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No me sentía a salvo en las manos de Tammy. He jugado con ella antes, pero en mi tamaño normal, y sé que no es de esas niñas delicadas que juegan bien como Julie, tenía miedo, y entonces recordé esa vista que tuve de Duke en el suelo, entonces pasé del miedo al terror.

- Hola Jazz, no te comeré, lo prometí, pero aun así quiero jugar mucho contigo, así que espero que obedezcas sin rechistar, no quiero más problemas.

- Estoy muy cansado… Estás bien Tammy.

- ¡ES AMA TAMMY! –En eso Tamara me apretó en su puño muy fuerte, casi cortando mi respiración, así que con el aire que me quedaba dije “Ama Tammy” tragándome mi orgullo por segunda vez en el día… Bueno, han sido muchas más pero no quiero contarlas.

- Mucho mejor, Duke no fue tan amable como quisiera, tienes que ser mejor.

- ¿Qué le hiciste a Duke?

- ¿QUÉ LE HICE? ¡El me rompió el corazón! No quería ser mi novio, dijo que soy muy pequeña o algo, ¡Pero mírame, acaso soy pequeña!

- Bueno, ahora no…

- ¡Exacto! No sé qué le pasó a Duke, y no sé qué le haría si lo vuelvo a ver.

Fuera de los detalles tenía una idea algo clara de lo que ocurrió, en uno de sus juegos Duke le dijo que no la amaba o algo así a Tammy, ella se enojó y se lo comió, y si pensaba que eso no era lo peor no podía pensar en que podría serlo. La vida de Duke corría peligro cerca de esta niña, incluso su vida definitiva,  y aunque iba en contra de mi promesa, tenía que decirle la verdad para calmarla, por el bien de mi amigo.

- Ama Tammy… Yo sé por qué Duke hizo eso.

- ¿Cómo dices?

- No es que no la quiera, es una niña adorable y todo, pero… El corazón de Duke le pertenece a alguien más.

- ¿Duke está enamorado?

- Sí.

Hubo un silencio incómodo por un minuto, sé que eso calmaría a Tammy, pero en aquel momento no sabía si elegí bien.

- ¡Ahora entiendo todo! Duke me quiere, pero no puede amarme… Creo que fui algo dura con él, me disculparé luego.

- ¿E-En serio?

- Claro que sí, no puedo interponerme en el amor verdadero, sería algo horrible.

- Valla. Es genial que pienses así apenas a los 8000 años, Ama Tammy.

- La verdad tengo 9000 y medio.

- ¿9000?

- ¡Y medio! Molly tiene 7000 y Julie 8000, aunque eso seguro ya lo sabías jejeje.

Eso me tomó por sorpresa, asumí que las 3 tenían  8000 años porque iban en el mismo grado de la escuela, pero lo que me chocó era que una niña de 7000 años fuera a 3er grado, donde suelen tener 9 o hasta 10. Puede parecer poco, pero a su edad la diferencia es algo importante, y Molly podía ser más lista de lo que pensaba, espero que no me toque con ella…

- ¿En qué piensas, pequeño Jazz?

- ¿Yo? Nada.

- Bueno, ya no perdamos más el tiempo, quiero jugar contigo, y se me ocurrió a que podemos jugar, Molly me habló de algo llamado “Trample”, ¿te suena? Jijijiji.

¿QUÉ? Esto ya era el colmo, una cosa es ver series no aptas para su edad, todos lo hicimos ¿pero Trample? Eso era algo de adultos que ni yo debería saber que era, y seguro Tammy tampoco lo tenía claro ¿Molly se lo dijo? Esa niña rubia me daba cada vez más miedo, pobre Sonic… Mientras estaba inmerso en mis pensamientos, Tammy fue al closet de Julie y sacó un cesto de ropa sucia circular de color blanco, era como un balde de unos 40cm de altura por unos 60 o 70cm de diámetro, aunque para mí era como el coliseo romano, algo que comprobé cuando ella lo puso en el piso frente a la cama y me dejó adentro, sentándose ella en la cama quedando frente a mí.

- Ok esto es fácil, yo trato de aplastarte y tu tratas de escapar, si suplicas puede que tengas otra oportunidad. ¡3, 2, 1, YA!

Los enormes pies de Tammy empezaron a caer rápidamente sobre mí, y a pesar de estar cansado, tenía que seguir luchando en estos “juegos”. Poco antes de ser aplastado, salté a un lado corriendo lejos de aquel pie, para verme obligado a dar la vuelta luego de que su otro pie me cortara el camino. Esto era inaudito, no tenía a donde correr, tarde o temprano sería aplastado, y la verdad ya ni me importaba, sólo quería un momento para descansar. En eso su pie volvió a caer al frente mío con mucha fuerza, haciendo que callera boca abajo al lado de sus dedos, ya no quería más de nada, ella dijo que sería buena si suplicaba, así que me arrastré hasta sus dedos y empecé a lamerlos por arriba como un perro, esperando que me quitara de este sufrimiento.

- ¡JAJAJAJA ME HACES COSQUILLAS! Ahora por abajo ¡YA!

Sus dedos me empujaron y caí boca arriba viendo su cara a lo lejos sonriendo muchísimo, para que luego mi vista se viera obstruida por sus dedos de los pies agitándose sobre mi cabeza, como invitándome a seguir lamiendo, y no tenía de otra. Empecé a chupar sus dedos como si fuera la teta de mi madre cuando bebé, y ella no dejaba de reír, aunque no sé si por la situación tan humillante en la que me había sometido, o simplemente por las cosquillas. Luego de unos minutos se aburrió y me aplastó muy fuerte con su pie sin previo aviso, moviendo mi cuerpo bajo su suela de arriba abajo, la cual aunque no estaba tan sudada como antes, aún mantenía aquel rancio aroma. Aunque no lo crean esto fue maravilloso, no por la situación, sino porque estuvo como 15 minutos con su pie sobre mi sin hacer nada, 15 minutos en donde tuve algo de paz y tranquilidad, 2 palabras que pensé que luego de esta noche habían salido de mi vocabulario. Era ridículamente obvio que estas chicas no nos iban a ayudar, así que mis opciones se agotaron, y simplemente me dejé llevar. Luego cambio de pie y me dejó otros minutos descansar bajo su otra suela, apenas escuchaba algo fuera de mi “metro” cuadrado, pero parecía que se puso a ver la tele o algo parecido. Al parecer terminó y retiró su pie de mi cuerpo, abrí los ojos ya que estaba tomando una siesta, en eso ella me miró con una sonrisa amorosa y me llevó a su cara.

- ¿Te gustó, pequeñín?

- Pues sí, la verdad, estaba muy cansado y al fin pude dormir un poco.

- Me alegro, pero ya no podemos seguir jugando, Molly me pidió cambiarte por Sonic así que aquí nos despedimos, Jazz.

Volteé la cabeza hacia la izquierda y en eso estaba Molly con una sonrisa sádica en la boca, y con Sonic entre sus labios, el cual escupió en la otra palma de Tamara sin que ella hiciera gran escándalo, en lo que ella me pasó a la mano de Molly.

- Hola pequeñín, me divertí mucho con Sonic, así que espero que tú también estés a la altura.

Miré a Sonic y parecía más exhausto que yo, con un aspecto demacrado y sin parpadear, como si volviera de una guerra ¿Qué mierda le hizo Molly todo este rato? Por desgracia no solo estaba a punto de averiguarlo, sino que lo iba a vivir en carne propia…

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