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Author's Chapter Notes:

Espero que disfrutéis :)

-¿Un juego? - se preguntó Marcos.

-Sí, mira - comenzó a explicar mientras le daba al pequeño a Sonia - yo me tumbaré en esta cama - dijo sentándose en la cama - y tú vas a recorrer mi cuerpo desde mis hermosos pies hasta mi deslumbrante cara. Y para hacerlo más desafiante - Esmeralda agarró el dispositivo reductor - serás encogido cada veinte, no, diez segundos por Sonia ¿Qué te parece bombón? - le preguntó a Sonia mientras le daba también el rayo reductor.

-Me parece perfecto, tengo ganas de ver como recorre tu hermoso cuerpo - aceptó Sonia mientras que colocaba al Marcos del tamaño de un lego frente a los pies de la rubia.

-No tengo más opción que hacerles caso si quiero vivir - pensó Marcos frente a las enormes plantas de los pies de Esmeralda.

-¡Preparado! ¡Listo! ¡Ya! - Sonia dio la orden de salida dando el primer disparo a Marcos, el cual lo redujo a la mitad.

Las plantas de los pies de Esmeralda, ahora doblemente grandes, estaban llenas de arrugas por las que podía escalar. Él no estaba en un estado saludable de forma física, pero se las arregló para comenzar a escalar los pies. Cuando estuvo a mitad camino, le golpeó otro disparo, el cual lo encogió algo menos que la otra vez, pero la escalada se complicó aún más. Esos pies sí que olían algo más, además que el sudor era más notable, complicando también la subida. Luego de varios segundos, logró llegar arriba, colándose entre los dedos de sus pies, los cuales se cerraron de repente, atrapándolo.

-Venga Esmeralda, eso es hacer trampa - le criticó Sonia.

-Si lo encoges logrará escapar del agarre - le indicó Esmeralda.

- Bueno, vale, después de todo ya han pasado veinte segundos más - cedió encogiéndolo otra vez por la mitad.

La distancia hasta la cabeza se volvió a alejar frente a los ojos de Marcos, y eso que no era capaz de verla por colpa de sus dos grandes montañas. El hombre comenzó a correr, cansándose de enseguida, pero intentando proseguir corriendo, al final llegó a la altura de la rodilla.

-¿Qué te pasa Marcos? ¿También te quedabas durmiendo en el vestuario antes de la clase de gimnasia? - le preguntó Sonia riendo mientras le volvía a disparar, reduciéndolo bastante poco.

- ¿Por qué los has reducido tan poco? - se quejó Esmeralda.

- Quisiera que llegara hasta tu cara antes de que deje de verlo jajaja - se rio Sonia.

Luego de un largo trayecto por la pantorrilla, llegó al camal de la parte inferior del bañador.

-Ni se te ocurra ir por abajo pajero - le amenazó Sonia.

-Tampoco me importaría, esta situación me está poniendo algo cachonda jejeje - se rio Esmeralda.

Marcos, decepcionado de no haber podido por lo menos ver un coño, subió sobre la tela del bañador y comenzó a correr sobre la entrepierna. En un momento, notó como el suelo estaba algo empapado, por lo que supuso que lo que había dicho Esmeralda no estaba muy alejado de la verdad.

Al pasar la banda del bañador, Marcos volvió a reducirse por la mitad, midiendo ya veinte milímetros. El cráter del ombligo se ensanchó frente a su cara, obligándole a tener que recorrer un tramo mayor para rodearlo, y por lo tanto, perder más tiempo. Poco a poco, se fue acercando al que sería el verdadero problema, el que llevaba viendo desde lo lejos, el par de pechos. Marcos vio las dos gigantescas montañas desde abajo, decidiendo de inmediato que pasaría por en medio y no se le ocurriría ni de coña escalarlas.

-¿Cómo le va? Ya casi no puedo sentir nada, y mis dos enormes peras no me dejan verlo - preguntó Esmeralda mientras se agarraba los pechos.

-Ha decidido la ruta fácil y ha entrado en el valle. Era obvio que no escalaría ninguna de las dos montañas - le respondió Sonia antes de dispararle de nuevo, reduciéndolo a diez milímetros.

-¿Ruta fácil? No creo - comentó Esmeralda mientras se agarraba con fuerza sus dos enormes tetas.

Marcos corría a toda velocidad por el espacio entre las dos tetas de la rubia, el camino parecía sencillo, pero en un momento, las dos paredes del valle comenzaron a acercarse a él. Esmeralda juntó los pechos con fuerza, haciendo que el camino de Marcos se redujera muchísimo, aún así, era lo suficientemente pequeño como para conseguir seguir corriendo por aquella zona cada vez más estrecha.

Antes de que los pechos lo comprimieran por completo, el hombre consiguió salir por el otro lado de las montañas.

-¡Logró salir! - se sorprendió Esmeralda al ver al pequeño llegar a su clavícula.

- Venga, otra vez por la mitad. Te queda poco pequeño - le alentó Sonia mientras lo reducía hasta los cinco milímetros.

Marcos comprobó que la barbilla era imposible de escalar, por lo que decidió cambiar de objetivo y correr hacia los mechones rubios que se esparcían por el cuello. Agarrándose de ellos, comenzó a escalar como pudo, imitando lo que había hecho en las clases de gimnasia que le habían obligado a participar.

-Escalando por el pelo de una rubia como con Rapunzel - comentó Sonia.

-Entonces llega a mi boca y bésame mono diminuto - le dijo Esmeralda a Marcos.

-¡Oye! - se quejó Sonia.

-Tranquila bombón, los únicos besos de amor los tengo contigo - se justificó la rubia.

Mientras hablaban, Zack consiguió llegar a la mejilla, y tras esto, llegó a los labios de la rubia, dándoles un beso. Esmeralda se levantó de repente y dejó caer a Marcos sobre su palma.

-¡Que lo del beso era coña pajero! - le criticó Esmeralda mientras se reía a carcajadas. 

Esmeralda acercó la cara para ver de cerca al pequeño. Marcos se había encogido con ropa, pero en su pantalón, podía verse claramente que su polla estaba totalmente empalmada.

-Parece que pajero se queda pajero en cualquier tamaño - comenzó a reírse de nuevo - Un momento... ¿Dónde se ha ido? - se preguntó al ver como Marcos había desaparecido de la nada - sniff - respiró la rubia.


Chapter End Notes:

¿Dónde se encuentra Marcos? En el siguiente capítulo se viene algo que a muchos de esta plataforma les gusta :P

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