- Text Size +
Author's Chapter Notes:

Continua desde la perspectiva de Sonia...

Mientras la tina de baño se llenaba, Sonia se encontraba sentada sobre el inodoro vaciando su abultada vejiga…cuando termino observo con curiosidad por encima de sus muslos las pequeñas ondas que se movían en el agua amarillenta de la taza, sabía muy bien quienes eran los que hacían ese movimiento, unos cientos de sus hijos gulliverianos nadaban con entusiasmo sobre las aguas termales que ella había expulsado junto con ellos, los cuales venían acompañados de pequeños barcos repletos de liliputienses y microputienses que con antelación habían realizado el viaje desde los riñones de la diosa hasta ese inmenso saco hueco y musculoso que era la vejiga… una enorme cueva repleta de aguas termales, en donde podían relajarse, bañarse y convivir con cordialidad.

Era uno de los paraderos turísticos más encantadores para visitar dentro de su cuerpo, que finalizaba con un espectacular descenso por la uretra que tenía lugar cada mañana en la que Sonia se levantaba, y que era similar a viajar por un extenso tobogán, como si de un parque acuático se tratase.

“Lily, cariño, encárgate de ellos y asegúrate por favor, de que todos estén a salvo en las capsulas cuando salga de la tina” le dijo Sonia a Lily, su pequeña hija brobdingnagian de 8 años quien se encontraba en ese momento agarrada de sus cabellos púbicos en donde jugaba con los pequeños habitantes que vivían allí. 

“Pero mamá, yo me quiero bañar contigo” le respondió Lily con desanimo, “quiero jugar con mis hermanos también en la tina, porque no le dices a Lucy mejor”

“Cariño, esta vez te toca a ti… tus hermanos se encargarán de la expedición de hoy” le contesto Sonia con una dulce voz propia de una madre.

“Está bien” respondió Lily con resignación, y procedió a saltar desde su posición para zambullirse en el agua junto con sus demás diminutos hermanos.

“Gracias linda, confió mucho en ti; te dejare descansar todo el día en el lugar que tú quieras” afirmo Sonia, dándole una sonrisa a la más chica de susonce hijos brobdingnagianos y procediendo a sacar de un pequeño cajón del tocador tres pequeñas capsulas azules, a quienes deposito con mucho cuidado sobre el agua amarilla donde se encontraba nadando Lily con sus miles de hermanos.   

Tan solo unos momentos después, la tina de baño estaba casi al borde repleta de una abundante espuma con un aroma muy encantador, Sonia se levantó de su asiento y rápidamente cerro la llave.

Sus demás hijos se encontraban esperándola en el borde de la bañera listos para bañarse junto a ella, habían cumplido con eficacia el protocolo y ahora disfrutarían de un maravilloso baño en el agua dulce y refrescante junto a su diosa madre como acostumbraban hacer cada vez que ella se disponía a usar la bañera.

Para Sonia era algo completamente normal y placentero el que sus pequeños hijos de tan solo una pulgada de estatura la acompañaran en su vigoroso baño, a tal grado que disfrutaba los pequeños masajes que le brindaban en sus zonas más sensibles.  

Les había enseñado que el cuerpo humano era algo fascinante y maravilloso del que no tenían por qué avergonzarse, por lo que no era una perversidad el que ellos la vieran completamente desnuda… literalmente tenia a millones de ellos viviendo en sus partes más íntimas y privadas porque increíblemente eran los lugares más confortables y cálidos para vivir.

“Muy bien mis niños, ya saben que primero entro yo y después ustedes, no vaya a ser que aplaste a algunos de ustedes” les dijo poniéndose encuclillas junto a ellos ya sin ropa lista para la bañera.

“Thomas, Nicky les voy a pedir que se pongan sus trajes de buceo… necesito que hagan una inspección ahí “abajo” y saquen todo lo malo… solo tengan cuidado con sus hermanos de allí” les susurro Sonia a dos de sus hijos más aventureros.

“Los demás, les tendré algunas tareas cuando comencemos la expedición, pero por lo pronto ya saben lo que a mamá le gusta que le hagan cuando se baña con ustedes”.        

Si, mamá”respondió John el hijo mayor después de Lucy en representación de los once.

Y con esta premisa Sonia se metió en la bañera y cerro sus ojos como modo de relajación mientras escuchaba el pequeño chapoteo que sus hijos hacían cuando se zambullían en la tina de 35 metros de profundidad, les dejaría que se divirtieran explorando y jugando con su enorme cuerpo de más de 100 metros de longitud mientras descansaba de los dolores que la aquejaban debido a la resaca con la que había despertado.        

….

Una hora después se encontraba saliendo del baño limpia, refrescada y preparada para dar comienzo a la gran expedición microputiense hacia su glorioso cuerpo, que estaba planeada para esa tranquila mañana de domingo.

Cumpliendo la promesa a su hija Lily, Sonia se dispuso rápidamente a sacarla del fondo de la taza y colocarla sobre el tocador de su baño; había logrado que todos sus hermanos más pequeños estuvieran dentro de las capsulas submarinas para cuando ella saliera del baño y ahora se disponía a descansar todo el día tal como Sonia se lo había prometido. 

“Donde te gustaría descansar cielo” le susurro Sonia.

“En el acuario mamá, quiero nadar en la piscina blanca y descansar toda la tarde allá y jugar con mis amigos gullis de allí” respondió Lily con avidez.

“De acuerdo” le respondió Sonia, quien se propuso a sacar con sus dedos las tres pequeñas capsulas azules cargadas de miles de diminutos. 

“Los submarinos están listos para iniciar el viaje otra vez mamá” le reafirmo Lily al ver como Sonia colocaba con mucha parsimonia las pequeñascapsulas sobre un pequeño vaso de vidrio casi lleno de agua, que se encontraba sobre el tocador.

“Gracias cielo, hiciste un buen trabajo…estoy segura que tus hermanos te lo agradecerán” le contesto Sonia con gran gentileza.             

Y entonces sin más preámbulos tomo el vaso y se engulló toda el agua con las capsulas, enviando a miles de sus hijos a las profundidades de su estómago, desde donde partirían a sus respectivos hogares dentro de los confines de su planetario cuerpo...

You must login (register) to review.