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Cuando me desperté note que estaba acostado en una superficie dura como de madera.

Me pare de golpe y vi que estaba en la madera. Estaba en la mesita de noche de la chica súper sexi que ayer me había encogido.

Mire hacia la cama y la vi. Tan hermosa y perfecta acostada boca abajo en la cama.

Estaba leyendo una revista con las piernas alzadas haciendo que se le vieran los panties.

Cargaba puesta la ropa de su restaurante. Esa ropa le favorecía mucho... Solo que no se le veían nada de las tetas.

Ella se quedo leyendo como por diez minutos mientras yo la veía sin poder hacer nada pues no podía hablar.

Honestamente ame como me dejo besar y lamer sus pies ayer pero no debía quedarme ahí debía irme.

Pero el problema era que estaba en una mesita de noche de setenta pies de alto y si saltaba era una muerte segura.

Cuando se volteo me vio parado en la mesita de noche.

"Hola bebe" Dijo ella sentándose en la cama con las piernas muy abiertas apropósito.

Ella por algún motivo trataba de excitarme pero algo me decía que debía resistirme. Pero era algo imposible con sus piernas abiertas, sus tetas del tamaño de dos montañas.

Yo salude con la mano como respuesta.

"Te gusto lo que hicimos ayer"

Yo asentí.

"Si honestamente estuviste genial... Por eso mismo te premiare"

Ella que quería decir con que me iba a premiar? Me iba dejar ir a mi casa? O que?

Por instinto trate de preguntarle pero de nuevo no salió nada de mi boca. Mi cuello y mi boca se sentían normal pero no podía hablar.

"Que lindo cuando tratas de hablar..." Dijo ella sonriéndome.

Después miro su reloj y al instante se alteró y salto de su cama y corrió al baño.

"ES TARDE!" Grito.

Yo la veía lista. No se que fue hacer. Escuche lo mejor que pude y escuche como se maquillaba... Se maquillaba todos los días?

Después de un minuto salió y corrió hacia la puerta de su cuarto para salir, pero cuando tenia la mano en la perilla se detuvo y se dio media vuelta.

"Y que hacemos con tigo?"

Honestamente quería quedarme pero si se devolvió era por algo.

Alza los hombros en señal de que no sabia.

"Quieres ir en mis zapatos..." Dijo ella poniéndose un dedo en los labios coqueta.

Pero por más coqueta jamás haría eso. Eso era un suicidio. Ella debía pesar más de cien toneladas para mi.

Yo negue con mi cabeza lo más rápido que pude. 

"Pero este uniforme no tiene ningún solo bolsillo..." Dijo ella viéndose.

Eso era algo que yo no entendía de unas chicas. Hacían como si se vieran la ropa pero sus tetas no las dejaban.

Me dio un vistazo rápido y después corrió al baño.

"Tengo una idea" Ella salió del baño con una cinta adhesiva pequeña y transparente.

"Te podemos pegar a mi" Dijo ella viéndome ilusionada.

Por qué simplemente no podía meterme en su bolso o en algún lado? Bueno no se lo podía decir.

"Quizás te amarramos alrededor de mi brazo" Me imagino el mareo mientras caminara así que yo negué.

Realmente quería quedarme aquí tenia que decírselo de alguna manera. A lo mejor hasta pudiera escapar.

Yo empecé a saltar y a mover las manos. Ella me vio extrañada.

"Que pasa amor... Tienes una idea?"

Yo me señale a mi mismo y después señale el suelo de la mesita de la noche en señal de que me quedara ahí.

"No esa perra de Caroline te puede alejar de mi... y si te aleja perderás mis pies" Dijo frotando sus pies a través de su medias sin zapatos.

No le iba a decir nada más que sabia que con ella eso no me iba a llevar a nada. Por lo menos ya sé que la otra giganta... Digo chica se llama Caroline.

Ella se sentó en la cama a pensar mientras me quede hipnotizado viendo sus tetas realmente ajustadas contra su uniforme.

Después de un rato mire hacia arriba y vi que la chica me estaba viendo. Cuanto tiempo llevaba viéndome mientras veía sus tetas.

"Así que también te gustan mis tetas... Bueno como no" Dijo ella aplastándolas con sus manos lo que dejo mi pene erecto.

"Entendí..." Dijo ella acercando su mano y cogiéndome. "Cierra los ojos" Dijo ella y yo lo hice.

Ella me alzo y me puso contra una cosa blanda y después sentí como me pegaba a eso con cinta exactamente en donde estaba mi polla erecta, otro pedazo de cinta en mis pies y otra por donde están mis hombros.

"Abre los ojos" Yo los abrí y vi que estaba pegado a una montaña súper alta al borde de caer. Trate de gritar pero no pude.

No entendía que pasaba solo me revolcaba pero después pensé que si seguía moviéndome me iba a caer así que me calme y cerré los ojos.

Justo cuando hice eso sentí una especie de pulsaciones. Abrí los ojos lentamente y vi a que estaba pegado. Era una tela marrón.

"Ya te calmaste bebe" Dijo una voz arriba mio. Mire hacia arriba y vi la cara de la chica súper sexi. 

No lo podía creer estaba pegado con cinta adhesiva a sus tetas. Se sentía genial. Era como una cama muy suave... Pero vertical y sobre todo los latidos de su corazón.

Jure que a una chica tan tetona como esta no se le sentían los latidos... Al parecer si.

"Se siente rico verdad" Dijo ella riendo. 

La verdad se sentía delicioso estar pegado en su teta... Pero ahora que lo pienso.

Yo soy blanco y el vestido es marrón me podían ver a diez kilómetros de distancia. Pero mejor talves alguien me vea y me ayude.

"Sabes algo? Solo duérmete y despertaras en casita"

Yo asentí.

Ella agarro su bolso y salió de su cuarto.

"Buenos días" Dijo una voz de a mi espalda.

"Buenos Días, Caroline" Dijo ella sin prestarle atención.

"Max..." Ese era su nombre... Max... El nombre de la chica que dejo que besara y lamiera sus pies y que estoy en su teta ahora mismo.

"No me digas nada, Caroline" Dijo ella abriendo la puerta y largándose.

Me encanto que cuando bajo las escaleras sus tetas subían y bajaban dándome una especie de masaje.

Después de unos minutos me dormí. Mi erección no se había ido hasta que me durmiera.

Cuando me desperté estaba en un cuarto friísimo y mire a un montón de cajetas.

"Y segura que no va a venir" Dijo una voz masculina.

"No. Que le dieron el día libre" Dijo...Max irritada.

"Esta bien"

Si no me equivocaba Max compartía apartamento con... Caroline y ambas trabajaban en el mismo restaurante porque yo las he visto a las dos trabajando.

Ella se dio la vuelta y por un segundo pude ver el restaurante que ya había visto un montón de veces. Pero por ahi mismo cerro la puerta des refrigerador que era donde estábamos.

Al instante se empezó a sentar aun más frio que hasta que casi me orino pero debía aguantar con todas mis fuerzas.

Ella miro a sus pechos y vio que estaba despierto.

"Oh... Quien es el bebe que se despertó." Dijo ella frotando mi pene a través de la cinta adhesiva.

Mi pene quedo erecto de nuevo. Y esta vez no podía disimular nada.

"Hace frio hay que mantener el calor" Dijo ella poniendo sus brazos contra sus tetas para apretarme con más fuerza.

Me apretó tan fuerte que ni podía respirar. Después de unos segundos quito los brazos.

"Nada más quería ver como estabas seguiré trabajando..." Dijo ella poniéndose en puntillas para alcanzar algo que estaba en un estante alto.

Ahora era una giganta de cientos de pies de alto pero la verdad ella era muy pequeña no se de que estatura porque no se de eso pero no era alta.

Cuando lo alcanzo era un frasco como de alcohol o algo así. 

"Sabes que es esto?" Dijo ella.

Yo negué con la cabeza.

"Es una botella con una sustancia que te va a dormir" Dijo ella abriendo la botella y agarrando un trapo de un estante.

Mojo el trapo con el liquido y después me lo puso en la cara.

Trate de respirar pero cuando lo hice casi caigo dormido y a la segundo vez me dormí en su teta otra vez.

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