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Seguía aquí atrapado más de una hora en la punta del tacón de melissa, el aire es escaso y solo sentía el olor del pie de ella.

Creo que son las 8 am y melissa está en la oficina. Ella trabaja como asistente de comunicaciones de una empresa financiera. Un trabajo aburrido para mí, pero cada quien con lo suyo.

De pronto lo inimaginable, melissa se quito los zapatos para descansarlos, esta es mi oportunidad para poder salir de ellos. Es una pendiente muy alta el tratar de salir de este tacón, sin embargo el dedo gordo de melissa vuelve al tacón pero su pie no entra por completo, sino que hace volcar el tacón hacia un lado.

-Ahora si podré salir!

Corrí hacia afuera del tacón y llegue al piso de cerámica blanca de la oficina. Volví a ver hacia arriba y vi a melissa, me sentí demasiado intimidado. Me sentía como un pequeño e insignificante insecto a sus pies. En cualquier momento podría acabar con mi vida sin que ella se diera cuenta.

Fue entonces que recordé que melissa trato de aplastarme la noche anterior, es más, creyó que yo era un insecto en su habitación.

Entonces decidí alejarme de ella. Si melissa me ve pensaría que soy un insecto y me trataría de aplastar, esta vez no tendría la suerte de mi lado.

La oficina de melissa era un poco reducida para una persona de tamaño normal, pero con mi tamaño parecía inmensa.

-“tengo que refugiarme y pedir ayuda, ¿Pero adonde y a quien?” me dije a mí mismo.

Pronto recordé que melissa tenía amigas en el trabajo. La mejor amiga se llama Marielos, ella es delgada, piel morena y pelo negro. Es alta y debe calzar talla 7 en sus zapatos, es sexy y tiene cuerpo de modelo.

Marielos trabaja en la oficina que esta junto a la oficina de Melissa. Lo recuerdo porque he ido a traer muchas veces a melissa cuando vamos a salir o cuando quiere que la ayude a hacer algo.

Pues es ahí donde tengo que ir, a la oficina de marielos. Mientras caminaba hacia la oficina pensaba la manera de llamar su atención. Probablemente podría subir a su bolso o a uno de sus zapatos para decirle quien soy, o hasta podría escribirle en la computadora. Era cuestión de tomar la mejor decisión

Luego de caminar unos minutos por la empresa llegue a la oficina de Marielos. Pase bajo la puerta y ahí estaba. Ella llevaba tacones cerrados, aunque en la punta había un espacio donde se le miraban los dedos, pantalón formal y una blusa blanca. Su cabello lo tenía suelto y alisado y su cuerpo se podía oler desde lejos con olor a splash de manzana.

Llegar desde la puerta hasta los pies de marielos era una odisea peligrosa porque corría el riesgo que en esos 800 metros ella llegase a pararse o que alguien más entrase a la oficina y ser aplastado.

Para mi suerte todo salió bien y logre llegar a sus pies. Por supuesto al llegar sentí el olor de sus pies combinado con el aire acondicionado del lugar. Descanse un momento para luego tocar los pies de marielos.

Su carne se sentía suave, yo trataba de llamar su atención pero no me volvía a ver. Luego de varios intentos su pie se movió y me empujo hacia adelante. La punta de su zapato golpeo mi pecho  y me hizo toser mucho en el suelo.

Creí que había logrado tener su atención pero solo fue un movimiento repentino que ella hizo. luego lo volví a intentar, pinche su dedo de nuevo muchas veces hasta que ella sintió que algo la picaba.

-qué demonios? Dijo Marielos.

Yo empecé a mover mis brazos para que me viera pero tal como lo deduje mi suerte seria la misma de anoche.

-¡malditos insectos! Dijo marielos mientras levantaba su tacón sobre mi

Yo empecé a gritar con todas mis fuerzas y seguí moviendo mis brazos para que me viera, y justo cuando creo que moriría

-¿Qué clase de insectos eres?

Marielos vio hacia abajo y mis suplicas se hicieron realidad.

-¿Qué? Pareces una persona, pero muy pequeña.

-Marielos soy yo Irving, ¡ayúdame!

-Dios mio, eres el amigo de Melissa

-Sí, soy yo. Me encogi por accidente, llévame con Melissa.

Di gracias al cielo porque ella me había reconocido, Marielos sabia de mi existencia y me llevaría pronto con melissa, o al menos eso creí.

-¿llevarte con Melissa? No lo creo, no todos los días encuentras a un insecto que habla.

-¿Qué? Yo no soy ningún insecto.-mencione enojado. ¡soy una persona!.

-Ahora eres mi insecto patético, te llevare a casa conmigo.

¡No marielos por favor! Déjame ir!

De pronto sentí como su masiva mano llego hacia mí. Marielos me tomo y me puso en la palma de su mano.

-¿Cómo llegaste a ser diminuto? Pregunto marielos.

-es una larga historia, yo estaba en el cuarto de melissa y tome un artefacto inca que ella había comprado en una tienda de antigüedades y que desgraciadamente encoge a las personas, mencioné a Marielos.

-¡wow! Que genial, pero es una lástima que hayas terminado en mi custodia, despídete de tu vida como la conoces.

-¡espera! Grité.

Marielos volteo su mano y yo caí en un calcetín que ella tenía en su bolso guardado.

Poco a poco vi  la luz desvanecerse.

 

Luego de intentos e intentos de escape que fueron en vano, mejor decidí dormir en ese calcetín, al menos ahí había más aire que en el zapato de melissa. Pasó el día completo y desperté, sentí un golpe en el piso. Marielos había llegado a su casa y había puesto su bolso en su mesa de noche.

Pronto escuche que la cartera se abrió y con ella vino la luz hacia mí. No veía nada más que la luz y la sombra de la mujer gigante.

Luego sentí que el calcetín se elevo en el aire, pasaron 4 segundo hasta que el calcetín dio vuelta hacia abajo y yo caí de manera brusca en algo suave.

Cuando caí abrí los ojos y vi montañas blancas y mucha luz, y pensé –“esta es la cama de Marielos”.

Luego vi hacia atrás y vi a marielos, ella estaba desnuda

"porque me trajiste?" dije, aterrorizado.

"Oh ~!" marielos dijo en un tono sensual. "!Eres tan lindo como!"

"¿Qué te pasa?" Grité.

Marielos se rió. "nada malo, solo nos divertiremos juntos".

Yo no podía creer lo que acaba de oír. "¿Qué demonios? ¿Cómo? ¿Por qué lo dices?"

Marielos entonces levantó su pierna sobre la cama. Luego vi la planta de su pie desnudo bajando de mí. Traté de esquivarla pero se vino abajo lo más rápido que pudo. Su carne me había envuelto completamente todo cuerpo, la presión se amortiguo por el colchón.

Por lo que pareció una eternidad, marielos me mantuvo atrapado bajo su suela contra la cama. No puede respirar más que solo el olor de su pie.

Pronto levanto su pie y volví a ver a marielos de una manera imponente, me sentía como una hormiga torturada por una niña mala.

"¡Perra!" dije con ira.

 Ella se rió. "No llámame tu diosa, tú no eres nada para mí ahora, como los seres humanos no somos nada ante los pies de Dios”.

"De hecho, por llamarme 'perra' te hare pagar por esto

 -¿Qué harás?

Pronto me levanto de la cama y me tiro al suelo. Yo caí junto a sus sandalias flip flop blancas.

Volví a ver hacia arriba y vi que la planta de su pie descendió sobre mí, solo que esta vez no me aplastó, sino que se detuvo a unos centímetros del suelo y solo se apoyaba con su talón.

-Pues bien insecto desgraciado,”!debes limpiar mi pie!. Me dijo en un tono amenazante. “Límpialo o esta pie será lo último que veras en tu miserable vida.

Cerré mis ojos y sin renegar empecé a frotar con mis manos su pie. El olor de su pie era bien fuerte y tengo que confesar que no fue un castigo para mi, sino un momento excitante que debía disfrutar.

Mis manos se movían suavemente sobre su pie. Mi pene comenzó a crecer, mi corazón latía mas rápido y  mi respiración era más pesada.

-¡eso hace cosquillas!. Exclamó Marielos con una risita.

Yo solo disfrutaba el momento, mientras pensaba que ese pie quizá debe de haber sido lo último que vieron muchos insectos. ¿Cómo algo tan suave, bello y delicado puede ser mortal para algunos?

Marielos gemía de placer, yo disfrutaba al tocar su carne suave y empecé a lamer su pie.

El sabor era algo salado, mi lengua raspaba sus huellas digitales lo que provocaba una sensación agradable. Me sentía como en el paraíso.

Pronto deje de sentir la carne y vi que Marielos subió sus pies de nuevo a la cama.

-“Eso es todo”. Ordenó marielos. “ahora debes dormir por última vez, porque mañana morirás aplastado bajo la planta de mi pie, sí el pie que acabas de limpiar” dijo en tono sarcástico.

Marielos me levanto del suelo y me puso en un salero nuevo. Los agujeros del salero me permitían respirar.

Mientras estaba adentro marielos llevo el salero al suelo y lo dejo acostado. Como el salero era de vidrio lograba ver todo lo que ella hacía. Salió de su habitación y en menos de 1 minuto volvió a entrar.

-Mira lo que te pasará mañana!. Se burlo Marielos.

Pronto vi que en su mano tenía una hormiga. Ella puso la hormiga en el suelo y la comenzó aplastar con su pie descalzo.

Mi pene se comenzó a parar, y me entro excitación al ver eso. Pronto la hormiga se miraba adolorida por el peso que tuvo que soportar, ya casi no se movía.

Marielos hizo una crueldad contra mí.

-¡Prepárate para lo que veras mañana!, esta es lo mismo que veras mañana!. Se rió en tono burlesco.

Pronto tomo la hormiga del suelo y la puso encima del vidrio del salero. La hormiga estaba sobre mí, solo nos separaba el vidrio a la hormiga y a mí.

Luego marielos se elevo sobre nosotros, y vi como su suela se elevo sobre nosotros. Empecé a sentir miedo.

Miedo porque eso me pasaría mañana. Y además porque sabía que la hormiga estaba a punto de morir.

Pronto su suela comenzó a descender y en cuestión de segundo marielos puso su pie lentamente sobre la hormiga y sobre mí, yo rezaba porque el vidrio aguantara la presión del pie, sino yo moriría hoy mismo.

El pequeño cuerpo de la hormiga se empezó a expandir debajo de la suela de marielos. El color piel de su suela pronto se comenzó a poner verde por la presión, hasta que a la hormiga se le quebró la cabeza por el peso.

Ahí supe que la hormiga había muerto y yo presencié su muerte en primera fila.

Pronto marielos levanto tu pie y la hormiga se fue con suela porque se pego a ella debido a la inmensa presión.

Marielos solo me sonrió sensualmente, se volvió a acostar en la cama y apago la luz.

Yo no podía dejar de pensar en lo que acababa de ver. El vidrio del salero salvo mi vida pero a la vez me sentí aplastado por ella. Mil cosas pasaron por mi mente, quisiera regresar al pasado y nunca haber tocado ese artefacto. Ahora moriré bajo el pie de una loca sexy.

Solo me queda esperar el amanecer.

 

 

 

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