Caroline estaba acostada en su cama esperando a su mejor amiga Max que aun seguía en el restaurante pues hoy le tocaba un turno extra. 

Ellas llevaban compartiendo un apartamento por más de seis meses y en ese tiempo han aprendido a hacer mejores amigas a pesar de sus grades diferencias.

Ella se quedo acostada en su cama esperando a la llegada de su amiga por más de veinte minutos. Hasta que no aguanto más y callo dormida.

Cuando se despertó estaba Max en la cocina contando su dinero. (El dinero que llevaban las dos ahorrando para hacer su pastelería) Cagaba unos jeans y un sostén negro.

Eso era algo que siempre le había avergonzado a Caroline (Aunque últimamente se estaba acostumbrando) A que su amiga y compañera tuviera las tetas cuatro veces más grandes que ellas.

Caroline usaba un bracier B mientras que Max usaba D o DD. Después se preguntaban porque siempre Max ganaba el triple de propinas en el restaurante.

Caroline la miro por un segundo sin que se diera cuenta y después grito. "BUU!" Max salto y dejo caer todo el dinero. 

"Estúpida que te pasa!!" Grito Max

"Nada solo quería asustarte"

"Perdí la cuenta"

"Yo la cuento mañana"

"Caroline, estaba esperando a que despertaras tengo algo muy importante para decirte" Le dijo emocionada.

"Que es?" Dijo Caroline sonriendo.

Max corrió y llego al sillón donde estaba su bolso y busco por unos minutos hasta que saco algo que lo tapo con una mano.

"Que es, Max?" Dijo Caroline muy extrañada.

"Adivina"

"Un cheque millonario" Dijo Caroline

"No seas estúpida... Adivina"

"No sé, Max"

Ella quito la mano y le mostro a su amiga lo que había echo. Caroline tuvo que verlo dos veces para entender que era.

"Un muñequito?"

"No..."

Entonces Max mueve la mano un poco y el chico que estaba parado estático en su palma tropieza y cae de frente y queda en cuatro. Trata de pararse pero Max mueve un poco más la mano hasta que casi se cae.

"No puede ser!!" Dijo Caroline.

"Si mama aprendió a usar sus poderes" Dijo viendo al indefenso chico en su palma.

El chico se paro y trato de mantener su equilibrio. Caroline se acerco más y algo la asusto: El chico estaba desnudo.

"Esta desnudo!!" Dijo ella retrocediendo.

"Claro que ropa quieres que le quede a un chico de doce pulgadas."

"Lo conoces?" Pregunta Caroline.

"Claro que no... Pero según su billetera es menor de edad" Dijo ella sacando una billetera de su cartera.

"Bill Wilson... Catorce años..." Dijo ella viendo la identificación de menores de edad.

"Te dije que no hicieras esto" Le dijo Caroline enojada.

"Porqué?" Le pregunto su compañera.

"Porque no sabes como devolverlo a la normalidad" Dijo la rubia.

"Y tu crees que quiero devolverlo a la normalidad..." Dijo ella moviendo la mano haciendo que Bill viera hacia ella.

"Como que no lo devolverás a la normalidad" Dijo Caroline asustada mientras veía a su amiga.

"Mira el tampoco quiere... Mira como tiene el pene erecto" Dijo ella tocándoselo.

"Oye deja al pobrecito" Dijo.

"Mira yo soy chica de Brooklyn. Yo pienso las cosas antes de hacerlas" Dijo ella viendo a su amiga.

"A que te refieres?"

"Bueno, yo sabia que cuando encogiera a alguien se iba a quedar así el resto de su vida. Así que me moví un poco la camiseta del restaurante para mostrar mejor mis tetas y encogí al chico que más las viera en ese caso este" Dijo viendo al chico mientras le sonreía.

"Ese es tu análisis para escoger a la rata de laboratorio perfecta?"

"No no es un experimento este niño lo usare para el bien" Dijo Max

"Para el bien de que?"

"Para mi bien... Me masajeara, jugara con migo, hablaremos, me acompañara,... no sé tal ves... quiera perder esa virginidad que estoy segura que tiene"

Caroline la miro con cara de desprecio mientras su amiga miraba a el chico con cara hambrienta. 

Ella sabia que las chicas de Brooklyn eran así veían una oportunidad y se cogían a cualquier chico. Así era Max y para ella era muy fácil con ese culo y esas tetas.

Caroline se le quedo mirando como diez minutos mientras Max le hablaba a Bill como si fuera un bebe.

"Y por que tu no hablas?" Le dijo Max a el chico encogido. "Di quieres ser mi amigo... mi compañero... mi... esclavo"

No hubo respuesta del chico. El solo movía las manos de un lado para el otro como si tratara de pedir ayuda.

"Que?" Dijo Max acercando su oreja a donde estaba Bill llego a estar tan cerca que tenia miedo que Bill se le metiera en la oreja, pero no pudo escuchar nada.

Era imposible era lo suficiente mente grande para escucharlo sin problema pero por algún motivo no emitía ningún ruido... CLARO! No podía hablar.

"No me digas que cuando tu amiga te encogió dejaste de poder hablar" Le dijo ella como si le estuviera hablando a una bebe.

"Max... Por favor trata de volverlo a la normalidad"

"Por qué? Caroline no vez que tenemos la oportunidad que muchas chicas quieren: Un hombre que nos haga todo lo que queramos cuando queramos y como queramos"

"Primero: Eso no es un hombre es un niño. Segundo: No puede hacer nada de ese tamaño. Tercero: Lo estas obligando"

"Sabes que has una huelga si quieres pero yo y mi nuevo amigo nos vamos a divertir un poco" Dijo ella encerrando a Bill en su puño y caminando hacia su cuarto.

Max entro a su cuarto y cerro la puerta atrás de ella. Le puso tranca y se acostó en su cama.

"Ella estorba mucho verdad Bill..." Dijo ella viéndome.

Yo no sabia si asentir o si simplemente quedarme quieto o que así que no hice nada.

Todo era tan confuso. Hace un minuto estaba caminando por la calle cunado me encuentro con una chica súper sexi y de la nada tengo solo dos pulgadas y estoy dentro de su puño.

Estoy mareado y confundido sin ninguna idea de donde estoy. Además por más que lo intente no puede producir ningún solo sonido de mi boca.

Max se sentó en su cama y me dejo lentamente en su mesita de noche. Ya mi vista estaba volviendo casi a la perfección. Tenía a esa chica sexi que había visto frente del restaurante hace poco.

Pero... Pero... Era gigante. Era del tamaño de un edificio de treinta pisos. Podía ser de la mitad del tamaño de su ojo. Estaba allí parada quitándose los zapatos negros que tenia puestos.

De la nada el mareo se fue y mi vista volvió en su totalidad. La vi con la boca abierta del asombro.

Cuando se termino de quitar el zapato siguió hablando.

"Estos zapatos que me obligan a usar en el restaurante son horriblemente incomodos" Dijo ella dándole vueltas a su pie en el aire.

Sus pies eran perfectos: Blancos y con una forma firme. Unos dedos largos, y unas uñas hermosas.

Tenia las uñas pintadas de rojo y negro que combinaba a la perfección con el traje que siempre usa en el restaurante. 

Después se quita el otro zapato y estira su otro pie antes de quitarse la media.

El otro pie era igual de perfecto con la única diferencia que esta tenia el negro y el rojo invertidos.

Yo siempre he tenido un fetichismo grave por los pies. Siempre he querido tocárselos a todas las chicas pero me da pena.

La verdad estaba realmente confundido no se como había quedado allí y mucho menos así como estaba yo de dos pulgadas.

Me quede viendo su pie con la boca abierta. Hasta que ella se volteo sin que yo me diera cuenta.

"Así que al niño le gustan los pies" Dijo ella viendo mi pene erecto.

Trate de taparla, pero ella no me dejo.

"No lo hagas quiero verlo" Dijo ella acercando un poco la cara.

Nunca había tenido una vergüenza así en mi vida. Una chica así de sexi y yo tan débil e indefenso mientras examinaba mi pene diminuto.

"Mira... Al parecer adoras mis pies..." Dijo ella estirando su pie y poniéndomelo muy cerca. 

"Y ya que estas aquí para ayudarme... Que te parece si les das un masaje?"

No sabia que hacer si decir que no o si o simplemente tratar de huir... Pero huir a donde si estaba en medio de una mesita de noche a sesenta pies de altura.

Después de mucho pensarlo decidí. Asentí lentamente y ella sonrió.

"El niño quiere cumplir su deber que bonito... Pero recuerda que tu solo eres mio y de nadie más si esa Caroline te ofrece cuidarte tu le dice que no"

Yo asentí.

Ella me agarro en su puño y me dejo caer en la cama justo a lado de sus pies.

Camine hasta donde estaba su pie que era diez veces más grande que yo y pensé en que hacer.

Después de unos segundos supe lo que tenia que hacer. Empecé a rascarle el talón. En menos de un minuto mis manos estaban impregnadas de su olor.

No lo podía creer: Estaba rascando el pie perfecto que era diez veces más grande que mi mismo. 

Uno de mis sueños era darle un masaje de pies a una de mis mejores amigas Ángela pero los de esta chica (Que por cierto aun no me se su nombre) Eran mucho mejores.

Sus pies era como columnas gigantes frente a mi. Después de unos veinte minutos rascando su talón izquierdo fue que decidió hablar.

"Que rico masaje... Y el otro?" Dijo ella.

Yo corrí ansioso a su otro pie y sin pensarlo empecé a rascar su otro talón de su otro pie.

Sentía que mis genitales iban a explotar. La excitación era tanta que no podía soportarlo.

La vi a la cara y note que ella no me estaba prestando atención estaba viendo una especie de periódico.

Así que aproveche y empecé a frotar su pie con mi pene. Era genial. Era una especie de sueño echo realidad.

Lo "masajee" como por media hora hasta que ella hablo. 

"Tu amas mis pies?" Me Pregunto ella.

Cuanto tiempo llevara viendo que estoy frotando su pie con mis genitales... O lo abra sentido... Me puse rojo de vergüenza pero ella no lo noto.

Ahora debía pensar que decir. Si le decía se seria como... Un alago? Y si le decía no seria como... La verdad no sé que hacer así que ser honesto.

Trate de decir si pero recordé que no podía hablar.

Yo asentí.

"Pero los amas mucho mucho"

No se a que nos llevara esto pero volví a asentir.

"Entonces Bésalos"

Que en serio? No bromeaba? Quería que besara sus pies? Después de diez segundos pensando ella reacciono.

"No es un pedido es una orden"

Si era una orden porque me preguntaba? Bueno no importa yo con gusto lo hare.

Me acerque a su pie y le di un pequeño beso. Después me aleje. Para ver que pasaba.

"Y cuando" Me replico ella.

No lo había sentido tenia que hacer otra cosa.

Me acerque, pegue mis labios a su talón y le di el beso más largos que mis pulmones me permitieran.

Mientras lo besaba frotaba mis genitales contra su talón arriba y abajo. Al fin y al cabo ya lo había visto no?

Cuando la bese le deje un poco de saliva para que lo sintiera mejor.

"Ahora un beso de lengüita" Dijo Max riendo.

Le di el beso más largo que pude y le babeaba el pie en lo que lo hacia. babie todo lo que pude hasta que mi boca quedara seca.

Pero aunque mi boca estuviera seca debía aprovechar al máximo esta oportunidad.

No había terminado de besar su pie cuando lo estaba besando de nuevo.

Lo bese y lamí como por dos horas hasta que caí dormido.

Lo ultimo que vi fue su cara tapada casi en su totalidad por sus enormes tetas sonriéndome.

Cuando me desperté note que estaba acostado en una superficie dura como de madera.

Me pare de golpe y vi que estaba en la madera. Estaba en la mesita de noche de la chica súper sexi que ayer me había encogido.

Mire hacia la cama y la vi. Tan hermosa y perfecta acostada boca abajo en la cama.

Estaba leyendo una revista con las piernas alzadas haciendo que se le vieran los panties.

Cargaba puesta la ropa de su restaurante. Esa ropa le favorecía mucho... Solo que no se le veían nada de las tetas.

Ella se quedo leyendo como por diez minutos mientras yo la veía sin poder hacer nada pues no podía hablar.

Honestamente ame como me dejo besar y lamer sus pies ayer pero no debía quedarme ahí debía irme.

Pero el problema era que estaba en una mesita de noche de setenta pies de alto y si saltaba era una muerte segura.

Cuando se volteo me vio parado en la mesita de noche.

"Hola bebe" Dijo ella sentándose en la cama con las piernas muy abiertas apropósito.

Ella por algún motivo trataba de excitarme pero algo me decía que debía resistirme. Pero era algo imposible con sus piernas abiertas, sus tetas del tamaño de dos montañas.

Yo salude con la mano como respuesta.

"Te gusto lo que hicimos ayer"

Yo asentí.

"Si honestamente estuviste genial... Por eso mismo te premiare"

Ella que quería decir con que me iba a premiar? Me iba dejar ir a mi casa? O que?

Por instinto trate de preguntarle pero de nuevo no salió nada de mi boca. Mi cuello y mi boca se sentían normal pero no podía hablar.

"Que lindo cuando tratas de hablar..." Dijo ella sonriéndome.

Después miro su reloj y al instante se alteró y salto de su cama y corrió al baño.

"ES TARDE!" Grito.

Yo la veía lista. No se que fue hacer. Escuche lo mejor que pude y escuche como se maquillaba... Se maquillaba todos los días?

Después de un minuto salió y corrió hacia la puerta de su cuarto para salir, pero cuando tenia la mano en la perilla se detuvo y se dio media vuelta.

"Y que hacemos con tigo?"

Honestamente quería quedarme pero si se devolvió era por algo.

Alza los hombros en señal de que no sabia.

"Quieres ir en mis zapatos..." Dijo ella poniéndose un dedo en los labios coqueta.

Pero por más coqueta jamás haría eso. Eso era un suicidio. Ella debía pesar más de cien toneladas para mi.

Yo negue con mi cabeza lo más rápido que pude. 

"Pero este uniforme no tiene ningún solo bolsillo..." Dijo ella viéndose.

Eso era algo que yo no entendía de unas chicas. Hacían como si se vieran la ropa pero sus tetas no las dejaban.

Me dio un vistazo rápido y después corrió al baño.

"Tengo una idea" Ella salió del baño con una cinta adhesiva pequeña y transparente.

"Te podemos pegar a mi" Dijo ella viéndome ilusionada.

Por qué simplemente no podía meterme en su bolso o en algún lado? Bueno no se lo podía decir.

"Quizás te amarramos alrededor de mi brazo" Me imagino el mareo mientras caminara así que yo negué.

Realmente quería quedarme aquí tenia que decírselo de alguna manera. A lo mejor hasta pudiera escapar.

Yo empecé a saltar y a mover las manos. Ella me vio extrañada.

"Que pasa amor... Tienes una idea?"

Yo me señale a mi mismo y después señale el suelo de la mesita de la noche en señal de que me quedara ahí.

"No esa perra de Caroline te puede alejar de mi... y si te aleja perderás mis pies" Dijo frotando sus pies a través de su medias sin zapatos.

No le iba a decir nada más que sabia que con ella eso no me iba a llevar a nada. Por lo menos ya sé que la otra giganta... Digo chica se llama Caroline.

Ella se sentó en la cama a pensar mientras me quede hipnotizado viendo sus tetas realmente ajustadas contra su uniforme.

Después de un rato mire hacia arriba y vi que la chica me estaba viendo. Cuanto tiempo llevaba viéndome mientras veía sus tetas.

"Así que también te gustan mis tetas... Bueno como no" Dijo ella aplastándolas con sus manos lo que dejo mi pene erecto.

"Entendí..." Dijo ella acercando su mano y cogiéndome. "Cierra los ojos" Dijo ella y yo lo hice.

Ella me alzo y me puso contra una cosa blanda y después sentí como me pegaba a eso con cinta exactamente en donde estaba mi polla erecta, otro pedazo de cinta en mis pies y otra por donde están mis hombros.

"Abre los ojos" Yo los abrí y vi que estaba pegado a una montaña súper alta al borde de caer. Trate de gritar pero no pude.

No entendía que pasaba solo me revolcaba pero después pensé que si seguía moviéndome me iba a caer así que me calme y cerré los ojos.

Justo cuando hice eso sentí una especie de pulsaciones. Abrí los ojos lentamente y vi a que estaba pegado. Era una tela marrón.

"Ya te calmaste bebe" Dijo una voz arriba mio. Mire hacia arriba y vi la cara de la chica súper sexi. 

No lo podía creer estaba pegado con cinta adhesiva a sus tetas. Se sentía genial. Era como una cama muy suave... Pero vertical y sobre todo los latidos de su corazón.

Jure que a una chica tan tetona como esta no se le sentían los latidos... Al parecer si.

"Se siente rico verdad" Dijo ella riendo. 

La verdad se sentía delicioso estar pegado en su teta... Pero ahora que lo pienso.

Yo soy blanco y el vestido es marrón me podían ver a diez kilómetros de distancia. Pero mejor talves alguien me vea y me ayude.

"Sabes algo? Solo duérmete y despertaras en casita"

Yo asentí.

Ella agarro su bolso y salió de su cuarto.

"Buenos días" Dijo una voz de a mi espalda.

"Buenos Días, Caroline" Dijo ella sin prestarle atención.

"Max..." Ese era su nombre... Max... El nombre de la chica que dejo que besara y lamiera sus pies y que estoy en su teta ahora mismo.

"No me digas nada, Caroline" Dijo ella abriendo la puerta y largándose.

Me encanto que cuando bajo las escaleras sus tetas subían y bajaban dándome una especie de masaje.

Después de unos minutos me dormí. Mi erección no se había ido hasta que me durmiera.

Cuando me desperté estaba en un cuarto friísimo y mire a un montón de cajetas.

"Y segura que no va a venir" Dijo una voz masculina.

"No. Que le dieron el día libre" Dijo...Max irritada.

"Esta bien"

Si no me equivocaba Max compartía apartamento con... Caroline y ambas trabajaban en el mismo restaurante porque yo las he visto a las dos trabajando.

Ella se dio la vuelta y por un segundo pude ver el restaurante que ya había visto un montón de veces. Pero por ahi mismo cerro la puerta des refrigerador que era donde estábamos.

Al instante se empezó a sentar aun más frio que hasta que casi me orino pero debía aguantar con todas mis fuerzas.

Ella miro a sus pechos y vio que estaba despierto.

"Oh... Quien es el bebe que se despertó." Dijo ella frotando mi pene a través de la cinta adhesiva.

Mi pene quedo erecto de nuevo. Y esta vez no podía disimular nada.

"Hace frio hay que mantener el calor" Dijo ella poniendo sus brazos contra sus tetas para apretarme con más fuerza.

Me apretó tan fuerte que ni podía respirar. Después de unos segundos quito los brazos.

"Nada más quería ver como estabas seguiré trabajando..." Dijo ella poniéndose en puntillas para alcanzar algo que estaba en un estante alto.

Ahora era una giganta de cientos de pies de alto pero la verdad ella era muy pequeña no se de que estatura porque no se de eso pero no era alta.

Cuando lo alcanzo era un frasco como de alcohol o algo así. 

"Sabes que es esto?" Dijo ella.

Yo negué con la cabeza.

"Es una botella con una sustancia que te va a dormir" Dijo ella abriendo la botella y agarrando un trapo de un estante.

Mojo el trapo con el liquido y después me lo puso en la cara.

Trate de respirar pero cuando lo hice casi caigo dormido y a la segundo vez me dormí en su teta otra vez.

Cuando me desperté estaba acostado boca arriba pero seguía pegado con la cinta adhesiva transparente a la teta izquierda de Max.

Abrí los ojos pero me seguí haciendo el dormido porque no quería despertar. Quería pensar, quería idear un plan de como escapar.

Empecé a pensar pero no encontré ni una sola manera de como escapar. y otra cosa: Como nadie me había visto ahí pegado si en lo primero que todos se fijan de Max son sus tetas? O yo soy un pervertido?

Seguí pensando sin ninguna idea pero fue hasta que Max dio un gran inhalo y me asuste y trata de huir.

"BEBE!" Dijo ella asustada.

Eso era lo que no quería.

"Te asusto mi respiro?" Dijo ella mientras empezaba a frotar mi pene como si estuviera frotando la espalda de un bebe.

Ella no se paro pero si dio un pequeño saltito. Ella quito la cinta que estaba en mi pene para poder frotarlo mejor.

"Dormiste bien en la teta de mamá?" Dijo ella riendo.

Yo asentí.

"A mi también me gusto me sentí más unido a ti... sentí como que... eras una parte de mi"

Ella sabia que todas esas ideas que ella decía me excitaban y quería que me excitara pero no sabia porque.

"Oye bebe recuerdas que te dije ayer?"

No recuerdo nada nada más recuerdo como me dejo besar y lamer sus pies.

Yo negué.

"Recuerdas que por todo eso que hiciste te iba a dar una recompensa."

Ya recordaba ella dijo que había amado lo que había hecho ayer y que me iba a recompensar... pero que es eso? mejor no saberlo.

Yo negué.

"Oye te doy una pista: Tu lamiendo y besando mis pies" Dijo ella mordiendo su dedo.

Yo volví a negar.

"Que lo hiciste muy bien" Dijo ella.

Me obligo a hacerlo: Asentí.

"Oh entonces quieres tu recompensa, bebe?" Dijo ella.

Yo asentí obligado.

Ella quito la cinta que estaba en mis pies y dio un gran salto de la cama y callo y en suelto.

Yo hubiera salido volando si mis hombros no hubieran estado pegados a su teta. Yo salte hasta estar de cabeza en el aire y cuando estuve a punto de caer en su teta ella soltó la cinta de mi hombro y empecé a caer.

Caí por unos metros hasta que ella metió la mano y caí en su palma.

Ella me dejo en su mesita de noche y se empezó a desabotonar la camisa. Se quedo en su brasier rojo con negro enorme incluso si fuera de tamaño normal.

"Te gustan mis pequeñas tetitas?" Me dijo ella.

No entendía porque le decía sus "pequeñas tetitas" Si eran unas de las tetas más grandes, bonitas y redondas que había visto en mi vida.

Yo asentí.

"Si verdad? a mi también me encantan" Dijo ella bajando la cabeza y dándole una pequeña lamida.

"y... quieres verlas sin este horrible sostén?" Dijo ella tocando su brasier.

Lo pensé mucho mientras ella me veía sonriendo. Después de mucho decidí asentí.

Ella se sentó en la cama con la espalda a mi y me miro.

"Si quieres verlas entonces quítame el brasier."

Me acerque al broche y estire las manos. Intente de todas las maneras de quitarlo pero no pude.

La verdad no quería pensaras que soy gay al no querer desnudar a una mujer mayor, sexi, con tetas enormes y giganta. Pero lo que pasa es que si me enamoro de ella (Y ya me ha pasado) no me querré ir y lo que quiero es huir.

Trate por más de cinco minutos como un loco, pero se me hizo imposible.

"Vamos bebe nunca has desnudado a una mujer?" Dijo ella.

Yo negué.

"Oye creo que escogí a un niño muy pequeño. Acaso quieres que te mate?" Dijo ella poniendo la manos en su sostén y quitándoselo.

Logre ver desde atrás como sus tetas caían. No porque estuvieran caídas sino porque sus sostén las ajustaba tanto que hasta se veían más pequeñas de lo que eran.

"Me gusta usar sostenes más pequeños que los de mi talla para sorprender más a los hombres... o niños en la cama"

Ella insinuaba que yo era un niño aunque eso era mentira. Me faltaba poco por cumplir los quince años.

"Yo podría ser hasta su mamá" Dijo ella riéndose. "Si o no mi hijo" 

Ella no se quería voltear porque no quería que la viera aún por algún motivo.

"Ok bebe... estas listo?" Dijo ella.

Yo asentí sin animo.

Ella se dio la vuelta y me quede con la boca abierta apenas la vi.

He visto a muchas mujeres desnudas pero esto era lo más cercano a la perfección.

Sus tetas estaban rígidas, redondas a la perfección, sus pezones largos y preciosos. 

Sus tetas eran dos montañas enormes, sus pezones eran casi de mi tamaño sorprendentemente. 

"Te gustan" Dijo ella sonriendo.

Yo asentí con la boca abierta como si estuviera al frente de Dios.

"Son tan perfectas así? Todos los chicos que he conocido siempre me lo dicen: "Max Dios hizo las mejores tetas del mundo y las puso en tu cuerpo"" Dijo ella riéndose.

Después de un tiempo de silencio en el que ella me veía a mi y yo me quedaba con la boca abierta viendo sus tetas.

"Dime y seme cien por ciento honesto" Me dijo ella. Esta pregunta era seria y se le notaba en la cara.

"Quieres estar con migo... Quieres pasar el resto de tu vida viviendo con migo y tocando mis pies y mis tetas?"

La verdad la amaba, pero yo era una persona, tengo mi vida, quería escapar, quería ser libre, quería seguir mi vida como si esto no hubiera pasado. Quizás hasta me haga amigo de Max.

Yo negué.

Hubo un incomodo silencio en lo que los roles cambiaron pues yo la miraba a la cara y ella miraba a sus tetas.

"Sabes que? Yo sabia eso es estaba preparada: Te obligare a ser mi juguete te guste o no. Ahora seré la mala de la película" Dijo ella.

Estiro su cuerpo hasta que sus tetas colgaran sobre mi.

"Ahora quieras o no me harás el mejor masaje de pezón de la vida" Dijo ella con cara enojada.

Ella no estaba actuando era verdad. Alce mis manos y toque su pezón. Al instante creció más y se volvió más duro aún.

Yo me asuste y me tire al piso.

"No seas maricón y dame mi masaje"

Yo volví a estirar las manos y volví a tocar su pezón que parecía una gran roca roja. Lo apreté con las dos manos mientras que Max ponía la mano en su entrepierna atraves de su falda.

Lo frotaba y lo apretaba con todas mis fuerzas mientras ella se frotaba la entrepierna.

Ella empezó a gemir lentamente mientras yo le rascaba el pezón. Entonces ella bajo un poco la teta hasta que estuvo a unos centímetros de mi cabeza.

"Sabes que hacer... Esclavo" Dijo ella haciendo énfasis en "Esclavo"

Yo estire el cuello y con temor le di un lametazo a la puntita de su pezón que era mucho más grande que mi cabeza.

Jure que le iba a dar cosquillas pero la excitación de tener a un chico diminuto lamiendo su pezón creo que lo hizo olvidarlo.

Empecé a chupar su pezón con todas las fuerzas que pude pero a ella no le basto.

Con la mano con que no se estaba frotando a ella misma me apretó en el estomago con todas sus fuerzas.

"Chupa más duro!" Dijo ella.

Chupe y chupe todo lo que pude pero ella no se conformaba.

"Mas-Duro" Dijo ella frotándose más rápido.

Empecé a morder con fuerza mientras chupaba y ella fue aflojando hasta que me soltó.

Siguió gimiendo como lo estaba haciendo hace poco mientras yo chupaba y mordía su pezón.

Pero de la nada la excitación en mi cuerpo aumento y me dio un arranque de energía y empecé a chupar con mucha más fuerza.

Max empezó a gritar.

"AH... VAMOS PAPI!... USA ESA BOQUITA Y ESAS MANITAS"

Entonces una voz mil veces más fuerte que la de Max grito.

"MAX SUELTA AL POBRE NIÑO!!!" Dijo... Caroline y al instante Max reacciono.

Bajo su cuerpo y me aplasto bajo sus tetas como si yo fuera a gritar pero ya me había acostumbrado y no intente gritar para pedía ayuda.

Hubo un momento de silencio.

"Yo se que quieres tener a mil hombres para que sirvan como juguete sexual... pero Max... Es un ser humano y tiene los mismos derechos que tu" Dijo Caroline alejándose de la puerta.

Ella quito las tetas de mi y me agarro. "Eres un niño travieso... Sabes que la diversión acaba por hoy" Dijo ella agarrándome y tirándome en el cajón de la mesita de noche.

Cuando me desperté el cajón estaba abierto y podía ver la luz del día que entraba por la ventana. Una oportunidad. Tal vez la única.

Empecé a saltar y a saltar para ver si podía llegar. Cuando logre agarrar la esquina de el cajón me impulse y trate de salir cuando estuve a punto de hacerlo vi como la puerta del cuarto se habría.

Por el miedo solté las manos y volví a caer dentro del cajón y por desgracia Max lo escuche.

"Que fue eso?" Dijo con voz tierna.

Porqué seguia hablando así? Ella dijo que me iba a tratar como un insecto. O solo era porque estaba enojada con mi respuesta. Mejor me comporto "mejor" en lo que encuentro una oportunidad.

Eso de comportarme mejor será un duro desafío porque ella me hará chupar sus tetas y lamer sus pies. Estoy cien porciento seguro que hizo hace eso solo para que la ame y la obedezca como esclavo: No me dejare llevar.

Ella se asomo por el cajón abierto y me vio con una gran sonrisa.

"Como dormiste, bebe?"

Yo acenti en señal de decirle "Bien"

"Me alegro. Hoy es un día libre pues es domingo. Sabes lo que significa eso?"

Si sabia lo que eso significaba pero me reusaba a decirlo.

Yo negué.

"Eso significa que tu y yo tenemos todo el dia para nosotros solitos" Dijo ella tocándome ya saben donde y de nuevo me excite. Debo controlarme más.

"A ti también te gusto la idea" Dijo ella aplaudiendo.

Bajo la mano y me dejo en la cama.

Solo estaba usando un bracier negro y unos shorts de jeans.

"Que quieres que hagamos primero?" Dijo ella viéndome.

Alce los hombros en señal de indecisión aunque no quiero hacer nada más que volver a mi vida.

Ahora que lo pienso mis padres deben estarme buscando en todos lados. Deberían estar hasta en las noticias. Bueno la verdad no en Manhattan y Brooklyn se pierde mucha gente.

"Bueno podrías hacer con migo lo que no hiciste ayer" Dijo ella estirándose un poco el elástico del brasier.

Yo negué.

Seguiría negando hasta que no tuvieras más ideas.

"Quieres jugas en mis pies?" 

Yo negué.

"Ya se. Voy a hacer lo que te dije. Vamos a jugar con tu virginidad, bebe"

Yo negué lo más rápido que pude.

"Entonces que quieres?" Dijo ella un poco más enojada.

Volví a alzar los hombros.

"Bueno que tal si" Dijo ella alzando los brazos.

Hizo un segundo de silencio.

"Que asco que te parece si primero me baño y después jugamos"

Dijo ella caminando hacia el closet y sacando una toalla.

"Tú te quieres bañar?"

Yo negué.

"Como que no? Si estas súper sucio" Dijo ella viéndome de arriba a abajo.

Volví a negar con más insistencia. Diciéndole que en verdad no quería.

"Vas a Bañarte por que yo te lo dijo y punto" Dijo ella agarrandome y caminando hacia al baño.

Me puso en el mostrador y se me quedo viendo por un minuto.

Entonces se me ocurrió una súper idea: Que me podía bañar yo solo en el lava manos mientras ella se bañaba.

Yo le hice una señal con la mano. Después me señale a mi mismo y después a al lava manos.

"Que quieres bañarte tu solito?" Dijo ella sorprendida.

Yo asentí.

"Yo sé que crees que eres un niño grande pero tu sigues siendo un niño pequeño que se tiene que bañar con mamá. Y ya que mamá no esta te tienes que bañar con migo" Dijo ella señalándose a ella misma.

No iba a reputarlo porque no lograría nada pero no quería hacerlo.

Asentí.

"Perfecto" Dijo ella mientras se quitaba el bracier.

Trate al máximo de verla a los ojos. Pero era muy difícil. Ella se me quedo viendo medio sorprendida.

"Ya se que quieres jugar quieres jugar cuanto tiempo puedes pasar viéndome a los ojos." 

"Tristemente no hay tiempo para eso. Mírame a las tetas y se acabó" Dijo ella agarrándome y poniéndome en sus tetas.

Desde esa perspectiva si la miraba a la cara. Aunque tenia que ver hacia arriba pero bueno.

Ella se metió en la regadera y abrió la pluma. El agua fría empezó a caer contra el suelo.

"Bueno bebe. No tenemos dinero para pagar un calentador así que te tendrás que bañar con agua fría." Dijo ella dando un paso y mojándose.

Apenas se empezó a mojar el agua callo en sus tetas y empecé a resbalarme.

Empecé a resbalar por sus tetas hasta su pezón. Cuando llegue a su pezón izquierdo que estaba muy erecto me sostuve y me mantuve ahí con todas mis fuerzas.

Si me dejaba caer era una caída de doscientos pies que no quería hacer.

"Aprovechando que estas ahí dame un masaje" Dijo ella riéndose.

Como mierda quería que le diera un masaje si estaba colgando por mi vida. Bueno por lo que hizo ayer si no lo hacia me dejaría caer. 

Así que hice un intento. Estire el cuello mientras me mantenía sujetado y le lamí el pezón. Ella se rio un poco.

Seguí sujetándome por un buen rato hasta que no pude más pero por suerte en ese momento Max mee sujeto. 

"Necesito tu ayuda" Dijo ella. "Quiero que me enjabones la vagina que no llego" 

Esto era broma para que quería ella que le enjabonara la vagina. Es lo que yo digo que ella quiere poseerme con su cuerpo para que yo sea su esclavo.

Ella se puso en el suelo y me puso en frente de su enorme miembro que no lo había visto hasta ahora.

Igual que sus tetas era perfecto. Tenía un gran clítoris. Su vagina era unas diez veces más grande que yo.

Después me puso un jabón a lado y me hablo. 

"Empieza" Yo puse las manos en el jabón y camina hacia ella y empeche a enjabonar el exterior de su vagina.

Después empecé a enjabonar sus paredes vaginales por dentro lo mejor que pude y lo más profundo tratando de no meterme.

Después empecé a saltar lo más alto que pude para enjabonar el clítoris pero no pude porque estaba demasiado alto para mi.

"El bebe no alcanza el clítoris de mamá?" Dijo ella.

Yo negué con la cabeza.

Ella agarro y se empezó a enjabonar el clítoris. 

"Ves es fácil" Dijo ella sonriendo.

Entonces se paro y me miro desde arriba. Nunca me había visto tan pequeño.

Llevaba casi dos días con ella y nunca la había visto desde el suelo.

"Tu eres muy pequeño para vivir en este mundo sin mamá no entiendo porque no quieres estar con migo"

Ella me hablaba y trataba así para que le coja cariño pero apenas haga algo que no le gusta me erira.

Entonces empezó a sonar el teléfono.

"Quien mierda será un domingo a esta hora?" Dijo ella saliendo de la ducha a contestar.

"Que? Quien? Como?... LO ATROPELLARON?" Dijo ella boqui abierto. "Voy de inmediato"

Ella agarro el brasier que tenia y se lo puso. Los panties y salió corriendo del baño y en un segundo estaba vestida.

Después volvió al baño donde yo estaba y me miro.

"Lo siento bebe pero no puedes venir" Dijo ella agarrándome. "Tu te quedas en el cajón"

Me dejo en el cajón, lo cerro y se fue.

Cuando me desperté estaba en una cama. Ya no estaba en el cajón. Me tomo unos segundos recordar todo lo que había pasado. Entonces cuando lo recordé todo me dio miedo abrir los ojos.

Medite mucho antes de abrirlos pero lo logre hacer. Vi que estaba en un cuarto. (Que no era el mío) y era de noche Y estaba a oscuras. Pero lo peor: Seguía encogido... Pero... No tanto.

Me mire y mire la cama y aproxime que tenía dos pies y medio o algo por el estilo.

Mire hacia una puerta que estaba abierta y podía ver un cuarto con la luz encendida. Entonces vi salir a la misma chica perfecta con que había estado en estos dos días y que por algún motivo no recordaba bien.

-Max -Dijo yo sin aire y al instante mi pene quedo erecto.

Estaba completamente desnuda con sus tetas gigantescas al aire, los pezones duros como rocas pues se veía a distancia: Nunca en mi vida había visto unos pezones así de grandes, estaba su vagina tan tentadora invitándome a tocarla.

Me quede boquiabierto viéndola y ella sonrió.

-Hola hermoso. Te gusta lo que ves? - Dijo ella apretándose una teta con las dos manos.- Bueno no se si recuerdes lo que te prometí de que tomaría prestada tu virginidad? Pues la quiero YA!.

No se qué pasaba por mi cabeza pero estaba hipnotizado en su cara, sus tetas, su vagina, su culo, sus pies todo ella me hipnotizaba y quería servirle. Me arrodille y puse mi cabeza contra el piso.

-Mi virginidad es suya mi señora.

La escuche reírse un poco y después continuo hablando aunque no le prestaba mucha importancia. Solo quería servirle.

-Si preguntas porque ahora eres un poco más grande es porque aprendí a hacerlo y cuando lo hago puedes perder gran parte de tu memoria o tu memoria en su totalidad.  

Ella se acerco a la cama y cuando llego se arrodillo en el suelo y puso su gran teta izquierda frente a mi. Yo alce la cabeza y la vi. Al instante mi boca quedo echa agua.

-Esta es Jennifer y la vas a tratar con cariño. Ahora quiero que le lamas su pezón.

Yo me acerque y con todas mis fuerzas empecé a lamer y chupar el pezón de mi señora Jennifer la teta izquierda de Max. 

Escuche como mi Diosa Max empezaba a gemir de placer y eso me animo a seguir. Chupe, lame, mordí, bese, sobe y frote con todas mis fuerzas el pezón de Jennifer.

Su teta era un poco más pequeña que yo así que podía manejarla un poco y agarrarla, abrazarla, masajearla y de todo.

-Oh ahora... ahora a... Joanna.

Yo no quería parar así que la ignore y chupe sin importar lo que ella decía pero después de un minuto se controlo y me alejo con su mano que por cierto estaba muy húmeda por su vagina.

-No solo debes complacer a Jennifer dijo agarrando con dos manos su teta izquierda. También existe Joanna- dijo agarrando su otra teta y ella también necesita cariño.

Yo sin pensarlo corrí lo más rápido que pude hacia en Pezón de Joanna y empezó a chuparlo. Estaba seco necesitaba dejarlo húmedo rojo y más apetecible como deje al pezón de Jennifer. 

Lo seguí lamiendo y besando hasta que mi boca estaba seca como un desierto y chupar y besar su pezón me cortaba. Se sentía genial como me cortaba la boca por mi señora Joanna y solo para complacer a mi Diosa Max.

-¡DETENTE!

Yo seguí chupando con todas mis fuerzas y ella volvió a apartarme de su teta. Estaba enojada pero no entiendo porque solo quería hacer feliz a Joanna como ella quería.

-No entiendes, Esclavo, que si yo te digo que pares tu paras y si no tendrás que pagar las consecuencias. Se que amas a Jennifer y adoras a Joanna pero, las que la manda es tu Diosa MAX- Dijo ella tapándola con sus manos-

-Mi diosa Max.

-Si esclavo.

No quedamos un minuto de silencio en los que yo meditaba sobre como seguir cada orden de mi Diosa MAX al pie de la letra sin equivocarme ni un poco.

-Bueno ahora es hora de coger tu virginidad. Y para coger tu virginidad que hay que coger?

-No se mi Diosa.

-No seas tonto para coger tu virginidad hay que coger tu pene... ese penecito pequeño que tienes entre las piernas dijo tocándomelo.

Yo lo mire y después la mire a ella, pero no entendí que quería mi Diosa que hiciera.

-Dame tu pene.

Yo me acerque un poco a ella y ella lo examino por un minuto. Estaba duro como una piedra espero que eso la enorgullezca.

-Ahora... que no esté erecto.

Intente todo lo que pude pero no logre que mi pene bajara tan solo estar cerca de mi Diosa MAX me excitaba tanto que no puedo mantener mi pene normal.

-Bueno no importa -Ella agarro una especie de liga o cuerda del suelo y me lo mostro- Este es el instrumento que usaremos para que no me envarases, esclavo, pues aunque no lo creas un esclavo diminuto y devil como tu puede embarazar a su Diosa.

No podía creer que una hormiga diminuta débil e inútil como yo podría embarazar a un ser tan perfecto como este que tenia al frente.

Ella agarro la liga y me amarro el pene con ella con todas sus fuerzas hasta que mi pene estuvo a punto de explotar.

Ella me empujo y cai de espaldas y ella se sentó en la cama con las piernas muy abiertas. Su vagina era perfecta y hermosa. Sus músculos se estaban contrayendo apropósito así que su vagina se abría y se cerraba una y otra vez.

-Esta es little Max. -Dijo agarrando su vagina y abriéndola con las dos manos lo más podía.

Max se fue acercando cada vez más hasta que tuve a su vagina prácticamente encima. Peor porque tenía una vagina del tamaño de mi cara encima no significa que iba a olvidar el horrible dolor en mi pene sentía que se iba a partir.

Ella se alzo un poco y puso su vagina sobre mi pene que ni siquiera entro por lo pequeño que era.

-Que raro no lo siento.

Yo trate de salta para que lo sintiera.

-Ya lo sentí.- Dijo ella riendo.

Entonces hizo algo que me asusto mucho: Empezó a saltar en la cama con las piernas muy abiertas. No se porque lo hacía si al fin y al cabo no podía ni siquiera sentir mi pene.

Después de unos cinco minutos saltando como una loca y fingiendo unos gemidos que no se porque me hacia sentir muy orgulloso de mi mismo.

Fingió detenerte y empezó a respirar muy agitadamente. Mi pene iba a descrebrajarse en ese mismo instante, Pero debía resistir por mi Diosa MAX.

Debía hacerlo.

-Te pasa algo bebe?... te ves mal

Debía resistir no se lo diría se desilusionaría de mi y no podía permitir eso.

-N... No -Hasta que me costaba hablar.

Ella me agarro y se acostó en la cama y me puso en su boca.

-Has como en la películas porno que el hombre le derrama el semen en la boca a la mujer.

Yo me pare y ella abrió levemente la boca para que yo pudiera eyacular en su boca.

Lo intente con todas mis fuerzas pero no lo logre. Era imposible. Ahora me dolia el pene el doble.

-No pues bebe... Qué pasa?

Tenía que ser honesto sino esta liga me iba a matar porque no llegaba la sangre al pene.

-Esta... li...ga... no me... deja... eyacu...lar.

-La liga no te deja eyacular?

-N...o

-Quieres eyacular?

-Si

-Bueno ahora te lo vas a tener que ganar.

-qu...ue?

Ella me agarro y me tiro de su cara y me dejo en la cama. Se sentó en la cama con las piernas igual de abiertas y me puso enfrente de Little Max.

-Ahora, esclavo, di esto: Mi Señora déjeme eyacular.

Esta posición de estar acostado era pero para mi. Mi pene no aguantaba ni un segundo más en cualquier minuto iba a quedar sin genitales literalmente.

-Mi...Seño...ra...deje...me...eyacu...lar -Me estaba muriendo no sentía ninguna parte de mi cuerpo.

Ella toco mi pene pensativa en si quitarme la liga o no.

-Ahora dí: Soy el juguete sexual de mi Diosa Max. Mi Señora déjeme eyacular.

Debía intentarlo era mejor que nada y no quería morir.

-Soy...El...juegue...sexual...de...mi...dio...sa...Max...mI...Señora...dejeme...eya...cular

-Ahora dí:... -Lo demás no pude escucharlo porque seguro ya estaba muerto.