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Cuando me desperté estaba acostado boca arriba pero seguía pegado con la cinta adhesiva transparente a la teta izquierda de Max.

Abrí los ojos pero me seguí haciendo el dormido porque no quería despertar. Quería pensar, quería idear un plan de como escapar.

Empecé a pensar pero no encontré ni una sola manera de como escapar. y otra cosa: Como nadie me había visto ahí pegado si en lo primero que todos se fijan de Max son sus tetas? O yo soy un pervertido?

Seguí pensando sin ninguna idea pero fue hasta que Max dio un gran inhalo y me asuste y trata de huir.

"BEBE!" Dijo ella asustada.

Eso era lo que no quería.

"Te asusto mi respiro?" Dijo ella mientras empezaba a frotar mi pene como si estuviera frotando la espalda de un bebe.

Ella no se paro pero si dio un pequeño saltito. Ella quito la cinta que estaba en mi pene para poder frotarlo mejor.

"Dormiste bien en la teta de mamá?" Dijo ella riendo.

Yo asentí.

"A mi también me gusto me sentí más unido a ti... sentí como que... eras una parte de mi"

Ella sabia que todas esas ideas que ella decía me excitaban y quería que me excitara pero no sabia porque.

"Oye bebe recuerdas que te dije ayer?"

No recuerdo nada nada más recuerdo como me dejo besar y lamer sus pies.

Yo negué.

"Recuerdas que por todo eso que hiciste te iba a dar una recompensa."

Ya recordaba ella dijo que había amado lo que había hecho ayer y que me iba a recompensar... pero que es eso? mejor no saberlo.

Yo negué.

"Oye te doy una pista: Tu lamiendo y besando mis pies" Dijo ella mordiendo su dedo.

Yo volví a negar.

"Que lo hiciste muy bien" Dijo ella.

Me obligo a hacerlo: Asentí.

"Oh entonces quieres tu recompensa, bebe?" Dijo ella.

Yo asentí obligado.

Ella quito la cinta que estaba en mis pies y dio un gran salto de la cama y callo y en suelto.

Yo hubiera salido volando si mis hombros no hubieran estado pegados a su teta. Yo salte hasta estar de cabeza en el aire y cuando estuve a punto de caer en su teta ella soltó la cinta de mi hombro y empecé a caer.

Caí por unos metros hasta que ella metió la mano y caí en su palma.

Ella me dejo en su mesita de noche y se empezó a desabotonar la camisa. Se quedo en su brasier rojo con negro enorme incluso si fuera de tamaño normal.

"Te gustan mis pequeñas tetitas?" Me dijo ella.

No entendía porque le decía sus "pequeñas tetitas" Si eran unas de las tetas más grandes, bonitas y redondas que había visto en mi vida.

Yo asentí.

"Si verdad? a mi también me encantan" Dijo ella bajando la cabeza y dándole una pequeña lamida.

"y... quieres verlas sin este horrible sostén?" Dijo ella tocando su brasier.

Lo pensé mucho mientras ella me veía sonriendo. Después de mucho decidí asentí.

Ella se sentó en la cama con la espalda a mi y me miro.

"Si quieres verlas entonces quítame el brasier."

Me acerque al broche y estire las manos. Intente de todas las maneras de quitarlo pero no pude.

La verdad no quería pensaras que soy gay al no querer desnudar a una mujer mayor, sexi, con tetas enormes y giganta. Pero lo que pasa es que si me enamoro de ella (Y ya me ha pasado) no me querré ir y lo que quiero es huir.

Trate por más de cinco minutos como un loco, pero se me hizo imposible.

"Vamos bebe nunca has desnudado a una mujer?" Dijo ella.

Yo negué.

"Oye creo que escogí a un niño muy pequeño. Acaso quieres que te mate?" Dijo ella poniendo la manos en su sostén y quitándoselo.

Logre ver desde atrás como sus tetas caían. No porque estuvieran caídas sino porque sus sostén las ajustaba tanto que hasta se veían más pequeñas de lo que eran.

"Me gusta usar sostenes más pequeños que los de mi talla para sorprender más a los hombres... o niños en la cama"

Ella insinuaba que yo era un niño aunque eso era mentira. Me faltaba poco por cumplir los quince años.

"Yo podría ser hasta su mamá" Dijo ella riéndose. "Si o no mi hijo" 

Ella no se quería voltear porque no quería que la viera aún por algún motivo.

"Ok bebe... estas listo?" Dijo ella.

Yo asentí sin animo.

Ella se dio la vuelta y me quede con la boca abierta apenas la vi.

He visto a muchas mujeres desnudas pero esto era lo más cercano a la perfección.

Sus tetas estaban rígidas, redondas a la perfección, sus pezones largos y preciosos. 

Sus tetas eran dos montañas enormes, sus pezones eran casi de mi tamaño sorprendentemente. 

"Te gustan" Dijo ella sonriendo.

Yo asentí con la boca abierta como si estuviera al frente de Dios.

"Son tan perfectas así? Todos los chicos que he conocido siempre me lo dicen: "Max Dios hizo las mejores tetas del mundo y las puso en tu cuerpo"" Dijo ella riéndose.

Después de un tiempo de silencio en el que ella me veía a mi y yo me quedaba con la boca abierta viendo sus tetas.

"Dime y seme cien por ciento honesto" Me dijo ella. Esta pregunta era seria y se le notaba en la cara.

"Quieres estar con migo... Quieres pasar el resto de tu vida viviendo con migo y tocando mis pies y mis tetas?"

La verdad la amaba, pero yo era una persona, tengo mi vida, quería escapar, quería ser libre, quería seguir mi vida como si esto no hubiera pasado. Quizás hasta me haga amigo de Max.

Yo negué.

Hubo un incomodo silencio en lo que los roles cambiaron pues yo la miraba a la cara y ella miraba a sus tetas.

"Sabes que? Yo sabia eso es estaba preparada: Te obligare a ser mi juguete te guste o no. Ahora seré la mala de la película" Dijo ella.

Estiro su cuerpo hasta que sus tetas colgaran sobre mi.

"Ahora quieras o no me harás el mejor masaje de pezón de la vida" Dijo ella con cara enojada.

Ella no estaba actuando era verdad. Alce mis manos y toque su pezón. Al instante creció más y se volvió más duro aún.

Yo me asuste y me tire al piso.

"No seas maricón y dame mi masaje"

Yo volví a estirar las manos y volví a tocar su pezón que parecía una gran roca roja. Lo apreté con las dos manos mientras que Max ponía la mano en su entrepierna atraves de su falda.

Lo frotaba y lo apretaba con todas mis fuerzas mientras ella se frotaba la entrepierna.

Ella empezó a gemir lentamente mientras yo le rascaba el pezón. Entonces ella bajo un poco la teta hasta que estuvo a unos centímetros de mi cabeza.

"Sabes que hacer... Esclavo" Dijo ella haciendo énfasis en "Esclavo"

Yo estire el cuello y con temor le di un lametazo a la puntita de su pezón que era mucho más grande que mi cabeza.

Jure que le iba a dar cosquillas pero la excitación de tener a un chico diminuto lamiendo su pezón creo que lo hizo olvidarlo.

Empecé a chupar su pezón con todas las fuerzas que pude pero a ella no le basto.

Con la mano con que no se estaba frotando a ella misma me apretó en el estomago con todas sus fuerzas.

"Chupa más duro!" Dijo ella.

Chupe y chupe todo lo que pude pero ella no se conformaba.

"Mas-Duro" Dijo ella frotándose más rápido.

Empecé a morder con fuerza mientras chupaba y ella fue aflojando hasta que me soltó.

Siguió gimiendo como lo estaba haciendo hace poco mientras yo chupaba y mordía su pezón.

Pero de la nada la excitación en mi cuerpo aumento y me dio un arranque de energía y empecé a chupar con mucha más fuerza.

Max empezó a gritar.

"AH... VAMOS PAPI!... USA ESA BOQUITA Y ESAS MANITAS"

Entonces una voz mil veces más fuerte que la de Max grito.

"MAX SUELTA AL POBRE NIÑO!!!" Dijo... Caroline y al instante Max reacciono.

Bajo su cuerpo y me aplasto bajo sus tetas como si yo fuera a gritar pero ya me había acostumbrado y no intente gritar para pedía ayuda.

Hubo un momento de silencio.

"Yo se que quieres tener a mil hombres para que sirvan como juguete sexual... pero Max... Es un ser humano y tiene los mismos derechos que tu" Dijo Caroline alejándose de la puerta.

Ella quito las tetas de mi y me agarro. "Eres un niño travieso... Sabes que la diversión acaba por hoy" Dijo ella agarrándome y tirándome en el cajón de la mesita de noche.

 

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