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Ahí estaba yo, desnudo frente a una malvada maga giganta de pelo banco, a la espera de una velada entre extraña y aterradora.

- Valla, mira quien me tocó Jane, jijijiji.

- Lo mismo digo. –A Jane le había tocado Alfa, aunque por más curioso que sea este intercambio, al resto le tocaron sus hermanos como tal.

- ¡Ay, así no se vale!

- Tranquila Diane. Ally ¿por qué no mejor las dejamos tener algo de privacidad con su “tiempo en familia?”.

- Pues estoy de acuerdo, amiga.

- Ven, sé a dónde podemos ir.

Acto seguido Jane tomó a Alfa entre sus enormes dedos y Ally hizo lo mismo conmigo, me llevó al frente de su rostro y dibujó una sonrisa malvada que me perturbó muchísimo, y en mi tamaño lo sentí más ya que su boca era como una pantalla de cine al lado mío. Luego ambas salieron de la habitación con los 2 entre sus dedos, alcancé a ver como se alejaban del cuarto, pero a lo lejos igual veía la puerta del cuarto de Julie entre abierta (la dejaba siempre así de noche por miedo a que viniera el coco o algo así), lo que solo me dijo que nos dirigíamos al cuarto de mis padres. Jane le guiñó un ojo a Ally y subió con Alfa por la escalera de caracol camino al estudio de mis padres, primero pensé que el sería la primera persona (aparte de Jane) en ver que había dentro del estudio, pero la verdad sabiendo que iría con Jane dejé rápidamente el pensamiento de que tenía mucha suerte, de hecho con ella estaba condenado. Eso me dejaba a solas con Ally en el cuarto de mis padres, ella aun conmigo entre sus dedos se echó encima de la cama boca arriba y me sostuvo frente a su rostro. Nuevamente una sonrisa malvada se hizo presente en su cara, paralizándome de miedo, sabía que Ally era extraña, el hecho de ser una bruja solo lo confirmaba, pero me imaginaba lo que ella podría hacer en esta situación y cada posibilidad no me gustaba… Pero aun así ella eligió la peor.

- Bueno, ya estamos solos pequeñín, jijiji. ¿A qué quieres jugar?

- Ally, qué…

- ¡AMA ALLY! –En seguida ella me presionó entre sus 2 dedos por ofenderla, el dolor era muchísimo pero no colapsé como antes, ella sabía qué hacer para que sufriera pero siguiera vivo… Y francamente no sé qué es peor.

- ¡¡¡AAAAAAAAAAH!!! ¡¡¡AMA ALLY, AMA ALLY!!!

- Mucho mejor, recuérdalo Jazz, vas a ser nuestro esclavo, mejor acostúmbrate a llamarnos así.

- Sí, mi ama… –Dije naturalmente, ya tenía experiencia tratando con “amas” cuando mi hermana Jane me hacía “darle las gracias”, creo que lo mejor ahora es seguirle la corriente, al menos hasta que me junte con los chicos y podamos escapar.

- Te diré algo, ahora que la muerte no nos limita con ustedes, básicamente podemos hacer lo que queramos, qué más da si igual van a volver ¿no? Jijiji. Pero aun así no creo que morir sea muy bonito, menos como lo hiciste antes… ¿Probamos otra forma?

Luego de eso Ally se relamió los labios para luego reír como maniática y abrir de par en par su boca. Ella me… ¿Iba a comer?

- ¡NOOOOOO! ¡S-SUÉLTAME!

- Que mala palabra elegiste. –Acto seguido sus dedos me soltaron y vi en lo que parecía una eternidad como caía dentro de su boca, aterrizando en su enorme lengua.

Estaba oscuro, los únicos destellos de luz los tenía cuando abría la boca para decir cosas humillantes como “no lo disfrutes más que yo” o “deberías agradecerme, esclavo, no todos tendrán el privilegio de estar en tu húmedo lugar, jejejeje”, solo así podría hacerme una idea de cómo era una boca por dentro, desde una perspectiva que nunca imaginé. Pegado a su lengua vi sus monumentales dientes, 2 hileras de perlas blancas de la mitad de mi tamaño, pero que no se les haría difícil aplastarme, su paladar parecía el techo de una catedral, aunque esos no gotean enormes gotas de saliva sobre ti, que yo sepa. No quería hacerlo pero miré abajo, detrás de mí estaba su garganta, un tubo enorme que de caer me llevaría a su estómago, y en serio no quería esa clase de dolor. Traté de escalar como pude sobre su resbalosa lengua, cuando otra vez empezó a hablar.

- Jejeje te siento luchando ahí dentro… Creo que me toca a mí sentirte…

Sus palabras hacían que su lengua se moviera mucho, así que perdí el agarre y me precipité a caer en su garganta. Estaba a punto de morir otra vez, y ella tenía razón, era algo que no quería repetir, no importa si regreso, si ser pisado por mi propia hermana fue horrible y humillante, al menos fueron unos segundos, no quería pasar horas siendo derretido por los ácidos estomacales de la loca de Ally… Pero no fue así, ella apoyó su cabeza en forma vertical sobre la almohada, por lo que caí muy atrás en su lengua, pero estaba a salvo por ahora. Me arrastré un poco hacia adelante, pero a los pocos segundos su lengua se empezó a elevar, llevándome muy cerca de su paladar hasta quedar pegado en él. Sin poder moverme, vi como su lengua ahora se dirigía rápidamente hacia mí, estaba aterrado, como nunca antes, pero eso cambió de un segundo a otro. Su lengua me presionó suavemente de arriba abajo, lentamente empezaba a probarme, pasó por mi pelo, mi cabeza, mi pecho, mi abdomen, mis piernas y mis pies, pero se saltó siempre mi pene, así lo hizo unas 5 pasadas hasta que al fin lo tocó. Lentamente empezó a rodearlo con mucha habilidad de arriba abajo, no quería admitirlo pero se sentía genial, poco a poco iba aumentando la velocidad, a la par que mi miembro crecía y se endurecía por lo mucho que lo gozaba ¿contaba esto como sexo oral? Como sea traté de no correrme, no sabía cómo iba a reaccionar, posiblemente le gustaría como lo que pasó la semana pasada, pero ahí yo estaba de tamaño normal, no creo que le gustarían 3 mililitros de leche o como sea ¿o sí? ¿Era tan pervertida? Pronto lo iba a averiguar.

- Mmm, veo que ya empezaste, que bien… pero no quiero que sea así.

De pronto su boca se abrió y entró su dedo índice, lo pasó por su lengua para llenarlo de saliva y luego fue hacia mí, dándome vuelta y atrapándome de espaldas para sacarme de su oscura boca.

- Apenas lo veo ¿en serio estás duro? ¡JAJAJAJA! ¡ES QUE ES TAN PEQUEÑO!

El placer no quitó el hecho de que sus palabras me hacían sentir muy mal, yo en mi vida normal era ya muy pequeño, mi pene no era pequeño, estaba proporcionado a mi altura ¿verdad? Pero bueno, estando de un par de pulgadas de tamaño eso ya no debería importarme.

- Creo que te haré más grande.

¡QUÉ! ¡ESTA BRUJA HABLABA EN SERIO! De repente empecé a crecer un poco, me detuve al ser del tamaño de un muñeco, más grande que un G.i.Joe pero más pequeño que un Max Steel, era como del tamaño de una de esas figuras viejas de He-Man, unos 15cm para los que no son tan Frikis como yo.

- Así está mejor pero ¿Seguro que tu pene también creció? ¡JAJAJAJA! Bueno, veamos si al menos me sirve para algo…

Con su palma Ally me empujó y puso mi pene sobre sus labios, aún mantenía mi erección y ella lo sabía, empezó a lamerlo con la punta de su lengua saliendo de entre sus labios, a la par que me empujaba más cerca hasta que cubrió mi pene con sus propios labios, y empezó a chupar, y a chupar… Esto definitivamente cuenta como sexo oral. Dejando de lado que mi virginidad acababa de irse por los labios de esta linda giganta de cabello blanco, no negaré que me gustó mucho, mientras más succionaba más dura la tenía, quería correrme pero no debía, necesitaba que esto durara más, aguanté lo más que pude, pero al final acabé dentro de la boca en la que hace pocos segundos estaba atrapado, escuchando como Ally se tragaba alegremente mi leche.

- Mmm no está mal… Pero pudo ser mejor, la verdad eres patético ¿no pudiste aguantar un poco más? Creo que te toca sufrir tu castigo.

- ¿Castigo?

No tardé en enterarme de su idea de castigo, me dejó sobre la cama frente a ella y lentamente empezó a sacarse la blusa blanca que traía, quedando con sólo un sostén igualmente blanco, su cuerpo era precioso, con curvas perfectas y buenos senos, no exagerados como los de Diane ni nulos como los de Kanna, aunque si eran más grandes que los de Sheila y Jane. Por desgracia aquella vista divina no duraría mucho, ya que de pronto su sonrisa malvada regresó y me agarró con un puño presionando muy fuerte, levantándome hacia su… Oh no… Ahí no…

Pero si, de repente mi cara estaba enterrada en su depilada y sudada axila derecha. La oía reírse como maniática mientras mi cara era frotada en su piel que aunque rasposa, me deslizaba sin problemas gracias a su sudor ¿acaso ahora también soy su desodorante?

- Lame esclavo.

- ¡¿QUÉ?!

- ¡Haz lo que te digo!

Empezó a enterrar mi cara aún más fuerte en su axila, no podía con el dolor así que sucumbí y empecé a lamer, el sabor no era tan malo como me lo esperaba, pero si era fuerte, una experiencia que al menos yo no encontraba agradable, si era un verdadero castigo. Luego de varios minutos paró y me sostuvo frente a su cara.

- Bueno ya estuvo, dime algo esclavo ¿te gustó más jugar con mi boca o con mi axila? –Dijo Ally sonriendo tiernamente, como si lo que me hizo no fuera la gran cosa. Aun así ya no quería más problemas con ella, y respondí con sinceridad.

- S-Su boca.

- Ya veo, reaccionas mejor con el placer que con el dolor, tenía que averiguarlo, he encogido a muchos masoquistas jeje. Bueno basta de pruebas, ahora me divertiré de verdad.

Dicho eso ella conjuró otro de sus hechizos y empecé a encogerme lentamente, muy lentamente. Esta vez noté algo que no había visto antes, y es que cuando conjuró su hechizo sus ojos se pusieron de color rojo. Era sutil, pero perceptible si le prestabas atención, supongo que era algo de brujas o algo así, y la verdad no le puse mucha atención después. Lo que sí me preocupó, fue que ella se sacó las pantimedias blancas y me puso en su pie izquierdo, que estaba bastante sudado. En ese momento yo era del tamaño de la planta de su pie, y me ordenó que lamiera. Lo hice de inmediato para no ofenderla pero aún seguía encogiéndome, el sudor no se acabaría nunca. Por Jane estaba acostumbrado a lamer pies, pero eso no significa que me gustara, los de Ally tenían cierto toque a Canela y estaban muy calientes, calor que se intensificó con forme más pequeño me hacía, ahora debía medir tanto como su dedo meñique, el sudor parecían pequeños charcos en lugar de gotas,  estaba sobre una de ellas, que no tardó en cubrir mi cuerpo ¿ya era del tamaño de una gota de sudor? Aun así bajo mi perspectiva la gota tenía el tamaño de una tina, luego de una pileta, luego de una piscina inflable y luego de una olímpica. Cuando llegó a tamaño playa me preocupé más que nunca, era surrealista pero en serio estaba nadando en una gota de sudor del pie de Ally, o bueno, nadando es mucho decir ¿les mencioné que no sé nadar? Pataleaba como loco, no sabía en qué momento empezaría a ahogarme, pero eventualmente sucedió. Esa gota era como un océano para mí, uno muy oloroso y caliente, y luego de cansarme mucho empecé a hundirme. No podía creer que me iba a ahogar en una pequeña gota de sudor de pies, mi vista se nublaba, pero aun podía escuchar, y escuché un grito que decía más o menos “Ally… Kidomaru… Se… Otra vez…”.

Luego de eso dejé de sentir todo, no había muerto esta vez, vi un destello blanco que me cegó y otra vez estaba en el suelo con mis amigos desnudos y reducidos ante las 5 gigantas.

- Estamos listos entonces, ¿Qué pequeño será el primero? –Dijo Ally, tal cual como antes, volvimos al principio otra vez…

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