- Text Size +
Author's Chapter Notes:

No sé cuánto tiempo ha pasado desde el último capítulo, lo único que sé es que ha pasado bastante.

Pero tengo un regalo para los fetichistas de pies, es mi primera vez haciendo algo así por lo que si pueden decirme que tal lo hice, lo agradecería.

Tipo de capítulo: -Historia/Ero-


Han transcurrido dos semanas desde que Mónica y yo comenzamos a salir como pareja.

Un lunes normal me desperté y levanté careciendo de algún extraño estimulo o escena sacada de una película apenas ser recibido por el mundo, me alegré bastante de que Mónica aparentemente ha estado bajando la dosis enfermiza de sus juegos la última semana, quizás debido a la conversación que tuvimos hace algunos días.

***

—¿Podemos hablar un momento?

Sentado en la silla que me corresponde siempre que termino en su habitación, saqué a la chica del trance de su celular con esas palabras de tono un poco serio pero sin ser algo excesivo.

—¿Pasa algo cariño? —Dijo acostada sin apartar la vista de lo que fuera que estuviese viendo mientras deslizaba su dedo por la pantalla táctil.

—Ten en cuenta que si quieres puedes ignorar lo que te diré, pero es más una petición que nada, ¿Te parece?

—Mmm… —Dejando su celular a un lado, ella tomó asiento en la cama de sabanas rosadas—. No hace falta que me hables como si fuera una reina o algo… aunque técnicamente soy tu reina pero eso es en sentido figurado fufufu~

—Ah lo siento, me dejé llevar —rascándome la nuca por un momento, retomé el sujeto—. Es acerca de tus constantes juegos conmigo.

—¿Eh? ¿Hice algo que te desagradó?

—No —negué con la cabeza—. Tus juegos han seguido siendo igual de entretenidos que siempre, de hecho he podido disfrutarlos mejor ¡Ya que de cierta manera te has vuelto más experimentada!

—¿Tú crees? —Ella puso una expresión un poco sorprendida.

—Sip, definitivamente.

—Aahh… me alegro de oír eso —suspirando con una mano en su pecho, sonrió—. Entonces, ¿Cuál es el problema?

—Es más acerca de la constancia de ellos.

El viento primaveral trajo consigo algunos pétalos de cerezo que entraron libremente por la ventana abierta de la habitación, cayendo cerca de los bonitos pies descalzos de la chica oscilando sus piernas hacia adelante y hacia atrás.

—¿He estado siendo muy insistente?

—No es nada grave… en serio, sólo es una sugerencia para que reduzcas un poquito —levanté mi mano derecha, dejando un espacio de poco más de medio centímetro entre mis dedos índice y medio—. La dosis y esas cosas, no me molestan pero a veces me siento un poco cansado…

La confianza entre Mónica y yo ha crecido enormemente desde que empezamos a salir, sin embargo aún no puedo evitar que llevarle la contraria u oponerme a ella me ponga un tanto ansioso, no lo hago con mala intención o creyendo que me responderá haciéndome daño… es más como una respuesta natural de mi cerebro. Por suerte en varias ocasiones hablamos de eso juntos y ella lo entendió y me prometió que no se ofendería o deprimiría.

—¡Lo siento por eso! —El sonido de sus palmas chocando resonó en la habitación—. A veces me emociono y me dejo llevar… pero gracias por avisarme; de ahora en adelante me contendré un poco más para no agobiarte.

—En serio, no es nada de lo que te debas preocupar de sobremanera pero gracias por ser comprensiva.

—¡No hay de que! ¡Lo último que quisiera es tener a un pequeño novio que ya no muestre temor o ganas de jugar en sus ojos cuando me meto con él!

—Tú…

***

El resto de esa tarde fue bastante normal y agradable, haciendo actividades de parejas (sanas y nada lascivas) encontramos un gran número de cosas que hacer para matar el tiempo que no incluyeran sus poderes, incluso llegué a olvidar que mi novia poseía semi-omnipotencia. Por una tarde me pareció una chica total y completamente normal.

El procedimiento luego de despertar fue prácticamente el mismo de siempre, directo al baño a lavarme los dientes, tomar un baño y preparar algo velozmente para el desayuno y un bento para la escuela, todo estaría listo cuando me vestí para irme.

—¡Ya me voy!

Aunque no hubiera nadie para responderme era algo natural para mí despedirme al irme de casa, sin un objetivo en particular mi despedida no fue respondida por los fantasmas o los muebles, mucho menos por las paredes; abriendo la puerta salí de la casa y cerré con llave.

Caminando con la frente en alto diferente al yo de hace algunos años, justo frente a la entrada de mi casa vi a una chica parada de perfil, tomando su bolso tras su espalda al nivel de su falda con sus dos manos, ella aparentemente veía las nubes. Acercándome a ella y pasando a su lado, saludé naturalmente

—Buenos días Mónica.

—Buenos días, Danny.

Juntos empezamos a caminar con el destino siendo marcado por otros estudiantes del mismo uniforme deambulando en pequeños grupos por los alrededores.

—En serio, hacer a una chica esperar frente a tu casa… eres la peor escoria~

—Oye, el viernes fui yo el que te esperó, no seas tan cruel.

—Ugh… eso fue porque me quedé dormida, ¿De quién fue la culpa? Me tuviste hasta las tres de la mañana despierta haciéndome decirte cosas lascivas por teléf-

Tapando su boca rápidamente, vi en todas las direcciones asegurándome de que nadie escuchó esa bomba de destrucción masiva de reputación.

—Es muy temprano para estar hablando de cosas tan sucias… amor mí…¿o?

Algo húmedo y suave empezó a acariciar la palma de la mano con la que cubrí su boca, sinceramente… tan temprano y ya está haciendo este tipo de cosas de camino a la escuela sin ni un poco de vergüenza…

Me apresuré a quitar la mano de su boca y la agité para sacarme el exceso de saliva, inevitablemente quedaría algo así que tuve que resignarme a esperar a que se secara con el viento.

—Tú no te contienes nunca ¿Cierto?

—La palabra “contener” no está en mi diccionario fufufu~ —cerrando sus ojos, hinchó su pecho con orgullo.

—No sólo andes por ahí usando frases que sacas de la televisión.

—¿Qué tiene eso de malo, Rac?

—Tsch… haz lo que quieras.

Ella tiene un punto a favor suyo ahí.

Si llega el momento en el que tenemos que empezar a escupir veneno el uno al otro, cosas relacionadas con la inmadurez casi siempre ven la luz tarde o temprano y no hace falta destacar quien perdería en estas cruzadas considerando que yo soy el único aquí con un caso latente de chūnibyō.

—De cualquier manera —cambiando de tema lo más rápido posible para hacerme cargo de mi desventaja, procuré ignorar lo que ocurrió hace un momento—. Te has estado controlando bastante bien con respecto a tus poderes… ayer ni siquiera los usaste una vez, al menos no conmigo.

—Ese es el poder de la madurez… —Intentando sonreír, su fachada se cayó al cabo de unos pocos segundos—. La verdad es que me lo pones difícil, no diré que no disfruto el tiempo de calidad que pasamos juntos haciendo cualquier otra cosa que no esté relacionada a la diferencia de tamaño ¡Pero es algo que a veces siento que necesito imperativamente…!

—¿Recuerdas lo que te dije? Sólo solicité que bajaras un poco la dosis de varias veces al día a algunas veces al día, no hacía falta que te contuvieras tan excesivamente —dejé escapar una breve risita.

—¡¿En serio?! Bueno… a decir verdad quería sorprenderte con mi autocontrol pero si así son las cosas, ¡Creo que podría complacerte más a menudo!

—Claro, pero no ahora… primero lleguemos a la escuela como mínimo ¿Te parece?

Ella quien ya tenía sus dedos a punto de hacer un chasquido, se detuvo viéndome con una cara un poco decepcionada.

—Eehhh… claro… jaja…

Silencio imperó entre nosotros dos mientras caminábamos, unos dos minutos después de haberse desilusionado, la chica habló como si hubiera salido de un trance.

—¡Espera! ¿¡Por qué tengo que esperar a la escuela!?

—¿Tienes lag? Bueno, no hay razón específica para ello la verdad… quizás sólo me sienta algo indispuesto ahora mismo por eso de que sea tan temprano, cuando llegue a la escuela quizás ya me encuentre más espabilado.

—¡No no no no no no y no! —Haciendo una X con sus brazos, ella protestó notoriamente—. ¡Puedo trascender el significado de nuestros juegos! ¡Puedo espabilarte yo misma! ¡Incluso puedo hacer que un juego transcurra en una millonésima de segundo! —Chasqueando sus dedos, no sentí que nada haya cambiado en mí o mi alrededor—. ¿Ves? ¡Acabamos de tener un divertido verano, conocimos a muchas personas, vimos muchas dimensiones distintas e incluso siento el collar 0,0001 yoctogramos más pesado!

—¿¡Y-yoctogramos!? ¿¡Cómo percibes una diferencia de peso atómica!?

Me alegra verla tan animada aunque no entienda de qué demonios esté hablando en este momento. Ignorando su cháchara sin sentido aparente vi un momento la hermosa esfera de brillo sin igual reposando sobre su busto cubierto por el uniforme.

Un collar sin precedentes y con un origen absurdo, una réplica de la existencia misma está constantemente colgando del cuello de Mónica, tambaleándose y saltando sobre su pecho a cada paso que da e incluso siendo comprimido por esos dos orbes carnosos cuando ella usa cierta ropa o está desnuda. Si en realidad hubiera gente en ese universo… ¿Cómo se sentirían? De todos modos creo que no tiene mucho sentido pensar en ello; si fuera así, la escala de esas personas sería tan pero tan insignificante que ni siquiera percibirían el movimiento exterior ya que para ellos ese sería el mismo movimiento del universo.

… Repentinamente siento vergüenza al ser “observado” por ese colgante… probablemente le pida que se lo quite cuando tengamos nuestros momentos íntimos a partir de ahora.

De esa manera la chica a mi lado siguió escupiendo palabras sin sentido mientras la escuchaba con una sonrisa complacida en mi rostro hasta arribar a nuestro destino.

***

—Buenos días Kahiko~

—¡Buenos días Mónica!

Ellas se saludaron de manera casi idéntica al encontrarse en el salón de clases mientras que Shirogane y yo nos arrojamos una mirada mutuamente.

—¿Qué tal le va al par de tortolitos?

Acercándome a mi puesto junto al de Shirogane colgué mi bolso de la pequeña pieza metálica sobresaliente de la mesa.

—Nada que tenga que ver contigo para variar —dije eso con una sonrisa confiada en mi rostro.

—¡Eeeeso debió doleeer!

Shimada se acercó a nosotros al verme llegar.

—Vaya… —Presionando una mano contra su pecho, Shirogane acusó dolor—. Este chico ha crecido demasiado fuerte para mis burlas Shimada… ayúdame…

—Nah, no creo que quiera ser batido por la seguridad impenetrable de Wakkun así que quizás espere por un momento de debilidad o algo así, te recomiendo hacer lo mismo, Ozuma… claro, si es que no eres un M.

Casi como una lanza, la broma que Shirogane intentó hacerme se le regresó duplicada desde dos flancos distintos, atravesando su pecho.

—¡He sido derrotado!

—Jajajajaja.

—Puajajajaja.

Shimada y yo nos reímos de la desgracia de un rey bromista que había sido derrocado implacablemente.

—¿Burlándose de Ozuma? Eso sí que es algo refrescante por aquí.

Tomoe se sentó cerca de nosotros uniéndose a la conversación fluidamente, su carácter tímido en verdad ha mejorado bastante desde que conoció a Mónica, al igual que el mío. Es algo que me alegra de sobremanera ver cómo hemos crecido los dos.

—Mejor vuelve a tu puesto Shimada, el profesor debe estar por llegar.

—Tienes razón, hablamos luego —alejándose de nosotros, él se aproximó a su puesto antes de avistar a Hanazawa llegar a la clase lo que hizo acercarse a la entrada.

—Y ahí van como siempre —dije al verlos reunirse.

—No tienes el derecho a decir eso ahora Danny, Riedel y tú siempre están juntos ahora.

—Es verdad Wakkun, siempre estás con Mónica así que ya no debería ser parte de tu vida ponerte envidioso cuando otras parejas se ponen acarameladas.

—Vaaamooos~ Danny y yo no estamos acaramelados todo el tiempo, ¿Verdad cariñito? —Acercándose desde atrás ella me abrazó uniendo sus manos en mi pecho y reposando sus propios pechos sobre mi cabeza.

—Oye oye, ahí te saltaste el “acaramelamiento” y pasaste directamente a la indecencia pública —Tomoe protestó.

—Mmph Kahikoo~ ¡Se supone que me apoyes en momentos como estos! —Mónica dejó escapar un sonido tierno mientras hacía un puchero.

—No voy a motivar tales actos lascivos en la escuela y a plena luz del día.

—¿Eso quiere decir que si lo hacemos en la noche no hay problema?

La cara de Tomoe se puso roja en un momento, realizando lo que Mónica quiso decir ella sacudió la cabeza un par de veces para denegar ese ataque psicológico lleno de indecencia.

—¡N-no quiero saber si van a hacer algo o no! Sólo despéguense o el profesor podría regañarlos si los ve así, recuerden que el de esta hora es bastante estricto con las parejas.

—Pobre profesor de historia… vivió una vida solitaria y ahora se esfuerza por separar a todas las parejas felices —viendo por la ventana, Shirogane dijo esas crueles palabras sin que le quedara nada por dentro.

Cierta duda me empezó a carcomer desde adentro; en el camino a la escuela Mónica estaba bastante impaciente por llegar y empezar con sus juegos, ¿Por qué se supone que no empezó a hacer un desnalgue apenas cruzó la entrada de la escuela?

Sin duda está planeando algo, ¿Debería preguntárselo directamente o esperar a que actúe?

El profesor llegó al salón de clases antes de que pudiera seguir dándole vueltas al asunto, por suerte Mónica ya se había quitado de encima para entonces así que no hubo problemas, al menos no por ahora. Cada quien se movió a sus respectivos puestos y la clase comenzó como de costumbre.

He de admitir que las clases que más me aburren son las de historia, soy bastante malo memorizando fechas así que nunca ha sido mi punto fuerte a la hora de los exámenes por lo que opto por el método de memorización sobre razonamiento, método que odio con todas mis fuerzas por cierto.

Mi atención fue desviada del profesor calvo y con barba blanca mientras la luz se reflejaba en su cabeza, la leyenda dice que si la luz que se refleja en esa cabeza increíblemente lisa impacta en tu rostro, el tipo sabrá exactamente lo que estés haciendo aunque esté de espaldas, no sé quién habrá sido tan grosero como para esparcir un rumor así pero no puedo negar que me haya reído de eso un par de veces, sólo espero que el karma no me haga quedar calvo más tarde…

El cuerpo que desvió mi mirada caminó grácilmente entre los pupitres llamando a mi nombre.

—Danny~

No pude evitar hacerle muecas con mis ojos, a juzgar por el hecho de que se acaba de levantar, empezó a caminar y me llamó a mi nombre mientras estamos en plena clase ella debe haber negado la percepción sobre su existencia o algo así pero no puedo garantizar que sea de la misma manera para mí, ella probablemente esté intentándome hacer picar el anzuelo para que al llamarla todos fijen su atención en el estúpido que se está burlando del profesor al hablar solo en plena clase.

—Si piensas que estoy intentando jugarte una broma te equivocas, puedes comprobar que no miento de una manera poco letal~

Una manera poco letal eh.

Viendo la cabeza recostada de su mano frente a mí, acerqué mi mano a la parte trasera de la cabeza de Shirogane y con mi dedo medio le di un golpe.

—¿E-eh? —El chico que estaba medio adormilado se giró viendo hacia los lados, aparentemente él no me pudo ver.

—Entonces decías la verdad.

—¿Cuándo te he mentido, Danny?

—La pregunta es ¿Cuándo NO lo haces?

—Eso es cruel... ¿Sabes?

—Supongo que vienes a reclamar tu juego o algo por el estilo, por eso negaste la percepción sobre nosotros, ¿Me equivoco?

—Vaya mente tan aguda la tuya amor mío~

No, no creo que haya que ser para nada agudo cuando ella viene con una sonrisa de oreja a oreja acercándose a… ¿Pasos agigantados?

Antes de darme cuenta había empezado a perder tamaño progresivamente lo que hizo que mis pies se separaran del suelo al permanecer sentado en la silla, es verdad que esperaba que se pusiera a jugar pero no creí que fuera tan veloz. Perdiendo altura a un ritmo bastante apresurado mi reducción se detuvo al momento en que mi altura se debe equiparar más o menos a la de un muñeco.

Mónica se detuvo frente al puesto y dándome la espalda pude ver su trasero inclinándose para caer sobre mí.

—Tomaré este puesto~

—¡Oye!

Al acercarme a la orilla opuesta de la silla pude evitar ser aplastado, también fue influyente el hecho de que ella no ocupó todo el lugar y se sentó dejando buena parte de su trasero afuera.

—Veamos… —Levantando una de sus piernas, Mónica giró su cabeza en mi dirección y me vio con una sonrisa—. Acércate, pasa por aquí abajo.

Sin pensar demasiado obedecí lo que dijo, pasando por debajo de su pierna ella la bajó otra vez y se posicionó adecuadamente en el asiento, dejándome a mí entre sus piernas, si fuera un poco más pequeño como en otras ocasiones no tendría ningún problema para ver sus bragas pero no es el caso.

—Entonces esto es lo que haremos, vudú Danny.

¿Vudú Danny? Ciertamente por mi tamaño me asemejó a la figura de un vudú pero es algo extraño ser llamado de esa manera.

Apretando sus piernas contra mi cuerpo, dos pilares carnosos aprisionaron mi cuerpo hasta mi torso entre ellos, intentando de ejercer fuerza fui superado físicamente por un par de piernas.

—Serás el encargado de cuidar mis piernas, bueno… creo que empezaras por mis pies, en este tiempo te has vuelto afecto a un sinfín de partes exóticas de mi cuerpo ¿No es así?

—¿Q-Qué dice-

—No intentes esconderlo, te he visto dando vistazos discretos y precavidos de mis pies cuando estamos en casa y no llevo medias puestas, has hecho un gran trabajo pero no puedes burlarme a mí fufufu~

¡DEMONIOS!

—H-haré lo que dices… sólo no lo menciones en voz alta… por favor.

—Pero sinceramente… nunca esperé que te gustaran ese tipo de cosas.

—¡No me gustaban antes! ¿¡Está bien!? ¡Todo esto…! Surgió contigo…

—¿Entonces sólo te gustan mis pies?

Avergonzado, moví mi cabeza de arriba abajo un par de veces.

—Oh~ me siento honrada fufufu~ —tomándose un momento para reír arrogantemente, retomó el asunto anterior—. De cualquier manera… cada vez que cometas un error, por mínimo que sea y en mi propio juicio; serás reducido un centímetro… estoy segura de que terminarás como un poco de mugre entre mis dedos o debajo de mis uñas al cabo de un rato, ah, ¡Y no se vale equivocarse a propósito! Seré lo suficientemente exigente como para que termines así aun dando tu mejor esfuerzo.

—Como mugre eh… ¿Sólo quieres un masaje entonces?

—Claro, también puedes ofrecerlo como tu corazón dicte, puedes usar tus manos, al pequeño “Danny” o incluso tu lengua, no tendré problema, aunque llenarte de gozo ciertamente sería sacrilegio al masajear los pies de tu dueña por lo que ten por seguro de que eso te restará más de un centímetro si lo haces por demasiado tiempo~

No puedo negarlo, por más que mis pensamientos estén contrariados… soy incapaz de denegar que al ver los pies de Mónica tan de cerca se me hacen atractivos. Desde hace algunos días este sentimiento empezó a nacer en mí curiosamente y aunque intenté evitarlo, muy en el fondo estaba consciente de lo que pasaba ya que muchas veces llegué a escuchar de ese fetiche, aun así nunca creí que yo podría desarrollarlo… ¿Será parte de lo bien que me hace sentir ser dominado por ella?

Creo que al cabo del tiempo terminaré desarrollando fetiches más raros que el de Mónica… uh.

—Oh y no te preocupes si quieres lamerlos, están muy limpios y sólo sudaron un poco de camino aquí… pero supongo que ese sabor agrío forma parte de tu menú, ¿Qué dices?

—No hace falta que lo menciones… confío bastante en tu higiene, sé que eres una chica extremadamente limpia… al menos físicamente, mentalmente ya es algo totalmente distinto.

—¡Oye! —Mónica infló ambas mejillas pareciendo un una ardilla con su boca llena de nueces, lo que se vio bastante lindo.

—Jajaja, no te preocupes; al fin y al cabo estoy haciéndote un cumplido cuando reconozco tu destacada higiene personal.

Repentinamente mi entorno cambió, ya no me encontraba presionado entre dos suaves piernas cubiertas por medias largas negras, ahora estaba bajo un techo alto que debe ser la parte inferior de mi mesa, frente a mí hay dos pies descalzos un poco más pequeños que yo.

—Ponte a trabajar… ¡Esclavo vago! —Con poca fuerza ella empujó su pie y pegó su dedo grande de mi estómago sin hacerme daño.

El dedo contra mi estómago pareció agrandarse un poco… con que iba en serio con eso de los castigos… lo mejor sería apresurarme antes de que esto se salga de control.

Colocando mis manos suavemente sobre su uña, abracé su dedo con delicadeza, pegando mi rostro contra él pude sentir un ligero olor y humedad en mi mejilla, el olor a sudor mezclado con una esencia dulce y placentera se hizo agradable para mí, el sudor de Mónica ha ganado un valor para mí que me ha hecho imposible verlo o sentirlo desagradable ahora. Mientras abrazaba su dedo mi altura fue desapareciendo poco a poco a un ritmo bastante veloz hasta dejarme siendo sólo un poco más alto que el dedo al cual abrazaba. Dándome prisa, me alejé y empecé a masajear el dedo con todas mis fuerzas lo cual hizo que el proceso de reducción se detuviera, afortunadamente.

Los dedos de Mónica son tan bonitos… sus uñas rosadas y femeninas le dan un atractivo sumado a su suavidad y forma esponjosa… que siento que simplemente quiero seguir encogiéndome mientras los beso, ella dijo que estaría bien si hago eso… pero terminaré encogiéndome al nivel de la mugre… aunque no creo que sería malo terminar como un poco de mugre entre sus dedos… claro, creo que sería la única suciedad en su pie, después de todo, ella es una chica muy aseada y sólo una mugre con voluntad propia como yo podría abrirse camino para hospedarse en ella.

Pasando de dedo empecé a masajear los demás, como mi tamaño ya no me permitía ocuparme de varios a la vez, tuve que tratar a cada uno individualmente, reduciéndome un poco cada vez que dejaba de masajear un dedo para pasar al siguiente.

—Veo que estás haciendo tu mejor esfuerzo… pero aunque tu masaje se sienta débil, es muy reconfortante —ella soltó una risita.

...

Unos diez minutos después ya me encontraba siendo del mismo tamaño de su segundo dedo, a pesar de haber dado lo mejor de mí no pude evitar que esta exigente chica me arrebatara tamaño cada vez que pasaba de un dedo a otro.

Mi voluntad empezó a nublarse un poco, me fijé que se formó un bulto en mi pantalón… ah… con que estas cosas también me excitan eh… creo que… lo mejor sería desechar este acto y comenzar con lo que realmente quiero hacer, esta simplemente fue la introducción de todo eso al fin y al cabo.

Soltando su dedo grande un poco más alto que yo, me apresuré hasta el espacio entre su dedo grande y el segundo, extendiendo mis brazos y abrazando ese espacio… sudado, oloroso y cálido.

—¿Así que aceptaste tu destino? Qué se le va a hacer… da tu mejor esfuerzo mientras todavía te puedo considerar un humano a mis pies… Danny~

De golpe, mi altura empezó a desaparecer segundo a segundo… ella realmente estaba esperando este momento para lucirse; sin embargo eso ya no importa porque me encuentro exactamente donde quiero… y será así por un rato más.

Empezando a perderme a mí mismo, saqué mi lengua y pegué mi rostro contra el espacio húmedo entre sus dedos, dejando mi lengua subir y bajar contra la pared de carne sudada, un sabor amargo entró por mi boca, volviéndose dulce y calentito al bajar por mi estómago. ¿Estará bien esto? Espero no enfermarme luego…

Repitiendo la moción volví a lamerlo, algunas veces después el sabor agrió había desaparecido y sólo la sensación dulce quedó, acompañada de una energía corriendo por mi cuerpo y bajando directo a mi entrepierna.

—Esta chica me rompió… —Murmuré.

A mi nivel actual unos treinta segundos después ya podía ver las gotas de sudor individualmente con un tamaño bastante destacable, el olor a pies de Mónica se volvió más intenso y una neblina espesa estaba apoderada del ambiente, el simple olor cada vez más poderoso se apoderaba de mi consciencia y me hacía entrar en un furor progresivamente. La pared de carne frente a mí con pequeñas gotas de sudor se alzaba cada vez más y más, intensificándose en mis sentidos.

Decidido, bajé mis pantalones y mi ropa interior dejando mi miembro sobresalir enérgicamente, lamiendo otra vez la dulce pared frente a mí, lo pegué contra la suave superficie que se sintió magnífica al contacto.

Esto está bien, ¿No es así? ¿Verdad?

“Claro que lo está, cariño”

Puedo escuchar esa dulce voz resonar en mi cabeza diciéndome que lo que hago es correcto, hundiéndome en mis fantasías y haciéndome perder la cabeza.

Cada vez más diminuto, creo que ya llegué al punto en que no puedo considerarme a mí mismo a los pies de mi novia… no, ella definitivamente es mi diosa.

Lamiendo desesperadamente la carne contra mi cara, desee algo con todas mis fuerzas en la profundidad de mis pensamientos.

“Desearía poder ser… un microbio viviendo bajo la uña de esta… esta diosa…”

Afortunadamente, en este mundo que perdió la lógica para mí hace dos semanas… los deseos no se dan por milagros, de hecho, mis deseos se cumplen con una frecuencia bastante alta; este anhelo no fue la excepción.

Repentinamente mi entorno cambio una vez más, no pude darme cuenta al inicio pero después de que mis sentidos se acostumbraran al lugar que me rodeaba, un olor mucho más intenso que antes inundó mis fosas nasales, penumbra me bañó por un techo distante. Dando un vistazo hacia atrás pude ver luz a la distancia y al lado contrario oscuridad… ¿Estoy bajo el espacio de la uña de Mónica?

Una voz resonó en mi mente, aclarando mis dudas.

—Felicidades, tu deseo se ha cumplido cariño, ahora eres un microbio viviendo bajo la uña del dedo grande del pie de tu diosa. Fufufu~ mi primer encargo para ti es… lámelo, entrégate en cuerpo y alma a lamer el piso sobre el que estás parado mientras sigues encogiéndote, hasta que seas sólo un poco de sucio que acompañe a la mugre más pequeña de la cual ni siquiera mi exhaustiva higiene puede encargarse.

Esa orden ni siquiera fue necesaria, cuando tuve la certeza de mi localización, me dejé caer en el suave piso y empecé a lamer el piso debajo de mí.

Ah… un sabor intenso, sudoroso… dulce, sigue siendo dulce a pesar en este lugar tan siniestro.

Encogiéndome y encogiéndome mi reducción no conocía límites, el lugar a mi alrededor empezó a perder sentido al cabo de los minutos, minutos que empezaron a sentirse como horas, ya no podía reconocer este lugar como “el espacio bajo la uña de su dedo grande”, este lugar era más como un mundo alterno, una dimensión con un intenso olor que me calaba hasta los huesos y me hacía perder el sentido. Una gota de sudor debe ser múltiples, miles de veces mi tamaño ahora. Aun así sigo perdiendo mi tamaño, encogiéndome y reduciéndome intensamente a cada segundo que pasa. ¿Sigo estando en el pie de Mónica? Un mundo con un olor y sabor tan maravilloso como este… claro que lo es, sólo su pie… el espacio bajo su uña… es algo tan divino que es digno de ella, todo en ella es especial… incluso algo tan mundano como esto.

Ya nada importa, estoy donde deseo, mi anhelo se cumplió; podría vivir mi vida entera encogiéndome sin parar y sería feliz mientras lamo esto que hace que mi miembro sea incapaz de perder siquiera un poco de su tamaño aunque yo siga reduciéndome en un todo.

¿A qué nivel estoy? ¿Siquiera sigo siendo mugre, un microbio? Debo ser un microorganismo, un germen en su pie… un germen viviendo en… el pie de mi novia…

Comiendo de la mugre que se acumula bajo su uña para alimentarme, bebiendo su sudor para mi confort y supervivencia, pero eso sería incluso demasiado grande para mí… debería beber la humedad de su carne y comer su piel muerta… ¿Qué es…?

Ya… ni siquiera debo ser un germen… yo debo ser… una célula, una célula insignificante que pasó a ser parte del pie de Mónica, tan irrelevante que si muriera sólo me desprendería y quedaría a un lado en su simple caminar. Así… así de insignificante soy ahora; no necesito comida para sobrevivir, sólo… sólo necesito ser parte de ella, es eso todo lo que necesito en la vida.

Lamer, lamer, lamer lamer.

No puedo soportar más el estímulo… yo… estoy a punto de venirme…

¿Por qué me siento tan excitado por ser una célula…? No, ¿Un átomo que forma parte de la existencia del pie de esta chica? No puedo… soportarlo más…

Humedad, un charco de semen tan microscópico que sería imposible para ella percibirlo de ninguna manera, ah… estoy poseído. El olor ya no existe, el sudor tampoco, yo sólo soy…

***

—Wakahisa.

—¿Ah?

—¿Ocurre algo? —El profesor calvo de historia estaba viéndome, al igual que algunos de mis compañeros de clase.

—Mm… —Sacudiendo mi cabeza un poco, salí de mi previo trance—. Claro, lo siento… prosiga con su clase.

—Muy bien.

El profesor retomó el asunto que estaba tratando previamente y los demás que me veían apartaron su vista también.

Oye Danny, ¿Estás bien? Te ves algo distraído —Shirogane en el puesto frente a mí se giró silenciosamente y me susurró mientras el profesor le daba la espalda.

No te preocupes, no fue nada… sólo un pequeño sueño diurno.

Mi respuesta fue más que suficiente para él ya que con un “Ah” giró su cabeza y siguió prestando atención a la clase.

Un poco adormilado todavía por mi situación previa, vi hacia el puesto de Mónica. Ella sólo apoyaba su cabeza sobre un brazo mientras me veía con una sonrisa resultado de la mezcla entre malicia y anhelo.

Recuerdo todo lo que ocurrió perfectamente… pero desconozco en qué punto mis deseos sexuales se volvieron tan retorcidos. Obviamente mis pantalones estaban de vuelta, agradezco que ella no haya ido tan lejos como para dejarme sin pantalones ni ropa interior en medio de la clase.

***

Cuando las clases terminaron, Shirogane y yo nos despedimos mientras que todos emprendían su camino pensando en sus propios asuntos, Tomoe también me dio una breve despedida agitando la mano mientras salía con otra chica con la cual hizo amistad hace poco.

—¿Listo para irte? —Mónica me habló desde atrás mientras metía todo en mi bolso.

—Mhm —haciendo un sonido con la garganta le respondí, terminando de guardar todo, tomé el bolso y me levanté—. Vámonos.

Mónica y yo salimos juntos del salón de clase y empezamos a caminar por los pasillos, ella estaba lo suficiente acaramelada como para tomar mi mano dentro de la escuela, provocando la mirada asesina sobre mí de todos sus devotos seguidores… o mejor dicho, los integrantes del culto que la venera.

—Oye, me matarán por tu culpa.

—Lo siento, pero no puedo evitarlo… jeje —después de reír un poco, permaneció con una sonrisa—. ¿Y qué tal la experiencia?

—¿Cómo decirlo…? Bueno… ciertamente la disfruté, o mejor dicho, la amé; lo que no sé es en qué momento mi mente se retorció tanto para hundirme tan profundamente en los pensamientos como en los que caí.

—Jajajajaja, también me sorprendió un poco tu profunda devoción a mí… te gustan mis pies después de todo ¿Eh? —Susurrando a mi oído eso para que nadie más pudiera escucharla, ella puso su usual sonrisa maliciosa.

—Sí, lo admito, estoy perdidamente enamorado de ellos —dándome por vencido admití, después de mostrarle eso no hay manera de ocultarlo—. T-tampoco estaría mal vivir en el espacio bajo tu uña… es cálido y tiene una fragancia encantadora así que no me molestaría… el sabor de tu sudor también es dulce, no sé cómo lo haces pero… bueno…

Escuché a Mónica tragar saliva después de que dije eso, ¿Me excedí?

—B-bueno… no es que volviera mi sudor dulce, ese sabor probablemente se deba a que cuando te encogiste lo suficiente, empezaste a percibir el sabor de mi sudor mezclado con la loción para la piel que las gotas de sudor reunían en su camino mientras bajaban, claro, es una cantidad tan diminuta que sólo así podrías percibirla…

Mi cara se puso roja, hablar de estas cosas mientras caminamos por los pasillos es demasiado desvergonzado.

Las miradas ganaron un 80% más de sed de sangre cuando su rostro se acercó a mi oreja, jajaja… apártense de mi vista, perdedores.

—Por cierto —ella alejó su cabeza y removió la sonrisa perversa de su rostro—. ¿Has pensado acerca de lo que hablamos?

—¿Mm?

—Ya sabes, acerca de mudarte a mi casa.

—Oh, eso.

Hace un par de días Mónica y yo hablamos acerca de mudarme mientras mis padres no estén aquí, aparentemente los suyos no volverán en un buen tiempo así que habría que preocuparse principalmente por los míos. El tema surgió cuando mencioné que a veces la casa se siente muy grande para mí solo. Realmente me pareció una idea genial pero pensando en otras cosas como el mantenimiento de la casa, el hecho de que varias personas pueden sospechar al vernos salir o ir a la misma casa, entre otras cosas, me hizo dudar.

—Puedo encargarme de cualquier inconveniente, tú sólo tendrías que traer todo lo que quieras y dado que mi casa es más grande que la tuya, no tendríamos problemas por el espacio. Además —levantando su dedo índice, recalcó—. Nuestras casas quedan bastante cerca, si quieres ir a ver que todo vaya bien, puedes darle una visita rápida.

—Tienes razón… ¿Pero y si alguien me visita?

—Puedo hacer a la gente percibir que tu casa es la mía, así no habría ningún problema… ¿Qué dices?

—Hmm… —Suspirando, me di cuenta de que no hay ninguna manera de presentarle un impedimento lógico a esta chica que no pudiera resolver en un abrir y cerrar de ojos—. Está bien, acepto tu propuesta… ¡Gracias por aceptarme en tu casa!

—No hay de qué, cariño~ —Pegándose más a mí, ella abrazó mi brazo entero y lo presionó contra su pecho mientras caminábamos.

—Oye… nos llamarán la atención por estar tan pegados aquí adentro.

—Es que estoy muy feliz, jeje…

Nuestro camino se vio repentinamente interrumpido cuando dos personas se pusieron de pie frente a nosotros saliendo de un pasillo cercano. Cuando intentamos esquivarlos, ellos se interpusieron entre nosotros y el camino.

—Mm permiso, por favor~ —Mónica amablemente le habló a las dos personas con su mente tan distraída conmigo que no se dio cuenta a quienes pertenecían los cuerpos frente a nosotros.

Quitando su brazo de encima de mí bruscamente me paré erguido en un instante. De entre todas las personas que nos podíamos encontrar… ¡Mierda!

—¡Eh Danny! ¿Qué ocurr… —Mónica se detuvo abruptamente cuando vio con más claridad a las dos personas frente a nosotros, tapándose la boca con ambas manos—. ¡Y-Y-Yamashiro y M-Mihara!

Yamashiro Mayumi de la clase 3A. Con un largo cabello negro al igual que sus ojos, suelto hasta el nivel de la cintura, piel lechosa, pechos realmente destacables incluso a través del uniforme que con Mónica pude confirmar que ocultan bastante y una altura destacable entre las chicas de la escuela de 1.75 metros, dándole un aura digna de temer. La presidenta del concejo estudiantil estaba de brazos cruzados frente a nosotros acompañada de Mihara Daisuke de la clase 2A con su cabello plateado y ojos carmesí con gafas que lo hacía parecer una especie de mayordomo de una familia de vampiros, sumados a su tez pálida y altura de 1.77 metros; el vicepresidente del concejo y la mano derecha de Yamashiro.

¡Ahora que esos dos nos han visto estamos perdidos!

—Riedel Mónica, Wakahisa Danny —cerrando sus ojos negros para abrirlos poco después, la presidenta nos señaló con un aura desafiante y una mirada afilada.

—¿E-eh?

En ese momento no pude entender por qué ella nos señalaba, pero las palabras que escuché al momento siguiente me helaron la sangre.

—Nosotros… —El brillo de los lentes del chico a su lado le dieron un acompañamiento magistral a la luz en sus ojos carmesí y su tono de voz grave, señalándonos también—. ¡Conocemos su secreto!

Patidifuso, giré mi cabeza para ver la expresión de Mónica a mi lado, su semblante estaba tan perdido entre pensamientos y preocupaciones que olvidó respirar o siquiera poner una expresión clara.

¿Ellos conocen nuestro secreto?

Ellos… ¿Saben que Mónica es una semidiosa?

Qu…

¿¡Qué demonios está pasando aquí?!

Chapter End Notes:

Y el primer enemigo de esta historia aparece, ¿Cómo podrán abordar nuestros protagonistas el hecho de que ahora existe alguien que conoce su “secreto”?

Yoctogramo: Unidad de masa equivalente a la cuatrillonésima parte de un gramo. Para referencia, la masa de un electrón es de aproximadamente 0,001 yoctogramos.

Pueden contactarme vía discord bajo el nombre de Exosaur#7911 y también seguirme en twitter como @ExosaurX donde haré una publicación cada vez que suba un capítulo nuevo para que no se lo pierdan. Si gustan, ¡No olviden dejar una reseña/review!

You must login (register) to review.