello en la cama, era un simple olor a limpio que no hartaba pero tampoco era nada especial. Supongo que si no huele a viejo y las cosas no están visiblemente recubiertas de polvo es porque lo limpia habitualmente… ¿Lo haría usando sus poderes o a mano?

De cualquier manera, organicé todo en su lugar y me dispuse a estudiar luego de colocar los libros y cuadernos que utilizaría sobre el escritorio al lado de la cama con una lámpara y frente a una pequeña ventana cubierta por una cortina gris no muy gruesa.

Una hora después de haber empezado con mi tarea de matemáticas sin embargo, empecé a tener problemas con algunos términos y operaciones que no llegué a dominar bien en clases… sin mencionar que también tengo que estudiar para un examen de historia que tenemos mañana…

—¡Aaaaah! —Estrujando mi cabello con ambas manos un poco estresado, alcé la vista hacia el techo—. ¿¡Cómo se supone que resuelva esto!?

—Mm… ¿Todavía vas por aquí?

—¡Sí- AAH!

Cuando abrí los ojos aun viendo hacia arriba y me encontré con la cara de Mónica sobre mi cabeza, me sobresalté y me visualicé cayendo hacia atrás… pero antes de que pudiera caer junto a la silla, Mónica la sostuvo por el espaldar.

—Eso estuvo cerca… ¿Necesitas ayuda con algo? —Ella caminó a mi lado hasta posicionarse al lado opuesto en el que está la cama, flexionándose para ver mi cuaderno sin necesidad de sentarse.

Fue aquí que me di cuenta de la desvergonzada vestimenta de la chica… o mejor dicho, una de las dos únicas prendas que llevaba encima.

—Hmm… ya creo que sé por qué te atascaste aquí, muy bien, déjame explicártelo.

Una simple franela gris clara bastante holgada… junto a sus bragas.

Cuando la chica se flexionó a mi lado, fue cuestión de que el lado pervertido de mi mente guiara mi vista periférica y posteriormente, mi visión, sutilmente hacia los pechos colgantes de la chica que se podían ver con claridad gracias a la gran apertura del cuello de la franela.

—…más… y esto aquí… despe…

Siendo sincero, no le presté atención a nada de lo que estaba diciendo, su voz llegaba a mí simplemente como un distante eco que se perdía en algún punto de mis orejas enrojecidas.

—Entonces queda así… —Al apartar la vista del cuaderno por mi sospechoso silencio, ella se percató de en dónde exactamente estaba mi atención—. ¡¡Kyyaaaa!! —Saltando hacia atrás, ella colocó ambos brazos cubriendo su pecho y me vio con su rostro sonrojado.

Al ver su reacción, sacudí mi cabeza brevemente y salí de esa estúpida hipnosis, volviendo a mis sentidos.

—Muy bien… ya actué como tu típica chica de preparatoria de comedia romántica promedio —apartando los brazos de sus pechos, ella colocó una mano en su cintura—. Ahora, ¿Puedes prestar atención a lo que te estoy explicando?

—A-aah… —Me avergoncé un poco, pero nada que ver con una vergüenza sexual, sino una genuina vergüenza que me recorrió el cuerpo cuando me di cuenta de lo grosero que fui, bajando la cabeza—. L-lo siento…

Suspirando, Mónica abandonó su previo tono un poco molesto y lo reemplazó por uno más tranquilo.

—Eres un chico después de todo y prácticamente estaba restregando mis pechos en tu rostro… por lo que no tiene sentido que me moleste. En su lugar… —Un chasquido proveniente de la mano que no tenía en su cintura hizo aparecer sobre su torso una sudadera con capucha, tan rosada como su cabello, que llegaba un poco más abajo de su cadera, cubriendo sus bragas—. ¿Así está mejor?

Asentí rápidamente, queriendo olvidar la tontería que acababa de pasar para concentrarme en estudiar nuevamente.

—Genial, lo tomaré en cuenta de ahora en adelante… lo que pasa es que como he vivido sola la mayor parte de mi vida, estoy acostumbrada a usar ropa holgada y muy reveladora… simplemente porque es cómoda —colocó su mano sosteniendo su barbilla antes de continuar—. Pero tengo que tomarte en consideración ahora que vives conmigo.

—No te preocupes demasiado por eso… creo que si lo sigues haciendo, eventualmente me acostumbraré a verte así sin embobarme de esa manera…

No quise que ella viera el hecho de que vivía conmigo como un estorbo o algo por el estilo, así que traté de restarle importancia al asunto.

—¿O es sólo que quieres seguir explorando mi cuerpo semidesnudo con tus lascivos ojos?

—¡Cl-claro que no!

—¡Jajajaja! Estoy bromeando, ¡Broma!

—Tú…

—Pero no te preocupes, si lo que crees es que es una molestia para mí, entonces no tienes nada de lo que preocuparte.

Oh, ¿Ella vio a través de mí?

—Cuando vives con una persona no puedes seguir teniendo las mismas costumbres que tienes cuando vives solo… tampoco es que debas cambiar tu forma de ser ciento ochenta grados… ¡Pero cambiar pequeñas cosas que puedan hacer la vida de ambos más llevaderas es completamente aceptable y necesario! —Ella hizo una pequeña pausa para sonreírme—. En mi caso, llevar esto —la chica con piernas y pies desnudos tomó un poco del nylon de la sudadera entre su dedo índice y pulgar—. ¡No es nada tan difícil!

—Bueno… creo que tienes razón…

Sí, en verdad agradecería que no caminara prácticamente desnuda por toda la casa, digo, en una parte lo agradecería, pero en momentos como estos en los que necesito concentrarme… se me haría sencillamente imposible.

—Muy bien, antes de retomar nuestra sesión de estudio ¿Qué te parece unos bocadillos de los que compramos?

Asintiendo un par de veces a su propuesta, agradecí el descanso después de una hora de estudio sin cesar.

—Entonces dame un momento, ya vuelvo~

Mónica dio unos pasos rápidos hacia la puerta, abriéndola y saliendo de la habitación sin cerrar la puerta completamente, dejando una pequeña hendija que daba hacia afuera.

Cuando ella se alejó, no pude evitar darle un vistazo a sus pies antes de que saliera de la habitación… a lo que me respondí a mí mismo sacudiendo la cabeza y palmeando los costados de mi cabeza con ambas manos.

¡Danny, contrólate! —Susurré.

De ninguna manera le quitaré más comodidad a Mónica en su propia casa obligándola a cubrir sus pies… espera… ¿D-desde cuándo me volví un fetichista activo de pies? Supongo que nuestro juego en la escuela hoy despertó algo en mí...

***

Al cabo de un par de minutos, Mónica volvió con un par de tazas, una en cada mano y una bolsa de frituras sobresaliendo del cuello de su sudadera con el cierre hasta arriba del todo… como si fuera una mamá canguro llevando a su pequeño hijo “bolsa de frituras” en su bolsa. Pude ver humo saliendo de ambas tazas desde mi posición sin siquiera levantarme.

—Aquí tienes —ella extendió su mano izquierda con una taza negra simple hacia mí.

—Gracias —al tomar la taza y ver su contenido, tanto un calor agradable como un olor dulce llegó a mi nariz, el cual aspiré profundamente.

Chocolate caliente…

Claro, a pesar de que no estamos en otoño o invierno, Mónica tiene un… ¿Curioso? Gusto por los ambientes fríos, por lo que la casa generalmente estaba fría gracias a un potente aire acondicionado central, aunque yo apagara el aire acondicionado de mi habitación, todavía algo de frío llegaría desde afuera. Nunca le he preguntado por qué le gusta tanto el frío… aunque soy de esas personas que prefiere estar en lugares frescos con tendencia a frío en lugar de ambientes calurosos, ¡Odio sudar! Por lo que no me molesta para nada la temperatura de su casa. ¿Quizás a ella tampoco le guste sudar? Al final, técnicamente teníamos un clima aquí adentro diferente al de afuera.

Después de dejar su propia taza en mi escritorio, ella dejó caer todo el peso de su trasero en mi cama, haciendo sonar los resortes del colchón un poco.

—Aaah, excelente…

—¿Puedo pregu-

—¡Noooo! ¡Olvidé el tazón para las frituras abajo!

Su exclamación interrumpió la pregunta que estaba a punto de hacerle… esta chica…

—No importa —dejé escapar un suspiro—. Yo iré a buscarlo —apartando mi vista de ella, reuní fuerza en mis piernas para levantarme de pequeña silla de madera pintada de blanco.

—Ni te molestes.

—¿Eh? —Al girar mi cabeza para verla de nuevo, ella había bajado el cierre de su sudadera lo suficiente para sacar la bolsa… sólo para percatarme de un tazón de vidrio a su lado, reposando tranquilamente sobre la superficie suave de la cama—. ¿No lo habías olvidado abajo?

—Claro, pero… —Al sacar la bolsa, ella volvió a subir el cierre de su sudadera rosada.

El sonido del aire escapando de la bolsa precedió a numerosos impactos ligeros contra una superficie de vidrio, en otras palabras, el contenido de la bolsa cayendo dentro del tazón.

—Lo hice aparecer aquí, es más fácil que bajar a buscarlo —cuando la bolsa de plástico quedo vacía, ella la arrugó, haciéndola una bolita y la lanzó hacia una papelera vacía al lado opuesto del escritorio y encestando.

Oh, ahora que lo recuerdo… ella mencionó que usaba sus poderes para cosas cotidianas y sin importancia como estas.

Mónica tomó el tazón y lo extendió hacia mí.

—Por cierto… —Mientras yo tomé un puñado del contenido del recipiente transparente, ella comenzó a hablar—. ¿Crees que tengas alguna costumbre que deberías limitar o minimizar para vivir conmigo?

—Mmm… —Cuando estaba a punto de llevar el puñado de aperitivos amarillos a mi boca, me detuve para no hablar con la boca llena—. No estoy tan acostumbrado a vivir solo como tú, así que no he creado costumbres en base a eso más allá de llevarme la llave y cerrar cuando salgo o comprar comida para cocinar… o cocinar en casa. Así que si tuviera que decir algo… —De una vez, llevé todo el contenido de mi mano y lo metí en mi boca, empezando a masticar y degustando el adictivo sabor a queso que sólo te hace querer tomar otro puñado más y tragarlo.

El sabor artificial que incluye químicos, colorantes y muchas calorías llenó mi boca, haciéndome difícil el saborearlo y masticarlo correctamente en lugar de tragarlo de una vez.

Cuando me di cuenta que la única costumbre que surgió en mi mente era algo que no debería decir en voz alta, dejé de masticar por un momento y ladee los ojos antes de tragar.

—N-no creo que te-

—¿Masturbarte con la puerta de tu habitación abierta~?

—¡OYE!

No pude evitar ahogarme con mi propia saliva cuando prácticamente me leyó la mente con tanta facilidad.

—¿Acerté?

—¡D-de cualquier manera!

—Claro, no tiene mucho sentido pensar en eso ahora que vives con tu novia, ¿No?

No… eso no estaba bien, la amenazante mirada lasciva con un brillo de iris carmesí me dijo que saltaría sobre mí en cualquier momento si me descuidaba por lo menos un segundo, siquiera ir más allá con algo como “masturbarme con la puerta abierta”

Tomé la taza de chocolate caliente del escritorio y le di uno… dos… tres tragos abundantes que dejaron menos de la mitad del líquido dulce y caliente cuyo sabor dulce (más no empalagoso) se extendía por el interior de mi boca, barriendo la sal de las frituras camino abajo por mi garganta.

—Vamos Danny~ —ella me dio una sonrisa pícara—. No seas tan virgen… sólo estoy bromeando contigo.

—Es extraño… —Coloqué la taza negra sobre el escritorio con un golpe no muy fuerte pero lo suficientemente contundente como para que fuera sonoro—. Que tú, de entre todas las personas, me digas eso.

Claro, es absurdo… y algo hiriente que mi novia me llame “virgen”.

—¿Sabes? Yo considero la virginidad… más un estado mental, una forma de pensar, que el hecho de no haber penetrado a una chica, al menos en tu caso... y tú a todas luces ¡Acabas de actuar como un completo virgen!

Eso dolió.

—A parte de eso… —Llevando un puñado de frituras a su boca, ella cerró la apertura entre sus labios.

Mientras que me permitía ver los movimientos de sus mejillas y su mandíbula mientras masticaba y movía su lengua de un lado a otro, ella subió las piernas y sus pies que habían estado descansando previamente en el suelo, ahora encontrándose sobre la cama, alineados con sus brazos. Casi como tentando al demonio que hay dentro de mí, ella acercó su mano derecha a su entrepierna y levantó el borde de su sudadera cual falda siendo movida a un lado… mostrando sus bragas de rayado horizontal blanco y rosado a mí.

—Que yo recuerde… no has llegado a este lugar del tamaño del que eres ahora… —Su voz previamente burlona se tornó en una increíblemente sexy.

Repentinamente la temperatura de la habitación subió de golpe, ¿Ella la manipuló o es cosa mía?

Cuando vi el diseño rayado de sus bragas que nunca antes había visto en ella en conjunto a sus ojos glamorosos y una voz tan adulta y sensual como pueda sonar, una parte de mi cerebro bajo de mi cabeza… a un lugar entre mis piernas. Intenté impedir la acumulación de sangre ahí abajo apretando las piernas una contra otra, pero todo hombre sabe que una vez que el impulso ha sido enviado a ese sitio específico, no hay poder humano que lo haga retroceder (excepto el agua fría.)

Dándome cuenta que me había perdido en las bragas de esta chica, alcé la vista sólo para encontrarme con el cierre de su sudadera bajado y sus brazos apretando sus pechos y juntándolos, formando un gran bulto a través de la delgada y holgada franela.

—Sabes… traje algo interesante a parte de esa bolsa y el chocolate… ¿Quieres comprobarlo? —Sus ojos de un brillo peligroso bajaron, indicándome que bajara la vista.

Sobresaliendo del cuello de su franela había algo marrón, un pequeño palito marrón de punta amarilla. No puede… ¿Es eso…?

—¿Quieres jugar al juego del pocky?

La temperatura en la habitación de invitados volvió a subir.

En el silencio de este pequeño cuarto, sólo el sonido de nuestras respiraciones y un bulto de saliva que bajó por mi garganta cuando tragué, sintiendo la garganta seca, fueron escuchados.

Antes de que yo pudiera hablar o decir algo que estuviera fuera de los límites de mi impulso sexual para defenderme, ella tomó la punta del pocky y lo sacó de su abundante busto.

Con su otro brazo, Mónica tomó su propia taza de chocolate y le dio un sorbo rápido, dejándola velozmente donde estaba otra vez.

Sin perder demasiado tiempo para darle tiempo a mi mente de recuperarse del ataque psicológico, ella llevó la punta del pocky a su boca y apartó sus labios ahora húmedos de chocolate lo mínimamente necesario para ponerlo entre ellos, antes de volverlos a juntar y dejar el palito de chocolate erguido, saliendo de su boca.

Esta chica… ¡Esta chica me tiene en la palma de su mano!

Sólo su mirada provocándome fue suficiente para hacer que mi corazón se acelerara. Mientras yo intentaba bajar mi pulso pensando en cosas puras como abrazos, olor a flores o gatitos, ella bajó las piernas de la cama y acercó su rostro peligrosamente a mí, dejando el otro extremo del pocky a escasos milímetros de mis labios.

Sin dilación y completamente hechizado por los encantos de la mujer de cabello rosado, abrí lentamente mis labios y dejé que el palito se ubicara entre ellos antes de cerrarlos otra vez.

En el momento en que mordí el otro extremo del pocky con mis labios, Mónica cerró sus ojos, dándome un poco de tranquilidad.

Ahora que la veo tan de cerca… sus labios humedecidos brillan al reflejo de la luz… ¡Brillan mucho!

Su nariz tiene una forma perfecta con respecto a su cara, no es ni mínimamente más grande o pequeña de lo que debería ser.

Sus pestañas, sus cejas… son ideales…

Mientras apreciaba todos estos detalles del escultural rostro de la chica que tengo el honor de poder llamar mi novia, me fijé en como sus labios empezaron a ganar parte del pocky, también de un sutil sonido “crack”

¡E-ELLA ESTÁ MORDIENDOLO!

A cada “crack” el palito se volvía más corto, yo sólo me quedé ahí, observando como su rostro se acercaba cada vez más y más, sin siquiera darle un minúsculo mordisco.

Aun así… ¿Por qué sigo siendo tan patético? Como si el tiempo se hubiera detenido en mis pensamientos, un montón de ideas pasaron por mi cabeza… ¿Por qué soy tan idiota? Se supone que estamos saliendo, hemos hecho muchísimas cosas desvergonzadas, ella incluso me ha tenido a bordo de sus dedos mientras se auto-complacía.

Entonces ¿¡Por qué demonios sigo siendo tan estúpido e infantil!? ¡Después de todo, Mónica tiene toda la razón! ¡Yo soy un completo virgen aún!

Mónica es la chica más hermosa que existe en este mundo, de eso estoy seguro… y aun más seguro estoy de que es el humano… no, ¡El ser vivo más poderoso que existe en todo el universo!

Alguien como ella decidió decirme que me amaba y salir conmigo, alguien como ella decidió estar con alguien común y corriente como yo, ¡¿Qué tiene eso de malo?!

¿Avergonzarme? ¿Ser un completo virgen en su presencia? ¿¡Qué estúpido sentido tiene eso!? Si sigo actuando de esta manera tan infantil… ¡Ella va a cansarse de mí!

¡Esto es ridículo!

Yo amo a Mónica… la amo tanto que mi pecho duele cada vez que pienso en lo afortunado que soy de tener a alguien tan buena y cálida como ella en mi vida, ¡Casi siento que podría estallar de la felicidad! Alguien que no me juzga aún después de que todas esas personas en el pasado me rechazaron e hicieron mi vida imposible… alguien que confío sus lágrimas y sus sentimientos más profundos a mí.

¿Qué es Mónica para mí? Ella… ella definitivamente es…

¡Yo te entregué mi vida para que la tengas junto a tu colgante ondeando perpetuamente sobre tu escote! ¿¡Qué tiene eso de malo!?

¡Porque sé perfectamente lo bien que te hace sentir saber que me entregué a ti y a tu omnipotencia en cuerpo y alma! Y tú también sabes lo feliz que me hace saber que estoy  constantemente en la palma de tu mano, porque sé que me cuidarás, que jamás me harías daño y que me amarás más que nadie.

Así es… somos el uno para el otro, ya que mientras ella desea con todas sus fuerzas poder poseerme, yo deseo con todas mis fuerzas que ella me posea.

Cuando su rostro estaba a punto de tocarse con el mío, mastiqué velozmente lo que restaba del pocky, juntando sus labios con los míos finalmente. Pude ver como ella abrió sus ojos llenos de sorpresa cuando sintió ese contacto.

Acto seguido, tomé impulso y salté hacia adelante aún con nuestros labios juntos, llevándola conmigo.

Ambos caímos en la cama detrás de ella mientras que nuestros labios estaban juntos… mientras que sentía el sabor y la textura suave de sus dos labios contra los míos.

Separándolos, me levanté, colocándome en cuatro patas sobre la cama y dejándola a ella acostada boca arriba debajo de mí.

Mis respiraciones agitadas llenaban el silencio de la habitación y añadían un gran peso al suspenso de la habitación, había tanta tensión que el hipotético hilo podría ser cortado increíblemente fácil.

—¡Mónica!

Abriendo sus ojos con un semblante perplejo, su cara ya no tenía una expresión sensual y adulta, ella… su rostro expresaba curiosidad y sorpresa, genuina sorpresa.

—Yo… ¡Yo!

Mis respiraciones se  volvieron cada vez más agitadas al punto que mi cuerpo subía y bajaba notablemente con cada una de ellas.

—¡Mónica, yo…!

Cuando me decidí a rellenar ese agujero en blanco lleno de fantasías en mi mente, de consagrar el final de mi ridícula timidez, sentí un calor extraño. Un calor completamente diferente al calor producto de la tensión y el impulso sexual que recorría mi cuerpo salvajemente de arriba abajo.

Una calidez extraña que nacía en mi pecho me detuvo de acercar mis labios a los suyos otra vez, dejando nuestras caras muy cerca.

—Yo…

Esa voz no fue mía. Una gentil voz que apareció debajo de mí acaricio suavemente mis oídos, una voz celestial que podría pertenecer a un ángel me envolvió desde los dedos de los pies hasta las puntas de mi cabello.

Al darme cuenta, Mónica había abierto su mano y esta estaba sobre mi pecho, deteniéndome en el acto.

—Te amo tal y como eres Danny… eso incluye, obviamente, tu timidez —una sonrisa que aplacó el calor que surgía desde mi interior pero desde el punto de vista de la habitación fría sólo me arropaba en un manto de calidez ideal—. Es más, esa es una cosa que me encanta de ti… jamás haría algo tan cruel como cansarme de ti porque seas tímido… jeje —sus pestañas se movieron cuando ella parpadeó un par de veces antes de continuar—. Es por eso que… no te fuerces a cambiarlo… recorreremos ese camino muy lentamente… juntos, ¿Entendido?

Oh… claro… lo olvidé por completo…

Esta vez dejé caer mi cuerpo sobre ella suavemente, pasando ambos brazos por detrás de su espalda. La presión que apareció en mi pecho a causa de su propio busto cuando juntamos nuestros cuerpos no nubló mi cabeza de pensamientos impuros; simplemente lo ignoré como si se tratara de cualquier otra parte de su cuerpo.

Esta chica…

Al hacer eso, Mónica colocó sus propios brazos en mi espalda y llevó una de sus manos hacia la parte trasera de mi cabeza, acariciando mi cabello con suavidad como si fuera una madre amorosa que acaricia con gentileza la cabeza de su hijo, ¿Quieres que me enamore aún más de ti? Demonios…

Es una diosa después de todo.

Ambos juntamos nuestros labios cuidadosamente mientras que nos abrazábamos cálidamente sobre mi nueva cama; en vez de hacer algo sucio (cosa que sospecho hubiera podido ocurrir), yacíamos juntos y en silencio, explorando la boca del otro con nuestras lenguas. No en una manera lasciva sin embargo, simplemente como si estuviéramos desesperados por saber más del otro.

***

Fui un completo idiota al creer que le podría ganar a una divinidad del calibre de esa chica de preparatoria, es increíble cómo me doblegó como si fuera un niño pequeño.

Luego de que estuvimos abrazándonos por un rato, retomamos la sesión de estudio, juntos. Gracias a nuestro descanso fui capaz de concentrarme mejor en lo que ella me explicaba, comprenderlo y grabarlo en mi cabeza de forma adecuada.

La noche no era tan joven como el momento en que empezamos a estudiar por lo que decidimos que era hora de dormir. Debido a el “evento del pocky” (como decidí llamarlo) quise tener un poco de tiempo para pensar en las implicaciones tras sus palabras; claro, no es como si fuera nada muy complicado, aun así quisiera tener algo de tiempo a solas por lo que le sugerí que cada quien durmiera en su habitación. Fue un poco complicado convencerla pero accedió a regañadientes.

Ahora sin embargo, la luz de mi habitación está apagada, sin nada que ilumine la recamara más que la luz de la luna que puede entrar a través de las delgadas cortinas grises. Aquí estoy yo, en una cama en la que nunca antes había dormido hasta ahora, arropado por una sabana que me protege del incesante frío de la casa… ¿En cuánto saldrá la factura de luz para Mónica? ¿No será muy caro? Espero que lo apague durante invierno… ¡Quisiera instalar un kotatsu en la sala de estar para invierno, reemplazando la mesa de vidrio! Definitivamente lo necesitaré; aunque también podría solicitarle a Mónica que me encoja y deje usarla como kotatsu, ¿Pero y si se molesta? No lo creo, sólo sonreiría maliciosamente y diría algo como “estaba esperando que lo pidieras” o algo así. Seguro que el calor corporal dentro de ella es muy agradable, sobre todo con esos condenados fríos invernales… quizás serían más como un sauna así que empezaría a sudar después de no mucho tiempo pero eso no importa ya que adentro de ella es muy mojado… y si entro en ella seguro se excitará y se mojará incluso más… al menos fue así la última vez ¿Debería llevar un paraguas conmigo? Jajajaja, claro que no… ¡Que tonto soy! ¡Un paraguas no serviría en una situación así! Quise decir… un impermeable, sí. Hm… ahora que lo pienso, quiero que llegue navidad… ¡Quiero pasar mi primera navidad con ella y que montemos el árbol de navidad juntos! Aunque más importante ahora es celebrar su cumpleaños, ¿Qué podría regalarle en su cumpleaños? Hay tantas cosas… pero no creo que haya algo que ella no pueda comprar, ya sea con dinero o con sus infinitos pode-

¿¡POR QUÉ DEMONIOS NO ME DUERMO!?

En algún punto de la noche desperté sin motivo aparente, desde entonces… he estado enfrascado en una parálisis del sueño; una de esas situaciones en las que despiertas “a medias”, o sea, que puedes mover tus ojos y pensar como si estuvieses despierto pero tu cuerpo está dormido por lo que no puedes moverte en lo absoluto… ¡Es completamente aterrador y es la primera vez que me ocurre!

Aunque si me preguntan… no se siente como si fuera la primera vez que me ocurre algo de esta índole, Mónica suele paralizarme así que no es algo tan extraño, pero sin tenerla cerca y estando solo en una habitación ¡Es demasiado aterrador!

¿Será esto obra suya? Al menos no pareciera que fuera el caso, es decir… llevo alrededor de media hora así, si esto fuera obra suya de seguro que ya habría actuado; sus movimientos son más rápidos que esto. Dejarme en un estado de parálisis por treinta minutos no es algo que Mónica haría por diversión…

En un principio intenté gritar pero nada, mi voz no sale más allá de un grito ahogado que ni siquiera es capaz de despertarme, aunque usé todas mis fuerzas para moverme tampoco conseguí nada… es bastante desagradable. Escuché que la mejor manera de afrontar este fenómeno es cerrar los ojos y quedarse dormido otra vez pero por más que lo intente sólo termino pensando en mierda de todo tipo.

Mientras estoy pensando en un plan para volver a dormir, un sonido peculiar llamó mi atención.

Gracias a la posición de mi cama y la posición en la que me dormí puedo ver claramente en dirección a la puerta, pero desde hace unos minutos la luz de la luna se esfumó, deduzco que debido a una nube… por ese motivo estoy totalmente ciego.

Uh… ¿La puerta se abrió?

U-una sombra entró por la puerta… se comenzó a mover en dirección a mi cama… ¿¡Qué demonios!?

Desesperado, intenté reunir todas mis fuerzas con el fin de mover un musculo. Al darme cuenta que no tenía remedio, la dirigí hacia mis cuerdas vocales, ¡Debo despertar! ¡DEBO DESPERTAR!

La sombra se acerca a paso lento, prolongando mi agonía incierta. ¿Q-qué se supone que sea eso? ¡N-no puede…! ¡LOS FANTASMAS NO EXISTEN! ¡NO EXISTEN!

El colchón sobre el que reposa mi cuerpo inmóvil entonces se hundió cuando vi a la sombra acercarse y subirse a la cama…

¡Aaah! ¡ALEJATE! ¡NO PUEDO MOVERME! ¡NO PUEDO GRITAR! ¿¡QUÉ CLASE DE BASURA DE FENÓMENO ES ESTE!?

G-gateando hasta posicionarse sobre mí a cuatro patas como lo hice más temprano con Mónica, la sombra…

Espera…

Cuando el terror estaba a punto de apoderarse totalmente de mí, vi dos brillos refulgir en la oscuridad… dos rubíes que reconozco demasiado bien.

Tan casualmente como se fue, la luz de la luna volvió a iluminar débilmente las paredes que me recluyen en el escenario perfecto de una película de terror de acción real. Sólo que…

Cuando la luz de la luna me reveló la hermosa identidad del intruso nocturno que se subió a mi cama, mi corazón dejó de latir como loco y sentí como si pudiera dar el suspiro más relajador de mi vida, claro, si pudiera siquiera mover un dedo.

—¿Danny?

La expresión maliciosa en el rostro de Mónica que la luna iluminó sutilmente cambió por una de sorpresa.

—¡¿Estabas despierto?!

Claro, no me moví en lo absoluto, no es como si pudiera.

—Espera… ¿Me estás ignorando?

Nop… no puedo responder, lo siento Mónica, hurga mis pensamientos o despiértame, si no, estarás toda la noche ahí.

—Va- espera…

Danny a Mónica, Danny a Mónica, Danny a Mónica, Danny a Mó-

—Y-ya te escuché, ¿Estás bien?

Cuando Mónica se percató de que algo no andaba bien conmigo y registró en mi mente, sentí cierto alivio por una parte… por otro lado…

Para ponerlo simple, estoy padeciendo parálisis del sueño desde hace un rato y no puedo moverme en lo absoluto.

—Ooh, ¿Entonces tienes parálisis del sueño? No puede ser… que tenga tanta suerte…

¿A qué te refieres?

Fingí ignorancia, obviamente.

—¿No es obvio? ¿O simplemente te haces el tonto como de costumbre?

¿Quién sabe? —La única pizca de elocuencia que pude añadir a mis palabras fue ladear mis ojos, suficientemente bien para la situación.

—Pues bueno… puedo hacer lo que quiera contigo ahora mismo.

Un ligero escalofrío recorrió mi columna vertebral mientras ella escupía esas palabras con un significado terriblemente desvergonzado, lo cual me hizo preguntarme muy dentro de mí; ¿Este escalofrío es de miedo? ¿O es de pura emoción?

Así es como los géneros de la película que podría ser grabada en esta situación pasaron de ser un documental sobrenatural de terror basado en “hechos reales” a una película humorística de terror, humor negro y humor verde cargada de contenido +18… un buen ejemplo sería Scary mov**

—Claro, no es como si eso fuera muy diferente de lo habitual.

Y sentí como si quisiera dejar escapar una carcajada, de cualquier manera no pude hacerlo, al menos no físicamente.

Jaja, supongo que tienes razón.

—¿Verdad que sí?

Al decir eso, la expresión de Mónica se volvió en su típica mirada provocativa y algo aterradora, sólo para volverse en una sonrisa un momento después.

—¡Y esto es lo que quiero hacer contigo ahora! —Ella apartó sus brazos y se levantó sobre la cama, apoyando sus pies en ambos lados de mi torso.

¿Eh? ¿Qué estás planea-

Antes de que pudiera terminar de pronunciar mis pensamientos, el cuerpo de Mónica se desplomó, aterrizando en su trasero sobre mi pecho.

Cuando todo el peso de esta chica impactó fuertemente contra mi cuerpo en un estado relajado de parálisis, un espasmo me recorrió todo el cuerpo y me retorcí por el dolor infligido en mi pecho, tosiendo un par de veces… aparentemente desperté.

—¡¿QUÉ FUE ESO?!

—¡Jajajajajajaja!

Ella simplemente se rio sin quitarse de encima, poniendo ambas manos sobre su estómago mientras se carcajeaba con bastante intensidad. Ah… ella volvió a hacer lo que quiso conmigo.

***

Después de haberme despertado de mi parálisis de sueño de una manera bastante violenta e indeseable, Mónica estuvo riéndose de mí por un rato hasta que se apartó de encima y se acostó a mi lado. Obviamente, como la cama de invitados sólo está diseñada para que una persona duerma en ella, tuvimos que pegarnos bastante para que funcionara.

Sus… sus suaves pechos envuelven cálidamente mi brazo mientras ella lo abraza con los suyos y presiona mi mano contra su cuerpo.

Hemos estado así por algunos minutos hasta ahora, hablando de cualquier cantidad de tonterías… no sé qué hora es, pero estoy seguro de que como mínimo la una de la mañana quedó atrás hace un rato.

—Nunca me lo has dicho… Danny —acariciando la palma de mi mano con sus dedos lo cual me causó cosquillas, intenté de ignorarlo mientras ella continuaba hablando—. ¿Qué quieres hacer cuando termines la escuela preparatoria?

—Hablando del futuro eh… —Fijando la mirada en el techo, pensé por un rato en sus palabras.

—¿No quieres decirlo?

—No es eso —negué moviendo ligeramente mi cabeza de lado a lado un par de veces—. Pero antes de que te lo diga… debes prometerme algo.

—¿Mm? Claro, lo que sea —su tono de voz sonó un poco extrañado pero a su vez, el significado de sus palabras fluyó como si fuera lo más natural del mundo decir que harás “lo que sea” por alguien.

—Es que… espera, ¡¿No habrás leído mi mente para saberlo, verdad?!

—Si lo hubiera hecho, no te lo estaría preguntando.

—Eh…

—Idiota —la voz que usó para decir eso fue muy suave, casi como un susurro que insinuaba la carencia de seriedad en sus palabras.

—Bueno… promete que no te reirás, ¿Bien?

—Por favor Danny… —Dando un ligero suspiro, pude imaginar que cerró los ojos por un momento aún si no la estaba viendo a la cara—. Eso… es tonto.

Con un movimiento rápido, Mónica se colocó en una pose a cuatro patas sobre mí, acercando su rostro sin dejar casi espacio entre nosotros mientras me veía con ese brillante par de rubíes reflejando en ellos la leve luz lunar que se colaba por la cortina.

—No importa que sea algo tonto, irresponsable o lo que sea… no me reiré… —Cerrando sus ojos por un momento, ella se quedó en silencio como si estuviera pensando en algo justo antes de volverlos a abrir—. Así como fuiste incapaz de burlarte de mi extraño fetiche y complejo de superioridad cuando deposité toda mi confianza en ti, ¿Recuerdas?

—Aunque tu complejo de superioridad está completamente justificado —aparté la mirada de sus ojos mientras decía eso.

Alejando su cabeza un poco pero sin quitarme una mirada ahora más gentil de encima, ella hizo un par de movimientos con su cabeza, negando mis palabras.

—No importa la magnitud de mis poderes, no me importa que sea lo que la humanidad ha deificado como un dios, la propia personificación de la omnipotencia y la potencial omnisciencia y omnipresencia… —Ella se detuvo por un momento para dejar escapar una risita.

—Es difícil describirte a ti misma sin sentir que te estás echando flores ¿Eh? —Entendiendo el motivo de su risa, la acompañé riéndome un poco.

—El punto es que… a pesar de todo eso, no me importa. No me importa en lo absoluto; aunque mis poderes me permitan estar encima de todos y de todo… eso no puede importarme menos, porque me considero exactamente igual a todos los seres humanos que viven en este mundo. Al fin y al cabo soy uno más de ellos, así de simple.

Quitándose de encima de mí, ella dejó caer su cuerpo en donde estaba hace un momento, volviendo a abrazar y apretar mi brazo entre sus suaves pechos.

—Entonces supongo que no tengo más remedio que decírtelo…

—Claro, soy tu novia y tu dueña después de todo, debes decírmelo todo… sólo a mí —esas palabras fueron pronunciados con una sutil sensualidad que no la hacían sentir ni muy extraña pero cambiaban completamente el significado de sus palabras que si lo hubiera dicho en un tono de voz inalterado.

—¡Eso contradice lo que acabas de decir!

—Fufufu~ es que aunque me considero igual a los demás, eres el único al que me considero totalmente superior… ya que eres mi pequeña pertenencia romántica~

La declaración que sería un poco aterradora bajo circunstancias normales se hizo algo atractiva para mí por lo cual decidí no reprocharla. Sus risitas acariciando mis oídos se fueron extinguiendo hasta que la habitación quedó en silencio otra vez.

—La verdad es que no… no tengo idea, no, no sé qué quiero hacer en absoluto.

—¿No sabes lo que quieres hacer? —Ciertamente, por el tono de su voz me percaté de que no se lo esperaba.

—Así es… —Suspirando con un poco de nervios manifestándose en mi estómago, quité las restricciones de mis labios lo cual daría lugar a revelar un secreto que nunca le he dicho a nadie, tan casualmente mientras veía el techo—. Digamos que nunca he tenido aspiraciones reales… sí.

—¿Aspiraciones…?

—Mmhm, es decir… claro, no soy malo en la escuela, tengo calificaciones por encima del promedio, hay materias que se me dan mejor que otras como a cualquiera y tampoco lo doy todo de mí, es decir, podría ser de los mejores de la escuela si me lo propusiera; estoy seguro de ello… aunque podría sonar algo arrogante cuando lo digo así —riendo brevemente, continué—. Pero… ¿Por qué hacerlo?

—…

—Claro, cuando llegaste a mi vida le diste un significado nuevo a mi existencia. Yo… yo quiero luchar para darle valor a los colores que me otorgaste… pero necesito tiempo, necesito tiempo para saber qué hacer con este valor que le diste a mi vida.

Yo no me considero una persona depresiva; al menos no ahora. La etapa en la que difícilmente podría hablar con la gente de manera casual quedó algunos años atrás, cambié muchísimo mi actitud con respecto a mi entorno y la gente que me rodea en todo este tiempo desde que entré a la escuela secundaria. Me relaciono con los demás y soy usualmente animado.

Sin embargo, cuando llego a casa no sé qué hacer, no sé hacia donde ver o por qué hacerlo… ¿Por qué debería hacerlo? No considero que mi vida sea mala o triste, es sólo que… siento que hay un significado ulterior para mi vida que aún no he comprendido, algo que haría que mi diario vivir deje de ser tan insulso…

—Vaya…

Puedo deducir que Mónica no supo que responder a mi inesperada declaración, claro, es algo natural, Wakahisa Danny no da la impresión de ser una persona con esta clase de pensamientos; muchos creerían que apunto a algo como ser guardaespaldas dadas mis excepcionales habilidades en artes marciales… pero creo que si excluyes eso, nadie podría decir con certeza cuales son mis intereses profesionales.

—Entonces… ¿Qué te parece esto?

—¿Mm? —Algo sumido en mis pensamientos aún, le presté atención a la chica a mi lado.

—Si para cuando nos graduemos aun no sabes que quieres ser… puedes… ¡Graduarte de mi ama de casa!

—Eh…

Bueno… al menos el ambiente extrañamente pesado que mis palabras provocaron se diluyó con su… curiosa propuesta.

De verdad no quiero tener que responder a eso, sin embargo… por algún motivo desconocido, sus palabras me hicieron un poco feliz. Quizás… ¿Tal vez porque sentí que con una sola oración que saliera de su boca, mi vida podría tener un significado mucho más colorido que el sombrío e incierto futuro que tengo pensado para mí mismo?

—Y… ¿Puedo preguntar qué quisieras ser en el futuro? Es algo difícil saberlo cuando eres tan brillante en todo lo que haces.

Haciendo un puchero que pude percibir con el rabillo del ojo junto a un sonido gutural de protesta, creo que entendió el significado tras mi silencio con respecto a su propuesta y sonrió antes de responder. Claro, me ahorré el tener que decirle “cuando nos graduemos pensaré en eso” ya que ambos estamos sincronizados para este tipo de cosas, la verdad es que me negué vehementemente a decir algo tan vergonzoso en voz alta.

—¿Brillante en todo lo que hago? Vamos… tú mismo lo dijiste hace un momento, con un poco de esfuerzo cualquiera puede sobresalir… veamos…

—¿No lo has pensado?

—No es eso, es que he pensado en varias cosas. Me interesa dibujar y también enseñar… creo que eso es lo que más destaca entre lo que quiero.

—¿¡S-sólo eso!? —Me senté en la cama mientras la veía algo sorprendido—. ¡Pensé que tendrías en mente cosas más complejas!

—¿Como por ejemplo?

—No lo sé… física, matemática….

—¿Qué concepto tienes de mí? —Dejando escapar un suspiro que denotaba un poco de molestia, ella continuó hablando—. Además, no es que dibujar y enseñar no sean cosas importantes. El arte le da color a la vida de muchos, un mundo sin colores no sería más que un lugar aburrido en el cual nadie quisiera vivir. Por otro lado, ¡Enseñar es algo increíblemente importante! Probablemente más que descubrir una estrella a miles de años luz de nuestro sistema solar o de averiguar inútilmente el hecho de que nuestro sol morirá en un futuro tan distante que seguramente ya nos habremos extinguido nosotros mismos… si nadie les enseña a ellos, ¿Quién haría esos descubrimientos?

Escuchando sus palabras que fluyeron velozmente como una cascada que reprochaba mi grosera actitud, me volví a acostar algo avergonzado mientras veía al techo.

—N-no pensé antes de hablar… siento haber sido tan grosero…

—Nah, no le des importancia, si entendiste lo que dije, está bien —su voz se volvió suave y relajada.

—Entonces… dibujar o ser profesora…

Cuando dije eso, en mi mente apareció la imagen de Mónica… de una Mónica adulta, una mujer hermosa y rumbosa con lentes y bastante alta, con tacones y… grandes pechos… hablando frente a una clase de niños de primaria sentados en sus asientos mientras atendían a sus palabras, casi incapaces de prestarle atención debido a la indecente pose de su profesora sentada en su escrito…

—Justo ahora estás pensando en algo pervertido ¿No es así?

—¡C-claro que no!

—Mm… seguro que me imaginaste dándote clases particulares con un uniforme que dejaba poco a la imaginación mientras decía algo como… —Acercando su boca a mi oreja, ella susurró—. Si te sigues distrayendo en clase… me encargaré personalmente de disciplinarte en mi oficina —culminando su acto, Mónica sopló en mi oreja y luego le dio un mordisco suave al lóbulo de mi oreja.

Cuando sentí como sus lascivas palabras me iban derritiendo el cerebro, mi consciencia se sensibilizó hasta el punto en que cuando me mordió la oreja, prácticamente salté de la cama y caí en el piso.

—¡¿Q-QUÉ MIERDA HACES?!

—JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA

—P-por dios Mónica… vamos a dormir, ya son las tres de la mañana… —Al levantarme, tomé mi celular del escritorio en el que había estudiado la noche anterior para verificar la hora actual.

Aun con mi cara caliente por la vergüenza y el impulso sexual, hice lo posible para deshacerme de una potencial erección y las ideas necias e innecesarias de estar a solas en la habitación de una casa solitaria con mi novia a pocas horas de que amaneciera.

—¡D-demonios! —Su rostro cambio de una risa desenfrenada a una pálida del miedo en menos de un segundo—. ¡S-si duermo tan poco moriré!

—¿¡Y DE QUIÉN ES LA CULPA!?

Y así transcurrió la noche… o mejor dicho lo que quedaba de la madrugada de mi primer día quedándome en la casa de mi novia… antes de que tuviera que echarla de mi habitación a la fuerza. Se sintió algo mal tener que sacarla casi a patadas del cuarto de invitados en su propia casa… pero si ella se quedaba conmigo en esa actitud juguetona en la que estaba, llegaríamos a la hora de levantarnos para la escuela sin dormir absolutamente nada.

***

—Cariño, ¡Te quiero mucho mucho muchííísimo!

—Sí.

—Eres… ¡Eres la luz de mi vida!

—Ok.

—¡No hay chico mejor que tú!

—Está bien.

—¡Darling!

—Mhm.

—¡No sigas ignorandomeeee!

Era una mañana normal de un martes, pero… dicha mañana fue tan agotadora que se sentía como el viernes de una semana ajetreada.

Después de levantarme con un cansancio poco sano, me di cuenta que había pospuesto la alarma de mi celular quince minutos… lo cual me puso en un apuro. Aun así eso no es lo peor de todo.

Cuando me terminé de preparar para la escuela, bajé para encargarme de hacer el desayuno, esperando a encontrarme con Mónica en la sala de estar, sin embargo ella no estaba en ningún lugar. Al volver a subir y tocar la puerta de su habitación para no tener respuesta alguna, abrí luego de excusarme usando un “con permiso”.

Sólo para encontrarla durmiendo boca arriba cuando faltaba poco o nada para nuestra hora de ingreso a la escuela.

Sin importar cuanto la moviera de un lado a otro o le gritara para que se levantara, ella sólo metía la mano debajo de su franela, rascaba su panza y moviendo los labios de su boca abierta por los que la baba chorreaba hasta la almohada, soltaba un débil “en quince minutos…” Estoy seguro que si alguno de todos esos chicos embobados por el aura mística de Mónica la viera en estas condiciones, su imagen como la “Diosa de la preparatoria Sakura Densetsu” se rompería cruelmente en pedazos.

Fue así como la cama de Mónica y la persona en cuestión durmiendo en ella terminaron nadando en agua helada, con cubitos de hielo pegándole en la frente cuando la tempestad cayó rugiente sobre su cuerpo inerte.

Y por suerte, gracias a mi rápida elección de acciones nos encaminamos a la escuela a tiempo… aunque tendríamos que comprar nuestra comida allá, cosa que no acostumbro a hacer.

—Aun así Danny… —Haciendo un puchero y apartando la vista mientras continuaba caminando al mismo paso que yo, ella se quejó—. Ahora tengo que secar las sabanas… y mi franela…

Un detalle que hubiera querido pasar por alto es que cuando el balde de agua helada fue vaciado sobre ella, su franela se pegó a su cuerpo.

Sin embargo, mi apuro y molestia fueron tan grandes que no me di el tiempo siquiera para sonrojarme… ahora que lo recuerdo, bueno… quizás si fue un poquito excitante…

—Daaannyyyy… ¡Respóóóndemeee!

Vamos… sé muy bien que es imposible para mí molestarme con ella por más de quince minutos, independientemente de lo que haga.

—Sólo tomé el mejor curso de acción, si no lo hubiera hecho hubiéramos llegado tarde en presencia de… ¿Sabes cuál profesor tenemos a primera hora hoy, no?

Repentinamente sus pucheros y actitud inmadura se desvanecieron para darle lugar a una piel anormalmente pálida mientras que sus brazos se frotaban en un auto-abrazo lleno de puro terror.

—T-te agradezco que me salvaras la vida, estoy en deuda… lo había olvidado…

—¿Verdad que estoy en lo cierto?

No pude evitar tener escalofríos por todo el cuerpo cuando me imaginé un escenario en el que llegáramos tarde a la clase de la imponente Kawashima-sensei.

Cuando el portón al terreno de la escuela apareció ante nosotros, a mi lado, Mónica se pegó a mí como si fuera un chicle, abrazando mi brazo entre sus pechos… sus intenciones al principio fueron desconocidas hasta que vi un cuerpo y escuché una voz conocidas de pie en la entrada.

—D-despegate un poco… Móni-

—Buenos días, Wakahisa, Riedel… veo que están muy acaramelados en la mañana de hoy, ¿Se consiguieron de camino a la escuela?

Esa voz… fría como el hielo y dura como el hierro hizo vibrar mis tímpanos no por estar en un tono elevado, si no por el nerviosismo que me generaron. Ambos nos detuvimos al escuchar esas palabras dirigidas hacia nosotros mientras que los otros estudiantes seguían entrando al campus. Puedo apostar que ellos simplemente intentaron evadir la situación, ignorándonos.

—Oh, ¡Pero si es la presidenta del concejo estudiantil, Yamashiro Mayumi!

—Agradezco que recuerdes mi nombre. Aun así hay algo que no puedo dejar pasar aunque te hayas tomado la molestia de recordar quién soy.

De alguna manera sentí como si chispas hubieran salido de ese encontronazo de palabras, palabras que aparentemente eran tranquilas y civilizadas pero que tenían un significado letalmente afilado detrás.

—Para responder a su pregunta, claro, ¡Claro que nos encontramos! ¡Siempre venimos así a la escuela!

—Es así ¿Eh?

Por algún motivo sentí que la actitud de Mónica era completamente diferente a la del otro día. Ayer, cuando nos encontramos a la temeraria presidenta del concejo estudiantil junto a su fiel ayudante y vicepresidente, Mónica quedó paralizada… claro, no la puedo culpar, según Yamashiro, el secreto de la chica ahora apretando mi brazo izquierdo había sido revelado y no sólo el concejo si no que “todos” lo conocían.

Pero hoy a diferencia de ese momento pasado, la actitud de Mónica se sentía tranquila y de alguna manera desafiante… ¿Quizás “posesiva” es la palabra que estoy buscando?

—Bueno… dejando de lado las formalidades, señorita presidenta del concejo estudiantil… —La sonrisa civil y gentil en el rostro de Mónica se tornó en una siniestra que la hacía parecer dispuesta a matar a alguien en el camino de su amor como una de esas yanderes típicas en el anime—. Sé a lo que quieres llegar… pero lo siento, ¡Este chico me pertenece! —Esa última frase entonada con una voz más aguda como la de una niña pequeña, mientras que apretaba mi brazo más fuerte que antes contra su pecho, me puso la piel de gallina.

—¿T-te pertenece? ¿¡De qué estupideces hablas!? ¡Wakahisa es un estudiante de esta escuela como tú y como yo y él no le pertenece a nadie! —La actitud previamente digna e inalterable de la influyente mano de hierro regente de la moral y buena conducta en nuestra preparatoria se descolocó al repetir nerviosamente lo que escuchó de Mónica.

—Para tu información… —Siguiendo con esa expresión siniestra, ella continuó sacando las garras (metafóricamente) como si estuviera dispuesta a arañar a Yamashiro—. ¡Este chico es de mi propiedad!

—Em… —Intentando de hacerme lugar en la conversación que parecía más una balacera en un ascensor, hablé con una voz débil como la tímida protagonista de un manga shoujo o un juego otome por la cual los objetivos de captura se estaban peleando—. ¿No tengo palabra aqu-?

—¡Cállate!

—¡Cállate!

Aunque en este caso ellas no me trataron delicadamente como a una doncella de manga shoujo o un juego otome… sino todo lo contrario. Las dos dijeron eso perfectamente sincronizadas… lo cual me dio un escalofrío en la espalda.

—Muy bien… me callo —apenado, bajé la vista al piso, hacia los zapatos de Yamashiro.

Claro, nada de lo que yo dijera aquí tenía relevancia para la contienda entre el tigre rayado y el dragón alado que está teniendo lugar ahora mismo.

—Entonces… Riedel, ¿Qué es eso de que Wakahisa te pertenece? No sé a qué familia pertenezcas y no me importa del lugar del que vengas, en el sitio en el que estás de pie ahora mismo, tomar la vida de alguien así es totalmente inacepta-

—Si no me crees ¿Por qué no lo compruebas por ti misma?

—¿Eh?

—¿Uh?

Tanto Yamashiro como yo dejamos escapar un sonido de curiosidad desde nuestras gargantas; sintiendo que esta confrontación tendría un final nada agradable para mí, procuré hablar al oído de Mónica.

¿Oye… a dónde quieres llegar provocando a Yamashiro?

—¿Mm? ¿De qué estás hablando, Danny? —Ignorando mi intento de mantener la pregunta entre nosotros dos, Mónica habló lo suficientemente fuerte como para que la chica frente a nosotros escuchara también—. Tú eres mi sirviente después de todo, ¿No?

—¿De qué estás habla-?

Mientras que veía a Mónica, entendiendo cada vez menos acerca de esta estúpida broma, escuché a Yamashiro exclamar con una voz preocupada justo frente a mí.

—Wakahisa… ¿Por qué estás vestido así?

—¿Vestido cómo?

Cuando bajé la vista para ver mi uniforme… bueno, me encontré con algo completamente diferente a mi uniforme, algo que sencillamente no debería de estar ahí, espera… cuando salí de casa estoy seguro de que no… un momento… yo… yo conozco esto…

La risita maliciosa de Mónica a mi lado confirmó mis sospechas y mi mayor miedo también.

—¿Recuerdas aquél favor que me debías por comprarte aquel extravagante atuendo?

Ahora todo… ¡Todo tiene sentido!

¡Y yo caí como un idiota en su maldita trampa!

Esas extrañas cosas que Mónica compró en aquella boutique…

—Por cierto, señorita —la empleada se giró, susurrándole algo a Mónica en un tono de voz lo suficiente alto como para no ser nada discreto—. Los dos pares de guantes, el lazo de cuello, la corbata, y el chaleco, ¿Está todo? —Se asomó en la cartera rosa, hurgando en ella.

No lo puedo creer… pero claro, para que una empleada mostrara tanta confianza con un cliente al que acababa de conocer como para hurgar en su cartera… ¡Ellas estaban sintonizando la misma maldita frecuencia de “burlarse del novio lindo y tímido”!

Este uniforme de sirviente… esto… no puede…

—Así es como me lo devolverás, ¡Serás mi leal sirviente por un día entero!

¡¡L-las mujeres dan miedo!!

Y sin previo aviso, un chasquido de dedos al que ya estoy acostumbrado envió mi consciencia hacia algún momento de un pasado cercano.

 

Chapter End Notes:

 

Espero todas esas trivialidades no los hayan aburrido del todo n.n’

Oh, también se reveló el nombre de la escuela a la que asisten Mónica y Danny, si buscas su significado quizás te parezca un nombre algo rimbombante; yo sólo lo elegí porque me pareció un nombre genial en mi cabeza.

Pueden contactarme vía discord bajo el nombre de Exosaur#7911 y también seguirme en twitter como @ExosaurX donde haré una publicación cada vez que suba un capítulo nuevo para que no se lo pierdan. Si gustan, ¡No olviden dejar una reseña/review!

 

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