Pijamada Gigante by GeaGts
Summary:

Jazz vivía una vida tranquila y Friki en compañía de sus amigos Duke, Sonic, Kidomaru y Alfa, o bueno, relativamente tranquila teniendo en cuenta que cada uno tenía una hermana mayor, un grupo de 5 chicas muy amigas que compartirían un oscuro secreto hasta un sábado, donde los chicos se toparían en la Pijamada equivocada y terminarían encogidos, a merced de aquellas hermosas y deseosas Gigantas.


Categories: Giantess, Teenager (13-19), Adventure, Butt, Couples, Crush, Entrapment, Fantasy, Feet, Footwear, Gentle, Humiliation, Insertion, Lesbians, Mouth Play, Odor, Slave, Vore Characters: None
Growth: None
Shrink: Dwarf (3 ft. to 5 ft.), Lilliputian (6 in. to 3 in.), Micro (1 in. to 1/2 in.), Minikin (3 in. to 1 in.), Munchkin (2.9 ft. to 1 ft.), Nano (1/2 in. to 2.5 nanometers)
Size Roles: F/m, FF/m
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Challenges: None
Series: Giantessverso
Chapters: 36 Completed: Yes Word count: 85429 Read: 46578 Published: January 21 2021 Updated: January 21 2021
Story Notes:

Algunas edades de los personajes han sido alteradas de las originales, de igual manera es muy fácil y obvio saber cual es la edad original.

1. Parte 0: Introducción: by GeaGts

2. Parte 1: Reducción: by GeaGts

3. B-Side #001: El Lado de Ally: by GeaGts

4. Parte 2: ¡Oblígame!: by GeaGts

5. Parte 3: ¡ALLY NO!: by GeaGts

6. Parte 4: ¡HORA DE CENAR!... ¿NOS?: by GeaGts

7. Parte 5: ¡Twister con Las 3 Imouto!: by GeaGts

8. Parte 6: Jugando con mi “hermanita” Julie: by GeaGts

9. B-Side #002: El Lado de Tammy: by GeaGts

10. Parte 7: Mi turno con Tammy: by GeaGts

11. Parte 8: ¡Alaben a la Diosa Molly!: by GeaGts

12. Parte 9: Empieza el día 2: by GeaGts

13. Parte 10: ¿Que hay en el estudio de mis padres?: by GeaGts

14. Parte 11: Hay que hablar con la verdad: by GeaGts

15. Parte 12: Caos en la Piscina: by GeaGts

16. B-Side #003: El Lado de Kanna: by GeaGts

17. Parte 13: Tortura Doble: by GeaGts

18. Parte 14: Calma después de la Tormenta: by GeaGts

19. Parte 15: El Señor Del Anillo: by GeaGts

20. B-Side #004: El Lado de Diane: by GeaGts

21. Parte 16: Mi curiosa noche con Diane: by GeaGts

22. Parte 17: El Regreso de las 3 Imouto: by GeaGts

23. Parte 18: Adoración bajo el Agua: by GeaGts

24. B-Side #005: El Lado de Julie: by GeaGts

25. Parte 19: El resto de mi Vida en el Zapato de Jane: by GeaGts

26. Parte 20: El Inicio de mi día con mi “Malvada” Hermana Mayor: by GeaGts

27. Parte 21: Collin: by GeaGts

28. B-Side #006: El Lado de Jane: by GeaGts

29. Parte 22: Catarsis: by GeaGts

30. Parte 23: ¿Y dónde está la otra Rubia?: by GeaGts

31. Parte 24: Tomemos un baño juntos: by GeaGts

32. Parte 25: La razón es…: by GeaGts

33. B-Side #007: El Lado de Sheila: by GeaGts

34. Parte 26: La Decisión Final: by GeaGts

35. B-Side #008: El Lado de Molly: by GeaGts

36. Epílogo: by GeaGts

Parte 0: Introducción: by GeaGts

 

Hola a todos, me llamo Jason, tengo 15 años y vivo en un pueblito de Colorado llamado Rachelton, en honor a la Diosa Rachel, creo. Mi cabello es pelirrojo y de corte regular (pero algo despeinado) y la verdad soy algo bajo, mido 1,50m, pero lo compenso con un buen físico gracias a correr mucho. Decidí contar esta historia con el propósito de marcar una nueva etapa en mi vida. Verán, yo y mi grupo de amigos somos muy frikis, amamos todo lo que tenga que ver con películas, series, anime, videojuegos y cómics, y una vez a la semana, cada sábado, nos juntamos en una de nuestras casas para organizar una quedada y hacer lo típico, ver películas, jugar algún videojuego u organizar una buena partida de calabozos y dragones. Aunque en esta época lo friki está “de moda”, nosotros vamos unos cuantos pasos más allá. Los 5 nos juntamos hace muchos años en primaria y llamamos a nuestro grupo los “Ghoul Hunters”, si es bastante ñoño pero a esa edad nos gustó y hasta el día de hoy se queda. Desde el principio sabíamos más que el resto en lo que a lo friki se refiere, pero nunca era suficiente, necesitábamos más, ver más, jugar más, leer más, por lo que cada uno tomó un cargo específico como Hunter… Espera…

¿Aún no les he presentado a mis amigos verdad? Perdón, puedo enrollarme mucho hablando, pero en fin ahora les contaré un poco sobre ellos.

Duke es mi mejor amigo, lo conozco desde preescolar y vive a una cuadra de mi casa, por lo que es con quien más me junto, visitándolo en su casa y a veces cenando con sus padres y su hermana mayor Diane. Es alto y tiene el cabello castaño claro. Es de personalidad audaz y alguien muy inteligente y con excelente memoria, aunque algo despistado en ciertas ocasiones. Su pasión lo llevó a ser el Hunter de las Series, y sus favoritas serían Breaking Bad, Game of Thrones, MR ROBOT y Gotham. Podría decirse que él es el “líder” de los Ghoul Hunters, pero tiene una lucha de egos con mi otro compadre, Sonic.

Sonic es mi otro mejor amigo, lo conocí en primaria junto con Kidomaru y Alfa. Es alguien muy enérgico, como si siempre llevara encima 5 tazas de café, y de los 5 es a quien mejor se le da improvisar, algo vital en nuestras partidas de CyD. Mide tanto como Duke (como una cabeza más que yo) y tiene el cabello rubio y algo largo. Su cargo como Hunter son los Videojuegos, ya se harán una idea donde salió su apodo. Es alguien muy agradable, aunque a decir verdad cuando lo conocí lo metí al grupo porque me enamoré perdidamente de su hermana Sheila, y aunque quiero hablar más de ella sé que volveré a enrollarme así que mejor sigo en lo que voy.

Kidomaru es el responsable del Anime en los Ghoul Hunters, algo que con su apodo queda más que claro. Ha visto de todo, desde lo más existencialista y profundo como Evangelion, hasta tonterías con Echii como MM! Sus padres son de origen japonés y tiene el cabello negro muy corto. La verdad es un poco idiota, aunque de esos que te caen bien, pero en donde es un erudito es en su materia de Animación japonesa, que se deriva también en Manga, Cine de Samuráis, Kaijus y Tokusatsu. Algo que no olvidaré fue que una vez nos contó de un fetiche raro que tenía, uno de chicas gigantes, dijo que su sueño era ser encogido por una, algo singular pero que no le echamos en cara, ya que todos tenemos fetiches raros. Es extraño el hecho de que sea tan diferente de su hermana Kanna, quien siempre que la veo no se despega de los libros, ya sean físicos o en su celular, sin mencionar su personalidad recatada.

Alfa es el comiquero del grupo, pero obviamente no se centra sólo en Marvel y DC, ya que es una enciclopedia en Dark Horse, Image, IDW, Dinamyte, Icon, Archie, y hasta decenas de creadores independientes, muchos de internet. Por lo mismo es un genio en las computadoras, más que por gusto, el las ve como una herramienta para conocer más cómics y autores, y desde luego leer más (obviamente muchos de esos cómics vienen “de los 7 mares”, alguien que ha leído tanto no puede haberlo hecho solo en físico). A pesar de ser de ascendencia latina su piel es extremadamente blanca, al igual que su cabello alborotado. Es alguien de pocas palabras, pero cuando lo hace nos suele impresionar por su conocimiento extremo de los cómics, siendo su sub-género favorito los súper-héroes, ya que con ellos se inició. Su personalidad centrada contrasta con la de su hermana Ally, quien es excéntrica y misteriosa en partes iguales, y aunque la vemos poco ya que suele viajar mucho, debo admitir que es la más atractiva de todas, en especial por su hermoso cabello blanco (aunque con cierto toque rosa).

¿Pero esto donde me deja a mí? Pues yo soy el Hunter del Cine, he visto decenas de miles de películas a lo largo de mi vida, y siempre trato de ver 2 nuevas al día. Mis géneros favoritos son el terror, la ciencia ficción y los musicales, no por nada mis amigos me apodaron Jazz (desde luego sus nombres no son Duke, Sonic, Kidomaru y Alfa, pero suenan 1000 veces mejor que Dolph, Samuel, Koichi y Amaro). Aparte de ser todos bien frikis, compartir la edad de 15 años y tener desagrado por nuestros nombres de pila, hay otra coincidencia que espero que hayan notado, y es que todos tenemos hermanas mayores (de 17), y creo que toca que les hable de la mía.

Jane es mi hermana mayor, tiene el pelo bastante largo, sedoso y negro… Si sobre eso, resulta que soy adoptado, y la verdad poco me importa, pero por eso mi hermana y yo no nos parecemos, aunque ella si se parece a mi hermanita Julie, de 888 años y conocida como la niña más tierna de la galaxia la cual adoro y me alegra el día cuando quiere que juguemos juntos, ya que soy como su héroe, a diferencia de mi hermana mayor quien (a pesar del cuerpo escultural que no para de presumir en la escuela) es un completo fastidio y me trata como el suelo que pisa. Todos mis amigos tienen sus diferencias con sus hermanas, pero la mía es malvada en serio, siempre me ha hecho la vida imposible, hacía que me castigaran de pequeño y ahora se burla de mi estatura solo por medir 1,89, es una mastodonte insoportable, a veces pienso que en serio me odia por el simple hecho de ser adoptado, no sé, tal vez no soportaba que a los 2 años llegara un nuevo y hermoso bebé a la familia como le pasó a Bart Simpson, quien sabe. Y por si fuera poco es muy amiga de las hermanas de mis amigos, y también suelen juntarse en sus casas los fines de semana, aunque no se turnan el orden como nosotros por lo que rara vez nos topamos, pero cuando lo hacemos es bastante irritante, ponen su música a todo volumen cuando queremos ver una película, se comen las pizzas que ordenan nuestros padres, y que decir del festival de gemidos que tienen cuando se les ocurre traer a un chico a la casa. Mínimo una vez al mes nos toca ese martirio, pero lo llevamos como podemos, como lo hicimos en nuestra junta de la semana pasada.

Fue en casa de Alfa, sus padres no estaban así que pensamos que teníamos la casa para nosotros solos… Pero no duró.

Abrimos la puerta luego de que sonara el timbre, era una linda repartidora con unas 4 pizzas familiares, Pepperoni, Española, 4 Quesos y Napolitana, nuestras grandes favoritas, por lo que ni tontos ni perezosos las pusimos sobre la mesita del centro de la sala de estar mientras Kidomaru buscaba platos y Alfa algo que ver en Netflix mientras cenábamos. De mi lado estaba con Duke y Sonic sentados en el sofá hablando de nuestras legendarias y profundas charlas.

- ¿Cuánto más les voy a repetir? Misato es la mejor chica de Evangelion y ya está, se acabó, Game Over hermano. –Ahí estaba yo defendiendo a mi Waifu, sí que era profunda.

- Viejo tanto Hentai te arruinó el cerebro, Asuka Langely es 47000 veces mejor que ella.

- Ese número te lo sacaste de las nalgas, Sonic.

- Puede ser ¿pero eso no prueba que me equivoque, o si?

- De acuerdo, pues dime ¿por qué es mejor?

- Ok, mira, Primero: Es Tsundere. Segundo: es una experta en pilotear su Eva02. Tercero: Es una maldita Tsundere! Cuarto: Es la belleza alemana encarnada por la mente de Hideaki Anno. Y Quinto: ES UNA PUTA TSUNDERE!!

- ¡Repetiste que es Tsundere 3 veces, masoquista de mierda!

- ¿Y eso qué? Sólo con ese argumento desbanco a tu amada Misato.

- Por favor…

- Por favor las pelotas, ¿acaso ignoras el hecho de que Misato es una alcohólica que siempre bebe de la misma forma? (gracias animación) Dilo, sólo te gusta porque es el único personaje sexualmente activo ¿o me equivoco?

No tenía como responder a eso, era cierto, si la parafilia de Sonic era el Masoquismo y el de Kidomaru la Macrofilia, yo estaba obsesionado con el sexo, sexo duro, de todas las formas, no es algo tan raro pero como todo en mi vida siempre lo llevaba más allá. Por suerte Duke rompió su silencio para intervenir y salvarme el trasero.

- A ver, a ver, ya me aburrió su discurso de Waifus de Evangelion, aparte no tiene sentido de ser porque la Waifu suprema es Rei Ayanami ¿O no Kidomaru? – Gritó Duke, sabiendo de antemano la respuesta, que Kidomaru respondió de inmediato trayendo los platos a la sala.

- Así es hermano, Rei Ayanami es la única Waifu de Evangelion, punto final.

- No se… Tu opinión está sesgada, viejo.

- ¿Por qué, Sonic?

- Porque al Final Rei se hace gigante al fusionarse con Lillith y crear el tercer impacto.

- ¡Esa es sólo Rei 3!

- ¿Y…?

- …Bueno, tienes un punto.

- Ya estuvo bueno de eso, muchachos. –Dijo Alfa que no había hablado en todo este rato.-Esta vez me convencieron, vamos a ver por decimoctava vez The End of Evangelion hasta que se calmen o empeore todo, no importa, aun así me reiré de ustedes.

Como ven somos bastante unidos, a pesar de discutir seguido siempre nos reímos al final. No sé qué sería sin mis amigos. En fin, terminada la charla procedimos a poner la película, y ni bien iban unos 40 segundos la puerta principal de la casa a un lado de nosotros se abrió de par en par, de ella en una fila entraron riendo Jane, Diane, Sheila, Kanna y Ally, seguidas poco después de 4 chicos muy musculosos que debido a que no quiero describirlos los llamaremos Brads, para que se hagan una idea de sus apariencias.

Por suerte pasaron de largo sin ver nuestras caras de “por la mierda, van a arruinarnos la noche, maldita sea” y llevarse nuestras Pizzas para luego subir por las escaleras al piso de arriba donde estaban los cuartos, pero por otro lado era peor ya que, por desgracia, si no nos quitaban las Pizzas significaba que irían a cantar karaoke al cuarto a todo volumen, pero nunca lo hacían si llegaban acompañadas, y considerando el número de Brads eso dejaba sólo la opción 3: se venía una muy salvaje orgía.

Yo no era el único que llegó a esa deducción, al vernos las caras todos lo intuíamos.

- ¿Saben qué? Ya vimos esta película muchas veces ¿Salgamos al parque un rato? –Dijo Duke.

- Sí.

- Está bien.

- Claro.

Todos respondieron para luego poner sus ojos sobre mí esperando mi respuesta.

- Pero… ¿Y las Pizzas? –Dije, como si eso fuera lo que más me importaba en ese momento, aunque sabemos que no lo era.

- Las pondré en el horno, así no se enfrían.

- Ah… Ok.

Y así salimos al parque, que quedaba nada más cruzando la calle, con bancas de piedra y uno que otro columpio. Ahí solíamos ir cada vez que tocaba quedarnos en casa de Alfa, ya que podíamos hablar de lo que sea sin temor de que nos escucharan en la casa, sin mencionar que la briza nocturna era agradable, y es ahí donde solíamos tener charlas realmente profundas, y ahora sí casi siempre fuera de lo friki.

- ¿Nadie va a hablar de la razón real de por qué nos salimos? –Dijo Sonic.

- Viejo, no quiero hablar de cómo nuestras hermanas hacen una orgía, gracias. –Dijo Kidomaru.

- Al menos de la mía no. –Dije yo, en tono burlón.

- Ni yo. –Dijo Duke, chocando mi puño en nuestros típicos Brofists.

- No hablo de eso… Bueno, un poco, pero el hecho de que esto ocurra, no una ni dos, sino varias veces desde hace harto rato ya significa que nunca se fijarán en nosotros.

 

Esto tampoco era un secreto para nadie, a pesar de lo molestas que podían ser, todos sentíamos atracción hacia las hermanas de los otros (jamás de las nuestras, que asco) pero cada uno estaba enamorado de una en específico. Ya dije que mi amor por Sheila quema con la intensidad de 1000 soles (y si no pues ahora lo digo, qué más da), pero lo curioso era que a Sonic le gustaba mi hermana Jane, supongo que debido a su masoquismo, su actitud dominante y desagradable lo enamoró. Y por si eso no fuera poco, los otros 3 hacían una rueda en lo que amar a la hermana del otro se refiere, ya que Duke amaba a Kanna, Kidomaru amaba a Ally, y Alfa amaba a Diane. Dejando en claro lo que sería el parentesco y a quien amábamos sería algo así:

 

 

Valla, ahora que lo ilustré así me doy cuenta de otra similitud más, parece que todos compartimos iniciales con nuestras respectivas hermanas… Mira lo que son las cosas…

En fin, les cuento esto con tantos rollos porque como casi todos no quería hablar de ello… Lo que yo quería era volver a la casa y… Bueno… Ya saben… Jalarle el cuello al ganso. Pero la charla continuó.

- La verdad yo ya acepté el hecho de que Kanna no se fijará nunca en mí… Aun me duele, pero lo acepté. –Dijo Duke tranquilamente, ya habíamos hablado de esto entre todos tantas veces que aceptamos que queríamos con las hermanas de los otros y no nos pasábamos rollos, aunque nunca lo hablamos en una situación tan incómoda como ahora, con todo lo que ocurría en el segundo piso de la casa.

- Por favor Duke, si te duele no lo has superado, y seamos sinceros, ninguno lo ha hecho… Yo creo que debemos hacer nuestra movida pronto, más ahora que acabamos de salir de vacaciones de verano.

- Sonic llevas diciendo eso cada verano desde hace 8 años, y nunca logramos nada. –Dijo Alfa.

- No es cierto, Jazz si tuvo una cita con mi hermana hace un par de años, ¿no?

- Bueno, si… Fuimos al Cine y comimos pollo frito, pero hasta ahí llegó la cosa. –No quería recordar eso, aunque nos llevamos bien en la cita, cancelamos el plan de pasar por la feria luego de comer porque Sheila quería irse a casa, nunca supe por qué ni si al final yo le gustaba o no, y pensar en la orgía que estaba pasando arriba solo reafirmaba que puede que la respuesta fuera negativa, aunque ya era mucho porque no dejaba de pensar en la dichosa orgía.

- Pero de que tuvieron una cita la tuvieron. Por eso no voy a perder la esperanza Alfa, este hombre sentado a mi lado es la prueba viviente de que tenemos una oportunidad.

- Sabes, así es. –Replicó Kidomaru. –No podemos darle la espalda al amor que sentimos, no importa si no nos dan bola al principio o no nos parecemos, ¿verdad? Porque si algo me enseñó Toradora es que si un tipo ordenado como Ryuji puedo estar con un pequeño tigre como Taiga, nosotros podemos estar con quien queramos.

- Ahh… Taiga… –Dijo Sonic mientras se le hacía agua la boca, seguro olvidando lo que diría luego.

- Ya lo iniciaste, Kidomaru. –Dijo Duke.

- Perdón, me inspiré en el discurso y olvidé que se vuelve loco por las Tsunderes.

- Loco es poco, jajajaja. –Dijo Alfa.

En lo que a mí se refiere, ya no podía aguantarme, así que me paré y hablé.

- Voy al baño, ya regreso.

- Claro, si necesitas más papel hay en el tercer cajón del baño, loquillo. –Dijo Alfa guiñándome el ojo, sabía lo que estaba pensando, creo que todos lo sabían, pero a estas alturas no me importó, fui corriendo de vuelta a la casa, subí las escaleras y empecé a masturbarme, todo acompañado de ese sonido de gemidos femeninos que se originaba a pocos pasos de distancia de donde yo estaba.

Cada gemido de las chicas resonaba en mi cerebro como una campana en una catedral, y era genial. Esta podría ser la mejor paja que me había hecho hasta la fecha, ese sentimiento de estar tan cerca y tan lejos de esas hermosas chicas, de Sheila, era combustible para mis sueños más húmedos, y aunque suene triste, ahora los sentía más lúcidos que nunca. Estaba por correrme, pero entonces pasó algo que en ese momento no lo sabía, pero cambiaría mi vida para siempre.

De pronto la puerta empezó a abrirse, subí tan rápido que olvidé poner el cerrojo, y estaba tan excitado que no podría parar. La puerta se abrió y en el umbral vi a una desnuda Ally, cuyo combo de cabello y cuerpo en ese estado la hacían ver más blanca que nunca, o bueno eso hasta que no pude aguantarlo más y acabé sobre ella. Primero me miró sorprendida, pero a los pocos segundos empezó a reírse en vos baja, estaba muerto de vergüenza, tan rojo que el comunista más recalcitrante me llamaría exagerado, y para colmo con 2 dedos agarró parte de la corrida y la saboreó sin perder esa sonrisa burlona, para luego romper el silencio.

- No te preocupes, no se lo diré a nadie… Ahora, jejejeje.

De rojo pasé a pálido por el miedo, solo agarré un rollo de papel higiénico y salí corriendo. Entré en la habitación de Alfa y me limpié lo mejor que pude sin dejar rastros, pensando en lo que fue el momento más humillante de mi vida. Luego volví con los chicos al parque, sin decir mucho, pero si escuché que la conversación había cambiado, y que suerte porque en lo que menos podía pensar era en las hermanas.

- ¿No hay nada que quieran hacer? ¿Nada de nada? -Preguntó Duke.

- ¿Qué dices? -Pregunté.

- Nadie tiene planes de que hacer luego de graduarse.

- Ya veo…

- Tampoco tú tienes idea ¿verdad?

- Pues no, de hecho no, no pensé en el futuro luego de los Ghoul Hunters.

- Ni yo.

- Tampoco.

- Yo menos.

- Valla… Necesitan ganarse la vida de alguna forma, yo quiero ser fotógrafo, y cuando pueda, fotógrafo voyerista.

- ¿Y ese es un plan?

- Es más de lo que todos tienen. Cuando vivamos sin nuestros padres ¿A dónde iremos? Como ganaremos dinero para ir al cine, alquilar Netflix, Crunchyroll y PlayStation Now, como compraremos más cómics, juegos de mesa y Pizzas para comer. Hay que pensar en eso, porque nuestros viejos dejarán de hacerlo por nosotros.

Todos estábamos pensativos, lo que decía Duke era duro pero cierto, ninguno había trabajado antes, y si queríamos seguir como hasta ahora era necesario trabajar de algo. A la media hora entramos a la casa de nuevo, vimos la película y comíamos las Pizzas, pero todos estaban inmersos en sus pensamientos al igual que yo, aunque a diferencia de ellos yo tenía 2 cosas de que preocuparme.

La noche pasó y la mañana también, Ally no les dijo nada a mis amigos de lo ocurrido en el baño, de hecho no la vi más en todo el día y me fui en la tarde del día siguiente con los demás.

Pasé casi toda la semana tratado de evitar pensar en el incidente, pero pensar en mi futuro no era tampoco una buena opción, así que me la pasé viendo Películas y Porno toda la semana, saliendo solo para comer y asearme. En una de esas el martes mis padres dijeron que saldrían del país por un viaje de negocios, y que no volverían en 2 semanas, hasta el domingo de la semana que viene. Le dejaron las llaves y la tarjeta de crédito a Jane, encargándole cuidar de mí y de Julie en lo que estaban fuera.

Creí que debido al poder que le dieron a mi hermana, ella me haría sufrir al máximo cada día, pero no fue así, no la vi casi nada, casi ni la sentía en la casa, a diferencia de Julie quien venía cada noche a casa con sus amiguitas Tamara y Molly, y se la pasaban jugado toda la noche hasta que sus padres las buscaban en la mañana, para regresarlas aquí otra vez en la noche, y no me sorprende porque a diferencia de mi dulce hermana Julie, Tamara y Molly eran bien fastidiosas.

Mi semana siguió en mi rutina de pajas y cine hasta el viernes, ya que el sábado era mi turno de organizar la reunión de los Ghoul Hunters en mi casa, pero le pedí a Julie si podía quedarse en su cuarto con sus amigas solo esa noche, por lo que de eso no tenía que preocuparme.

 

Pero ese fatídico sábado si era algo que temer, aunque no lo sabía. Mi desliz sobre el abdomen de Ally nos costaría muy caro a todos, no solo por lo obvio, sino que la peliblanca Ally, mi amor Sheila, la linda Diane, la recatada Kanna y mi perra hermana Jane tenían un gran plan, uno GIGANTE…

 

Parte 1: Reducción: by GeaGts

Era sábado por la tarde. Antes había salido al 7-Eleven a comprar Doritos y Mountain Dew ya que era noche de Halo, y también tenía el XBOX y los controles listos. Solo quedaba esperar, así que me puse a seguir viendo en mi celular “Querida, Encogí a los Niños” (aun no sabía lo irónico que sería eso después) que empecé de camino a casa. Estuve así por unos 20 minutos hasta que sonó el timbre de la puerta, por lo que me quité los audífonos, me levanté y procedí a abrir, aunque corriendo me empujó mi hermanita Julie con mucha prisa.

- ¡Yo abro Oni-Chan! –Así me llamaba, le estaba empezando a gustar el Anime y eso me daba gracia y me enorgullecía a partes iguales.

Obviamente no eran mis amigos, sino que Tamara y Molly, las amiguitas de mi hermana. A diferencia de mi linda hermanita con su cabello negro liso llegándole muy abajo en 2 largas trenzas, Tamara tenía el cabello castaño oscuro en 2 coletas (Parecida a Diane, la de Nanatsu no Taizai no la hermana de Duke, aunque bueno… Ambas tenían el mismo peinado ahora que lo pienso), sin mencionar que era de tez latina. Por su lado Molly tenía el pelo de color rubio claro y algo largo, me recordaba a como era Sheila a los 8 años cuando la conocí, aunque ella tenía y aún mantiene su hermosa cabellera rubia brillante y ondulada, con un pequeño moño en la esquina superior derecha de su cabeza y un fleco que en ocasiones le tapaba el ojo de forma muy tierna…

¿En que estaba? A sí, mi hermanita recibió a sus amigas y sus padres rápidamente se fueron.

- ¡HOLA ONI-CHAN! –Dijeron ambas al unísono, aunque que ellas lo dijeran se sentía raro.

- Hola niñas, no hagan mucho ruido ¿sí?

- Ya les dije que venían tus amiguitos a jugar.

- ¡No vienen a jugar! Vienen a… - Vi la XBOX y el disco de Halo y noté que me tenía contra las cuerdas. –Ok si, a jugar. Pero igual no hagan tanto escándalo ¿ok?

- ¡Está bien Oni-Chan!

- Eh… ¿Jason…?

- Sí Tamara, y vamos, sólo dime Jazz.

- Ok, Jazz… ¿Duke también viene? – (de él sí que se aprendió el apodo, ¿no?)

- Pues si… Pero no lo molesten, por favor.

- ¡Tammy!

- Ok ya, lo siento…

Luego de eso las 3 niñas subieron escaleras arriba hacia la habitación de Julie, verlas subir me hizo pensar en que aún faltaba algo, debía pedirle a Jane que pidiera las Pizzas, y en serio no quería hacerlo. Traté de evitarla toda la semana con éxito, y ahora que la veo otra vez me veré obligado a pedirle algo… No saldría bien, pero era por mis amigos.

Subí por las escaleras hasta el cuarto de Jane, mi casa era parecida a la de Alfa pero un tanto más grande, de hecho era la más grande de los 5. La sala era muy grande, con 3 enormes sofás formando una U frente a una mesita y un televisor de 60 pulgadas, atrás estaba la cocina, el comedor y el cuarto de huéspedes, y a la derecha se encontraba una mampara de vidrio que daba al jardín trasero con una gran extensión y una enorme piscina a un costado, junto con sus respectivas sillas de playa, algo que seguro usaríamos mucho este verano (o eso pensaba). A la izquierda estaba la puerta principal y frente a ella la escalera al segundo piso, la habitación de Julie era la primera a la izquierda, la segunda a la izquierda era la mía, y la de Jane que estaba a la derecha y medía tanto como nuestros 2 cuartos juntos tenía su puerta en medio de las nuestras (sobre decir que siempre me sentí celoso de eso). Al fondo se hallaba la habitación de mis padres y la única entrada al tercer piso, donde estaba el ático y una habitación a la cual nunca he ido pero mama dice que es su “estudio”, lo que sea que eso signifique, solo sé que nos tenía prohibido subir y una vez dentro no se podía oír nada de lo que ocurría arriba.

Subí al segundo piso y vi la primera puerta cerrada, aunque Julie y sus amigas se reían bastante, luego en el pasillo noté que la puerta de Jane estaba abierta, por lo que me asomé con cuidado llamándola, aunque no estaba dentro, más bien me respondió desde el fondo del pasillo.

- ¡Estoy aquí atrás, ven!

De vuelta atrás, noté que Jane estaba sentada en la cama de nuestros padres, vestida con su uniforme escolar negro y una minifalda del mismo tipo, ella era rara, siempre vestía así por alguna razón, aunque estuviera dentro de la casa o fueran vacaciones (el tiempo y la experiencia me responderían la razón, y no me gustaría). Fui hacia el cuarto de mis padres acercándome a Jane temerosamente como de costumbre mientras ella me veía con la cabeza apoyada en sus manos, donde en la derecha tenía el anillo plateado con un rubí en el centro que siempre usaba.

- Jane…

- ¿Qué quieres gusano? –Era aterradora, aun sentada medía más que yo.

- Este… Hoy vienen mis amigos, es sábado, ya sabes…

- ¿Y?

- Y te quería pedir si podías ordenar las Pizzas para cenar, es que tú tienes la tarjeta y eso…

- Mmm… –Me miró con una sonrisa maliciosa. – ¿Y que gano yo?

Miré en todas direcciones tratando de perder el macabro contacto visual, y noté que una brillante luz salía de arriba de la escalera de caracol que daba al estudio, ósea que sumando 2+2 Jane rompió la única regla de nuestros padres.

- Parece que te diste cuenta, gusano… ¿Sabes? Hagamos algo, compraré las Pizzas si tú no le dices a papá y mamá que entré ¿ok?

- Ok… Gracias Jane… –Traté de irme rápido de ahí una vez obtuve lo que quería, pero no fue así.

- ¡Alto! –Gritó mi hermana mayor. – ¿Qué modales son esos, gusano? ¿No te había enseñado a como darle las gracias a tu hermana mayor?

Volteé a verla y tenía los pies extendidos apuntándome, estaban en unas pantimedias blancas que dejaban ver bien sus pies, y yo sabía lo que ella quería que yo hiciera, y lo peor es que no tenía opción, si no lo hacía no solo no me daría las Pizzas, sino que era capaz de echarme la culpa de haber entrado al estudio, y sé que mis padres le creerían a ella.

- Quiero que cada lamida cuente como un gracias, y que cada gracias sea por cada ingrediente de las 4 Pizzas, contando la masa, el queso, y TODOS LOS PEPPERONIS!!! Serían unas 200 lamidas más o menos, yo te diré cuando parar. Adelante, ¿Qué se dice?

- G-Gracias Jane… Me arrodillé derrotado y me arrastré frente a sus pies para empezar a lamerlos. Al poner mi lengua en contacto con la suela de su pie izquierdo sentí asco, estaban muy sudados, sin mencionar que el olor era terrible, aun así trate de aguantar la respiración y dar lamidas de abajo hacia arriba, una y otra vez. Su sudor se impregnaba en mi lengua como abejas al polen, su pie no tardó en estar cubierto de saliva en vez de sudor, y lo peor fue que las intercambiamos. Seguí así hasta llegar a las 200 lamidas, Jane no dijo nada así que seguí unas 10 más hasta que me detuvo.

- ¡Perfecto! Ahora el otro.

- P…Pero, dijiste 200…

- Pues claro, pero le diste 200 a un solo pie, el otro se quedó sin disfrutar así que arréglalo… Pero primero quiero que lo huelas.

Esto era humillante, pero por mis amigos haría lo que sea, me centré en eso en lugar de pensar en el olor, que ahora estaba hasta peor, mi nariz tocando la suela de su sucio pie me hacía sentir horrible, como un perro, y como un perro luego empecé a obedecer a mi ama y lamer su pie. Por si no fuera poco ya no me quedaba saliva, así que sentí el sudor del pie de mi hermana mayor en todo su apestoso esplendor, sobre todo el que estaba entre sus dedos. Todo su pie era más grande que mi cara, esto me hacía sentir más pequeño de lo que era en comparación a sus casi 2 metros de altura. Debo admitir que el fetiche de pies no me desagrada, es más a Duke le encantaría estar en mi lugar (y a Sonic, pero más por el masoquismo), pero el hecho de que fuera a mi hermana a la que tenía que lamerle los pies era devastador, por lo que mi mente era ahora mi mayor aliada. Empecé a imaginar que en lugar de mi loca hermana, estaba complaciendo a Sheila, al ver arriba la veía a ella, enredando su cabello rubio con un dedo de forma tierna y mirándome con una sonrisa inocente. “Eres encantador, Jazz” pensaba que me decía, y me emocionaba ya que este tipo de cosas a veces llegaban a contar como juego previo, por lo que involuntariamente me excité sumergido en mi fantasía, saltándome el hecho de que ya había superado con creces las 200 lamidas, pero la atronadora voz de mi hermana me sacó del trance, y de la peor manera.

- ¡JAJAJAJA! Parece que no solo yo disfruté esto, eres un gusano patético. –Dijo mirando mi erección, ¡POR LA MIERDA! Esto era incluso más embarazoso que mi incidente con Ally, excitarme mientras lamía los pies de mi hermana, aunque fuera adoptado, en serio era algo horrible, a pesar de estar pensando en la chica de mis sueños al hacerlo y no en ella.

- Eso facilitará las cosas más tarde.

- ¿Q-Qué dices? –Dije rojo de vergüenza.

- Nada, ahora largo antes de que me enoje, gusano.

No tenía que decirlo, salí corriendo como loco al baño para cepillarme la lengua hasta sacarme ese horrible sabor de las medias sudadas de los pies de mi hermana de la boca. Aunque el sabor se fuera, la vergüenza seguía, sabía que me costaría dejar de pensar en ello, así que enfoqué mi mente a Sheila.

Oh, Sheila, no quiero sonar patético, pero en serio estoy enamorado de ella desde que tenía 6 años y entré a la escuela, era la niña más linda que jamás vi, nunca había sentido esa atracción hacia el sexo opuesto, y aunque me avergonzara a veces en los recreos iba a hablar con ella. Era muy simpática, aunque al principio se sentía temerosa de hablar,  con forme avanzaba la charla se iba soltando más. Era un poco friki igual que yo, algo raro pensaba, pero actualmente hay muchas chicas friki. Un día ella vino a casa, aunque no para verme a mí, sino que para hacer una tarea con mi hermana ya que iban en el mismo curso. Con el tiempo más amigas se sumaron a sus trabajos grupales, Diane, Kanna y Ally, así conocí a los chicos (menos a Duke que lo conocía desde preescolar.) Y si, al principio quería juntarme con Sonic para tener la excusa de encontrarme con Sheila, pero luego no solo el, sino que entre los 5 nos hicimos mejores amigos y formamos a los Ghoul Hunters, por lo que de cierta forma Sheila fue la razón de que sea quien soy ahora, al influir en mí en esa etapa tan temprana de mi vida. Seguí hablando con Sheila hasta hace un par de años, cuando por fin agarré las agallas de invitarla a una cita, y ella aunque con su sorpresa característica aceptó. El resto ya lo dije, ella se fue antes de que terminara los planes de la cita, nunca supe si fue porque se sentía mal, por su timidez o porque simplemente yo no le gustaba, era incómodo hablar con ella luego de eso así que guardamos una silenciosa distancia hasta ahora.

Como sea, bajé y seguí viendo la película en mi celular hasta que los chicos llegaron, eran como las 8 de la noche y ni tontos ni perezosos empezamos a jugar Halo comiendo Doritos y bebiendo Mountain Dew, como los profesionales, luego de una media hora llegaron las Pizzas, nuevamente de nuestros sabores favoritos, Jane ya las había pagado con la tarjeta así que no quedaba nada más que disfrutarlas… Pero unos segundos después de que la chica de las Pizzas se fue tocaron el timbre otras ves. Todos nos extrañamos ya que el pedido estaba bien, por lo que con curiosidad fui a abrir la puerta, y me sorprendí de que en el pórtico estaban Diane, Kanna, Sheila y Ally.

- ¡Hola chicos! –Dijo Diane.

- Y hola Jazz… Jejejeje. –Dijo Ally, llenándome de vergüenza al recordar aquella noche. En eso bajó las escaleras mi hermana mayor, saludando a sus amigas e invitándolas a pasar, no me creía que en serio decidiera hacer una pijamada el mismo día de mi quedada, y con las 3 niñitas arriba, pero luego mi sorpresa se transformó en rabia al ver como se llevaba nuestras Pizzas.

- ¡Oye, que crees que haces, Jane!

- Yo te prometí que compraría las pizzas, nunca te dije que serían para ti, hermanito.

Jane se rió junto a Ally y Diane, Kanna estaba pegada a una manga de Sailor Moon, y la linda Sheila parecía la única con pena de la escena, pero aun así todas subieron.

- ¿¡Qué mierda pasó!? –Dijo Kidomaru.

- ¡Aaaaaa yo lo sé, se llevó nuestras pizzas, tarado! –Dijo Alfa de manera irónica.

- Tranquis, seguro luego piden otras para nosotros. –Dijo Sonic, algo ruborizado por el trato de mi hermana.

- No idiota, eran de nuestros sabores, lo sabía. Con todo respeto hermano pero Jane es una perra.

- Lo se Duke… –Dije yo, bastante frustrado por lo que acababa de pasar. Me esforcé tanto para que esta noche fuera genial, compré la condenada Halo Master Chief Collection y 2 controles con mis ahorros junto con las botanas, convencí a mi juguetona hermana menor que se quedara en su cuarto esta noche, incluso le besé los pies a esa zorra de Jane, pero fue en vano, ella arruinó la noche en solo segundos. Esto no se quedaría así.

- Caballeros, hay que usar la C.

- ¡La C! –Dijeron todos sorprendidos, en el manual de los Ghoul Hunters teníamos varias técnicas grupales, varias desde Calabozos y Dragones, pero que aplicábamos en la vida real, y la C era la más peligrosa de todas, Confrontar a nuestras hermanas.

- Así es. No queda de otra.

- Viejo, es muy arriesgado, seguro entre todos podemos comprar otras Pizzas, no te preocupes.

- ¡ESE NO ES EL PUNTO! Sus hermanas suelen meterse con ustedes, la mía es literalmente una puta psicópata depravada conmigo, pero me cansé, esto no será cosa de amor, debemos ir y exigirle cada uno a su hermana que regresen esas Pizzas, no es por la comida, es por el Honor.

En serio amo jugar CyD, y los discursos inspiracionales son de mis partes favoritas antes de entrar a una batalla o a un calabozo difícil.

- ¿Sabes qué? Tienes razón.

- Sí.

- Me cansé que siempre estén sobre nosotros.

- Pues mi hermana me trata bien.

- ¡CÁLLATE SONIC! –Dijimos todos.

- Bien, está decidido, andando. –Dije liderando la fila india en la subida de la escalera, hasta pararnos frente a la puerta de la habitación de mi hermana mayor y tocar con fuerza todos, a lo que Jane no tardó en responder abriéndola.

- ¿Qué es lo que quieren?

- Tu sabes que queremos Jane, ¡Las Pizzas!

- ¿Cómo?

- Sabías que hoy venían mis amigos y que las Pizzas eran para ellos, ahora devuélvelas.

- Mmmm. Ok, pero si lo piden de rodillas.

- ¡QUÉ! –Grité exaltado, no quería llegar a ese extremo, no de nuevo, pero casi inmediatamente de mi respuesta Sonic se puso de rodillas frente a mi hermana.

- Oh Jane, te lo suplico, no somos nada pero entréganos las Pizzas, por favor.

- ¡JAJAJAJA! ¡Así me gusta! Aprende de tu amigo, Jason. Ahora les daré una Pizza, cuando quieran otra suban a pedir de nuevo.

No era una victoria digna pero era una victoria, más de lo que podíamos esperar del riesgo de usar la C, así que cabizbajos aceptamos una caja de Pizza y nos fuimos, excepto por Sonic quien le hizo a mi hermana una reverencia antes de bajar con nosotros.

- Bueno, algo es algo.

- ¡ME OFREZCO A PEDIR LA SIGUIENTE PIZZA!

- No creo que nadie más se ofreciera, Sonic.

- ¡En fin con un par de Pizzas y todos esos Doritos seguro que sobrevivimos toda la noche, así que gracias por confiar en mi amigos para liderar esta misión, cojamos un pedazo de nuestro delicioso tesoro y a celebrar! ¡SKOL!

- ¡SKOL!

Luego de nuestro típico grito de brindis todos le dimos una mordida a la Pizza, pero algo no andaba bien. A veces dependiendo del local usaban Salame en lugar de Pepperoni, pero ese no era el caso esta vez, la Pizza sabía como siempre, pero con tan solo morderla hizo que todos nos sintiéramos mareados ¿será de esos casos de basura mesclada con la masa? No, vomitaríamos antes de que nos doliera la cabeza. Todos nos vimos extrañados los unos a los otros y empezamos a ver borroso, por nuestro comportamiento todos sentíamos lo mismo, aunque no sé si los demás tenían ese raro sentimiento de que la casa se estaba agrandando, o que nuestra ropa se sentía más suelta… No pudimos más y uno por uno caímos desmayados en el suelo.

Al despertar nos sentíamos aun algo mareados, pero nada en comparación a cuando sucumbimos, pero aun nuestra vista estaba muy borrosa.

- ¿Chicos, hola?

- ¿Jazz?

- ¿Duke estás ahí?

- ¿Chicos dónde están?

- Espera…

Con los puños nos limpiamos los ojos y parpadeamos para ver mejor, en efecto todos estábamos ahí, en un raro piso suave con virutas que nos llegaban a las rodillas, y por algún motivo completamente desnudos, aunque bueno, para casi todos el pudor quedó en segundo plano al sentir un temblor y caer sobre nuestros culos al suelo, viendo para arriba unas figuras desconcertantes pero familiares, comunes pero aterradoras, nuestras 5 hermanas… ¡PERO ERAN GIGANTES!

- ¡JAJAJAJA! En serio funcionó Ally.

- Claro Jane, y eso que apenas empezamos.

¡Todos gritamos al unísono, ya que en serio Jane, Ally, Kanna, Diane y Sheila erar colosales!

- ¡Ya basta! –Dijo Jane dando un paso firme en el suelo, ahora llevaba unos calcetines blancos que por el uso estaban grises, aunque un poco más gruesos.

- ¿Qué nos hicieron?

- Uuuuy que lindos, se los diremos si se calman un momento ¿ok? –Dijo Diane, todos nos estábamos hiperventilando, pero con un poco de respiración pudimos dejar eso unos segundos después.

- ¿Ya se calmaron?

- Parece que sí, ¿Bien Ally?

- Ok, verán, yo siempre me la paso viajando, lo que pasa es que soy una bruja, sólo mamá lo sabe así que cada vez que puede me manda a Inglaterra a una academia de magia para recibir entrenamiento y practicar, todo conforme a las reglas del Libro de Rachel, claro. Aun así yo siempre quise ir a más y aprendí muchos hechizos útiles y complicados hasta aburrirme. Haciendo el cuento corto el sábado pasado estaba con 3 de estas chicas y 4 chicos en una orgía salvaje, no daré detalles, pero en lo que iba al baño encontré a este pervertido de Jazz masturbándose y manchándome con su leche. Me pareció más que vergonzoso algo excitante, el estímulo que necesitaba. Quería más, y el libro que rige nuestra sociedad me dio la idea de encogerlos, donde todas, quien más y quien menos, aceptamos y planeamos todo para hacerlo hoy.

Esto era mucho que procesar, pero no nos agarraba por sorpresa, después de todo la biblia lo decía.

- ¿Pero por qué hacen esto?

- Eso lo explico yo. –Dijo Jane. –Nosotras queremos que ustedes sean nuestros esclavos personales, de todas nosotras, pero para siempre. Descuiden, no será tan duro, no los mantendremos prisioneros por toda la vida, ustedes podrán seguir en la escuela, juntándose y viendo sus cosas ñoñas, pero cuando los necesitemos para divertirnos estarán ahí, y volveremos a encogerlos hasta acabar, y así para siempre.

Sorprendido de las palabras de mí titánica hermana mayor no tenía nada que decir, ninguno de nosotros, excepto tal vez Sonic cuya erección habló por él.

- Veo que a Sonic le gusta la idea, no queremos obligarlos así que depende de ustedes decidirlo. Asientan con la cabeza si entendieron todo lo que dijimos. –Aun anonadados todos hicimos caso. –Muy bien, entonces, ¿Ally?

- De acuerdo. –Respondió Ally, mientras empezaba a mover las manos con una especie de conjuro brillante que nos segó a todos y envolvió toda la casa.

- Estamos listos entonces, ¿Qué pequeño será el primero?

Era difícil de creer, si bien todo ya había pasado, la magia era algo aceptado en la sociedad a pesar de su rareza, siempre vi al libro de Rachel como una leyenda, una real desde luego, pero nunca pensé que algo así me pasaría a mí y a mis amigos. Gera pudo haber tenido su final feliz, pero con esto yo no sabía cómo podría tenerlo, y menos que haría a continuación…

B-Side #001: El Lado de Ally: by GeaGts

Nunca he hecho esto antes, pero qué más da, que quede para la posteridad. Mi nombre es Alison, pero todos sobre la faz de la tierra me llaman Ally. Mido 1,70cm, tengo 17 y mi cabello es de color blanco lizo hasta los hombros, aunque me pinto un poco de rosa las puntas para tener algo de color en mí ya que mi piel es bastante pálida… Y qué más da soy una belleza, aunque lo diga yo jeje. Desde los 10 años sé que soy bruja, y aunque en este mundo eso es algo raro pero aceptado por la sociedad, la única que lo sabía aparte de mi fue mi mamá, quien también lo era. Ella nos crió sola a mí y a mi tonto hermano Amaro, mejor conocido por todos como Alfa. Para que ni él ni nadie sospechara de mis poderes, tuve que ir en secreto a Inglaterra constantemente desde entonces para que me enseñaran a usar mi magia en la academia, con la excusa de que tenía una enfermedad muy rara e invisible que sólo podía tratarse allí, y todos son tan lerdos que se lo creyeron. Desde entonces voy 2 veces al año por un par de meses allá, para entrenar y aprender nuevos hechizos y mejorar los que ya he aprendido, cosa que me va bastante bien salvo por ese molesto hecho de que cada vez que uso mi magia mis ojos se poner de color rojo, algo que según dicen le pasa a todas las brujas, y sólo las más experimentadas pueden llegar a evitar hacerlo, aunque es muy difícil ya que es algo que ocurre de forma involuntaria. Como sea, mis hechizos favoritos van siendo obviamente los de alteración de tamaño, son muy convenientes ya que podía llevarme todas mis cosas entre viajes sin pagar sobrepeso de equipaje, aunque lo que en verdad quería era encoger personas, chicos, y jugar con ellos como me plazca. No me interesaba mucho eso hasta que en primero de la academia debimos leer el Libro de Rachel, y ese relato aparte de enseñarme del viejo mundo, me calentó como no se imaginan. Desde entonces he encogido a mis compañeros de clase, tanto en la escuela de magia como en la real, borrándoles la memoria al día siguiente de nuestro “gran” encuentro. Fue divertido por unos 3 años, pero me terminé acostumbrando y se hizo aburrido, siempre era lo mismo, hasta que le pedí consejo a mis amigas.

Ellas son mi alegría más grande, Kanna, Diane, Sheila y sobre todo Jane, mi mejor amiga y quien más se parece a mí, de hecho ella tuvo la idea de que nos invitara a formar parte de estos “juegos de giganta”.

- ¿No lo sé, Jane, y si alguien se entera de lo que hacemos?

- ¿Nunca le diremos a nadie nada, no querríamos arruinar la diversión, verdad chicas?

- ¡Claro! –Dijo Diane.

- Pues sí. –Dijo Kanna.

- Pues no diré nada, pero no sé si me guste ese juego. –Dijo Sheila.

- ¿Bromeas? Mi hermanito el pervertido ha visto vídeos de gigantas, lo pillé el otro día y sí que era divertido la verdad.

- Bueno… No haría daño intentarlo, creo.

- ¿Ves? Todas te apoyamos en eso, aparte todo es mejor entre amigas ¿Qué dices Ally?

Obviamente acepté, y que bien que lo hice porque Jane y Kanna me enseñaron cosas bastante… Suculentas. Las posibilidades al encoger chicos en grupo eran casi infinitas, más aun cuando aprendía más hechizos y los usaba en nuestros juegos. Sobra decir que con el paso de los años nos volvimos más pervertidas, unas más que otras claro, pero todas amábamos jugar a la giganta… Oh bueno, así fue hasta hace 6 meses.

Otra vez me sentía fatigada desde hace 7 años que encogía chicos para “jugar” y desde hace 4 con mis amigas, pero la rutina atacó de nuevo. Sabía que dejarlo un tiempo y volver era la solución perfecta, viajar a Inglaterra cada año 2 veces me ayudaba a refrescarme, más aun cuando en los últimos años casi no encogí a nadie allí, me dediqué a perfeccionar mis hechizos y a pasar los cursos finales, ya que en ese viaje era mí último año, y mi último examen antes de ser una bruja completa. Hice mi tesis sobre hechizos de bucles temporales, una de esas películas de Marvel me dio la idea, y por suerte aprobé y me gradué. Volviendo a casa estaba con dudas de que seguiría en mi vida. Al ser bruja no necesitaba trabajar tanto como el resto, todo era más fácil, y con todo ese tiempo libre seguro mi lívido aumentaría, necesitaba pensar en algo para estar siempre caliente de aquí hasta el final.

Luego de unos meses en la misma rutina llegaron las vacaciones, mis primeras vacaciones reales desde que supe de mi magia, y encontrar algo nuevo pronto era necesario si no quería perder la puta cabeza, y por suerte así fue. La semana pasada la respuesta me salpicó por sí sola, lo digo así porque literalmente pasó así, mi hermanito invitó a sus amigos, los hermanos menores de mis amigas, mientras con ellas subíamos a hacer una orgía previa a los “grandes juegos”, y en eso mientras iba al baño escuché que había alguien, tenía que ser uno de los chicos pero no sonaba como si se estuviera cagando o meando, conocía ese sonido y me dio por abrir la puerta, en efecto se la estaba jalando con nosotras en el otro cuarto, y ni bien lo pillé se corrió sobre mí. Fui algo juguetona con él para fastidiarlo y salió corriendo, y fue ahí donde se me ocurrió el mejor plan de la historia, por lo que al día siguiente se lo conté a las chicas.

- ¡ENCOGER A NUESTROS HERMANOS! –Gritaron Sheila, Kanna y Diane.

- Claro, llevamos mucho tiempo haciendo lo mismo, hay que probar con algo muy diferente.

- P… Pero Ally, son nuestros hermanos, no podríamos…

- Nonononono, ese es el punto Sheila, no son “nuestros” hermanos, son los de cada una. No necesitamos que “nuestros” hermanos sean nuestros nuevos juguetes “sexuales”, solo que el resto lo sean, y con los nuestros no nos pasamos (tampoco es que quiera).

- Bueno si pero…

- Sheila, creo que Ally tiene razón. –Dijo Jane. –Debemos cambiar el panorama, pero eso si Ally, no creo que llamarlos juguetes sea lo mejor, con un juguete juegas hasta que se rompe y consigas otro, con ellos no podemos hacer eso, podemos hacerlo mejor, hagamos que ellos sean nuestros esclavos.

- ¿Esclavos? –Dijo Diane.

- Si, esclavos. Así los tendríamos a nuestra disposición siempre que queramos, no solo los fines de semana, no tendríamos que borrarles la memoria porque podemos obligarlos a callar, aparte si hacemos que se olviden cada semana que son nuestros esclavos, si se volvería algo aburrido y no queremos eso.

- Exacto, eso es lo que estaba pensando. Sólo tenemos que hacer que se vuelvan nuestros esclavos, pero debe ser por iniciativa propia, sino aún hay un riesgo.

- Bueno, yo pensaba en sólo obligarlos ¿pero cómo le hacemos, no tienes control mental, no?

- Pues no, ese hechizo no existe.

- ¿Entonces?

- ¡Ya se! –Dijo Kanna. –¿Y si hacemos que ellos lo disfruten tanto como nosotras? Kidomaru ya lo hace, seguro que con un poco de nuestro encanto podemos convencer al resto.

- Eso me gusta, Kanna, pero no olvides que son nuestros esclavos, estamos sobre ellos.

- Nunca, jijiji.

- Me gusta mucho esa idea, es perfecta, y Sheila, tu sabes que en el fondo quieres que sean nuestros encogidos.

- Bueno… Sí, en parte Diane. Pues si todas están de acuerdo yo me sumo también.

- ¡Está decidido!

Desde ese día nos la pasamos planeando todo, Jane me contó que sus papás viajarían por 2 semanas así que era la oportunidad perfecta para iniciar, en su junta del sábado. No sé si sería suficiente tiempo, pero tenía un as bajo la manga, como toda buena maga. A la par todas empezaron a preparar juegos y cosas para ello, ya que el sábado sería el primer día del resto de nuestras vidas.

El plan era sencillo, pondríamos el hechizo encogedor en una de las Pizzas, a Jane se le ocurrió ese mismo día cuando su hermano fue a pedírselas para la noche, antes de lamerle los pies, al inicio pensaba en solo encogerlos y ya, pero su idea era más “deliciosa”, sobre todo luego de que tocaron a la puerta de Jane para pedirnos las Pizzas por su cuenta, y Jane les pasó la que estaba embrujada. Pocos minutos después sentimos unos pequeños estruendos en el piso de abajo, el hechizo estaba listo, así que bajamos y vimos que las Pizzas sin una mordida estaban en el piso junto con la ropa de los chicos. Los buscamos y agarramos en nuestros enormes puños, era increíble, a quienes teníamos en las manos era a nuestros hermanos inconscientes.

- ¡Genial! No puedo esperar… –Dijo Diane.

- Ni yo, ¿puedes guardar la Pizza encogida, los trozos y la ropa, Jane? Es tu casa.

- Déjamelo a mí. –En eso Jane colocó a su reducido hermano dentro de sus bragas y empezó a juntar las cosas, mientras nosotras subíamos arriba y dejábamos a los chicos en el piso, al medio del cuarto. En eso Diane, Kanna y Sheila se cambiaron. Diane se puso un “Sailor Suite” Negro con un listón rojo en el cuello, como los que salen en el Anime, aunque con 80% más escote. Era parecido al que tenía Jane, aunque ese era un uniforme negro regular y a diferencia de las medias sucias de Jane, Diane estaba descalza y (como todas) sin falda ni pantalones. También Kanna estaba descalza, llevaba la parte superior de un traje de dominatriz personalizado con líneas rojas y braceras blancas, junto con unos moños negros sobre su cabello corto, lizo y violeta. En eso Sheila se puso una minifalda roja y se quitó el abrigo, vistiendo por arriba ahora solo una blusa blanca muy corta que enrolló en el escote, dejando ver su tierno abdomen, también se quitó sus zapatos cafés quedando solo con calcetines blancos, sin mencionar sus lindas pulseras. Por mi parte me quité la minifalda azul que traía, quedando vistiendo sólo mi playera blanca que me quedaba algo grande, cuyos bordes coloqué dentro de mis bragas y pantimedias, unas largas de Nylon negro y algo sudadas.

En lo que acabamos de cambiarnos llegó Jane y sacó a su hermanito de sus bragas y lo arrojó al piso, donde no tardó en despertar y con él a sus amigos. Demoraron un poco pero terminaron viéndonos sobre ellos, sus miradas de sorpresa y terror en serio me calentaban mucho, pero me calmé y les dije una versión resumida de mi “historia de origen” a lo que luego Jane les contó nuestro plan de que se volvieran nuestros esclavos por iniciativa propia, omitiendo detalles importantes, claro, no hay que arruinar la sorpresa.

Esto ya había iniciado, así empezó nuestra aventura con estos chicos quienes vimos crecer, lo suficiente como para que tengan edad de complacernos como es debido, o eso espero. ¡En serio esto va a ser tan divertido que no puedo esperar!...

Parte 2: ¡Oblígame!: by GeaGts

Ver para creer no era suficiente, yo y mis amigos acabábamos de ser encogidos por nuestras hermanas mayores, y ellas querían que aceptáramos sin más el ser sus esclavos por siempre, un panorama inconcebible para todos… Aunque me preocupaban sobre todo Sonic y Kidomaru, sus fetiches y amor por Jane y Ally eran la mescla perfecta para el desastre, ellos podrían terminar aceptando, y bueno, yo pensaba en resistir lo más posible a esta situación, pero por desgracia…

- ¡ACEPTO! –Gritó Kidomaru.

Los 4 (incluido Sonic) lo miramos sorprendidos, sabía que podría terminar haciéndolo ¿pero tan pronto?

- Valla, eso fue rápido. –Dijo Ally, esbozando una sonrisa pícara.

- Kido ¿Qué pasó? –Preguntó Duke indignado.

- ¿Pueden culparme? Saben que este siempre ha sido mi sueño, las gigantas, qué más da si son nuestras hermanas, también está a quien amo ¡TE AMO ALLY, ACEPTO SER TU ESCLAVO!

Estaba atónito, ninguna de nuestras hermanas sabía de nuestros sentimientos, y en un momento tan crítico Kidomaru decidió soltar la bomba, y si bien estaba en shock con su actuar, el juró que nunca revelaría los sentimientos del resto como todos, eso siguió por siempre.

- Jejejeje, una confesión… ¡Qué lindo! Eso hace más fáciles las cosas. –Dijo Ally mientras levantaba a Kidomaru del suelo con sus enormes dedos, viéndolo más de cerca debíamos de medir cerca de una pulgada o dos, ya que con las yemas de sus dedos levantó a mi amigo, sosteniéndolo del estómago y cubriendo esa parte por completo, para luego llevarlo frente a su cara. –Como fuiste el primero te mereces algo a cambio, te diré la verdad, no siento lo mismo hacia ti, pero tampoco me desagradas, dejaré que con tus acciones como esclavo me demuestres que vales la pena, ¿ok?

- Si, ama Ally.

- Veo que ya pillas el punto, ahora pilla el otro, jejeje.

Luego de eso Ally abrió con un dedo sus bragas y dejó caer a Kidomaru dentro de ellas, cerrándolas de golpe. Veía como un bulto con forma humana se retorcía cerca de su vagina, era algo bastante perturbador la verdad, más en este tamaño ¿a qué mente enferma se le ocurriría hacer algo así?

- Bueno chicos esto va a ir así. –Dijo Kanna. –Durante esta semana nos turnaremos para usar a cada uno de ustedes como queramos, y también haremos juegos en grupo. Puede que lo pasen bien o mal, ojalá que mal, ya que así nuestros juegos seguirán, y seguirán, y será así hasta que los 5 hayan decidido rendirse ante sus nuevas amas gigantas, ¿alguien más quiere confesarse ahora, insectos?

Nos miramos a los ojos, cada uno tenía su postura sobre el tema, y es mejor decirlo ahora ya que puede que no podamos en un buen rato.

- Saben lo que opino del Femdom chicos, pero solo con quien amo, no me emociona con el resto, la verdad.

- Si, pero Kidomaru tenía un punto, Sonic. Ellas pueden cumplir nuestros fetiches si cumplimos los suyos, aunque sea como esclavos ¿Qué nos pueden hacer? Son nuestras hermanas.

- ¿Estás diciendo que digamos que sí también?

- No Alfa, pero digo que tengamos la mente abierta, veamos cómo va y luego decidimos cuando nos pregunten.

- Siempre te aventuras Duke, pero yo no. Aparte seguro lo dices porque tu fetiche se está cumpliendo justo ahora. –Alfa lo decía porque a Duke le gustaban los Pies, y en este momento se encontraba con pares hermosos y GIGANTES de ellos, así que no lo tomé muy en cuenta esta vez.

- Bueno si, pero eso no me quita la razón, es como en CyD, evalúas las situaciones y decides como actuar, esperando lo mejor.

- Es que… Sí, pero…

- ¿Ya ves? ¿Tú que dices hermano? –Dijo Duke mirándome.

- Yo creo que hay que resistir. Tú lo dijiste, son nuestras hermanas, no se la mía pero seguro las suyas se aburrirán si resistimos lo suficiente.

- Me temo que no querido. –Dijo Kanna mirándonos desde lo alto con las otras gigantas, que seguro también podían oírnos. –El plan es que se resistan, la verdad no esperábamos que todos se sometieran al principio. Y lo divertido será como se rompen, así que ¿empezamos Ally?

- Vallan avanzando, Jane me dijo que terminó su rueda en el taller, iré a buscarla, adelántense.

- ¡Ok, esclavos, pónganse cada uno frente a la chica que tengan más cerca, ahora! –Dijo mi hermana con tono autoritario, uno que nos hizo temblar bastante así que sin pensarlo mucho obedecimos, me acerqué a Diane esperando órdenes, pero sea lo que sea que viniera seguro podría soportarlo.

- ¿Conocen el Trampling, chicos?

Excepto por eso.

Acto seguido las 4 gigantas levantaron sus colosales pies sobre nosotros y empezaron a bajarlos lentamente. Sonic y Duke quedaron boquiabiertos ante lo que veían sus ojos, Alfa empezó a corren en círculos del miedo, y yo me paré firme, esperando resistir lo que estaba por pasarme, que el pie de Diane, alguien a quien conozco desde que tengo memoria, aplaste todo mi cuerpo. Se acercaba lentamente a mí, poco a poco su planta llenaba mi campo de visión, con forme se hacía más grande pude notar que había algo de mugre pegada en la planta de sus pies, aunque no sudor, pero si tenía algo de mugre entre sus enormes dedos, que agitaba en señal de querer jugar con su nuevo “juguete”, que ahora terminé siendo yo. Con su suela a escasos milímetros de mi cabeza, tragué saliva, no negaré que estaba asustado, y como no teniendo todo el pie de Diane apoyado sobre mi cuerpo entero una vez que su planta me cubrió por completo. Su pie nublaba mis sentidos, no podía ver casi nada más que su suela, el olor era insoportable, nunca había sentido algo tan fuerte en mi corta vida, del sabor no se decirles, cerré la boca a tiempo, pero escuchaba que Kanna le decía a quién sea su juguete “Lame”, y el sentimiento… Era como quedar atrapado en un juego inflable, la presión era contundente pero no me dolía tanto como imaginaba.

Pasaron como 2 minutos y las chicas acordaron cambiar, así que levantaron sus pies, volteé la cabeza y vi a mis amigos tumbados en el suelo como yo, casi sin poder moverse. Sin duda era una experiencia que no quería repetir, aunque bueno, no me molestó tanto al ver que era el turno de Sheila de jugar conmigo. De pronto todo en lo que pensaba se esfumó, todo el dolor se disipó, ya que con una visión tan hermosa como la de Sheila, la chica de mis sueños, que por su tamaño era casi todo lo que podía ver, era algo hipnotizante.

- Trataré de ser suave ¿bien? –Susurró Sheila.

De inmediato Sheila bajó más lentamente su bello pie en su calcetín blanco bastante limpio hacia mí, un blanco que me recordaba al cielo, que era como me sentía al estar a su lado. Aun así estaba por aplastarme y jugar conmigo ¿pero saben qué? No me importó, por un momento sentí lo que sintieron mis compañeros (sobre todo Kidomaru), que esto podría no ser del todo malo, y hasta bueno. Su pie me cubrió entero, y aunque estaba algo húmedo no olía, es más sentía una leve fragancia a vainilla, puede que sea el perfume que usaba mesclado con sus pies, sea como sea olía riquísimo. Ella fue más juguetona que Diane, ya que con su pie me movió de arriba abajo suavemente, no dolía ni un poco. No quería que esto acabara, pero luego escuché aquella nefasta palabra.

- ¡Cambio!

En eso Sheila se despidió con una sonrisa y fue a por otro juguete, dejando mi campo visual vacío para que lo ocupara Kanna. Esto era lo que más me sacaba de onda, ella era siempre callada y metida en sus libros y su celular, pero ahora llevaba puesto un traje de cuero de cintura para arriba como si fuera una Dominatriz, y sus ojos reflejaban una malicia que ni sus anteojos pudieron disimular, menos con una sonrisa que hacía juego con todo ese look dominante, quedó más que claro que de verdad no conocía para nada a Kanna. De pronto se rió y levantó su pie descalzo sobre mí, pero ella lo bajó muy rápido sobre mi cuerpo, causándome un dolor importante, el cual no generó un grito porque no pensaba abrir la boca, su planta del pie estaba empapada de sudor. Poco a poco las gotas me empapaban entero, pero seguía sin abrir la boca. Entonces ella dio una orden muy clara: “Lame”. Eso era algo que no haría jamás, con mi hermana tengo suficientes pies en mi vida, gracias. Rehusarme no le dio gracia a la giganta, quien empezó a apretarme con su pie más y más fuerte, con forme seguía repitiendo su orden de lamer. Sentía que iba a explotar, ella no medía su fuerza, en serio podría haber muerto, dije que resistiría, pero no podía si ella acababa con mi vida, así que de mala gana empiezo a lamer su suela sudorosa. Las gotas de sudor eran demasiado saladas y apestosas, empecé a toser un poco, algo que divirtió a la giganta, que empezó a girar el pie sobre su talón en el suelo, moviéndome de un lado a otro rápidamente, haciendo que grite y trague lo que para mí eran galones de su sudor de pies, todo con una malvada risa de fondo, que por suerte se detuvo al escuchar otro cambio.

¿Dije por suerte? Pues de hecho no lo era para nada, Kanna salió de mi campo visual solo para ser reemplazada por la figura más abominable que mi mente pudiera concebir: Jane. Era enserio enorme, lo he dicho con las otras pero les recuerdo que Jane medía casi 2 metros, el resto tenía más o menos 1,70cm de estatura, más o menos lo que medíamos nosotros (menos yo, claro) y ver a mi hermana giganta ante mi reducido cuerpo de una pulgada (o menos) era francamente aterrador, más cuando tenía una sonrisa maniática entre oreja y oreja. Puso su mano izquierda sobre la cadera y levantó su pie derecho, estaba dentro de una media ¿gris? Bueno, era blanca, lo veía por los bordes, pero estaba demasiado sucia, entonces sin previo aviso me golpeó con todo con ella, que aparte de sucia, estaba sudada, y por si fuera poco olía peor que los pies de Diane y Kanna puestos juntos. Después de eso soltó una enorme carcajada al verme ahí en el suelo partiéndome de dolor. Escuché que Ally entró a la habitación diciendo “al fin lo encontré”, pero mi atención estaba sobre (o bajo) mi titánica hermana mayor, quien ahora levantó su pie izquierdo para pisotearme otra vez, así lo hizo una y otra vez, sentía un dolor inimaginable, como si mis costillas se rompieran y mis órganos se reventaran.

- ¡Adiós, gusano! –Dijo Jane antes de seguir pisoteándome, este era mi fin, en uno de sus pisotones no pude más y estallé en un charco de sangre, manchando su calcetín.

Había muerto

¿Qué?

Era muy raro… Que yo recuerde acababa de morir bajo el pie de mi hermana mayor, humillado y adolorido en partes iguales, pero mi visión de pronto se aclaró y estaba otra vez donde desperté hace rato, en el suelo de la enorme habitación de Jane, rodeado por mis amigos, y por las 5 gigantas antes conocidas como nuestras 5 hermanas mayores.

- Estamos listos entonces, ¿Qué pequeño será el primero? –Dijo Ally, tal cual como hizo hace rato luego de hacer ese conjuro brillante. Esto no tenía sentido, debía saber que pasaba, pero alguien se me adelantó.

- ¡Qué mierda está sucediendo!

- ¡Ja! Parece que ya lo notaron. Les explicas Jane, iré por la ruleta, ahora ya sé dónde está.

- Ok, verán insectos, recuerdan todo lo que les dijimos de encogerlos y hacerlos nuestros esclavos ¿no? Bueno, Ally sabía que no podríamos convencerlos a todos en una semana, así que se le ocurrió usar un hechizo de bucle temporal sobre la casa, el cual solo se detendría cuando los 5 hayan aceptado. La vez pasada solo Kidomaru aceptó, Ally bajó y nosotras 4 jugamos con ustedes con nuestros pies, yo fui muy fuerte y terminé matando a Jason,  pero para eso está el bucle, cuando uno de ustedes muera en uno de nuestros juegos o por un castigo, el tiempo volverá hasta este punto, aunque todos en esta casa recordaremos todo ¿Qué les parece?

Era inaudito, más que como el día de la Marmota con Bill Murray esto era como Feliz día de tu Muerte de Blumhouse, ¿repetir esta semana una y otra vez? ¡Pero si no sucumbíamos esto duraría para siempre! No podía creerlo, se las arreglaron para salirse con la suya de una u otra forma, y para colmo ahora la muerte no era un impedimento para ellas. Sentí que no había salida, pero en eso tocan la puerta del cuarto. Obviamente no era Ally, menos cuando vi como las chicas miraban preocupadas, de pronto Diane nos agarró a los 5 y nos puso en una media que había en el piso, sosteniéndonos a la altura de su culo con los brazos en la espalda. Estaba algo oscuro, pero podía ver a mis amigos, con una cara de susto tanto como la que tenía yo, aunque algo alivió nuestro pavor, algo que nunca pensé que lo haría, la voz de mi hermanita Julie.

- ¡JANE PASÓ ALGO, ABRE!

- ¿Qué tienes, Julie?

- Pasó algo muy raro, estábamos viendo Anime echadas en la cama de Julie, y luego todo se puso como blanco, y luego estábamos otra vez jugando en el suelo, y luego…

- Cálmate Molly, cálmense todas, esa fue Ally probando uno de sus trucos de magia.

- ¡ALLY ES BRUJA! –Gritaron las 3, por su tono de voz estaban emocionadas, ya sin casi miedo.

- Así es, pero shhhh, guarden su secreto. Ella está probando un hechizo de tiempo, cada vez que lo pruebe todas en la casa volveremos a este punto, y así pues…

- ¡Así nuestras vacaciones durarán mucho más, lo que queramos! –Dijo Diane desde atrás.

- ¡EN SERIO, QUE BIEN, GRACIAS!

- Sí, pero tienen que guardar el secreto, sino no funcionará, ¿ok?

- ¡De acuerdo!

- Estupendo, ahora vuelvan a ver su Anime mientas nosotras las grandes seguimos con lo nuestro, adiós niñas.

- ¡Adiós Jane! –Dijeron las 3, luego oí que se cerró la puerta, y acto seguido Diane soltó la media y caímos directo al suelo, aunque fue una caída suave debido a la tela y al suelo afelpado.

Los 5 nos miramos mutuamente sin decir nada, pero yo estaba absorto en mis pensamientos, creo que si teníamos una oportunidad, Las 3 Imouto (sí así las llamo yo, aunque solo Julie sea mi hermanita). Si lográbamos ir con ellas, seguro nos ayudarían en todo esto, no sé si involucrarlas en algo así sea lo correcto considerando su edad, pero necesitábamos ayuda urgente, y solo ellas podrían ayudarnos ahora. Aunque no era el momento de contarles el plan a mis amigos con las 5 gigantas al asecho, y quienes no habían acabado de jugar.

- En fin, ya ni sé que estaba diciendo.

- Les explicabas el bucle temporal.

- ¡Claro! Gracias Kanna, bueno y entonces…

- ¿Ya les dijiste? –Dijo Ally quien había llegado con una ruleta de colores del tamaño de un plato en sus manos.

- Pues sí, la verdad ya les conté todo.

- Todo sobre eso, ahora me toca a mí. Pequeñines, esta es nuestra propia “Ruleta del Placer”, aunque no es como la de Rachel, en ella hay 2 discos, el superior tiene el nombre de nosotras 5, y la rueda interna el de ustedes. Lo ideal es que usemos esta ruleta al terminar cada día con ustedes como nuestros esclavos, para que la suerte decida con que ama pasarán la noche. Ahora solo la giraremos una vez, mañana nos guiaremos por el orden en dirección a la derecha, así sabrán que giganta les tocará y podrán tener ese miedo todo el día, ¡JAJAJAJA!

- Otra cosa ¿ven que en el contorno de la rueda interna hay como unos cilindros grises? Eso es para frenar la rueda en el lugar preciso, pero también tienen la altura suficiente como para que puedan agarrarse con sus manitos, así que súbanse.

Ally dejó la rueda en el piso y en efecto vimos que tenía nuestros nombres, aun había mucho que asimilar…

- ¡QUE SE SUBAN, MIERDA! –Gritó Jane, con miedo subimos a nuestros nombres escritos en rojo sobre aquella rueda verde y nos agarramos con todas nuestras fuerzas, para que luego empezara a girar de una forma extrema, pero no como en un tagadá, esto era 100 veces más rápido, y por alguna razón podíamos aguantarlo ¿acaso es como en Ant-Man donde aunque haya menos masa, el peso se mantenía? La verdad no podía pensar en referencias en ese momento, estaba muy pero muy mareado, pero a los pocos segundos se detuvo, si hubiéramos terminado las Pizzas seguro que vomitábamos. En fin nos paramos con dificultad y luego de unos segundos pudimos ver el resultado.

 

 

Me tocaba con Ally…

- Curioso… –Dijo Diane.

- Sí, pero divertido jijiji. –Respondió Kanna.

Seguro lo decían porque a ellas 2 y a Sheila les tocó sus hermanos, no quería pensar en eso la verdad, y aunque a Alfa le tocó Jane (pobrecito) a mí me tocó Ally de primero, ella, la causante de todo este embrollo y a quien llené de mi semen hace solo una semana en el momento más humillante de mi vida (que bueno, esta noche ya fue superado). ¡Pero eso no era lo peor, sino que si esto seguía así tenía que esperar 4 días hasta que me tocara Sheila!

- Bueno, bueno, bueno, me tocó alguien muy interesante, jejejeje.

Tenía mucho miedo de lo que ocurriría ahora, y a pesar de lo que leí en el Libro de Rachel, no sabía que esperar de una bruja malvada como Ally…

Parte 3: ¡ALLY NO!: by GeaGts

Ahí estaba yo, desnudo frente a una malvada maga giganta de pelo banco, a la espera de una velada entre extraña y aterradora.

- Valla, mira quien me tocó Jane, jijijiji.

- Lo mismo digo. –A Jane le había tocado Alfa, aunque por más curioso que sea este intercambio, al resto le tocaron sus hermanos como tal.

- ¡Ay, así no se vale!

- Tranquila Diane. Ally ¿por qué no mejor las dejamos tener algo de privacidad con su “tiempo en familia?”.

- Pues estoy de acuerdo, amiga.

- Ven, sé a dónde podemos ir.

Acto seguido Jane tomó a Alfa entre sus enormes dedos y Ally hizo lo mismo conmigo, me llevó al frente de su rostro y dibujó una sonrisa malvada que me perturbó muchísimo, y en mi tamaño lo sentí más ya que su boca era como una pantalla de cine al lado mío. Luego ambas salieron de la habitación con los 2 entre sus dedos, alcancé a ver como se alejaban del cuarto, pero a lo lejos igual veía la puerta del cuarto de Julie entre abierta (la dejaba siempre así de noche por miedo a que viniera el coco o algo así), lo que solo me dijo que nos dirigíamos al cuarto de mis padres. Jane le guiñó un ojo a Ally y subió con Alfa por la escalera de caracol camino al estudio de mis padres, primero pensé que el sería la primera persona (aparte de Jane) en ver que había dentro del estudio, pero la verdad sabiendo que iría con Jane dejé rápidamente el pensamiento de que tenía mucha suerte, de hecho con ella estaba condenado. Eso me dejaba a solas con Ally en el cuarto de mis padres, ella aun conmigo entre sus dedos se echó encima de la cama boca arriba y me sostuvo frente a su rostro. Nuevamente una sonrisa malvada se hizo presente en su cara, paralizándome de miedo, sabía que Ally era extraña, el hecho de ser una bruja solo lo confirmaba, pero me imaginaba lo que ella podría hacer en esta situación y cada posibilidad no me gustaba… Pero aun así ella eligió la peor.

- Bueno, ya estamos solos pequeñín, jijiji. ¿A qué quieres jugar?

- Ally, qué…

- ¡AMA ALLY! –En seguida ella me presionó entre sus 2 dedos por ofenderla, el dolor era muchísimo pero no colapsé como antes, ella sabía qué hacer para que sufriera pero siguiera vivo… Y francamente no sé qué es peor.

- ¡¡¡AAAAAAAAAAH!!! ¡¡¡AMA ALLY, AMA ALLY!!!

- Mucho mejor, recuérdalo Jazz, vas a ser nuestro esclavo, mejor acostúmbrate a llamarnos así.

- Sí, mi ama… –Dije naturalmente, ya tenía experiencia tratando con “amas” cuando mi hermana Jane me hacía “darle las gracias”, creo que lo mejor ahora es seguirle la corriente, al menos hasta que me junte con los chicos y podamos escapar.

- Te diré algo, ahora que la muerte no nos limita con ustedes, básicamente podemos hacer lo que queramos, qué más da si igual van a volver ¿no? Jijiji. Pero aun así no creo que morir sea muy bonito, menos como lo hiciste antes… ¿Probamos otra forma?

Luego de eso Ally se relamió los labios para luego reír como maniática y abrir de par en par su boca. Ella me… ¿Iba a comer?

- ¡NOOOOOO! ¡S-SUÉLTAME!

- Que mala palabra elegiste. –Acto seguido sus dedos me soltaron y vi en lo que parecía una eternidad como caía dentro de su boca, aterrizando en su enorme lengua.

Estaba oscuro, los únicos destellos de luz los tenía cuando abría la boca para decir cosas humillantes como “no lo disfrutes más que yo” o “deberías agradecerme, esclavo, no todos tendrán el privilegio de estar en tu húmedo lugar, jejejeje”, solo así podría hacerme una idea de cómo era una boca por dentro, desde una perspectiva que nunca imaginé. Pegado a su lengua vi sus monumentales dientes, 2 hileras de perlas blancas de la mitad de mi tamaño, pero que no se les haría difícil aplastarme, su paladar parecía el techo de una catedral, aunque esos no gotean enormes gotas de saliva sobre ti, que yo sepa. No quería hacerlo pero miré abajo, detrás de mí estaba su garganta, un tubo enorme que de caer me llevaría a su estómago, y en serio no quería esa clase de dolor. Traté de escalar como pude sobre su resbalosa lengua, cuando otra vez empezó a hablar.

- Jejeje te siento luchando ahí dentro… Creo que me toca a mí sentirte…

Sus palabras hacían que su lengua se moviera mucho, así que perdí el agarre y me precipité a caer en su garganta. Estaba a punto de morir otra vez, y ella tenía razón, era algo que no quería repetir, no importa si regreso, si ser pisado por mi propia hermana fue horrible y humillante, al menos fueron unos segundos, no quería pasar horas siendo derretido por los ácidos estomacales de la loca de Ally… Pero no fue así, ella apoyó su cabeza en forma vertical sobre la almohada, por lo que caí muy atrás en su lengua, pero estaba a salvo por ahora. Me arrastré un poco hacia adelante, pero a los pocos segundos su lengua se empezó a elevar, llevándome muy cerca de su paladar hasta quedar pegado en él. Sin poder moverme, vi como su lengua ahora se dirigía rápidamente hacia mí, estaba aterrado, como nunca antes, pero eso cambió de un segundo a otro. Su lengua me presionó suavemente de arriba abajo, lentamente empezaba a probarme, pasó por mi pelo, mi cabeza, mi pecho, mi abdomen, mis piernas y mis pies, pero se saltó siempre mi pene, así lo hizo unas 5 pasadas hasta que al fin lo tocó. Lentamente empezó a rodearlo con mucha habilidad de arriba abajo, no quería admitirlo pero se sentía genial, poco a poco iba aumentando la velocidad, a la par que mi miembro crecía y se endurecía por lo mucho que lo gozaba ¿contaba esto como sexo oral? Como sea traté de no correrme, no sabía cómo iba a reaccionar, posiblemente le gustaría como lo que pasó la semana pasada, pero ahí yo estaba de tamaño normal, no creo que le gustarían 3 mililitros de leche o como sea ¿o sí? ¿Era tan pervertida? Pronto lo iba a averiguar.

- Mmm, veo que ya empezaste, que bien… pero no quiero que sea así.

De pronto su boca se abrió y entró su dedo índice, lo pasó por su lengua para llenarlo de saliva y luego fue hacia mí, dándome vuelta y atrapándome de espaldas para sacarme de su oscura boca.

- Apenas lo veo ¿en serio estás duro? ¡JAJAJAJA! ¡ES QUE ES TAN PEQUEÑO!

El placer no quitó el hecho de que sus palabras me hacían sentir muy mal, yo en mi vida normal era ya muy pequeño, mi pene no era pequeño, estaba proporcionado a mi altura ¿verdad? Pero bueno, estando de un par de pulgadas de tamaño eso ya no debería importarme.

- Creo que te haré más grande.

¡QUÉ! ¡ESTA BRUJA HABLABA EN SERIO! De repente empecé a crecer un poco, me detuve al ser del tamaño de un muñeco, más grande que un G.i.Joe pero más pequeño que un Max Steel, era como del tamaño de una de esas figuras viejas de He-Man, unos 15cm para los que no son tan Frikis como yo.

- Así está mejor pero ¿Seguro que tu pene también creció? ¡JAJAJAJA! Bueno, veamos si al menos me sirve para algo…

Con su palma Ally me empujó y puso mi pene sobre sus labios, aún mantenía mi erección y ella lo sabía, empezó a lamerlo con la punta de su lengua saliendo de entre sus labios, a la par que me empujaba más cerca hasta que cubrió mi pene con sus propios labios, y empezó a chupar, y a chupar… Esto definitivamente cuenta como sexo oral. Dejando de lado que mi virginidad acababa de irse por los labios de esta linda giganta de cabello blanco, no negaré que me gustó mucho, mientras más succionaba más dura la tenía, quería correrme pero no debía, necesitaba que esto durara más, aguanté lo más que pude, pero al final acabé dentro de la boca en la que hace pocos segundos estaba atrapado, escuchando como Ally se tragaba alegremente mi leche.

- Mmm no está mal… Pero pudo ser mejor, la verdad eres patético ¿no pudiste aguantar un poco más? Creo que te toca sufrir tu castigo.

- ¿Castigo?

No tardé en enterarme de su idea de castigo, me dejó sobre la cama frente a ella y lentamente empezó a sacarse la blusa blanca que traía, quedando con sólo un sostén igualmente blanco, su cuerpo era precioso, con curvas perfectas y buenos senos, no exagerados como los de Diane ni nulos como los de Kanna, aunque si eran más grandes que los de Sheila y Jane. Por desgracia aquella vista divina no duraría mucho, ya que de pronto su sonrisa malvada regresó y me agarró con un puño presionando muy fuerte, levantándome hacia su… Oh no… Ahí no…

Pero si, de repente mi cara estaba enterrada en su depilada y sudada axila derecha. La oía reírse como maniática mientras mi cara era frotada en su piel que aunque rasposa, me deslizaba sin problemas gracias a su sudor ¿acaso ahora también soy su desodorante?

- Lame esclavo.

- ¡¿QUÉ?!

- ¡Haz lo que te digo!

Empezó a enterrar mi cara aún más fuerte en su axila, no podía con el dolor así que sucumbí y empecé a lamer, el sabor no era tan malo como me lo esperaba, pero si era fuerte, una experiencia que al menos yo no encontraba agradable, si era un verdadero castigo. Luego de varios minutos paró y me sostuvo frente a su cara.

- Bueno ya estuvo, dime algo esclavo ¿te gustó más jugar con mi boca o con mi axila? –Dijo Ally sonriendo tiernamente, como si lo que me hizo no fuera la gran cosa. Aun así ya no quería más problemas con ella, y respondí con sinceridad.

- S-Su boca.

- Ya veo, reaccionas mejor con el placer que con el dolor, tenía que averiguarlo, he encogido a muchos masoquistas jeje. Bueno basta de pruebas, ahora me divertiré de verdad.

Dicho eso ella conjuró otro de sus hechizos y empecé a encogerme lentamente, muy lentamente. Esta vez noté algo que no había visto antes, y es que cuando conjuró su hechizo sus ojos se pusieron de color rojo. Era sutil, pero perceptible si le prestabas atención, supongo que era algo de brujas o algo así, y la verdad no le puse mucha atención después. Lo que sí me preocupó, fue que ella se sacó las pantimedias blancas y me puso en su pie izquierdo, que estaba bastante sudado. En ese momento yo era del tamaño de la planta de su pie, y me ordenó que lamiera. Lo hice de inmediato para no ofenderla pero aún seguía encogiéndome, el sudor no se acabaría nunca. Por Jane estaba acostumbrado a lamer pies, pero eso no significa que me gustara, los de Ally tenían cierto toque a Canela y estaban muy calientes, calor que se intensificó con forme más pequeño me hacía, ahora debía medir tanto como su dedo meñique, el sudor parecían pequeños charcos en lugar de gotas,  estaba sobre una de ellas, que no tardó en cubrir mi cuerpo ¿ya era del tamaño de una gota de sudor? Aun así bajo mi perspectiva la gota tenía el tamaño de una tina, luego de una pileta, luego de una piscina inflable y luego de una olímpica. Cuando llegó a tamaño playa me preocupé más que nunca, era surrealista pero en serio estaba nadando en una gota de sudor del pie de Ally, o bueno, nadando es mucho decir ¿les mencioné que no sé nadar? Pataleaba como loco, no sabía en qué momento empezaría a ahogarme, pero eventualmente sucedió. Esa gota era como un océano para mí, uno muy oloroso y caliente, y luego de cansarme mucho empecé a hundirme. No podía creer que me iba a ahogar en una pequeña gota de sudor de pies, mi vista se nublaba, pero aun podía escuchar, y escuché un grito que decía más o menos “Ally… Kidomaru… Se… Otra vez…”.

Luego de eso dejé de sentir todo, no había muerto esta vez, vi un destello blanco que me cegó y otra vez estaba en el suelo con mis amigos desnudos y reducidos ante las 5 gigantas.

- Estamos listos entonces, ¿Qué pequeño será el primero? –Dijo Ally, tal cual como antes, volvimos al principio otra vez…

Parte 4: ¡HORA DE CENAR!... ¿NOS?: by GeaGts

Esto se estaba poniendo cansino. A pesar de todo estaba seguro que yo no había muerto, necesitaba respuestas de los otros, y ellos de nosotros.

- ¡Quien se murió ahora! ¿Tu otra vez Jazz?

- ¡No viejo, tú eras el que estaba con mi hermana, ella debió matarte a ti!

- Jazz, respeta un poco más a Jane ¿no?

- ¡CÁLLATE SONIC! –Dijimos todos a la vez, como de costumbre.

- Bueno, yo escuché claramente que Kanna dijo “Ally, Kidomaru ya se murió, reinicia otra vez.”

- Gracias por echarme al tanque, Duke.

- Lo siento.

- Bueno ya, sí, yo me morí, Kanna me mató, ¿contentos?

- ¿Y cómo fue? –Dijo Duke.

- Ah ¿además de delatarme ahora quieres la minuta de mi rato con mi propia hermana? ¡PERVERTIDO!

- No lo dije por eso…

- Claro que no...

Yo estaba sin palabras, a diferencia de Sonic, Duke y Kidomaru siempre fueron grandes amigos, verlos pelear era algo que no quería ver más, y por suerte no lo hice.

- ¡YA BASTA! Recuerden donde estamos, Kidomaru ya aceptó este destino pero nosotros no. –Dijo Sonic, después de todo, y a pesar de no llevarse tan bien con Duke y ser el payaso de los 5, era junto con él el “líder” de los Ghoul Hunters, y como tal debía demostrarlo.

- Si… Aunque con Kanna no es que me “gustara”…

- Ese no es mi punto, pero gracias por aclararlo, me estaba imaginando cosas… No importa, como sea en nuestra situación no debemos pelear, a pesar de todo hay que estar unidos, ahora más que nunca.

Sus palabras fueron claras y conmovedoras, y aunque ñoñas también tenían mucha verdad detrás, tanta que para nuestra sorpresa las 5 gigantas empezaron a aplaudir, es raro que a pesar de su tamaño, por un segundo olvide que estaban ahí.

- Grandes palabras hermanito.

- Eh ¿Gracias Sheila? Supongo…

- No, en serio, fue súper emotivo, el cómo defendiste a Kidomaru y a mi hermano menor… Estaba por llorar, en serio.

- Nah, que nenas son, yo si me divertí con Kido, la verdad.

- Qué asco…

- ¿Qué?

- Bueno ya, es cierto que fue emotivo, lo admito.

- Pues sí, Ally… ¡TENGO UNA IDEA! Ya que son tan unidos ¿por qué no jugamos los 10 juntos?  Incluso podríamos comer al mismo tiempo. –Dijo Jane mientras miraba las cajas de Pizza en un rincón del cuarto.

- No me digas que pensaste igual que yo.

- ¿Alguna vez no es así?

- Bueno, creo que no, ya voy yo, esperen.

Acto seguido Ally fue por las 3 cajas de Pizza y las dejaron abiertas en el suelo, Española, 4 Quesos y Napolitana, y de inmediato Jane nos colocó encima de ellas, a Kidomaru y Alfa los dejó en la Española, a Duke y Sonic en la de 4 Quesos y a mí en la Napolitana, sabía lo que venía, y aunque era inevitable no quería vivirlo.

- Bueno, ¿les explicas el juego a los chicos Jane?

- Ok, pero antes miren insectos, sé que aman las Pizzas muchísimo, es más, Jazz se ofreció a besarme los pies con tal de que las comprara para esta noche, ¿Qué tal?

De pronto el silencio se apoderó de la habitación, vi arriba como las gigantas se aguantaban la risa, y como no si era uno de los momentos más humillantes de mi vida, y Jane lo sabía bien. Los chicos me miraban fijamente, sobre todo mi mejor amigo Duke debido a su fetiche de pies, no es sorpresa que el mismo fuera quien rompiera el hielo.

- Es… ¿Es en serio Jazz?

- Qué esperaban que hiciera, en ese momento necesitaba las Pizzas, y saben cómo es ella, no tenía opción de hacer lo que me pidió.

- Hiciste eso… ¿por nosotros?

- Claro Alfa, somos amigos, somos los Ghoul Hunters, haría lo que sea por nosotros.

- Lo sé, yo también lo hubiera hecho, y sabemos que Sonic y Duke igual por obvias razones.

- Si, jajaja.

- ¡OYE! –Dijeron ambos al unísono.

Fue genial ver a mis amigos apoyándome como siempre a pesar de rebajarme a ese nivel, por desgracia la alegría duró poco cuando Jane cortó el momento.

- No esperaba esa clase de reacción… Pero en fin. Lo importante es que les gustan las Pizzas, así que coman.

- ¿E-En serio?

- Claro, luego no podrán comer después de todo.

Estaba sorprendido, luego de la tortura que sufrimos me esperaba algo horrible, pero parecía que no. Los 4 nos arrastramos sobre la masa de las Pizzas y empezamos a comer. Le di una mordida a la masa y sabía genial, el sabor era más intenso ¿será por mi tamaño? No me importaba eso, necesitaba comer más, así que me arrastré hacia los ingredientes. En eso vi unos enormes dedos que ya conocía bien, los de Ally. Por un momento me asusté, pero ella agarró un trocito de jamón de mi Pizza Española y lo puso sobre Kidomaru a quien tenía en frente. Ella sentada en el piso vio como a mi amigo se le hacía agua la boca al ver eso, y de pronto colocó el trocito de jamón entre sus dedos de los pies, entre el gordo y el índice, ella sabía que Kido la amaba, y su sonrisa decía que adoraba eso. Mi amigo se arrastró hacia sus dedos y en 4 empezó a comer como un perro, Ally estaba extasiada y Kido muy concentrado, ni se daba cuenta de nosotros. Pero en fin, seguí yendo  por los ingredientes y probé las aceitunas, pimientos, cebollas, tomates, jamones y Pepperonis, sabían intenso y los amaba. Comí mucho y al igual que mis amigos, comimos hasta quedar satisfechos, aunque el goce no duraría.

- Les gustó la cena ¿verdad? Bueno, ahora es nuestro turno.

- ¡QUÉ!

Luego de eso cada chica agarró un trozo de Pizza, justo en el que estábamos, Kanna y Diane en la Napolitana y Sheila y Jane en la Española. Acaso nos iban a… ¿Comer?

- Nos comeremos a 3 de ustedes, el que quede ganará un premio ¿Listos? ¡Pues A COMER!

Jane acercó la Pizza donde yo estaba hacia su boca, no dejaría que me matara otra vez así que sin pensarlo mucho corrí en dirección contraria, esquivando como podía todos los ingredientes que hace un rato encontraba deliciosos. De pronto mordió un buen pedazo, aunque yo ya estaba lejos de su boca. Masticó a la par que yo seguía corriendo, pero al verla tropecé con un pimiento. Ella lo notó e inclinó la Pizza para hacerme caer dentro de su boca, me aferré con fuerza a un trozo de tomate, pero mi peso hizo que empezara a soltarse, así que por instinto salté hacia otro tomate, mientras veía como el trozo en el que estaba hace tan solo segundos caer a las fauces de mi enorme hermana. Ella volvió a dejar la Pizza en forma horizontal, así que volví a correr hacia el borde de pan. No tardó en volver a dar otro mordisco a la Pizza, cerrando sus dientes a escasos milímetros de mí, en ese momento corrió un escalofrío por mi espalda, eso estuvo cerca. Así estuve unas 3 veces hasta que me di cuenta que ya no tenía a donde correr, el siguiente mordisco de Jane sería el último, y me iría con el… ¡No! Eso no acabaría así, debía haber otra forma. Vi mis opciones y terminé viendo hacia abajo ¿podría saltar? Estaba muy alto desde mi perspectiva, pero abajo habían más Pizzas, ellas amortiguarían mi caída. En lo que pensaba vi los dientes de mi hermana sobre mí, ya no podía evadirlo, así que salté hacia la caja con las Pizzas, salvando mi vida, de momento…

Al caer y aterrizar sobre la Pizza pude ver cómo le iba a mis compañeros, Sheila estaba haciendo lo mismo que Jane con Alfa, a pesar de que la amo y sé que no es tan cruel como las otras, debía recordar que seguía siendo una giganta, y debía cuidarme de ella. En eso en un momento mis ojos se encobraron con los de Alfa, él sabía que hacer al verme, así que saltó de igual forma, cayendo cerca mío.

- ¿Estás bien amigo?

- Eso creo, gracias por la idea.

- No es nada.

En eso vimos a Sonic y Duke que, para nuestra sorpresa, estaban en la misma Pizza, y se ayudaban a escapar de las fauces de Diane. Alfa y yo les gritamos que saltaran, pero no escucharon al estar tan lejos de nosotros, aunque eso no nos detuvo de seguir gritando. Al poco tiempo sentimos que el piso se movía, y en efecto, Jane nos estaba levantando. Ya a la altura de su boca, gritamos una vez más a los otros 2 que saltaran, cosa que escucharon  y saltaron justo antes de ser triturados por los enormes y blancos dientes de Diane. Nosotros no podíamos quedar atrás así que nos tomamos de la mano y saltamos, pero de pronto la mano de Jane nos atrapó y nos dejó en la punta de la Pizza.

- Así no se vale, sigan jugando como antes pequeños.

¿Jugando? ¡ESTABAMOS TRATANDO DE SOBREVIVIR! No podía creerlo, hablaban en serio en eso de matarnos, y no lo veían como algo malo ya que al final podían regresar el tiempo atrás. Como sea teníamos que seguir en nuestro intento de alargar lo inevitable, y tal como Sonic y Duke, Alfa y yo nos ayudamos a escapar de la boca de mi colosal hermana. Hicimos lo mismo como 3 veces, esquivar y saltar ingredientes de Pizza gigantes, levantar al otro cuando se caía, y al final saltar hacia otra Pizza, pero solo quedaban 2 pedazos cuando saltamos por última vez, yo caí en el borde de una, pero Alfa no tuvo tanta suerte y cayó sobre la caja, fracturándose el brazo derecho. Mientras gritaba de dolor lo ayudé a pararse, y en eso ambos vimos algo mucho peor. En la Pizza de Kanna estaban Duke y Sonic, este último se hallaba partido a la mitad y Duke lo acompañaba, al parecer sabía que no le quedaba mucho y prefirió acompañar a su amigo hasta el final, y así fue, ambos desaparecieron dentro de la boca de Kanna, quien luego se masticar no tardó en tragarse a ambos.

- ¿Qué tanto ven? ¡A las Pizzas!

Aun en shock Jane nos ordenó ir a las Pizzas, yo subí a una pero vi que Alfa iba a otra.

- ¡Alfa, por qué!

- Yo ya perdí, sálvate amigo.

Él se estaba sacrificando por mí.

De inmediato el suelo se movía y nos alzamos hacia el rostro de nuestras gigantas, y me tocó Sheila. A pesar de todo no podía dejar de pensar en Alfa, así que grité con todas mis fuerzas.

- ¡SHEILA, CÓMEME, SALVA A ALFA POR FAVOR!

Ella me veía con tristeza, pero de pronto me metió en su boca, masticaba con cuidado tratando de ¿no matarme? La Pizza masticada caía por su garganta, pero yo no, en cambio ella me pudo bajo su lengua y siguió comiendo. Todo fue tan rápido y confuso, pero todo llegó hasta que ella dijo: “Acabé.”

- ¡Ahhh, pero estaba por comerlo!

- No importa, un trato es un trato, regresa en el tiempo Ally.

- Ok, parece que mi hermanito ganó. Volvamos atrás.

En eso el destello ocurrió y los 5 volvimos al inicio.

- Estamos listos entonces, ¿Qué pequeño será el primero? –Dijo Ally.

- ¿Vas a repetir siempre lo mismo? –Dijo Jane.

- Tengo que hacerlo, al menos hasta que salvemos en otro punto.

- Bueno pequeños eso fue divertido. No me comí a nadie pero verlos correr por sus vidas fue suficiente para prenderme, la verdad. En fin, Alfa, creo que ganaste un premio, hoy podrás dormir en la vagina de la chica que elijas.

- ¡¡¿QUÉ?!!

Esto era insólito, los 5 quedamos en ese momento fríos por las palabras de la colosal Jane.

- Excepto en la mía hermanito, esa ya está ocupada por Kidomaru. –Dijo Ally guiñándole el ojo a Kido, quien de pronto quedó tieso tanto el cómo su pene por esas palabras.

Por mi parte yo pensaba en Alfa, él quiso salvarme pero yo lo hice primero, y aparte ahora se encontraba en este lío, ya que los 5 sabíamos que elegiría a Diane, y cuando lo hiciera otro de nosotros quedaría en evidencia de quien es su amor, al igual que Kidomaru y yo, y cuando lo hiciera solo era cuestión de tiempo para que las 5 supieran la verdad sin necesidad de que les digamos, solo sacándolo por descartes. Yo estaba atento a lo que ocurriría, hasta que Duke habló.

- Hazlo Alfa, no importa, ya me morí una vez, nada puede ser peor.

Sonic  y Kidomaru asintieron, seguidos por mí, yo miraba a Alfa con la esperanza de transmitirle algo de apoyo para que lo hiciera, hasta que lo dijo.

- Diane…

- Ya veo, ¿yo te gusto pequeñín? Bueno, pues ven conmigo. –Dijo Diane antes de tomar a Alfa rápidamente y colocarlo dentro de sus bragas, mientras Ally hacía lo mismo con Kidomaru, dejándome solo con Sonic y Duke.

- Ahh se siente bien, como siempre.

- Claro, bueno pequeños creo que ya tuvieron suficiente por hoy, mañana seguiremos nuestra pijamada, mientras tanto nosotras veremos una peli y a dormir, ustedes pueden descansar ya. ¿Jane me pasas una de tus medias?

- Bueno. –Dijo Jane mientras se sacaba una de sus medias “blancas” de las que ya les hablé y nos puso a los 3 dentro, luego metió un trozo de Pepperoni diciendo que era por si nos daba hambre en la noche, y luego procedió a anudar la punta de la media para que no pudiéramos escapar, quedando atrapados en aquella prisión de tela, donde nuestra porción de aire estaba contaminada por la presión que ejercía el olor de sus pies. Luego nos puso en una esquina de la habitación y se fue, con las chisas se pusieron a ver una película que no acabada de reconocer tiradas en el suelo y la cama.

- Por dios… -Dijo Duke. –Amo los pies pero esto está horrible, tardaré en acostumbrarme.

- Lo mismo digo, amo a tu hermana Jazz pero esto si es duro, no sé cómo pudiste soportar este olor en tu boca.

- En mi defensa era mucho más grande cuando lo hice.

Los 3 reímos por no llorar, pensé que ambos disfrutarían esta situación, pero parece que luego de morir no estaban del todo bien, y no los culpo, a mí me pasó lo mismo. También sabía que no podía dejar esto así, después de todo tenía una idea, por lo que se las platiqué a los chicos.

- ¡Las 3 Imouto!

- ¡Si, ellas saben lo del bucle temporal, pero no que fuimos encogidos, sólo tenemos que ir con ellas y pedirles ayuda con todo esto, y luego nos ayudan a salvar a Alfa y Kidomaru!

- ¿Estás seguro de que va a funcionar?

- ¡Obvio que sí! Bueno, al menos con mi hermanita Julie, pero sólo eso necesitamos, ella es un pan de diosa y no dudo que nos va a ayudar, aparte es muy inocente como para complicar las cosas, saben de qué hablo.

- Bueno… Puede ser, digo, no perdemos nada intentándolo de todas formas, ¿tú que dices Sonic?

- Si ustedes están de acuerdo yo los apoyo, chicos.

- Muy bien, está decidido, cuando las 5 se duerman pasaremos por debajo de la puerta y entraremos a su alcoba, Julie nunca cierra la puerta por su miedo a la oscuridad.

- Ok, pero… ¿Cómo salimos de aquí?

- Sí… Bueno… Esa es la parte difícil.

Les conté el resto y, aunque asqueados, los 3 empezamos a morder una parte de la media sucia de mi hermana, el sabor era 100 veces peor que el olor de adentro, y se nos quedaría pegado en la lengua por un buen rato, pero era un sacrificio necesario para completar nuestro plan. Luego de haber hecho un agujero de nuestro tamaño, entre los 3 movimos el Pepperoni al hoyo para taparlo por si acaso, y para distraernos hablamos de Halo, un par de horas después las luces del cuarto se apagaron y las 5 fueron a dormir, y luego de 10 minutos esperando a que quedaran profundamente dormidas era nuestra oportunidad, teníamos que escapar, no podíamos vivir así otro día más…

Parte 5: ¡Twister con Las 3 Imouto!: by GeaGts

 

Era el momento ideal para llevar a cabo nuestro escape. Quitamos el Pepperoni y salimos por el hueco, pasando por debajo de la media apestosa de mi hermana mayor, hasta que por fin estábamos fuera. La puerta estaba bastante lejos desde nuestra perspectiva, y sería el doble del camino por fuera hasta que llegáramos a la puerta del cuarto de Julie, sería como una media hora caminando, lo cual hicimos ya que después de todo estaban dormidas, no había prisa. A estas alturas media hora no era mucho caminando, si bien debían ser cerca de las 11 de la noche, para mi habían pasado horas desde que nos encogimos, contando las horas de cada reinicio temporal, no quería pensar que si esto ya me parecía eterno siendo un par de horas reales, pasar una semana con ellas serían varios meses ¡O MÁS! Cómo sea, no iba a pasar por esa clase de tormento, después de todo íbamos a escapar. Hablé con los chicos de nuestras predicciones de varios juegos que se venían, siendo el principal el nuevo Pokémon y su función Dinamax (favorita de Kidomaru por obvias razones), y así seguimos hasta llegar a la puerta de mi hermana mayor y más allá, hasta la de Julie.

Al pasar por el umbral de la puerta nos dimos cuenta de una cosa, a pesar de lo tarde que era, ellas seguían con mucha energía, pensaba que sería un lio despertarlas si se habían quedado dormidas, pero al parecer no… Y por desgracia pronto vi el por qué. Al lado de la cama había muchos vasos de café, unos 10  más o menos, Julie sabía que no podía tomar café, seguro eso fue obra de Tamara y Molly ¿pero 10?

- ¿Vieron esos vasos de café?

- Como no verlos, son como edificios a lo lejos. –Dijo Duke.

- ¿Si, pero por qué tantos?

- Mmm, seguro tomaron uno cada vez que retrocedía el tiempo, para no perder el efecto.

- Ok Duke, pero el efecto no lo perderían al retroceder el tiempo. –Dijo Sonic.

- ¿Cómo sabes eso? –Dije.

- Porque la primera vez que moriste y regresamos al principio, me quedó el sabor a pies en la boca, incluso ahora tengo muy presente el olor a ácido estomacal.

- Pero, eso significa…

- Me temo que sí, estamos frente a 3 niñas gigantes con 3 tazas de café cada una en su sistema, seguro que hoy no duermen.

- P-Pero, ¿y la otra? Esto puede salirse de control –Dijo Duke.

- Aun así hay que seguir amigo, ya llegamos hasta aquí.

- Es fácil para ti decirlo hermano, esa niña loca no te ama.

- Bueno, no, pero confío en Julie, ella no nos dejaría en manos de ellas.

- ¿Y si te equivocas?

- Si me equivoco ¿prefieres regresar con las lunáticas de nuestras hermanas?

Todos nos miramos sin decir nada, estábamos de acuerdo en seguir adelante. Entendía el miedo de Duke, pero le confiaría mi vida a Julie, estaba tranquilo. Nos acercamos a ellas. Las 3 estaban echadas en la cama viendo ¿Zero no Tsukaima? Bueno, no es la serie que me esperaba, tiene mucho Echii, pero qué más da. Las 3 Imouto vestían como siempre, Julie tenía su clásica sudadera negra con puntos grises y orejas de Neko que le di en su último cumpleaños, con la capucha puesta solo se le veían unos cuantos mechones de cabello, aunque sus enormes coletas que le llegaban hasta las rodillas sobresalían siempre. También tenía una falda roja y unas pantimedias negras, al igual que Molly, aunque ella tenía sólo unos calcetines negros. La pequeña rubia vestía un uniforme escolar muy japonés de color blanco y rojo, junto con un gran moño rojo a lo Bombón de las PPG en lo alto de su cabeza, que dejaba caer su liza cabellera dorada. La vestimenta de Tamara era la que más sobresalía, traía una sudadera roja arremangada, descalza y su pelo castaño en 2 coletas, pero estaba en bragas, antes tenía una falda blanca, pero ahora sólo unas braguitas del mismo color, una imagen que tardaría en salir de mi mente.

Escalamos por la parte de debajo de la sábana hasta llegar cerca de sus pies, que aunque no eran ni por asomo del tamaño de los de nuestras hermanas locas, si eran unas 10 veces más grandes que nosotros, lo que de cierta forma no calmaba a mis compañeros, luego de todo lo que habíamos pasado. Gritamos los nombres de las 3 para llamar su atención, y en sólo unos segundos la captamos, debía ser por el café que sus sentidos estaban tan despiertos como para notarnos a pesar de nuestro reducido tamaño.

- ¿Oni-Chan? –Dijo Julie, las 3 de echaron boca abajo con sus rostros cerca de nosotros para vernos mejor.

- Sí, soy yo Julie, necesito tu ayuda.

- ¡DUKE!

Mi amigo le devolvió un saludo con una sonrisa incómoda en su rostro a la colosal Tammy.

- ¿C-Cómo es que se volvieron tan pequeños?

- Fue Ally, ella nos encogió, hemos estado atrapados con ellas desde hace horas.

Las 3 se miraron con una clara mirada de extrañeza, pero fue Molly quien dijo lo que nadie quería responder.

- ¿Haciendo qué?

- Bueno… Es que…

- ¡No sean así, queremos saber!

- Bueno, son muy pequeñas para entenderlo, niñas.

- ¡Claro que no Duke! –Dijo Tamara– Entre las 3 sumamos 24, eso hace más que cualquiera de ustedes, aparte, no creo que nosotras seamos las “pequeñas” ahora, jijiji.

Tenía razón, ahora ellas eran las más grandes, y aunque nosotros fuéramos más viejos, ellas sin duda eran muy listas para su edad, luego de jugar tanto con Julie y a veces con ellas no me quedaban dudas de ello, así que me puse a explicarles todo, obviando las partes obscenas.

- Bueno niñas, ellas nos encogieron porque querían… Jugar con nosotros. Pero jugar mal. Eran muy toscas y de nuestro tamaño nos dolían sus juegos.

- ¿Qué clase de juegos?

- Juegos con… Con sus bocas, con sus pies, y otros lugares.

Los ojos de las 3 se abrieron de par en par.

- Entonces ¿vinieron con nosotras para jugar mejor? –Dijo mi hermana con una sonrisa encantadora en su rostro, me mataba tener que arruinar su ilusión, pero era necesario.

- Bueno… No… La verdad necesitamos que nos ayuden a buscar a nuestros amigos y llamar a mamá, para que regañe a Jane y nos regresen a nuestro tamaño normal. –Dije con cierta culpa, las 3 se miraron fijamente por varios segundos hasta que volvieron a dirigirnos la mirada.

- ¿Nos esperan un poquito? Gracias.

Las 3 se dieron la vuelta y se pusieron de rodillas dándonos la espalda, necesitaban discutir algo, algo que no nos gustaría para nada.

- Hay que ayudarlos, chicas.

- ¿Bromeas Julie? ¿Vinieron 3 juguetes a nosotras, y no quieres jugar?

- Bueno, si Molly, amo jugar con mi hermano, pero…

- Y yo amo a Duke, con eso basta.

- Pero, ellos vinieron por ayuda.

- Si, por jugar con tu hermana mayor y sus amigas, ellas tienen 17, no son divertidas, nosotras si lo somos.

- Entiendo, y sí, creo que quiero jugar con ellos… ¿Pero y si algo sale mal, si se enoja Jane?

- Si eso pasa no hay problema, Ally viaja en el tiempo y arregla todo, todas ganamos, y los pequeños ganan al jugar con nosotras.

- Bueno… ¡Si, tienen razón, hagámoslo!

Creo que ellas no se daban cuenta que podíamos escucharlas, y que al hacerlo nuestros rostros reflejaban el miedo que sentíamos con cada palabra que decían, Julie se dejó convencer por sus amigas, los chicos tenían razón, mi plan estaba saliendo terriblemente mal. Las 3 Imouto se dieron media vuelta para vernos con unas sonrisas tiernas y juguetonas, mientras nosotros estábamos estáticos.

- Bueno, ya lo hablamos y sí, creo que los vamos a ayudar, pero antes queremos jugar con ustedes.

- ¿J-Jugar?

- ¿Qué no oyeron? Por Diosa.

- Tranquilito Duke, no los trataremos mal como lo hicieron las grandes, si no nos obligan a hacerlo jijijiji.

En eso Molly nos agarró a los 3 en su puño y nos puso a la altura de sus ojos.

- Uy mírenlos, están desnudos, no me di cuenta.

- Es cierto ¿no tienes ropa para vestirlos, Julie?

- No de ese tamaño… ¡Pero ya sé que podemos hacer!

En eso las 3 se levantaron de la cama y, guiadas por Julie, fueron a su “pequeño” tocador, del cual sacó unas colletas chicas de color rojo, le dio una a cada chica y Molly hiso lo mismo con nosotros.

- Tapémoslos abajo, que vergüenza.

- Claro, tranquilo hermanito, seré suave.

En eso la mano derecha de Julie agarró la colleta de su palma izquierda y empezó a ponérmela como si fuera una falda, si lo hizo con cuidado, a pesar de ser su primera vez con un reducido.

- ¡PERFECTO! ¿Y ahora qué?

- ¿Twister?

- ¡Sí!

Luego de acordar su siguiente juego Molly fue a su mochila y sacó una caja de Twister, no soy mucho de juegos de mesa de ese estilo, o la categoría en la que entre el Twister, pero algo me decía que del el tamaño que tengo ahora no me iba a empezar a gustar precisamente.

Molly con ayuda de Tamara colocaron el plástico con los puntos de colores y la ruleta en el suelo, junto con dejarnos encima de unos de ellos.

- Ok, se me ocurre que nosotras juguemos como es normalmente y ustedes pequeños traten de escapar de nuestras manos y pies, el último peque y chica en caer ganan.

- ¿Quién gira la ruleta?

- Yo me encargo. –Dijo Molly yendo a su mochila y sacando más cosas, un peine, un estuche de maquillaje, un par de medias negras enrolladas y… Bueno, luego fue a la mochila de Tamara y sacó una falda blanca, la misma con la que llegó a casa, pero tenía una mancha de café, explicando así que hacía la décima taza. Puso las 4 cosas en cada esquina del cartón y sopló la rueda, haciéndola girar.

- ¡Listo, así todas podemos jugar!

- ¿Y por qué sacaste mi minifalda?

- Para que sirva para algo ;)

Ya estaban listas para jugar, nosotros estábamos con bastante miedo, podían aplastarnos, pero Sonic fue más allá que solo pensar eso.

- ¡Chicas!

- ¿Qué pasa, juguetito?

- ¡No lo hagan por favor, podrían aplastarnos!

- Tranquilo pequeño, vamos a tener cuidado, estamos alerta, nos tomamos cada una 6 tazas de café… Bueno, yo iba por la 7 pero me manché la falda, jijijiji.

¡6 TAZAS! Con los chicos nos miramos con horror, habíamos hecho mal el cálculo, esas 10 tazas vacías sólo podían ser de ahora, no contamos las tazas que pudieron haber tomado en los bucles de tiempo anteriores, aunque lo que importaba ahora es que si o si esta iba a ser una larga noche.

- Bueno chicos estas son las reglas, nos turnaremos Julie, Tammy y yo (en ese orden) en girar la ruleta, y donde se detenga debemos poner una mano o un pie dependiendo de dónde caiga. Y ustedes tendrán que evitar ser aplastados por nuestras manos y pies. Para no hacerles todo tan fácil sus reglas son que solo pueden moverse cuando una de nosotras se mueva, no pueden quedarse en los espacios en blanco, si o si tienen que ir a un círculo, sólo pueden moverse 1 círculo en cada turno o elegir no hacerlo, no pueden salir del piso y, lo más importante, si quedan al lado de una de nuestras extremidades, no pueden moverse en los siguientes 3 turnos, sin importar que la hayamos puesto antes o después. ¿Les gustan las reglas chicas?

- ¡Sí!

- Claro.

- Bien, pues empecemos, tú partes Julie.

¿Esto era en serio? ¿Ellas casi no tienen reglas y nosotros estamos así de restringidos? Molly seguro lo hizo a propósito, nos dio tantas reglas para limitar nuestras opciones y que quedemos si o si todos aplastados. Debíamos ser estratégicos, nos vimos entre los 3 que quedamos así en el tablero:

 

 

 

 

Esta vez no podíamos ayudarnos entre nosotros, solo quedaba usar nuestros cerebros para no ser aplastados como insectos por estas niñas gigantas, partiendo por mi hermanita Julie, quien giró la ruleta.

- ¡Pie Izquierdo Azul!

Julie levantó su enorme pie y lo posó sobre el círculo donde se hallaba Sonic, el cual corrió en diagonal hacia el color amarillo de abajo más cercano a él, Fue listo, quedaba inmóvil si una mano o un pie quedaban al lado suyo, no en diagonal. Mientras el pie de Julie caía sobre el punto azul, Sonic corría a su destino, deteniéndose al llegar, justo cuando el pie aterrizó en el suelo, causando un pequeño estruendo.

 

 

 

 

- ¡Me toca!... ¡Mano izquierda Rojo!

Desde el lado verde, Tammy se estiró para alcanzar el punto de Duke, siguiendo la estrategia de Sonic el corrió en diagonal hacia el primer punto azul de arriba, ya que si iba al tercero quedaría congelado al estar al lado del pie de Julie, bien pensado. Ya en el punto Duke se sentía a salvo, pero no por mucho ya que a escasos centímetros de detenerse, la mano izquierda de Tammy cambió bruscamente de dirección y se puso en el primer punto rojo, ¡AL LADO DE DUKE!

- ¡Oye eso es trampa!

- ¡Claro que no, no está en las reglas el tener que ir al punto que apuntas, estás congelado!

En efecto eso se podía hacer, pero eso no quitaba el hecho de que fuera amoral en muchos niveles, por ahora Duke solo podía rezarle a Rachel para no caer presa de una de las chicas en los próximos 3 turnos.

 

 

 

 

- ¡Ahora yo!... ¡Pie Derecho Verde!

Me tocaba reaccionar, aunque con el factor impredecible en juego ya no había mucho que pudiéramos hacer, aun así al ver como el pie gigante de Molly descendía lentamente sobre mí, alcancé a correr a la casilla al lado de Duke, lo que me sirvió ya que Molly siguió la estrategia de Tammy y puso su pie en al punto verde debajo de donde yo estaba, una jugada maestra que seguro la irritaría.

 

 

 

 

- ¡Mi turno!… ¡Mano Derecha verde!

Julie se contorsionó para llevar su mano allí, y Sonic vio la jugada perfecta para no topar con nada, bajó al último punto azul y Julie puso su mano en el punto verde bajo el pie de Molly.

 

 

 

 

- ¡Me toca!... ¡Ah, Pie Izquierdo Rojo!

En este turno Duke quedaba libre de moverse, tuvo suerte de no ser aplastado, se le veía aliviado mientras Tammy colocaba su pie bajo el punto de su mano.

 

 

 

 

- ¡Ahora yo!... ¡Mano Derecha Azul!

Sonic había visto la táctica que Molly usó conmigo y quiso imitar mi estrategia, por lo que se movió un punto a la derecha, al último amarillo, pero parece que Molly entendió que en su nueva estrategia debía hacer movimientos predecibles para ser impredecible, así que puso su mano donde antes estaba Sonic, riendo y congelándolo así 3 turnos, parece que la suerte no estaba de su lado, esperemos que eso no dure.

 

 

 

 

- ¡Mi turno!.. ¡Pie Derecho Amarillo!

Y duró. El pie de mi hermana bajó lentamente hacia Sonic, y como él no podía moverse, su cita bajo su suela estaba confirmada. Su pie lo aplastó completamente y lo hizo desaparecer de nuestra vista, no quería pero terminé imaginándome como debía de sentirse, su cálido pie envuelto en aquella media de nylon negra sofocaba al pobre Sonic, quien quedaba pegado entre el tapete de Twister y el gigantesco y sudado pie derecho de Julie. Sólo quedábamos 2.

 

 

 

 

- ¡Me toca!... ¡SÍ, MANO IZQUIERDA AZUL!

Ese “SÍ” de Tammy dicho con tanta emoción dejaba ver que Duke estaba jodido, si no se movía quedaba aplastado, y si se movía al frente o en diagonal quedaría congelado por estar al lado del pie de Tammy o el de Molly, estaba en un callejón sin salida, lo que eligiera lo condenaría, por lo que se movió en diagonal al punto amarillo debajo de mi posición, mientras Tammy ponía su mano izquierda abajo del punto donde antes estaba Duke, quien quedó congelado.

 

 

 

 

- ¡Ahora yo!... ¡MANO IZQUIERDA VERDE, PERFECTO!

Y ese “Perfecto” me dio a entender que ahora yo estaba jodido, me encontraba acorralado igual que Duke, si iba al verde Molly me aplastaría con su enorme mano, y si me quedaba quieto o iba al azul estaría paralizado por su mano o la de Tammy. Decidí hacer eso último y fui arriba de su mano, al punto azul, quedando paralizado hasta el próximo turno de Molly… O eso creía. La posición de Molly era indescriptible, le costaba mucho mantenerse de pie por lo que se desmoronó al piso, quedando descalificada y sentándose de piernas cruzadas fuera del tapete haciendo puchero. 1 menos significaba más espacio para moverse, ojalá sirva.

 

 

 

- ¡Ok, Mi turno!... ¿Pie Derecho Azul otra vez? Ok…

Julie solo lo movió un círculo más abajo para tener ambas piernas cerca y ganar estabilidad.

 

 

- ¡Me toca!... ¡SÍ, PIE DERECHO AZUL, PREPÁRATE PEQUEÑO DUKE!

Muy mala suerte para mi amigo, le quedaba sólo este turno para salir de la parálisis, y terminaría siendo aplastado por el pie descalzo de Tammy, odiaría estar en su lugar. Su rostro se llenó de terror cuando vio aquel colosal y sudado pie descalzo descender sobre el lentamente, entonces hizo algo que nunca creí que haría, se arrodilló y juntó sus manos, suplicando no ser aplastado. Tammy lo vio y se rió, las suplicas de mi amigo solo hicieron que su pie bajara mucho más lentamente, aumentando el tiempo de su suplicio. Al final cayó de espaldas para sólo un segundo después ser aplastado por su pie. Me chocó ver esto, Duke era nuestro líder, audaz y decidido, y verlo suplicando de esa manera a una niña de 888 años, por más giganta que fuera, sólo significaba que, en el fondo, toda esta experiencia lo había roto, a pesar de ser amante de los pies, es algo que nunca hubiera querido.

 

 

- ¡Ok mi turno!... ¡Mano Izquierda Amarillo!

Ese movimiento de Julie me jodió sin querer, puso su mano al lado mío, me quedaba sólo un turno para descongelarme y ahora debía esperar 3 más, y lo peor era que estaba rodeado por manos y pies, si es que lograba moverme sólo sería para quedar congelado otra vez, mi destino estaba sellado, sólo quedaba esperar a saber por quién.

 

 

- ¡Me toca!... ¡GENIAL, PIE IZQUIERDO AZUL, PREMIO DOBLE!

Al final me tocó el mismo destino que Duke, ser aplastado bajo el sudoroso y enorme pie de Tammy, y a pesar de todo, en mi nació el suplicar, a pesar de que sabía que no serviría, pero en serio estaba asustado ¡significaba eso que estaba empezando a romperme también? No pude pensar, sólo sentir el pie de Tammy aplastándome lentamente.

 

 

Y así los 3 caímos. Julie y Tammy siguieron con sus turnos un buen rato sin caer, lo que sólo significaba más pies para nosotros. Por mi parte caí en cuenta de todo el rato que Tammy tuvo su pie izquierdo apoyado en el tapete de plástico, ya que su pie sudaba como los 1000 demonios, su sudor inundaba todo mi espacio bajo su pie, me iba a ahogar bajo su sudor, así que instintivamente abrí la boca y me tragué una buena capa de sudor superficial del pie de Tammy, para tener el espacio suficiente para respirar, y lo hice 3 veces más siempre que el espacio se empezaba a llenar otra vez de su sudor apestoso. Hubieran sido 4 más si no fuera porque Tammy terminó cayendo al tapete, dándole la victoria a Julie y a mi mucho dolor. Luego de eso ambas se pararon y nos vieron ahí echados sobre los círculos, empapados de sudor pero aun en una pieza, Julie soltó una risita, Tammy una carcajada y Molly un puchero aun mayor del que ya tenía desde que perdió.

- ¡No es justo, no pude pisar a nadie!

- ¡JAJA!

- Bueno, parece que mi hermanito y yo ganamos, así que lo pido para jugar primero.

- ¡Bien, yo pido a Duke!

- Y yo a Sonic, supongo, pero luego nos turnamos con cada uno ¿ok?

- Muy bien.

- ¡Suena justo, bien hermanito, vamos a tu cuarto para jugar!

Aun adolorido Julie me tomó con cuidado entre sus cálidas manos y me llevó fuera del cuarto para ir al mío, donde solíamos jugar juntos, y a pesar de todo con ella me sentí a salvo, aunque sea por el poco tiempo que dure ahora jugando con ella…

Parte 6: Jugando con mi “hermanita” Julie: by GeaGts

Veía como Julie me llevaba en brazos, recordando cuando yo lo hacía con ella cuando era más pequeña, quien diría que algún día se cambiarían los roles, y que sería de esta manera. Verla caminar por el pasillo me hizo recordad lo pequeño que era, demoré media hora en ir del cuarto de Jane al suyo, y a ella sólo le tomó unos pocos segundos el llegar y entrar al mío.

En eso vi mi habitación como nunca antes, abriendo la puerta veía una inmensidad friki que si bien ya me había acostumbrado, desde mi actual punto de vista era espectacular, una cama en la esquina izquierda con cubrecama negro con el logo de Akatsuki, a la izquierda mi Desktop Gamer sonde jugaba Steam con los muchachos siempre que armábamos nuestras retas en Counter Strike, PayDay, u otros como League of Legends, Overwatch o hasta SD Gundam Capsule Fighters (fue una parida conseguir jugar eso que era exclusivo de Japón). Al medio de ambas tenía mi televisor de 40 pulgadas con un PS4 conectado, ya que bajé el XBOX ONE para jugar Halo con los muchachos (como si ahora fuese a pasar). Al frente estaba la puerta y un sofá modesto donde nos sentábamos todos a echar retas de Doom, a la izquierda del cuarto estaba el armario con mi ropa y mis juguetes viejos de cuando era niño, y a la derecha varios estantes y repisas con figuras, cómics, y muchísimos DVD y BluRay, y obviamente cada centímetro de pared (y hasta del techo) estaba llenado por un poster de mis películas favoritas. Pulp Fiction, The End of Evangelion, Quien Engañó a Roger Rabbit, Star Wars, Indiana Jones, varias de Marvel y DC, Suspiria, El Resplandor y hasta Los Increíbles. Le había perdido la importancia a todo esto que tanto amaba, pero verlo en esta magnitud me hizo querer volver aún más a mi tamaño normal, y ahora que estaba a solas con Julie no podía ser tan fatalista, había una posibilidad de lograrlo.

Mi hermanita entró al cuarto y me dejó con cuidado en el borde de mi cama, mientras se sentaba en mi silla Gamer, daba unas vueltas y giraba hasta estar frente a mí, aquella tierna niña que cuidé desde casi que nació ahora era cientos de veces más grande que yo, y aunque sabía que me amaba y yo a ella, debía andar con cuidado.

- ¡Bueno Oni-Chan, los 2 ganamos y vamos a jugar juntos!

- Sabes que amo jugar contigo Julie, pero en serio necesito que me ayudes.

- ¿No quieres jugar conmigo? –Julie hizo un puchero, me miraba con ojos de gatito triste, y aunque en serio quería que me ayudara a escapar, que más daba si antes jugábamos un poco.

- De acuerdo… ¡Juguemos Julie!

- ¡NYA! ¡TE QUIERO ONI-CHAN!

Entonces Julie se levantó de la silla y me dio un beso, sus enormes labios cubrieron todo mi cuerpo, dejándome un poco empapado, pero la intención es lo que cuenta, y ella siempre es así de amorosa.

- Jeje… ¿Y a qué quieres jugar, Pequeña Julie?

- ¡Emm, creo que ya no me puedes llamar Pequeña Julie, Oni-Chan, jijiji!

- Bueno, es cierto ¿no? ¿Y cómo quieres que te diga?

- A ver… ¡Que tal Ama! Lo vi en el Anime que estábamos viendo antes con Tammy y Molly, y bueno, ahora te ves como una pequeña mascota.

¡Qué! Esto es de locos, sabía que esas 2 no eran la mejor influencia para Julie ¿pero hasta este extremo han llegado? ¡Mi hermanita es una niña, una niña linda, todo lo que vea en esta etapa de su vida la marcará por siempre, y si ve ese tipo de cosas y así es como las asimila…!

- ¿Me oíste, Oni-Chan?

- ¿Ah? Si… Ama. –De momento era mejor seguirle el juego, pero cuando volviera a la normalidad tenía que hablar seriamente con Julie… Ay, eso me hizo sonar muy viejo.

- ¡PERFECTO! Y que vamos a jugar… ¡YA SE! Ahora que tienes el tamaño de una pequeña mascota ¿por qué no tratarte así? ¿Jugamos al perrito?

- Bueno… No sé si esté listo para eso aun… –Por dios, qué ideas se le ocurren, ojalá no haya visto toda la serie porque de lo contrario esto me dolerá.

- ¡Ok, entonces hay que calentar, mejor juguemos al gato y el ratón, pero ahora con el tamaño real!

- Pues, eso suena bien.

- ¡PERFECTO! Ya sabes las reglas, yo cuento hasta 100, te escondes y debo encontrarte y atraparte para ganar, pero si antes de eso tocas la base donde conté, tú ganas.

- Claro.

- ¡Y EL QUE GANE DECIDE EL PRÓXIMO JUEGO, ASÍ ES MÁS DIVERTIDO!

La verdad eso último me parecía contrariarte, por un lado de este tamaño me era muy fácil esconderme, pero por el otro si Julie llegaba a encontrarme tendría casi imposible el ganar, y seguro con las ideas torcidas de Tammy y Molly ella elegiría jugar algo más “humillante”, si no es que peor. Aun así que otra opción tenía, así que sólo asentí con la cabeza y ella saltó de emoción, me dejó en el piso y se colocó de rodillas junto a la puerta, tapándose los ojos y empezando a contar desde el 100… 99… 98…

Tenía poco más de un minuto para esconderme, y debía aprovecharlo. Vi mis opciones, a la derecha tenía un campo abierto donde me podían ver muy fácilmente, pero si legaba bajo el sillón podía llegar a la puerta sin ser visto, y a la izquierda tenía mi escritorio con el PC y las estanterías, en 1 podría camuflarme con cables y cosas en el suelo, pero si me paro al lado de las repisas de madera me vería muy claramente, debía pensarlo bien…

- 67… 66… 65…

¿QUÉ? ¿Es una broma? ¡Pasé todo ese rato evaluando mis opciones y no avancé ni un centímetro en la habitación! Sea como fuese debía pensar rápido, así que corrí hasta los cables en el suelo bajo mi escritorio, esperando tener el tiempo para esconderme antes de que terminara de contar.

- 3… 2… 1… ¡LISTO O NO, AHÍ VOY!

Cuando se volteó yo estaba cerca de los cables, por lo que salté dentro y asomé un poco la cabeza para ver por dónde iba. Se puso en 4 patas como un gato (combinaba con su capucha, la verdad) y empezó a ronronear, gateando lentamente y viendo por todos lados. De pronto se giró hacia donde yo estaba, así que rápidamente me escondí bajo los cables para que no me viera. Estaba cerca, podía sentir su ronroneo muy cerca de mí, así por varios segundos hasta que dio media vuelta y se alejó. Di un suspiro de alivio, me paré y asome nuevamente la cabeza, estaba dándome la espalda mientras veía bajo la cama, ahí estaría buscando un buen rato así que me apresuré hacia la puerta aprovechando esta oportunidad. De repente giré la cabeza para verla y estaba saliendo de debajo de la cama, tenía que esconderme rápido ¿pero dónde? Entonces vi un pasillo angosto entre mis estanterías, algo de lo que nunca  me hubiera percatado de tener mi tamaño normal, pero que era mi oportunidad de salvarme. Corrí hasta llegar a la entrada de ese pasillo, y lentamente me empecé a meter ya que si era muy angosto, volteé la mirada para ver a la enorme Neko-Julie, y se estaba acercando. Para mi mala suerte me distraje un segundo en eso y tropecé dentro del pasillo causando un poco de ruido, el cual no pasó desapercibido por mi hermanita. Aguanté la respiración lo más que pude y evité tener contacto visual, ella pasó gateando lentamente y ronroneando muy cerca de mí, aunque no parecía notarme. Al sentir más tenue sus pisadas me asomé para ver donde estaba, y fue a revisar bajo el sofá, esta era mi oportunidad de correr hacia la puerta. Raudo y veloz me apresuré en llegar a la meta, corrí lo más que pude y en poco tiempo ya había hecho la mitad del camino, pero estaba agotado. Mi respiración se intensificó instintivamente para recuperar algo de aire, y es eso el terror me invadió al ver que Julie volteó a ver justo donde yo estaba.

- ¡AJÁ! ¡YA TE TENGO, RATONCITO!

Me dolía cada músculo al correr, pero no podía detenerme (nota al margen, necesito ejercitarme más cuando todo esto acabe). Ya estaba cerca de la puerta, pero mi hermanita gateaba lentamente atrás de mí, como si quisiera jugar con su presa… ¡CLARO! Ella quería jugar desde el principio, y a escasos centímetros de lograr mi meta, ella saltó y me atrapó entre sus manitos, aprisionándome por completo. Eso me desanimó, ya que me di cuenta de que si o si no podía ganar, aun en su tamaño, y tomándose su tiempo como la liebre y la tortuga, ya tenía la victoria asegurada, y no me sorprendía. En eso mientras yo trataba de recuperar el aliento, ella me tomó entre su índice y pulgar por la cintura y me sostuvo frete a su rosto, con una sonrisa satisfecha.

- ¡NYA! ¡ATRAPÉ AL RATONCITO, Y QUE MAL PARA TI, PORQUE ESTA GATITA TIENE HAMBRE!

De pronto abrió su boca de par en par y me sostuvo sobre ella, sacando la lengua. No podía creer que tendría que pasar por esto de nuevo, y menos ahora que no tenía energía para luchar. Ella me soltó y caí en su boca, arrastrándome sobre su lengua hasta casi su paladar. Me lamió varias veces y me empapó con su saliva, yo no opuse resistencia, estaba muy cansado como para hacerlo, por lo que en estos momentos Julie tenía control absoluto sobre mí, podía hacer lo que quisiera, podría comerme y yo tendría que aceptarlo, deslizarme por su garganta hasta caer en su estómago y ser lentamente digerido (o rápido por tanto café que tomó, quien sabe). Por suerte no tuve que averiguarlo, luego de un rato jugando conmigo dentro de su boca ella me escupió y caí en su palma.

- ¿Te gustó tu baño, Oni-Chan?

- Si… Ama. –Acepté eso, ya no tenía caso llevarle la contraria.

- Bueno, entonces…

- ¡JULIE!

De pronto escuchamos la voz desesperada de Molly desde el cuarto de mi hermanita, por lo que ella cerró su palma conmigo adentro y empezó a correr. No sé qué pasó exactamente pero me presionó aún más mientras movía sus brazos con algo de ritmo, hasta que oí algo extraño, como si de una bola de pelos cayendo sobre el piso se tratara (a estas alturas, era lo primero que se me vino a la mente). Entonces Julie se detuvo, abrió su palma y pude ver a Duke en el suelo cubierto de una sustancia extraña y pegajosa, mientras rodaba por el suelo.

- ¿Estás bien Tammy?

- Si… ¿Ya cambiamos?

- Pero…

- Te prometo que no le haré lo mismo a Jazz, Pinky Promesa.

Tammy levantó su meñique y se lo extendió a Julie, quien luego de unos segundos con su propio meñique cerraron el pacto.

- Pinky Promesa.

Para los niños la Pinky promesa era tan seria como un pacto de sangre en una secta, o el juramento inquebrantable en Harry Potter, tenían la certeza de que la promesa se cumpliría, pero eso no me calmó necesariamente a mí.

- Ok Oni-Chan, ahora te toca jugar con Tammy. ¿Molly tú quieres a Duke?

- No será necesario, me estoy divirtiendo mucho con Sonic, gracias.

- ¡Ok, yo me lo llevo entonces! ¡Bueno pequeñín, luego seguiremos jugando, aun me debes el juego que yo quiera, nos vemos!

Acto seguido me pasó con Tammy, quien me vio con una mirada bastante pícara. No sabía lo que había pasado con Duke y ciertamente no quería saberlo, porque seguramente no me gustaría para nada. Julie se llevó a Duke a mi cuarto y Molly se metió con Sonic al baño (sí, mi hermana mayor tenía el cuarto más grande y mi hermana menor un baño dentro del suyo, y en el mío, la ventana estaba al oeste, por lo que nunca le llegaría directamente la luz del sol). Como sea, eso me dejaba a solas con Tammy para jugar… Ay no…

B-Side #002: El Lado de Tammy: by GeaGts

¡Hola! ¿Repíteme por qué estoy grabando esto?... Ajá… ¿Y no puedo escribirlo como el resto? Ajá… Bueno, pero luego me pasas el audiolibro, en fin ¿a qué? Claro. ¡Hola a todos! Me llamo Tamara Díaz, aunque mis amigas y familia me dicen Tammy. Nací en Rachelton, Colorado. Mis papás son de México y vinieron aquí antes de que yo naciera. Eso fue hace 10 años, yo tengo 9000, y desde que recuerdo he sido amiga de Julie y Molly. Estuvimos juntas en la guardería, en preescolar y ahora desde hace como 2 años en Primaria, donde pasamos a tercero el año que entra. En vacaciones siempre me junto con ellas… Bueno, siempre lo hago pero ahora todos los días… Bueno, eso también siempre lo hago ¿En qué iba? A sí. Siempre nos juntamos a jugar las 3 en la casa de todas, y cuando jugamos en casa de Julie casi siempre nos acompaña su hermano mayor Jazz. Él tiene 15 años y es adoptado, algo que siempre me causó envidia ya que tanto yo como Molly somos hijas únicas, tal vez por eso nuestra relación es casi de hermanas, como la de Julie con Jazz, no tanto con su hermana Jane ya que ella tiene 17 y es algo aburrida.

A veces Jazz no está en casa ya que siempre se junta con sus amigos, amigos como Duke… Ah él es tan lindo, es su mejor amigo así que es a quien más veo de los 5 ¡Y LO AMABA! Su pelo es castaño como el mío, nuestros hijos lo tendrían así y seríamos una familia adorable ahahahaha… ¿Me perdí no? Bueno… ¿Ya hablé de Molly? Ella es como mi hermana, hacemos casi todo juntas y por ella es que conozco series tan buenas, ahora estamos viendo junto a Julie Zero no Tsukaima y me da muchas ideas… Pero eso no viene al caso ¿para qué me hiciste grabar esto en primer lugar? ¿El qué? ¡A CLARO!

En las vacaciones de verano (donde siempre nos juntamos, creo que no lo dije) tuvimos una triple pijamada legendaria, eran los chicos, las chicas y nosotras, tendríamos toda la semana para divertirnos, y yo tendría toda la semana para jugar con Duke. El siempre estaría con sus amigos así que tenía que pensar como acercarme a él, pero por suerte en la noche él fue quien se acercó a mí. Con las chicas queríamos desvelarnos para ver la tercera temporada de Zero no Tsukaima, tomamos mucho café para no dormirnos y estábamos de lo mejor, cuando de pronto todo se puso muy brillante en la casa y al abrir otra vez los ojos seguíamos en la cama, pero estábamos viendo un capítulo que ya vimos hace como una hora. Desde luego nos vimos extrañadas entre las 3 y con la mirada acordamos que sólo podía ser una cosa ¡VIAJE EN EL TIEMPO! Julie pensó que sería algo loco, pero se comió sus palabras. Fuimos con Jane y nos enteramos que Ally era una bruja, y que retrocedía el tiempo para alargar estas vacaciones. Eso fue genial, tomamos más café para no perder el efecto y terminamos la temporada, justo antes de que el tiempo volviera atrás otra vez. Es perfecto, estas vacaciones podrían durar para siempre, y ese era el tiempo suficiente que necesitaba para que Duke se enamorara de mí.

¿Les dije ya que fue el mismo Duke quien vino a mí? Bueno, ya eran como las 12 y las 3 estábamos con mucha energía por el café, viendo la temporada 4 del Anime, hasta que vimos a Jazz, Sonic y Duke encogidos a nuestros pies. Dijeron que querían nuestra ayuda ya que las chicas los encogieron y jugaron rudo con ellos o algo así, pero Molly pensaba igual que yo, esta era una oportunidad de oro y no la íbamos a desperdiciar. Jugamos al Twister un rato, fue muy divertido y hasta tuve a Duke y Jazz bajo mis pies al final. Aun así Julie ganó y se llevó a Jazz a su cuarto para jugar a solas, Sonic se fue con Molly a un rincón de la habitación a buscar unas cosas, no me acuerdo que hicieron, ya que mi atención estaba sobre mi pequeño Duke, a quien tenía en mis manos y sólo para mí en estos momentos.

- ¡JIJIJIJI! Al fin estamos solos, amor mío.

- Ta-Tamara…

- Pues sí, te amo desde hace muuuuuucho y quiero que estés conmigo para siempre, y ahora que tienes ese tamaño así será. ¡Yay!

- ¿Tamara…?

- ¿Qué pasó, pequeño Duke?

- Me… Estás… Apretando…

- ¡AY, PERDÓN!

Me emocioné más de la cuenta que dejé sin aliento a Duke, de pronto lo solté sobre la cama donde cayó de espaldas y luchaba por recuperar la respiración. Yo estaba sentada junto a él, quien calló entre mis piernas, luego de un ratito se levantó y me miró asombrado, parecía como si pensara en algo, pero yo no quería pensar, quería actuar.

- Bien pequeño, tenemos toda una vida para jugar ¿por dónde empezamos?

- ¿Tamara, puedo decir algo?

- Si, y por favor llámame Ama Tammy.

- Ama… Tammy. ¿Ustedes 3 no nos ayudarán a recuperar nuestro tamaño, verdad?

- Sí que eres listo Duke, pues la verdad no queremos que regresen a su tamaño normal, que sean así de pequeños es más divertido, ¡Son como muñequitos!

- Eso pensé… Pero Tammy.

- ¡AMA TAMMY!

Agité los pies sobre la cama como una pataleta, haciendo que la cama tambaleara un poco, pero lo suficiente para hacer caer a Duke.

- ¡Ama Tammy, perdón!... Es que dijo que jugaríamos y luego nos ayudarían, no sé si quiera jugar con alguien que no cumple su palabra, eso es muy importante para mí.

Lo vi levantando la ceja, él tenía un punto, y tampoco quería que nuestro amor empezara con mentiras, así que cedí un poco.

- Mmm está bien, los ayudaremos después de jugar, pero nosotras decidimos cuando terminamos, pero prométeme que harás lo que te diga y que, cuando crezcas, seguirás jugando conmigo.

- Claro que sí, Ama Tammy. –Dijo con una pequeña sonrisa, adorable en él.

- ¡MUY BIEN! Ahora juguemos, me gustó como te movías bajo mi pie antes, mis pies me duelen un poco, ven y dame un masaje.

Sin pensarlo 2 veces Duke obedeció y empezó a frotar la planta húmeda de mi pie derecho… Oye ¿En serio necesitas que explique todos los detalles de esto?... ¿Por qué?... No entiendo mucho de que hablas, pero está bien. Como sea, sus pequeñas manos se deslizaban sin problemas por mis suelas, creo que el sudor ayudaba en eso, y aunque se sentía bien, me empezaba a aburrir que fuera lo mismo siempre.

- Empieza a lamer, Duke, como un perrito.

No pensé que lo haría pero Duke obedeció ¿acaso le gustan los pies? No lo sé, pero de todo lo que hicimos creo que esto fue lo que más le gustó. Cuando empezaba a cansarme el subía la velocidad de las lamidas sobre mi pie, llevándose consigo mucho del sudor dentro de su pequeña boca. También frotaba más fuerte, siempre formando pequeños círculos con sus manitos en el masaje. Le ordené que fuera al otro pie y corrió de inmediato, con las mismas energías que tenía desde el principio. Esta vez empezó a lamer de arriba a abajo la planta de mi pie, y paso sobre todo por mis deditos, frotándolos con cuidado y cariño. Este era un sueño hecho realidad, estaba pasando tiempo con mi amado Duke, y el hacía lo que le pedía sin rechistar, en serio quería hacerme sentir bien con el masaje, y como pareja pensé que debía hacer lo mismo por él.

- Genial, ahora te toca a ti pequeñín. –Eso dije cuando empecé a acercar mis pies entre sí con Duke entre medio, hasta dejarlo en medio de este húmedo sándwich de pies. Luego empecé a frotarlo lentamente para darle un masaje de cuerpo completo, con mis pies sobre él ni siquiera podía verlo, estaba atrapado entre mis plantas, y aunque no lo veía sí que lo sentía, usándolo con mi propia fuerza era mucho más efectivo que todo lo que él había hecho, y se sentía fantástico. Estuve así un minuto hasta que dejé de frotar, extendí las piernas revelando al pequeño Duke sobre la cama, pero no se movía.

- ¿Que tal Duke?... Duke…

Estaba aterrada, no había matado a Duke ¿verdad? No lo podía creer, pero así se veía, lo tomé entre mis manos para verlo mejor, sus ojos estaban cerrados, necesitaba que respirara, empecé a agitarlo para que reaccionara y nada, me desesperé y empecé a sentir su pequeña respiración, aún estaba conmigo, pero por poco. Entonces le soplé en la cara, era obvio que necesitaba aire ¿no? Así estuve varios segundos que se me hicieron infinitos, hasta que Duke tosió y volvió en sí, aunque algo aturdido creo yo.

- ¿AY DUKE, PERDÓN, ESTÁS BIEN?

- ¿Ah? A… Ama Tammy… No sé, ¿qué pasó?

- Empecé a frotarte entre mis pies y creo que te desmayaste, creí que te morías así que te agité y te soplé para que respondieras.

- Me… ¿Soplaste?

- Ajá.

- ¿Como a un cartucho de Super Nintendo?

- ¿Qué es eso?

- Ah… No importa. Estoy bien, en serio.

- ¿De verdad?

- Sí, claro. ¿Quieres seguir jugando?

Duke ignoraba lo cerca que estuvo de morir, al principio no lo entendía, pero ahora veo que fue porque no le temía a la muerte, sabía que si Ally regresaba en el tiempo podía volver como si nada, aparte ya sé que le gustan los pies después de todo. En fin, todo eso me calmó muchísimo, ya que si bien dejarme llevar en el juego fue peligroso, podía hacerlo tanto como quisiera, y más, lo que me dio muchas ideas.

- Si, sigamos jugando, pero ahora a los besos.

- C… ¿Cómo?

- ¡Bésame tonto!

Tomé a Duke entre mis manos y lo acerqué a mis labios, dándole un enorme beso que casi lo cubría por completo, aunque a los pocos segundos sus brazos empezaron a luchar contra mis labios, queriendo separarse de ellos como fuera.

- ¡ALTO!

- Qué pasó, pequeño Duke.

- ¡Eso no es un juego, Julie, no está bien!

Se puso muy serio, el beso no le gustó para nada, y en el momento no lo comprendía, pero ahora sí, desearía haberlo entendido en ese momento.

- ¿Qué pasa? Los novios se besan todo el tiempo, y ahora tú eres mi novio.

- Tammy, todavía eres muy pequeña para esto.

- ¡No es cierto! Tengo 9000 y medio y tú 15, solo eres 6 años mayor que yo, y el amor de novios puede con cualquier cosa.

- ¡Pero no somos novios, Tamara!

En ese momento mi corazón se quebró y en un flash se partió en mil pedazos, Duke no me quería como yo a él, no quería ser mi novio, y fue horrible. Me sentía muy triste, y empecé a llorar un poco, mientras el me veía desde abajo.

- Tammy… Perdón, no quise gritar…

- ¡PERO LO HICISTE! ¡ME GRITASTE! ¡NO ME QUIERES DE NOVIA! ¡SI NO ACEPTAS NO PODEMOS SER NOVIOS, NO PUEDES SER MI NOVIO!... Pero puedes ser algo más.

Enojada lo levanté sobre mi boca abierta.

- ¡TAMMY NO!

- ¡TE DIJE QUE ES AMA TAMMY, Y SI NO PUEDES SER MI NOVIO, TENDRÁS QUE SER MI CENA!

Entonces lo solté y calló a mi boca, lo saboreé un poco mientras lo golpeaba con mi lengua, furiosa por el rechazo. No tardé en tragarlo y sentir como su pequeño cuerpo se deslizaba por mi garganta, haciendo un Splash en mis jugos gástricos. Pensé que ahí se disolvería y que mañana en la mañana le pediría a Ally que rebobinara el tiempo para recuperarlo, pero no fue así. Sentía algo raro, como si Duke estuviera trepando por las paredes de mi estómago, y entonces sentí nauseas, eso era lo que estaba haciendo. Escalaba como loco el fondo de mi garganta, esófago creo que se llama, no sé, pero el punto es que no quería ser digerido, necesitaba salir fuera como fuera, aunque yo me estuviera ahogando. Empecé a hacer ruido y vi que Molly volteó a verme, me preguntó que me pasaba y señalé a mi garganta, sin poder hablar, a lo que ella gritó:

- ¡JULIE!

Rápidamente llegó Julie y desde puso sus brazos sobre mi pecho, junto los puños y empezó a empujar hacia arriba, me estaba haciendo la maniobra de Heimlich, antes nos dijo que Jazz se la enseño luego de que se la hizo a ella cuando se atoró con un pedazo de fruta, se atoró muy fuerte y Jazz la salvó ¿Dónde iba? A sí. De pronto escupí a Duke, quien cayó al piso empapado de mis ácidos estomacales, rodando en el piso (seguramente para aliviar las quemaduras)

- ¿Estás bien Tammy? –Dijo Julie, le dije que sí y que cambiáramos de pequeño, no quería jugar más con Duke, al menos en ese momento, luego entendería mejor por qué Duke me dijo lo que me dijo, pero necesitaba despejar mi mente. Con Julie hicimos una Pinky Promesa de que no me comería a Jazz, y me lo pasó, llevándose a Duke. Molly se metió al baño con Sonic, así que eso me dejaba a solas con Jazz, y aunque no me lo comería, si quería jugar muchas otras cosas con el…

Parte 7: Mi turno con Tammy: by GeaGts

No me sentía a salvo en las manos de Tammy. He jugado con ella antes, pero en mi tamaño normal, y sé que no es de esas niñas delicadas que juegan bien como Julie, tenía miedo, y entonces recordé esa vista que tuve de Duke en el suelo, entonces pasé del miedo al terror.

- Hola Jazz, no te comeré, lo prometí, pero aun así quiero jugar mucho contigo, así que espero que obedezcas sin rechistar, no quiero más problemas.

- Estoy muy cansado… Estás bien Tammy.

- ¡ES AMA TAMMY! –En eso Tamara me apretó en su puño muy fuerte, casi cortando mi respiración, así que con el aire que me quedaba dije “Ama Tammy” tragándome mi orgullo por segunda vez en el día… Bueno, han sido muchas más pero no quiero contarlas.

- Mucho mejor, Duke no fue tan amable como quisiera, tienes que ser mejor.

- ¿Qué le hiciste a Duke?

- ¿QUÉ LE HICE? ¡El me rompió el corazón! No quería ser mi novio, dijo que soy muy pequeña o algo, ¡Pero mírame, acaso soy pequeña!

- Bueno, ahora no…

- ¡Exacto! No sé qué le pasó a Duke, y no sé qué le haría si lo vuelvo a ver.

Fuera de los detalles tenía una idea algo clara de lo que ocurrió, en uno de sus juegos Duke le dijo que no la amaba o algo así a Tammy, ella se enojó y se lo comió, y si pensaba que eso no era lo peor no podía pensar en que podría serlo. La vida de Duke corría peligro cerca de esta niña, incluso su vida definitiva,  y aunque iba en contra de mi promesa, tenía que decirle la verdad para calmarla, por el bien de mi amigo.

- Ama Tammy… Yo sé por qué Duke hizo eso.

- ¿Cómo dices?

- No es que no la quiera, es una niña adorable y todo, pero… El corazón de Duke le pertenece a alguien más.

- ¿Duke está enamorado?

- Sí.

Hubo un silencio incómodo por un minuto, sé que eso calmaría a Tammy, pero en aquel momento no sabía si elegí bien.

- ¡Ahora entiendo todo! Duke me quiere, pero no puede amarme… Creo que fui algo dura con él, me disculparé luego.

- ¿E-En serio?

- Claro que sí, no puedo interponerme en el amor verdadero, sería algo horrible.

- Valla. Es genial que pienses así apenas a los 8000 años, Ama Tammy.

- La verdad tengo 9000 y medio.

- ¿9000?

- ¡Y medio! Molly tiene 7000 y Julie 8000, aunque eso seguro ya lo sabías jejeje.

Eso me tomó por sorpresa, asumí que las 3 tenían  8000 años porque iban en el mismo grado de la escuela, pero lo que me chocó era que una niña de 7000 años fuera a 3er grado, donde suelen tener 9 o hasta 10. Puede parecer poco, pero a su edad la diferencia es algo importante, y Molly podía ser más lista de lo que pensaba, espero que no me toque con ella…

- ¿En qué piensas, pequeño Jazz?

- ¿Yo? Nada.

- Bueno, ya no perdamos más el tiempo, quiero jugar contigo, y se me ocurrió a que podemos jugar, Molly me habló de algo llamado “Trample”, ¿te suena? Jijijiji.

¿QUÉ? Esto ya era el colmo, una cosa es ver series no aptas para su edad, todos lo hicimos ¿pero Trample? Eso era algo de adultos que ni yo debería saber que era, y seguro Tammy tampoco lo tenía claro ¿Molly se lo dijo? Esa niña rubia me daba cada vez más miedo, pobre Sonic… Mientras estaba inmerso en mis pensamientos, Tammy fue al closet de Julie y sacó un cesto de ropa sucia circular de color blanco, era como un balde de unos 40cm de altura por unos 60 o 70cm de diámetro, aunque para mí era como el coliseo romano, algo que comprobé cuando ella lo puso en el piso frente a la cama y me dejó adentro, sentándose ella en la cama quedando frente a mí.

- Ok esto es fácil, yo trato de aplastarte y tu tratas de escapar, si suplicas puede que tengas otra oportunidad. ¡3, 2, 1, YA!

Los enormes pies de Tammy empezaron a caer rápidamente sobre mí, y a pesar de estar cansado, tenía que seguir luchando en estos “juegos”. Poco antes de ser aplastado, salté a un lado corriendo lejos de aquel pie, para verme obligado a dar la vuelta luego de que su otro pie me cortara el camino. Esto era inaudito, no tenía a donde correr, tarde o temprano sería aplastado, y la verdad ya ni me importaba, sólo quería un momento para descansar. En eso su pie volvió a caer al frente mío con mucha fuerza, haciendo que callera boca abajo al lado de sus dedos, ya no quería más de nada, ella dijo que sería buena si suplicaba, así que me arrastré hasta sus dedos y empecé a lamerlos por arriba como un perro, esperando que me quitara de este sufrimiento.

- ¡JAJAJAJA ME HACES COSQUILLAS! Ahora por abajo ¡YA!

Sus dedos me empujaron y caí boca arriba viendo su cara a lo lejos sonriendo muchísimo, para que luego mi vista se viera obstruida por sus dedos de los pies agitándose sobre mi cabeza, como invitándome a seguir lamiendo, y no tenía de otra. Empecé a chupar sus dedos como si fuera la teta de mi madre cuando bebé, y ella no dejaba de reír, aunque no sé si por la situación tan humillante en la que me había sometido, o simplemente por las cosquillas. Luego de unos minutos se aburrió y me aplastó muy fuerte con su pie sin previo aviso, moviendo mi cuerpo bajo su suela de arriba abajo, la cual aunque no estaba tan sudada como antes, aún mantenía aquel rancio aroma. Aunque no lo crean esto fue maravilloso, no por la situación, sino porque estuvo como 15 minutos con su pie sobre mi sin hacer nada, 15 minutos en donde tuve algo de paz y tranquilidad, 2 palabras que pensé que luego de esta noche habían salido de mi vocabulario. Era ridículamente obvio que estas chicas no nos iban a ayudar, así que mis opciones se agotaron, y simplemente me dejé llevar. Luego cambio de pie y me dejó otros minutos descansar bajo su otra suela, apenas escuchaba algo fuera de mi “metro” cuadrado, pero parecía que se puso a ver la tele o algo parecido. Al parecer terminó y retiró su pie de mi cuerpo, abrí los ojos ya que estaba tomando una siesta, en eso ella me miró con una sonrisa amorosa y me llevó a su cara.

- ¿Te gustó, pequeñín?

- Pues sí, la verdad, estaba muy cansado y al fin pude dormir un poco.

- Me alegro, pero ya no podemos seguir jugando, Molly me pidió cambiarte por Sonic así que aquí nos despedimos, Jazz.

Volteé la cabeza hacia la izquierda y en eso estaba Molly con una sonrisa sádica en la boca, y con Sonic entre sus labios, el cual escupió en la otra palma de Tamara sin que ella hiciera gran escándalo, en lo que ella me pasó a la mano de Molly.

- Hola pequeñín, me divertí mucho con Sonic, así que espero que tú también estés a la altura.

Miré a Sonic y parecía más exhausto que yo, con un aspecto demacrado y sin parpadear, como si volviera de una guerra ¿Qué mierda le hizo Molly todo este rato? Por desgracia no solo estaba a punto de averiguarlo, sino que lo iba a vivir en carne propia…

Parte 8: ¡Alaben a la Diosa Molly!: by GeaGts

Molly se dirigió al baño conmigo en la mano, y mientras en su cara se veía claramente una sonrisa satisfecha, mi rostro dibujaba terror. No sabía que esperar, ya que a pesar de haber jugado un par de veces con ella, estaba mi hermana y Tammy, así que no le presté especial atención. Ahora me enteré que es la más sucia de las 3, que es la líder del grupo a pesar de ser la menor, por lo que bien podría ser superdotada, pero esas cosas la sé por Tammy y Julie, ahora me tocaba vivirlas, y en serio no quería. Molly me dejó en el suelo frente al inodoro y se sentó sobre la tapa del mismo, mirándome fijamente con unos ojos que me helaban de miedo, la incertidumbre me estaba matando.

- ¡Hola pequeño Jazz!

- H… Hola… ¿puedo preguntarte algo?

- ¿Es sobre lo que hice con Sonic?

- No… Bueno sí… Pero no era eso, es algo complicado, por favor no te enojes.

- Vamos, la gente lista como yo no se enoja con facilidad, adelante, pregúntame lo que quieras.

Me aterraba esta niña, aparte de ser monumental comparada conmigo, el cual a simple vista podía verse como un insecto a sus pies, era demasiado lista, no hablaba como una niña de su edad, y aunque no cambiara en nada sus planes, el saberlos podía ser que me tranquilizara, aunque sea un poco.

- L-Las chicas me contaron un par de cosas de ti, Molly. Sé que tienes 7 y eres la líder del grupo, aunque seas la más joven. Creo que eres súper lista o algo, y también sé que tú eres quien las ha estado llenando de ideas sucias, como ver Zero no Tsukaima o que “por casualidad” las 2 me pidieron que las llamara Ama. No sé qué es lo que quieres, ni lo que le hiciste a Sonic, pero por favor, no me lastimes.

- De rodillas.

- ¿Qué?

- Las respuestas no son gratis, bicho. Si  Tammy y Julie son tus amas, YO SOY TU DIOSA. Así que arrodíllate ante ella y ríndele tributo como es debido si quieres que se digne a responderte.

En mi experiencia cuando alguien habla de sí mismo en tercera persona es que habla en serio, bueno, la verdad es que eso no importa y me quedó claro luego de toda la mierda que he pasado desde que me encogí, no tenía casi pelear así que me arrodillé ante Molly, una niña de 7000 años ahora era mi Diosa, y debía adorarla como tal.

- Muy bien. Verás, hace 7000 años nací en un pequeño pueblo de Suecia, pero mis padres tuvieron que mudarse conmigo aquí a Rachelton ya que allí no se permitían brujas.

- ¿E-Eres bruja también?

- Así es, y recuerda llamarme Diosa Molly si no quieres morir, ahora empieza a alabarme.

Dijo eso con un tono sumamente frio y tranquilo, como si acabar con mi vida no fuera la gran cosa, y aunque me sorprendió el hecho de que sea bruja, no debía distraerme, y empecé a alabarla cual faraona egipcia, mientras ella seguía su relato.

- Bien. Crecí aquí en Rachelton como otra niña americana más, aunque luego de ir al médico cuando tenía 2000 años mis padres descubrieron que yo era súper dotada, por lo que tenían a una niña súper lista y mágica con la cual lidiar, aunque ellos no tengan poderes mágicos de ningún tipo. Más que mis padres ellos son como mis sirvientes, hacen lo que yo quiera, compran lo que yo quiera, y me dan los libros de magia que yo quiera para estudiar antes de ir a una academia en unos años. Aunque tenga 7000 años ya domino la magia mejor que muchos adultos, conozco casi todos los hechizos existentes aunque casi nunca puedo probarlos.

En eso ella colocó su enorme pie sobre mí, estaba en su calcetín negro pero no por eso olía menos fuerte.

- ¿Oye, quien te dijo que dejaras de adorarme?

Ella me presionó contra el suelo, causándome un dolor considerable, debía seguir alabándola, pero con este peso encima era como hacer lagartijas.

- Mucho mejor. Como sea. Cuando tenía 4000 años mis padres insistieron que hiciera algunas amigas para no pasar todo el día leyendo libros viejos de magia, y aunque no me interesaba, tenían buenas intenciones así que los complací para variar. Me metieron a una guardería con pre kínder donde conocí a Tammy y Julie, y nos hicimos amigas de inmediato. Era raro, nunca busqué tener amigos pero cuando los obtuve lo ame, no sé qué haría sin ellas, para mí son lo más importante que tengo. ¿Qué más me preguntaste, gusano?

- Que… Por qué le muestras Echii a mi hermanita y a Tammy… Y que le hiciste a Sonic. –Dije con todo el peso de su enorme pie sobre mí, mientras seguía con mis lagartijas de adoración.

- Ok, bueno, una vez me aburrí un poco de los libros y estaba viendo internet, acababa de leer el Libro de Rachel así que me enteré bien del sexo, el amor y esas cosas. En Internet encontré Hentai y Echii casi de inmediato, ni siquiera tuve que buscar, hay gente enferma en este mundo ¿sabes? Como sea, me gustó y desde entonces que lo veo, aunque no pueda practicarlo yo todavía, aunque quisiera. Hace poco introduje a las chicas en esto, y les gustó también, y entre las 3 nos hacemos más pervertidas, sobre todo con Tammy que, no te ofendas, es mi mejor amiga. Si bien no puedo tener relaciones sexuales hasta dentro de unos años, y recién entraré a una academia de magia cuando cumpla 10, he tratado de suplir esa excitación con ciertas cosas, varias que saqué sobre todo del Hentai y del Libro de Rachel. Le hice varias de esas cosas a Sonic, tal vez por eso estaba tan traumado, y bueno, no puedo culparlo, y a ti tampoco cuando terminemos de jugar, ya que seguro estarás en las mismas.

Ella retiró su pie de encima de mí para verme, el terror se apoderó de mí por completo, la historia de Molly era increíble, pero luego de todo lo que ya he visto, también era posible.

- ¿Eso responde tu pregunta, bicho?

- Si… Diosa Molly.

- ¡Muy bien, ahora empecemos a jugar! Bueno, yo jugaré, tu solo sígueme la corriente.

Acto seguido me levantó con 2 dedos, abrió la tapa del inodoro y me sostuvo sobre él, haciendo como que me iba a tirar.

- ¿Quieres vivir? ¡Suplícale a tu Diosa por tu vida!

- P-Por favor D-Diosa Molly, no de arroje allí… D-Déjeme seguir adorándola, pero por favor no me tire.

Ella se reía como loca mientras me veía suplicar con lágrimas en los ojos, y sin más me soltó. Estaba por caer al peor lugar que podía imaginar siendo de este tamaño, pero para mi sorpresa Molly bajó rápidamente la tapa del inodoro y caí sobre su dura superficie de plástico.

- Tienes suerte de que ya haya gastado ese cartucho con Sonic, pero aún tengo algo más para ti.

Me giñó el ojo y se dio media vuelta, bajando su trasero hacia mí. ¡SE IBA SENTAR SOBRE MÍ! Rápidamente empecé a correr  hacia adelante para saltar de la tapa y escapar, un intento inútil que no pensé muy bien, ya que en pocos segundos su trasero estaba sobre mí, con sus pantis presionando todo mi cuerpo.

- Ahhh... Se siente genial…

- ¡MMMMPPHHHH!

Ella empezó a  mover su culo, acomodándome de tal forma que quedara centrado y cerca de donde debería estar su ano (no estaba seguro, no podía verlo), y entonces escuché algo horrible, su estómago sonaba, algo bajaba por ahí y se acercaba, no quería saber que era, pero tuve que no solo hacerlo, sino que sentirlo. Un enorme pedo salió y me cubrió por completo, me costaba mucho respirar, aguanté lo más que pude pero tuve que tragármelo entero si quería respirar, aunque sea algo tan horrible como eso. Ella no paraba de reír.

- ¡JAJAJAJAJA! No te quejes tanto, mis braguitas lo están pasando peor que tu… ¿o no?

Oí un chasquido y poco después me desmayé, desperté poco después en un sitio extraño, no sentía mis manos ni mis piernas, nada más que una sensación de tacto general en todo mi cuerpo. Me costaba ver u oír lo que pasaba, hasta que escuché su voz.

- ¿Ya despertaste, ex insecto?

- ¿Ex?

No tardaría en darme cuenta por qué dijo eso, mi visión era rara, como en 360 grados, pero al aclararse no me quedaban dudas, en frente de mi tenía un culo gigante, el de Molly. También vi su, ya saben, y lo sentía todo tan suave como la seda. Era una locura pero así era ¡ME HABÍA CONVERTIDO EN LAS PANTIS DE MOLLY!

- ¿Te gusta el hechizo de fusión? Es más sencillo que el de transformación, pero aún no logro que dure para siempre, así que disfrutémoslo mientras dure, ¿ok?

Luego de eso Molly se pedorreó aún más fuerte, y yo lo sentía por todos lados. Esto era absurdo y aterrador, no tenía ojos pero veía su culo, no tenía oídos pero escuchaba sus burlas, no tenía nariz pero olía sus pedos, y para colmo, no tenía cuerpo pero sentía todo, la humillación, la toxicidad, el dolor, esto era lo peor que me había pasado, y aunque duró sólo un par de minutos, fueron los más largos de mi vida.

Por suerte no fue eterno (Gracias a Rachel) y otra vez me encontraba como un reducido bajo el trasero de Molly, quien lo levantó y se rió de mí, apuntándome con su dedo.

- ¡JAJAJA! Eres patético, me gusta.

Empecé a recuperar el aliento, algo que ella interpretó como palabras, o simplemente era por joder.

- Debí hacer eso con Sonic, a él lo convertí en mi media izquierda, ¿qué dices? ¿Quieres ser mi media derecha? Ya he practicado en medias así que este será más largo.

En eso me levantó y se quitó la media derecha negra, colocándome sobre su abertura y arrojándome dentro. Sobra decir que olía fatal, y tan pronto como caí volví a desmallarme, para despertar viendo negro por casi todos lados, a excepción de la abertura, donde se asomaba la cara de Molly, una niña que a simple vista se ve adorable con su cabello rubio bien peinado y su moño, pero que yo sabía que era un monstruo.

- ¿Listo para mi pie, chico-media? ¡Para qué pregunto SI TIENES QUE HACERLO DE TODOS MODOS! ¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!

Luego de esa burla sentí como su cara se alejaba y su pie se acercaba, movía sus dedos de forma juguetona mientras introducía su pie derecho dentro de su media es decir, dentro de mí. Lo hizo lentamente, para que pudiera sentir su pie en todo su esplendor apestoso y sudoroso, sobre todo eso último, yo creía que los pies de Tammy estaban sudados, pero los de Molly eran otra cosa, el olor era muchísimo peor que el de los pies de Jane, algo que creía imposible, sin mencionar que estaban sucios como el infierno, aunque no negros, ya que el sudor era lo que más tenía ese pie ¿desde cuándo no se saca las medias? Sea como fuere tenía que aguantar todo eso, no tenía boca para tragar, y mucho menos para ahogarme, por lo que solo podía sentirme inundado por el calor y el sudor de su pie hasta que el hechizo terminara, era un infierno pero al menos uno del que saldría sin más ¿verdad? Pues no. Por desgracia Molly empezó a caminar, salió del baño y caminó por toda la casa, y en cada paso sentía que su pie se presionaba sobre mi “cuerpo” con una fuerza descomunal, peor que cuando Jane me aplastó, pero no podía morir, era una media después de todo, los pasos no me romperían, pero si sufriría como no tienen idea, sin mencionar que el olor se pegaba más a mí con forme el conteo de pasos seguía. Fueron unos 15 minutos, pero para mi fue una vida entera, empecé a olvidar quien era, que hacía, no era un humano, era sólo una media sudada a merced de una pequeña y malvada niña, eso y nada más.

Luego de esa tortura desperté dentro de la media de Molly, era yo otra vez. Ser su media fue una experiencia extracorpórea sumamente intensa, y no quería serlo nunca más. Ella me sostuvo en su mano y vi que estábamos en la habitación de Julie, ella hablaba con Tammy mientras esta jugaba en el balde con Sonic tal cual como lo hizo conmigo, así fue por unos minutos hasta que llegó Julie y se sentó junto a ellas, con Duke en su palma.

- Bueno, ya se han podido divertir con las 3, ¿están listos para otra ronda de juegos, pequeños?

Los 3 nos miramos, ahí donde estábamos, desnudos llevando un Colette como falda sobre las palmas de estas niñas gigantas, mi plan de pedir ayuda se fue al carajo tan pronto como nos vieron, y aunque no quiera admitirlo, las 3 Imouto eran más brutales que nuestras hermanas. Los 3 lo pensamos, y teníamos sólo una cosa que decir:

- ¡POR FAVOR NIÑAS, YA PAREN!

- ¡LLÉVENNOS DE VUELTA AL CUARTO DE JANE, A SU CALCETÍN EN UNA EZQUINA!

- ¡ESTAMOS CANSADOS, PERDÓN, YA NO QUEREMOS JUGAR!

- ¿Pero no querían que los ayudáramos?

- ¡YA NO, POR FAVOR SÓLO LLÉVENOS DE REGRESO!

Las 3 se miraron, y asintieron con la cabeza, no estaban tristes (salvo mi hermanita un poco), así que antes que irnos tuvimos que despedirnos de ellas. Duke con Tammy  no hablaron mucho, él dijo adiós y ella no respondió, aun le dolía lo de antes. Con Sonic fue al revés, Molly se despidió de él de forma pícara mientras él se aterraba en su presencia. Y yo, bueno, tocaba hablar un poco con Julie, a pesar de mi estado, no quería que estuviera triste.

- ¿No les gusta jugar con nosotras?

- No es eso linda, sólo… Somos muy pequeños, estamos cansados y es tarde. Luego… Luego volveremos, yo volveré a jugar contigo, como siempre.

- ¿Lo prometes?

- Lo prometo.

- …Ok… Gracias Oni-Chan.

Ella me dio un cálido beso y, luego de que Molly y Tammy le pasaran a mis amigos, se fue sola con nosotros al cuarto de Jane, donde de puntitas se escabulló y nos puso dentro del calcetín que hace rato habíamos dejado, se despidió en silencio y se fue tal cual como entro, cerrando la puerta muy despacio. Los 3 nos miramos y no dijimos nada, me sentía culpable ya que fue por mi culpa que todo esto pasara, pero Duke me conocía bien, me dijo simplemente “no fue tu culpa, querías ayudarnos, gracias” para luego ir a un rincón de la media y quedarse dormido, Sonic asintió y también se fue a dormir, aunque su cara de susto no se iría sino dentro de unas horas. Por mi parte me acosté donde mismo y me quedé dormido casi de inmediato, ese había sido el peor día de mi vida, y rezaba para que el resto no fueran peores…

Parte 9: Empieza el día 2: by GeaGts

Luego de aquel día horrible y una necesaria noche de sueño, desperté. Los chicos aun dormían así que me quedé envuelto en mis pensamientos, viendo en retrospectiva todo lo que había pasado hasta ese momento.

Mis amigos y yo fuimos encogidos por nuestras hermanas mayores, quienes querían que fuéramos sus pequeños esclavos cuando ellas quisieran, pero que conservaríamos nuestras vidas normales en la medida de lo posible. Kidomaru aceptó sin chistar y le confesó su amor a Ally, quien lo metió en sus bragas en lo que iba a buscar algo, y en el ínterin fui aplastado por mi hermana mayor Jane, muriendo al instante. Aun así reviví ya que por el hechizo de Ally sólo era necesario regresar atrás en el tiempo para que, aun si moríamos, pudiéramos volver, haciendo que esta semana de vacaciones con ellas fuera casi eterna. Luego de eso Ally nos explicó que Jane hizo una ruleta donde decidiría con quien pasaríamos el día, y me tocó justamente Ally, y el orden seguía con Kanna, Diane, Jane y Sheila, mi amada, al final. Mi encuentro con Ally no fue agradable (salvo por unos pocos momentos) pero sobreviví por los pelos, ya que cuando estaba a punto de morir el tiempo se reinició, Kidomaru había muerto gracias a Kanna, su propia hermana. Luego tocaba la cena, los 5 comimos y luego Sonic y Duke fueron comidos por Kanna también, Alfa estaba a punto de ser devorado por Jane, hasta que le pedí a Sheila que me comiera antes, cosa que no hizo pero que si fingió hacer, salvando a Alfa quien pasó su noche en la vagina de Diane, revelando su amor por ella, mientras Kidomaru hacía lo propio dentro de la de Ally. Yo quería escapar, así que con Sonic y Duke caminamos hasta la habitación de Julie, quien tenía una pijamada con sus amiguitas, ¡GRAVE ERROR! Ellas no medían su fuerza, nos torturaban a veces sin querer, a veces con toda la intención (maldita Molly), hasta que desesperados les rogamos que nos devolvieran a la media donde nos metió Ally, cosa que hicieron.

De esto pude rescatar varias cosas: Recurrir a las 3 Imouto para escapar fue un error, pero mis amigos lo entendían, como entendieron que, de cierta forma, fue culpa mía que fuéramos encogidos. Ally y Molly eran brujas, por lo que debía cuidarme mucho de ellas, junto con mi sádica hermana Jane. Hasta el momento Kidomaru, Sonic y Duke y yo hemos muerto una vez, y ellos 3 debido a Kanna, por lo que también me cuidaría de ella. Y lo más importante, no dejaría que mis amigos sufrieran nunca más por mis planes, si iba a escapar, lo haría solo, y luego con ayuda los rescataría.

Mi reflexión fue interrumpida por un temblor que sacudió toda la “habitación”, al parecer una de nuestras hermanas nos levantó, despertando bruscamente a Sonic y Duke, y cuando todo se dio vuelta caímos a una palma gigante, la de Jane para ser exactos.

- Buenos días, gusanos, que tal su ¿noche?

- ¿En serio te importa eso, Jane? –Dijo Ally, extrañada de su actitud poco hostil, al igual que yo.

- Bueno… Sí, debió ser interesante para que tengan puestas esas falditas.

De pronto se nos prendió el foco… ¡CÓMO MIERDA FUIMOS TAN IMBÉCILES, NO NOS QUITAMOS LOS COLLETES QUE NOS PUSIERON LAS 3 IMOUTO! Luego de toda la tortura de anoche por parte de los 2 grupos de Gigantas, las 3 Imouto y… Como sea que se llame el grupo de nuestras 5 hermanas mayores (debo pensar en un nombre original más tarde, cuando no quieran matarnos).

- ¿Y bien, que tienen que decir en su defensa, gusanos?

Los 3 nos miramos mutuamente en shock, aun estábamos procesando el hecho de que nos fuimos a dormir con los Colletes puestos, pero Jane se encargó de hacernos reaccionar, se sentó sobre la cama y nos dejó caer entre sus piernas, presionando nuestros cuerpos en el proceso.

- Ya saben lo que pasará si no quieren decirnos, es mejor que lo hagan ahora que pueden, jijiji.

Mi hermana es una perra, obviamente sabía que no podíamos, nos apretó tan fuerte que cortó nuestra respiración no podíamos hablar. El dolor era mucho, sólo amortiguado por los blandos muslos de mi hermana mayor, quien aun así se las arregló para hacernos sentir un dolor que nadie debería nunca sentir en su vida en esos segundos en los que duró la tortura. Sus muslos nos apretaban tanto que vi como mis amigos (y seguro yo) nos poníamos morados, y juro que en el momento donde sus piernas ejercieron más presión sobre nosotros vi como Sonic explotaba en un charco de sangre, o bueno, eso me pareció, después de todo en menos de un segundo yo mismo había sufrido de ese miserable destino.

Luego de morir desperté en la media de Jane otra vez, los chicos dormían hasta que en segundos volvimos a caer en la palma de la loca de mi hermana mayor.

- Buenos días, gusanos, que tal su ¿noche?

- ¿Ves que es divertido repetir lo mismo cuando regresamos? Dijo Ally.

- Oye si, ya veo por qué lo haces. En fin, ¿ahora si van a decirnos que mierda hicieron anoche, pequeños gusanos? –Dijo Jane mientras los 3 nos miramos, pero en vez de extrañarnos como antes, con la mirada acordamos todo.

- ¡FUIMOS CON LAS 3 IMOUTOS!

- Las 3 ¿qué?

- Con Julie y sus amigas… -Caí en cuenta que mis hermanas no conocían ese término.

- ¿Así las llaman? ¿Qué clase de nombre imbécil es ese?

- Imouto significa hermana pequeña, así que está bien. –Dijo Kanna, era raro que nos defendiera, pero más raro sería que dejara pasar una oportunidad de restregar sus conocimientos de japonés en la cara, tanto por su ascendencia Japonesa como por su fanatismo hacia el Manga Shojo.

- Bueno, como sea, ustedes 3 trataron de escapar, y tienen que ser castigados.

Esa palabra fue suficiente como para que los 3 sintiéramos escalofríos, después de todas las cosas horribles que nos hicieron anoche eras sólo “juegos”, así que ni loco quería saber cuál era su definición de castigo.

- Pero son casi las 11, ya quiero desayunar, Jane. –Dijo Diane.

- S-Sí, mejor guardamos sus castigos para después. –Dijo Sheila, cuya vos angelical hizo que me calmara un 80% en ese mismo momento, ella me ayudó después de todo, ¿esto hacía ahora también?

Las chicas se miraron, parecía que se conocían tan bien como nosotros, hasta el punto en el que sentían esa especie de sexto sentido que hacía que pudieran comunicarse sólo con miradas.

- Está bien… Lo haremos después de desayunar… Pero no crean que se salvaron, alimañas.

Dicho eso Jane nos arrojó al suelo con ira, nos dolía todo el cuerpo de nuevo, pero al menos la alfombra ayudó a amortiguar la caída, pero no el dolor multiplicado x10 que inundo nuestros cuerpos al ser aplastados por el enorme culo de Jane, dolor suficiente como para dejarnos inconscientes.

Desperté algo adolorido en un lugar extraño pero familiar, lo había visto muchas veces desde que me encogí, era la planta del pie de una chica, más precisamente el área de los dedos, en la cual me encontraba sobre una sandalia rosada. Aquellos enormes dedos me cubrían de la cabeza a los pies, a excepción del dedo medio que estaba ligeramente levantado, lo suficiente como para no rozar mi pene. No tardé en descubrir de quien era el pie, ya que mesclado con el sudor había un leve pero inconfundible aroma a vainilla, un perfume que ya había olido anoche mientras jugaban con nosotras antes de morir por primera vez, aquel era el pie de Sheila. El sólo saberlo hizo que mi pene quedara erecto en tiempo record, y aunque era un pie y esa es la área de Duke, ¡ERA SHEILA! Se me puso tan dura que la punta llegó a tocar el dedo medio de su pie, que había levantado creo yo para evitar este tipo de cosas, pero que luego de reaccionar por reflejos, bajó lentamente y con su enorme dedo empezó a masajear mi pene. Este no solo era el mejor momento que tuve desde que me encogí, era tal vez el mejor momento de toda mi vida, me hizo pensar que si sólo Sheila fuera quien me tuviera, aceptaría volverme su esclavo, tal como aceptó Kidomaru anoche.

Nuestro juego duró un par de minutos, hasta que Sheila se levantó para ir al baño, se despidió de las chicas y llegó sin mucho esfuerzo, conmigo aun excitado entre sus dedos. Entonces ella se quitó la sandalia en donde yo estaba y con cuidado me puso sobre el lavabo. Por un momento quedé maravillado por su belleza, su cabello dorado brillaba por el reflejo de la ventanilla del baño, haciéndolo lucir fabulosos aun cuando estaba despeinada luego de despertar, vestía un pijama de color rosa claro, casi blanco, con pantalones cortos del mismo color y un escote abotonado. Sus ojos color zafiro era incluso más hermosos que las piedras preciosas de donde venía el mismo color, era una belleza, y que dejó embobado por un momento mientras recuperaba el sentido de la realidad.

- Jazz… ¡Oye, reacciona!

Caí en cuenta que me estaba hablando, por lo que traté de mantener la compostura.

- H-Hola Sheila…

- Hola, oye, no tenemos mucho tiempo, así que escúchame. Cuando las chicas terminen de desayunar los van a castigar, y las chicas acordaron que los castigos los daría quien le tocara estar con ustedes hoy, ya que ellas 3 son las más brutales de nosotras a la hora de jugar con peques como ustedes.

- Ósea... ¿Mi castigo me lo dará Kanna?

- Pues si… Lo siento, te traje aquí para decírtelo, pensé que si lo sabías no te tomaría por sorpresa, y lo podrías manejar mejor… Ay no sé por qué lo hice, de todos modos…

Sheila se sonrojó al decir eso, no podía mantener su papel de giganta conmigo.

- Gracias S-Sheila…

- De nada, pero no lo digas, ni a tus amigos, no sé qué pensarían las chicas de mi si supieran que te lo dije.

- Mis labios estás sellados.

- Que bueno… Ah sí. Luego de su castigo toca el almuerzo y después todas jugaremos con ustedes en la piscina, y luego el resto del día es para las chicas por separado, junto con ustedes.

- Muchas gracias por decirme esto Sheila, significa mucho para mí, en serio.

- D-De nada… -Sheila se sonrojó- Si tienes alguna pregunta dime rápido.

No tuve que pensarlo mucho, ya sabía que quería que me dijera, 2 cosas.

- Bueno, es sobre anoche, ¿por qué no me comiste?

- Es que… No pude, querías salvar a tu amigo con eso, no podía pagarte de esa manera luego de lo que hiciste, fuiste muy… Noble.

- Gracias, no me habían llamado Noble antes…

- Bueno, es lo que yo vi en ti anoche, y creo que si eres muy noble, Jazz. ¿Algo más?

- Sí. No sé si pueda decirte lo después, pero… Sólo quería saber… ¿Por qué dejaste nuestra cita hace 2 años?

El silencio inundó la habitación, Sheila se quedó sin hablar, no le salían las palabras, demoró tanto que de repente nos asustamos, ya que tocaban a la puerta del baño.

- Sheila, date prisa, también quiero mear. –Era la voz de Jane a través de la puerta, no quería que nos descubrieran, y Sheila tampoco.

- Ya salgo, Jane, un segundo.

En eso ella me levantó y me llevó a su boca, donde me susurró rápidamente “te digo luego”, y me puso otra vez sobre su sandalia rosada, con sus dedos sobré mí otra vez. Jaló la cadena del baño para disimular y salió, devolviéndose a la mesa, donde comió en silencio por unos 10 minutos más mientras las chicas hablaban. ¿Por qué no me respondió a eso? ¿Acaso sabía que la respuesta no me gustaría? ¿Se fue porque no le gustaba? La incertidumbre me mataba, así que no pensé en eso, en su lugar me centré en el hecho de que Sheila me salvó, me advirtió de los planes de sus amigas y me llamó Noble. Eso me alegró, ella tenía una buena imagen mía en su mente, y pensándolo bien era cierto, no pecaré de falsa modestia, pero yo no salvé a Alfa para impresionarla, quería ayudar a mi amigo, no quería que sufriera lo mismo que yo, y menos con mi hermana. Luego de que terminaran de desayunar se devolvieron al cuarto y nos dejaron sobre la cama, no vi cómo, pero Ally y Diane dejaron a Alfa y Kidomaru junto a nosotros, quienes estaban empapados de fluidos vaginales de pies a cabeza, y con una cara de relajados que en serio envidiaba.

- Bueno pequeños, es hora de que cada uno valla con quien le toca pasar el día, y como así quedó la rueda anoche, hoy hay que moverla un poquito. –Dijo Ally mientras movía la ruleta con nuestros nombres, dejando que cada uno viera lo que le esperaba para el día de hoy.

 

 

Por supuesto que Sheila tenía razón, Duke iría con Jane, Sonic con Ally, y mi turno sería con Kanna, la cual me vio con una mirada algo extraña, pero que creo era de placer. Me levantó a la altura de sus ojos cubiertos por sus lentes, que eran tan violetas como su cabello.

- Nos vamos a divertir mucho Jazz, es una promesa.

Dicho eso se despidió de las demás y salió del cuarto conmigo en su puño, hacia lo que sería mi castigo…

Parte 10: ¿Que hay en el estudio de mis padres?: by GeaGts

No mentiré, estaba muy asustado. Antes de ayer pensaba que Kanna era tímida y algo friki por cómo se comportaba siempre que la veía, así que el hecho de que haya sido capaz de matar a 3 de mis amigos, incluyendo a su propio hermano, sumado a lo que me dijo Sheila sobre ella, hicieron que mi visión anterior de su persona se callera en mil pedazos, siendo reemplazada por… Nada. O bueno, por nada hasta que viera de que era realmente capaz.

Ella me subió por las escaleras hacia el segundo piso, donde entramos nuevamente al cuarto de mi hermana. Kanna me puso sobre la cama, donde pude verla mejor. Su cabello violeta, aunque teñido, tenía el mismo tono que sus ojos, un tono inconfundible a pesar de que siempre llevaba encima sus anteojos, los típicos rectangulares sostenidos sobre su linda nariz y sus ocultas orejas. Sus ojos estaban rasgados, algo natural debido a su ascendencia japonesa, pero no eran como los de Kidomaru, para nada, en ellos notaba cierta mirada pícara que nunca había visto en ella antes. Su cabello le llegaba a la altura del cuello, y por si su peculiar color no fuera suficiente, encima tenía 2 moños negros que sobresalían de aquella lisa y hermosa cabellera. De vestir llevaba simplemente parte superior de un pijama morado y estaba en bragas. A pesar de no tener nada de “pechonalidad”, no podía pasar por alto que Kanna era bastante hermosa, no puedo culpar a Duke por amarla. El silencio se rompió cuando la misma Kanna se percató de cuanto la veía.

- ¿Se te perdió algo, pequeño Jazz? –Dijo de modo juguetón, poniendo su brazo izquierdo sobre su cintura.

- N-No, nada Kanna, d-d-d-digo, Ama Kanna. S-Sólo veía lo bonita que era. –Dije con algo de miedo, pensando que los cumplidos la calmarían y no sería tan severa conmigo.

- Bueno, no creas que por decirme bonita me calmarás o algo, ya que bueno, yo seré quien te de tu castigo por intentar escapar.

La cagué.

- ¿C-Cómo…?

- ¿Cómo supe lo que pensabas? Tranquilo, no leo la mente, pero no eres el primer pequeño que trata de usar ese truco conmigo, y no serás el primero al que le resulte. –Guiñó un ojo y se rió un poco, a modo de burla. –Voy a cambiarme a algo más… Apropiado, espérame aquí.

Acto seguido se levantó, fue a lo que creo era su bolso y sacó su nueva vestimenta, una que no me dejaría indiferente. Ya la había visto usar un traje de Dominatriz anoche, aunque a decir verdad pareciera que anoche fue hace mucho tiempo, pero ese traje no era como este. La parte de arriba se parecía a una faja por atrás, ya que estaba unida en el centro por unas ligas, dejando ver bastante piel, y su diseño se limitaba a ciertos detalles en rojo. Llevaba unos guantes que le llegaban hasta el codo, uno de ellos parecía tener púas en el antebrazo, y el otro unos broches de metal, ambos con detalles en rojo en los contornos. Tenía colgado del cuello un medallón dorado con una gema roja en el centro, que brillaba bastante. Sus botas de tacón alto tenían las suelas rojas y un patrón de púas en las pantorrillas, similar al de su brazo derecho, le llegaban algo más allá de las rodillas, y del borde sobresalían unas pantimedias de género color negro. Desde luego toda su vestimenta era de cuero negro, no podía ser de otra manera. Si se preguntan por la parte de la entrepierna, eso fue lo que más llamó mi atención, ya que no había nada, tenía su enorme vagina expuesta, y desde luego yo siendo quien soy me fijé más en eso que en todo el conjunto de dominatriz… Y ella lo sabía.

- ¿Puedes dejar de babear? ¡No se supone que disfrutes esto!

- Es… Es que… Y-Yo… -No podía evitarlo, se veía divina, como muchas de las dominatrices que he visto en cientos de vídeos en internet, y obviamente si se viste así no es por comodidad precisamente.

- ¡Pequeño pervertido! Si te castigo así seguro mueres a la primera, déjame ver…

Ella me levantó con una mano de la cama y con la otra tomó su medallón, el cual apuntó a mí, y en unos segundos la luz que emanaba la gema empezó a brillar aún más, cubriéndome entero con su brillo y cegándome momentáneamente. Cuando abrí los ojos de nuevo noté que mi tamaño había cambiado, ya no medía una pulgada, debía tener al mejor unas 4 o 5, miré a Kanna sorprendido, aunque ella se veía bastante complacida.

- ¿Lindo, no? Es un artefacto mágico, Ally lo cargó con el hechizo de cambio de tamaño y me lo dio en un cumpleaños, y ni siquiera tuvo que salir del pueblo para conseguirlo, mira.

Kanna dio vuelta el medallón, y noté que tenía grabado “Bienvenido a Rachelton”.

- Este pueblo está lleno de estas cosas, simples adornos para la mayoría, pero que funcionan en manos de una bruja. Ahora si vámonos.

Acto seguido ella tomó todo mi cuerpo en su puño y caminó fuera del cuarto, en dirección a la habitación de mis padres. Allí fue donde Ally jugó conmigo anoche, y donde le lamí los pies a Jane antes de que todo esto pasara, ya no era la habitación que recordaba y más nunca lo sería, y ahora Kanna se sumaría a la lista de chicas que me subyugaron dentro de ella… O algo así. Kanna subió por las escaleras de caracol que daban al tercer piso, al estudio de mis padres. Eso era algo que en definitiva me impresionó, al igual que Jane y Alfa, ahora yo conocería lo que había dentro del estudio, aquella habitación que nunca nadie más que papá y mamá debían visitar, y que las chicas se cagaron encima de esa regla. Al subir luego de que Kanna levantara la trampilla de la escalera y prendiera la luz noté algo raro, ya que todo a simpe vista parecía un ático como cualquier otro, con cajas en las esquinas, ahí de hecho vi las cajas de los adornos de navidad, también había un pequeño televisor de tubo, un par de sillas y un escritorio discreto con una computadora, todo iluminado por un foco que sobresalía del techo. Nada saltó a mi vista salvo una cosa, toda la habitación era algo pequeña, o bueno, eso me parecía hasta que Kanna presionó un interruptor algo oculto en las maderas de la pared, el cual prendió una luz Led amarilla en la parte sombría de la habitación, dejando ver una pared negra con una puerta del mismo color. Al acercarnos noté que la puerta tenía un candado y un picaporte, aunque ambos abiertos, después de todo Jane había entrado antes. Me llamó la atención las paredes, ya que parecían bastante blandas y sobresalían de la puerta, luego al acercarnos noté por qué, y es que no era pared tal cual, era espuma aislante de sonido, como la de los estudios de grabación. Eso explicaba por qué cuando mis padres subían nadie podía escucharlos, me pregunté la razón desde luego, aunque cuando Kanna abrió al fin la puerta y prendió las luces deseé no haberlo hecho, ya que era mucho peor de lo que pensaba. Vi una mesa metálica rectangular con varios fierros sosteniéndola y sobresaliendo de ella, un inodoro hecho con fierros sin cisterna ni nada abajo, sólo la estructura y la tapa, una silla negra de cuero con un respaldar muy alto, casi como un trono, una jaula de metal grande al lado de ella, una cruz de madera negra en forma de una X como la que vi en Game of Thrones, un armario con ropa de todo tipo, resaltando varios trajes BDSM, un baúl negro de madera con tallados bañados en oro cuyo contenido no me quiero ni imaginar, un caño de metal desde el suelo hasta el techo sobre una plataforma, 2 argollas del tamaño de muñecas colgando del techo por una cadena, una cama matrimonial de sábanas rojas, un gran espejo y un mini bar lleno de vino junto con 2 copas que más parecían cálices. Las evidencias de lo que mis padres hacían aquí eran irrebatibles, y es algo que aunque me cueste quiero olvidar en este momento, pero de momento más miedo me da el hecho de que Kanna me haya traído aquí. Toda la habitación estaba cubierta del mismo aislante de la puerta, a excepción de los espacios donde sobresalían pequeñas luces que bañaban la habitación de forma sutil. El piso estaba hecho de madera pero pintada de gris, y todos los elementos que me rodeaban me gritaban a la cara que si o si iba a morir. Kanna no tardó en sentarse en el trono de cuero, dejándome en el suelo frente a sus botas.

- Muy bien esclavo, escucha muy bien porque no lo pienso repetir, te daré órdenes y tú las obedecerás al pie de la letra, si no lo haces, no puedes o no me satisfaces, tu castigo seguirá hasta que lo logres ¿queda claro?

- Muy claro mi Ama.

- ¡Bien, lo primero que quiero es que te arrastres y lamas la suela de mi bota, ven!

Luego de eso levantó un poco el pie, dejando ver su suela roja, yo no tenía más remedio y simplemente me arrastré como un perro bajo su pie, que era ahora sólo un poco más grande que yo, y empecé a lamer y lamer su asquerosa suela, tragando motas de polvo y tierra en el proceso, algo sumamente desagradable. Seguí así hasta que ella misma dijo “¡Cambio!” y me arrastré de nuevo, esta vez para quedar debajo de su otro pie y repetir el proceso. Todo esto era horrible y humillante, pero yo lamí con todas mis ganas ya que quería que aceptara mi castigo y no hiciera más…

- ¡Oye que mierda estás haciendo ahí abajo, no siento nada!

Al decir eso me presionó contra el suelo lentamente, haciendo que el dolor recorriera todo mi cuerpo. No dejaría que su juego me perturbara así que seguí lamiendo tanto como pude, más rápido esta vez.

- ¡A ESA MIERDA LE LLAMAS LAMER!

Kanna levantó su bota en el aire y empezó a pisotearme con fuerza, dolía como el carajo pero no me causaba ningún daño fatal, aunque si hubiera conservado mi tamaño anterior la historia sería muy diferente. Luego de pisarme más de 20 veces escupió en mi dirección, cayendo mucha de su saliva sobre mi cuerpo, más que nada en mi pecho y cara, para luego bajar su pie una vez más y frotar mi cuerpo contra su suela de un lado al otro, con su saliva de por medio. Al sacar su pie noté que ahora todo mi cuerpo estaba húmedo y sucio en partes iguales, ya que esas sacudidas esparcieron su saliva y mugre de la suela de su bota por todo mi ser. Agité un poco mi cabeza para recobrar el sentido, esperando otra orden.

- ¡Obviamente fallaste, pedazo de basura, ahora ven y quítame las botas!

Vi que sus botas tenían un cierre al lado, pero estaba aún muy alto para mí, el borde medía al menos 4 veces más que yo, así que sólo quedaba la chance de subir. Puse mis brazos alrededor de la bota y traté de escalar, pero luego de unos pocos segundos me resbalaba debido al cuero, lo hice así varas veces hasta que en una, casi a punto de lograrlo, Kanna movió su pie haciéndome caer de espaldas al suelo, causándome un gran dolor en la espalda.

- ¿En serio ni siquiera eso puedes hacer? Si sigues así terminarás siendo mi esclavo personal para siempre, ¿sabías? –Dijo Kanna mientras se burlaba de mí y con un movimiento de mano se quitaba ambas botas, haciéndome sentir increíblemente patético en comparación. Sin dignarse a verme se paró del trono y caminó hacia la caja, y en su primer paso me pisó así sin más. Cuando volvió tenía en una mano unas pequeñas cuerdas, que gracias a unos vídeos sado que vi hace tiempo supe para que sirvieran, y me daban asco. Ella me miró con más maldad de la habitual y procedió a amararme entero de forma muy hábil, atando mis pies, piernas, hombros y brazos tras mi espalda, dejando el último nudo en mi cuello y teniendo el otro extremo en su mano. Luego de eso me dejó colgando mientras caminaba a la cama, me dolía el cuello bastante pero gracias al espacio en el nudo no me ahogué. Al echarse sobre la cama me lanzó hasta el borde, aun sosteniendo la cuerda, y me dijo su nefasta orden.

- ¡Ven a mis pies, esclavo!

La obedecí, no pude caminar así que me arrastré hasta sus pies como un gusano, era tal vez una de las cosas más humillantes que había hecho, pero a decir verdad ya perdí la cuenta, pero al menos llegué en aproximadamente un minuto, el cual ella se mantuvo en silencio, y sólo eso ya me empezaba a asustar.

- Bien, ahora párate.

Eso hice con mucha dificultad, después de todo no podía mover las piernas. En eso de repente y sin advertencia ella jaló la cuerda que tenía cruzando sus 2 pies, dejándome presionado a ellos.

- ¡Ahora sí, lame!

No quería hacerlo, sus pies olían mucho peor que los de mi hermana, y sus pantis estaban súper sudadas, sentía nauseas de solo estar cerca de sus pies.

- ¡Qué lamas! ¡AHORA! –Dijo, tirando más de mí correa.

- ¡Por favor Diosa, no me obligue a hacerlo!

- ¡¿Qué dices?!

- ¡Se lo suplico, haré cualquier cosa, por favor no me haga hacerlo!

- ¡ERES UN PEDAZO DE MIERDA! Salí a correr temprano esta mañana sólo para dejar listas mis pantimedias para ti ¿Y me pagas con eso? ¡LAME AHORA, O TE JURO QUE TE ARREPENTIRÁS DE HABER SUPLICADO POR PIEDAD TAN PRONTO!

El miedo me ganó y comencé a lamer sus pantis. Ella seguía jalándome haciendo que quedara muy presionado contra las plantas de sus pies, eso seguro hacía que el olor fuera así de insoportable. Lamí como un perro, muy rápido por temor a hacerla enojar, fue entonces donde pensé ¿a qué punto he llegado? Ellas me encogieron recién ayer y en mí ya no queda ni una pisca de amor propio. Quiero decir, estoy lamiéndole los pies a una chica que conozco desde hace años, es hermana de uno de mis amigos, ¿y aun así estoy como un perro lamiéndole los pies y empapándome de sudor? Esto era demasiado, y a pesar de que las dosis de Femdom y Pies estaban por los cielos, no sabía ni siquiera si Sonic o Duke pudieran soportarlo, y si era así ¿si tenía sexo yo podría soportarlo? Me habían roto, sólo era un triste pequeño a merced de estas 5 gigantas para lo que desearan, en un Loop virtualmente infinito… Pero luego pensé en escapar, tanto por mí como por mis amigos, no merecían estar en este infierno, y mientras tuviera eso, pueden hacerme lo que quieran, pero lograré escapar.

Lamí como por 15 minutos sus pies sudados hasta que ella rompió el silencio.

- ¡Alto! Lamiste mis pies de una manera formidable, tal vez sea de las mejores lamidas que he tenido… Pero al principio te reusaste a hacerlo, y por ello mereces que sigamos.

Dijo eso entre suspiros, al alzar los pies pude ver que estuvo haciendo durante este rato, se estaba masturbando. Le excitaba el hecho de que estuviera forzado a lamerle los pies, sí que era una sádica. Aun así no me esperé lo que hizo, con una mano me agarró y me dio una mirada muy coqueta, para luego acercarme lentamente a su vagina, no podía creerlo pero iba a ser el consolador de Kanna. Yo gritaba de terror, sabía lo que eso implicaba y, en efecto, que me usara de forma sexual no me estaba excitando, el miedo que sentía era mucho mayor. Cuando mi cabeza tocó sus labios pude sentir un olor fuerte saliendo de su útero, y aunque ya había perdido mi virginidad por los labios de Ally, aún no lo asimilaba, y ciertamente esto era mucho más serio.

- Haz algo útil esclavo, lame mi clítoris…

Me costó debido a la posición en la que me tenía Kanna, pero estirándome lo más que pude logré llegar a su clítoris, que era desde mi punto de vista tan grande como una naranja. Empecé a lamerlo de arriba abajo y por los lados, sentí que ella empezaba a gemir más fuerte por lo que lo estaba haciendo bien, no sé por qué pero me dejé llevar, ya en esta situación era mejor que cambiara mi mentalidad fatalista, así que aproveché y me metí su clítoris en la boca, chupando desde adentro. Esto la prendió aún más, y de golpe me tomó con más fuerza y me metió de golpe dentro de su vagina, donde sus fluidos me empaparon todo lo que llevaba adentro. Ella sacó y metió mi cuerpo una y otra vez, a estas alturas yo también empecé a excitarme un poco, pero en el momento que mi pene empezó a ponerse duro algo pasó.

Por lo que supe Kanna cogió el medallón y volvió a encogerme, esta vez poco a poco mientras seguía usándome como consolador. Cuando tenía el tamaño de 1 pulgada que tuve la mayor parte del tiempo ella llegó al clímax, y una cascada de fluidos vaginales empezó a ahogarme, y como ella aún tenía 2 dedos adentro conmigo no pude salir. No supe mucho más, pero me reduje tanto que terminé ahogándome en el semen de Kanna, así hasta mi muerte.

Desperté sobresaltado al salir de la media de Jane junto con Sonic y Duke.

- Buenos días, gusanos, que tal su ¿noche? Bueno, mejor dicho, ¿qué tal tu mañana, Jazz?

Mis amigos me miraron y yo a ellos, ahora los 3 habíamos sido víctimas de Kanna.

- ¡Parece que Kanna te comió la lengua jajaja!

- Aun así el día sigue, volvamos a lo mismo de antes. –Dijo Kanna, cuya sonrisa seguía llenándome de miedo.

- Pues claro. –Dijo Ally.

Luego de eso cada quien agarró al peque que le pertenecía por hoy, comieron un pedazo de Pizza de anoche cada una y tomaron rumbos separados, y el mío desde luego fue el del segundo piso, aunque Kanna no hizo lo que pensé que haría, simplemente les dijo a Ally y Jane que subieran en 2 minutos a su cuarto, y ella subió al “estudio” para sacar la cuerda con la que me ató antes y volvió a amarrarme, esta vez con una posición clásica del BDSM, con las manos y piernas atadas por detrás de la espalda y unidas en la punta, dejando todo el cuerpo colgado. Agarró 2 cuerdas más y bajó sin decirme nada. Cuando llegó al cuarto no tardé en ver que Ally y Jane ya estaban dentro con Sonic y Duke en sus manos, se los pasaron a Kanna, ella los ató de la misma forma que a mí y se los devolvió. En eso las 3 se echaron sobre la cama y pusieron Netflix, más precisamente una serie llamada Mindhunter, y nos colgaron de sus pies LITERALMENTE. Ataron la cuerda al pulgar de uno de sus pies y quedamos a la altura debajo de sus dedos. Mientras ellas se echaban a ver la serie y nos ignoraban, tuve luego de lo que me pareció mucho tiempo un momento para hablar con Sonic y Duke.

- Chicos, yo…

- No tienes que disculparte Jazz, lo sabes. –Dijo Duke.

- ¡Pero quiero hacerlo! No debí meterlos en mi plan de escape, no sabía el precio que tendría que fracasáramos.

- Jazz… De todos modos ellas iban a torturarnos. –Dijo Sonic.

- Si, aunque si te soy sincero esta para mí no es una tortura. –Replicó Duke.

- Ni para mí.

- Chicos… No me digan que están pensando en…

- No, yo no, solo lo digo por mi fetiche, ¿y tú Sonic?

- Bueno… La verdad…

- ¡DEJEN DE HABLAR, QUEREMOS VER LA SERIE, MEJOR EMPIECEN A LAMER! –Dijo Jane furiosa.

Los 3 nos callamos y empezamos a lamer, y seguimos así unas 4 horas hasta que llegó la hora de almorzar, y gran parte de ese tiempo las palabras de Sonic rondaban por mi cabeza: “Bueno… La verdad…”. ¿Eso significaba que estaba empezando a gustarle todo esto? ¿Ahora él iba a aceptar someterse ante nuestras hermanas? La única certeza que tenía era que cuando pudiera tenía que hablar con él, con todos en general, y ojalá que en el almuerzo haya una oportunidad de discutirlo, ya que si Kidomaru se había rendido, no sabía qué hacer si volvía a caer uno de nosotros…

Parte 11: Hay que hablar con la verdad: by GeaGts

Luego de 4 horas lamiéndole los pies a estas sádicas gigantas, era hora de almorzar, por lo que Kanna nos desató, les pasó a Sonic y Duke a las otras y salieron por la puerta rumbo al primer piso, con nosotros en los bolsillos. Olía a que alguien había pedido comida china, por lo que asomé la cabeza por vara ver que empezaron a repartírsela entre ellas, hasta que oí a Jane gritar “Niñas, vengan a comer”. Poco después Julie, Tamara y Molly bajaron las escaleras.

- Aquí tienen niñas, un Wok para cada una.

- ¿Dónde están los chicos? –Preguntó Tamara, las 5 gigantas se miraron por unos segundos.

- Ya sabemos que los tienen encogidos, sólo queremos verlos y comer con ellos. –Replicó Julie.

- Está bien, pueden almorzar con ellos, pero cuando terminen nos los regresar, y no olviden darles de comer.

- ¡No lo olvidaremos, es más yo lo haré personalmente! –Dijo Molly con una sonrisa tierna de oreja a oreja, aunque sabemos que era más falsa que Half-Life 3.

- Muy bien, aquí tienen. –Dijo Ally mientras cada una sacaba a su pequeño y se los daba a las niñas, quienes nos sostenían entre las 3.

- Hola Oni-Chan, hola chicos, ¿cómo están? –Me preguntó Julie, volteé a ver a Jane un segundo, y su mirada me dijo que responder.

- Pues… Muy bien, gracias por preguntar, linda.

Julie se rió tiernamente y empezaron a subir las escaleras.

- ¡No se olviden de los Woks, niñas!

- ¡Cierto, gracias Jane!

En eso Julie nos metió a los 5 en uno de los bolsillos de su chaleco, el mismo que traía desde ayer, y empezó a subir. Nos sacó para ponernos a los 5 en el suelo, dentro de un círculo que ellas formaron al sentarse.

- ¡Bueno, chicos, a comer! –Dijo Julie emocionada.

- Espera, se me ocurre algo… –Dijo Molly, llenándonos de miedo a los 3 que la sufrimos, mientras Kido y Alfa nos miraban.

- ¿Qué cosa? –Dijo Tammy.

- Que no sea algo muy rudo, recuerda que son pequeños ahora. –Replicó Julie.

- Lo sé, miren,… –Molly susurró al oído de Julie mientras Tammy escuchaba de cerca, vi que las 3 asintieron y Julie fue a buscar unos individuales que pusieron en el piso, levantándonos.

- ¡Por limpieza! –Dijo Tammy, mientras las 3 dejaban caer frente a ellas una buena cantidad de comida frente a nosotros.

Verduras, arroz, fideos, de todo un poco dependiendo del Wok de donde haya salido, montículos algo más grandes que nosotros mismos, por lo que sin pensarlo mucho, por lo que los 5 caminamos al que estuviera más cerca, yo quedé frente a Tammy, Duke y Sonic frente a Julie, y Alfa y Kidomaru frente a la monstruosa Molly, quien les dejó ver su verdadero rostro como un minuto después de que empezáramos a comer, ya que los aplastó junto con la comida con sus pies descalzos, mientras las otras hacían lo mismo con nosotros. Aplastaron bien la comida hasta dejarla casi como pasta, Julie y Tammy no nos pisaron, pero Molly si con mis 2 amigos reducidos, para luego soltar las siguientes palabras.

- ¿Qué pasa? Sigan comiendo, chicos, jijiji.

Era humillante, pero el hambre no nos dejaba hacer otra cosa, así que comenzamos a comer los restos de comida aplastada en sus pies, como perros lamiendo a sus amas. Seguimos así varios minutos mientras ellas hablaban entre sí sin prestarnos mucha atención, hasta que Duke quebró el hielo hablando un poco con Tammy.

- ¿T…Tammy…?

- Que pasa Duke.

- L…Lo siento, no debí haberte dicho lo que te dije, estuvo mal.

- ¡No te preocupes, Jazz ya me aclaró todo, te entiendo!

Duke volteó a mirarme.

- ¿En serio?

- Sí, me dijo que te gustaba alguien más, no me dijo quién pero debe ser muy linda como para que la prefieras sobre mí.

- Bueno, pues si, gracias por entenderlo, Tammy.

- No es nada, jijiji.

Tammy volvió a comer y hablar con las chicas, mientras yo estaba tenso por lo de Duke, él sabía que no rompería mi promesa, y si hice lo que hice fue por él. El sólo volteó y me dijo “gracias”, por lo que supe que este era el momento de hablar no solo con él, sino que con todos.

- Chicos escúchenme, tengo que decirles algo.

- Jazz, ya te dijimos que no fue tu culpa ¿ok?

- Lo sé, pero no es por eso.

- ¿De qué nos perdimos ahora, Duke?

- Bueno Kido, verás… Anoche los 3 tratamos de escapar pidiéndole ayuda a ellas 3.

- Y salió horriblemente mal.

- Me lo imagino, Sonic, no tienes que decirlo. –Dijo alfa señalando sutilmente a Molly.

- Si, pero escuchen, esa fue mi idea, sé que Kidomaru no quiere escapar, pero antes de seguir necesito saber si alguno de ustedes quiere quedarse como está.

Hubo silencio, era una pregunta simple pero ninguno respondió de inmediato, pero para romper el silencio incómodo estaba Sonic.

- Bueno… Tengo que ser honesto con ustedes, creo que quiero seguir así. Bueno, sé que es raro, pero Kido tuvo razón al aceptar, no solo por caliente, sino que esto de cierta forma es asegurar nuestro futuro, de lo que hablabas ¿o no, Duke?

- Pues sí, pero es un precio muy alto para pagarlo, hablamos de que es ser sus esclavos para siempre.

- Pues es un precio al que estoy dispuesto a pagar, sobre todo si significa estar por siempre junto a Jane. Sé que no les gusta, pero esto no tiene nada que ver con nuestra amistad, ellas dijeron que podíamos seguir con nuestras vidas normales luego de esto.

- Por mucho que me duela decirlo… Tienes razón Sonic –Dije.

- ¡Qué! –Dijeron Alfa y Duke al mismo tiempo.

- Créanme, no quiero aceptarlo, pero tiene buenos argumentos, y sobre todo es algo que el mismo decidió, y creo que todos debemos decidir por nuestra cuenta.

- Es algo que cambiará nuestras vidas, Jazz.

- Si Duke, pero no es algo que cambiará quienes somos, somos los Ghoul Hunters y siempre lo seremos.

- ¿Pero por qué dices esto ahora, Jazz? –Preguntó Alfa, a lo que respondí con la verdad.

- Porque quiero escapar yo solo, sin arrastrarlos conmigo.

Todos estuvieron en silencio unos segundos, mirándose entre sí como si estuvieran tardando en procesar mis palabras… Hasta que Duke me defendió.

- Jazz dice la verdad, somos los Ghoul Hunters, y las decisiones que tomemos en la vida no cambiarán eso, Alfa, Jazz, hay que pensar bien lo que vamos a hacer de ahora en más, pero algo es seguro, no importa lo que decidamos, nuestra amistad es hasta el final.

- ¡Sí!

- ¡Es tan fuerte que ya sobrepasó la muerte!

- ¡Sí!

- ¡Y SI ES MÁS FUERTE QUE LA MUERTE, SEREMNOS AMIGOS HASTA EL FINAL!

- ¡SÍ!

Los 5 nos emocionamos mucho con eso, sobre todo yo, sabía todo lo que dijo Duke, pero oírlo gritarlo en vos alta me llenó de alivio y seguridad, ahora sólo debía preocuparme por saber cómo escapar.

Luego de un rato las chicas terminaron sus Woks y nos preguntaron si nos gustó la comida, respondimos que sí para no causar más problemas y ellas alegres nos devolvieron con nuestras hermanas, sólo para despedirse y volver a subir al cuarto de Julie.

- Bueno gusanos, ya que terminaron de comer y nosotras también hay que ir a la piscina, quédense aquí mientras vamos a cambiarnos. –Acto seguido Diane nos dejó sobre la repisa al lado de la mampara que daba al patio con la piscina, estaba alta así que no podíamos saltar para escapar. Nos guiñó el ojo y acompañó a las 4 arriba por las escaleras.

- Bueno… ¿Y ahora qué? –Dijo Sonic.

Los 5 nos quedamos pensando, hasta que Duke volvió a romper el hielo con un chiste. Reímos y pasamos el rato hablando de Anime, sobre todo de los que nos faltaban por ver de la temporada. Fue bueno pasar un rato con la mente en otro lado que no fuera ser el reducido de nuestras hermanas, pero no bajé la guardia, prestaría especial atención a las 5 en esta tarde en la piscina, planearía una buena estrategia, y si o si escaparía de sus garras lo antes posible…

Parte 12: Caos en la Piscina: by GeaGts

Tardaron unos 5 minutos pero al fin llegaron nuestras hermanas, haciendo que nuestra charla se sintiera más corta de lo que fue, pero a decir verdad al verlas olvidé por completo de que habíamos estado hablando, ya que las 5 bajaron por las escaleras completamente desnudas. Mis amigos y yo tuvimos la misma reacción, nuestros penes se pusieron duros como piedra al ver semejante espectáculo, es decir, al frente de nosotros teníamos a la chica que amábamos, 3 de sus lindas amigas (y a nuestra hermana, cosa que no importa comparado con el resto), tal como Rachel las trajo al mundo. Pensé que tardarían en ponerse sus trajes de baño, que bueno que me equivoqué, porque nuestra visión era casi divina, no tomábamos en cuenta lo que había pasado desde que nos encogimos hasta ahora, nuestros ojos estaban enfocados en una parte de todo este deleite, y en mi caso lo estaban el Sheila. No estoy listo para empezar a describir lo hermosa que se veía, ojalá lo esté pronto, pero ya se pueden hacer una idea.

- ¿Qué? ¿No tienen nada que decir? –Dijo Jane.

- Se quedaron sin palabras, jijiji. –Dijo Ally.

- Qué groseros. – Dijo Diane.

La verdad no sabía que otra cosa pensaban ellas que nos pasaría al verlas así, y no solo yo, por lo que seguimos ahí quietos viéndolas, dejando ver mejor nuestras erecciones en el momento en el que Ally nos hizo crecer al tamaño de 3 pulgadas (o un poco menos, creo).

- Como sea, vengan aquí. –Dijo Jane, tomándonos a los 5 en su puño y dirigiéndose junto con las chicas al patio trasero, donde estaba la piscina.

Jane dejó caer a cada uno de mis amigos en las palmas extendidas de sus hermanas, hasta que quedé solo sobre las suyas, viéndola desde abajo con mucho más miedo que nunca, y eso que siempre la he visto de esa forma, pero como la última vez que me tuvo en su poder me mató, y antes de eso igual, las razones para estar espantado sobran. Mientras Sheila, Diane y Kanna entraban a la piscina y Ally colocaba su toalla en el pasto, Jane puso la suya sobre una de las sillas de playa al otro lado de la piscina, para luego echarse boca abajo sobre ella, dejándome sobre su espalda. Acto seguido tomó una botella de protector solar (que ya estaba al lado de la pata de la silla) y la apretó cerca de mí, creando un montículo de crema tan grande como yo a mi lado.

- ¿Qué esperas, esclavo? ¡APLICA!

Su voz resonó dentro de mi cabeza como una advertencia de peligro si no la obedecía, pero si les soy sincero no sabía qué hacer. Es decir, ella quería que le aplicara el protector solar en el cuerpo aun cuando nunca hace tanto sol en verano aquí en Rachelton, y hoy no era la excepción (por lo que era obvio que la muy perra sólo quería molestarme), pero dejando eso de lado ¿Cómo carajos iba a hacerlo? Con las manos ni loco, demoraría una eternidad aun midiendo más que antes, entonces vi con atención la crema, el montículo blanco tenía mi tamaño exacto, por lo que se me ocurrió como hacerlo. Entré en aquel montón de crema blanca por completo, al salir mi cuerpo entero estaba cubierto por ella, y eso sería lo que usaría para aplicársela por todo su enorme cuerpo. Empecé por los hombros, me arrodillé y frote mis brazos y piernas contra su piel desnuda, era resbaloso y estuve a punto de caerme un par de veces, pero logré mantener la compostura y terminar de cubrir el área. Tocaba la espalda, la cual desde mi perspectiva parecía una enorme cancha liza de color piel, la cual sería duro abarcar, pero se me prendió el foco. Tomando un poco de impulso con mis rodillas me deslicé hacia adelante, resbalándome completamente hasta su espalda baja como si de un tobogán de agua se tratase, no negaré que fue divertido, me ayudaba a disfrutar un poco esta nefasta situación al no pensar tanto en ella ni en Jane, por lo que lo hice como 20 veces antes de terminar de abarcar su espalda por completo. Seguí un par de veces más sólo por diversión, hasta que la voz de mi hermana volvió a entrar en mi cabeza.

- Ya fue suficiente, ¡A mí culo!

Sus palabras fueron como arietes derrumbando la puerta de mi fantasía, debía volver a mi mundo real, a mí ahora, a ser su pequeño esclavo. Fui por más crema antes de subir a su nalga derecha, y ya en la cima vería como podía cubrirla con la crema. Era la superficie más complicada de su cuerpo, y como con sus hombros en las curvas sería fácil deslizarme y caerme, pero no tenía otra opción. Empecé a frotar mi cuerpo entero contra la base su nalga derecha, extendiendo los brazos y las piernas lo más posible con el fin de abarcar más terreno sin tener que moverme mucho de la base, aunque en un punto eso se hizo inevitable. Con cuidado me moví lentamente alrededor se su nalga, apoyando mi cuerpo cerca del centro, por momento sentí que me iba a caer, pero ese no fue el caso al final… Hasta que me tocaba su nalga izquierda. Ya sobre ella repetí el proceso, primero con la base y luego con los bordes, pero esta vez algo ocurrió, al perder el equilibrio no pude evitar resbalarme, y de un momento a otro caí hacia la derecha, directo entre sus nalgas. Mientras me deslizaba para salir, noté como Jane se percató de mi humillante predicamento, y luego ella misma lo hizo notar.

- ¡Jajajaja! No puede ser, déjame ayudarte un poco… jijiji.

En eso sus 2 manos se apoyaron a los costados de sus nalgas, pero contrario a mi pensamiento estúpido de que en serio me ayudaría a salir, las jaló por los extremos haciendo que cayera más adentro. Mis esfuerzos por escalar sus glúteos y salir de ahí  se veían mermados tanto por la crema que cubría mi cuerpo y me hacía resbalar como por la propia Jane apretando su culo conmigo en medio, por lo que estaba a su merced hasta que se aburriera, pero ahora que lo pienso ¿no he estado así desde el principio?

Por suerte mi tormento no duró más de 5 minutos (si les parece mucho, yo pensé que siendo Jane me torturaría por 50 mínimo), y ella me sacó y me deslizó por sus 2 piernas, se tomó la molestia de cubrir esa parte del trabajo por mí. Luego me colocó otra vez en sus hombros y dio su siguiente orden.

- Eso no fue gratis, cuando frotes mis pies, hazlo con la parte frontal de tu cuerpo, es una orden de tu Ama.

Ella quería sentirme en sus pies, había tratado de no tocar su piel con mi pene hasta el momento, pero seguro ella lo notó y por eso lo dijo. No tuve de otra, volví a cubrirme de crema y camine por su espalda, culo y pierna derecha, hasta quedar sobre su talón. No quería aplazarlo más, así que viendo fijamente su planta me deslicé por su pie hacia abajo, el contacto hizo que recuperara parte de mi erección (no me culpen, soy humano) y me puse a escalar su planta de nuevo hacia su talón, cosa que me costó debido a que me resbalaba constantemente, y era inevitable que mi pene rozara su planta. Repetí el proceso unas 3 veces hasta cubrir por completo su planta del pie, para luego frotar sus dedos y seguir con su pie izquierdo. Aquí partí primero frotando sus dedos y procedía subir otra vez, deslizándome un par de veces, hasta que en la última me detuvo entre sus dedos, más precisamente atrapando mi pene en la bajada entre 2 de ellos. No dolió para nada, por el contrario me hizo recuperar completamente mi erección inicial (no soy un monstruo, ella sí), y mientras yo estaba rojo de vergüenza, ella reía burlándose de mí.

- ¡JAJAJAJA! Bueno, ya fue suficiente, solo has hecho la mitad del trabajo, bicho.

En eso se dio la vuelta y colocó más crema sobre su pie, un poco más arriba que sus uñas. Esta vez tuve que abarcar sus pies por arriba, sus piernas, su abdomen y sus tetas, cosa que no me terminó de gustar tanto como su espalda ya que no era tan divertido, y para nada excitante ya que ella me veía constantemente con una sonrisa de victoria en su rostro, al tener a su pequeño hermano-bicho a su merced aplicándole protector solar.

- Bien esclavo ya cumpliste tu tarea, ahora puedes jugar.

Mientras decía eso me tomó fuertemente con su puño y me lanzó a la piscina. Caí en el agua violentamente, con un gran dolor en todo mi cuerpo, pero seguía en una pieza. Pataleé como pude mientras veía a mi alrededor, las chicas nadaban a lo lejos y se echaban agua entra ellas, eran Sheila y Diane, pero ¿y Kanna? En serio me hubiera gustado no haberme preguntado eso.

Mientras la buscaba noté su figura al otro lado de la piscina nadando rápido hacia mi dirección, y aunque no lo veía con claridad debido a la distancia, ese medallón dorado y su cabello violeta la delataban. A la mitad de camino noté que no llevaba sus gafas y, lo más importante, estaba nadando hacia mí con la boca abierta. Ya había pasado por mucho como para saber lo que eso significaba, y que aquella visión me recordara al poster de Jaws del 75 con la banda sonora de John Williams sonando de fondo no me ayudaba a pensar en otra cosa más que en lo obvio, Kanna me quería comer. Traté de nadar a un lado para esquivarla, pero ya era tarde, sus labios estaban muy cerca y en sólo un segundo ya me hallaba dentro de su boca. Ella ya me mató hace rato, y no quería que pasara otra vez, menos siendo devorado, por lo que con toda la energía que me quedaba procuré quedarme sobre su lengua, alejándome de su garganta lo más posible. Así pasaron unos turbulentos 2 minutos hasta que Kanna por si sola me escupió, y quede otra vez flotando en el agua. Limpié un poco mis ojos para ver que las 3 me rodeaban, Kanna riendo bastante, Sheila algo apenada al ver mi rostro cansado (o creo que por eso tenía esa expresión en el rostro, eso espero), y Diane mi miraba con un poco de condescendencia.

- Kanna, encógelo a él también, creo que merece descansar un poco.

En eso Kanna me encogió con su medallón, debía medir medio centímetro o incluso menos. Vi como Sheila y Kanna se alejaban un poco, hasta que Diane gritó “Jane”. A lo lejos vi como mi enorme hermana se acercaba, y aunque aún tuviera fresco el bloqueador, saltó a la piscina justo sobre mí. El impacto me hundió en lo que para mí serían varios metros, abrí los ojos bajo del agua y vi cerca mío la vagina de Diane, y al voltearme a mi hermana, la cual se acercaba a una velocidad terrorífica. Evalué mis opciones, una de ellas no era quedarme aquí merced de Jane, tampoco podía nadar a la superficie, con mi tamaño me ahogaría antes de lograr subir, si es que mi hermana no me atrapaba antes, por lo que tomé medidas desesperadas y nadé hacia la enorme vagina de Diane, ya que ahí Jane no podría seguirme y tendría el suficiente aire para respirar. Pasé por sus labios sin mirar atrás hasta que por fin entré en su vagina, había suficiente aire y no se movía tanto como pensaba, aunque a veces la posición vertical me dificultaba el equilibrio. Mientras Diane nadaba aproveché de caminar sobre sus paredes vaginales, hasta que me topé con su cuello uterino, había llegado al fondo… O eso creía. De pronto de dentro de su útero salió Kidomaru, Alfa y Sonic, y diciéndolo así me doy cuenta que fue tan loco como suena.

- ¿Jazz…? –Dijo Sonic.

- ¿Chicos, que hacen aquí?

- Diane dijo que nos habíamos cansado y nos metió aquí hace rato. –Dijo Kidomaru.

- ¿Y Duke?

- Creo que no lo quería que entrara con nosotros, y me cambió por el con Ally. –Dijo Alfa.

- ¿Y se metieron en su útero por qué…?

- Ahí el terreno es más estable y el agua no se filtra, ven.

Luego de un par de segundos los seguí, y juntos entramos por el cuello uterino de la enorme Diane, hasta quedar dentro de su útero. Estaba oscuro y olía más fuerte que antes, sin embargo al sentarnos noté que en efecto era un sitio más estable. Los 4 nos sentamos a hablar de lo que sea por varios minutos, Alfa me dijo que estuvo aplicándole loción bronceadora a Ally de una forma parecida a lo que yo hice con Jane, algo que por alguna razón nos resultó hilarante, como si de hablar de una comedia se tratara. Estos momentos con ellos siempre me levantaban el ánimo, aun cuando había pasado por tormentos tan monumentales como los que pasé, y ellos se sentían igual, nuestros lazos como amigos iban más allá de todo, a pesar de la decisión que tomaron Sonic y Kidomaru.

Alrededor de una hora después sentimos como la vagina de Diane se agitaba, parecía como si nos quisiera sacar, y no estábamos en la posición de oponer resistencia, por lo que los 4 nos salimos de su útero y caminamos por su vagina hasta la mano que se asomaba, mano que al sacarnos del agua vimos que era nada más ni nada menos que la mano de Sheila. Quien nos veía con una sonrisa en su rostro. Esto me confundía mucho, pero no podía hablar con ella ahora, después de toda la hora de la piscina había terminado. Debían ser como las 4 de la tarde, las chicas se pusieron sus toallas y entraron a la casa. Cada una con el pequeño en turno en su mano. Yo subí con Kanna hasta el “estudio” del tercer piso, y me dejó sobre la cama.

- Volveré en un rato más esclavo, recuerda que tu castigo continúa, espérame de rodillas hasta que regrese.

En eso me arrodillé y vi cómo se iba del cuarto, luego de sentirla bajar las escaleras me eché sobre la cama ¿no es como si se diera cuenta de que me acosté, verdad? Traté de perderme en mis pensamientos pero fue inútil, estaba muy cansado, por lo que empecé a tomar una siesta, tratando de no dormirme y quedar alerta a cuando Kanna volviera por mi castigo…

B-Side #003: El Lado de Kanna: by GeaGts

¡¿Qué tal?! Ally me dijo que hablara de esto así que qué más da. Soy Kanna, 17, de ascendencia Japonesa, con lentes y de cabello violeta, no importa si nací con el pelo negro, es violeta ahora ¿ok? Bien, sigamos. Mis abuelos se mudaron de Osaka a Estados Unidos años después de la segunda guerra, luego de que Japón fuera invadida comercialmente por toda la cultura estadounidense y las rencillas se habían disipado lo suficiente, aunque creo que en el fondo no lo superaron. Allí tuvieron un hijo quien se enamoró de una compañera japonesa en los 80’s durante la universidad, y de eso salimos años después mi hermano Koichi y yo. Nuestros padres quisieron que no perdiéramos nuestra cultura y nos enseñaron todo, ya desde pequeños ambos hablábamos japonés fluidamente, y en nuestra casa era el idioma que se hablaba. ¿Por qué les digo todo esto? Bueno, resulta que aunque nos gustaba nuestra herencia cultural, que nuestros padres lo forzaran tanto terminó por fatigarnos desde niños, y empezamos a buscar nosotros nuestra cultura en lo que nos llamara la atención, en mi caso eso fue el Anime. Durante una hora en un bloque en el cable  cada día veía sin falta varios Animes tanto viejos como los que no lo eran tanto, desde Sailor Moon (mi gran favorita) hasta Dragon Ball y Naruto, ese no lo veía mucho, pero de vez en cuando mi hermanito lo veía de reojo hasta que le fascinó, tanto así que quería que lo llamaran Kidomaru en honor a un personaje de Naruto. Koichi era muy fastidioso pero mis padres querían que nos tratáramos con respeto, por lo que si venía a ver anime conmigo no lo podía echar, cosa que me molestaba cada vez más. Recuerdo una vez que dieron 2 episodios especiales en el bloque, uno de Doraemon y otro de Sakura Card Captors, no recuerdo muy bien la trama pero en uno los chicos se encogían y veían a Shizuka gigante comparada con ellos, y en el otro Sakura crecía a un tamaño gigante literalmente. Parece que eso influenció a mi hermano a desarrollar su fetiche de gigantas en el futuro, que se yo.

Con el tiempo descubrí el Anime en internet, y con él un mundo nuevo que hizo click conmigo instantáneamente, el Hentai. Vi mucho en aquellos años, más que ahora, pero el que más me llamó la atención fue Discipline, una serie Femdom que me metió en aquel mundo por primera vez, y que me fascinó al instante. Luego de unos meses viendo mucho Hentai mi madre me pilló, y conservadora como ella sola me prohibió el libre acceso a internet en ese tiempo, por lo que me quedaba sólo ver la tele y leer mucho, mi amor por la lectura nació a raíz de eso por lo que no todo fue malo. Todas estas experiencias me hicieron alguien bastante tímida en el exterior, más por presión que por gusto, pero en el fondo era una sádica pervertida, y a mucha honra.

En la escuela conocí a quienes son mis mejores amigas: Diane, Sheila, Jane y Ally, siendo estas últimas 2 mis mejores amigas, ya que compartían varios de mis gustos pervertidos, sobre todo Jane, de la cual poco a poco comencé a sentir más que sólo amistad. Ally por su lado no se quedó atrás, supimos que ella era una bruja y que encogía gente para su placer desde que era niña, así que la convencimos de unirnos a sus juegos. Desde ese momento mi vida cambió, jugar sádicamente con pequeños era fabuloso, tanto que Jane y yo empezamos algo llamado “la colección”, algo que mejor no detallo porque podría hablar por horas y no quiero irme por las ramas. Si se preguntan si hice algo más con Jane pues sí, claro, le dije que sentía y ella dijo sentirse parecido, lo hicimos por primera vez, y aunque ya había tenido sexo con chicos antes, creo que con Jane fue la primera vez que hice el amor. Pero no me encasillen, no soy lesbiana y ella tampoco, más bien somos bisexuales, o Queer si cabe, hacemos lo que se nos da la gana.

Como sea, hace poco surgió la idea de encoger a nuestros 5  hermanos menores, algo raro en un principio pero que me encantó al final, ya que ellos pasarían a ser nuestros esclavos para siempre, y gracias al hechizo de Ally de crear un Loop temporal podríamos jugar con ellos tan fuerte como quisiéramos sin temor a matarlos, es más, yo misma los mate a casi todos varias veces antes de lo que les contaré ahora. Resulta que Duke, Sonic y Jazz (apodos de los hermanos de Diane, Sheila y Jane) trataron de escapar la primera noche, y tocaba castigarlos, siendo yo la encargada de Jazz.

En la mañana calenté un poco sudando mis pantimedias para él, quería humillarlo pero no tanto como lo haría esa noche, terminé torturándolo con mis pies y usándolo de consolador hasta encogerlo hasta su muerte ahogado en mis jugos. Lo encogí con un medallón que me dio Ally que tenía ese hechizo grabado, por lo que podía usarlo sin ser una bruja. Ally es muy buena amiga, bueno, todas lo somos con todas, sabemos nuestros gustos y nos hacemos regalos mutuamente todo el tiempo, Ally me dio el medallón y Jane mi primer traje de Dominatriz, y yo no me quedé atrás dándole a Jane a mi “Collin” para su cumpleaños hace un par de años, y a Ally acceso completo a los archivos de mis padres, quienes son policías federales. Esos datos sí que nos ayudaron mucho, jejeje.

Luego de la muerte de Jazz recuerdo haberme pajeado otra vez con el ahogado en mi vagina, y al sacar mis dedos vi que quedó pegado en mis fluidos, por lo que me lo comí ya estando muerto y le dije a Ally que regresara el tiempo. Luego comimos y fuimos a la piscina, pero a partir de ahora el resto del día era privado, sólo para nosotras con nuestro peque diario, aunque antes de eso hice algunos ajustes, jeje.

Agrandé a Jazz a 5cm y le dije que me esperara arrodillado en la cama mientras bajaba, obviamente no lo hará así que tengo una excusa más para castigarlo (aunque hablando con la verdad, lo haría de todos modos). Baje a buscar a Jane quien estaba ahora sólo vestida con una blusa negra y nada más, viendo vídeos en YouTube sentada encima de Duke, a quien tenía que castigar hoy, para proponerle algo.

- ¿Quieres que castiguemos a los chicos juntas?

- Pues claro, a ti te encanta castigar a Jazz y es obvio que Duke está enamorado de mí, no soy estúpida, ¿me oyes, pequeño?

- Mmm, se está retorciendo mucho bajo mi culo, tomaré eso como un sí.

- ¿Y bien?

- Ammm, ok, pero no los matemos, quiero disfrutar toda la noche si es posible, jeje.

- Ok, ¿y ahora?

- Tú trae al gusano aquí y planeamos algo, subimos después de comer.

Y eso hice, cuando regresé al calabozo en efecto Jazz estaba acostado sobre la cama, y el muy imbécil al verme llegar se arrodilló, ¡Jaja! Me divertiré un poco con él.

- ¡ESCLAVO INÚTIL! ¡¿TANTO TE COSTABA QUEDARTE DE RODILLAS?!

- L… Lo siento, ama Kanna.

- Que mierda que eres, encima creíste que no me daría cuenta ¿qué clase de idiota crees que soy?

- N… Ninguna a-ama Kanna, en serio lo siento, perdóneme.

- No me importa lo que sientas, insecto, sólo espera que ya voy a castigarte.

Acto seguido me di la vuelta para ponerme mi traje otra vez, de vez en cuando volteaba a ver a Jazz, quien temblaba de miedo literalmente, ya tenía más que claro qué clase de monstruo soy, y no se esforzaba por disimular su terror. Al terminar de cambiarme lo tomé en mi mano para dictar su sentencia.

- Te toca tu castigo, pequeño insecto, o bueno, parte de él. Como soy generosa empezaré por algo suave, ya conociste mi vagina, mi boca, mis pies, pero falta otro lugar especial el cual debes conocer, adivina cual es, jejeje.

Luego apunté su cabeza a mi culo, veía como lloraba y suplicaba, estaba desesperado, y cada vez chillaba más con forme lo iba acercando a mi ano. Cuando su cara quedó a milímetros de mi ano no tardé en soltar el gas que me estaba aguantando, y en reír como loca. Al pequeño Jazz le lloraban los ojos, era como si le hubiera llegado una bomba lacrimógena, aunque creo que en su tamaño actual esto era mucho peor. Pasé su cara por los bordes de mi ano, y lentamente lo introduje dentro. Sus gritos se ahogaban con forme entraba más y más en mi culo, hasta que quedó atrapado por completo. No me imagino el olor infernal que debía tolerar, por suerte pocas veces paró de retorcerse, y que bueno porque no quería matarlo tan pronto. Bajé y me senté junto a Jane mientras veíamos YouTube juntas y luego algo de Anime en Netflix, ella no era muy fan pero si ella me hacía ver esos Doramas aburridísimos, yo la haría ver Baki o lo que se me venga en gana. Seguimos así varias horas hasta que Ally trajo unas hamburguesas para que comiéramos. No me juzguen, si hay un Loop temporal que nos regresará al día en el que estábamos en forma, comeríamos cualquier cosa sin temor. Ally me dijo que Sonic ya se había sometido, por lo que mi hermanito y el de Sheila ya eran oficialmente nuestros esclavos, y en serio me alegraba que nuestro plan haya tenido resultados tan rápido, y me preguntaba quién sería el último en caer.

Durante esas horas sentía que Jazz se movía dentro de mi culo, creo que no pudo descansar ni un solo momento, y que bueno porque si pensó que eso era malo, no me imagino que sintió con lo que vino después. En un momento Jane siguió mi juego y me pidió que agrandara a Duke a 5cm, yo lo hice y vi como su pene se ponía duro sólo con el hecho de tenerlo en mi palma. No negaré que era algo lindo, pero no dejaba de ser un bicho patético. Jane se lo puso en el culo como yo hice con su hermano, y aunque no haya pasado tanto tiempo dentro como Jazz, no dudo en que si sufrió. Ya en la noche nos pusimos a ver algo de Hentai en la cama de su cuarto, pero sin tocarnos, eso era para después, nos preparamos y subimos al calabozo del tercer piso. Lo que pasó luego fue mágico, no sé si pueda expresarlo correctamente en palabras, pero fue una de las mejores noches de mi vida, y una de las peores para Jazz, eso seguro. Pero bueno, mi historia sigue, y no solo la mía, la de las 5, nuestra misión era que nuestros hermanos se sometieran ante nuestro poder, y de momento 2 ya lo habían hecho ¿Cuánto creen ustedes que tardaron los demás? ¿O si algunos nunca se sometieron? Ah bueno, como sea si estás viendo esto ya lo sabes. ¡Sayonara!

Parte 13: Tortura Doble: by GeaGts

Esto era francamente inhumano. No mentiré, las horas en las que estuve en el ano de Kanna fueron las más largas y tormentosas de mi vida, es sufrimiento que llenaba mi cuerpo era indescriptible, por no decir que nunca antes me sentí tan humillado en mis 15 años de vida. De vez en cuando Kanna apretaba su esfínter para causarme dolor, uno considerable menor al dolor emocional que sentía incrementarse con cada minuto que pasaba. Debieron ser como 4 horas, pero sufrí como si fueran 4 días o incluso más. ¿Hablé ya del olor? No se imaginan como olía, la parte tormentosa de mi martirio se debió a la tormenta de mierda que sentía entrar por mi nariz, de vez en cuando Kanna se tiraba un pedo, sentía como vibraban sus paredes, hasta que aquel nocivo gas me cubría por completo, sobre todo mi cara gracias a la posición en la que fui introducido, era como respirar veneno, pero no el suficiente como para morir, lo que empecé a pensar que era peor.

Aquella parte terminó de golpe cuando sentí como Kanna me estaba cagando “Literalmente”, apretaba su recto y yo empezaba a salir rozando su piel, hasta que caí sobre la cama. Era la cama del “Estudio” de mis padres, una habitación que olía a sexo por todos lados, y aquello fue un manjar, era como respirar por primera vez, ya empezaba a olvidar como olía el mundo fuera del culo de Kanna, y por unos pocos segundos, me sentí feliz y libre, algo completamente ajeno a mi situación actual. Vi que en la cama a mi lado estaba Duke, ambos nos vimos a la cara destrozados, y no hicimos más que abrazarnos entre lágrimas, y no era para menos, al voltear ligeramente la mirada noté que Jane estaba completamente desnuda y que Kanna aún seguía con su traje de cuero, pero ambas se estaban riendo de nosotros ¿tan patéticos éramos? Pues claro que sí, y llegaríamos a más.

- Ok gusanos, la parte linda de su castigo se acabó, ahora las 2 vamos a castigarlos, jejeje.

Las palabras de Kanna fueron puñaladas a mis esperanzas, si esa fue la parte buena del castigo, no sabía que podría ser peor.

- Los conocemos, no crean que no, sabemos de sus fetiches y queremos llevarlos a su máxima expresión para que no vuelvan a sentir el placer de igual manera nunca más, pero para que vean que no somos tan malas les propondremos algo. Diles Kanna.

- Verán, esta noche uno de ustedes vivirá y el otro morirá, y eso no lo decidiremos nosotras, lo hará el primero que decida voluntariamente ser nuestro esclavo para siempre.

Duke y yo quedamos impactados ¿Qué no les bastó con convertir a Sonic y Kidomaru? Querían a 2 esclavos nuevos en menos de un día, y aunque estaba roto emocionalmente luego de mi encuentro anal con Kanna, sabía que tenía que aguantar. Por su lado no sabía que pensar de Duke, ha pasado por tantas cosas desde que nos encogimos que ya no sé lo que pueda pensar, al verlo veía preocupación en su mirada, pero nada más, sus expresiones estaban frías, casi tanto como las mías, y luego de lo que sufrimos no puedo culparlo. Ambos cruzamos miradas, y no negaré que empecé a soltar algunas lágrimas, luego el también, ya que aunque no podíamos leernos la mente, ambos sabíamos que (lo queramos o no), luego de esa noche todo cambiaría para siempre.

- ¿Les gusta la idea pequeños, o hacemos otra cosa? –Dijo Jane, riéndose jactanciosamente.

Las emociones desgarradoras embargaban nuestros cuerpos en ese momento, no pensábamos con claridad, así que se los dijimos.

- Por favor Ama Kanna, no lo hagan.

- Ya fue mucho, necesitamos descansar, por favor Ama Jane.

- ¿Qué no les bastó el descansar por horas en nuestros culos? Por favor. –Dijo Jane.

- ¿Y así quieren convencernos? Mejor empiecen a suplicarnos de rodillas, insectos. –Dijo Kanna.

Sin pensarlo mucho, rompimos en llanto y las obedecimos sin más. Partió Duke y yo lo seguí.

- ¡POR FAVOR AMAS! ¡SE LOS SUPLICO! ¡DETENGAN ESTO! ¡¿ACASO NO FU YA SUFICIENTE CASTIGO?! NOS TIENEN DE RODILLAS ANTE USTEDES, POR FAVOR, YA NO QUEREMOS MÁS… ¡NO QUEREMOS SUFRIR MÁS!...

- ¡SE LOS RUEGO AMAS! ¡POR FAVOR DETENGAN ESTA LOCURA! ¡AMA JANE SOY TU HERMANO! ¡¿CÓMO PUEDES SEGUIR TRATÁNDOME DE ESA FORMA?! ¡YA SUFRIMOS MUCHO! ¡FUIMOS CASTIGADOS TODO EL DÍA! ¡SÓLO LES PIDO UN POCO DE PIEDAD, POR FAVOR!...

Hubo un pequeño silencio, el cual ambas rompieron violentamente en segundos con sus carcajadas.

- ¡JAJAJAJAJAJAJAJAJA!

- ¿A eso le llaman rogar? Otros chicos antes de ustedes suplicaron 10 veces más duro.

- ¿Y qué es eso de que eres mi hermano? ¡Mírame, yo no sería hermana de un insecto como tú! ¡JAJAJA!

- Ustedes son patéticos, los 5 los son, pero al menos 2 de ustedes ya aprendieron cuál es su lugar en este mundo, servirnos de por vida.

- ¿Y quieren saber una cosa, pequeños? No importa cuánto lloren o supliquen, eso solo logrará que nos divirtamos más con ustedes, ya que van a terminar siendo nuestros esclavos por su propia voluntad, porque en su vida no habrá ninguna preocupación más que la de satisfacernos por el resto de sus días.

- Así es ¿empezamos querida Jane?

- Creí que nunca lo pedirías, querida Kanna.

Jane me apuntó con su anillo que era lo único que tenía, el cual empezó a brillar hasta que crecí un poco más, no tanto como para doblar mi estatura actual, pero si lo suficiente como para sobrepasar un par de cabezas a Duke, debía tener unos 8cm te altura. Estaba claro que al igual que Kanna, Jane tenía otro amuleto mágico, en este caso un anillo, y el mismo que veo que casi siempre usa. Luego hizo lo mismo con Duke, quien mediría casi unos 9cm. Pensé por un momento que, siempre que Ally nos encogía (y cuando Kanna me encogió) al juntarnos los 5 teníamos la misma altura, cosa rara ya que en términos normales los 4 son más altos que yo.

- Listo, ahora miden 1/18 de su altura original, aunque en ese entonces seguían siendo patéticos, jajaja.

Ya veo, a diferencia del medallón y la magia directa de Ally, el anillo de Jane no encogía a una medida exacta, lo hacía por fracciones, pero ¿por qué? Y otra pregunta ¿Por qué estaba pensando en eso? La respuesta de tan simple era triste, no quería pensar en el tormento que se avecinaba.

- ¿Lista Jane?

- Nací lista, linda.

- Lo sé, jiji.

Kanna se había quitado sus botas de cuero, dejando sus pantimedias visibles en su eternidad, unos recuerdos que pretendía borrar de mi memoria. Las 2 nos tiraron al piso y se sentaron en la cama, sonriendo por lo que estaban a punto de hacer. Kanna levantó su pie y lo puso sobre mí, medía un poco más del doble que yo y olía como el demonio (algo que ya sabía) pero no me aplastó, creo que quería que derramara las pocas lágrimas que me quedaban antes de subyugarme a tal nefasto destino, cosa que rindió resultados. Lentamente me aplastó con su pie izquierdo, presionando con toda la fuerza de la que era capaz, y causándome un dolor inenarrable poco a poco. Luego levantó su pie y repitió el proceso con el derecho, aunque lo bajó un poco más rápido, algo casi imperceptible a la vista a menos que seas de mi tamaño, ya veía por donde iba la cosa, y no me gustaba. Me aplastó, levantó su pie y repitió con el izquierdo, no solo el tiempo de las pisadas se reducía con forme mi castigo avanzaba, sino que el espacio entre pisada y pisada se hacía más corto. Sus piernas tomaban velocidad poco a poco, hasta que las pisadas se transformaron en pisotones de Trample puro, y el dolor aumentaba incluso más rápido. Me dolía todo, tosía y seguro llegué a sangrar (eso no lo recuerdo), pero tengo claro por sobre todo lo demás que eso no sería lo peor.

Kanna cambió de asiento, y ahora Jane seguiría con mi sesión particular de tortura de pies, pero ella no empezó lento, no señor, fue incluso más rápido que Kanna. Sus pies descalzos también dolían mucho más que los de Kanna envueltos en sus pantimedias, sentía el contacto de los pies de mi hermana sobre mi cuerpo aplastándome cada 2 segundos, cada 1 segundo, e incluso cada medio segundo. Poco a poco empecé a dejar de sentir dolor, ya había dañado tanto mis nervios que no podía sentirlo, solo veía apenas como sus pies me pisoteaban como un insecto, que según ellas era lo que soy ahora, y ya no puedo culparlas de pensar eso, ya que me sentía más patético que un bicho aplastado. De pronto Jane dejó de aplastarme, el dolor volvió de golpe y solté un grito tan débil que ni yo mismo se si lo grité en vos alta. Ambas nos dejaron nuevamente en la cama, Duke se veía horrible, aunque no sé si tanto como yo, no tengo idea de lo mal que me dejó la sádica de mi hermana. En eso ambas gigantas se subieron a la cama y extendieron sus pies, lo veía venir pero estaba muy débil como para resistirme, y más temprano que tarde me hallaba presionado entre el pie izquierdo de Jane y el pie derecho de Kanna. Ellas movían sus piernas constantemente, tanto para levantarnos un poco en el aire y que siguiéramos en nuestro lugar, como para ejercer más presión sobre nosotros. Quería gritar, pero tener el enorme pie de Kanna tapándome la boca no me lo permitía. El dolor se prolongó así por varios minutos, no tantos como los del pisoteo, pero si por un tiempo considerable. Yo dejé de sentir dolor otra vez, estaba simplemente esperando a morir aplastado entre esos 2 pies en cualquier momento, pero algo más pasó. La presión se detuvo y caí sobre la cama boca abajo, no podía moverme y apenas veía algo, pero lo que oí terminó de desgarrarme.

- ¡¿Qué quieres?!

- Me… Rindo.

- ¿Cómo dices, no oí bien?

- ¡ME RINDO! No puedo más, no puedo ni hablar… Me rindo… Seré su esclavo por siempre… Sólo paren…

- ¡Genial! Sabía que entrarías en razón, ahora te toca descansar un poco.

Kanna se quitó una pantimedia y metió a un adolorido Duke dentro, mientras lentamente colocaba su pie otra vez. Veía como mi amigo sobresalía debajo de su planta, y como les dije no pude culparlo, porque ni yo mismo sabía con seguridad si, de poder hablar, habría cedido.

Sin pensarlo mucho Kanna y Jane empezaron a besarse, ¿eran lesbianas? Nah, no traerían chicos a casa tan seguido para coger de ser así. ¿Bisexuales tal ves? Ya no se ni me interesa, ni siquiera sentí cuando Kanna me metió dentro de la vagina de Jane como si fuera un Dildo, mientras empezaban a hacer tijeras. Siguieron así un rato, al menos ellas lo disfrutaban. Yo sentía que me desmayaría en cualquier momento… Pero no fue así. Salí de la vagina de mi hermana mayor junto con su corrida, quedando en la cama empapado de sus fluidos, muchos dentro de mi boca, y no podía más.

- Ya ha tenido suficiente, ¿lo liberamos, Jane?

- Creo que sí, soy sádica, no malvada.

- En ese caso…

Kanna me levantó y me metió en su boca, me chupaba junto con el semen de mi hermana, que era lo que ella realmente estaría buscando, y siguió hasta dejarme limpio. Entonces mientras me sostenía se sacó su otra pantimedia y me dejó caer dentro de ella mientras metía su pie… Pero se detuvo. Vi a través del Nylon que me mi hermana le tocó el hombro y le dijo algo que no pude escuchar, ya ni podía oír, entonces Kanna simplemente me dejó dentro de su bota cubierto por su pantimedia a modo de manta o saco de dormir. Ya casi no sentía dolor, no podía moverme, sólo estaba muy cansado y algo extrañado de eso último que pasó, pero sin dudas el agotamiento era más fuerte, y caí dormido en unos segundos luego de haber sido introducido dentro de la bota de Kanna…

Parte 14: Calma después de la Tormenta: by GeaGts

Aunque no lo crean no morí durante la noche, desperté aun dentro de la bota de Kanna, y para mi sorpresa, sin dolor alguno. Aquellas terminaciones nerviosas que resultaron dañadas, aquellas heridas y moretones que cubrían mi cuerpo, y sobre todo, aquel dolor infernal ya no estaba, es más, me encontraba realmente bien y sano, más de lo que alguna ver recordé haber estado, a pesar de estar rodeado por el fuerte olor a pies de Kanna, claro. Fue ahí donde me puse a recordar la noche anterior, no tenía muy clara la visión de lo que ocurrió, pero si ciertas cosas: Que ambas me pisotearon, quedar atrapado por horas en el culo de Kanna, ser aplastado entre medio de sus pies, ser usado como juguete sexual en un tijeretazo sin precedentes hasta el punto que mi boca se llenó de los fluidos de mi hermana (que por cierto, esos sí que aun los siento en mi boca, sabían muy fuerte), y sobre todo recuerdo 2 cosas, que Duke se rindió ante la esclavitud, y que por Jane no pasé la noche en la media de Kanna al igual que mi amigo, aunque no se bien por qué fue.

De pronto la bota se levantó en el aire y sentí como se movía todo a mí alrededor, parece que una de las chicas la agarró y salía del estudio con ella en la mano, presuntamente bajando al segundo piso. Entonces la bota se dio vuelta y caí sobre la enorme cama de mi hermana en su enorme cuarto, para ver luego que mis pequeños amigos estaban cerca, todos con tamaños distintos pero igual de desconcertados que yo. Antes de que pudiéramos hablar, nos interrumpió Ally.

- ¡Hola Esclavos! Hoy va a ser un gran día, les contaré luego como va a ser todo, pero antes Sheila y Diane me pidieron que les diera de comer, así que…

En eso Ally conjuró con su muñeca lo que parecía un hechizo, y en la palma de su mano apareció un pequeño recipiente de plástico con lo que parecía cereal de maíz con leche. Luego de todo lo que comí hasta ahora desde que me encogí, esto sin dudas era lo más sabroso que veía. No contaré las pizzas ya que por esas pequeñas hijas de puta es que estamos así.

- ¡Wow! ¿Puede crear comida de la nada Ama Ally? –Dijo Kidomaru, sacándome un poco de onda ya que no me había acostumbrado aun a su personalidad de esclavo.

- ¡Claro que no tonto! No puedo crear cosas de la nada, Sheila lo hizo abajo y yo sólo lo traje con un hechizo de desplazamiento.

- Debe ser muy útil. –Dijo Sonic.

- Claro, sobre todo cuando pierdes algo, siempre que pierdo las llaves sé cómo encontrarlas, jeje. En fin, desayunen que nos vamos en media hora.

Acto seguido Ally dejó el cuenco sobre la mesita de noche y procedió a salir del cuarto, pero poco antes de hacerlo se dio media vuelta y nos miró.

- Mmm… Cierto.

En eso nos hizo crecer hasta 10cm, lo más que habíamos tenido hasta ahora desde que nos encogimos, y nos tomó con ambas manos para dejarnos en la mesita de noche.

- Ahora sí, no se demoren esclavos. –Guiñó un ojo y se fue.

En eso los 5 nos acercamos al cuenco y empezamos a tomar, era extraño, como comer y tomar del borde de una piscina, pero era lo mejor que habíamos comido en días así que no nos quejamos y simplemente disfrutamos de la paz momentánea que nos brindó Ally… Esperen… ¿Nos dio algo de paz? Eso me parecía raro, y no tardé en hacérselos saber a mis compañeros.

- Chicos.

- ¿Si Jazz?

- No es raro que… Ya saben… ¿Ally haya sido tan amable?

- A mí no me parece raro, ella nos dijo que todo sería mejor si aceptábamos ser sus esclavos ¿no? –Dijo Sonic.

- Bueno… Sí, pero sigo sin sentirme bien al respecto.

- Te entiendo. –Dijo Kidomaru.

- ¿A sí? Pero si tú fuiste el primero en rendirse ante ellas.

- Aceptarlo, y no es por eso, es por lo que dijo Sonic. Yo me rendí antes de que empezaran a “jugar” con nosotros, y creo que he sufrido mucho menos que ustedes por lo mismo, ayer Diane me trató muy bien y Kanna no fue tan ruda antes de eso, sin mencionar que pasé un buen rato en la vagina de mi amada Ally…

- ¿Kanna no fue tan ruda contigo?

- Pues no, ¿por?

- Ayer tuve que pasar el día con ella, y es una sádica de tomo y lomo, jamás lo hubiera imaginado, es más morí por ella.

- Puede que Kidomaru tenga razón.

- ¿¡Qué dices, Duke!? ¡Pero si tú estuviste conmigo anoche, no puedes decir eso!

- No te molestes amigo, sólo escucha. En el momento en que me rendí ellas dejaron de torturarme, y pude dormir cálidamente en el pie de la mujer que amo, ósea que luego de rendirme no solo pararon, sino que mi situación se volteó a mi favor.

- Aceptarlo, no rendirse.

- No lo arruines Kidomaru.

- Entonces… Tú lo… ¿Aceptaste? –Preguntó Alfa, arqueando la ceja.

- Pues… Sí. La verdad nos estaban torturando muy fuerte y ya no podía soportar más dolor, qué puedo decir, me llevaron a mi límite. Espero que no se molesten, chicos, sobre todo tu y Jazz.

- ¿Molestarnos?

- Ya saben… Porque son los únicos que aún no han dicho que sí.

Un silencio sepulcral se hizo presente entre nosotros, empecé a mirar a Alfa a los ojos y el hizo lo mismo conmigo, no habíamos caído en cuenta de eso, pero era cierto, sólo nosotros 2 seguíamos resistiéndonos a ser los esclavos de nuestras hermanas… Tenía mucho que asimilar.

- ¿Entonces, están molestos? –Preguntó Duke, y yo respondí con lo que sentía, sin pensarlo.

- No Duke, no estoy molesto, esa fue tu decisión, y lo que les dije ayer era en serio, depende de cada uno decidir sobre esto. No comparto su decisión, pero la entiendo, sobre todo en tu caso porque lo viví contigo.

- Si, y me quedo con lo que dijiste Jazz, aunque no quiero ceder, no importa. Somos los Ghoul Hunters y eso nunca va a cambiar. –Dijo Alfa.

- Me alegra oír eso, no sabes lo culpable que me siento por lo de anoche amigo.

- No te preocupes, viejo, no pasa nada.

- Gracias al cielo… Por cierto Sonic, has estado muy callado. –Todos volteamos a mirarlo.

- …

- …

- Estoy comiendo…

Todos nos reímos por eso, y a pesar de las palabras, aquella risa en conjunto me demostraba que nuestra amistad era para siempre, sin importar las circunstancias.

- Por cierto Jazz ¿tienes un minuto?

- Sí, creo que despejaré mi apretada agenda para ti amigo.

- Jeje.

- ¿Qué, van a darse un beso con lengua y no quieren salpicar?

- ¡JA!

- No, quería decirle algo de lo de anoche, no quieres saberlo.

- Uy, cuenta.

- Créeme, Duke tiene razón, no quieres saberlo. –Ambos nos alejamos un poco del grupo y Duke procedió a hablar.

- Mira, en serio me sentí culpable por lo de anoche, te dejé solo amigo.

- Duke…

- Si se, ya me lo has dicho, pero no has hecho más que ayudarme desde que pasó todo esto, arreglaste las cosas con Tammy, mantuviste al grupo unido en un momento donde mi estado de ánimo no me permitía hacerlo, y aunque no es mucho, siento que debo devolverte el favor.

- ¿En serio vas a besarme?

- ¡QUÉ NO! ¿Por qué todos piensan eso? No te rías.

- Perdón amigo, pero es en serio, somos amigos y yo sólo quería ayudarte por lo mismo, no espero nada a cambio.

- Aun así… Verás, cuando Kanna me metió en su media pude ver poco o nada de lo que ocurrió, pero si oí todo muy claramente. Sé que “tuviste” sexo con Kanna y con tu hermana.

- Adoptada.

- Es igual. Bueno, de lo poco que vi noté que estabas físicamente destrozado, Kanna te iba a meter en su otra media, y yo sabía que si lo hacía en tu estado te mataría seguro, pero Jane la detuvo. ¿Tú viste eso?

- Bueno… Sí, pero no lo recuerdo muy bien. ¿Qué dijo mi hermana?

- Ella dijo: “No lo metas, ya sufrió mucho hoy y no quiero verlo sufrir más, por favor”.

Me quedé en blanco, no sabía que responder, por suerte Duke sí.

- Escucha, se cómo es tu relación con Jane mejor que nadie, me has hablado tantas veces de eso que no me es difícil ponerme en tu lugar. Puedes decir que no lo entiendo porque Diane es tierna y graciosa, y aunque me moleste en ocasiones, por ella se detectar cuando una persona está siendo bondadosa, y Jane lo fue contigo anoche. No me respondas ahora si no quieres, pero piensa en eso, porque por lo que vi, creo que en el fondo, muy en el fondo, Jane no es el monstruo que aparenta ser. En fin, voy a comer amigo, vuelve cuando estés listo.

El impacto fue más grande de lo que esperaba, tanto que me quedé ahí parado y no regresé a comer el cereal, tenía mucho que procesar, en serio mi hermana podía llegar a ser ¿buena? Me costaba creerlo, así que me remití a los hechos. Mis padres biológicos murieron en un accidente de auto mientras salían del hospital luego de que mi madre quedó de alta tras el parto, gracias a Rachel yo no morí con ellos, y rápidamente encontré una nueva familia en mis padrinos, sus mejores amigos. Jane tenía sólo 2 años cuando llegué a sus vidas, y siempre me pareció que me odiaba, odiaba al niño nuevo que le quitó la vida que tenía ¿Por eso me odiaba? Eso creo pero no estoy seguro, siempre fui distante con mi hermana por lo mismo, me trataba muy mal y hasta el día de hoy lo hace (evidentemente) pero aun así caí en cuenta de una cosa, John y Clara son los padres más amorosos del mundo, claro cuando no están trabajando, y Julie es la niña más tierna que haya pisado este planeta ¿por qué Jane no era igual? ¿Era la oveja negra de la familia? Aún tenía muchas dudas, pero creo que Duke tiene razón, Jane no es simplemente malvada, es más que eso, y tenía que descubrir por qué.

Sin darme cuenta la media hora pasó y yo no había comido nada, ni tuve la oportunidad ya que me quedé ahí parado todo ese rato hasta que mi trance fue interrumpido por “las 5 hermanas gigantas”… No, ese nombre apesta, seguiré pensando en otra opción luego.

- Bien pequeños, ¿ya comieron? –Dijo Ally.

Los 4 asintieron, yo me quedé en silencio.

- Ok, bueno creo que es hora de decirles el plan que tenemos para hoy, ustedes, nosotras y las niñas iremos: ¡A LA PLAYA! –Dijo Diane.

- ¿¡A LA PLAYA!? –Respondimos todos asombrados.

- Pues sí, pasaremos todo el día y la noche en Malibu, y si es necesario varios días más, pero no se preocupen, yo nos transportaré allí para que no perdamos tiempo, y hablando de día… –Ally aparece con su truquito la ruleta con nuestros nombres, revelando con quien nos tocaba hoy:

 

 

- No crean que porque cambiamos de panorama la giganta que les toca también cambia, no no no, cada una estará a su cuidado por lo que dure el viaje, pero debo decirles que el hechizo de tele transportación consume mucha magia así que no podré revivirlos si mueren, ya que el bucle temporal sólo está presente dentro de la casa.

Todos nos asustamos por eso último, mientras estuviéramos afuera, esa podía ser nuestra última vida.

- Pero no teman, Ally lo pensó todo para que no les pase nada.

- Sheila tiene razón pequeños, mientras dormían los curé y les puse un hechizo de resistencia supremo, es muy fuerte y los protegerá si algo ocurre, pero no es perfecto y durará sólo hasta mañana, aunque si descanso lo suficiente esta noche podría conjurarlo mañana otra vez, en caso que extendamos nuestro viaje. Es lo mejor que pude hacer.

Luego de eso nos aliviamos un poco, pero que el nerviosismo estaba en el aire lo estaba. A Sonic y Kidomaru les tocaban las 2 gigantas más peligrosas, espero que se hayan satisfecho lo suficiente con Duke y conmigo y no necesiten torturarlos tanto a ellos. Duke se quedó con Sheila y Alfa con su hermana, pero por lo que ella dijo de su falta de magia post tele transportación no creo que lo pase tan mal como sería posible. Lo que me dejaba con Diane, cada chica recogió a su pequeño del día y ella no fue la excepción conmigo. Me miró y sonrió inocentemente.

- ¡Nos vamos a divertir mucho luego, Jazz, jiji!

- ¿Después? ¿Y para ahora no tienes nada planeado? –Dijo Kanna.

- Pues no, la verdad.

- No quiero meterme, pero considerando que lo tuve ayer, creo que puedo recomendarte una forma de jugar divertida que se me ocurrió, amiga, ven conmigo al baño del primer piso en 5 minutos, lo prepararé contigo antes de salir.

- ¿No le dolerá, Verdad? Te conozco Kanna.

- Créeme, no le va a doler, es más creo que lo va a amar, jejejeje.

- ¿En serio? ¡Pues bien, te veo en 5!

La seguridad momentánea que me generó el haber sido puesto con Diane se desvaneció luego de eso, Kanna tenía una idea para mí, y no me importa lo que le haya dicho a Diane, seguramente no me iba a gustar para nada…

Parte 15: El Señor Del Anillo: by GeaGts

5 minutos después, como habían acordado, Diane y Kanna estaban conmigo en el baño del primer piso.

- Siéntate en el inodoro, esto no debería demorar mucho. –Dijo Kanna.

- ¿Qué vas a hacerle a mi pequeño Jazz? – Preguntó Diane aun con un poco de preocupación.

- No te preocupes amiga, sólo voy a mejorarlo, confía en mí.

- Ok…

Veía desde la mano de Diane como Kanna buscaba algo dentro de su cartera, no me quiero ni imaginar que cosas traería alguien como ella ahí, pero tampoco el no saber qué es lo que haría era algo muy reconfortante. Kanna sacó lo que parecían 2 argollas doradas muy pequeñas junto con una tira de oro muy delgada, y las dejó sobre el lavamanos.

- Me pasas a Jazz un momento, ¿por favor?

- De acuerdo, pero que no le duela.

- Descuida Diane, no es la primera vez que hago esto. –Kanna me veía con una sonrisa sádica en su rostro, parecía que aun después de que terminara su turno, se quedó con las ganas de humillarme más. –Ahora bien, eres demasiado grande para lo que necesito. –Acto seguido Kanna usó su medallón para encogerme, diría que terminé de unos 4 o 5cm más o menos.

- Ya me entró la curiosidad, ¡Déjame ver Kanna!

- Espera, aun no… Por cierto, ¿Rubí o Circón?

- Emm… Circón… No se… ¿Por?

- Ya lo verás, jejeje.

En eso Kanna tomó las argollas doradas y me dijo con una amabilidad falsa que estirara y juntara mis brazos y piernas, no quería armar una escena quejándome así que obedecí sin pensarlo mucho… Como me arrepiento de eso. Lo que Kanna tenía no eran argollas, eran esposas encogidas, las cuales colocó en mis muñecas y tobillos con una precisión de cirujano, tomando en cuenta lo pequeñas que eran, o bueno, una precisión digna de un joyero quedaría mejor en este caso. Kanna sacó una gema roja de su bolso, supuse que un circón por lo que dijo antes, y la hizo encajar en el centro de la tira de oro que tenía cerca mío. Luego me levantó sobre su mano y con la otra ató un extremo de la tira a los eslabones de mis esposas de las manos, que por cierto eran sólo 3 por lo que casi no podía moverlas (ella ya me había atado antes, pero esto estaba a otro nivel). Luego trató de hacer lo mismo con el otro extremo y los eslabones de las esposas de mis tobillos, cosa que le costó un poco más ya que aquella tira de oro era casi de la mitad de mi tamaño, o un poco menos. Aun así lo logró, y una clase de dolor diferente a los que había sentido estos días invadió mi cuerpo, no era como el dolor de un golpe o un aplastamiento, era como el dolor que sentía al hacer abdominales y flexiones en las clases de educación física de la escuela, y es que, en efecto, mi cuerpo estaba flexionado con esa tira de metal creando un círculo. Era difícil de asimilar, pero parecía que…

- ¡TU ANILLO ESTÁ LISTO DIANE!

- Wow… Es muy lindo Kanna, ¡gracias!

- Te dije que podías confiar en mí.

No podía creerlo, Kanna se aseguró de hacerme caer más bajo de lo que ya estaba, aunque sonase imposible. De ser un chico, a un hermano humillado, a un reducido, a un esclavo, ahora era simplemente un objeto, un accesorio decorativo para mi giganta de hoy, la chila linda y divertida con la que había crecido, la simpática Diane. Ella me sostenía en sus dedos, admirándome como si fuera una pieza de joyería y no una persona, aunque gracia a Kanna eso era en lo que me había convertido.

- Por cierto, cuando estemos en la playa vamos a jugar un poco de Volleyball, por lo que no se si ya pensaste en que dedo usarlo.

- Mmm, no quiero que le duela cuando golpee la pelota… ¡Ya se!

No sé si lo hizo a propósito (seguro que sí) pero Kanna volvió a sellar mi destino una vez más sólo con sus palabras. Diane se preparó para ponerme en uno de sus dedos, pero la dirección en la que iba no era hacia su otra mano, era más abajo, mucho más abajo, ya que me acercó al dedo índice de su pie derecho, en el cual me colocó.

- Listo, ¿no se ve lindo?

- Por supuesto, es mi joyería después de todo jajaja. Prométeme que te lo sacarás solo en el hotel, no queremos que se pierda en cualquier parte de Malibu.

- ¡No lo haré, gracias Kanna!

- ¡Cuando quieras!

Acto seguido Diane se puso de nuevo sus sandalias de goma rosadas y salió del baño junto con Kanna sin percatarse tanto de mí. Mi rostro que sobresalía de toda la estructura del anillo se hallaba entre su dedo gordo e índice, por lo que podía ver su casi todo su cuerpo y su rostro todo el tiempo con cada paso que daba. Me enseñó brevemente a las otras chicas, y aunque Sheila se hallaba algo preocupada por lo que veía de su rostro, no tardó en soltar una ligera risa luego de la carcajada que dieron Jane y Ally, quienes obviamente no se reían de Diane, se reían de mí.

- Bueno, creo que ya estamos listas para partir, agarren sus maletas. ¡NIÑAS, YA BAJEN, NOS VAMOS! –Gritó Ally y las 3 Imouto no tardaron en bajar. De igual forma que nuestras hermanas mayores ellas me vieron y no aguantaron el impulso de reírse de mí, pero eso era de esperarse.

Poco después de eso Ally empezó a conjurar el hechizo de desplazamiento, y en unos pocos segundos nos encontrábamos en el estacionamiento del Resort en donde nos quedaríamos estos días, habíamos llegado a Malibu.

Aunque suene muy loco, recién aquí empieza mi verdadero suplicio. Jane fue a buscar un carrito para las maletas de todas y empezaron a cargarlo, dirigiéndose a la entrada del hotel, donde al ver a Ally los porteros supieron de inmediato de quien se trataba, por lo que la dejaron pasar y por poco no le hacen una reverencia. La Suite quedaba en el piso 20, el más alto de toda la torre principal del Resort, el cual tenía 2 ascensores, uno para los pisos pares y otro para los impares, las 8 se subieron junto con el carrito al ascensor correspondiente, pero este no subía.

- ¿Qué pasó, sobrepeso? –Dijo Sheila.

- Eso parece, por lo general los ascensores aguantan unas 8 personas. –Respondió Ally.

- Pero somos justo 8… Oh bueno, jijiiji… -Dijo Kanna, obviamente sabía de qué hablaba.

- Si, pero también tenemos las maletas, dah.

- ¿Pero y las niñas? Ellas no alcanzan a pesar lo que un adulto, Ally.

- No se Diane, yo les dije que trajeran equipaje ligero.

- También yo. –Replicó Jane.

- Bueno, y entonces qué hacemos, ¿One-san? –Preguntó Julie.

- ¿Podríamos hacer 2 viajes? –Preguntó Tammy.

- No sería lo mejor, estos ascensores son viejos y lentos, perderíamos mucho tiempo… Creo que alguien tendrá que subir las escaleras.

- ¿¡Los 20 pisos!? –Preguntaron las 3 Imouto al mismo tiempo.

- Tranquilas, ninguna de ustedes tendrá que hacerlo… Pero una de nosotras sí chicas.

Las 5 se miraron, parecía que ninguna quería dar el paso adelante y ofrecerse a salir del ascensor, hubo un silencio gélido durante unos segundos, hasta que Kanna dio una idea.

- ¿Y si vas tú, Diane? Eres la más fuerte de nosotras, seguro no te cansarás tanto.

Es oficial, Kanna me odiaba.

- Mmm… Está bien, pero sólo si guardan mis cosas por mí, luego quiero descansar un rato en la playa.

- Trato. –Dijo Ally.

Entonces Diane salió del ascensor y se despidió de sus amigas mientras las puertas metálicas se cerraban. Parecía que tenían justo el peso límite para poder subir, en cuanto a nosotros, nos esperaban 20 pisos. Diane sacó su celular y puso algo de música para escuchar mientras subía, tenía audífonos así que no sé qué estaba escuchando, pero si era el tema de Rocky me pego un tiro. Entonces la giganta empezó a subir por las escaleras, cada paso que daba era el doble de fuerte que un paso normal por la subida, el peso que sus dedos ejercían sobre mi fue mucho mayor en esos tramos, y ya de por si sentía mucha presión al estar en esa posición circular, sin mencionar que el circón por lo que se es de las piedras preciosas más pesadas. Lo único que podía ver aparte de los 2 dedos enormes de Diane rodeándome eran sus enormes pechos a lo lejos, que se elevaban como nubes en el cielo, nubes hermosas y bien formadas, como si fuera un sueño hecho realidad recostarse sobre ellas…

¿Pero en qué estoy pensando? Bueno, eso era preferible a amargarme más por haber sido convertido en un simple anillo de pies. Veía como los pechos de Diane rebotaban rítmicamente mientras subía las escaleras, no sé ni en que piso estamos, pero sin dudas esa vista hacía que el tiempo pasara más rápido… Pero las cosas se complicaron. Los dedos de Jane empezaron a sudar de tanto subir las escaleras, lo que provocó que el anillo (yo) dejara de ser tan rígido, y empecé a bambolearme un poco para atrás y adelante. El mareo era lo de menos, el problema era que mi pene, el cual había estado tieso contra la suave piel de Diane, empezó a ser frotado con más fuerza contra su dedo, causándome un placer inaguantable. Luego de correrme con Ally no quería algo así se repitiera, menos si no sabía cómo lo tomaría Diane, así que empecé a respirar por la boca tratando de calmarme… Por unos segundos.

El pulgar de Diane empezó a sudar y se movió ligeramente a un lado, el problema es que en mi tamaño parecía como un auto a punto de arrollarme, y lo hizo. Mi cara de pronto quedó entre medio del dedo gordo de Diane y la base de espuma donde antes estaba en su sandalia, que por cierto olía horrible y despendía un sudor particular que embarró todo mi cabello. Me costaba seguir respirando así, lo hacía cada vez más lento, ya que con cada bocanada de aire entraba una gran cantidad de la esencia del enorme pie sudado de Diane por mi garganta. Cuento corto, pasó lo que tenía que pasar, y luego de llegar al límite terminé corriéndome sobre el dedo de Diane, el dedo del cual era su anillo. Mi mente se nubló por un momento, al menos por lo que faltaba de subida, ya que recobré mis 5 sentidos cuando Diane empezó a hablar con sus amigas, ya en la entrada de la Suite.

- ¡Chicas! ¿Cómo es que llegué antes que ustedes? –Dijo Diane entre jadeos.

- El ascensor se detuvo por unos minutos, fue tan molesto. ¿Tú subiste bien, Diane?

- Pues si… Fue un poco agotador pero nada muy extremo, y la pasé genial con música y compañía.

Al menos ella la pasó bien… Veo que le pasa un audífono a Ally para que oiga.

- Ese tema me suena… ¿De dónde es?

- De Rocky II.

Me quiero pegar un tiro.

- El tema adecuado.

- Si, oigan, ustedes ordenan y yo voy primero a cambiarme de ropa para la playa ¿vale?

- Claro, te damos el alcance luego.

Diane y las chicas entraron a la Suite que no pude ver muy bien por mi posición, pero por las reacciones de las niñas me suena a que debe ser muy lujosa, Ally no escatima en gastos. Mi giganta tomó un par de cosas de su maleta y se fue al baño, donde empezó a desnudarse. Se quitó la playera que tenía, los pantalones cortos de Jean, el sostén y las bragas. Esas últimas imágenes me excitaron un poco, habría sido más pero acabo de “descargar”, algo que para mi sorpresa Diane notó. Ella asomó su cabeza hacia abajo para ver a su anillo.

- Espero que lo estés pasando bien allí abajo, pequeño Jazz, seguro que si por lo que sentí hace rato en las escaleras ¿o es que te orinaste? –Negué lentamente con la cabeza. –Bien, me alegra que la pases tan bien como yo. Ahora vamos a la playa y después jugaremos un poco ¿de acuerdo? Bien.

A pesar de la humillante situación que tenía que sufrir, no negaré que Diane no está siendo mala en ningún momento, es decir, se preocupó por mí cuando estábamos con Kanna, no me presionó bruscamente con sus dedos (cosa que si hicieron otras chicas) y ha sido amable hasta ahora. A Kanna y Ally no les importaba como me sentía cuando me torturaron, pero Diane es distinta, tal vez pueda llegar a razonar con ella, a diferencia de las 3 Imouto ella ya casi es una adulta, seguro se lo tomará más en serio.

Diane se cambió, agarró su toalla, fue a buscar un bolso de mano y se fue caminando a la playa. Buscó una silla de playa y fue a recostarse en ella, en un sitio no muy saturado de gente. Con cada paso que daba se filtraba más arena bajo sus pies, arena que terminó por golpearme. No dolían como piedra, aunque en mi tamaño actual si eran más molestas, sin mencionar que esos granos de arena bajo los pies de Diane eran tan patéticos como yo en ese momento. Diane se sacó las sandalias y las dejó sobre el suelo, liberando casi toda la arena de ellas, sacudió un poco sus pies y sobre todo sus dedos para quitarse la arena entre ellos, cosa que volvió a agitarme un poco alrededor de su índice. Ella veía felizmente a su anillo mientras movía sus pies, soltando una sonrisa sin malicia en ella, sólo la simple diversión que debía causarle verme así. En esas se puso unos lentes de sol y se echó a dormir un rato mientras escuchaba más música con sus audífonos.

En ese breve momento de descanso rememoré lo que había vivido con Diane hasta ese momento. Sin contar a mis hermanas, ella debía ser la chica con la que más me he relacionado en toda mi vida. Al ser mejor amigo de Duke desde muy chicos, siempre íbamos a la casa del otro, casi casi todos los días, y obviamente veía mucho a Diane. Ella no era como Jane, era dulce y tierna, casi como lo es mi hermanita Julie ahora, aunque bueno, nosotros jugábamos juntos incluso antes de que ella naciera. Podría decirse que vivía más en casa de Duke y Diane que en la mía propia durante esa etapa de mi vida, y no me quejo, así veía menos a Jane y me molestaba menos, y a papá y mamá nunca les pareció molestar eso por alguna razón. Normalmente jugaba con Duke, pero casi siempre en algún punto Diane se acercaba a nosotros con la intención de sumarse, y nunca se lo impedimos, desde LEGOS hasta videojuegos, y videojuegos de LEGO (obviamente) fueron buenos tiempos donde nada me preocupaba. Luego Diane entró a la adolescencia y se distanció un poco de nosotros, hizo amigas de su edad con nuestras hermanas y nosotros hicimos lo propio con los Ghoul Hunters, y nuestros caminos se separaron. Veía a Diane como una hermana más la verdad, por lo mismo no sé si deba sentirme tan lujurioso cerca de ella… Aunque no puedo evitarlo, es demasiado linda y su cuerpo es hermoso, pero de todas formas no es Sheila.

Luego de un rato Diane volvió a fijarse en mí, o bueno en su anillo, se bajó un poco los lentes de sol y me miró de una manera que había visto muchas veces, esos eran los ojos de Diane cuando quería jugar, pero ahora yo era el juguete. Ella empezó a frotar sus dedos de los pies entre si lentamente, viendo como yo me movía con ellos, parecía como si quisiera crear fricción con… Oh no, lo hará otra vez. Ahora Ella es plenamente consciente de lo que hace, así que se tomó su tiempo. Movía sus dedos lentamente, frotando mi pene en el proceso, de una manera mucho más relajada que en las escaleras, pero no por eso menos excitante. Luego puso el pie donde yo estaba sobre su otro pie, y ahora movía sus dedos contra él, aumentando gradualmente la velocidad. Mi pene se puso como roca otra vez, pero tenía que aguantar lo más posible, tanto por el juego como por el placer. Entonces ella puso las plantas de sus pies una contra la otra, frotándolas y moviendo los dedos en cadena al mismo tiempo. La presión ya era demasiada, aguanté lo más que pude, pero volví a correrme en su dedo, y ahora lo hice mucho más que antes. Ella se rió un poquito al verme así y siguió moviendo sus dedos un buen rato con cara de victoria, hasta que las chicas llegaron. No pude verlas muy bien porque estaba exhausto, luego de todo este rato como un anillo de pies, ya no podía más… Pero en eso las chicas se pusieron a jugar Volleyball. No mentiré, fue un tormento, si bien no estaba en su mando donde golpeaba la pelota, los saltos que daba eran muy duros, y obviamente empezó a  sudar otra vez, aunque ahora el sudor se juntó con algunos granos de arena, y obviamente acompañado del olor ya característico de los pies de Diane. Cuando el partido terminó y el equipo de Diane ganó ella empezó a dar saltos de alegría. Por un momento pensé que lo que seguía era meterse al agua, algo que sería mortal para mí, pero parece que Diane se percató de ello y volvió a la silla de playa a dormir, y segundos después yo la acompañé en el sueño, pero aun siendo el patético aniño humano en su dedo del pie…

B-Side #004: El Lado de Diane: by GeaGts

¡¡¡HOLI!!! Ally insistió en que hiciera esto, así que me presento. Me llamo Diane, tengo 17 y vivo aquí en Rachelton. Que puedo decir de mí, emm… Ah sí, amo la música, la escucho todo el tiempo, aunque no escucho canciones actuales, la música de hoy me parece terrible, escucho más canciones de los 2000’s o antes, Black Eyed Peas, Outkast, Britney, me recuerda a cuando era niña, la mejor etapa de mi vida.

Crecí con mis papás y mi hermano menor Dolph, aunque le digo Duke como todo el mundo. Recuerdo que ese apodo se lo dio su mejor amigo Jason “Jazz” Thomas cuando eran niños. El siempre viene a jugar a mi casa con él, y me divertía jugando con ellos 2, sobre todo con Jazz que creo que fue mi primer amor… ¡PERO YA LO SUPERÉ, NO ME MIREN!

A veces pienso que vivo en el pasado, sobre todo porque soy muy infantil, me cuesta aceptar la realidad como dicen mis papás, pero ellos no saben que yo si tengo apoyo con eso, mis mejores amigas. Jane, Ally, Kanna y Sheila, sobre todo Sheila, ellas han estado conmigo desde que entré a la secundaria, y me han ayudado con los problemas que tenga, peleas con mis papás, notas en la escuela, y… Otras cosas. Si puedo decirlo durante la pubertad fui un desastre, es de las pocas cosas del pasado que no quiero recordar, me puse fea, me salían granos, fue terrible, pero todas mis amigas estaban pasando por lo mismo, y nos apoyamos entre todas, aunque creo que más me apoyaron ellas a mí que yo a ellas.

Siento que les debo mucho, ellas dicen que son mis amigas y que para eso están, me quieren como soy eso es genial, pero de todos modos siento que me quedo atrás, por eso siempre trato de complacerlas en lo que pueda, si quieren salir yo soy la primera que dice que sí, cuando vamos a comer dejo que ella escojan, y cuando traen a un chico a la casa pues, les sigo el juego.

Ally es bruja y desde que era pequeña encoge a la gente y juega con ella como si fuera una giganta, hace unos años nos unimos las 4 a su juego, y en un principio no me llamaba la atención, no le encontraba la gracia al igual que Sheila, pero con el tiempo me parecía más divertido. Ellas lo ven como algo sexual, yo lo veo como volver a ser niña, jugar con los mejores juguetes que existen. El problema era que eran siempre juguetes de una sola noche, a la mañana siguiente Ally les borraba la memoria y los devolvía de donde los sacó, por lo que si bien era muy divertido, no era algo que durara mucho, la verdad. No me malentiendan, encogíamos gente todo el tiempo, pero siempre era alguien diferente y eso como que no me gustaba mucho. Fue ahí cuando las chicas tuvieron una muy buena idea: Encoger a nuestros hermanos menores.

Era una idea algo loca al inicio, pero me convencieron diciéndome que de esa forma podríamos jugar cuando quisiéramos, y no tendríamos que borrarles la memoria porque ellos callarían solos. El problema era convencerlos de ello, teníamos que hacer que ellos nos adoraran como si fuéramos diosas, cosa que me complicaba un poco. Ally y Jane pensaron en una idea sobre un bucle temporal en la casa, así si llegaban a morir porque jugábamos muy fuerte con ellos, sólo regresábamos atrás y ya está. Ellas creían que la mejor forma era con castigos, que si bien eran muy divertidos, no creía que sería la forma adecuada de convertirlos en nuestros pequeños esclavos. Mi plan era tratarlos bien, ser una diosa benévola, en la medida de lo posible, claro. Cuando los encogimos el primer juego fue pisarlos, traté de no ser tan ruda como Kanna o Jane, y solo presionarlos para que sintieran un poco del aroma de mis enormes pies, y eso siguió así hasta que murió Jazz bajo la suela de Jane. Ellos ya sabían cuál era el riesgo de esto, por lo que pensé que se portarían bien de aquí en más.

Luego de eso llegaron las pequeñas, la hermana menor de Jane y sus 2 mejores amigas, Molly y Tamara, asustadas por el regreso en el tiempo. Traté de calmarlas a la par de meter a los pequeños en mi calcetín para esconderlos. Esas niñas me caen bien, me recuerdan un poco a mí cuando era pequeña, tan alegre y llena de energía. Trato de seguir igual, pero no sé bien cómo hacerlo. Mis papás se la pasan diciéndome a mí y a Duke que tenemos que pensar en nuestro futuro, que vamos a hacer para ganarnos la vida y que estudiaremos en la universidad si decidimos ir. Todo eso parece que Duke supo interiorizarlo, pero yo no, no es que no lo entienda o sea tonta, es sólo que no quiero pensar en lo duro que será el futuro, cuando el presente y el pasado son tan divertidos.

Y no tengo razones reales para preocuparme, después de todo estamos en vacaciones y con todo esto del bucle en la Pijamada en casa de Jane no tengo mente para otra cosa que no sean los pequeños. La primera noche me tocó jugar con Duke, y traté de ser lo más complaciente posible.

- Ok hermanito, quiero que seas honesto conmigo, te gustan los pies ¿verdad?

- ¿C-Como dices…? ¡NO…!

- Vamos, antes me contabas todo, teníamos confianza. Se sinceró conmigo.

- P-Pero qué dices… ¿De dónde sacaste esa idea?

- De por ahí, ¿de verdad no te gustan los pies?

- P-Pues no… No.

- Oh bueno, entonces no te importará que me siente aquí y escuche un poco de música, esperaré a que quieras jugar, puedes hacer lo que quieras. –En eso me senté cruzando mis piernas, dejando mis pies acostados de lado bajo mis muslos mientras veía mi celular y ponía algo de Avril Lavigne, mientras veía disimuladamente a mi hermano, quien a pesar de negarme varias veces eso, tenía el pene duro de sólo ver mis pies.

No pasaron ni 30 segundos cuando empezó a caminar lentamente hacia mi pie derecho, y cuando llegó a la suela empezó a frotarla. Yo hice como que no de daba cuanta, para que él solito se perdiera en su fantasía. Luego de masajear mí suela un buen rato con sus manitos, empezó a darle besos a la planta de mi pie, estaba un poco ladeada así que se pudo subir encima y la recorrió gateando, dándole besos y hasta lamiendo mi sudor. Esto era muy divertido pero no quería reírme, él estaba tan concentrado y me parecía tan tierno que no quería interrumpirlo. Luego de abarcar toda mi suela fue a mis dedos, donde empezó a lamer mucho entre ellos, eso me hacía cosquillas y no pude evitar reír un poco, junto con apretar todo su cuerpo entre mis dedos, soltándolo de vez en cuando para dejar respirar a mi nuevo juguete. Estuve así un rato hasta que entré en conciencia real de lo que estaba pasando, y solté a mi hermano el cual cayó en el suelo.

- ¡Ay! Perdón hermanito.

El no respondió, por lo que me sumí de nuevo en mi música esperando a que él quisiera ir al otro pie, pero no lo hizo, se quedó ahí parado, por lo que yo di el primer “paso”. Extendí mi pie hacia el para invitarlo a seguir como lo hizo con el otro, y aunque demoró más que la primera vez, caminó hasta mi suela y empezó a masajearla, aunque ahora sin besos. Pensé ¿me habré pasado? Por lo que no quise hablar del tema y dejé que Duke siguiera en lo suyo sin interferir. Desde luego me sentía culpable, más cuando al día siguiente me enteré que Duke junto con Jazz y Sonic (el hermano de Sheila) trataron de escapar sólo para ser capturados por las 3 niñas en la habitación de al lado. Creí que todo eso se debió a mi trato con Duke, por lo que decidí que a mi siguiente peque no lo trataría así.

Luego de jugar un rato en la piscina (con resultados sexuales) era tiempo de jugar con mi peque del día, el hermano de Kanna: Kidomaru. Esta vez tendría más en cuenta su tamaño para no hacerle daño, aunque por otro lado Kanna siempre dice que su sueño era ser pequeño tal como lo es ahora, por lo mismo se rindió ante nosotras justo después de ser encogido, por lo que no sabía muy bien lo que tenía que hacer.

Él dijo que estaba mi servicio para lo que quisiera, pero tampoco quería exagerar, así que le dije que jugáramos a las escondidas para romper el hielo. Él se escondió pero no me costó mucho encontrarlo.

- ¡Te tengo! Muy bien pequeño, es hora de tu castigo.

Entonces lo agarré y lo metí en mi boca, dándole vueltas con mi lengua, tratando de no hacer movimientos muy fuertes. Aun así fue suficiente como para luego de un par de minutos sintiera algo viscoso y caliente en mi lengua, saqué a Kidomaru de mi boca y lo saboreé, en efecto él se había corrido dentro de mi boca.

- ¡Ewww!

- L-Lo siento, diosa Diane, por favor acepte mi disculpa.

- Si… Tal vez fue mi culpa por moverte tan lentamente, pero parece que eso si te gustó.

En eso sin pensarlo mucho más lo metí de cabeza en mi vagina y empecé a masturbarme con ambos dedos y con él entre medio. No soy tan caliente como mis amigas, pero cuando huelo el semen la verdad algo cambia dentro de mí, no puedo parar y me pongo mucho más “juguetona” que de costumbre, y no sería la última vez que pasara con los pequeños.

Al día siguiente nos fuimos a Malibu por un plan “secreto” de Ally y Jane, y nos llevamos a las niñas y a los peques. Kanna me entregó a Jazz ya que hoy me tocaba con él, y lo convirtió en un anillo para mí. Decidí que lo mejor era colocarlo en mis pies mientras iba a la playa, y al subir las escaleras del resort el acabó bajo mis dedos. No lo confronté sino hasta que llegamos al lugar y me puse mi traje de baño, luego fuimos a la playa y jugué un poco más con él, hasta logré que se corriera de nuevo. De todos modos no quería agotarlo, ya que como fue tan sucio, yo no me quedaría atrás, por lo que esa noche iba a ser la más divertida de todo este viaje…

Parte 16: Mi curiosa noche con Diane: by GeaGts

Ya se estaba haciendo costumbre, pero igual luego de un rato desperté. Me encontraba sobre una media en la superficie de un ropero a la altura de la ventana de la que supongo era la habitación de Diane en la Suite. Estaba atardeciendo y por suerte ya no me encontraba convertido en anillo, ya que cerca de mí vi todo ese armatoste que me puso Kanna hace horas. Aun así, y a pesar de que escuchaba leves gemidos de las chicas fuera de la habitación, no vi a Diane por ningún lado. No tenía mucho que hacer, si saltaba desde esa altura me mataría y ahora sí que no hay retorno, por lo que simplemente me recosté sobra aquella suave pero algo olorosa tela a esperar que algo pasara.

Luego de unos 10 minutos la puerta se abrió y Diane entró al cuarto seguida de mi hermana Jane, la cual no me prestó atención alguna y simplemente se despidió de Diane y se fue. Me preocupé un poco ya que vi en sus ojos cierta angustia, puede ser poco pero ella siempre está alegre a su manera algo cruel de ser, por lo que cualquier cambio en su estado de ánimo a mí me llama mucho la atención. A pesar de eso en mi posición no puedo hacer nada, es más Diane se estaba acercando a mí, por lo que tocaba retomar mi nuevo plan, pedirle ayuda.

- ¡Hola Jazz! ¿Dormiste bien?

- Si, eso creo… ¿Cuánto tiempo dormí?

- Unas 3 horas, te dormiste durante el juego de Volleyball, hace un rato regresamos a la Suite y te dejé sobre mi media para que pudieras dormir cómodo un rato.

- Sí me di cuenta, gracias Ama Diane.

- Oh por favor Jazz, somos amigos, sólo dime Diane.

- Emm… Ok Diane. –Eso me sorprendió un poco, desde que me encogí nadie salvo Sheila me había tratado como si no fuera un encogido, y eso que Sheila sí que lo notaba, por eso me advirtió sobre Kanna, por lo que era sumamente agradable para mi este tipo de cosas, así que pensé que sería el mejor momento para actuar. –Oye, ¿puedo pedirte un favor?

- Claro, ¿qué pasa?

- ¡Te lo suplico, ayúdame! No puedo seguir así, necesito que llames a mis padres y les digas lo que está pasando.

Hubo un muy prolongado silencio, bastante incómodo la verdad, hasta que Diane habló.

- Lo siento Jazz, no voy a hacer eso.

- ¿Por qué? ¿Tú tampoco me quieres ayudar?

- No es por eso… Esto de encogerlos fue algo que decidimos las 5 como grupo, si te ayudo estaría traicionando a mis amigas, y yo jamás haría eso, espero que entiendas.

Ella dio en el clavo, por desgracia la entiendo perfectamente. Yo haría lo que fuera por mis amigos, y nunca les daría la espalda, sea por la razón que fuese. Era malo para mí porque no iba a ayudarme, pero nunca podría culparla por no hacerlo.

- Te entiendo, Diane. Es así como pienso yo, jamás traicionaría a mis amigos. ¿Dejamos esto atrás?

- Está bien, y para que veas que aun somos amigos, a pesar de esto, no le diré a nadie que me pediste ayuda, sé que si las chicas se enteran de algo así no te iría muy bien, jejeje.

- Si, eso creo.

- Como sea, ahora ven conmigo. –Dijo Diane, extendiéndome la mano, yo subí a su palma y me dejó sobre una silla a lado de su cama, mientras se sentaba sobre ella al frente de mí; alcancé a ver al lado mío un esmalte de uñas rojo, por lo que me imaginaba lo que seguía. –Bueno Jazz, quiero que me hagas la manicura, con ese tamaño seguro no te costará mucho, adelante.

Tenía razón, con 4 centímetros de altura esto me resultaba más fácil que a 1 o 2 (o a cual sea el tamaño que tenía estando dentro de su vagina ayer), aun así sería más complicado que en mi tamaño normal, pero ni modo. Agarré la brocha con ambas manos y empecé a aplicar el esmalte en sus uñas, y creo que lo estaba haciendo bien ya que ella se veía satisfecha.

- ¿Es la primera vez que haces esto, Jazz?

- ¿Qué cosa? ¿Pintarle las uñas a una giganta estando desnudo y midiendo 4 centímetros? Nah, como crees, lo hago cada semana.

- Jajaja, eres gracioso.

También me sorprendí yo mismo, aun con todo lo que ha pasado, tiré un chiste. Quiero pensar que es porque estoy con Diane y eso me da algo de confianza… Ojalá sea por eso.

- Sí, de hecho quería preguntarte algo, y esta vez quiero que seas honesto conmigo, ¿ok?

- Ok… -Dije, pensando en que me preguntaría, pero aunque me costara no le mentiría, se lo ganó.

- ¿Te gustó ser mi anillo de pies?

Carajo.

- …La verdad fue incómodo al principio, pero dejé de notarlo a los pocos minutos.

- ¿Pero te gustó?

- …Sí, algunas veces.

- Creo que puedo nombrar al menos 2 de esas veces, jijiji.

- Oye…

-No te preocupes, ser masturbado por los pies de una chica tiene su encanto, es normal que te pasara.

- ¿A sí?

- ¡Claro! Bueno, no soy una experta, pero es lo que dice Ally al menos.

- … ¿Y tú que dices?

- Bueno… Yo veo todo eso más como un juego. Si me da placer, pero no creo que lo vea de la misma forma que las demás, son un poco infantil.

- Infantil… Recuerdo todas las veces que jugamos cuando éramos niños, era muy divertido.

- Si, lo era, de hecho en esa época tú me gustabas un poco.

Me quedé de piedra luego de eso, no tenía ni idea.

- ¿E-En serio?

- Pues sí, pero ya no, ojo. Eso fue algo de la infancia.

- Ya veo… ¿Y ahora te gusta alguien?

- No, ahora no busco una pareja. ¿Y qué hay de ti?

- Bueno…

- ¡Vamos, ya con eso sé que hay alguien, dime!

- Es que…

- Oye, te prometo que no le diré a nadie, será un secreto entre amigos.

- Mmm… Está bien, es Sheila.

- ¡SHEILA!

- Shhh… No lo grites así.

- Lo siento, jiji. Es que me sorprendió un poco. ¿Y cómo así?

- Pues me gusta desde que éramos niños. En ese entonces éramos muy unidos, compartíamos gustos… Por ella es que conocí a Sonic y formamos los Ghoul Hunters.

- ¿Los qué?

- A sí, los Ghoul Hunters, así le llamamos a nuestro grupo. Soy mucho de poner nombres, yo les di sus apodos y hasta a mi hermanita y sus amigas las nombré como las 3 Imouto.

- Jijiji, que lindo, ¿Y a nosotras como nos llaman?

- Bueno, la verdad nunca pensé un nombre para ustedes, pero si quiero crear uno.

- Ya veo… Oye ya acabaste con esta mano, te quedó bien.

- Gracias.

- Pero no me cambies el tema, dime de Sheila.

- Pero si tu… Ok… Como te dije siempre me gustó, incluso hace un par de años la invité a salir pero se fue antes de acabar la cita.

- Uy… Ella nunca me habló de eso.

- ¿En serio? Pensé que eran mejores amigas ustedes 2.

- Y lo somos, pero Sheila es muy cerrada con todos, creo que es por su timidez, tampoco quiero forzarla a que me diga todo lo que hace.

- Entiendo… ¡¿OYE QUÉ ESTÁS HACIENDO?! –Dije exaltado cuando Diane se quitó el bikini que traía, quedando sus enormes pechos expuestos.

- ¿Qué? Tenía calor. Espero que no te importe.

- N-No… Para nada…

- Ok, entonces empieza con la otra mano.

- De acuerdo…

- Muy bien… Y dime, ¿no hablas con Sheila desde lo de la cita?

- Bueno… Más o menos. Mantuvimos nuestra d-distancia, de hecho creo que he hablado más con ella en estos 2 días que en los últimos 2 años.

- Ya veo… Los 2 tampoco hemos hablado mucho últimamente.

- No es personal D-D-Diane… Yo estoy con mis amigos y tú con tus amigas.

- Si se… Mis amigas son las mejores, siempre me ayudan en todo lo que pueden, aunque…

- ¿Aunque qué?

- No es nada…

- Oye, ¿no f-fuiste tú la que mencionó lo de ser honestos?

- Pues si… Es que mis papás me han estado presionando para que entre a la universidad, busque mi futuro y esas cosas.

- Te entiendo.

- ¿De veras?

- Si, Duke nos habló de eso antes de… Bueno, ya sabes…

- Ya veo, pero ustedes ya tienen la vida arreglada con lo que les ofrecimos.

- …No quiero pensar en eso la verdad… Pero dime ¿no tienes ningún plan?

- No… Tampoco quiero pensar en eso, siento que mi pasado y mi presente son tan lindos, que temo que el futuro no sea igual.

- Perdón Diane, pero como tu amigo te diré que esas son estupideces.

- ¡DISCULPA!

- No te ofendas… Es sólo que, yo si veo alegría en tu futuro.

- ¿A sí?

- Claro, tu siempre has sido alegre, aunque hayan problemas sabes cómo resolverlos.

- Si, pero siempre tengo ayuda de mis amigas.

- ¿Y piensas que dejarás de tenerla en el futuro?

- Bueno… No… Pero aun así, no quiero depender tanto de ellas, siempre me ayudan y siento que yo no hago lo mismo.

- Te recomiendo no pensar mucho en eso, en estos momentos no puedes hacer mucho, pero en el futuro seguramente si les puedas regresar el favor.

- ¿Eso crees?

- Pues claro que sí, con los chicos hemos pasado por dilemas así en el pasado… Bueno, la mitad de ellos en juegos de rol… Pero es igual. Lo importante es que no tienes que temer pedirles ayuda a tus amigas, siempre es algo bueno, y en el futuro seguramente podrás devolverles el favor de alguna manera.

- Ya veo…

- Dime, ¿tú tienes algún sueño?

- Pues sí, es el mismo que tenía cuando era niña, quiero ser cantante.

- Ahí lo tienes, esa es tu meta, ahora solo piensa en cómo conseguirla, y si tienes problemas pues pídele ayuda a tus amigas, no por nada tienes a una de ellas que es bruja, jejeje.

- Si… Gracias Jazz, me has ayudado mucho, y gracias por la manicura, ya acabaste.

- No es nada Diane, para eso están los amigos.

- Pues sí, ¡OYE ALLY, VEN AQUÍ!

- ¿C-Como?

Unos segundos después Ally entró al cuarto y se acercó a nosotros, me vio un poco pero no me prestó mucha atención tampoco.

- ¿Qué pasó, Diane?

- ¿Puedes avanzar mis uñas 2 horas al futuro? Es para que se sequen.

- Diane, sabes que tengo que guardar magia para después.

- Lo sé, pero son sólo mis uñas de las manos. Aparte yo ya estoy ayudando con lo que me pidieron.

- Mmm ok, pero no más magia hasta que regresemos a Rachelton.

- Pinkie-Promesa.

En eso Ally realizó el hechizo de tiempo en sus uñas, las cuales se secaron en cuestión de segundos.

- Ok ya están, lo que vayas a hacer no te demores mucho, porque ya vamos a salir.

- No hay problema, gracias Ally.

- No hay de qué. –En eso Ally empieza a irse.

- ¿Ally…?

- Gracias, gracias por ser tan buena amiga.

- …No es nada, gracias a ti también por eso, aunque no lo creas.

Ally se fue, cerrando la puerta luego e darle una cálida sonrisa a Diane.

- ¿Y eso…?

- Necesitaba que mis uñas se secaran rápido para lo que quiero hacer.

- Y… ¿Qué es lo que quieres hacer?

- Pues darte tu premio, tontito. Ven aquí.

Diane me tomó en su puño y se acostó sobre la cama, dejándome caer sobre su pecho izquierdo.

- Estuviste viendo mis tetas todo el día, te gustan, ¿verdad?

- Bueno… ¿A quién no?

- Buena elección, ahora son todas tuyas, compláceme y yo te complaceré.

- Diane…

- No hables, sólo hazlo.

No sé ni me importa, pero me dejé llevar. Empecé a lamer su pezón, que era más grande que mi cabeza, y en poco tiempo se puso erecto, al igual que mi pene. Ella lo notó de inmediato y empezó a dar pequeños suspiros, mientras yo seguía complaciéndola. Lamí hasta que no quedara parte de su pezón que no haya lamido, mientras frotaba rítmicamente mi pene con sus latidos del corazón. Sin darme cuenta empecé a resbalarme, y caí justo entre las enormes tetas de Diane, quien en lugar de sacarme, se dejó llevar por lo excitada que estaba y me presionó entre ellas con fuerza. Era sumamente excitante, aunque un poco doloroso, por suerte el hechizo de refuerzo me hizo soportar la presión.

Ella movió sus tetas de arriba abajo conmigo dentro, hasta que de golpe pasó y me puso contra su otro pezón, esta vez presionando mi espalda con un dedo. Yo lamí complacido, con tanta pasión como lo hice con el de su pecho izquierdo, y así hasta terminar de lamerla toda. Con su dedo Diane me empujó de nuevo a su escote, donde volvió a presionarme, esta vez haciendo círculos con sus senos sobre mí. No puedo negar que estaba a punto de estallar por tercera vez en el día, y todo gracias a Diane, la cual al notarlo presionó con más fuerza hasta que salió todo mi semen, manchando sus tetas. Ella las soltó y pasó su dedo por la corrida para lamerlo, cosa que por lo visto disfrutó. Su mirada cambió y se volvió un poco más dura, ya que vi que me miraba con mucha lujuria. Entonces sin preguntar me tomó con 2 dedos y me metió dentro de su traje de baño frente a su vagina, no sin antes ver como se agarraba una teta con la otra mano, y empezó a tocarse conmigo en medio.

Yo no podía resistirme a esas alturas, y seguí complaciendo a Diane con mi cuerpo hasta que ella terminó por correrse, llenándome de pies a cabeza con sus jugos. Luego de unos minutos me sacó y me dejó sobre la media donde desperté, me guiñó un ojo y empezó a cambiarse de ropa (o a ponérsela, más bien). Me sentía algo culpable por haberlo disfrutado tanto, ya que Diane es mi más vieja amiga y mi corazón siempre le ha pertenecido a Sheila. La tenía presente siempre, y esperaba que esto fuera algo de sólo una noche. Diane terminó de cambiarse, sólo se puso unas bragas blancas y la parte superior de un pijama amarillo, bastante apretado por decirlo menos, dejando ver sus hermosos pechos una barbaridad.

Entonces me llevó al baño y me enjuagó para quitarme su semen de encima, yo simplemente no opuse resistencia y dejé que me frotara sus manos por todo el cuerpo. Entonces me dejó en una silla en la sala de estar de la Suite mientras escuchaba como se despedía de ¿las chicas? Ally dijo que se irían a algún lado, pero no presté mucha atención la verdad, aunque ahora si tenía bastante interés. Poco después se cerró la puerta y Diane llamó a las 3 Imouto, las 4 se acercaron a la silla donde yo estaba y Diane dejó caer a mis 4 amigos sobre ella. Lo primero que vi fue a Duke viéndome ahí echado respirando profundamente, recuperando el aliento.

- Duke…

- No… No te preocupes, no quiero saber.

Aunque no hubiéramos seguido hablando en ese momento, Diane rompió el hielo.

- Bueno chicos, las demás salieron a… Encargarse de unas cosas, y me pidieron que los cuidara tanto a ustedes como la las niñas ¿cómo las llamaste Jazz? ¿Las 3 Imouto?

- ¿Cómo? –Dijo Tammy.

- Al parecer así las llaman ellos a ustedes.

- Jijiji, interesante, aunque la única hermana sea Julie.

- ¿Saben qué significa?

- Imouto es hermana menor en japonés. –Dijo Julie.

- Ahhh ok ahora entiendo. En fin, ya que estamos los 9 aquí y ya es de noche, ¿saben lo que eso significa chicas?

- ¡PIJAMADA! ¡PIJAMADA! ¡PIJAMADA!

Las 4 gigantas saltaban de alegría mientras mis amigos estaban algo asustados, sobre todo Duke y Sonic por obvias razones, mientras que yo también empezaba a recuperar la razón de a pocos, temiendo por lo que fuera a pasar…

Parte 17: El Regreso de las 3 Imouto: by GeaGts

No sabía lo que iba a pasar, por un lado 4 de nuestras hermanas mayores se fueron para encargarse de algo, lo que fuera no lo sé aunque si me intrigaba un poco, ya que su ausencia les dejaba total libertad a estas 4 gigantas inmaduras de hacer lo que quieran con nosotros. Y por otro lado ¡¡SON DIANE Y LAS 3 IMOUTO!!  A pesar de haber sido “víctima” de las 4, sabía mejor que nadie que eran chicas sumamente impredecibles, no me hagan recordar el Twister y la transformación en bragas usadas por favor, así que lo que fuera que vallan a hacer sería algo inesperado tanto para mí como para los chicos.

- Bien niñas, me dejaron a cargo así que digo que es hora de que cenemos todos juntos.

- ¿¡Qué!? –Dijeron las 3 Imouto al mismo tiempo.

- ¿Qué tiene de malo?

- Es muy temprano todavía para comer, y aun queremos ir a nadar. –Dijo Tammy.

- Sí, no seas aburrida, Diane. –Dijo Molly.

- ¿¡Yo aburrida!? Eso nunca, comeremos después, ahora ¿por qué no vamos a la piscina temperada de la azotea?

- ¡SÍ! –Gritaron de emoción.

- Perfecto, y así no les dan calambres por nadar con el estómago lleno, valla, que responsable soy. ¿En que estaba? A si, vallan a… -Diane vio que las niñas se fueron corriendo a su habitación.

- ¡Estamos en eso…!

- Cambiarse de ropa… Bueno, al mal paso darle prisa, espérenme aquí pequeños. –Dijo Diane guiñándonos un ojo.

Los chicos nos volvimos a quedar solos, eran pocos los momentos en el día donde aprovechábamos de hablar entre nosotros, pero esta vez tardamos un poco en romper el hielo. Creo que todo lo que pudimos decirnos sobre esta situación ya lo dijimos, en especial yo, y al menos que Alfa caiga (yo no, desde luego que no) no creo que volvamos a tocar el tema. Nuestra breve charla fue más que nada por lo que se viene con estas 4 “inocentes” gigantas, y el preguntarnos a donde fueron las demás, algo que debo admitir que me está picando profundamente en la curiosidad. ¿Qué pudo ser más importante que seguir con nuestro suplicio y sumisión? Y si había algo que lo fuera ¿acaso su plan para ir a Malibu era el cumplir con eso desde un principio? Más dudas crecían con cada minuto que pasaba, pero la incertidumbre se disipó un poco cuando las 4 llegaron.

El traje de baño de las 3 niñas era prácticamente el mismo, un conjunto rojo carmesí que cubría todo su torso, como el traje de baño de las japonesas pero con un color distinto a su ya típico azul oscuro. En cambio Diane se puso un biquini anaranjado muy pequeño para su cuerpo que no dejaba nada a la imaginación, junto con una pulsera plateada en su muñeca izquierda que emanaba un resplandor cian que a estas alturas sólo puedo catalogar como mágico, sin mencionar que se había quitado las coletas, dejando su largo y sedoso cabello castaño totalmente suelto, algo que no recuerdo haber visto nunca antes, ya que siempre traía atado su cabello en sus clásicas coletas. Nuestra reacción grupal no se hizo esperar, 4 de nuestros 5 penes quedaron de piedra, al igual que la cara de Duke al ver nuestra reacción, no lo culpo por indignarse, pero espero que no nos culpe por excitarnos frente a tal despliegue de belleza, las cosas como son. Conociendo a Diane, esta no debió ser su idea, seguro las 4 quisieron que en su ausencia todo el plan siguiera en su curso, y seguro pensaron que hacer que Diane nos excitara con su hermoso y despampanante cuerpo nos mantendría a raya, y visto lo visto no las culpo.

- ¡Ok pequeños, vengan aquí, nos vamos a la piscina! –Dijo Diane emocionada, colocándonos entre sus senos firmes para que no nos cayéramos.

- ¿¡Oye, y ese atuendo, Diane!? –Respondió Duke indignado con su hermana.

- ¿Qué, esto? Es el traje de baño de Sheila, el mío sigue mojado y las chicas insistieron que tomara uno de los suyos.

Tenía razón.

- ¿Ok, pero era necesario mostrar tanto?

- ¿Acaso te molesta, hermanito, luego de todo lo que has pasado? ¿No te gusta acaso?

- ¡Claro que no, sólo míralos a ellos!

- Los veo babeando, la verdad, y creo que mayoría gana pequeño Duke, así que relájate ¿ok?

Duke no respondió y se resignó a cruzar los brazos.

- ¿De qué hablan, Diane? –Preguntó Julie.

- ¿De qué? Ah, no es nada, no te preocupes, Julie.

- Creo que hablan de cómo les gusta a los chicos su cuerpo, asquerosos. –Dijo Molly.

- ¿¡OYE, CÓMO PUEDES DECIR ALGO ASÍ!?    

- ¿Acaso estoy equivocada?

- Bueno… Vamos a la piscina.

Luego de eso las 4 subieron por las escaleras hasta la azotea, como estábamos en el último piso de las habitaciones sólo fue un piso hasta arriba, y al verlo quedé maravillado. Pensé que sería una simple piscina, pero era mucho más que eso, era una alberca enorme, dividida en varias secciones, una gigantesca al medio que colindaba a un enorme trampolín y a un tobogán de agua en sus 2 extremos laterales, por la escalera de entrada había una pequeña pileta y unas regaderas para que quien quisiera nadar se limpiara el cuerpo primero, y al fondo había una separación para un área llena de burbujas, generadas no por jabón sino por las corrientes de aire que eran lanzadas a gran velocidad desde los laterales de la piscina. Desde luego hay que mencionar que el agua era de un color celeste brillante, debido a las luces fluorescentes de al fondo. Afuera había una zona separada con varios jacuzzis, con unos 5 grandes y varios más para una sola persona. También estaba lleno de reposeras de playa, todas vacías ya que no había nadie en aquel paraíso vacacional por alguna razón. No me olvidaré de mencionar que todo el lugar estaba cubierto por una cúpula semi-transparente que dejaba ver un poco la ciudad y la playa de Malibu. Las 4 dejaron sus toallas en 4 reposeras cerca de uno de los bordes de la cúpula, donde por un segundo pude ver que abajo en la playa había una enorme fiesta con música y todo, seguro por eso aquí no hay nadie.

- ¡Ok, cada una tome a un peque y métase al agua!

- Espera, son 5.

- ¿Y que tiene?

- Nosotras somos 4, una va a tener a 2 sí o sí.

- Comprendo, ¿pero y si nos turnamos entre todas?

- Puede ser, ¿pero como decidimos quien se queda con quién?

- Mmm…

Diane pensó un poco y dirigió su mirada hacia el tobogán, y luego se dirigió hasta la cima del mismo subiendo la escalera. Nos sacó de su escote y nos preparó para la experiencia más extrema de nuestras pequeñas vidas.

- Ok chicos, ahora van a bajar por el tobogán, las 4 estaremos esperándolos y serán de quien los atrape ¿ok? Bueno, listos o no allá van. –Dijo Diane antes de lanzarnos a la corriente de agua del tobogán, para luego hacer un clavado hasta la piscina, donde tocó el agua en un segundo.

A nosotros nos tomaría más tiempo, ya que si de por si el tobogán era inmenso, imagínense a nuestro tamaño. La corriente de agua nos movía como si estuviéramos cayendo por una cascada o ahogándonos en unos rápidos, era algo abrumador y un poco doloroso he de admitir, pero nada en comparación a cuando estábamos por llegar al final del tobogán, donde vimos a las 4 gigantas ahí nadando frente a la salida, esperando a sus pequeñas presas, que desde luego éramos nosotros. Al caer nuestros cuerpos azotaron el agua con tanta fuerza que nos pusimos rojos, no sé si hubiéramos podido sobrevivir sin el hechizo que Ally nos puso antes de venir aquí, pero de que dolía uff, sí que dolía.

Abrí los ojos bajo el agua y vi como mis amigos nadaban como locos para huir de la giganta que los perseguía, y para mi desgracia quien me tenía en la mira era la temible Molly. Traté de nadar de espaldas pero fue en vano, ella terminó por atraparme, aunque no con sus manos, ya que antes de llegar a mi abrió la boca cual tiburón y la cerró después de que haya entrado. A diferencia de otras bocas gigantes que he experimentado, esta estaba repleta de agua recién tragada, por lo que estaba flotando en sus fauces, pero había un problema ¡NO HABÍA AIRE! Era cuestión de tiempo para que no pudiera seguir aguantando la respiración y me ahogara dentro de la boca de Molly, por lo que sólo podía tratar de salir como sea. Nadé hasta el interior de su mejilla y empecé a golpearla desesperado, aunque muy lento debido a estas sumergido bajo el agua, ella no parecía reaccionar, y eso sólo me desesperó más. Lloré un poco pero desde luego el agua se llevó mis lágrimas muy lejos de mí, tanto como mis esperanzas en ese momento. Cuando no tenía más fuerzas dejé de golpear, aceptando mi fin y los pocos segundos que me quedaban… Pero algo pasó.

La boca de Molly se inclinó para arriba y sentí como el agua salía de su boca en forma de chorro, me había escupido. Por un segundo me encontré flotando en el aire, desesperado por la caída libre, y más aún cuando vi que Molly estaba abajo con su boca abierta otra vez esperando mi caída. Como pude me incliné hacia un costado, cayendo al lado de su cabeza. No titubeé y empecé a nadar lejos de ella, aprovechando mi ventaja momentánea, y nadando lo más rápido posible hasta que volviera a perseguirme. Vi que Julie estaba cerca y nadé hacia ella, tratando de evitar más tormentos con Molly, y ella alcanzó a verme, por lo que nadó emocionada hacia mí, agarrándome entre sus manos antes de que su amiga rubia pudiera atraparme. Dentro de sus manos vi que estaba Sonic, y ella no dudó en lanzárselo a Molly a modo de intercambio de peques. Me sentía mal porque Sonic es quien más la ha sufrido con ella, pero ya no había nada que hacer.

Julie me puso en su nuca y nadó hasta la zona de las corrientes, luego al llegar me soltó para que empezara su juego.

- Bien hermanito, veamos quien puede aguantar más la respiración bajo en agua, quien llegue más lejos gana.

Mi hermanita puso su palma sobre mí y me sumergió bajo el agua, al mismo tiempo que ella se sumergía. Por lo general yo aguantaría mucho más que ella, pero en ese momento mis pulmones estaban agotados debido a mi encuentro bucal con Molly, sin mencionar que las corrientes me devolvían a la superficie, ¿ella sabía eso y por lo mismo nadó hasta aquí? Como sea perdí, y segundos después ella emergió del agua cual Willy para reclamarme.

- ¡Gané! ¡Y cada vez que eso pase, te daré un abrazo especial!

Julie me tomó con una mano y me presionó contra su pecho, dándome un súper abrazo bastante apretado, para luego soltarme y empezar con su siguiente juego: las atrapadas. Era simple, yo nadaba, ella me perseguía, eventualmente me atrapaba y me presionaba contra otra parte de su cuerpo, y así fue como pasé por sus mejillas, sus labios, los axilas, su trasero, sus muslos, sus pies y otras partes que no quiero acordarme, prácticamente recorrí todo su cuerpo a punta de abrazos como por una hora hasta que oí algo de Diane que me alivió muchísimo.

- Ok pequeñas, ya va siendo hora de que nos vallamos… ¡PERO PRIMERO PROBEMOS LOS JACUZZIS!

Era irónico que mi emoción se desvaneciera en una sola frase segundos después de llegas de golpe. Las 4 salieron de la piscina en dirección a los jacuzzis, donde seguirían sus “juegos” mientras yo me preguntaba: ¿esto llegaría en algún momento a su fin?...

Parte 18: Adoración bajo el Agua: by GeaGts

Yo en la mano de Julie y mis amigos en las de Diane, Molly y Tammy, nos dirigimos hacia uno de los Jacuzzis grupales. Las chicas tardaron un poco en entrar por completo, ya que el cambio de temperatura era algo brusco, no es que la piscina estuviera congelada ni mucho menos, después de todo era temperada, pero de eso al calor burbujeante de un Jacuzzi hay varios grados de por medio. Las 4 se sentaron en círculo con nosotros aun en sus manos mientras nos veían con una combinación de dulzura y malicia, una en especial con más de lo segundo, no sabía lo que nos harían y tampoco estaba ansioso por averiguarlo, pero si iban a hacernos algo mejor que sea ahora.

- Bueno pequeños, ¿cómo están ahora luego de tanta diversión? Jijiji –Preguntó Diane con una expresión que en otra boca sería motivo de burla, pero que de ella venía desde su más sincera ingenuidad.

Por suerte no tuve que ser yo quien lo admitiera, ya que Duke señaló el obvio hecho de que estábamos agotados.

- Mmm… Entiendo, necesitan descansar, ¿esto fue demasiado para ustedes?

Antes de que pudiéramos responder Molly rompió el hielo preguntando algo nada que ver.

- Oye Diane, ¿qué es eso que tienes en la muñeca? Lo he estado viendo todo el rato.

- ¿Esta cosa? Me la dio Ally, dice que es un amuleto que contiene el hechizo de respirar bajo el agua, me lo dio para esta ocasión pero se me olvidó usarlo, lo siento.

¡QUÉ! ¡PUDE EVITAR LA MITAD DEL DOLOR Y EL SUFRIMIENTO DE ESTA VERSIÓN DEL TÁRTARO! ¿¡PERO SE LE OLVIDÓ!? Por suerte sólo pensé en eso y no lo dije, aparte creo que Molly lo sabía desde un principio, o al menos sabía que era un amuleto, porque lo que le dijo a Diane era demasiado conveniente como para que fuera casualidad.

- Bueno, ya no lo usamos en la piscina, ¿pero y si lo usas en los chicos ahora?

- ¿Ahora, para qué? Ya no tiene caso, creo.

- Claro que sí, luego de patalear mucho me duelen los pies, y quiero que me den un masaje, ¿les gusta la idea chicas?

- ¡Sí! –Dijo Julie.

- Obviamente, jiji. –Dijo Tammy.

- Sí, creo que estaría bien, y no es tan agotador para ellos, aparte tienes razón, también me duelen un poco los pies. –Dijo Diane.

- Pero Molly, de nuevo está el problema de que nosotras somos 4 y ellos son 5.

- Si, es verdad Julie.

- Uy, ya se chicas. A ver pequeños, ¿quién de ustedes está más cansado? El que sea jugará con nosotras aquí arriba…

Diane no pudo alcanzar a terminar su frase cuando Alfa levantó la mano muy rápidamente y con fuerza, algo raro ya que eso significaba que era el que estaba “más cansado”, pero el ama a Diane, no lo culpo.

- Ok Alfa, entonces ven aquí.

Diane extendió su mano derecha para que Alfa se subiera, y con la izquierda nos apuntó para usar el hechizo de respirar bajo el agua sobre nosotros, en un principio no sentíamos el cambio, pero la lógica nos decía que como su brazalete dejó de brillar pues ya había usado en hechizo en nosotros.

- Listo, ahora bajen…

- Espera, se me ocurrió como hacerlo divertido.

- ¿Cómo Tammy? –Preguntó Diane.

- ¡Con un concurso! Que los 4 se vallan turnando para masajear todos nuestros pies y luego nosotras decidimos quien gana.

- Me gusta, ¿y qué más?

- Pues eso pensé, se me ocurrió recién ahora.

- Mmm… ¿Y si cada 4 minutos cada uno va al pie de su derecha? Así están una media hora en el masaje.

- Genial, has aprendido Julie.

- Gracias Molly, jiji.

- ¿Y que gana el peque que haga el mejor masaje?

- ¡Eso lo vemos luego Tammy, ahora empiecen chicos, no puedo esperar! –Ordenó Diane mientras las 4 con sus enormes manos nos sumergían hasta el fondo del Jacuzzi. Por instinto traté de mantener la respiración, pero luego recordé lo del hechizo y abrí la boca. Mis pulmones se llenaron de agua y podía respirar sin problemas, ¡Como Shinji subiendo al Eva01 en el primer capítulo de Evangelion!...

Perdón pero llevaba rato sin hacer una referencia y así es como soy.

El primer pie que vi fue el derecho de Julie (cuya planta estaba a la izquierda desde mi perspectiva), el cual estaba apoyado sobre su tobillo en el suelo, dejando su suela en diagonal, por lo que me puse frente a ella. No escuchaba lo que decían las chicas fuera del agua, apenas unos murmullos, pero si oí fuerte y claro a Molly diciendo: “comiencen” Era extraño, como si sus palabras retumbaran en mi mente, y seguro era exactamente eso, ya que los otros 3 empezaron a masajear al mismo tiempo, y yo no me quedaría atrás.

Puse ambas manos sobre la enorme suela de Julie y empecé a masajear, mis movimientos eran más llantos debido a estar sumergido bajo el agua, por lo que ahora debía compensar con fuerza para realizar bien el masaje. En eso incliné mi peso hacia adelante y mis brazos lo aguantaron, a la par de moverse en círculos por el centro de la suela enorme de mi hermana. Lo bueno de estar bajo el agua es que no podía olerles los pies, algo que siempre supuso un lio para mí, pero que no siniestra aquel fétido aroma a pies femeninos al frente mío hizo que pudiera concentrarme aún más y desempeñarme mejor. Bajé hasta su talón para frotarlo con más fuerza, ya que es una parte del pie más dura, me costó pero logré aplicar la misma presión sobre su piel, haciendo más esfuerzo, claro. Calculando en mi cabeza quedaban un par de minutos, por lo que empecé a nadar poco a poco hacia arriba  mientras masajea su suela de abajo hacia arriba y frotaba lentamente mis pies contra su piel para abarcar más espacio, como un masaje tailandés (o algo así, la verdad de eso no se mucho). Llegué a la zona de sus dedos, los cuales froté y jalé suavemente, balanceándolos sobre su eje lentamente para incrementar el placer, y eso hice con su meñique, anular, medio, índice y pulgar izquierdos del pie, y así hasta que acabó el tiempo. Luego de escuchar de nuevo la voz de Molly en mi cabeza diciendo “siguiente” supe que era turno del pie izquierdo de mi hermanita de relajarse, por lo que me puse manos a la obra a continuar con el masaje, pero como estaba en la zona de los dedos decidí hacerlo lo mismo que hice antes pero al revés. Empecé con los movimientos circulares en su dedo gordo y así hasta el meñique derecho, para luego bajar lentamente por toda su suela, abarcándola como antes. Después seguí con la laboriosa tarea de frotar su duro talón, para finalizar masajeando la base de la planta de su pie.

Molly volvió a decir “siguiente” en nuestras cabezas, y me dirigí al siguiente pie, el cual resultó que era el derecho de Molly. No puedo decirlo a ciencia cierta, pero creo que ella estaba sonriendo al saber que ahora era mi turno de mimar sus pies. Nuevamente empecé con frotar en círculos su suela, estar al servicio de Molly no me agradaba pero pensé “bueno, al menos no soy su calcetín” y eso me motivó un poco. Antes de que pudiera bajar a su talón su pie se precipitó por completo sobre mí, y quedé inmovilizado bajo el peso del pie de esta malvada niña de 7 años. No conforme con humillarme lo suficiente con eso, me habló mental mente para decirme “lame Jazz, lame como el perro que eres”, para luego presionar un poco. Sin pensarlo mucho empecé a lamer su suela como pude, al menos el área que tenía cerca ya que no podía moverme. A pesar de haberme tragado antes el sudor de Tammy, esto era distinto, era humillación y dominación directa, y lo peor era que me la estaba dando una niña que en circunstancias normales mediría poco más que la mitad de mi estatura, pero que ahora comparada con mi pequeño cuerpo era colosal, y gracias a sus poderes, como una Diosa. Luego de lamer por unos minutos que se me hicieron insoportablemente largos escuché el aviso general de que tocaba cambiar de pie, pero poco después la voz de Molly me dijo sólo a mi “ahora dale algo de amor a mis dedos”, por lo que nadé hacia arriba para alcanzarlos. A pesar de eso pude ver como su pie se elevaba sobre mí, como si quisiera que lo alcanzara, que me esforzara más para adorarla, y no tenía de otra. Nadé como 4 veces la distancia normal que ya había recorrido antes con Julie y me puse por encima de su pie, empezando a lamerle los dedos y las uñas con bastante dedicación para que no me jodiera. Mi lengua cubrió buena parte de sus dedos, hasta que oí que me decía “ahora entre los dedos, perro”, por lo que hundí un poco mi cabeza entre sus dedos para lamerlos. Luego de un minuto pasó algo horrible, su pie subió más hasta llegar a la superficie, donde noté que ya no estaba abajo del agua y que las 3 veían como le estaba lamiendo el pie a Molly con tanta pasión. Mi hermanita se rió un poco y las otras 3 simplemente se carcajearon al verme de esa manera, yo pensé que correrme en Ally era lo más vergonzoso que me había pasado, luego chuparle las medias a Jane, pero este momento supera con creces a los 2 anteriores combinados.

Molly bajó su pie al agua conmigo de nuevo, y a los pocos segundos volvió a decir “siguiente”, por lo que nadé hasta mi próximo objetivo, el pie derecho de Diane. Ya lo conocía de memoria, pero nuevamente me tocarme verlo “cara a cara”. Cuando empecé a frotar sentí que 2 dedos me tomaban y me llevaban a la superficie, justo frente a la cara de Diane, la cual me dijo “Oye Jazz, pues también lamerme los pies a mí, jiji, ¡gracias!” para luego volverme a sumergir. Yo obedecí y empecé a lamerle ambos pies a Diane durante 8 minutos, yendo de un lado al otro hasta que se acabara el tiempo, pero aun rojo de vergüenza. Sus suelas, sus talones, sus tobillos, sus uñas, sus dedos y entre ellos, ningún lugar de los pies de Diane se quedó sin que yo lo lamiera. Tratando de pensar en otra cosa mientras lo hacía, recordé que vi de reojo a Alfa en mis 2 salidas humillantes a la superficie, y es que estaba entre los gigantescos pechos de Diane con una expresión de placer en su rostro que conozco muy bien.

A los 8 minutos de que empecé con Diane, Molly volvió a dar el aviso, por lo que era turno de masajear a la última giganta: Tammy. Ahora quise empezar por sus dedos para seguir bajando después, y eso hice por como minuto y medio hasta que sentí una presión increíble, y era que estaba atrapado entre los pies de Tammy. Molly no tardó en decirme “no te muevas, sólo estira la lengua hasta que acabe todo, confía en mi” para luego no volver a hablarme más. No tenía de otra, ella obviamente estaba al tanto de lo que hacía por lo que obedecí y saqué la lengua, sólo para que un segundo después el pie izquierdo de Tammy que me presionara la espalda bajara conmigo aun entre medio, por lo que fui frotado cual footjob por Tammy mientras inconcientemente le lamía los pies. Ahora no era una persona, era de nuevo un juguete, y uno sin salida a merced de los juguetones pies de una hiperactiva niña de 9 años.

Finalmente el calvario terminó, y los 4 subimos a la superficie, donde aprovechamos de escupir buena parte del agua que habíamos tragado.

- Bueno niñas ya terminó el concurso de masaje, díganme, ¿quién lo hizo peor? –Preguntó Diane.

- ¡Bueno, eso obvio que Jazz, no masajeó nada y sólo se dedicó a lamer, jajaja! –Exclamó Molly.

El sentimiento de trágame tierra me invadió nuevamente, lástima que estuviera en el agua.

- Pues sí, si me preguntan a mi quien mejores masajes dio fue Duke.

- Sí, creo que es cierto Tammy, y eso que él hace rato solo se quejaba, jijiji. –Dijo Tammy alegre como siempre –Bueno hermanito, creo que es obvio que tú ganas, ¿les parece chicas? –Todas asintieron. –Pues sí, tu premio será que podrás descansar 15 minutos luego de la cena, antes de volver a jugar con nosotras.

Puede que parezca poco, pero luego de lo que ya hemos pasado esos 15 minutos son más valiosos que un Amazing Fantasy #15 firmado por Stan Lee y Steve Ditko… Bueno, eso sí es exagerar, pero se entiende la idea, espero.

- En cuanto a ti, pequeño Jazz, como perdiste tu castigo será…

- ¡Esperen! –Dijo Julie, luego de ver mi cara de dolor. –Creo que él no podrá jugar con ustedes así esta noche, me prometió las otras ves volver a jugar conmigo, y eso es lo que va a hacer, ¿verdad Oni-chan?

Luego de un par de segundos asentí, aceptando el salvavidas que mi bella hermanita me había lanzado para sacarme de esa situación.

- Valla, no puedo objetar eso, lo siento chicas, pero esta noche Jazz es de Juile, promesas son promesas.

- ¡Oh, vamos!

- He dicho. Ahora si vallan a secarse que vamos a comer, pediré el servicio a la habitación para nosotras.

Esa simple promesa bastó para emocionar a las 3 Imouto, por lo que salieron corriendo por sus toallas sin siquiera recogernos del agua. En cuanto a Diane, se quedó un poquito más.

- Bien, como las niñas se fueron ya puedo sacarte Alfa.

En eso Diane sacó a Alfa de su escote y lo lamió frontalmente, para después pasar 2 dedos entre sus tetas y sacar un líquido blanco familiar de entre ellas, para luego lamerlo con una expresión lasciva en su rostro.

- Tenía que limpiar el lugar para los demás, nuevamente gracias por aceptarlo Alfa. En fin, nos vamos chicos.

Al terminar de hablar Diane nos puso a los 5 otra vez entre sus tetas, y todas las miradas se dirigieron a Alfa, y nuevamente fue Duke quien rompió el hielo.

- ¿Gracias por aceptarlo?

- Si, lo siento Jazz, pero me rendí ante Diane.

- ¡¿Cómo?!

- Perdón, pero sabes lo que siento, no tenía de otra. Lo lamento pero ahora solo falta que tú te rindas.

- No me rendiré… Yo… Saben… Hablamos después…

Ciertamente no tenía las energías para discutir en ese momento, estaba sumamente cansado luego de los “masajes”, y necesitaba aunque sea un momento para recuperarme. Las 4 chicas se secaron y volvieron a la suite, y luego de pedir servicio a la habitación por el comunicador de la sala, Diane me sacó de su escote y pasé a estar en las cálidas manos de Julie. Le doy gracias a Rachel por tener una hermana tan linda, y que bueno que lo que queda de noche lo voy a pasar con ella, espero que nada nos perturbe de aquí hasta que nos vallamos a dormir, ojalá no sea mucho pedir…

B-Side #005: El Lado de Julie: by GeaGts

Hola soy Julie, tengo 8000 años, de pelo negro largo y soy hermana menor de Jazz y Jane. Sé que esto es para narrar como ha sido mi vida hasta ahora y como cambió luego de que Ally encogiera a nuestros hermanos, y que para eso había que narrar algo un poco más concreto, pero simplemente necesito sacarme esto de la cabeza y olvidarme que pasó, y por eso lo hablaré aquí, para desahogarme.

Las 8 chicas y los 5 chicos fuimos a pasar un par de días a Malibu, fue un día divertido lleno de mar y piscina. Jugué un buen rato con mi Oni-chan Jazz en la tarde, ya que tú y las demás se habían ido sin decir mucho, dejándonos a cargo de Diane. Sobre ella pensé que sería aburrida como ustedes, sin ofender, pero al final fue hasta más graciosa que nosotras.

Vi que mi Oni-chan estaba muy agotado luego de nuestros juegos en la piscina, por lo que me lo llevé para que pasara el resto de la noche conmigo y no cayera desmayado del cansancio. Luego de recogerlo Diane mandó pedir la cena con el servicio a la habitación, por lo que trajeron unos ricos ravioles de espinaca con un aderezo algo fuerte, pero igual rico. Les dimos de comer a los chicos un poco de eso para luego pasar a jugar con ellos. Duke tenía una ventaja por haber ganado el concurso de masajes que hicimos en el Jacuzzi por lo que podía descansar un poco, y yo me fui un rato a mi habitación con mi Oni-chan en las manos.

- Gracias Julie. –Me dijo.

- No hay problema, vi que estabas algo cansado y pensé que sería mejor que te quedaras conmigo. Ahora espera que voy a ponerme el pijama, no mires.

Puse a Oni-chan frente a la ventana para que estuviera de espaldas a mí mientras me cambiaba, me puse un pijama negro con shorts gris oscuro y fui a buscarlo de nuevo, pero cuando lo llamé no me contestó, sino que se quedó viendo por la ventana.

- ¿Qué pasa, viste algo?

Él me decía que nada, que no viera, y eso fue exactamente lo que hice. Aunque estábamos muy alto, alcancé a ver a mi hermana Jane, contigo y las otras, paradas frente a la entrada del hotel, bueno, a excepción de Jane ya que ella estaba de rodillas en el piso, llorando. Nunca la había visto así, ella siempre era tan segura de sí misma, y me puse muy triste al verla en tal estado. Oni-chan se dio cuenta de eso y quiso consolarme antes de que me pusiera a llorar.

- No estés triste Julie, por favor, odio verte llorar.

- Sniff… Si se Oni-chan, pero tú la viste, Jane está muy triste y no sé por qué. ¿Soy mala hermana por no saberlo?

- ¡Por supuesto que no! Los 2 la conocemos, pero todos tenemos secretos, seguro algo la está apenando y pronto volverá a ser la de antes, no te preocupes.

- ¿Lo dices en serio?

- Por supuesto que sí.

- ¿Pero la habías visto así antes?

- Bueno… La verdad no, pero…

- ¿¡Ves!? Tengo que ir a hablar con ella.

- ¡No! Espera, no sé si sea buena idea.

- ¿Por qué no?

- Bueno, cuando una persona está así, creo que es mejor darle su espacio.

- ¡Pero está con sus amigas! Perdóname Oni-chan, pero tengo que ir a ver qué le pasó.

- Bueno, si no puedo detenerte, al menos déjame ir contigo.

- Está bien, sube.

Puse a Oni-chan en mi hombro y salí de la habitación, sólo para ver a Molly y Tammy solas viendo la puerta.

- ¿Chicas que pasó, y Diane?

- Acaba de salir.

- Si, dijo que las chicas la llamaron y que bajara, y que no saliéramos.

- Ok, voy a salir con Oni-chan, ustedes cúbranme si regresa Diane.

- ¿A dónde vas?

- Con Jane, tengo que ir a ver como está.

Sin más abrí la puerta y salí hacia el corredor, vi como Diane se metía al ascensor y bajaba al primer piso, no podía esperar a que volviera a subir por lo que sujeté fuertemente a Oni-chan en mis manos y empecé a bajar rápido por las escaleras. Eran muchos pisos, pero al bajar no costaba mucho, y en 2 minutos ya estaba en el primer piso. Vi que Diane estaba hablando con Jane y las demás a fuera de las puertas del hotel, justo donde las vi hace rato, por lo que fui acercándome sigilosamente para que no me vieran, ya que si lo hacían seguro dejarían de hablar, y necesitaba saber que decían. Me puse atrás de una planta cerca de la entrada y me asomé entre las hojas, mientras ponía a Oni-chan de vuelta en mi hombro, ya que también quería escuchar.

- Lo siento Jane, sé que es duro, pero…

- ¡No saben lo que estoy sintiendo, no tienen ni idea!

- Jane…

- Al menos levántate.

- A eso vine a Malibu, a levantarme. –Dijo mi hermana mientras se ponía de pie.

- ¿Entonces?

- Es que… No me siento mejor. Pensé que al matarlo todo acabaría, pero me siento tan vacía como siempre.

¿Matarlo? ¿Mi hermana mató a una persona? No podía creer lo que escuchaba, no pensé que Jane sería capaz de matar a una persona, al menos en ese momento. Estaba tan abatida que solté la maceta de la que me estaba agarrando y caí de espaldas. Dejé de escuchar sus voces pero a los pocos segundos las 5 entraron y me vieron tirada en el suelo con Oni-Chan sobre mi hombro.

- ¿Julie, Jazz? ¿¡Estaban espiándome!?

En ese momento interrumpió el recepcionista.

- ¿Pasó algo señorita Alison?

- Nada Doug, no hay nada que ver, son temas de chicas.

- Como diga. –Dijo el recepcionista para luego salir de la sala.

- ¡RESPONDAN!

- ¡JANE, BASTA, ES JULIE NADA MÁS!

- Hermana…

En ese momento me puse a llorar, ella nunca me había gritado, de hecho nadie lo había hecho jamás, y que el primer grito que recibía fuera tan fuerte y de mi propia hermana, simplemente por querer ayudarla, me devastó.

- Lo siento Julie, no estoy bien, pero no es tu culpa, no es justo que me desquite contigo.

Me calmé un poco, hasta que ella recogió a Oni-chan de mi hombro.

- ¡Devuélvemelo!

- Perdón hermanita, pero voy a necesitar a Jazz, mañana es mi día con él, ¿puedo tenerlo desde ya, Diane?

- Bueno, creo que sí, pero por favor no seas muy dura con él, está muy cansado.

- Está bien… Al menos por hoy. Ahora subamos, no hagamos esperar a las niñas.

En eso Jane me ayudó a levantarme y me puso la mano en el hombro para calmarme mientras subíamos por el ascensor. Nadie dijo nada hasta que entramos a la Suite, y fue justo mi hermana quien rompió el silencio.

- Chicas no me siento bien esta noche, iré a dormir.

- Pero Jane…

- No digas nada Ally, sólo… Creo que descansar me ayudará, ustedes jueguen, no se preocupen por mí.

En eso Jane entró a su habitación con Oni-chan en la mano y le puso seguro a la puerta. Diane propuso ver una película y eso hicimos, vimos lo primero que estuvieran dando por la TV por satélite de la sala, Indiana Jones y La Última Cruzada, y la vimos en silencio. Molly y Tammy estaban entretenidas, aunque veía a las chicas y tenían la mirada fría y triste, al igual que yo.

Al día siguiente nos fuimos de Malibu a primera hora y no volví a ver a Oni-chan en todo el día, al igual que a Jane. Ha pasado un tiempo y ya se un poco lo que pasó, aunque no me quieren dar detalles, dicen que aun soy muy pequeña para entenderlo o algo así. Por lo general soy una chica lista, tierna y feliz, pero esa noche algo cambió dentro de mí. No dejé de ser quien era, pero creo que aquella experiencia me hizo madurar de golpe, y si bien las cosas no han sido tan malas como esa noche desde entonces, esto era algo que necesitaba sacarme del pecho. Muchos dicen que soy muy inteligente para mi edad, también será porque leo mucho, no sé, pero la verdad no tengo ni la menor idea de que fue lo que hicieron Jane y Oni-chan al día siguiente…

Parte 19: El resto de mi Vida en el Zapato de Jane: by GeaGts

Desperté en un lugar oscuro. Lo último que recuerdo de anoche fue de lo que escuché con Julie de Jane, y valla… Qué decir de eso. Jane fue a Malibu para matar a alguien. Eso era impactante a pesar de todo, porque una cosa es matarnos a nosotros sabiendo que vamos a regresar, y otra es quitarle la vida a alguien más y listo. Jane puede llegar a ser muy sádica y despiadada, pero nunca la vi como una asesina. Cuando entramos en su habitación ella fue dura y clara.

- ¡MALDITO GUSANO! ¡CÓMO TE ATREVES A METER A JULIE EN ESTO!... Uff, sabes, no voy a matarte, si lo hago no podremos recuperarte, mañana sabrás tu destino, ahora sólo vete a la mierda.

Ella simplemente me metió dentro de una de sus zapatillas, puso un calcetín en la punta para que no escapara y se fue a dormir, o eso pensé. Yo sabía que eso era lo mejor que podía esperar así que igual me fui a dormir, y luego de lo agotador que fue el día no me costó mucho.

Ya a la mañana siguiente caí en cuenta de que seguía dentro de su zapato, el olor del calcetín mezclado con el del interior de mi caverna personal lo delataban, y yo sin nada que hacer me acomodé para descansar un poco más. Así estuve por un rato hasta que todo el zapato se movió y sentí una presión importante sobre mí, parece que Jane había levantado el zapato rápidamente, para luego quitar su calcetín de encima y proceder a hablarme.

- Gusano, lo que hiciste anoche fue imperdonable, en lo que a mí respecta estás fuera de esto, te ofrecimos rendirte a ser nuestro esclavo y hasta ahora eres el único que sigue aguantando. Me repugnas, en especial porque metiste a Julie en algo que no entiende ni ella ni tú. A pesar de todo aun te veía como mi hermano, pero eso se acabó.

Acto seguido movió un poco el zapato, y a través de la abertura pude ver ahora el blanquecino rostro de Ally, la cual con una sonrisa conjuró algo dentro del zapato, todo se tiñó de tonos arcoíris por unos segundos y cuando pude ver otra vez noté que mi tamaño había cambiado otra vez, debía tener más o menos una pulgada de alto. En eso vi nuevamente el rostro de Jane, aunque no sabía que sería por última vez.

- Listo, ahora no eres más mi hermano, todos menos nosotras 5 olvidarán que exististe y por el resto de tu vida estarás bajo mis pies. No volveré a verte, si quieres comer tendrás mi mugre, si quieres beber tendrás mi sudor, la verdad no me importa. Hasta nunca gusano.

Luego de aquella devastadora declaración Jane dejó caer su zapato al suelo, para inmediatamente poner su pie encima y proceder a colocarse la zapatilla, conmigo dentro. Traté de correr hasta la zona de los dedos pero no pude alcanzarla, su pie había entrado y me atrapó bajo el centro de su suela. La presión era inmensa, pero segundos después ella empezó a pisotearme, una y otra vez. Creo que si no fuera por el hechizo de refuerzo habría sucumbido y ahora no sería nada más que una mancha roja pegada al pie de mi hermana mayor, pero eso, por desgracia, nunca sucedió.

Las horas pasaron y mi cuerpo se adaptó a la presión, era algo liberador porque ya no me tenía que preocupar por eso, pero si por el terrible olor que cubría todo el lugar. Supuse que ya habían vuelto a casa, pero no pude estar seguro de eso, de hecho a partir de ese momento no pude estar seguro de nada, ni siquiera del paso del tiempo. Pasó el día entero (creo) y por fin parecía que Jane se iba a quitar los zapatos. Pero cuando su pie se levantó un destello enorme me dejó ciego por un segundo, sólo para ver que ya no estaba en su zapato, estaba directamente pegado a la suela de Jane. No sabía muy bien cómo, pero el hechizo arcoíris de Ally no solo me encogió, sino que parece que eso de estar a los pies de mi hermana para siempre era literal, ya que ni bien se quitó el zapato yo me tele transporté debajo de su suela, quedando atrapado entre ella y el piso de lo que parecía ser su cuarto.

Yo estaba devastado ¿en serio pasaría el resto de mi vida bajo los pies de mi hermana? ¿Qué pasaría con mis amigos? ¿Con mi amor por Sheila? No pude pensar mucho en eso porque de inmediato Jane se puso a caminas por la caza, en dirección a lo que parecía ser el baño, cosa que confirmé al sentir el frío de aquellas baldosas blancas. Ella empezó a desvestirse, pude ver algo de ropa caer al suelo, pero no mucho más. Luego levantó su pie izquierdo seguido del derecho donde yo me encontraba, para meterse a la ducha. El agua que recorría por todo su cuerpo recogiendo su mugre llegó inevitablemente a sus pies, pasando un poco sobre mí. Por suerte no me ahogaba debido al pequeño espacio entre el arco del pie de Jane y la base de la tina, que me permitía respirar sin mayores inconvenientes. No negaré que esta sensación me excitaba un poco, provocándome mucha vergüenza, y aunque mi pene se puso duro, Jane ni se inmutó. Al terminar de bañarse se puso el pijama y se fue a la cama, para luego llamar a las chicas para que vieran una película. No pude reconocer cual era ni ver a mis amigos, y ciertamente si Jane decía la verdad, de todas formas ellos no podrían verme.

En eso me puse a pensar otra vez en mi situación. Pasé todo el día bajo en arco de mi hermana mayor, y por lo que parece así sería el resto de mi vida. ¿Cuánto sería eso? No tenía idea, sólo quería olvidarme de todo por un rato y me puse a dormir.

Al día siguiente seguía en el pie de Jane, mientras ella dormía. Este se supone que sería el día en el que me tocaba estar con Sheila, pero no la vi, de hecho no volvía ver directamente a ninguna de ellas, ni siquiera a mi hermana, sólo podía ver la parte inferior de su pie. Cuando despertó se fue a desayunar descalza al primer piso con el resto de chicas, sabía que estaban las 8 ahí, pero ninguna parecían notarme, era como si en efecto yo hubiera dejado de existir. De pronto sentí algo horrible en el estómago, hambre, pero hambre en serio porque no había comido nada en 2 días, y si esto seguía así no comería nunca más. Ya he muerto varias veces antes, pero morir de hambre me parecía una forma sumamente lenta y agónica de hacerlo, y no estaba muy entusiasmado por hacerlo, por lo que tenía que comer algo pronto antes de que fuera tarde.

Luego de comer Jane se puso unas sandalias Crocs y salió a lo que parecía ser el patio de la piscina, aunque no se metió a nadar sí parece que se recostó en una de las reposeras a descansar, o leer algo, o andar con el celular, les digo que no tenía certeza de nada. El interior del Croc estaba ligeramente iluminado por los agujeros que tenía, pero sin dudas lo peor de todo era el olor. Por Diosa, era espantoso. El olor de los pies de Jane siempre fue terrible, pero creo que y sin exagerar el olor de sus Crocs era el peor olor y el más rancio que había olido en toda mi vida. Fue tan grande como para desviar mi atención momentáneamente del hambre que sentía, aunque esta desde luego seguía ahí. Jane empezó a balancear sus pies un poco, lo que me dio libertad de movimiento por primera vez en muchas horas, aunque lo más que podía hacer era arrastrarme adentro de su Croc. Fui a la zona de los dedos donde quería ir en un principio, y el olor se intensificó como no tienen idea, en especial en las marcas que sus dedos dejaron sobre la goma de la sandalia. Luego de revisar un poco noté que entre sus dedos y en la punta de estos había algo de suciedad, algunas incluso en forma de bola, y sin pensarlo mucho me arrastré hacia ellas y empecé a comerlas como loco. El sabor era amargo y sumamente fuerte, como la esencia de sus pies concentrada y elevada a la enésima potencia, pero tenía que seguir comiendo y pensé que al menos era mejor que morirse de hambre. Comí hasta quedar satisfecho y aún quedaba mugre en varios de sus dedos, y también en las marcas de estos en el Croc, pero ahora simplemente me recosté y traté de descansar un poco.

De pronto al estar sumergido en mis pensamientos me percaté de algo. Había comido la mugre de los pies de Jane muy fácilmente y sin oponer mayor resistencia. Es más, cuando Julie fue a buscarla a la entrada del hotel, yo no la cuestioné demasiado, y simplemente la dejé hacer lo que quería. Es más, la mayor parte de mi tiempo con Diane aquel día lo disfruté. ¡ES MÁS, OBEDECÍ AL DEDILLO EL JUEGO QUE DIANE Y LAS 3 IMOUTO IDEARON EN EL JACUZZI SIN RECHISTAR EN NINGÚN MOMENTO! Todo eso ya no me parecía terrible o extraño, ni humillante por decirlo menos, lo que me hizo pensar ¿En serio ya me he rendido y aun no me di cuenta? Parecía que la respuesta era afirmativa, y a estas alturas no me quedaba otra que aceptar mi actual destino, ser la plantilla permanente del pie de mi malvada hermana mayor.

El resto de los días no fueron nada fuera de lo común (o al menos de lo que ya había experimentado). Cuando me daba hambre comía de la mugre de los pies de Jane, y curiosamente cuando tenía que mear o cagar los orines y la mierda desaparecían al momento de que los expulsaba de mi cuerpo sin dejar rastro, algo que de nuevo atribuí al hechizo de… Espera ¿Quién me había puesto ese hechizo? Con forme pasaban las semanas me olvidaba cada vez más de quien era yo y como era mi vida antes del pie de Jane, y ella en ningún momento me notó. Oía la vos de 2 adultos que me parecían familiares al cabo de unos días, pero ellos no parecían recordarme por lo que los escuchaba, aunque sentía que así debía ser por algún motivo. Durante meses pasé por todo el calzado de Jane, un montón de zapatillas, sandalias, botas y tacones. Con el paso del tiempo empezaba a hacer más frio, ya era invierno por lo visto, y Jane empezó a usar más calcetines. A veces aparecía dentro de ellos, y a veces entre ellos y el calzado que estuviera usando, nunca supe el por qué y la verdad no me importaba.

Recuerdo que varias veces ella se ponía un par de sus zapatos más finos e iba a bailar a algún bar o lo que sea. Estaba así por horas, pisoteando mi cuerpo constantemente, y en esos momentos la presión que sentía al principio de esta nueva vida regresaba y con mucha fuerza, sin mencionar que al cabo de un rato los pies le empezaban a sudar mucho, cosa que desde luego siempre aprovechaba para beber tanto de su sudor como pudiera, y en cierta manera me gustaba. Sobra decir que las veces que llegaba a correrme, pasaba lo mismo que con mis desechos, simplemente desaparecía luego de salir de mí, aunque en esas ocasiones lo hacían mucho más lento, o puede que la excitación del momento me haga parecer que era así, quien sabe.

Tal como pasaron las semanas y los meses pasaron los años. Ya no recuerdo ni como me llamaba o por qué me encontraba en ese lugar, lo único que sabía era que este era el pie de Jane, una chica gigante, aunque no recuerdo muy bien quien era o de donde la conocía tampoco. A lo largo de los siguientes 30 años más o menos Jane seguía haciendo lo mismo de siempre, o eso me parecía, pero algo que tenía claro al haberlo visto en varias ocasiones era que ella encontró su hobbies favorito, hacer ejercicio. Iba casi todos los días al gimnasio y yo, desde luego, la acompañaba. A pesar de todo el ejercicio menos pesado para mí fue la caminadora, ya que era como un trote suave que más que nada ya me parecía relajante. Al cabo de unos minutos de calentamiento empezaba a sudar y yo me ponía manos a la obra. Desde hacía tiempo que empecé a lamerle los pies a Jane mientras sudaba, antes sólo para poder hidratarme, pero ahora lo disfrutaba mucho, sentía que era lo más divertido que podía hacer en mi situación y, de cierta forma, era una forma de agradecerle a Jane, quien no se desde cuándo se había convertido en mi diosa, por todo lo que me había dado a lo largo de los años, una vida sin preocupaciones, donde sólo existía y la planta de su pie. A pesar de tener ya casi 50 años, ella seguía en forma y sus rutinas de ejercicio no variaban mucho. Las pesas me daban mucha presión y las elípticas eras una mezcla de las 2 anteriores, pero mi ejercicio favorito era la bicicleta. De su pie y sus lindas arrugas salía muchísimo sudor, era como un festín para mí, y lo disfrutaba por el tiempo que fuera necesario, que variaba entre días.

A pesar de eso habían días donde aparecía bajo su media y entre su zapato deportivo, cosa que aunque no me proporcionaba tanto sabor directamente, en cierta forma me gustaba ya que el calor interior era como un sauna muy relajante, sin mencionar que en sus medias habían pedazos de mugre que comía sin parar, tanto que a estas alturas veía como un verdadero manjar. También varias veces al año Jane participaba de maratones, donde corría todo el día y, en más de una ocasión, durante varios días atravesando varios estados. Para mi esas maratones eran como el cielo, todo lo que me gustaba de los pies de mi Diosa Jane estaba ahí, su sudor, la comida en sus pies y medias, la sensual presión y aquel calor sumamente reconfortante, y eran las épocas del año donde más acababa.

Esas actividades se fueron desvaneciendo en el tiempo con el pasar de las décadas, Jane estaba envejeciendo pero mi amor por ella no se marchitaba ni un solo día. Yo lamería, besaría, masajearía y me correría en la planta de su pie hasta el día de mi muerte. Aquel día finalmente ha llegado, yo ya no tengo casi energías para moverme, y cada paso que daba Jane, por más lento que fuera, terminaba por dolerme bastante. En uno de esos finalmente no pude más y dejé de respirar, yéndome con una enorme sonrisa entre oreja y oreja, ya que me iba muy feliz de saber que, durante toda mi vida, cumplí con lo que tenía que hacer, adorar los hermosos pies de mi Diosa, la hermosa, preciosa, incomparable y única dueña de mi cuerpo y mi alma, mi Diosa Jane.

- ¡AAAAAAAAAAAAAHHHH!

Grité lo más fuerte que había gritado en mi vida. No sabía que estaba pasando, pero de pronto oía una vos y volteé la mirada hacia arriba del zapato en el que me encontraba y vi como el calcetín que tenía por techo era retirado de su sitio.

- Oye cállate de una vez, no te he dicho que hables.

- ¿J-Jane? ¿Q-Qué pasó, quien soy, dónde estamos?

- Ally te hechizó con una ilusión muy poderosa, le di los detalles para crearla y por lo visto ya moriste dentro de ella.

- Pero… Fue tan real… Pasé toda mi vida bajo tu…

- Esa era la idea, gusano. No quería lastimarte en ese momento así que le pedí a Ally que te hechizara para que pasaras la noche ahí, ahora cállate de una vez, son las 5 de la mañana y quiero dormir un poco más hasta que nos vallamos de este maldito hotel.

Luego de eso volvió a colocar el calcetín en la entrada de su zapato. ¿Seguíamos en el Resort? ¿Toda la vida que viví fue una farsa? Se sintió sumamente real, y la verdad aún no estaba del todo consiente de haber regresado a la realidad, por lo que para aclimatarme me puse a lamer el fondo del zapato de Jane hasta quedarme dormido, lleno de dudas de mi futuro…

Parte 20: El Inicio de mi día con mi “Malvada” Hermana Mayor: by GeaGts

A las pocas horas desperté luego de que Jane volviera a quitar el calcetín, avisándome que ya nos íbamos. Ella simplemente se puso la zapatilla y me dejó ahí un rato mientras preparaba todo para irse. Pasé más o menos una hora dentro de su zapatilla siendo presionado por su pie en la zona de los dedos, y ciertamente se sentía diferente a mi ilusión. Aunque no fue real, algo definitivamente cambió dentro de mí, creo que me estaban empezando a gustar los pies en serio, mi pene estuvo erecto todo ese rato, y aunque no me corrí sí que lo disfruté, incluso llegué a lamerle el pie a Jane varias veces sin darme cuenta, ¿tanto me había traumado esa experiencia?

Seré honesto, no entendía por qué Jane era así, puede que ni siquiera la haya conocido en primer lugar, siento que todas sus acciones recientes no apuntan a ningún lado. El hacerme lamer sus pies por las pizzas, el encogerme, el cuidarme en su noche loca con Kanna, matar a alguien, no lastimarme y en su lugar engañarme con una especie de “Tsukuyomi Infinito”. Todo eso apuntaba a distintos lados ¿Cuál era el objetivo de Jane? Puede que ella sea un monstruo de casi 2 metros, pero es mi hermana y en el fondo la quiero, y no quiero verla sufrir. Tampoco quiero rendirme ante ella y las demás, seré el último que queda pero no el último que se rinda, por lo que ahora mismo tenía un plan alejado de todo lo que pensé antes. La única forma de saber que está pasando es que Jane me lo diga, y para eso necesito ganarme su confianza, le seguiré el juego hasta que eso pase, haré lo que me diga, aunque no pienso traspasar la línea del sometimiento ante ellas.

Cuando se quitó el zapato y me sacó noté que ya habíamos regresado a casa, específicamente en el cuarto de mi hermana mayor. Diane, Kanna y Ally estaban desempacando sus cosas ya cambiadas con su ropa habitual, Sheila no estaba en ningún lado y las niñas tampoco, aunque creo que ellas estarán en el cuarto de Julie. Jane me tenía en su mano y vestía con la ropa de playa que tuvo el día anterior.

- Ok gusano, es martes y eso sólo significa una cosa. –Dijo ella mientras me mostraba la ruleta:

 

 

- Como sea, sabes que esto significa que durante todo el día de hoy eres mío y jugarás sólo conmigo, hablé con las chicas y están de acuerdo en que le dediquemos todo nuestro tiempo a nuestro pequeño diario el día de hoy, ya que ayer estuvimos haciendo… Otras cosas. En fin ¿Entendiste todo, escoria?

- Si, Diosa Jane.

- Valla… Eso fue… Directo. –Dijo Jane genuinamente sorprendida, supongo que esperaba un poco de resistencia.

-Bueno no tengo de otra, y no quiero que la pasemos mal discutiendo, al mal paso darle prisa, como dijo antes una amiga mía.

- Creo que la ilusión de Ally surtió más efecto de lo que esperaba, ¿eso significa que te rindes a ser nuestro esclavo?

- Por supuesto que no.

- ¡¿Cómo?!

- No me malentiendas, a pesar de todo aun quiero llegar hasta el final de este “juego” suyo. Seguiré tus órdenes, pero aún no me he rendido.

- Como sea, eso significa que no tengo por qué tener piedad contigo.

- Otra vez…

- ¡¿QUÉ DIJISTE?! –Gritó enojada.

- N-Nada, Diosa Jane…

- Da lo mismo, cuando Sheila termine de bañarse nos toca, y planeo obtener algo de inspiración del libro de Rachel ¿sigues de acuerdo con eso?

- Em… Si, por supuesto.

- Me alegro.

A pesar de todo, esta conversación es de las más agradables que hemos tenido, ella nunca fue de hablar mucho conmigo y este era un progreso, supongo… A decir verdad tampoco es que tuviera muchas ganas de tocar el tema que le insinué, menos lo que pasó ayer, por lo que tendría que ser cuidadoso con mis palabras, no había lugar para fallos, ya que sólo tenía este día para lograr que ella se abriera conmigo.

Sheila entró por la puerta de la habitación, con una toalla rosada cubriendo su bello cuerpo desnudo, y con su hermoso cabello rubio húmedo luego de la ducha. Siento que cada vez que la veo noto que está más hermosa, no sé por qué, pero mi pene no necesitó saberlo tampoco para reaccionar como es natural. No sé si ella me vio, pero Jane definitivamente si lo hizo, por lo que luego de saludar a Sheila me tomó más fuerte en su puño y se dirigió a la ducha. Había 3 baños en la casa, el de mis padres, el de Julie y el del primer piso, todos equipados con ducha, pero por comodidad parece que las 5 usaron la ducha de mis padres. Las paredes del baño eran color crema y la tina era la más grande de la casa, tanto que cabían de sobra 2 personas (y no quiero pensar más en eso porque una cosa lleva a la otra y… Uy, que asco). En fin, Jane se metió y sacó una toalla gris del cajón bajo el lavabo, dejándome sobre este mientras se desvestía. A pesar de que yo ya la había visto desnuda antes, no sentía que fuera lo correcto por lo que me di media vuelta, pero vi el reflejo de su enorme, tonificado y ciertamente hermoso cuerpo desnudo en el espejo, por lo que me cubrí los ojos hasta que acabara.

- ¿¡Oye, qué estás haciendo!?

Abrí los ojos y volví a ver su reflejo entero, parada detrás de mí. Me di media vuelta y la vi directamente.

- ¡No seas mojigato! Ya te dije lo que iba a hacer, ahora acuéstate sobre ese cepillo.

Rápidamente le hice caso y me subí sobre aquel cepillo de ducha blanco, era del tamaño de un brazo y en la punta tenía unas fibras plásticas parecidas a las de un cepillo de dientes pero más gruesas, aunque en mi actual tamaño más parecía un cultivo de maíz o algo así. Me recosté en ese sitio y Jane no tardó en amarrarme con hilo dental. Recordé entonces que me dijo algo sobre el libro de Rachel, no soy un experto pero me parece que se refería a la parte donde Stacy ata a Gera en una barra de jabón y se baña con el hasta que se corre.

- Trata de sacar la lengua cuando te acerques a las partes más sucias, y si me dejo llevar recuerda que no somos hermanos de sangre ¿ok?

- Ok, pero puedo preguntarle algo, Diosa Jane.

- Adelante.

- ¿Por qué me dijo eso? ¿Se preocupa de lo que valla a pensar o se preocupa por mí?

Ella se quedó en silencio sin responder por unos segundos.

- Sólo saca la lengua.

- Ok…

Dicho eso se metió a la ducha. Puede que parezca que no me dijo nada, pero creo que estuvo a punto de hacerlo. Antes simplemente se enojó, ahora empezó a dudar, creo que mi actitud diligente la está hablando un poco y no sabe muy bien cómo hablarme, debo procurar seguir así hasta que termine sincerándose conmigo.

Ya en la ducha me restregó contra cada parte de su cuerpo menos los pies, supongo que sabe que de eso ya tuve suficiente por un rato. Pasé por su espalda y, como me dijo, extendí mi lengua. Si bien casi toda la mugre se la llevaba el resto del cepillo, para mí fue como una avalancha directa a mi cara, aunque luego de la ilusión pude soportar esto mejor de lo que esperaba. Empezó a frotarse las tetas con el cepillo, si bien no eran tan grandes como las de sus amigas (menos Kanna) sí que eran inmensas comparadas conmigo, y desde luego las lamí todo el rato. Así fui por su estómago, cuello, nuca, piernas, pero todo empezó a tomar un giro extremo cuando me acercó a su axila,  por más que lamía su agrio sudor, este tardaba muchísimo más en salir, ya que era mucho más espeso que el sudor normal. Estuve ahí un buen rato, y definitivamente preferiría lamerle cualquier parte del cuerpo menos esa…

Pronto me arrepentiría de mis palabras.

De pronto acercó el cepillo a su culo, si bien lamer sus nalgas no fue tanto problema, aunque si tomó más tiempo del que esperaba, todo se fue a la mierda (y nunca mejor dicho) cuando las abrió de par en par, dejando ver su enorme ano, el cual crecía más conforme iba acercándome. En esos momentos no movió mucho el cepillo, por lo que tenía que esforzarme más con mis lamidas. Era sumamente horrible y con una carga erótica muy fuerte, pero al poco tiempo pude soportarlo mejor por 2 cosas: El hecho de haber pasado horas dentro del ano de Kanna, y sobre todo que ella me dijo eso que no somos hermanos de sangre, lo que me calmó la moral muchísimo. Eso me ayudó incluso más cuando empezó a frotarse la vagina, lo hacía lentamente y de manera superficial, pero se nota que se estaba excitando un poco, obviamente se había dejado llevar, y yo lamí un poco sin pensar demasiado, salvo en aquel mantra que me repetía una y otra vez para poder soportar este asesinato a la moral.

Cuando acabó me dejó sobre el borde de la tina y se lavó lo que quedaba con jabón, también se lavó el pelo y esas cosas. Yo aproveché de descansar un poco, tratando de no pensar mucho en lo que había ocurrido, ya que si lo hacía sólo me perturbaría más.

Luego de unos 10 minutos terminó su baño, me desató y se secó con la toalla, yendo a cambiarse a su cuarto conmigo en el puño sin decir mucho. Cuando empezó a vestirse me dejó sobre su anaquel, donde estaban justamente el resto de mis amigos. No había hablado con ellos en una vida entera, en teoría, pero aún seguía esa semillita de lo último que discutimos, la rendición de Alfa, cosa que el mismo procedió a comentarme.

- Jazz… ¿Cómo te sientes amigo?

- ¿Te refieres al hecho de que luego de que te rendiste soy el único que queda?

- Bueno… Sí, así es.

- Pues aunque no lo crean ya sentí lo que es rendirme, y no, no es para mí. Quiero que sepan que no importa lo que las 5 me hagan, no me someteré ante ellas.

- Pero Jazz… ¿Y nosotros? –Preguntó Kidomaru.

- ¿Qué con nosotros? ¡Somos los malditos Ghoul Hunters, y eso no va a cambiar nunca!

Al decir eso con una sonrisa genuina los chicos se calmaron y me dieron un abrazo grupal, y ciertamente es así, no me importa si ellos ya se rindieron, es su decisión y es su vida, pero aunque yo no pienso hacerlo, sé que seremos amigos para siempre. Me preguntaron sobre eso que dije de sentir como me rendiría, y aunque quise explicarles Jane llegó y me tomó, ya que era hora de pasar en serio el día con ella.

A decir verdad ella no fue tan cruel como hubiera pensado, fuera de cuando almorzamos y cenamos donde me hizo suplicar por comida, el resto de las cosas que hicimos no estuvieron tan mal (en comparación con lo que ya he vivido). Le pinté las uñas, le di un masaje en la espalda con crema (eso tomó varias horas) y la ayudé con mi tamaño a buscar un par de cosas pequeñas que se le habían perdido por la casa. Creo que ella en serio se estaba conteniendo conmigo, durante estas horas no hablamos mucho, ella se la pasaba hablando con alguna de sus amigas que disfrutaba de su pequeño o viendo Netflix (sobre todo en el masaje), por lo que la próxima vez que pudiera hablar con ella tenía que decirle si o si directamente lo que pensaba, se estaba acabando el tiempo. Dicho momento llegó luego de la cena, donde empezaba la parte del día en privado para las cosas más picantes (o al menos así lo veo yo luego de todo lo que ha pasado). Ella me llevó al cuarto de nuestros padres y me puso sobre la cama.

- Bueno gusano, debo decir que me has sorprendido gratamente, cumpliste con tu palabra y obedeciste cada una de mis órdenes, te felicito.

- G-Gracias Diosa Jane… Si no es mucha molestia ¿puedo preguntarle algo?

- Sí, creo que te lo mereces.

- Pero por favor, no se moleste.

Tardó unos segundos en responder.

- A ver, dime.

- Bueno, esto lo digo como Jazz, tu hermano, y es sobre cómo me has tratado hoy, siempre eres abusiva conmigo pero hoy no, fuiste casi… Amable.

- Ajá, bueno… Es que tú me obedeciste, no tenía razón para ser hostil contigo.

- ¿Y si es así como explicas que la otra noche me salvaste de morir de dolor mientras te acostabas con Kanna?

- ¿C-Cómo dices?

- Así es, lo noté, te dio pena que yo sufriera y quisiste evitarlo, así no eras tú, pero aun así tengo que darte las gracias.

- ¡DE QUÉ ESTÁS HABLANDO! Yo… Yo no siento nada de eso, yo no soy así. –Dijo muy insegura de sus palabras.

- Eso pensaba yo, pero creo que me equivoqué, tú no eres un monstruo, Jane.

Ella hizo algo que no me esperaba, derramó una pequeña lágrima y dejó de hablar, evitando hacer contacto visual.

- Jane… ¿Estás bien?

Fue ahí donde ella explotó en furia.

- ¡TU NO SABES NADA DE MI! ¡SI SOY UN MONSTRUO! ¡LO HE SIDO SIEMPRE Y HASTA LLEGUÉ A MATAR A ALGUIEN! ¿Crees que no soy un monstruo? ¡PUES TE MOSTRARÉ QUE SÍ!

Entonces ella salió y cerró la puerta de un portazo. La verdad me quedé de piedra luego de eso, lo único que quería era hacerla sentir mejor, como ella me hizo sentir a mi esa vez y hoy, pero creo que toqué un botón que desencadenó algo dentro de ella. ¿Fue por qué le dije que no era un monstruo? Sea como sea no sabía lo que ella haría a continuación, y en unos pocos segundos volvió a entrar por la puerta igual de enojada que antes, y arrojó algo a la sábana cerca de mí con tanta fuerza que me caí de espaldas.

- ¿Tanto querías hablar, Jazz? Pues lo haremos a mi modo.

Me acerqué un poco al lugar del impacto, sólo para ver algo que me sorprendió muchísimo. Era un chico de unos 20 años, flaco y de cabello rubio oscuro, tratando de levantarse. No lo había visto en mi vida, y verlo así hizo que en mi naciera el deseo de ayudarlo. Lo levanté y le pregunté si estaba bien.

- Bueno, he estado peor.

- Y… ¿Quién eres tú?

- Mi nombre es Collin…

Parte 21: Collin: by GeaGts

- ¿Y quién eres, Collin?

- La verdad…

- ¡TU NO LE DIGAS NADA, BASURA, HABLARÉ YO!

Jane estaba furiosa, pero se detuvo por un momento para pensar en cómo decir lo que tenía que decir, mientras que la expresión de Collin cambiaba drásticamente en una fracción de segundo, como si sintiera pavor por la voz de Jane.

- Mira, hace 2 años Ally encogió a Collin, el cual es una basura sub-humana, ¿verdad Collin?

- Si, mi Diosa Jane, soy de lo peor.

Eso me sacó un poco de onda, si bien mis amigos se habían rendido, esto estaba a otro nivel, Collin parecía estar sometido al 110% ante Jane, como si no pudiera pensar en otra cosa.

- Bien, al principio no quería ni verlo luego de… Lo que hizo, así que Kanna lo conservó como su juguete personal, y luego de unos meses me lo regaló, el tiempo había pasado y lo acepté, diciéndole que sería mi esclavo hasta el día de su muerte.

- Pero, ¿Qué fue lo que hizo?...

- ¡ESO NO TE IMPORTA!

Jane gritó, y ahora el miedo lo teníamos ambos.

- Así que esto es lo que va a pasar, gusano. Esta noche tú y Collin van a servirme como yo quiera, y será mejor que no me hagas enojar de nuevo, porque no te mataré, te haré sufrir hasta que quieras estar muerto, ¿han entendido?

- ¡Si, Diosa Jane! –Dijimos los 2 al mismo tiempo, lo que me perturbó enormemente, y no dejaba de preguntarme, si me rindiera, ¿terminaría igual que él?

- Eso quería oír. Ahora quédense ahí y quiero que miren.

Luego de eso Jane se empezó a quitar la ropa frente a nosotros de forma tranquila. Collin estaba muy excitado por el espectáculo, como un animal, y por desgracia yo no estaba muy atrás, mi pene se puso duro al ver su belleza, pero no quería que eso pasara, así que para mitigar el asco y la humillación pensé muchas veces en lo que me dijo: “No somos hermanos de sangre”, “no somos hermanos de sangre”, “no somos hermanos de sangre”, y de hecho resultó en parte, aunque mi erección no desaparecía. Finalmente terminó de desvestirse, y se volteó para mirarnos.

- Ok esclavos, iré a la cama, espero que sepan lo que tienen que hacer para adorarme como la Diosa que soy.

En eso Jane se recostó boca abajo a la cama dejándonos a sus pies, agarró su teléfono y puso a reproducir una lista con canciones de Avicii y procedió a descansar. Y a pesar de todo yo no sabía qué hacer, ella era de dar órdenes directas o de hacer analogías obvias, pero aquí estaba completamente perdido. Tenía miedo de improvisar y que no le gustara lo que hiciera, así que en lugar de seguir mis instintos (y de pensar que no es mi hermana de sangre) miré a Collin, el cual se estaba subiendo a su pie izquierdo y procedió a arrodillarse para lamerlo. Pensé que esa era mi mejor opción, así que me subí a su pie derecho, me puse de rodillas y empecé a lamer como un perro lamiendo salsa del piso.

Esto había llegado a un punto que ni yo mismo terminaba de comprender. Hace unos días ella me obligó a lamerle los pies en sus sudadas medias y fue (en ese momento) lo más humillante que había experimentado, sin mencionar que muy asqueroso. Luego me encogieron y pasé por 1000 y 1 tormentos y uno que otro momento de placer genuino, siempre aderezado con sus enormes pies. No puedo olvidar la alucinación en la que me metieron, donde pasé décadas bajo el pie de Jane y aprendí a amarlo como si fuera mi dios. Mi duda era, ¿todas esas experiencias han propiciado que me esté gustando lamerle los pies a estas chicas gigantas? Pareciera que sí, porque esta tarea no me estaba desagradando para nada, aparte Jane se había bañado hace unas horas y sus pies seguían relativamente limpios, por lo que aquel olor tan asqueroso del primer día no se encontraba violando mis fosas nasales, lo que me llevó a preguntarme otra cosa, ¿si así fuera, me molestaría? A pesar de que las preguntas no dejaban de entrar en mi cabeza como balas al cuerpo de un soplón de la mafia, ninguna de ellas fue sobre rendirme. Tenía claro que, aunque pasara por un millón de torturas más, no iba a dejar que las 5 me sometieran. No es que las odie, por el contrario, amo a Sheila, veo a Diane como mi amiga, Kanna y Ally pueden ser duras pero aun así son hermosas y debo admitir que les tengo cariño, y Jane es mi hermana mayor, una muy mala y no sanguínea hermana mayor, pero de cierta manera retorcida la quiero, y por eso estaba decidido a averiguar más de ese pasado que me quería esconder, más sobre lo que pasó con ese tal Collin…

Por cierto: ¿Dónde estaba Collin? Ya no lo vi en la otra suela de mi hermana, por lo que empecé a buscarlo con la mirada, y noté su pálido cuerpo sobresaliendo del muslo inferior de la pierna de mi hermana, y parecía estar lamiendo a la par que escalaba hacia su culo. Me estaba quedando atrás, así que le di una última lamida al pie de jane y empecé a subir por su pierna, besando y lamiendo rápidamente su extensión hasta encontrarme con Collin, y ahora ambos estábamos a punto de llegar a sus 2 nalgas. Él continuó con su trabajo y yo, asqueado, decidí hacer lo mismo (aunque decir decidí estaba de más, ¿qué otra opción tenía?), y tragándome mi orgullo empecé a lamer el culo de mi hermana mayor, recitando aquel milagroso mantra que me dio en la dicha en mi cerebro. Estaba 100% seguro de que si no me quisiera, no me habría dicho eso hace rato, y en serio que pensar en ello me ha ayudado a afrontar de mejor manera este día, que pensé que sería el más duro de todos. Luego de unos minutos besando sus glúteos, Jane por fin rompió el silencio.

- Hacen bien, esclavos, sobre todo tu Collin, te he entrenado bien. ¿Te vas a quedar atrás Jazz?

- Claro que no, Diosa Jane.

- Que bien, porque ahora quiero que ambos peleen.

¿Qué? ¿Pelear con Collin? ¿Por qué? Yo lo miré consternado y él simplemente se limitó a mirar hacia abajo, mientras una de las enormes manos de Jane lo agarraba y lo levantaba en el aire, para un segundo después hacer lo mismo conmigo, rompiendo mi concentración. Cuando noté lo que iba a pasar no me gustó para nada, no me traía recuerdos agradables, pero parecía que Jane eligió en serio nuestro campo de batalla, ya que nos metió a ambos dentro de su húmeda y enorme vagina.

- Quiero que peleen ahí adentro hasta que me corra… Ahh… El primero en salir pierde… ¡Ahora!

Miré a Collin, él tenía varios años más que yo, pero estaba bastante más delgado debido a su prolongado estilo de vida y, desde luego, no dudó en atacarme. El inicio de la pelea se puede resumir en él golpeando y yo esquivando, rozando las finas paredes de mi hermana mayor mientras ambos nos empapábamos en sus jugos. No creí que, a pesar de su estado, podría vencer a Collin, pero entonces mientras él recuperaba el aliento pude pensar un poco y recordé mi misión, ganarme la confianza de mi hermana, y si tenía que ganarle literalmente a este tipo para lograrlo, tengan por seguro que lo haré. Mientras él seguía tratando de respirar me abalancé sobre él, tratando de tumbarlo, aunque no es que teníamos demasiado espacio dentro de aquel túnel, por lo que sólo lo derribé un poco. Él pudo reaccionar y me dio una patada en las costillas, la cual me “tiró contra las cuerdas”. Cuando estaba por darme un puñetazo, rodé hacia la izquierda y su golpe impactó directamente en la pared vaginal de Jane, la cual en lugar de gritar de dolor simplemente soltó un fuerte gemido de placer. Yo aproveché el error de mi oponente para darle una patada en la cabeza que lo dejó aturdido unos segundos, y fue entonces donde lo rematé a puñetazos en la cara.

Collin cayó de espaldas y yo sentí que había ganado, pero al poco tiempo el trató de levantarse. Tenía que ver que hacer a continuación, y de repente escuché un sonido similar al de una ola atrás de mí, parecía que los jugos de Jane estaban por salir, por lo que pensé que lo mejor que podía hacer era que ellos le dieran el golpe de gracia a Collin, por lo que extendí mis brazos y piernas para sostenerme dentro de aquella cavidad vaginal y empecé a mecerme de un lado a otro, tratando de acelerar el proceso. Por su lado Collin avanzó lentamente hasta mi posición para derribarme, y sabía que si lo hacía, lo más probable es que yo fuera el que saliera disparado de la vagina de Jane primero, por lo que me mecí cada vez más fuerte. Collin ya estaba parado al frente de mí y trató de darme un puñetazo, el cual esquivé moviendo el cuello, después de todo no le había quitado los ojos de encima, y rápidamente le di una patada en las costillas para volver a colocar mi pierna en su lugar un segundo después. Él retrocedió un poco y trató de golpearme de nuevo, esta vez en los testículos, pero por suerte había ganado el suficiente tiempo, y una gigantesca ola de semen pasó por detrás de mí e impactó directamente en Collin, el cual se deslizó como en un tobogán fuera de la vagina de mi hermana mayor, mientras yo veía alegremente mi victoria, hasta que tenía tanto semen en el cuerpo que parecía el monstruo de malvavisco de Los Cazafantasmas, lo que provocó que me deslizara poco después fuera de la enorme cueva de Jane. Al salir me limpié un poco los ojos y vi a Collin completamente exhausto rodeado de un charco hecho con los jugos de mi hermana, y yo me eché de espaldas sobre la cama para tratar de hacer lo mismo, recuperar el aliento, mientras escuchaba los gemidos de placer de Jane que poco a poco se iban apagando. Luego de un par de minutos ella se levantó de la cama, se limpió con algo que no pude ver y se paró en el piso frente a nosotros, aun recostados en su cama rodeados de su semen.

- Lo hiciste bien, gusano, le ganaste a Collin en tu primer intento, y eso que él lleva 2 años a mi servicio, bien hecho. Y tú Collin, me has decepcionado por última vez, un novato acaba de vencerte en lo único para lo que eres bueno, servirme, así que creo que ya no me sirves.

Luego de decir eso ella agarra una toalla, nos levante y nos seca un poco, para luego dejar caer a Collin en el suelo y colocarme a mí a su lado de una forma más amable. “Creo que ya no me sirves”, las palabras de mi hermana resonaron en mi mente, y teniendo en cuenta sus antecedentes, sabía lo que iba a hacer, y que no iba a poder evitarlo aunque quisiera, y la verdad no quería.

- Antes de hacer esto Collin, tengo que decirte que ya hice lo que te dije que haría, por lo que no creas que te salvarás esta vez.

La cara de Collin cambió completamente cuando Jane le dijo eso, su mirada muerta había desaparecido, y en su lugar una mescla entre pena y furia se apoderaba de la expresión en su cara, mientras que Jane levantaba su pie sobre él.

- Si no quieres ver, hermanito, mira a otro lado. En fin, hay algo que quieras decirme antes de…

- Sí…

- Bueno, te escucho.

- Tu… ¡ERES UNA ZORRA! MI PADRE TENÍA RAZÓN SOBRE TI, ERES UN MONSTRUO. SI EXISTIERA EL INFIERNO IRÍAS ALLÍ SIN DUDARLO, ENORME PEDAZO DE MIERDA. ¡HAZLO YA! ¡MÁTAME! YA NO QUIERO SOPORTAR MÁS DE TUS ABUSOS, MONSTRUO HIJO DE PUTA…

Collin no pudo terminar su insulto hacia mi hermana debido al contundente golpe que le di, el cual lo tiró al suelo. Muy por el contrario de lo que dijo Jane, yo lo vi todo, y la forma como él se refirió a ella me llenó de una ira asesina, ya que ni yo en mi momento más bajo llegué a pensar de ella así.

- ¡CÁLLATE, MALDITO BASTARDO! ¡NO VAS A HABLARLE ASÍ A MI HERMANA NUNCA MÁS!

- ¡CÁLLATE TU ESTÚPIDO, JANE ME DIJO QUIEN ERES, Y NO SABES NADA DE…!

- ¡SÍ! ¡NO SE NADA! ¡NO SE LO QUE PASÓ ENTRE USTEDES, PERO SI SE QUE JANE ES MI HERMANA MAYOR, Y NO VOY A DEJAR QUE UN PEDAZO DE MIERDA COMO TU LE HABLE DE ESA MANERA, NO IMPORTA CÓMO HAYA SIDO CONMIGO!

Luego empecé a darle una paliza que lo dejó medio muerto en el piso, no podía moverse y que bien, porque no quería que se defendiera de su destino.

- Jazz… Tú… –Dijo Jane, soltando más lágrimas de las que al parecer había soltado luego de nuestro intercambio de palabras. – ¿Lo dices en serio?

- Más que nunca, Jane. Tú eres mi hermana, y no quiero que nadie te haga daño.

- G-Gracias… Hermano. –Dijo aun llorando y con una sonrisa en su cara.

- No es nada, en serio. –Le respondí la sonrisa.

Ella casi nunca me llamaba hermano, tampoco por mi nombre, en un momento llegué a pensar que ella en serio pensaba que me llamaba gusano, porque no solía llamarme de otra forma, pero ahora sentía que nuestro vínculo se estaba fortaleciendo, gracias a mi demostración de verdadero cariño.

- Ustedes… Me dan asco…

- ¡Y esas fueron tus últimas palabras, maldito!

Dicho eso Jane bajó su pie con una rapidez impresionante sobre Collin, el cual explotó bajo todo su peso, quedando como una simple mancha roja en la alfombra en la alfombra, y Jane empezó a frotar su pie contra esta para quitarse la sangre de la suela. No sé si fue porque ya vi varias muertes en los últimos días o por el momento anterior a la pisada, pero no me sentía mal por lo que Jane había hecho, o por cómo de cierta forma la ayudé a hacerlo, me sentía feliz de por fin haber empezado a tener un vínculo afectivo con mi hermana. Ella por su lado no estaba feliz, se sentó en la cama y empezó a llorar. Yo no quería que se sintiera mal, así que me acerqué a ella y empecé a frotar sus dedos con cariño, y ella poco a poco se dio cuenta y dejó de llorar.

- Yo… No lo entiendo. No he podido quebrarte todavía ¿por qué eres tan bueno conmigo?

- Ya te lo dije, tú eres mi hermana.

Ella volvió a sonreír y a verme con aquella mirada cálida de hace un minuto, y yo se la devolví, hasta que de pronto alguien tocó la puerta.

- Jane… ¿Estás bien? –Era la voz de Kanna. –¿Puedo pasar?

- Sí Kanna…

Ella entró vistiendo su ya característico tarje de cuero y vio a mi hermana con lágrimas en sus ojos, y se sentó al lado de ella.

- Jane… ¿Qué pasó?

Mi hermana bajó la mirada hacia la mancha en el suelo, cerca de donde yo estaba.

- ¿Ese era…?

- Collin, sí.

- Pero si él no estaba dentro del hechizo del bucle, ¿cómo…?

- No importa, en serio, él me ayudó. –Dijo mi hermana viéndome allí en el suelo, recogiéndome en su palma.

- ¿Él? ¿En serio?

- Si… Y creo que ya es hora que le diga la verdad.

- Pero… ¿Estás segura?

- Muy segura.

- Ok… Los dejaré solos entonces… Y Jazz, no hagas sufrir a mi novia.

- Nunca lo haría.

- De acuerdo. Estaré en tu habitación por si me necesitas.

En eso Kanna se fue y cerró la puerta detrás de ella, y Jane procedió a ponerse una bata que tenía en el baño de mis padres y se sentó nuevamente en la cama, dejándome en la mesita de noche.

- Muy bien Jazz… Tú querías saber, y te voy a decir lo que pasó, quien soy. Fuera de papá, mamá y mis 4 amigas nadie sabe lo que te voy a decir ahora, y nadie debe saberlo. No quiero que me interrumpas, y no quiero que se lo digas a nadie, ni siquiera a tus amigos, ¿quedó claro?

- Lo prometo. –Dije.

Muy bien, y otra cosa, quiero que me prometas que, después de lo que te voy a decir, seguirás siendo mi hermano, yo… No quiero que esto se pierda.

- Lo prometo. –Repetí.

Muy bien… Siéntate, que esta historia no es corta, vas a conocer a la verdadera Jane…

B-Side #006: El Lado de Jane: by GeaGts

Esto no es fácil para mí, pero aquí voy. Mi nombre es Jane Jones, tengo 17 años y vivo aquí en Rachelton contigo y con la pequeña Julie… Verla me trae muchos recuerdos, ya que yo pude ser como ella, alegre, juguetona, feliz. Pero el destino no quería eso. Gracias a lo que pasó puedo recordar muy bien mi vida, por desgracia, pero algo bueno que recuerdo es que cuando tenía 2 años mamá y papá entraron por esa puerta con un bebé en brazos. No fueron muy específicos en ese momento, pero dijeron que eras el hijo de sus mejores amigos, y que ellos no podían cuidarte más, por lo que desde ese día tendría un nuevo hermanito.

Aunque no lo creas eso me alegró muchísimo, se sentía genial al fin tener un hermano con quien jugar, pero como eras un bebé no podíamos hacer mucho, pero te amaba con todo mi corazón. En ese entonces mamá y papá asumieron más responsabilidades en su trabajo, y mamá no podía seguir cuidándote, así que buscó rápidamente y encontró a una niñera para que se encargara de nosotros: Mary. Ella era cariñosa, linda y se preocupaba tanto de ti como de mí, jugábamos casi todo el tiempo (cuando ella no se encargaba de las labores domésticas, claro). Así estuvimos hasta que estabas por cumplir 2 años, yo ya tenía 4 y de pronto ella empezó a venir menos días a cuidarnos. Mamá hacía lo que podía pero yo tuve que asumir una responsabilidad muy grande desde muy temprano por eso. Casi siempre cuando Mary venía traía también a su hijo Collin, que tenía unos 12 o 13 en aquel entonces. No jugaba con nosotros y cuando Mary no veía era grosero con ambos, pero Mary no lo notaba ya que él fue con ella para cuidarla, ya que no se sentía bien. Años después descubrí que tenía cáncer terminal, y que quería pasar el resto de su tiempo haciendo lo que más la hacía feliz, cuidarnos, y por eso siguió aun en su mal estado.

Por desgracia ese día llegó, Mary había muerto a los 42 años por culpa del maldito cáncer, y en su funeral me apenaba tanto su partida como que no hubiera mucha gente con ella, destacando sobre todo nuestra familia y Collin con su padre… Su nombre era Jack.

Dudo que lo recuerdes, pero mamá y papá luego de eso contrataron a Jack para que tomara el trabajo que Mary había dejado tras su muerte, cuidar de nosotros. Le he preguntado a mamá muchas veces por qué hizo semejante cosa, y ella aparte de disculparse incesantemente me dice que pensaba que a Jack le haría bien no pensar en su esposa en ese momento o podría suicidarse. Aparte ella no tenía tiempo de buscar a nadie más y no podía dejar su trabajo para cuidarnos, ya que no nos encontrábamos en la mejor situación económica en esos años. No culpo a nuestros padres, ellos no sabían lo que iba a pasar y de haberlo sabido habrían acabado con Jack, y la culpa no la tuvieron ellos 2, fueron él y Collin.

Luego de unos meses a cargo de nosotros, mamá y papá tenían que hacer un viaje de negocios, por lo que pasaríamos todo el fin de semana a cargo de Jack y Collin. Al principio no les convencía la idea, pero en los meses que Jack llevaba trabajando había ordenado muy bien la casa y nos había cuidado sin mayores problemas, en espacial a mí ya que era muy amable. Como te dije, recuerdo vívidamente esos momentos, así que voy a detallar lo más que pueda… Nunca he hecho esto tan a detalle, perdona si no es agradable, pero así fue como sucedió.

Era sábado en la noche, mamá y papá no volverían sino hasta la mañana siguiente, y yo estaba sentada en mi cama viendo televisión mientras tú dormías en la hora habitación. Estaba viendo un episodio viejo de Coraje El Perro Cobarde, más precisamente el episodio de Fred, el hermano de Muriel que odiaba el cabello, aunque no fue mucho después donde yo sabría lo que eso significaba en realidad. Durante los comerciales escuché que alguien tocaba a la puerta. Al abrirla lo vi, era Jack.

- ¿Puedo pasar, linda?

- Em, claro, ¿qué pasó tío Jack? ¿Ya está la cena?

- Todavía no, pequeña.

- ¡Pero ya son las 9, tengo hambre!

- Tranquila, para eso vine, ven, vamos a sentarnos.

Él puso su mano en mi hombro y nos sentamos sobre la cama. Era tan pequeña a esa edad que mis pies no tocaban el suelo.

- Iba a preparar los fideos pero parece que ya no nos quedaban, así que pensé en pedir comida a domicilio. Collin ya fue a darle su papilla al bebé Jason, así que dime ¿qué es lo que quieres comer?

- Bueno, en serio quería fideos, ¿puedes pedir pasta a domicilio? ¿Y por qué Jason no come con nosotros? Él ya tiene 2 años, ya no es un bebé.

- Lo siento, es que a veces se me olvida. Y aparte, tu tampoco ya no eres una niña ¿verdad pequeña Jane?

- Bueno…

- No, ya no eres una niña, lavas los platos, tiendes tu cama, sabes cocinar un poco, haces muchas cosas que una niña de tu edad no haría… ¿Quieres aprender una más?

- ¿De qué hablas, tío Jack?

- Ya lo verás.

El resto pasó tan rápido que sólo tengo recuerdos fugaces del hecho. Antes y después lo recuerdo todo muy bien, pero durante esos minutos que parecieron horas sólo recuerdo pedazos y emociones muy fuertes. Recuerdo como me tiró a la cama, cómo rompió mi falda, cómo me agarró de las muñecas para que no me moviera y cómo decía cosas horribles mientras entraba y salía: “Grita lo que quieras, niña, Jason no va a despertar, Collin lo está cuidando”. “Estoy seguro de que esto no lo sabías hacer”. Y al que más me marcó: “Yo tenía razón, ya no eres una niña, luego de eso eres un MONSTRUO”.

Lo siento si lloro… Entenderás que odio esa parte de la historia…

Luego de su desahogo conmigo se fue junto con Collin. Yo me quedé ahí quieta, sobre mi cama, y cubierta de líquidos que a esa edad no sabía lo que eran. Estuve así toda la noche, no pude dormir pensando en que rayos había pasado, hasta que en la mañana llegaron mis padres mí me vieron así. Preocupados me ayudaron y nos llevaron al hospital. Tú tampoco habías comido nada, pero gracias al cielo ni Collin ni Jack te hicieron nada ni remotamente parecido a lo que me hicieron a mí, sólo tenías unos golpes en la cabeza, lo que igual era atroz.

Mamá lamentó ese día hasta ahora, desde entonces han buscado a Jack y a Collin pero nunca los pudieron encontrar, desaparecieron del mapa. Renunció a su trabajo para cuidarnos y tuvimos que mudarnos a un departamento mucho más pequeño y barato, hasta que unos años después compraron esta casa. Yo poco a poco entendí lo que Jack me había hecho, no dejé de ir a psicólogos y psiquiatras para que trataran de ayudarme, y creo que de cierta forma funcionó, ya que me recetaron varias drogas para varias cosas en mi cerebro y me hicieron comprender mi comportamiento en años posteriores.

Durante años no quise acercarme a ti, de cierta manera verte me recordaba lo que había pasado, y aunque no tenías la culpa, simplemente no te quería ver. Con el tiempo empecé a fastidiarte, sabía que estaba mal, pero los doctores decían que lo hacía para poder sentirme poderosa, que tenía el control sobre algo en mi vida, cosa que no tuve en ese momento, y cómo tú eras la persona más cercana a mí pues te tocó… Y ahora que lo digo así, quiero que sepas que lo siento, nunca debí tratarte como te he tratado hasta ahora, pero en serio no sabía que otra cosa podía hacer, y ojalá algún día puedas perdonarme.

Lo siento… En serio lo siento…

Ok… Con el tiempo tu conociste a tus amigos y yo a las mías, curiosamente nuestros 2 grupos estaban conectados de una forma rara, pero no me importaba. Ellas eran amables, lindas y comprensivas conmigo cuando tenía algún repentino ataque de pánico, que pasaba cuando no me tomaba mis pastillas a tiempo. Las que más me ayudaron en eso fueron Ally y Kanna, ya que sus vidas fueron más tormentosas que las de la mayoría, por lo que nos entendimos. Ally tenía esa presión por ser bruja de su madre y aprendió por las malas la mayoría de las veces. No fue sencillo y nunca tuvo amigas de verdad en ese lado de su vida, no compartía con otras brujas, sólo nos tenía a nosotras. Y Kanna... Bueno… Desde que era niña me he sentido atraída hacia ella. Ambas somos Queer por lo que nos gusta lo que se nos dé la gana, pero yo el amo y ella a mí. Su vida tampoco fue tan feliz, ella no suele decirlo pero sus padres trabajan para el FBI, y durante toda su vida han sido muy estrictos con ella con su cultura y, sobre todo, ha tenido que ver cosas que ninguna niña de su edad debería ver, ya que por el trabajo de sus padres, vio la maldad humana más pura desde que era muy joven, al igual que yo. No me corresponde a mi decirte como, pero Kanna también ha sufrido bastante, y ella y yo siempre tratamos de salir adelante la una con la otra.

Hace 3 años que somos pareja, y con el paso de los meses me fui abriendo mucho a ella, y fue la primera persona a la cual le dije lo que te estoy diciendo a ti ahora, a excepción de mis padres y los doctores. Ella no me vio raro ni le dio lástima, tenía mucha ira, ira con los responsables del acto, quería que yo me vengara de ellos, ya que pensaba que eso me ayudaría. No pensé que involucrarla sería lo mejor, pero ella me convenció de lo contrario, me dijo que sus padres eran agentes del FBI y que si alguien tenía los recursos para encontrar a Jack y a Collin eran ellos, por lo que con su ayuda podría hackear su base de datos y empezar la búsqueda. Le dije que era muy peligroso, que nos podían descubrir, pero entonces ella lanzó otra idea, que Ally nos ayudara en esto, con su magia podía duplicar la PC de mis padres y con ella su conexión con el FBI sin que nadie se diera cuenta, y que también con sus hechizos de desplazamiento podría llevarnos directamente con Jack y Collin cuando supiéramos donde estaban. Todo eso implicaba que todas mis amigas supieran la verdad, y fue entonces cuando se los dije, por lo que todas decidieron darle pausa a sus vidas por unos meses y, en secreto, las 5 empezamos a buscarlos. Tomó unos meses más pero al fin dimos con ellos, se encontraban en un hotel de Las Vegas y se quedarían ahí hasta la semana que viene, por lo que nos preparamos para ir por ellos.

Al llegar los buscamos y ambos se encontraban apostando en un casino, parece que luego de lo que hicieron se dieron a la buena vida después de arruinar la mía, por lo que empezamos a perseguirlos entre la multitud. Ese hecho provocó que Jack escapara, dejando atrás a Collin para nunca mirar atrás, así que sin que nadie lo notara nos lo llevamos y lo encogimos. Costó que hablara, pero Kanna y Ally fueron muy… Convincentes… Y supieron que botón apretarle para que cantara como un canario. Resulta que Mary se casó con Jack cuando era muy joven, y lo odiaba, era un pésimo marido y un degenerado, tanto que trató de pasar la mayor parte de su tiempo trabajando que estando con él. Abusar de mí parecía ser una especie de venganza retorcida, ya que Jack veía en mi la causa de que su esposa no lo quisiera, cuando obviamente la culpa siempre la tuvo el. Por eso hizo lo que hizo, y al huir con su hijo lo hicieron con más mujeres a lo largo del país, arreglándoselas para jamás ser atrapados… Hasta ahora. Yo no quería ver a Collin, me daba asco sólo poner mis ojos sobre su pequeña figura, así que sólo le dije esto:

“Te prometo que, uno de esos días, vamos a atrapar a tu padre y lo vamos a matar, y cuando eso pase tú sigues”.

Kanna se quedó con Collin unos meses hasta que me lo regaló para mi cumpleaños, donde por 2 años hasta ahora lo torturé de todas las formas que se me ocurrían. También hice esto para tratar de no meterme más contigo, pero de todas formas me costaba, y aunque mis abusos hacia ti bajaron, siguieron existiendo, por lo que de nuevo te pido disculpas. Por esos tiempos empecé con Kanna algo llamado “La colección”, la cual era una lista de nombres de asesinos y violadores a los cuales captábamos para darles una lección permanente, para luego entregarlos de manera anónima a las autoridades pertinentes. Muchas personas en la fuera llegaron a pensar que éramos una especie de grupo de súper heroínas, y nos llamaron “Las Vigías”. Pero esa es otra historia.

A pesar de todo ser justicieras no era nuestro pasatiempo principal, sólo algo que hacíamos de vez en cuando, después de todo era idea de Kanna y Sheila. Por mi parte siempre disfrutaba pasar nuestros fines de semana con las chicas, ya que nos la pasábamos encogiendo y abusando de los malos, o simplemente de chicos de la preparatoria para luego borrarles la memoria. Eso a la larga nos aburrió y de pronto se me prendió el foco, e ideé el plan de encogerlos que ya conocen. Durante el segundo día pasó un rato en el cual los dejamos solos, ya que Ally y Kanna descubrieron algo increíble, la computadora arrojó datos del paradero de Jack, el cual estaba en Malibu para una fiesta en la playa que se iba a celebrar el día siguiente, donde seguro tomaría otra víctima. Decidimos que, a pesar de lo que estábamos haciendo ahora con ustedes, nos tomaríamos un día o los que fueran necesarios para capturar a Jack de una vez por todas, y esa fue la verdadera razón por la que fuimos a Malibu, y por la cual los 5 se quedaron con Diane y las niñas esa noche.

Cuando salimos él estaba ahí, celebrando en medio de la multitud. Nosotras sabíamos que si lo confrontábamos en ese momento él podría escapar como la última vez aprovechando el desorden, así que esperamos pacientemente a que se alejara del resto por una presa para atacarlo cuando menos se lo esperara. Luego de un par de horas eso pasó, se llevó a una chica de unos 14 años a un departamento y nosotras 4 lo seguimos. Él estaba a punto de violarla cuando entramos y Ally le lanzó el hechizo que se merecía, ya que fue encogido a una pulgada de alto frente a la que pensaba sería su presa. Aquel fue un breve intercambio de palabras, pero hicimos lo que teníamos que hacer. La chica aun algo asustada nos dio las gracias y nos preguntó quiénes éramos, a lo que Sheila respondió:

- De nada cariño, somos Las Vigías, y vinimos a ayudarte.

- ¡G-Gracias! He oído de ustedes, y las admiro muchísimo.

- ¿Cómo te llamas? –Dijo Kanna.

- Rena… Rena Ramos.

- Un gusto Rena, dejaremos los saludos para después, ahora necesito que salgas de aquí mientras nosotras nos encargamos de esta escoria.

- C-Claro… Yo me voy, fue un gusto conocerlas. –Dijo Rena antes de irse.

- Oye Rena. Guarda nuestro secreto por favor, nadie debe saberlo. –Dije.

- Lo prometo. –Dijo ella y luego salió de la habitación, dejándonos a solas con aquella basura, a la cual no tardé en capturar en mí puño.

- Se quiénes son… Y les aseguro que esto es un gran mal entendido, en serio.

- ¿Ah sí? ¡¿Acaso no tratase de violar a esa chica?! –Dijo Ally.

- No… Déjenme explicar…

- ¡MIENTES! –dije, apretando su cuerpo.

- Por favor… Suéltame… No puedo respirar…

- Ok. –Dije para luego arrojarlo con fuerza al suero, rompiéndole varios huesos.

Mis amigas dieron un paso atrás, sabían que este era mi momento, y me dejarían enfrentarme a él por mi cuenta.

- ¡¿En serio sabes quienes somos, basura?!

- Ahhh… Son las… Vigías… ¿Verdad?

- ¡¿O sea que no me recuerdas?! ¡¿No recuerdas nada?!

- Qué dices…

- ¡SOY JANE JONES! ¡LA NIÑA QUE VIOLASTE HACE 13 AÑOS EN RACHELTON! ¡¡¡NI SIQUIERA TE ACUERDAS DE MI, ARRUINASTE MI VIDA!!!

- Jane… Claro, tú eras la niña monstruo.

Me enojé mucho y lo pisé con fuerza, rompiendo sus piernas en el proceso.

- ¡¡¡CÁLLATE!!! ¡TE HE BUSCADO POR MUCHO TIEMPO, Y NI SIQUIERA SABÍAS QUIEN ERA!

- ¡¡AAAAAH!! POR FAVOR, NO MÁS…

- ¡¡¡ESO ES JUSTO LO QUE YO TE DIJE ESA NOCHE, ES JUSTO LO QUE OTRAS CHICAS TE HAN DICHO DESDE ENTONCES, Y TIENES RAZÓN, NO MÁS!!!

- ¡¡¡MALDÍTA…!!!

No pudo terminar de hablar, ya que con todo el peso de mi bota lo aplasté hasta que no quedó nada de él que no fuera un pequeño charco sanguinolento en la suela de mi zapato y un poco en el suelo. Estuve ahí quieta sin decir nada luego de eso varios minutos. Mis amigas estaban a mi lado y Ally se encargó de limpiar el suelo y mi suela con su magia, para luego aparecernos al lado del Resort. A pesar de todo, ya que había terminado, me eché a llorar, ya que no sabía cómo reaccionar. Por un lado la persona que tanto daño me había hecho ya no estaba, y por el otro esa era la primera vez que mataba a alguien en serio, y no me sentía bien al haberlo hecho. Por desgracia tú y Julie nos estaban espiando, luego tendré que ver cómo hago para explicarle lo que ocurrió, porque no quiero que ella cargue con un dolor parecido al que yo tuve que cargar por 13 años de mi vida. Luego hace rato maté a Collin y seguía sin sentirme mejor, pero durante todo este día tú, Jazz, el hermano que siempre molesté, diste la otra mejilla y estuviste ahí conmigo, y en serio quería decirte gracias, gracias por todo hermanito y espero que algún día entiendas, lo que te he contado esta noche. Te conté quien soy, esta es la verdadera Jane Jones…

Parte 22: Catarsis: by GeaGts

Me quedé callado por un momento. Lo que mi hermana decía… Era demasiado para procesar. Había un motivo para su comportamiento conmigo, y por desgracia era el que menos hubiera querido. Ella me miraba muy triste, en su rostro notaba la angustia provocada por esperar una respuesta de mi parte, pero tenía que pensar.

- Es… Mucho.

- ¿Y, vas a decirme algo?

- Yo… Creo que necesito un minuto para pensar.

- …Está bien, saldré por unos minutos… Gracias por escuchar.

- Prometí que no te interrumpiría.

- Gracias… Hermano…

Luego de eso Jane salió de la habitación de mis padres, dejándome solo con mis pensamientos. A pesar de que su historia hilaba todas las dudas que tenía sobre ella, su maldad, su compasión, sus verdaderas intenciones en Malibu, la muerte de Jack y Collin… Todo eso me hizo ver a Jane con otros ojos. Ella era la víctima en esta historia, no la gran villana a vencer, lo que esos verdaderos monstruos le hicieron no tiene perdón, y entiendo perfectamente que ella quisiera vengarse de ellos, y hacer justicia con otros criminales. Había escuchado de Las Vigías por Internet y en serio las admiraba, eran verdaderas Súper Heroínas, algo con lo que siempre he soñado, y de forma indirecta yo estaba involucrado en su origen, y como todo buen héroe, este no podía dejar de tener un origen trágico.

Esto dejaba en evidencia desde el vamos que Jane no era mala, se preocupaba de las demás personas y sobre todo de sus 5 amigas, y no disfrutaba haciéndome daño, después de todo por eso aceptó a Collin. Pensé también en todo lo que ella y las demás nos hicieron pasar desde el sábado, no negaré que por eso pensé que eran extremadamente perversas, sobre todo Jane, pero poniendo todo en perspectiva lo que ellas nos están haciendo no puede compararse ni de lejos a lo que Jack le hizo. Puede que nos usaran, sí, pero tango otra cosa sumamente clara, sus intenciones son diametralmente opuestas. Jack es… Era, un violador serial, puede que hasta asesino si tomamos en cuenta que el FBI lo había perseguido con años, y sus almas, tanto la de él como la de su hijo, estaban llenas de maldad y oscuridad. A su lado nuestras hermanas parecen santas, y su motivación para hacernos esto no era para nada mala, ellas… Simplemente querían divertirse, y de cierta forma, también querían que nosotros nos divirtiéramos, no por nada dejaron esa posibilidad de rendirse, creo que si fueran malas de verdad no lo hubieran hecho así, y nos habrían obligado a ser sus esclavos desde el principio.

Antes si podía, pero ahora no puedo verme a mi o a mis amigos como víctimas. Creí que éramos sus presas, pero ellas simplemente quieren jugar, no ven dolor con sus actos, ven placer, de una forma algo extraña pero así es. Aparte mis amigos no son unos santos tampoco, después de todo los 4 ya aceptaron, lo que no hubieran hecho de no ser tan pervertidos. Yo tampoco me quedo atrás, no es secreto que varias veces he querido rendirme ante ellas, que he disfrutado más de uno de sus juegos sucios, por lo que yo tampoco soy monedita de oro.

Creo no puedo culpar a Jane por las decisiones que ha tomado, menos cuando sé que se arrepiente de muchas de ellas… Pero todavía tenía un par de dudas, dudas que no tardaron en ser respondidas cuando hablé con ella luego de que regresara a la habitación.

- Bueno… ¿Ya tienes algo que decir?

- La verdad… Bastante.

- Ok, te escucho.

- Durante toda mi vida recuerdo que has sido mala conmigo, pensé que eras mala, pero ahora me doy cuenta de lo que en realidad es la verdadera maldad, y no se parece en nada a ti. Nos has hecho daño en estos días, pero esa no era tu intención ni las del resto, simplemente querían compartir su placer con nosotros, como en su día lo hicieron entre ustedes, ¿verdad?

- ¡Claro que sí! Cuando Ally nos metió en esto todas cambiamos para mejor, no solo incrementamos nuestro placer, sino que ayudamos a la gente.

- Lo se… Aun me sorprende que sean Las Vigías, soy su fan.

- ¿En serio?

- Por supuesto, son increíbles, hacen lo que la ley no quiere hacer, lo correcto.

- Gracias, aunque nunca buscamos ser famosas, de hecho el nombre nos lo puso la policía.

- Sí, creo que lo mencionaste antes.

- ¿Y tú que nombre nos vas a dar?

- ¿Cómo?

- Diane lo mencionó, dice que nombraste a nuestra hermanita y sus amigas al igual que contigo y tus amigos.

- Ya veo… Pues aun no tengo un nombre, y no será Las Vigías, ese no se me ocurrió a mí.

- Si… ¿Y que más has pensado?

- Seré directo… Matar a Jack y Collin no fue suficiente para ayudarte a están en paz. El apoyo de tus amigas tampoco. Creo que se cuál es tu verdadero problema. Tienes culpa, culpa por cómo me has tratado, eso hace que a veces te sientas… Cómo un monstruo… ¡PERO NO LO ERES! Eres alguien buena, lo que hiciste por mí con Kanna lo demuestra. No sé si sea suficiente para ti, pero creo que luego de pensarlo mucho puedo decir que… Te perdono.

Ella se quedó inmóvil por un momento, y poco a poco una sonrisa se asomó por su cara, al igual que muchas lágrimas de alegría. Me agarró de improvisto y me levanto hasta su rostro, para darme un fuerte abrazo contra su mejilla.

- Gracias… Muchas gracias, hermano.

- No hay de que, lo digo en serio.

- Bueno, creo que esto pone fin a la vieja Jane, en adelante trataré de ser mucho más amable contigo, y de pensar más en tus sentimientos… Es lo menos que puedo hacer… Gracias por confiar en mí.

- Jane… ¿Puedo pedirte algo?

- Claro, lo que sea.

- Quiero que me hagas grande otra vez.

- ¡QUÉ! P-P-PERO NO PUEDO… TE VAS A ESCAPAR…

- Hermana… Yo confié en ti, ahora es tu turno de confiar en mí.

Ella me miró fijamente por unos segundos tratando de descubrir mis intenciones ocultas, como yo no era nada tonta y sabía que nunca pediría algo así tan directamente… Pero para mi sorpresa aceptó. Fue a buscar un anillo que tenía en los bolsillos de su pantalón, lo que confirmaba mis sospechas de que las 4 no brujas debían de tener artefactos mágicos por parte de Ally, y luego de apuntarme con él por unos segundos procedió a agrandarme. Luego de lo que pareció una vida entera tenía mi tamaño real de vuelta. No dejaba de ser 1,50cm pero aun así estaba muy feliz, y podía hacer lo que quería hacer.

- Les diré a las demás que escapaste durante la noche, ellas no tienen que…

Interrumpí sus palabras con un fuerte abrazo, ella era enorme así que estaba abrazando su abdomen, pero la intención era la misma.

- No… ¿No vas a escapar?

- Claro que no.

- Entonces… Sólo querías…

- Te quiero, hermana.

- …Yo también te quiero, hermano.

Y ese fue el inicio de una hermosa relación, una que el destino nos arrebató iniciar desde mucho antes, pero que no impediría que pudiéramos crearla a partir de ahora, ya que al fin éramos los hermanos que siempre debimos haber sido.

El resto de la noche fue algo rara a comparación con lo que ya había vivido estos últimos días. Ella se puso la ropa y me dio la bata, era una bata de mujer pero no negaré que se sintió genial usar ropa luego de haber estado desnudo tantos días. Simplemente pusimos Netflix y ella me dejó elegir la película, y sin contemplación elegí ver Star Wars Episodio 4, algo que ella al parecer disfrutó más que yo que la veía por doceava vez este año. Luego acepté que volviera a reducirme a la altura que tenía antes para dejarme dormir donde yo quisiera, y por alguna razón elegí de nuevo su bota y su calcetín, lo cual ella aceptó con un poco de picardía. Debía pensar en esto de mi gusto adquirido por los pies luego, al igual que un nombre para las 5, pero ahora simplemente quería dormir, por primera vez desde que empezó todo esto me sentía completamente feliz y quería irme a dormir con ese sentimiento, había ayudado a mi hermana mayor y al fin podíamos llamarnos de esa forma, hermanos, sin mencionar que tampoco había olvidado lo que pasaría mañana, era el último día de la prueba de esta Pijamada Gigante, un día donde los 5 estaríamos con la chica que nos gustaba, sería el día donde por fin podría estar con Sheila…

Parte 23: ¿Y dónde está la otra Rubia?: by GeaGts

Desperté luego de una agradable noche de sueño, la mejor que había tenido en mucho tiempo de hecho. Poco después vi la tierna cara de Jane asomarse por el borde de la bota.

- Buenos días, hermanito. ¿Dormiste bien? Jijijiji.

- Buenos días hermana… Pues sí, no te mentiré, dormí mejor de lo que esperaba.

- Me alegra oírlo, estoy feliz de que al fin te gusten mis pies, pero es hora de desayunar, después de todo hoy te toca tu última giganta.

Dicho eso ella me sacó de su bota, me dio un beso mí me senté en su palma mientras bajábamos a desayunar con el resto de las chicas. Ella se veía muy feliz, más de lo que nunca la había visto de hecho, y no dudé en mencionarlo.

- ¿Jane?

- Si, ¿qué pasa?

- Bueno, es que noté que te ves muy alegre hoy.

- Pues si… No lo había pensado pero creo que al fin me siento verdaderamente feliz, creo que al fin me liberaste, de nuevo muchas gracias.

- ¿Eso significa que dejarás de ser mala conmigo?

- Eso creo, pero no te confundas, aun me gusta jugar rudo jejeje.

- Bueno, me alegra ir que estás bien.

- Más te alegra con quien te toca pasar el día hoy, jijiji.

- ¡¿Cómo?!

- No te hagas, todos en la faz de la tierra saben que estás enamorado de Sheila, no tienes que mantener ese secreto conmigo.

- Bueno… Sí, la amo. Pero nunca se lo he dicho… ¿Ella ha dicho algo de mí?

- Me temo que esa es información clasificada, jijiji.

- ¡Oye! Eso lo digo yo. ¿Me has escuchado rolear?

- Claro que sí, siempre ustedes 5 son tan exagerados cuando juegan. Por cierto, ponerte con Sheila este día no fue un accidente, los 5 están emparejados hoy con quienes pensamos que quieren, es más que obvio que Sonic quiere estar conmigo, ¿verdad?

- Me temo que esa es información clasificada.

Ambos reímos, me sentía genial con ella, éramos al fin los hermanos que siempre quise que fuéramos, pero no negaré que tenía razón, estaba muy emocionado porque hoy me tocara estar con mi amada Sheila. Cuando bajamos noté que las 5 estaban empezando a comer sus tazones de cereal, y mis amigos estaban a un lado comiendo sólo una hojuela, que en nuestro tamaño era más que suficiente… Pero no vi a Sheila. Jane también lo notó y no dudó en preguntar lo que yo con muchas ganas quería saber:

- ¿A dónde se fue Sheila?

- ¿Ah? Dijo que regresaría a buscar algo a su casa y volvería en un par de horas.

¿¡UN PAR DE HORAS!? Ya había esperado toda una vida para esto, pero tener que esperar más no estaba en mis planes, a lo que Ally procedió a intervenir. Hizo aparecer la ruleta en su posición final y siguió:

 

 

- Eso me recuerde que hoy es el último día de esta cosa, y si me preguntan no pensé que llegaríamos tan lejos, así que te felicito Jazz por resistir tanto, pero te aseguro que de hoy no pasas sin someterte a nosotras. –Dijo Ally viéndome con su legendaria mirada “traviesa” (ya no malvada, ahora tengo todo en perspectiva).

- Pero Sheila no está ahora, ¿Quién cuidará del pequeño Jazz hasta que regrese?

- No tengo problemas en hacerlo yo, después de todo no tuve al pequeño por mucho tiempo, y eso que fui la primera en tenerlo. Gracias por preocuparte Diane, puedes jugar con el pequeño Kidomaru mientras tanto.

Miré a mi hermana mayor, con algo de pena por dejarla, y por Ally, pero ella fue firme pero justa.

- Así son las cosas hermanito. –Dijo, pasándome a las manos de Ally.

En ese momento escuché a alguien bajar por las escaleras, vi que era Molly, vestía la parte de arriba de un pijama amarillo con negro, llevando unas bragas culposamente familiares y, para mi sorpresa, estaba sola, sin Julie ni Tammy acompañándola.

- Buenos días Molly, ¿y las otras? – Preguntó mi hermana.

- Siguen durmiendo, pero yo me desperté antes y escuché que el pequeño Jazz está libre esta mañana. ¡QUIERO JUGAR CON ÉL!

- Oye oye, más despacio pequeña. Jazz es mío hasta que Sheila regrese y lo reclame para ella por el resto del día.

- ¡Escúchame albina! ¡Yo siempre obtengo lo que quiero, y vas a darme a Jazz en este instante!

- ¿¡Cómo me llamaste, mocosa!?

La tensión se sentía en el aire, las chicas no sabían que pasaría pero yo sí, Molly era una bruja en secreto al igual que Ally (aunque eso las pequeñas lo sabías), y tenía el presentimiento de que si esta discusión seguía, se libraría una batalla mágica sin cuartel, así que debido a la información que tenía decidí intervenir con lo primero que se me ocurrió.

- ¡ALLY, MOLLY, ALTO! ¿Qué tal si me comparten? Yo puedo jugar con ambas, en serio.

Todas me miraron extrañadas, mis amigos incluidos, hasta yo lo habría hecho, ¿en qué diablos estaba pensando?

- Mmm no lo sé, Molly es muy pequeña…

- Confía en mí, Diosa Ally, la conozco, es más divertida e interesante de lo que parece. –Dije, mientras lo pensaba un poco.

- ¿Tu que dices, niña?

- Por mi está bien, mientras no lo acapares para ti sola.

- Bueno, eso lo decide, ¿quieres algo de comer, Molly?

- No, estoy bien, sólo quiero jugar con el ahora.

- Igual yo, chicas nos vemos después, avísenme cuando Sheila haya llegado.

Luego de eso Ally y Molly subieron conmigo al segundo piso. Entraron al cuarto de mis padres y Ally se percató de la escalera de caracol que llevaba a su “estudio”. Entonces como medio para limpiar su propia conciencia (creo) dijo:

- Molly, ¿sabes cómo vienen los bebés al mundo?

- ¿Cuántos años crees que tengo, 5000? Pronto cumpliré 8000, claro que se. ¿Te cuento la del misionero, la del perrito, el 69, anal, rusa, beso del payaso o BDSM?

- Sólo quería asegurarme, sube, creo que esto te gustará.

Ambas subieron y entraron al infame “estudio” de mis padres, y lo seguiré diciendo así porque si digo calabozo sexual me vendrán imágenes horribles a la cabeza y es lo que menos quiero, en especial luego de que tendré que ser el juguete de unas de las 2 chicas más crueles que conozco, y ambas con poder ilimitado. Se acercaron a la cama, la cual estaba des tendida y algo “sucia” luego del revolcón de Jane y Kanna, por lo que Ally con un chasquido de dedos limpió con su magia, para luego sentare ahí con Molly y dejarme en el suelo.

- Ok niña, ahí lo tienes, ¿qué vas a hacer con él?

- Bueno, podría seguir el juego que tuvimos la otra noche cuando escapó.

- ¿Y qué era eso?

- Es que… No es que deba decirlo, es secreto… Aparte no sé cómo lo vas a tomar.

- ¿Y ahora de qué estás hablando? Sólo dilo, vamos.

Hubo un incómodo silencio, demasiado incómodo. Parecía que Molly quería revelar sus poderes con Ally, pero creo que no conocía a otras brujas, por lo que me contó lo que sabe de magia lo aprendió de libros en casa. Luego de ver que hasta Jane tenía un lado sensible, me conmoví un poco al ver a Molly, ya que aunque sea la niña más cruel del planeta, aún era una niña, y como toda niña debe estar llena de inseguridades y preguntas en su mente todo el tiempo. No sé si me correspondía, pero pensé que sería lo mejor hablar ahora para sacarle ese peso de encima a Molly… Ese fue uno de los errores más grandes de toda mi vida.

- Molly es bruja.

- ¡¡¡QUÉ!!! –Gritó Ally mientras la rubia de 7000 años me miraba impactada y algo enojada.

- ¡ESE ERA UN SECRETO, AHORA MUERE, BASURA!

Acto seguido Molly bajó su pie sobre mí, y me vi impactado por la enorme suela de la niña cubierta en una de sus medias negras, mientras presionaba mi cuerpo con la intención de aplastarme.

- ¡Espera, Molly! ¡Eso es increíble, me encanta!

- ¿¡En serio!?

Molly se emocionó de más y me presionó hasta aplastarme. Debo decir que de todas mis muertes, morir bajo el pie de una niña de 7000 años fue la más humillante de todas, y eso que antes morí como juguete sexual de Kanna. Desperté en la bota de mi hermana al igual que antes, y ella volvió a saludarme. Ambos volvimos a bajar al primer piso y todas estaban comiendo menos Sheila. Supongo que ella se fue antes de que Ally despertara he hiciera el nuevo punto de guardado. Luego bajó Molly y ambas se vieron sin decir nada, sólo Ally me pidió de vuelta y los 3 subimos nuevamente al “estudio” del tercer piso, donde volvió a limpiar la cama, ambas se sentaron y me dejaron en el suelo nuevamente.

- ¿En qué estábamos? ¡A sí! Jazz dijo que eras una bruja y lo pisaste hasta la muerte.

- ¿Me estás regañando?

- Para nada, simplemente me sorprendió saber que eras bruja y que mataste a alguien sin pensar, eres cruel niña.

- Gracias… ¿En serio te alegra que sea bruja?

- ¡Claro que sí! Te seré honesta, no conozco a ninguna bruja en este pueblo, las que hay deben estar bien escondidas como nosotras, y la verdad no tengo ninguna amiga bruja, ni siquiera cuando voy a la academia.

- ¿¡WOW, FUISTE A LA ACADEMIA!?

- Me gradué de la academia, la de Londres. –Dijo Ally guiñándole un ojo a Molly.

- Eso es genial, yo no podré ir hasta dentro de más de 2 años cuando cumpla 10000.

- Bueno… Como una graduada con honores podría mover algunos hilos para que te acepten un poco antes, qué tal ir, digamos, ¿el año que viene?

- ¿¡EN SERIO!? ¡WOW! ¡¡¡GRACIAS, ALLY!!!

- No es nada, hago lo que sea con tal de hacer felices a mis amigas.

La escena era enternecedora. Ya sabía de la personalidad caritativa de Ally, pero verla en persona me hizo empezar a verla con otros ojos, y también el ver a Molly tan feliz llenaba mi corazón de ternura. Pero aquella alegría terminaría cuando ambas se dieran cuenta de que yo seguía aquí.

- Oye, creo que nos olvidamos de algo importante.

 - Es cierto, Molly, dime, ¿cómo jugaste con él?

- ¿Y si te lo enseño?

En eso Molly aplicó un hechizo sobre mí, uno que ya conocía y que no me gustaba para nada. Mi vista se nubló por unos segundos y luego cambió para ver algo culposamente familiar, ya que nuevamente era las pantis de Molly.

- ¿Dónde está el pequeño?

- Aquí, mira.

Molly se dio la vuelta y pude ver, a parte de su trasero por un lado, la cara sorprendida de Ally al otro, gracias a mi visión mágica de 360 grados.

- Genial, ¿hechizo de fusión?

- Si, aun no domino los de transformación.

- Yo te enseño después si quieres. Y, ¿Cuánto tiempo puedes mantenerlo así?

- 2 minutos más o menos, aunque también he practicado mucho con calcetines, con esos pueden ser de 15 a 20 minutos.

- Ya veo, entonces haz que el poco tiempo valga la pena.

- Descuida, lo haré.

Luego de eso oí el preámbulo de una de mis peores pesadillas salir de dentro del ano de Molly, ya que se venía una avalancha fétida encima de mi otra vez, y ahora no tenía más alternativa que respirarla todo el rato al ser su braga, y peor aún, directamente de la fuente, algo que luego de que pasara pareció que a ambas les dio mucha risa, ya que se rieron de mí. Al poco rato volví a aparecer en el piso, algo mareado luego de haberme sentido como judío en cámara de gas (¿qué, fue muy negro? Traten de sobrevivir a 2 chicas como estas, expulso mi dolor a través del humor negro).

- Debo admitir que me impresionas, Molly. Yo aprendí la fusión cuando tenía 14, y tú a la mitad de eso ya estás empezando a dominarla.

- Gracias, jijiji.

- De hecho que tus poderes se manifestaran tan rápido a tu corta edad es un síntoma de que eres una bruja muy talentosa, tal vez con la guía adecuada llegues a superarme algún día. ¿Puedo probar que también se hacer algo de magia, maestra Molly?

- Me ofendería si no lo hicieras, maestra Ally.

Luego de eso Ally volteó su mirada hacia mí y me lanzó otro hechizo. Este se sentía similar al anterior pero su efecto fue más doloroso. Abrí los ojos y vi a ambas gigantas en el cielo, mi mirada estaba desde el suelo, y por alguna razón no podía moverme, pero si respirar, hablar y parpadear.

- ¡¿Ahora qué me hicieron?!

- ¡Bueno, ya que Molly aún no domina este hechizo, decidí hacerlo yo, mírate!

Acto seguido Ally hizo aparecer un espejo y vi una imagen sacada del infierno. No tenía cuerpo, sólo cara, pero estaba en un lugar que nunca hubiera imaginado, aun con todo esto, ya que me había convertido en un zapato de tacón. Me sorprendí y horroricé en partes iguales, y ambas lo notaron y empezaron a reír, luego Ally inclinó un poco el espejo y pude ver que a mi lado estaba el otro zapado, el derecho, pero este no tenía una cara, tenía un pene. ¡Mi pene! Tanto eso como mi rostro estaban aplanados casi como una imagen, aunque con cierto relieve. Todo esto era aterrador, pero nada comparado con lo que estaba a punto de pasar.

- Los hice más pequeños para ti Molly, ¿quieres probarlos?

- No tienes que pedírselo 2 veces.

En eso Molly se quitó sus calcetines y pude ver arriba de mí la imponente figura de su pie izquierdo sobre mi cara, la cual lentamente bajó y ajustó sobre su zapato nuevo, o sea, sobre mí. Mis ojos estaban bajo sus dedos y mi boca a la altura de su planta, y cuando no pensé que podía ponerse peor, su otro pie encajó en el otro zapato, donde estaba mi miembro erecto por alguna razón. Sin pensarlo mucho Molly empezó a pasear alrededor de la habitación, dando varias vueltas y viendo todo lo que había, que aunque no pudiera usar, estoy seguro de que conocía con lujo de detalles. Estuvo así varios minutos hasta que regresó a sentarse en la cama y me quitó sus apestosos pies de encima.

- Respira un poco, esclavo de pies.

- Y aprovecha, porque ahora es mi turno.

Ally me hizo crecer un poco, lo suficiente como para que tuviera el tamaño justo de sus pies, y procedió a hacer el mismo show, que Molly, bajando lentamente su pie sobre mi cara para que me asustara cada vez más, cosa que desde luego logró. Una vez con sus pies calzados sobre mi cara y mi pene empezó a caminar por la habitación, luego correr un poco y después a dar pequeños saltos, el equilibrio de esta chica era formidable considerando que me había transformado en tacones y no en zapatillas o sandalias (cosa que seguro hará en algún futuro si sigo a su cargo). Entonces luego de más minutos tortuosos se sentó al lado de Molly en la cama, pero no se quitó los zapatos.

- Bueno Molly, ya que desde ahora vas a ser mi aprendiz tanto en magia como en… Este tipo de cosas, empezaré a darte lecciones que deben servirte para que seas una mejor diosa: Lección número 1: “Siempre que veas la oportunidad de someter a tu esclavo, hazlo, demuéstrale quien está al mando”.

Inmediatamente Ally puso más presión sobre sus pies, aplastándome mucho en el proceso, para luego mover sus pies de un lado al otro por el suelo como si pisara una cucaracha, aunque bueno, una cucaracha tiene más dignidad que yo en estos momentos.

- Ahora quiero que lamas mi suela, esclavo de pies.

Corrijo, una cucaracha tiene MUCHA más dignidad que yo en estos momentos. Sin más remedio empecé a lamer la pálida y fétida suela de Ally en mi denigrante posición, a la par que ella empezaba a jugar con mi pene con sus dedos en el otro zapato.

- Así es esclavo, lame, la hermosa suela de tu hermosa Diosa. Si no es hoy, mañana vas a someterte ante mí y ante todas, no eres más que un insecto a nuestros pies que debe ser aplastado, un patético intento de hombre cuyo único propósito en la vida es servirnos, de aquí hasta el final de tus días.

Las crueles palabras y los movimientos del pie derecho de Ally apelaron a mi lado masoquista (uno que no pensé que tenía) y terminé corriéndome en su pie. Con esta ya van 3 veces que me corro por culpa de Ally, no es que lleve la cuenta, pero ese tipo de cosas no se olvidan, y dudo que esta tampoco.

- Ewww… ¿Tanto te gusta ser aplastado, esclavo? ¡JAJAJAJAJAJA!

- La tortura siguió así varios minutos, las 2 no dejaban de reír y luego jugaron más conmigo. Molly me fusionó con las pantis y el sostén de Ally, incluso le enseñó a transformarme en algo pequeño, una paleta de dulce, la cual ambas lamieron por turnos. Mi suplicio duró 3 horas, y pensé que nunca terminaría, pero luego de mucho tiempo Jane entró a la habitación.

- Chicas, Sheila llamó, ya está por llegar, mejor dejen de jugar con mi hermano y bajen.

Ambas me vieron algo desilusionadas, pero no había de otra. En ese momento las 2 me estaban presionando entre sus pies a 5cm de tamaño, por lo que me soltaron sobre la cama y Ally me recogió para llevarme abajo. Durante el trayecto traté de calmarme y olvidar lo que había pasado, quería tener mi mente despejada para Sheila, y me emocioné mucho al verla entrar por la puerta con una pequeña maleta y vestida con su clásica falda roja, zapatos cafés, blusa enrollada y pulseras. Ya era mi turno con ella, y no podía ser más feliz…

Parte 24: Tomemos un baño juntos: by GeaGts

Ally me pasó a Sheila, colocándome en sus manos. Olí de inmediato su aroma a perfume de vainilla que tanto me había excitado en el pasado, pero traté de disimular mi erección para que no pensara que soy un pervertido (aunque bueno, luego de lo que pasó bajo su sandalia antes de mi día con Kanna poco importa la verdad). Ella me vio con una mirada alegre, y yo le devolví la sonrisa.

- Hola Jazz, hoy al fin nos toca jugar juntos, jiji.

- Lo sé, estoy tan feliz por eso.

Nos miramos con alegría, pero de repente Ally interrumpió nuestro momento.

- Perdón, pero creo que tendrás que esperar un poco Sheila, tardaste tanto que la comida estará lista en 5 segundos.

- ¿Cómo dices…?

Sheila no pudo terminar su pregunta, ya que el timbre sonó cortando de tajo el ambiente.

- ¡Código Marfil, chicas!

De repente vi como todas agarraban a su pequeño del día y se lo metían a la boca (menos Ally, que le pasó a Kidomaru a Molly para que ella lo cubriera), y Sheila desde luego no se quedó atrás abriendo sus labios y dejando ver su enorme boca, a la cual fui introducido segundos después. Escuchaba poco del exterior, pero pude oír la voz de Ally y la de otra chica que parece que le entregó una comida que había pedido, el Timing era perfecto. En cuanto a mí, el estar dentro de la boca de Sheila de nuevo me hizo recordar a nuestra primera noche como encogidos, cuando en el juego de la pizza le pedí que me comiera para salvar a Alfa de morir, y como al día siguiente me llamó noble por haberlo hecho… Ahora que lo pienso, nunca me respondió mi pregunta sobre por qué se fue de nuestra cita hace 2 años, simplemente me dijo que me lo diría después, y esperaba que ese “después” esté en algún momento de nuestro día juntos. Luego de un minuto Sheila me escupió gentilmente sobre su mano, y vi que Ally al parecer ordenó unas pizzas para almorzar, una rima algo irónica considerando lo que ya dije de nuestra primera noche, pero por suerte no habrían “Juegos del Hambre” en este almuerzo, sino que Ally arrancó 5 pepperonis de una pizza y nos los dio a los 5 luego de ponernos sobre una mesita en la sala, mientras ellas comían. Con mi estatura ese pepperoni era del tamaño de una pizza familiar, por lo que pensé que no podría terminármelo solo, pero para mi sorpresa lo hice y mis otros amigos igual.

- Teníamos hambre… –Dijo Alfa, seguido de las risas de todos.

- Eso parece, aunque en mi caso quiero terminar de comer rápido, este será el mejor día de mi vida. –Dijo Duke.

- De TODAS nuestras vidas. –Respondió Sonic.

- Sí, a todos nos tocó nuestra “Waifu” el día de hoy, ¿verdad? –Preguntó Kidomaru.

- En mi caso sí, tengo a Jane. –Dijo Sonic.

- Kanna. –Dijo Duke.

- Diane. –Dijo Alfa.

- Ally. –Dijo Kidomaru

- Sheila. –Dije yo, para que luego todos me vieran raro, pero con una mirada de risa en sus ojos, una que ya había visto un montón de veces antes. – ¿Qué? ¿Qué tiene de malo?

- Nada bro… Es sólo que, creo que al fin te vas a decidir por las chicas, igual que nosotros.

- ¿Y eso por qué, Duke? Sólo porque ame a Sheila no significa que me rendiré sólo por ella.

- No es sólo por tu amor por Sheila amigo, es por ella en si misma… Me perdonarás, pero no puedo culparte por amarla, ella es muy linda y muy… Convincente –Dijo Sonic.

- Es verdad. –Dijo Alfa.

No me había dado cuenta de esto, pero al ser el último día de la prueba, también significaba que todos habían pasado por Sheila menos yo, por lo que todos ellos tenían una experiencia en privado con ella como giganta, lo que me dejó algo desconcertado.

- Sólo para que conste, ninguno de nosotros lo hizo con ella, te lo prometo.

- No te pedí que me dijeras eso, Duke.

- Pero creo que necesitabas saberlo.

Lo que dijo Duke me dejó pensando nuevamente, ¿Sheila no había tenido sexo con ninguno de ellos? ¿Por qué? Según yo ese era uno de los motivos principales para encogernos en primer lugar. Y si no tiene sexo con los pequeños… ¿Cómo juega con ellos? Esos pensamientos se vieron interrumpidos cuando nuestras 5 hermanas se acercaron a nosotros y tomaron al pequeño que les tocaba, se despidieron y todas se fueron a un lugar privado para pasar el resto del día con su pequeño, y yo no podía estar más emocionado. Sheila no se movió, por lo que al final nos quedamos solos en la sala. Ella estaba en silencio, por lo que yo me aventuré a preguntarle:

- D-Diosa Sheila, ¿Ahora qué hacemos?

- Bueno, estaba pensando en que hacer primero. ¿Qué tal un baño?

- Sería genial, Diosa Sheila.

- De acuerdo, y puedes saltarte eso de llamarme Diosa si no te sientes cómodo.

- Créeme, no he estado más cómodo desde que empezó toda esta locura.

- Jijiji, ok, entonces te seguiré el juego… Esclavo.

Sheila me guiñó el ojo y de pronto mi pene quedó erecto, cosa que ella notó y procedió a reírse un poco de manera tierna, para luego ir al baño del primer piso. Me dejó sobre el lavabo y fue a buscar su maleta, de la cual sacó una toalla limpia, una muda de ropa roja y unas… ¿velas? Las colocó en los extremos del lavabo y las encendió con un mechero que tenía, para luego abrir el grifo de la bañera y proceder a desnudarse. Verla quitándose lentamente la ropa fue una de las cosas más hermosas que había experimentado. Si bien ya la había visto desnuda hace unos días, presenciar todo este proceso fue un frenesí de erotismo que por poco me hace correrme, pero por suerte me aguanté, aunque mi pene estaba duro como el diamante. Finalmente ella quedó sin ropa, dándose la vuelta para verme.

- Espero que no te molesten la velas, las prendo cuando quiero bañarme en tina y desde hace días que no he podido.

- No hay problema, Diosa Sheila.

Ella sonrió y metió lentamente uno de sus pies en el agua, la cual estaba caliente al punto y apagó el grifo, para luego agarrarme y meterse por completo en la bañera, dejándome entre sus 2 senos.

- ¿Cómo está la vista? –Preguntó con un dejo de sarcasmo en su vos.

- No creo que pueda ser mejor, la verdad.

- Me alegro. También te diré la verdad, yo no soy como Ally, Kanna o Jane que les gusta imponer su poder con los pequeños, o como Diane que disfruta de jugar con ellos, a mi… Me gusta que los pequeños sepan cuál es su lugar, y me mimen y adoren como una princesa, o una Diosa como dices, ¿crees que puedes hacerlo?

- Para mí sería un honor… Princesa.

- Eso me gusta más. Bueno, mientras me relajo tienes pase libre, trata de complacerme y luego te diré que tal estuvo. Vamos.

No lo dudé ni por un segundo, tal vez por el lugar en el que estaba, pero subí a su teta izquierda. Ya en la cima me arrodillé y empecé a masajear su pezón. Vi que su cara tenía una expresión leve de placer, pero creía que sería mejor no pensar en eso y sólo hacer mi trabajo, así que eso hice. Seguí masajeando por unos 5 minutos hasta que vi que eso no daba para más, por lo que agaché la cabeza y empecé a lamerlo. Volvió a ponerse duro a los pocos segundos, por lo que supe que cambiar de táctica resultó, por lo que seguí lamiéndolo varios minutos más. Luego de un rato bajé de su teta izquierda y subí a la derecha para repetir mi ritual de masajes y lamidas de senos, nada cambió con relación a su otro pezón por lo que creo que lo estaba haciendo bien.

Luego de trabajar un buen rato en sus tetas, bajé a su abdomen. Creí que lo mejor en este caso sería lavarlo, por lo que se me ocurrió una idea algo loca pero funcional. Salté al agua jabonosa y, una vez que estaba cubierto de jabón, subí de vuelta a su torso para lavarlo mientras me deslizaba boca abajo por él. Fue divertido aunque algo extraño, pero dejé de pensar en eso ya que el haber sido encogido era muchísimo más extraño, aparte este método tenía una ventaja, y es que mi pene era frotado constantemente sobre su enorme y hermoso cuerpo. Seguí así por un rato hasta que acabé de cubrir todo su abdomen.

El siguiente paso era su vagina, pero sentí que eso sería un poco inadecuado y, aunque parezca ridículo luego de todo lo que ya ha pasado, pensé que sería sobrepasarme, así que me salté esa parte y repetí el proceso de lavado con sus 2 piernas, lo que me tomó unos 15 minutos por pierna. Ya que sus brazos están sumergidos bajo el agua sólo quedaban sus pies por ser limpiados, y ambos estaban apoyados sobre el borde de la bañera, encima de una pequeña toalla cuidadosamente colocada. Me paré frente a ellos y pensé en cómo abordaría este reto. Enjabonarlos como lo hice con sus piernas sería imposible debido a que estaban en vertical, aparte de que seguro me resbalaría al estar tan jabonoso, por lo que se me ocurrió una solución práctica y familiar. En esa misma toalla empecé a rodar para sacarme el jabón de encima, y me paré frente  a su planta izquierda, para empezar a lamer su talón. No dejé de pensar en todo lo que había vivido, de odiar el olor y sabor de los pies a que me gustaran tanto que voluntariamente lamería uno sin que me lo pidieran, aunque bueno, era el pie de Sheila después de todo. Para subir me agarré de las arrugas en la planta de su pie y las usé de apoyo como si fuera una montaña de escalar, y abarqué toda su suela en unos 20 minutos. Lamí incluso entre sus hermosos y titánicos dedos, para luego pasan entre ellos y empezar a lamer la parte superior de su pie, lo que me tomó otros 20 minutos más. Junto con su pie derecho, estuve 80 minutos lamiendo los pies de Sheila, todo un record considerando que lo hice por voluntad propia. Caminé por la pierna derecha de mi amada hasta quedar nuevamente en medio de sus senos.

- Ya cumplí mi tarea, princesa. ¿Cómo lo hice?

Ella me miró feliz y me dijo “Ti que crees” luego de agarrarme y darme un pequeño beso, para después ponerme sobre su pezón derecho.

- Fue un placer hacerlo, princesa. Pero quería decirle algo…

- Adelante, te lo has ganado.

- Bueno… Resulta que no he dejado de pensar en nosotros, no es un secreto que tú me gustas.

- Sí, lo he notado.

- Claro, y por eso te invité a salir hace 2 años. Te pregunté hace unos días por el motivo que te fuste así de nuestra cita, ¿me lo puedes decir?

El silencio inundó nuevamente este baño al igual que la última vez que lo pregunté, y de repente ella sacó su mano del agua y noté que traía puesto su anillo de esos que tanto he visto, y procedió a encogerme aún más. Estaba muy inquieto por todo esto, no entendía lo que pasaba, sólo vi como Sheila me encogía, con la cara roja de vergüenza, y decía lo siento mientras yo me encogía a un tamaño ridículamente pequeño, tanto como para ser tragado por su pezón sin problemas. Luego de unos segundos atravesando su cavidad, llegué a una de sus glándulas llenas de leche y empecé a flotar en ella. No sabía lo que había pasado, ni por qué ella hizo esto, menos la razón por la cual no quiere decirme que pasó en esa cita, pero de repente ya no quise pensar en nada, simplemente me quedé flotando en su leche, hasta que decidiera sacarme o me terminara ahogando, lo que ocurra primero…

Parte 25: La razón es…: by GeaGts

Estuve unas 3 horas en su teta, o 4, o 5, no llevaba la cuenta pero si fue mucho tiempo, más que el que quisiera. Empecé a deprimirme como es natural, la chica de mis sueños me puso en un lugar que nunca esperaría, y no tenía ni idea de por qué. Luego de pensar que pasaría ahí el resto de la noche algo extraño empezó a jalarme hacia adentro del lago de leche, como una especia de Fuerza, hasta que llegué al fondo y comencé a disolverme. No dolió, pero si me asusté ya que empezaba a desaparecer.

Luego abrí los ojos, me encontraba en la palma de Ally, quien me paso nuevamente a Sheila, la cual estaba vestida sólo con su toalla y trató de evitar hacer contacto visual conmigo, cosa que no mejoró mi estado de ánimo.

- La próxima vez que hagas eso avísame, ¿ok linda?

- Esté bien, gracias.

Acto seguido Sheila caminó hacia la escalera y se metió en un lugar que nunca esperaría, mi habitación. Creo que la última vez que entré fue cuando jugué con Julie la primera noche, y estaba tal cual como la dejamos. Sheila me dejó sobre mi escritorio y se sentó sobre mi cama, agachando la cabeza.

- ¿Hablas tu o hablo yo? –Dije de forma irónica, fingiendo estar más alegre de lo que en realidad estaba para reconfortarla, ya que en su mirada veía la culpa que sentía.

- Bueno… Lo siento, no quise hacerte eso, es sólo que…

- No quieres responderme.

- No es eso… Sentí que no podía hacerlo, no era algo que me involucra solamente a mí.

- Entonces te fuiste de la cita por una emergencia, eso puedo entenderlo, ¿pero por qué no querías decirme? Lo habría entendido.

- Es que… Tenía vergüenza de hacerlo, de que te enojaras conmigo.

- Pero por qué…

- ¡Porque aún me gustas, Jazz!

Eso me dejó de piedra. En retrospectiva puede parecer obvio, pero la verdad yo no me lo esperaba. Es decir, Sheila fue buena conmigo, pero así es ella, es buena con todos, por eso también es que la amo. No sabía que decir, así que simplemente salté a mi cama, me acerqué a ella y abracé su muslo en mi tamaño actual de 5cm. Ella empezó a llorar, pero creo que de alegría ya que luego me recogió y me abrazó fuertemente contra su pecho, y yo hice lo mismo.

- Gracias Jazz… Gracias.

- No es nada, princesa. –Dije sonriendo.

- Creo que… En mi miedo a que me rechazaras me alejé de ti, antes éramos buenos amigos, y creo que lo eché a perder.

- Bueno… La verdad te invité a salir en ese entonces porque quería que fuéramos más que amigos… ¿Podríamos retomar nuestra cita algún día? Si quieres, claro.

- Si, me gustaría.

Esa declaración inundó mi corazón con más felicidad de la que creí alguna vez que podía soportar.

- Jazz… Creo que si debes saber la razón de por qué me fui esa ves… Antes de que comiéramos Jane me llamó, dijo que habían encontrado a Collin y  Jack. ¿Te habló de eso, no?

- Sí… De hecho, creo que ahora entiendo. Ella me contó toda su vida anoche, y al fin pude entenderla.

- Eso pensé, Kanna nos dijo, aunque suene mal me sentí aliviada, ya que ahora no tenía excusa para no contarte.

- Créeme, lo entiendo… Jane guardó eso muy en secreto, y no me molesta que no me dijeras, de hecho me siento feliz que de seas una amiga tan leal… También eres muy noble.

Ella me miró con una sonrisa.

- Bueno… No me habían llamado noble antes.

- Es así como te veo, siempre.

Ella sonrió aún más y volvió a acercarme a su boca para besarme. Sus labios cubrieron mi cara completamente y cuando me los quitó vi que había dejado caer su toalla al piso, quedando completamente desnuda otras ves.

- Sheila…

- Sólo hazlo.

Luego se acostó en la cama y yo sabía que hacer, bajé a su vagina y empecé a tocar sus paredes con mis manos mientras me cogía su enorme y hermosa cavidad. Ella puso sus dedos en mi espalda y empezó a empujarla de a pocos más adentro mientras seguía lamiendo los bordes de su vagina, seguí así un tiempo hasta que ella me insertó completamente, y yo no dejé de lamer.

Al poco tiempo sentí una sensación familiar en todo mi cuerpo, estaba cambiando de tamaño de nuevo, pero esta vez estaba creciendo, creciendo dentro de su vagina como si mi cuerpo entero fuera mi pene, y crecí hasta alcanzar más o menos 20 centímetros. Mis piernas estaban fuera, así que ella con una mano las agarró y empezó a meterlas y sacarlas rápidamente dentro de ella. Ahora era su consolador humano, y lo amaba. Los fluidos dentro de ella empezaron a  aumentar en cantidad, y con gusto los tragué como su fuera jugo, y en cierta forma lo era, y el más sabroso que había probado, jugo de Sheila. Ella terminó empujándome lo más profundo que pudo dentro de su vagina, tanto que atravesé su útero, para que poco tiempo después mi cara se llenara completamente de su jugo del amor, y terminara expulsándome fuera de su vagina, donde terminé sobre mi propia cama en un charco de los fluidos de Sheila, algo que ni en mis más locas fantasías habría imaginado… Bueno sí, pero no de esta manera, y ciertamente fue mejor de lo que imaginaba.

- Sabes Jazz… Esa fue mi primera vez… Te estuve esperando… Qué pena que las otras ya te usaron…

- Sí… Pero de cierta forma… También fue mi primera vez…

- ¿En serio?... A qué te refieres…

- Bueno… Ya tuve sexo antes… Pero esta fue la primera vez… Que hice el amor…

B-Side #007: El Lado de Sheila: by GeaGts

Creo que de las 5 soy la única que falta por contar quien soy, así que lo haré ahora. Me llamo Sheila, nací en Rachelton, Colorado, tengo 17… Emm… Qué más… Soy rubia natural, soy un poco tímida e insegura de mi misma, creo que es porque mis padres siempre han puesto todas sus esperanzas de vida en mí, quieren que cumpla sus sueños que ellos mismos no pudieron en sus vidas, y me da miedo decirles que no quiero hacerlo. Sé que se supone que hable de mi misma en estas grabaciones, pero no puedo concebir mi vida sin mis amigas Jane, Ally, Kanna y Diane, mi mejor amiga. Ella es muy infantil y alegre, me recuerda de cierta forma a mi hermanito cuando era niño, ya que yo lo cuidaba y, en parte, eso hago con ella. Sus padres también son muy estrictos con eso de su futuro, por lo que no puedo pedirle mucha ayuda sobre eso, ya que ella no sabía muy bien cómo lidiar con ello… Hasta que Jazz la ayudó.

Tengo que hablar si o si de Jazz, él era un chico que conocí cuando éramos niños, yo nunca hablaba con nadie y él se acercó a mí y me extendió su amistad. Siempre supe que yo le gustaba, y con el tiempo el también a mí me empezó gustar mucho, tanto que cuando con mis amigas empezamos a tener sexo cuando éramos adolecentes, yo esperé para hacerlo con él, porque quería que el fuera mi primer amor. Todo iba bien con él hasta hace 2 años, cuando me invitó a salir, yo acepté y la pasamos bien… Al principio. Fuimos al cine, todo bien hasta ahí, pero cuando fuimos a comer pollo frito Jane me llamó, necesitaba mi ayuda con… Cierto tema. Bueno, la ayuda de todas la verdad, y no tuve más opción que dejar mi cita con Jazz.

No me malentiendan, adoro a mis amigas y haría lo que sea por ellas, sobre todo en ese tema, pero eso implicaba sacrificar algo que amaba, Jazz, y eso me dolió hasta hace poco. Cuando pasó todo este tema del encogimiento quise que me tocara al final con Jazz, ya que no estaba lista para enfrentarme a él luego de tanto tiempo sin hablar (mi culpa). De hecho al día siguiente me preguntó directamente por la cita, y no supe responder, pero por suerte Jane nos interrumpió y me salvó de tener que decirle la verdad, al menos un poco más. No es que yo no quisiera ser sincera con él, claro que quería, aunque estuviera asustada de su reacción, lo que pasa es que todo esto implicaba un secreto que no era mío, y aunque quisiera no podía hablarlo con él.

Por azares del destino tuvimos que ir a Malibu justo en medio de la prueba con los pequeños, y por algunas cosas que sucedieron en ese viaje Jane le dijo la verdad a Jazz la noche siguiente, lo que me daba la oportunidad de ser sincera con él sin temor a romper el secreto. Aunque no negaré que seguía con miedo de lo que él podría decirme. Por suerte allí estaba mi mejor amiga Diane para ayudarme, algo raro ya que debido a su personalidad casi siempre solía ser al revés. Estábamos en el cuarto de Jane jugando con nuestros pequeños, a mí me tocaba Kidomaru y a ella mi hermano Sonic (sus apodos son algo ñoños, pero por eso me encantan, aparte porque Jazz los escogió), pero yo no estaba con muchos ánimos de jugar con mi pequeño del día, así que me acosté en el piso boca abajo con mi celular mientras Kidomaru me lamía las plantas de los pies, aunque no le prestaba mucha atención. Diane estaba a mi lado y le dijo a Sonic que hiciera lo mismo en mi otro pie, ya que vino para animarme.

- ¿Qué tienes, rubiecita?

- Bueno… Es por lo de Jane… Ahora que Jazz lo sabe puedo por fin decirle lo que siento y por qué nos distanciamos…

- Pero eso debería ponerte feliz… ¿No me digas que tienes miedo?

- Wow, me conoces demasiado bien.

- Rubiecita, eres mi mejor amiga, te conozco más de lo que me conozco a mí misma.

- Jejeje, sí, creo que es cierto.

- Aparte… Tú siempre me apoyas cuando tengo problemas, y quiero devolverte el favor. ¿Dime que te asusta?

- Bueno… Es Jazz, no sé cómo valla a reaccionar cuando se lo diga.

- Oye, mírame, Jazz está enamorado de ti hasta las patas desde hace años.

- Lo sé, y también me gusta, pero… ¿Y si la verdad cambia eso? No quiero arriesgarme a que si le hablo él sea ahora quien se distancie de mí por eso.

- …Entiendo tu miedo, en serio, pero también entiendo a Jazz, él es uno de mis amigos más antiguos, jugaba con él incluso antes de conocerte, sé quién es, y sé que ninguna revelación va a hacer que deje de amarte, sus sentimientos hacia ti son sinceros, pude comprobarlo ayer que me tocó estar con él.

- Si, pero de la forma que no quisiera.

- Bueno… ¿para eso los encogimos, verdad? Pero en fin, mi punto es que, a pesar de todo, él nunca dejó de pensar en ti.

- ¿Lo dices en serio?

- Claro que sí, él mismo me lo dijo.

- …Gracias amiga… Gracias.

- No es nada, me alegra poder ayudarte al fin… Por cierto, si pregunta yo no te dije nada, ¿ok?

- Jiji… Ok.

Hablar con Diane me hizo sentir aliviada, no solo me quitó un peso de encima, sino que elevó mis expectativas sobre mi día con Jazz. A la mañana siguiente quise ir a buscar a casa unas velas, ya que quería un baño romántico con él, para que me mimara como una princesa, y valla que fue increíble. Aun así volvió a preguntarme por lo de la cita, y de repente mi miedo se apoderó de mí y lo encogí para encerrarlo en mi teta… No quería hacerlo, pero estaba acorralada y no sabía cómo reaccionar de otra manera. Estuve pensando varias horas en la bañera, mi cuerpo entero parecía una pasa, así que decidí salir y pedirle a Ally que arreglara mi piel con magia, y que en un rato sacara a Jazz de mi pecho, pero antes le tenía que preguntar a Jane si podía decirle la verdad a Jazz, cosa que ella aceptó, diciéndome que no tenía por qué preguntarme, y que lamentaba haberme forzado a guardar su secreto por tanto tiempo. Jane se veía muy alegre, más de lo normal, por lo que creo que hablar con su hermano la ayudó mucho a liberarse, y eso haría yo también.

Cuando le dije la verdad a Jazz él la entendió, no dejó de amarme por ningún momento, y me devolvió un cumplido que yo le hice hace unos días, demostrando que nada entre nosotros había cambiado. Yo le dije que me gustaba, y entonces al fin luego de muchos años esperando, hicimos el amor. A pesar de su tamaño, él supo lo que tenía que hacer, así que en parte agradezco a mis amigas por “entrenarlo”, y aunque él ya haya tenido sexo, conmigo fue la primera vez que hacía el amor, en sus propias palabras. Antes de dormir hablamos un rato, le conté de mis inseguridades y él me ayudó a superarlas, pero entonces yo noté que él estaba inseguro, suponía de qué, pero de todos modos quise hablar con él para ayudarlo.

- ¿Quieres hablar de eso, Jazz?

- ¿Sobre rendirme?

- Yo no diré nada, sólo te escucharé.

- Ok… Esto que han hecho las 5 cambió mi vida, por un lado fue una experiencia extrema que me hizo dar vueltas la cabeza y experimentar mucho dolor, pero por el otro he podido conocerlas más, conocerme a mí mismo más, y he llegado a pensar que si mis amigos aceptaron, es porque vieron que esta es una oportunidad de asegurar sus vidas…

- Y… ¿Quieres hacerlo?

- No… No lo sé… ¿Tal vez? Es decir, mis amigos quieren que lo haga, las chicas también.

- Lo se… ¿Pero qué quieres tú?

- ¿Eso importa?

- ¡Claro que sí! Esa decisión cambiará tu vida para siempre, puede que tus amigos y las chicas puedan decirte lo que quieren, pero es tu vida, tú decides.

- Wow… Gracias Sheila.

- Soy buena dando consejos.

- Se nota… ¿Y tú quieres que me rinda?

- Quiero que hagas lo que tú decidas, pequeño o grande me da igual, tu sigues siendo tu, y si te quiero es por quien eres, no por tu tamaño.

- Gracias… Significa mucho viniendo de ti.

- Además… Si te quisiera por tu tamaño, no habría aceptado esa cita, jejeje.

- Jejejeje, sí, es cierto… Pero qué pasará si decido no rendirme, ¿qué harán ustedes?

- Francamente no lo sé, el plan fue concebido con la idea de que los 5 se rindieran… Pero sea lo que sea que decidas, yo estoy contigo.

- Gracias princesa…

- No hay de qué, pequeñín.

Fuimos a dormir, y a la mañana siguiente todas estábamos expectantes a la respuesta de Jazz. Fue algo impactante, pero desde luego yo cumplí con mi palabra, y lo apoyé. Es lo que puedo decir de momento. ¡Adiós!

Parte 26: La Decisión Final: by GeaGts

Esa fue la mejor noche de mi vida, sin mencionar que Sheila me ayudó a tener las cosas en perspectiva, y ya sabía lo que tenía que hacer. Cuando despertamos todas las chicas estaban en mi cuarto, Sheila, Jane, Ally, Kanna, Diane, Las 3 Imouto y hasta mis amigos, todos quería saber lo que tenía que decir.

- Bueno hermanito, ya pasaron los 5 días, y no te has rendido, si esto fuera una competencia puedo decir que ganaste. Antes de que digas nada quiero preguntarte: ¿tienes una respuesta definitiva?

- Bueno Jane… Pues sí, ya la tengo.

- Yo lo ayudé, –Dijo Sheila.

- Es cierto –Respondí.

- Bueno… ¿Y qué dices?

Todas las miradas estaban sobre mí, en serio querían saber mi respuesta, pareciera que esta no sólo cambiaría mi vida, sino que la de todos aquí presentes. Pero a pesar de todo, sabía lo que tenía que hacer.

- Bueno… Es complicado. Fue un viaje largo, aprendí mucho de mí mismo, aprendí mucho de ustedes, de todas las que están aquí hoy, pude conocerlas a profundidad como nunca hubiera imaginado, y experimentar cosas que nunca pensé sentir… Aunque también aprendí cosas de mi mismo, ahora sé quién soy, más que nunca, y por eso debo decir que no me rendiré ante ustedes.

Todo el mundo se quedó callado, es cierto que nadie esperaba que dijera eso, todos esperaban que aceptara mi destino y aceptara ser su esclavo eternamente, pero no iba a ser así.

- ¿L-Lo dices en serio? –Dijo Ally.

- Así es, lo pensé mucho y quiero ser yo quien elija mi propio destino, sea el que sea, y siendo su esclavo no podré hacerlo. Lo más probable es que mi respuesta no importe, después de todo ustedes tienen el poder y si quieren que sea su esclavo lo seré sin importar lo que yo quiera, pero tenía que ser fiel a mis principios, no voy a agachar la cabeza.

- Hermanito…

- ¿Si Jane?

- Tienes razón.

- ¡¡¡¡¡¡QUÉ!!!!!!

Todos gritamos extrañados, por lo que se Jane era la que tuvo la idea en primer lugar, y ahora estaba aceptando mi respuesta. Si ese no es el ejemplo perfecto de las vueltas que da la vida, no sé qué sea.

- Creo que Jazz tiene razón, él es dueño de su vida, nosotras no, quisimos serlo pero no se va a poder. 4 de 5 no está mal, y si Jazz quiere jugar con nosotras nuevamente en el futuro, será su decisión, no la nuestra.

- Pero Jane…

- Es lo que creo, Ally, además… Mi hermano es especial, es el chico más listo de aquí y el más sabio, él me ayudó en algo que nunca pensé que superaría, pero estuvo ahí para mí, como un buen hermano a pesar de lo mal que lo traté en el pasado, y si puedo evitar qué su vida termine al ser nuestro esclavo, lo haré.

- Jane dice la verdad, –Dijo Sheila – si no fuera por Jazz yo nunca habría podido despegarme de mis inseguridades, y creo que gracias a él soy una mejor persona.

- También yo, –Dijo Diane – Jazz me ayudó a entender que debo hacer en mi vida, seguir mis sueños, y me ayudó a que pudiera valorarme por lo que soy, no verme en menos, y lo hizo midiendo 5cm.

- Jazz, –Dijo Kanna – debo darte las gracias, hiciste algo que nunca pensé que podía hacer, sanaste el alma de Jane, la mujer de mi vida, he tratado de hacerlo por años y nunca pude. No siento envidia, sólo estoy agradecida por lo que hiciste, Arigatō.

- Y bueno… –Dijo Ally – Jazz me presentó a la verdadera Molly, esta niña es genial, y gracia a él al fin tengo una amiga bruja igual que yo.

- Lo mismo digo, –Dijo Molly – aunque me cueste decirlo, el pequeño Jazz fue el responsable de que al fin tenga a una maestra de magia, y a una amiga bruja, gracias.

- Y no me olviden, –Dijo Tamara – Jazz me enseñó que no puedo forzar el amor, puede que aun sea muy pequeña, pero eso es algo que no olvidaré, gracias Jazz.

- ¡Y Oni-Chan es el mejor Oni-Chan del mundo! –Dijo Julie.

Yo empecé a llorar de alegría, no sabía que decir, yo nunca las ayudé para que me liberaran, sólo quería enseñarles, reconfortarlas, animarlas, hacerlas felices, cambiar caras largas por sonrisas, así soy yo, y nunca pensé que eso significaría tanto para ellas… Yo… Sólo quería hacer lo correcto.

- Gracias chicas… Gracias…

- Bueno, creo que es todo. –Dijo Ally, para luego hacer el hechizo de cambio de tamaño, y pasó algo que nunca esperé, nos devolvió el tamaño a los 5, volvía a medir 1 metro 50, y estaba muy feliz. – Ay… Lo olvidada, lo siento, ya me había acostumbrado. – Luego de eso Ally hizo otro hechizo, notó que seguíamos desnudos e hizo aparecer la ropa que teníamos el sábado sobre nosotros.

- Gracias Ally, gracias a todas… Puedo pedirles que me dejen a solas con mis hermanas, ¿por favor?

- Claro, vamos todos, afuera, hay mucha gente aquí y este lugar es muy pequeño. –Dijo Kanna, y todas salieron menos Jane y Julie, quienes se sentaron en mi cama al lado mío.

- ¿Qué querías decirnos, hermanito?

- Jane… Eres mi hermana y te amo, también a ti pequeña Julie, y si bien no me sometí antes ni pienso hacerlo, no negaré que ser pequeño resultó ser una de las experiencias más interesantes de mi vida… Quiero salir de la casa unos días, pasear, ir al cine, retomar mi vida. ¿Crees que pueda hacerlo sin que nuestros papás se enteren?

- Si regresas antes de que lleguen, no lo sabrán, tu secreto está a salvo conmigo.

- Y mis labios están sellados, Oni-Chan.

- Gracias… Ahora Julie, antes de irme te prometí que jugaría contigo, y lo voy a hacer…

En eso Julie me dijo que jugáramos CTR en mi PS4 y eso hicimos… Con Jane. Ver a los 3 hermanos Jones reunidos jugando fue una imagen hermosa, no me importaba que Jane me ganara o que Julie no alcanzara a terminar las pistas, todo era hermoso por el simple hecho de que, por fin, los 3 estábamos compartiendo en familia, como hermanos.

Al rato me puse una chaqueta, guardé mi billetera en mi bolsillo, saqué mi celular y procedí a despedirme. Las 3 Imouto me dieron un abrazo, al igual que las 4 chicas, aunque con Sheila le di un beso en la mejilla, y le dije que cuando regresara, lo haría temprano en la mañana. Jane llegó y me pasó la tarjeta de mis padres, para que no tuviera problemas allá afuera por cualquier cosa. Antes de salir vi a mis 4 amigos frente a la puerta, y los 5 sin decirnos nada hicimos un abrazo grupal.

- Jazz... Perdónanos, nosotros si nos rendimos, pero te admiramos, creo que ahora tu mereces ser el líder de los Ghoul Hunters.

- ¿Lo dices en serio Duke?

- En serio, a pesar de todo lo que pasamos nos mantuviste unidos, nos ayudaste en los peores momentos, no cualquiera lo hace, sólo un verdadero amigo estaría así con nosotros en momentos tan oscuros, y esta es nuestra forma de decirte gracias. ¿Verdad Sonic?

- Aunque me duela dejar el manto de líder del grupo, creo que te lo has ganado Jazz, bien hecho.

- ¿¡Cómo que dejar el mando de líder del grupo!?

Ver a Sonic y Duke discutiendo por eso me hizo sentir muy feliz, todo empezaba a volver a la normalidad y sabía que, a pesar de las decisiones que todos tomamos, el hecho de que decidieran hacerme líder de los Ghoul Hunters significaba que nada iba a cambiar, seríamos amigos toda la vida, y ni todas las chicas y placer del mundo lo impedirían. Luego de la emotiva despedida, salí de la casa y empecé a caminar por las calles de Rachelton, viendo que hacer y pensando en que sería de mi vida de ahora en adelante…

B-Side #008: El Lado de Molly: by GeaGts

Falto sólo yo, las demás ya hicieron esto, Ally se los pidió para poder recordar más profundamente nuestras experiencias con esto del encogimiento de los chicos, y cómo nosotras 3 nos metimos desde el principio, nuestra opinión también vale. Soy Molly Karlsson, tengo 7000años (a punto de cumplir 8000) y nací en Suecia, aunque a los 2 años tuve que mudarme a Rachelton porque allí no se permiten brujas.

Algo que no suelo mencionar es el hecho de que al irme mi hermano mayor Cole tuvo que quedarse en Suecia con mis tíos, según mis padres esto lo hicieron ya que él estaba empezando una vida allí y no quería irse, y porque desde el principio sabían que no era la mejor idea que ambos creciéramos juntos, ya que al yo ser bruja nuestras crianzas habrían sido muy distintas, lo que no era justo para él. Aun así varias veces al año Cole viene a visitarnos a Rachelton. Mi relación con él es… Complicada. Disfruto molestarlo con mi magia pero en el fondo lo quiero.

En fin, al mudarme allí empecé a trabajar en mi magia gracias a la ayuda de libros, y de que mis padres son sumamente permisivos. Soy superdotada, y además una bruja, por lo que siempre pensé que no necesitaba más en mi vida, hasta que conocí a mis mejores amigas: Julie y Tamara.

Ambas son lo más importante para mi junto con la magia, y es con mi vínculo con ellas que puedo tener los pies en la tierra, y recordad que sigo siendo una niña, y debo aprovechar eso. Fue con ellas que me metí en esto precisamente, ya que cuando fui a pasar la semana en casa de Julie, allí estaba su hermano y sus amigos, y desde luego las 5 hermanas mayores, donde resultó que Ally también era bruja, igual que yo, y encogió a los 5 chicos para que se rindieran como sus esclavos. Esa idea me encantó, y más aún cuando lo experimenté más tarde, cuando 3 de esos chicos nos pidieron ayuda para escapar, cosa que desde luego no hicimos. Mucho ha pasado desde entonces, conocí a Jazz más a fondo (ustedes entienden), tuve que apoyar a mi amiga Julie cuando estuvo triste luego de nuestro viaje a Malibu, y Ally descubrió que yo también era bruja… Bueno, eso fue obra de Jazz, y se lo agradezco. Ally me ayudará con mi magia, y se encargará de que pronto pueda ingresar a la Academia de Magia, donde podré pulir mejor mis hechizos y, porque no, superar a mi maestra cuando esté lista.

He pensado mucho en el futuro y en el pasado, pero si estoy grabando esto es para registrar el presente, y qué les puedo decir… Todos los chicos se rindieron, excepto Jazz. El demostró un valor sin igual al reusarse a ser el esclavo de las 5 hermanas, y se fue de la casa unos días para pensar mejor su futuro. Este periodo se extendió bastante para nosotros, ya que gracias a Ally podemos regresar en el tiempo hasta aquel sábado donde empezó todo, aunque Jazz no aparece ya que al estar fuera de la casa, también está fuera del hechizo. Contando los reinicios estuvimos casi un mes ahí dentro, un mes glorioso donde jugamos las 8 chicas con esos 4 chicos reducidos de todas las maneras posibles, y como ellos ya habían aceptado esto, todo fluía como la espuma. Todo este tiempo sirvió para que varias chicas cerraran su ciclo personal, pude oír varias cosas y parece que todas estarán bien de cara al futuro.

Tammy buscará a alguien de su edad que le guste, y que sobre todo sienta lo mismo por ella, pero no lo forzará, ya que dice que el amor no funciona así.

Julie sigue siendo Julie, es muy linda y amistosa, y aunque siempre trato de abrir su mente a “otras” experiencias más deliciosas, ella es la encarnación de la inocencia, y lo será por muchos años más.

Kanna y Jane decidieron admitir su amor frente a sus padres, Jane dijo que guardar secretos y emociones fue lo que la marcó para mal, así que revelar esto a sus padres será algo bueno para ambas, ya que al fin podrán demostrar su amor en público sin temor a lo que pienses sus padres. Seguramente lo entenderán, pero si no… Ally tiene algunas formas de… Persuadirlos…

Sobre ella, Ally y yo empezamos a entrenar desde ya, me enseñó varios hechizos y a como canalizar más cantidad de magia, para que mi poder a futuro no tenga límites.

Diane les dijo a sus amigas que su sueño era ser cantante, y todas no dudaron en apoyarla con eso, sobre todo Ally que puede ayudarla más de la cuanta, y Sheila que es su mejor amiga. De hecho nos cantó una canción que compuso, y diosa mía, no creo que necesite la ayuda de Ally, canta de una manera impresionante.

Sheila se divierte con nosotras, pero está algo melancólica, esperando a que su amado Jazz regrese, aunque bueno, todas también esperamos eso un poco, no es lo mismo si él. Ella se levanta temprano cada mañana a esperarlo un buen rato frente a la puerta de la casa, y algo me dice que uno de estos días eso habrá valido la pena.

En cuanto a mi… No tengo mucho que decir de lo que ya dije antes… Ally ahora es mi maestra y mi amiga, y creo que esta relación llegará muy lejos, y siento que servirá para algo grande que nunca imaginamos. De momento eso es todo, unos pequeños me están esperando para darme un masaje de pies, y no puedo decirles que no. ¡Hasta luego!...

 

Epílogo: by GeaGts

No sé si me recuerdan, pero me presentaré, soy Rena Ramos, tengo… Unos cuantos años, y soy aquella chica que Las Vigías salvaron en Malibu. Aunque no lo crean mi intención era encontrarme con ellas, así que planeé todo para que dicho encuentro sucediera. No daré muchos detalles, pero digamos que trabajo para la Diosa Rachel en este mundo, buscando chicas peculiares que, de una u otra forma, sigan su ejemplo, y ahora tengo mis ojos puestos en esas 5 chicas, junto con aquellas 3 niñas, y sus reducidos. El cómo se todo esto es una historia interesante, que será contada en otro momento, pero digamos que recibo algo de información desde arriba. A pesar de eso me gusta recopilar información de primera mano, por lo que desde el incidente en Malibu he estado siguiendo los pasos de este grupo tan peculiar hasta su casa en Rachelton. Ellas no pueden verme si no lo deseo, así que todo es más fácil de esa manera. Hay una razón por la cual me interesé también el los chicos encogidos, y es por algo que vi en uno de ellos, Jason Jones, mejor conocido como Jazz.

Él fue el único que decidió salirse del juego de las chicas, algo impresionante luego de todo lo que ya he visto, y salió de la casa para tener un tiempo a solas para pensar. También aproveché de seguirlo, vio películas en el cine, compró algunos juegos digitales, caminó por varios parques y visitó la cerrada escuela secundaria a la que regresaría cuando las vacaciones terminaran. En todo ese trayecto de varios días casi no habló, hasta el día que se suponía que sus padres regresarían a la casa, él fue allí antes de que ellos llegaran. Vio a Sheila sentada en el pórtico, algo que había hecho cada mañana desde que se fue, y cuando al fin vio que Jazz regresaba su sonrisa volvió a aparecer en su cara, se levantó y fue a abrazarlo, cosa que él desde luego hizo también. Antes de entrar se sentaron juntos en el pórtico a hablar, y sí que tenían mucho de qué hablar.

- Espero que no hayas estado mucho tiempo esperando aquí afuera, será verano pero las mañanas son heladas en Colorado.

- Esperé lo suficiente, ¿cómo te ha ido?

- Bien, salí a pasear, compré algunas cosas…

- Me refiero a cómo te ha ido ahí adentro. –Dijo Sheila apuntando a la cabeza de Jazz.

- Bueno… Tuve mucho en que pensar… Pero antes quería darte algo, lo guardé aquí en mi mochila para que no se estropeara.

- A ver, qué es…

Jazz sacó un balde de pollo frito de su mochila y Sheila se emocionó, por lo que se eso fue lo que iban a comer en su primera cita, por lo que el gesto se nota.

- No es muy romántico, pero esto era lo que íbamos a comer en la  cita que tuvimos hace 2 años… Y quería que por fin la termináramos.

- Gracias Jazz… En serio, qué detalle.

- No es nada, en serio.

- ¿Ya comiste?

- Todavía no.

- Qué mal porque yo me comeré todo este balde mientras tú me cuentas todo en lo que has pensado, ¡JA!

- Oye, eso no se vale.

- Puede que te de algo si me gusta lo que dices.

- Ok, pues será mejor que le ponga emoción a la historia…

Ambos reían ante la situación, después de todo se conocen de toda la vida, y al fin pueden estar juntos. Jazz procedió a contar sus pensamientos más profundos, y fue aquí donde presté especial atención.

- Bueno, aquí voy… Me fui unos días para despejar mi mente, pensar mejor en mi futuro y en lo que tengo ahora, aunque no lo parezca vivir lo que yo viví me cambió la vida. Aunque no fuera permanente, he muerto varias veces ya, y no se sintió bien, y cada vez que revivía pensaba en si la siguiente muerte sería peor o no, pero no fue así. No es que me haya acostumbrado, es que estaba pensando en cosas más importantes… Cosas como mi futuro. La vida que voy a llevar depende de mí, y si te soy sincero, no se hacia dónde ir. Al principio me preocupé, pero luego de varios días llegué a una conclusión. Tengo 15 años, tengo toda una vida por delante, y aun me faltan un par de años para graduarme y pensar más seriamente en eso. Es un alivio que ustedes no tengas que preocuparse por eso gracias a su acuerdo con Ally, pero si bien rechace ser su esclavo, tampoco es que tenga otro plan para mi vida. No digo que quiero ser su esclavo, para nada, pero si soy honesto conmigo mismo… Esos días fueron los mejores de mi vida. Mis amigos encontraron algo en lo que ser felices, mi hermana y yo ahora somos eso, hermanos de verdad, pude ayudarlas a todas ustedes a hacer de su vida un poco mejor, y sobre todo, y quitando la muerte y el sufrimiento, llegué a divertirme mucho estando con ustedes. Sé que no acepté ser su esclavo, pero aun así quisiera de vez en cuando jugar más con ustedes, ya que ahora no es tiempo de preocuparme por el futuro, es tiempo de pasarla bien con la gente que amo, con ustedes… Contigo.

- Lo… ¿Lo dices en serio?

- Desde luego… Si me aceptan.

- Bueno… Jane dijo que la puerta siempre estaría abierta para ti, así que creo que se la respuesta a eso.

- ¿Y cuál es?

- Esta.

Acto seguido Sheila besó apasionadamente a Jazz en los labios, cosa que él respondió, nuevamente, de la misma cálida manera. De pronto Sheila apuntó con su mano a Jazz, y de un anillo que tenía salió el hechizo de encogimiento, que lo redujo a 5cm de tamaño. Con una mano ella recogió su ropa y su mochila, y con la otra al pequeño que ahora estaba aprisionado en su puño. Ambos se vieron felices de estar juntos, y ella volvió a besarlo, esta vez cubriendo buena parte de su cuerpo, para luego entrar a la casa.

No detallaré por qué esto me llamó la atención, ya está claro, sólo diré que estas chicas y estos chicos han llamado poderosamente mi atención, por lo que los he marcado. Decidí que esta sería la última noche que los “espiara” antes de seguir buscando a más gente peculiar. Todos reinan, jugaban, se divertían de las maneras más adorables y bizarras que unas gigantas y sus reducidos pueden divertirse, y justo antes de irme, noté que Jane le preguntó algo de vital importancia a su hermano, algo que establecería la dinámica de este grupo para siempre.

- ¿Oye Hermanito?

- ¿Sí, que pasa?

- Me he estado preguntando, ¿ya te decidiste por un nombre para nosotras 5?

- Pues a decir verdad si, ya tengo uno.

- Genial, ¿y cuál es?

- Las 5 Diosas.

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