- Text Size +

Me quedé callado por un momento. Lo que mi hermana decía… Era demasiado para procesar. Había un motivo para su comportamiento conmigo, y por desgracia era el que menos hubiera querido. Ella me miraba muy triste, en su rostro notaba la angustia provocada por esperar una respuesta de mi parte, pero tenía que pensar.

- Es… Mucho.

- ¿Y, vas a decirme algo?

- Yo… Creo que necesito un minuto para pensar.

- …Está bien, saldré por unos minutos… Gracias por escuchar.

- Prometí que no te interrumpiría.

- Gracias… Hermano…

Luego de eso Jane salió de la habitación de mis padres, dejándome solo con mis pensamientos. A pesar de que su historia hilaba todas las dudas que tenía sobre ella, su maldad, su compasión, sus verdaderas intenciones en Malibu, la muerte de Jack y Collin… Todo eso me hizo ver a Jane con otros ojos. Ella era la víctima en esta historia, no la gran villana a vencer, lo que esos verdaderos monstruos le hicieron no tiene perdón, y entiendo perfectamente que ella quisiera vengarse de ellos, y hacer justicia con otros criminales. Había escuchado de Las Vigías por Internet y en serio las admiraba, eran verdaderas Súper Heroínas, algo con lo que siempre he soñado, y de forma indirecta yo estaba involucrado en su origen, y como todo buen héroe, este no podía dejar de tener un origen trágico.

Esto dejaba en evidencia desde el vamos que Jane no era mala, se preocupaba de las demás personas y sobre todo de sus 5 amigas, y no disfrutaba haciéndome daño, después de todo por eso aceptó a Collin. Pensé también en todo lo que ella y las demás nos hicieron pasar desde el sábado, no negaré que por eso pensé que eran extremadamente perversas, sobre todo Jane, pero poniendo todo en perspectiva lo que ellas nos están haciendo no puede compararse ni de lejos a lo que Jack le hizo. Puede que nos usaran, sí, pero tango otra cosa sumamente clara, sus intenciones son diametralmente opuestas. Jack es… Era, un violador serial, puede que hasta asesino si tomamos en cuenta que el FBI lo había perseguido con años, y sus almas, tanto la de él como la de su hijo, estaban llenas de maldad y oscuridad. A su lado nuestras hermanas parecen santas, y su motivación para hacernos esto no era para nada mala, ellas… Simplemente querían divertirse, y de cierta forma, también querían que nosotros nos divirtiéramos, no por nada dejaron esa posibilidad de rendirse, creo que si fueran malas de verdad no lo hubieran hecho así, y nos habrían obligado a ser sus esclavos desde el principio.

Antes si podía, pero ahora no puedo verme a mi o a mis amigos como víctimas. Creí que éramos sus presas, pero ellas simplemente quieren jugar, no ven dolor con sus actos, ven placer, de una forma algo extraña pero así es. Aparte mis amigos no son unos santos tampoco, después de todo los 4 ya aceptaron, lo que no hubieran hecho de no ser tan pervertidos. Yo tampoco me quedo atrás, no es secreto que varias veces he querido rendirme ante ellas, que he disfrutado más de uno de sus juegos sucios, por lo que yo tampoco soy monedita de oro.

Creo no puedo culpar a Jane por las decisiones que ha tomado, menos cuando sé que se arrepiente de muchas de ellas… Pero todavía tenía un par de dudas, dudas que no tardaron en ser respondidas cuando hablé con ella luego de que regresara a la habitación.

- Bueno… ¿Ya tienes algo que decir?

- La verdad… Bastante.

- Ok, te escucho.

- Durante toda mi vida recuerdo que has sido mala conmigo, pensé que eras mala, pero ahora me doy cuenta de lo que en realidad es la verdadera maldad, y no se parece en nada a ti. Nos has hecho daño en estos días, pero esa no era tu intención ni las del resto, simplemente querían compartir su placer con nosotros, como en su día lo hicieron entre ustedes, ¿verdad?

- ¡Claro que sí! Cuando Ally nos metió en esto todas cambiamos para mejor, no solo incrementamos nuestro placer, sino que ayudamos a la gente.

- Lo se… Aun me sorprende que sean Las Vigías, soy su fan.

- ¿En serio?

- Por supuesto, son increíbles, hacen lo que la ley no quiere hacer, lo correcto.

- Gracias, aunque nunca buscamos ser famosas, de hecho el nombre nos lo puso la policía.

- Sí, creo que lo mencionaste antes.

- ¿Y tú que nombre nos vas a dar?

- ¿Cómo?

- Diane lo mencionó, dice que nombraste a nuestra hermanita y sus amigas al igual que contigo y tus amigos.

- Ya veo… Pues aun no tengo un nombre, y no será Las Vigías, ese no se me ocurrió a mí.

- Si… ¿Y que más has pensado?

- Seré directo… Matar a Jack y Collin no fue suficiente para ayudarte a están en paz. El apoyo de tus amigas tampoco. Creo que se cuál es tu verdadero problema. Tienes culpa, culpa por cómo me has tratado, eso hace que a veces te sientas… Cómo un monstruo… ¡PERO NO LO ERES! Eres alguien buena, lo que hiciste por mí con Kanna lo demuestra. No sé si sea suficiente para ti, pero creo que luego de pensarlo mucho puedo decir que… Te perdono.

Ella se quedó inmóvil por un momento, y poco a poco una sonrisa se asomó por su cara, al igual que muchas lágrimas de alegría. Me agarró de improvisto y me levanto hasta su rostro, para darme un fuerte abrazo contra su mejilla.

- Gracias… Muchas gracias, hermano.

- No hay de que, lo digo en serio.

- Bueno, creo que esto pone fin a la vieja Jane, en adelante trataré de ser mucho más amable contigo, y de pensar más en tus sentimientos… Es lo menos que puedo hacer… Gracias por confiar en mí.

- Jane… ¿Puedo pedirte algo?

- Claro, lo que sea.

- Quiero que me hagas grande otra vez.

- ¡QUÉ! P-P-PERO NO PUEDO… TE VAS A ESCAPAR…

- Hermana… Yo confié en ti, ahora es tu turno de confiar en mí.

Ella me miró fijamente por unos segundos tratando de descubrir mis intenciones ocultas, como yo no era nada tonta y sabía que nunca pediría algo así tan directamente… Pero para mi sorpresa aceptó. Fue a buscar un anillo que tenía en los bolsillos de su pantalón, lo que confirmaba mis sospechas de que las 4 no brujas debían de tener artefactos mágicos por parte de Ally, y luego de apuntarme con él por unos segundos procedió a agrandarme. Luego de lo que pareció una vida entera tenía mi tamaño real de vuelta. No dejaba de ser 1,50cm pero aun así estaba muy feliz, y podía hacer lo que quería hacer.

- Les diré a las demás que escapaste durante la noche, ellas no tienen que…

Interrumpí sus palabras con un fuerte abrazo, ella era enorme así que estaba abrazando su abdomen, pero la intención era la misma.

- No… ¿No vas a escapar?

- Claro que no.

- Entonces… Sólo querías…

- Te quiero, hermana.

- …Yo también te quiero, hermano.

Y ese fue el inicio de una hermosa relación, una que el destino nos arrebató iniciar desde mucho antes, pero que no impediría que pudiéramos crearla a partir de ahora, ya que al fin éramos los hermanos que siempre debimos haber sido.

El resto de la noche fue algo rara a comparación con lo que ya había vivido estos últimos días. Ella se puso la ropa y me dio la bata, era una bata de mujer pero no negaré que se sintió genial usar ropa luego de haber estado desnudo tantos días. Simplemente pusimos Netflix y ella me dejó elegir la película, y sin contemplación elegí ver Star Wars Episodio 4, algo que ella al parecer disfrutó más que yo que la veía por doceava vez este año. Luego acepté que volviera a reducirme a la altura que tenía antes para dejarme dormir donde yo quisiera, y por alguna razón elegí de nuevo su bota y su calcetín, lo cual ella aceptó con un poco de picardía. Debía pensar en esto de mi gusto adquirido por los pies luego, al igual que un nombre para las 5, pero ahora simplemente quería dormir, por primera vez desde que empezó todo esto me sentía completamente feliz y quería irme a dormir con ese sentimiento, había ayudado a mi hermana mayor y al fin podíamos llamarnos de esa forma, hermanos, sin mencionar que tampoco había olvidado lo que pasaría mañana, era el último día de la prueba de esta Pijamada Gigante, un día donde los 5 estaríamos con la chica que nos gustaba, sería el día donde por fin podría estar con Sheila…

You must login (register) to review.