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━No puedo creer lo peligrosa que se ha vuelto la sociedad, una ya no puede caminar sin que un tipo quería arrastrarla a un callejón para hacerle quien sabe que cosas indecentes ¿Y la policía? Pff no hace nada. Esto cada vez es peor ¿No opinas lo mismo?━


Expresó en un falso tono de preocupación y miedo, mientras continúa caminando a un paso lento, siguiendo muy de cerca a la recién encogida persona, riendo con suavidad cada vez que grita cuándo su tenis aterriza cerca suyo.


El sujeto se le había insinuado con anterioridad cuándo iba cruzando por la calle y a pesar de constantes negativas, en lugar de rendirse, optó por la fuerza, lo cuál resultó en su estado actual. 


Pobre diablo, está llorando y pidiéndo clemencia, pero ésta cae a oídos sordos pues si hay algo que la bruja disfruta es jugar y torturar de esa manera.


El sujeto tropezó y justo cuándo parecía que lo iba a aplastar; Lily desvió su pie a último momento. El victimario convertido en víctima miró al lado, encontrándose con el muro blanco que son los sneakers ajenos, cambió de posición para quedar sobre su trasero y levantó la mirada. 


Ella hizo lo mismo desde las alturas sin inclinarse, tan solo observando con la cabeza parcialmente inclinada cómo si fuese un indefenso insecto a sus pies. Uno sucio, asustado y patético que apenas es tan alto cómo la sección delantera de sus tenis, probablemente mide el alto de su dedo gordo del pie.


- Diría que aquí hay al menos unas lecciones que aprender.- Comentó, se nota un tono divertido en su voz. -Aunque ahora no te servirán de mucho.-


Un pequeño charco de orina se formó frente a la entrepierna del tipo, quién en otro intento desesperado se reincorporó y pegó carrera, ésta vez en dirección a una lata abierta que se había caído del bote de basura, una grande con la boca amplia, de esas de sopa ya preparada. Aparenta ser un refugio seguro desde su perspectiva, pero a la de una persona de tamaño normal, bueno, se dió cuenta de la realidad una vez Lily colocó su pie en el costado y lentamente comenzó a aplicar presión. 


El techo, las paredes de aluminio crujieron bajo la fuerza de la gigante y pronto empezaron a ceder. El techo bajó de manera lenta, amenazando con comprimirlo entre sus frías y sucias paredes, cosa que Lily estaba haciendo a propósito, no le gusta acabar sus juegos tan rápido.


- ¡Por favor! ¡No lo volveré a hacer! Tengo...tengo familia, hijos...ten piedad.-


Ésto llamó la atención de Lily, quién de inmediato apartó su pie, colocándolo con suavidad en el suelo frente a la lata y de pronto, otro terremoto asaltó el refugio de latón cuándo éste fue levantado por los aires y eventualmente seguido de una inclinación que, en compañía de la gravedad: lo sacó directo a la mano abierta de su perseguidora.


La chica no le dió oportunidad antes de tomarlo por una pierna y dejarlo de cabeza para luego sacudirlo en esa posición. Esa simple acción le causó una variedad de dolores, de cabeza por la posición y bruscos movimientos, en su pierna al ser apretada por los dedos y por último, en el resto de su cuerpo, cuando los mencionados lo soltaron de golpe sobre la misma mano de antes.


Se quejó y entre el aturdimiento alcanzó a notar que varias de un par cosas habían caído de sus bolsillos, su celular y billetera, la cuál fue recuperada por los dedos gigantes. 


Retrocedió una vez más, solo parando cuándo se encontró con un altísimo y cálido muro color piel; los dedos de la mano. Cada uno más grande, grueso y fuerte que él.


-Por fav-


-Chitón.- Le interrumpió la azabache.


Acomodó la cartera en la palma de la otra mano y ahí la regresó a su tamaño original sin problemas para luego atraparlo en el espacio entre su dedo pulgar e índice y así poder usar ambas manos para fisgonear en la misma. Su temperatura subió rápidamente debido al calor corporal ajeno, sin embargo, su mayor preocupación es ser aplastado por la más mínima presión de su parte.


Emitió un sonido de satisfacción al encontrar lo que buscaba, tomó un par de cosas del interior con dos dedos y despreocupada por su seguridad, usó la parte interna del pulgar para barrer al pequeño a su palma una vez más.


-Que bonita familia tienes.- Comentó al mostrarle la foto que se encontró, una esposa bonita, joven, un infante y una niña en la adolescencia.


El rostro del sujeto se iluminó por un momento.


-S-si, lo son¿Me dejarás regresar a ellos?-


Una carcajada, bueno más bien una risa burlona ante la pregunta.


-Oh no, para nada. Si andas coqueteando con chicas al azar en la calle seguro no son nada buenos. Pero te haré un favor, me aseguraré de reunirlos más tarde y lo pueden platicar en el otro mundo.-


La expresión siguiente fue, cómo dicen "la cereza en el pastel" ese momento en que la esperanza desaparece por completo. Ésto usualmente resulta en dos acciones por parte de sus víctimas; Suplican por la vida de su familia sacrificándose u ofreciendo cualquier cosa a cambio o, la desesperación alcanza su punto máximo y deciden pelear. 


Aparentemente éste caso es del último pues luego de estar inerte por unos minutos, esa criatura del tamaño de una moneda de baja denominación se paró y se lanzó en dirección a su rostro. 


Bien pudo haberlo dejado seguir y caer por la inclinación que se forma luego de su mano, incluso pudo voltearla de golpe para dejarlo caer ella misma a una muerte similar aunque más humillante al quitarle el control de la misma. Ambas son buenas opciones, pero ella prefiere algo más personal.


Levantó la muñeca y bajó la palma un poco, haciéndole no solo perder el balance pero también mandarlo al centro de su mano, dónde, le dió el tiempo suficiente para reaccionar y darse cuenta de cómo cinco dedos, largos y finos se estaban acercando a él.


Trató de correr una vez más, pero Lily lo paró con el mismo movimiento de antes hasta que los dígitos le encerraron en una prisión de carne con aroma a avellanas. Cerró los ojos, disfrutando cada segundo, cada golpecito desesperado que luego se convirtió en rasguños, después en fútiles intentos por aguantar la presión con sus extremidades.


 


Sintió sus huesos cediendo seguido de una sensación húmeda y cálida mientras sangre recorre el interior de su flojo puño hasta salir por la parte baja del mismo. Un poco más de presión y sintió el último y más satisfactorio  


Abrió la mano para ver el resultado. Una diminuta e insignificante masa irreconocible de carne y sangre.


━Esto es a lo que llaman ironía ¿No crees?━ Dijo a los restos antes de limpiarlos en su pantalón de mezclilla.


Contenta y satisfecha; Lily, la bruja dió media vuelta, su vista atenta a la licencia de conducir del sujeto. 


Chapter End Notes:

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