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Tardamos algunas semanas en llegar a Londres para enfrentar a Rebecca ya que era necesario que Rachel aprendiera a usar su magia otra vez, a la par de aprender algo de artes marciales para poder defenderse mejor en la batalla, cosa importante ya que era parte de la estrategia. De reojo parecía que a mi Diosa le estaba sirviendo el entrenamiento, pero yo no le puse tanta atención debido a que estuve pendiente viendo todo el daño irreparable que Rebecca le había hecho al mundo.

 

Aun había servicios, escuelas, centros comerciales, estadios, moteles, pero gran parte de cada ciudad del mundo había cambiado enormemente, todo se veía más viejo y descuidado, menos las gigantescas estatuas que Rebecca hizo que erigieran de sí misma. Desde luego vi todo esto en Internet, uno algo más lento del que recordaba pero se defendía bien para ser la conexión de un motel, el progreso VS el apocalipsis supongo, pero la verdad ni le di importancia ya que mi mente estaba sumergida en el mar de terror que había inundado el mundo desde hace 10 años.

 

Lo último que supe del régimen de Rebecca fue en sus inicios hace una década, cuando ordenó que les trajeran a todos los criminales de todas las prisiones del mundo, ya que partiría dando el ejemplo con ellos. Tardó más o menos una semana todo el traslado hacia Londres, tiempo suficiente para que la Diosa pudiera pensar bien que haría con sus pequeñas presas. Con forme iban llegando eran puestos en un enorme coliseo que Rebecca creó con su magia a partir de las ruinas de Londres, con murallas hechas de edificios destruidos y escombros maltrechos que le llegaban a penas a las rodillas, aunque cabían alrededor de 40 millones de personas, de todas formas era algo sumamente colosal que cubría buena parte de la extinta capital de Inglaterra. Finalmente estaban todos dentro, cerca de 23 millones de personas estaban dentro de aquella estructura, y aún quedaba espacio para más, ya que el coliseo fue hecho en base al tamaño de la Diosa, para ella era como del tamaño de un patio trasero, pero para la población reclusa era como el tamaño de un pueblo entero, uno desde el que podía verse a una hermosa y malvada pelirroja desnuda con las manos en las caderas y esbozando una ligera pero aterradora sonrisa desde el otro lado de las grandes murallas.

 

- ¡Al Fin! ¡Damas y caballeros de todas partes que me estén viendo, saben que soy Rebecca, su Diosa, pero como tal no pienso quedarme ahí viendo como me adoran sin darles nada a cambio, oh no, yo soy una Diosa generosa, por lo que hoy quiero dar el primer paso (literalmente) para acabar con todo el crimen del mundo!

 

Rebecca parecía convencida de lo que decía, se veía a sí misma como una Diosa buena y quería que así la vieran todos, pero yo sabía la verdad, si hubiera un diablo, tendría pesadillas con Rebecca. Para mí no es secreto que su único fin al ser Diosa era el hecho de estar por sobre todos y tener placer con todo lo que eso le diera, matar criminales no le importaba en lo más mínimo, solo quería matar por placer y que el mundo la viera hacerlo.

 

- Estas personas que ven ahí son la mayor escoria del mundo, el mismo no los necesita más, y yo seré su verdugo. Tal vez no sean dignos de mí, pero si a esto tengo que rebajarme con tal de hacer de este un mundo mejor, lo haré. Sin más nada que decir, disfruten del espectáculo.

 

Luego de eso se inclinó un poco y dio un salto hacia dentro del coliseo en lugar de solo caminar, y la razón no tardó en revelarse, cientos de miles de reos cayeron al suelo por el enorme estruendo provocado por Rebecca, más que nada los que estaban más cerca de ella. En visión general los presos estaban del lado izquierdo del coliseo mientras que Rebecca aterrizó en el lado derecho, y en esa dirección empezó a caminar lentamente para llegar a sus presas. La mayoría de los presos fueron a su derecha para tratar de alejarse lo más posible de la Diosa, pero aunque sabían que era imposible, una parte en el fondo de ellos aun apelaba al instinto de supervivencia. Los derribados por el salto tardaron en levantarse, muchos cayeron mal y se torcieron los tobillos, por lo que estaban inmóviles, más aun cuando la Diosa se acercaba a ellos. Los intentos por huir se intensificaban con cada paso que daba Rebecca, quien aunque yendo lento, no tardó en estar frente al enorme grupo de gente derribada, que eran poco a poco cubiertos en una enorme sombra provocada por el pie de la giganta, que se alzaba deseoso sobre ellos.

 

- Awww ¡Que lindos, ya se rindieron! Jeje.

 

Acto seguido su pie empezó a descender lentamente sobre los reos lisiados, quienes gritaban por su vida e imploraban piedad, una súplica que llegaba a oídos sordos y que se ahogaba más y más con cada segundo que pasaba, y con cada metro que su suela se acercaba a ellos. Era su fin, el pie estaba a escasos metros de ellos, y lentamente se acercó hasta tocar el suelo, con miles y miles de presos atrapados bajo tal maloliente peso, siendo comprimidos a nada lentamente. Rebecca al acabar con sus primeras víctimas empezó a frotar su pie contra el suelo de tierra para quitarse la sangre y restos de cuerpos de su pie, ya no quedaba nada de esos pobres diablos, pero sí de muchos millones más a los que no tardó en ver con alegría a su izquierda.

 

- A ver… ¡Quien sigue!

 

Los millones de presos vieron con horror no solo a la Diosa, sino al hecho de que no habían avanzado casi nada de donde estaban al inicio, pero Rebecca en segundos ya había cruzad medio coliseo. La impotencia se sentía fuertemente en los corazones de los reos, y el dolor crecía más al acercase la Diosa y ver que nada podían hacer para evitar sus fatídicos destinos.

 

- Creo que ahora probaré como se siente aplastar a muchos a la vez ¿Les gustaría ser rápidamente comprimidos por mis hermosos pies? Jajaja no si ni para que pregunto ¡No tienen opción!

 

Los millones de presos vieron con horror como en un segundo Rebecca había saltado y estaba sobre ellos, para un segundo después no ver nada porque ahora sólo eran restos en las suelas de sus pies. La giganta reía maniáticamente, con cada paso que daba cientos de miles sucumbían ante su presión. Quedaban menos de la mitad de los reos que hace poco habían ingresado al coliseo, y lo peor es que ellos eran los afortunados por haber terminado bajo los pies de Rebecca.

 

- ¡JAJAJA! En serio esto es tan divertido, y para todos quienes nos ven debe ser aterrador, pero descuiden, mientras sean buenos bajo mi régimen no tienen nada que temer jiji… Uff, tanta matanza me dio hambre, mmm…

 

Para mí era obvio lo que iba a pasar, ya lo había visto, pero nunca a esa escala, y si a mí con esas me horrorizó 10 años después, no quiero ni pensar en todos aquellos que lo vieron en vivo. Efectivamente Rebecca empezó a mirar de forma muy pícara a sus juguetes, y cuando se relamió los labios lentamente mientras los observaba partiéndose del miedo estaba claro que ya había sellado su destino.

 

- Creo que también es un buen momento para darle al público algo de “deliciosa” esperanza.

 

Dicho esto conjuró el hechizo de crecimiento que le llevó a un tamaño titánico, rozando las nubes. Por desgracia también lo hizo con las cámaras que transmitían a  todo el mundo, por lo que la siguiente imagen fue registrada. Luego lanzó un hechizo que llevó a casi todos los reos a sus 2 manos, estaban paralizados, correr nunca sirvió de nada, tarde o temprano todo terminaría para ellos, y solo ahora supieron de qué forma.

 

- Esto va por mí…

 

Rebecca hizo lo mismo que cuando mató a todos los líderes del viejo mundo. Inclinó su palma cerca de su boca, dejando que los pequeños cayeran lentamente. Pero a diferencia de esa ves que entre presidentes, ministros y dignatarios de todo tipo no sumaban ni 1000 personas, esta vez Rebecca estaba por devorar cerca de 4 millones, una masacre que si bien no fue tan devastadora como las bombas nucleares, si fue más escabroso. Los pequeños luchaban por no resbalarse de la palma de la Diosa, pero era imposible, eran demasiados y cual cangrejos en una cubeta se empujaban para tratar de alcanzar lo más alto de sus dedos, la verdad me sigue sorprendiendo como aun ahora siguen luchando, a pesar de que era obvio que morirían en segundos. Los primeros empezaron a caer, vimos su lengua llena de pequeños ahogándose en saliva, y luego siendo aplastados por sus compañeros que no tardaban en caer encima de ellos. A la larga todos, hombres y mujeres estaban dentro de la boca de Rebecca, quien sólo masticó un par de veces, matando a miles en el proceso, pero se guardó todo para el trago final. Millones bajaban por su garganta, y menos mal que no tenía una cámara en el estómago, porque seguramente todas esas personas derritiéndose en sus ácidos estomacales sería una visión tan infernal que hasta a Dante Alighieri le darían pesadillas de solo pesar incluirla en La Divina Comedia.

 

Lo peor de todo es que no se si eso fue peor que lo venía a continuación.

 

- …Y esto va por toda la humanidad.

 

Acto seguido con su mano izquierda libre, conjuró un hechizo de múltiples colores cálidos y ocurrió algo digno de Cronenberg. Las personas en su mano empezaron a fusionarse, a perder detalles, sus rostros, extremidades, y eventualmente todos sus cuerpos fueron mermados para formar una masa color piel, la cual en segundos se convirtió en una rebanada de Pizza, que no tardó en ser degustada por la Giganta.

 

- Mmm… Delicioso. Tal vez muchos se hayan asustado con eso, pero se los pondré de esta manera. Soy una Diosa que no solo castigará a los malos, sino que premiará a los buenos, imaginen que puedo convertir cualquier cosa en comida, ¡el hambre se acabaría! Así pretendo solucionar todos los problemas de este mundo,  a cambio sólo pido adoración eterna ¿No es muy difícil no? Tarde o temprano se darán cuenta que esto es lo mejor que les ha pasado.

 

Luego de ese “inspirador” discurso, Rebecca vio cómo todavía quedaban muchos peques en el coliseo a sus pies, tan pocos que con el tamaño que tenía necesitaría sólo sus dedos para matarlos a todos, y viendo lo que ocurrió después creo que tuvo esa misma idea, pero 1000 veces más retorcidos.

 

- Valla, me olvidé de ustedes pequeños… Pero ahora soy muy grande, no sería divertido sólo aplastarlos así nada más, podría regresar a mi… ¡Espera! Creo que tengo algo muy especial preparado para ustedes.

 

El siguiente hechizo fue algo sumamente inesperado, y que lo diga yo es bastante. Hizo que de entre el humo que emanaban sus dedos luego del conjuro se formara un frasco “pequeño” de esmalte de uñas, desde luego a su propia escala, ya en su mano la diosa se sentó en el suelo y destapó el frasco vacío, y con otro hechizo metió a todos los reos restantes adentro. Casi no había espacio para ellos dentro de aquel súper envase de vidrio, y menos cuando la tapa con aquella enorme brocha se introdujo nuevamente adentro, aunque sin enroscar, ya que Rebecca empezó a revolver la brocha dentro del frasco con todos adentro como si de revolver huevos en un tazón se tratara. Fue francamente horrible, en segundos el interior de aquel frasco parecía tener un esmalte de uñas color rojo sangre, pero no era esmalte en absoluto. Rebecca empezó a pintarse las uñas de los pies, dedo por dedo todo el mundo lo veía.

 

- Creo que eso es todo por hoy, mañana empezaré a reparar el mundo, ustedes sigan en lo suyo, y aunque quiero hacerle un bien al planeta, si se ponen a pedirme tonterías y que intervenga con mi poder divino en cualquier cosa, para mí no serán diferentes a los ex presidiarios que murieron hoy, adiós y buenas noches raza humana.

 

Así concluyó esa transmisión que se volvió legendaria en internet, la habían doblado en todos los idiomas, había versiones animadas, libros, cómics, Anime, hasta análisis profundos sobre lo que significó aquel suceso. Lo principal en ese momento fue que el crimen casi había desaparecido. Y aunque aún quedaban manzanas podridas, Rebecca estaba ahí para encargarse de ellas. Eso llevó a lo que se volvió el tema principal de análisis que me dejó frio. ¿La Diosa Rebecca nos salvó? El Mundo es mejor gracias a La Diosa Rebecca. Rebecca: La Verdadera Diosa. Esos eran algunos de los títulos de libros y ensayos sobre el tema, efectivamente había toda una religión en torno a Rebecca, era LA ÚNICA RELIGIÓN que quedaba, y era una que con el tiempo el mundo había aceptado. Los años siguieron y este culto creció, el descabellado plan de Rebecca fue por el camino que ella quería, todos la adoraban, y si no lo hacían les tocaría un destino aterrador…

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